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LA CIUDAD ANTIGRISTIANA EN EL SIGLO XIX, POR D. P. BENOIT. DOCTOR EN FILOSOFIA Y¥ TEOLOGIA, ANTIGUO DIRECTOR DG SEXINARIO, TRADUCIDA POR D. FRANGISCO DB P, BIBAS ¥ SERVBT, PBRO. WS ‘ PARTE PRIMERA. LOS ERRORES MODERNOS. PRIMERA BDICION ESPAROLA. wee TOMO I. ne CON LICENCIA ECLESIASTICA. gee Vine, Oj PS BARCELONA: Liprgria Y Tipocraria catouica, Pino, -5: 1888. Esta obra es propiedad de los editores, y nadie puede reimpri- mirla. Queda hecho el depdsito que marca Ja ley. DECLARACION. Creo y admito cuanto cree y ensena la Igle- Sia romana, rechazo cuanto la misma condena, me inclino & las opiniones gue favorece; en une palabra, me conformo en todo y siempre no solo con sus decisiones, si que tambien con sus indicaciones. Declaro por tanto que someto al juicio y & la correccion de la Silla apostolica el presente libro, mi persona y cuanto hubiere podido 6 pudiere decir, escribir 6 hacer. Declaro asimismo que recibiré con humildad y gratitud las observaciones que tuieren & bien hacerme mis padres y hermanos los hijos sumisos de la santa Iglesia. San Claudio (Jura), 8 Diciembre de 4883. T1—2 APROBACION ES. 410002 BREVE DE SU SANTIDAD. Leo PP, XIII. Dilecte Fili, Salutem et Apostolicam Benedictio- nem. Quum nihil sit quod ma- limus, quam ut homines sacris disciptinis instructi vires conferant ingenii sui ad catholicam veritatem tuendam, par est profecto ut acceplum habeamus mu- nus dvorum voluminum operis inscripti. La Cilé an- tichrélienne au XIX siécle, quod Nobis obtulisti officio- sis litteris conjunctum. In- telleximus quidem cum ex titulo quem tua volumina preferunt, tum ex nonnul- lis que ex iis delibavimus eo potissimum te animum intendisse, ut fallaces quas dam sententias profligares, que vulgo in prasens jac- tari solentad incautos deci- piendos cum ingenti reli- Leox XII Papa. Amado hijo, Salud y Ben- dicion apostdlica. Siendo nuestro mas vivo deseo que los hombres ver- sados en las ciencias sagra- das empleen sus fuerzas in- telectuales en la defensa de la verdad catdlica, es justo que hayamos recibido gus- tosos et regalo de los dos tomos de la obra intitulada: Ia Ciudad anticristiana en el siglo XEX, que nos ofre- ciste acompaiiada de tuaten- tacarla. Vimos ciertamente, ya por el titulo que Hevan los dos tomos, ya por algu- nos trozos que saboredmos, que tu principal intento es combatir ciertas engafiosas doctrinas, que actualmente se divulgan y encarecen para seducir 4 los incautos, con grave detrimento de la Vu gionis morumque pernicie. Quarelaudi quam labor sus- ceptus tuenda veritatis cau- sa merelur, majus accedit ex temporis opportunitate pretium ac decus. Pruden- tia autem tua et quod pra- fers studium noxios errores evertendi, Nos ambigere non sinit, quin id quod ani- mo proposueras, recte ap- teque confeceris. Certa ita- que fiducia nilimur libros tuos non minus fore lec- toribus rerum causas ex- plicando jucundos, quam solide persuadendo saluta- res. Meritas interim pro tuo munere tibi gratias habe- mus, et coslestis sapientia dona ad precantes 4 Patre Juminum ut bonum certa- men certare pergas feliciter, Apostolicam Benedictionem quam postulas, Tibi pera- manter in Domino imper- limus. Datum Rome apud §. Pe- trum die XX Aprilis anno MDCCCLXXXVII_ Pontifica- tus Nostri decimo. Leo PP, XI. Religion y huenas costum- bres. Por lo cual 4 Ja ala- banza que merece este tra- bajo emprendido en defensa de Ja verdad, afiade mayor precio y realce su oportuni- dad en los presentes tiem- pos. La prudencia y celo que claramente manifiestas en Ja extirpacion de perni- ciosos errores, no nos con- sienten dudar de que habras logrado perfectamente rea- lizar lo que te habias pro- puesto. Asi que abrigamos la firme confianza de que tus libros seran no menos gratos 4 los lectores por la filoséfica explicacion de las materias, que saludables por la sélida persuasion que comunicaran 4 sus 4nimos. Te damos entre tanto las debidas gracias por tu pre- sente, y mientras pedimos al Padre de las luces te otor- gue los dones de la sabidu- tia celestial, para gue con- lines felizmente comba- liendo el buen combate, te damos afectuosamente en el Sefior la Bendicion apost6- lica que nos pides. Dado en San Pedro de Roma, 4 Jos yeinte de Abril del afio 4887, de nuestro Vontificado el décimo. Leon XIE Papa. x CARTA DE MONS. MERMILLOD, OBISPO DE LAUSANA _¥ DE GINEBRA. Friburgo (Suiza), 28 de Febrero de 1883, fiesta de San Roman. REvVEnENDO Papne: Su trabajo sobre la Ciudad anticristiana enel siglo XLX, empieza con un serio y profundo estudio de los errores modernos. V. sefala su origen, y progre- sion légica, y muestra Jas ruinas 4 donde Ifevan a las al- mas, las familias y los pueblos. Con sus estudios pone de manifiesto las empresas contra Jos derechos y las tiberta- des de la Iglesia, y sefiala 4 la Statolatria racionalista co- mo medio de destruccion del reinado de nuestro adorable Salvador Jesucristo. V. estaba preparado para ese trabajo con los afios pa- sados en Roma, con su ensefianza como profesor de Se- minario y con esa vida monastica en la que desde las al- turas de la soledad, de la oracion y de Ja teologia, seguia con vigilante mirada Ja gran Jucha de nuestro siglo. Fiel a las Enciclicas de los inmortales y perspicaces Pontifices Pio IX y Leon XIJI, acosa V. con poderoso vigor esta ciu- dad anticristiana, esta lorre de Babel que tratan de le- vantar los impotentes adoradores del hombre. Sus dos tomos, nutridos de hechos y doctrina, pero de doctrina sustanciosa y hechos indiscutibles, seran un manual util para tados cuantos deseen de corazon conocer el mal con- temporaneo. Por tanto no puedo menos que felicitarle por esa sabia y concienzuda publicacion. Tlubiera expresado el deseo de ver puesta de relieve Ja ciudad de Dios y nuestras esperanzas; pero tengo algu- Nas razones para creer que su sabio y piadoso Superior, el amable y austero restaurador de los canénigos regula- res, dara 4 luz su sabia exposicion de la Iglesia de sucons- tilucion y de su accion. Tales obras son una prueba de que la celda religiosa continua siendo el foco fecundo de la ciencia sagrada. Reciba Y., etc. CARTA DE S, E. EL CARDENAL FRANZELIN. Roma, 12 de Abril de 1883, Reverenvo seXoe £ 1.UsTRE BocTor: Recihi agradecido el regalo que V. quiso hacerme, de los dos primeros tomos de La Ciudad anticristiana en el siglo XLX. Los indices, uni- ca cosa que he podido examinar hasta aqui, demuestran claramente la erudicion, la ciencia teoldégica y Gloséfica, y el paciente trabajo que han sido necesariosal autor de una obra tan extensa y llena de doctrina. Si, no sdlo es util, sino necesario, 4 los hombres de nuestra época hallar las materias que forman el objeto de su libro de V. propuestas y tratadas con verdadero sen- tido catdlico, para que puedan aplicarlas lealmente y con fruto, sin que peligren su fe ni el esptritu catélico, alos es- tudios sagrados y un 4 las ciencias profanas, segun Jos puntos de contacto que tienen éstas con aquéllos. Reciba V., pues, las gracias que le envio junto con los votos que hago, ante nuestro divino Redentor, Esposo de ta Iglesia, 4 fin de que sobre todas las materias de que V. trata en su obra para la salvacion de las almas, se dig- ne El mismo iluminarlos entendimientos y encender el amor de las mismas en el corazon de innumerables lec- lores. jOjalé que el Padre, que es la verdad, los lleve al Tlijo, que es tambien la verdad, 4 fin de que permanezcan en aquella verdad saludable, cuya guarda y magisterio confié a Ja Iglesia una, santa y catdlica! Encomiéndeme V. en sus oraciones 4 !a misericordia del Santisimo Corazon de Jesis y 4 la poderosa inlerce- sion de la Virgen Inmaculada, Madre suya. De V., ete. xt CARTA DE §. E, EL CARDENAL HERGENRETHER, BI- BLIOTECARIO DEL VATICANO. Roma, 12 de Abril de 1883. José cardenal HenGeNnoeTtHER. Al Rdo. D. Panto Benoir, doctor en filosofia y teologia, antiguo director de seminario, eandnigo regular de la In- maculada Concepcion, salud copiosa en el Seiior. Recibi con sumo gozo su magnifica obra en dos tomos sobre Jos Errores modernos. Me fué tanto mas grata cuanto siempre crei ser lo mas util y opurtuno para nuestra épo- ca un trabajo como el de Y., en el cual las ciencias Glosé- ficas, teolégicas y candénicas se apoyan en una erudicion muy vasta. Tambien yo quise tomar parte en semejantes trabajos con una obra que intitulé: Anti-Jano vengado, Si bien por andar atareado en numerosos é importan- tes trabajos, no he podido leer enteramente esta obra re- comendable por todos conceptos, y sdlo he podido salu- darla desde el umbral, sin embargo he podido apreciarsu mérilo, Muchas gracias le doy, reverendo Padre, y le de- seo el éxilo mas feliz, 4 fin de que todos aquellos 4 quienes el error no ha sumergido del todo en las tinie- blas de la herejia y de la impiedad, puedan volver & Jos buenos principios que sin cesar defendieron los Sumos Pontifices en sus Enciclicas, sobre todo el inmortal Pio IX. y el sapientisimo Leon XIII. Dios bendiga !os trabajos de V. CARTA DE S, E. EL CARDENAL PECCI. Roma, 23 de Abril de 1885, Moy iustne seXon: He leido su obra intitulada: Los Erro- res modernos, y le contesto, aunque tarde, 4 causa del poco liempo que tengo disponible. XIL He admirado en ella }a excelente exposicion de los errores del dia, y su vigorosa refutacion, pero principal- mente la claridad con que se desarrollan todas y cada una -de Jas partes. Por tanto, le felicito sinceramente y le agradezco el ha- berme proporcionado, con regalarme un ejemplar, una lectura tan amena y erudita. Reciba Y., etc. CARTA DE 8. E. EL CARDENAL PAROCCHI, VICARIO DE SU SANTIDAD, Roma, 9 de Mayo de 1885, Mey seXNor sto; Me apresuro 4 darle Jas gracias y felici- {arle vivamente por la obra que VY. me envid. Aun cuando no he podido leerla toda, ocupado como estoy en fos tra- bajos de mi ministerio, basta no obstante lo que he visto para decir que la ejecucion de este libro es perfecta y muy Util para confundir los errores modernos. Y ya que ha emprendido V. combatir el error capital de la época, le deseo de corazon numerosos leclores , 4 fin de difundir la verdad y destruir las prevenciones con- tra la fe. Entre tanto reciba Y. la expresion de! aprecio mas pro- fundo, con que soy, etc. CARTA DE §, E, EL CARDENAL HOWARD, OBISPO DE FRASCATI. Frascati, 11 de Mayo de 1883. Revereno{sivo Pare: Recibi con sumo gusto los dos tomos que Y. ha escrito sobre los Errores modernos, & fin de proporcionar al clero jéven y dun 4 los legos de buena fe y buen sentido de nuestros dias como un manual don- de se halle expuesto breve y claramente el plan trazado por la Revolucion y sus manejos contra la Iglesia de Dios. XI Si bien mis muchas ocupaciones no me han permitido consagrar 4 su hermosa obra toda la atencion que se me- rece, paréceme sin embargo, por lo poco que he podido leerla, que ha alcanzado V. el noble fin gue se propuso, y que la realizacion corresponde al intento. Sin duda bendecir4 Dios los trabajos y el ilustrado celo de que da V. pruebas para el mayor aumento de su divi- na gloria. Dignese Y., ete. CARTA DE S, E. EL CARDENAL CELESIA, ARZOBISPO DE PALERMO. . Palermo, 47 de Mayo de 4885. JLustTnisivo Y REVENENDiSIMO SENOR: Al regresar 4 wi didcesis he hallado aqui su atenta y el regalo que me ha- ce VY. de su obra en dus tomos, Los Errores modernos. Me apresuro 4 darle las mds expresivas gracias, y crea V. que no olvidaré su atencion. A la simple lectura de los cuadros sindpticos he podido comprender la im- portancia de la obra, y ha de permitirme que me alegre con V. del bien que ha de producir entre el clerojéven, como tambien entre los seglares catélicos. Yo me pro- pongo igualmente aprovecharme de ella para mi pobre inteligencia. ;|Haga Dios que abunden semejantes trabajos! Crea V. en Jos sentimientos de! mAs alto aprecio, etc. CARTA DES. E. EL CARDENAL SANFELICE, ARZ0- BISPO DE NAPOLES. Napoles, 12 de Junio de 1885, Revensnpisiuo seXor: Recibi con sumo gusto el ejem- plar que V. se digné ofrecerme. Es un trabajo ciertamente esmerado. Le quedo vivamente agradecido. V. refuta los Errores modernos de un modo tan magis- tral como diestro, y con gran tino los reduce Y. todos 4 xIV la apostasia de Dios, y 4 la completa secularizacion de la sociedad. Prosiga V. tales estudios y publicaciones tan utiles, pa- ta las cuales invoco todas !as bendiciones de Dios, para que V. alcance el noble fin que se ha propuesto. Reciba, etc, CARTA DEL CARDENAL GONZALEZ, ARZOBISPO DE TOLEDO. Toledo, 11 de Octubre de 1885. Sn. D. P. Benoit: Oportunamente recibi el libro que con el titulo de Los Errores modernos acaba V. de dar 4 la es- tampa, v me apresuro 4 felicitarle sinceramente por la pu- blicacion de un libro que, 4 su asunto cientifico, reune la condicion especial de ser una obra de verdadera propa- ganda cristiana. A la exposicion clara, metédica y sobre todo completa de los errores de nuestra época en el terreno catdlico, lo cual pareceria ser el objeto de Ja obra 4 juzgar sélo por el titulo, el libro reune la refutacion igualmente clara, con- tundente y légica de aquéllos. Los puntos de ataque y de- fensa estan admirablemente escogidos, y si 1a exposicion razonada de los errores, de su origen y desenvolvimiento, Nada dejan que desear, la refutacion de los mismos es no solamente sélida, sino la més 4 propésito para disipar las sombras, dudas y confusiones que invaden las inteligen- cias hasta de los buenos, 4 causa del medio ambiente sa- turado de racionalismo y de positivismo en que vivimos. En suma: el libro por V. publicado constituye una ver- dadera y excelente apologia de la Religion catélica, de la Iglesia nuestra Madre y de la Santa Sede en relacion per- fecta con las condiciones de ta época presente. Reciba V., por lo tanto, el testimonio de mi considera- cion y las felicitaciones sinceras de sus. q. b. s. m. RV CARTA DE MONS. BOURRET, OBISPO DE RODEZ. Rodez, 43 de Octubre de 1885. Reverexoo Panne: Por los diarios catélicos tenia ya no- ticia de su sabia obra, y los articulos laudatorios que Je consagraron me decia bastantemente cual fuese su méri- to. Al recorrerla répidamente, me convenci de que no eran exagerados tales elogios, y de que su obra de V., lejos de ser una de aquellas que nacen y mueren con las circuns- tancias que !as produjeron, seria al contrario una obra duradera, no sdlo Util para el clero joven, en quien espe- cialmente 6jé V. la atencion, sino tambien para todos los hombres de buena fe 4 quienes e) espiritu de! error no hubiere cegado por completo. Ila escrito V. una verdadera suma de los errores moder- Nos; y el atractivo de su obra proviene en gran parte de que, al leerla, siente uno hallarse en este terreno actual donde se traban boy todos los combates entre la Iglesia y la sociedad anticristiana, jOjal4 que sus luminosas demostraciones alumbren 4 las mentes desviadas, y vuelvan al verdadero camino a muchos de esos pobres extraviados que }o abandonaron, 4 menudo 4 causa de preocupaciones que les imbuyeron en la adolescencia! Estos