Para la Primera Infancia en el marco de una Atención Integral Política Educativa
¿Qué buscamos con esta política? Garantizar el derecho que tienen todos los niños y niñas menores de cinco años a una oferta de atención integral (educación inicial, cuidado y nutrición) especialmente para aquellos en condición de vulnerabilidad, así como la generación de estrategias que fomenten su permanencia y continuidad en el sistema educativo. La educación inicial es la palanca para el desarrollo infantil Tenemos claro que, al nacer, todos llegamos al mundo con capacidades que buscamos poner en acción y esperamos encontrar condiciones para demostrarlas y enriquecerlas y volvernos cada vez más competentes en la vida familiar, social, estudiantil y laboral. Si éstas no se dan, todo nuestro potencial se va limitando a las acciones necesarias para sobrevivir. Es necesario entonces, propiciar para los niños y niñas espacios educativos significativos y enriquecidos con diferentes elementos que les permitan interactuar consigo mismos, sus pares, adultos y con el ambiente físico y social que les rodea. Las competencias para la vida tienen su fundamento en la primera infancia. Buscamos que en este ciclo vital los niños y niñas desarrollen aquellas competencias que les permitan un conocimiento de sí mismos, interactuar con los demás y una comprensión de sus entornos físico y social. Por esta razón entendemos y asumimos que en la primera infancia empieza la educación para toda la vida. Familia, comunidad, barrio o vereda, se llenan de sentido al tener una intención pedagógica que les permite trabajar con los recursos cognitivos, afectivos y sociales disponibles, para avanzar en su desarrollo y adquirir competencias. En este sentido, la educación en la primera infancia debe apoyarse en actividades, juegos y artes que favorezcan su expresión y respondan a sus necesidades y potencialidades. De esta forma los niños se vuelven autónomos para tomar decisiones, solucionar problemas y actuar en su cultura enriqueciéndola. La educación para la primera infancia es un proceso continuo y permanente de interacciones y relaciones sociales de calidad, oportunas y pertinentes que posibilitan a los niños y a las niñas potenciar sus capacidades y adquirir competencias para la vida en función de un desarrollo pleno como sujetos de derechos. ¿Por qué hablamos del derecho de la primera infancia a una atención integral? La primera infancia cuenta hoy en Colombia con la Ley 1098 de 2006 - Código de la Infancia y la Adolescencia, la cual establece en su artículo 29 “el derecho al desarrollo integral de la primera infancia, priorizando la nutrición, la protección, la salud y la educación inicial como derechos impostergables de todos los niños y niñas desde su nacimiento hasta los 6 años de edad”. Estos componentes deben ser garantizados de manera integral, ya que juegan un rol determinante en los procesos de aprendizaje y desarrollo, condiciones fundamentales para la mejora de su calidad de vida, la de su familia y sus comunidades. ¿Por qué es importante atender integralmente a la primera infancia? Porque entendemos que la atención a la primera infancia es el eje fundamental para el desarrollo físico, social, emocional y cognitivo del ser humano. Esta es hoy la principal estrategia para enfrentar los problemas de pobreza e inequidad que enfrenta el mundo. La atención a estos niños y niñas tiene un alto impacto porque: Mejora las posibilidades de los niños y niños para ingresar oportunamente a la escuela, disminuye los índices de fracaso escolar y aumenta su permanencia a lo largo del sistema educativo. Facilita la inserción de la mujer en el mercado laboral, al disponer de una oferta de atención educativa pertinente y de calidad para sus hijos Contribuye a disminuir las desventajas propias de los niños y niñas que viven en contextos de pobreza, así como a nivelar diferencias sociales y económicas. Disminuye las inversiones compensatorias en etapas posteriores de la vida de los niños, convirtiéndola en una inversión social más rentable. Con ésta estrategia se busca generar una oferta educativa, en el marco de una atención integral, para los niños y niñas menores más vulnerables, teniendo en cuenta sus necesidades y las de sus familias. Formación de agentes educativos responsables de la educación inicial