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ÍNDICE
PRÓLOGO, por Jaime Nicolás, director IORTV
INTRODUCCIÓN
I. HISTORIA DE LA RADIO MUSICAL ESPAÑOLA
1. EL POP EMPIEZA A SONAR EN LA RADIO
1.1. Prehistoria de la radio musical española (1923-1960)
1.2. La explosión del pop (1960-1965)
“Vuelo 605”, por Ángel Álvarez
1.3. Y la radio musical creó a las estrellas (1965-1970)
“Recuerdos de El Gran Musical”, por Tomás Martín Blanco
“La caja lacada”, por Carlos Tena
2. LA FRECUENCIA MODULADA SE HACE MÚSICA
2.1. La ley, la trampa y Los 40 Principales
“La Boîte digital”, por Rafael Revert
“Años de Trotadiscos”, por Ángel Casas
2.2. El Tercer Programa y las alternativas a Los 40
“Al dos mil por mil”, por José Mª Pallardó
“Rumbo al 2000”, por Julio Ruiz
“La radio de la movida”, por Jesús Ordovás
3. LOS DORADOS AÑOS OCHENTA
3.1. Esplendor de “La Movida” musical y radiofónica
“Don domingo”, por Beatriz Pécker
“Volantitos de color azul”, por José Miguel López
“Gracias a la radio y a la música”, por Joaquín Luqui
3.2. Primeros atisbos de especialización
“La radio y yo”, por José Ramón Pardo
La radio musical en España: historia y análisis
Luis Miguel Pedrero Esteban. IORTV, Madrid, 2000
INTRODUCCIÓN
El libro que tiene en sus manos pretende acercarse por vez primera al
fenómeno de la radio musical española desde una doble y complementaria
perspectiva. Por un lado, la histórica, imprescindible para comprender hoy el
alcance y la influencia de la emisión más escuchada de nuestro país (casi dos
tercios de la audiencia sintonizan a diario alguna cadena musical). Una historia
que se inició a principios de los sesenta, cuando un balbuceante pop hispánico
se abrió hueco en parrillas dominadas entonces por los concursos, los seriales,
las noticias y, a lo sumo, las orquestas. Gracias a pioneros como Raúl Matas o
Ángel Álvarez, los españoles descubrieron el rock y se enamoraron de su
ritmo, de sus letras… y de sus profetas. Y aquel producto que las emisoras
tomaron al principio como un recurso fácil y barato para la continuidad acabó
convirtiéndose pronto en la nueva “estrella” de la radio.
Melodía, Europa FM, RAC 105, Top Radio, Radio Rabel, Fórmula Uno, Flaix
FM, Radio Club 25, Euskadi Gaztea, RKOR, Hilo Musical… Gracias también a
los “anónimos” disc jockeys con quienes he tenido la oportunidad de aclarar (y
aclararme) los conceptos aquí recogidos. Un recuerdo especial para Josep Mª
Martí y para Luis Merino: ellos me abrieron sus puertas —también las de
muchos otros— y me atendieron con interés, dedicación y paciencia. Y, por
último, mi sincero reconocimiento al coordinador de este trabajo, José Miguel
López: ha sido un inesperado y gratificante regalo para mí contar con sus
indiscutible valía profesional y personal.
Sin embargo, el recuerdo que mejor ayuda a evocar esta primigenia radio
musical es el de las orquestas. Toda emisora que se preciara tenía la suya
propia; en lugar de ponerse discos, la orquesta tocaba y los intérpretes
cantaban en directo, no había nada de play back. Así había pasado también
en Estados Unidos, con orquestas como la de Glenn Miller; en España todavía
son recordadas hoy la Casablanca, de Samuel Herrera; la de Tomás Ríos, la del
maestro Tejada, la de Los Barreto o la de Indalecio Cisneros. La limitación y
mala calidad de los fonogramas, y cierta vocación de servicio público
aparejada a la infancia del medio, favorecieron el sonido directo de cantantes
e instrumentos. Los estudios de las emisoras habilitaron espacios especiales
que permitían ubicar cada instrumento según sus exigencias de sonoridad, de
modo que el resultado final fue una considerable mejora de la música radiada.
La radio musical en España: historia y análisis
Luis Miguel Pedrero Esteban. IORTV, Madrid, 2000
• Emisión de tarde (18'00 a 21'00 h.): Hora sinfónica. Diario hablado. Canciones
regionales. 19'30, lunes: Radiocomedia; martes: Atenea, revista de arte; miércoles: La
aviación en el mundo; jueves: Emisión religiosa; viernes: De ellas y para ellas; sábado:
1 DÍAZ, L.: La radio en España, 1923-1993. Alianza Editorial, Madrid 1992, p. 322.
2 MUNSÓ CABÚS, J.: Escrito en el aire. Servicio de Publicaciones RTVE, Madrid 1988, p. 56.
La radio musical en España: historia y análisis
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• Emisión de noche (21'00 a 00'30 h.): Curso de francés, o inglés (los martes,
emisión especial de Radio Vaticano). Resumen crítico de la actualidad. Diario hablado.