son tos volos que hago en favor de su obra, mien- tras le suplico, ete. CARTA DE 8. E. EL CARDENAL CAVEROT, ARZOBISPO DE LYON. Lyon, 9 de Julio de 1886. Reveagxoo Panne: Su importante trabajo sobre los Errores modernos no necesila recomendacion, pues ha al- canzado ya un éxito legilimo y conquistado sufragios lan aulorizados como numerosos. Sin embargo, ya que pre- XVI para V. ahora una nueva edicion, me complazco en unir- me con aquellos venerados colegas mios que lo han apro- bado, para enviarle todas mis felicitaciones y la expresion de mi agradecimiento. Cuente V., querido Padre, con mi sincero y afectuoso aprecio en el Sefior. CARTA DE §. E. EL CARDENAL ALIMONDA, ARZOBISPO DE TURIN, Turin, 13 de Febrero de 1887. Ecnecto y muy nEVEnENDO sexon: Después de los brillan- tes elogios tributados 4 Ja obra de Y. 8. M. R., Los Errores modernos, por sapientisimos Purpurados y Prelados, es de- masiado pequeiia mi pobre alabanza para realzar mas esa obra y Ja vasta doctrina del autor. Sin embargo, debiendo manifestarle mi sincero agrade- cimiento por el ejemplar que tuvo el gusto de regalarme, me complazco tasmbien en dar favorable testimonio de un libro muy bien compuesto y oportuno en los presentes tiempos, toda vez que por manera precisa, clara y sufi- cientemente breve pone al clero joven en estado de poder defender la sagrada doctrina de Ja Iglesia de los alaques de los enemigos, y que con mucho provecho podré andar en manos de los seglares de buena ley para preservarles de insidiosos asaltos. Me congratulo con V. S. de esa su hermosa empresa, 4 la que auguro gran difusion, como auguro 4 V.S. toda celestial bendicion, para que siga trabajando en la defensa de las verdades catélicas, mientras tengo e! honor de ofrecerme de V.S. M. R. afectisimo en Jesucristo. CARTA DEL CARDENAL MAZZELLA. Roma, 14 de Febrero de 1887, Revenenno Panne: Le doy las gracias por el envio de su excelente obra, y me regocijo viendo 4 un discipulo del XV Colegio Romano emplear sus talentos en la refulacion de los errores modernos. El titulo de su libro me movid desde luego 4 abrirlo, y vi por el indice que su plan es vasto y bien ordenado. Como no me era posible leer por entero los dos tomos, elegi ciertas cuestiones que me ofrecian particular inte- rés. Contrapone V. los derechios de Ja verdad 4 las preten- siones del error, sienta V. los unos y desiruye las otras con solidez de razones y franqueza de lenguaje, y se siente pasar por sus paginas de V. el soplo de la conviccion; los testimonios que V. cita en su apoyo, sacados de hombres de irreprochable doctrina, dan nueva autoridad 4 su pa- labra. Le felicito sobre todo por haber proclamado animo- samente el deber de todo cristiano de someter el entendi- miento y el corazon 4 la suprema Cabeza de la Iglesia, y conformarse en todo no sdlo 4 sus decisiones, si que tam- bien 4 sus direcciones. Ruego al Sefior bendiga su obra y le haga dar los frutos que su celo se propuso al escribirlo. Reciba V., reverendo Padre, la seguridad de mi alta consideracion. Suyo afectisimo en el Seiior. CARTA DEL CARDENAL BATAGLINI, ARZOBISPO DE BOLONIA, Bolonia, 27 de Febrero de 1887. Venenavisio Papre: He tardado algo en dar a conocer aV. P.M. R. Ja expresion de mi gratitud por el regalo que con tanta cortesia se complacié en hacerme, porque hubiera querido darme antes la satisfaccion de leer, 4 lo menos en parte, los tomos. Las ocupaciones del ministe- rio no me han permitido hasta ahora sino dar aca y acu- Nd una rdpida ojeada 4 varios puntos de que V. trata, y tengo el gusto de decirle que he quedado tan contento, que debo confesarme enleramente persuadido, en cuanto puedo juzgarlo, que todo su trabajo ha sido perfectamente

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