y atención integral de la primera infancia con un enfoque de competencias e inclusión Por medio de esta estrategia, buscamos implementar diferentes acciones de formación para que los agentes educativos puedan realizar un cuidado y acompañamiento afectuoso e inteligente, que permita un desarrollo integral de los niños y las niñas en ambientes de socialización sanos y seguros a fin que logren aprendizajes tempranos de calidad. Este sistema busca armonizar los referentes de calidad que existen actualmente y definir a nivel nacional requerimientos básicos de calidad, en términos de: proceso educativo, ambientes educativos, salud y nutrición, familia y comunidad, talento humano y gestión administrativa y financiera. Así mismo, busca definir indicadores de seguimiento y evaluación, procesos de registro, vigilancia y acompañamiento para los prestadores del servicio, que junto con un cuerpo de normas jurídicas garantice a nivel nacional una prestación del servicio incluyente y equitativa para todos los niños y niñas. Ideas que orientan la atención educativa de los niños1 menores de de 0 a 3 años Las ideas que tenemos sobre cómo son los niños y cuáles son sus necesidades marcan sin duda el tipo de atención que le brindamos, es por ello que, en coherencia a los objetivos y fines de la educación en el país, resulta imprescindible iniciar esta guía haciendo referencia a la mirada de niñez de la que se parte, a los principios que orientan la Educación Inicial y a los elementos que favorecen el desarrollo infantil en los primeros años de vida. 1.1 Mirada sobre la niñez A la luz de las actuales investigaciones con infantes, se ha dado un salto cualitativo en la mirada y en el abordaje de la infancia. Es así que se parte de reconocer al niño como: Sujeto de derechos: Persona en evolución permanente, que requiere de condiciones específicas para crecer y desarrollarse, cuya singularidad y particularidad deben ser reconocidas en todos los campos de su desarrollo. Sujetos de acción más que de reacción: Los bebés llegan al mundo dotados de capacidades para percibir, moverse, relacionarse con el entorno y aprender. Estas capacidades le permiten, observar su entorno, intervenir en él de acuerdo a sus posibilidades e iniciativas, transformarlo y a partir de esa interacción también se transforman. La acción del niño es la que le permite explorar, conocer y formar su pensamiento. Seres sociales, que necesitan al otro para crecer y desarrollarse: Los niños se desarrollan como sujetos a partir de otros, con otros y en oposición a otros; mientras van otorgando sentido y significado a su entorno, con el que establecen intercambios recíprocos. Entender al niño como un sujeto social 12 el valor educativo de los cuidados infantiles JUEGO LIBRE “Los niños, al jugar, aprenden” SEGURIDAD “Todo niño tiene derecho a que se le brinde seguridad física y afectiva” COMUNICACIÓN “Todo niño debe expresarse, escuchar y ser escuchado” AUTONOMÍA “Todo niño debe actuar a partir de su propia iniciativa, de acuerdo a sus posibilidades” MOVIMIENTO “Todo niño necesita de libertad de movimiento para desplazarse” UN BUEN ESTADO DE SALUD “Todo niño debe gozar de un buen estado de salud física mental y social” RESPETO “Todo niño merece ser aceptado y valorado en su forma de ser” PrinciPios dE la EducaciÓn inicial2 significa reconocer que cada niño nace dentro de una comunidad, marcada por un origen, una lengua, una región geográfica, valores, cierta manera de mirar, sentir, pensar y actuar en el mundo, compartidos por su grupo de pertenencia. Si bien esta pertenencia establece ciertas condiciones es necesario considerar que el niño es un ser único. Los niños, además son seres que se desarrollan de manera integral, es decir, desde el movimiento, la emoción, la comunicación no verbal y verbal, y el pensamiento, procesos que se realizan en forma simultánea, por lo que no podemos promover su desarrollo a partir de acciones aisladas que fragmenten su percepción del mundo o que los limiten en la vivencia de esta integralidad. Principios que orientan la atención educativa de los niños y niñas Formar niños capaces, que se asuman como sujetos de derechos y que logren desarrollarse en forma integral exige, a quienes dan atención educativa, orientar sus acciones a partir de la consideración de los siguientes principios: