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C. M. H.

c/ Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y otro

Voces: MEDIDAS CAUTELARES - PRESTACIONES MÉDICAS - COBERTURA MÉDICA - PACIENTE INTERNADO - SUSTITUCIÓN
DE MEDIDAS CAUTELARES - TRATAMIENTO MÉDICO - PROCESO SUMARÍSIMO

Partes: C. M. H. c/ Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y otro s/ incidente de
apelación

Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal

Sala/Juzgado: I

Fecha: 30-sep-2010

Cita: MJ-JU-M-61406-AR | MJJ61406 | MJJ61406

Se desestima el pedido de sustitución de la medida cautelar para derivar a la actora a otra institución, ya que en
aquélla en donde se encuentra internada recibe un tratamiento satisfactorio.

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Sumario:

1.-Corresponde confirmar la resolución que desestimó el pedido de sustitución de la medida cautelar oportunamente
dictada -la cobertura integral de carácter médico-asistencial a la actora, incluyendo el costo de su internación en una
institución especializada en enfermedades neurológicas, como así también el pago de los honorarios de los profesionales
que deban atenderla, hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo-, toda vez que desde que la actora se encuentra
internada en dicha institución, recibe un tratamiento que mejora su calidad de vida y su reinserción en la sociedad, y
en consideración del trámite impreso a la causa -proceso sumarísimo-.

Fallo:

Buenos Aires, 30 de septiembre de 2010.

Y VISTO:

El recurso de apelación interpuesto por la demandada a fs. 455, fundado a fs. 459/463, contra la resolución de fs.
448/449, cuyo traslado se encuentra contestado a fs. 465/471, y CONSIDERANDO:

1. El señor Juez desestimó el pedido de sustitución de la medida cautelar oportunamente dictada -la cobertura integral
de carácter médico-asistencial a la actora, incluyendo el costo de su internación en la Fundación DIAPUDIFA, como así
también el pago de los honorarios de los profesionales que deban atenderla, hasta tanto se resuelva la cuestión de
fondo-, por considerar inadecuado modificar las condiciones de aquélla, la que -habiendo sido confirmada por este
Tribunal- está siendo cumplida regularmente por la accionada.

Esta última decisión suscita la queja de la recurrente, quien -en lo sustancial- sostiene que las medidas cautelares son
siempre provisionales de modo tal que el aporte de nuevos elementos puede señalar la improcedencia de su
mantenimiento. En tal sentido, destaca el informe emitido por el Cuerpo Médico Forense, en el que se concluye que la
amparista se encuentra en condiciones de ser derivada y tratada en forma integral en alguna de las instituciones que
ofrece la accionada. Por ello cuestiona que se obligue a la obra social de los jubilados a sostener a la afiliada en un
establecimiento que no es prestador.

2.En los términos en los cuales la cuestión se encuentra planteada, es adecuado recordar que la Corte Suprema de
Justicia de la Nación ha decidido en repetidas oportunidades que los jueces no están obligados a analizar todos los
argumentos articulados por las partes o probanzas producidas en la causa, sino únicamente aquéllos que a su juicio
resulten decisivos para la resolución de la contienda (Fallos 276:132, 280:320, 303:2088, 304:819, 305:537, 307:1121).

Ello sentado, se debe señalar que las decisiones sobre medidas cautelares no causan estado ni son definitivas ni
preclusivas; tienen carácter eminentemente mutable, de manera que la resolución que recae sobre ellas de acuerdo con
las particularidades de cada caso es siempre provisional. De allí que pueden reverse siempre que se aporten nuevos
recaudos (conf. esta Sala, causa 7115/02 del 10.12.02; Sala 2, causa 8379/94 del 5.3.98).

Ello no obstante, es conveniente ponderar que la parte actora -en ocasión de contestar el traslado conferido- manifiesta
que durante su internación anterior en una prestadora de la demandada, la señora C. se encontraba atada, lo que
producía una incontinencia forzada de ambos esfínteres. A ello agrega que su inmovilidad le produjo atrofias musculares
y retracciones articulares en ambos miembros inferiores. Por el contrario, sostiene que desde que se encuentra
internada en la Fundación DIAPUDIFA, además de haber resuelto sus crisis convulsivas, la actora cuenta con una
asistente terapéutica en forma personal y que el tratamiento que allí recibe mejora sustancialmente su calidad de vida
y su reinserción en la sociedad.Por ello, sostiene que modificar la medida dispuesta en estas actuaciones significaría un
absoluto retroceso en su estado de salud.

En tales condiciones, y partiendo de la base de que el juzgamiento de la pretensión cautelar sólo es posible mediante
una limitada aproximación a la cuestión de fondo sin que implique avanzar sobre la decisión final de la controversia,
cabe concluir que el mantenimiento de la medida precautoria decretada hasta el dictado de la sentencia definitiva -en
los términos en los cuales ha sido dictada (y confirmada por este Tribunal)- no ocasiona un grave perjuicio a la
demandada, pero es susceptible de evitar, en cambio, el agravamiento del estado de salud del actor (conf. Sala de
Feria, causa 13.813/02 del 24.1.03).

Al respecto cabe especialmente tener en cuenta que el proceso sumarísimo -trámite que se ha impreso a esta causa (ver
fs. 34)- es un procedimiento rápido en cuanto a los plazos y abreviado en lo que respecta a las defensas y recursos
admitidos en razón de la celeridad que lo caracteriza, razón que justifica -también- la solución expuesta.

Finalmente, cabe destacar que -a criterio de este Tribunal- es la que mejor se corresponde con la naturaleza del
derecho cuya protección cautelar se pretende -que compromete la salud e integridad física de las personas (Corte
Suprema, Fallos: 302: 1284)-, reconocido por los pactos internacionales ( art. 25, inc. 1, de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos y art. 12, inc. 2, ap. d. , del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales), de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22 , de la Constitución Nacional; conf. esta Sala, causas
22.354/95 del 2.6.95, 53.078/95 del 18.4.96, 1251/97 del 18.12.97, 436/99 del 8.6.99, 7208/98 del 4.11.99, 53/01 del
15.2.2001).

Por ello, SE RESUELVE: confirmar la resolución apelada. En atención a las particularidades que la cuestión presenta, se
distribuyen las costas de Alzada en el orden causado.

El doctor Francisco de las Carreras no interviene por hallarse en uso de licencia (art. 109 del R.J.N.).

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

Martín D. Farrell - María S. Najurieta.

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