Colaboración literaria. Música variada (a partir de las 22'30 alternaban Teatro
radiofónico, Álbum musical de Radio Nacional, Plasmón —revista de medicina y
cirugía—, Serenata y Retransmisión teatral. Los sábados se emitía Fiesta en el aire).
Discos solicitados. Último diario hablado. Buenas noches al radioescucha. Cierre de la
emisión.
• Los domingos se incluía un programa especial —de 09'30 a 11'00—, en el cual era
ofrecida la retransmisión de la Santa Misa. Luego, a mediodía, después de unos
Minutos para la mujer, se radiaba El Evangelio comentado. Por la tarde, a partir de las
cuatro, comenzaba el espacio infantil La onda mágica; sobre las siete y cuarto, desde
una sala de fiestas, se transmitía música de baile; por la noche, a las nueve, se iniciaba
España agrícola, y, a las diez y media, se daba paso al concierto de la Orquesta
Sinfónica de la emisora.
«Arribas Castro, con su revolucionario tuteo al oyente –¡menuda falta de respeto!–, con
sus arengas tan personales –“¡arribita el ánimo!” y al “calorcito del programa”– y con
su naturalidad tan impropia de un programa radiofónico de la época, agrupó a su
alrededor a todo aquel joven que tenía innatas condiciones de “pop-fan”. Fue él
quien –a un nivel juvenil– supo alimentar y aprovechar el enfrentamiento admirativo
entre los dos ídolos del momento. Fue él quien equilibró oportunamente la balanza de
la popularidad entre los dos cantantes, quien otorgó un sentido ‘joven’ a lo que hasta
entonces sólo tenía un sentido ‘musical’».4
3 ÍÑIGO, J. Mª y DÍAZ, J.: Música pop, música folk. Planeta RTVE, Barcelona 1975, p. 55.
4 CASAS, A.: 45 revoluciones en España (1960-1970). Dopesa, Barcelona 1972, p. 97.
La radio musical en España: historia y análisis
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Disco, Discomanía,
¡qué fantástica sensación,
escuchar día a día
esta gran audición!
Para vosotros, con Raúl día a día,
llegará hasta su receptor,
Disco, Discomanía,
reino de la canción»5
Pekenikes, The Diamonds Boys, Los Sonor, Los Rocking Boys, Los Cuatro Jets
o Los Brisks, se iniciaron el 18 de noviembre de 1962 y fueron prohibidas
después de 24 conciertos—. Los discos eran casi los mismos y, sin embargo,
su combinación y el estilo de sus presentadores los hacían parecer diferentes.
Asistimos en esta época a una radio musical muy creativa, de promoción
personalizada, cuyos protagonistas tenían la oportunidad de concebir,
desarrollar y plasmar sus ideas ante el micrófono de manera espontánea:
«En un mismo programa sonaban los discos de Michel, Luis Aguilé, Edith Piaf, José
Guardiola o el Dúo Dinámico sin solución de continuidad, hasta que se presentaba en
directo a una nueva estrella de la canción llamada Viviana, “granadina y de bonita voz,
de la que se pueden esperar grandes cosas”. Luego aparecían Los Tres Carinos,
Torrebruno y Françoise Hardy. La mezcla indiscriminada de estilos era la tónica general
de la radio de entonces. En los programas de música moderna entraban Tito Mora, Los
Shadows, Frank Sinatra y Palito Ortega de la manera más natural del mundo. Unos
tenían más de cuarenta años y eran ya unos clásicos, otros representaban el nuevo
sonido británico y apenas habían empezado su carrera. En este tipo de programas –
Europa Musical, Ritmolandia, Discomanía, etc.– es también donde se daban a conocer
los nuevos valores de la música moderna española».6
6 ORDOVÁS, J.: Historia de la música pop española. Alianza Editorial, Madrid 1987, p. 14.
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Luis Miguel Pedrero Esteban. IORTV, Madrid, 2000
«En opinión de Manuel García Montenegro –publicada en Tele Radio–, la música ligera
entró en nuestra capital (Madrid) de manos de Radio Peninsular. Desde un principio
contó con el apoyo total de la juventud, a la que supo conquistar con relativa facilidad.
Y fue así porque estuvo atenta a las novedades musicales, españolas y extranjeras, y
porque dispuso muy pronto de una de las discotecas más completas del país en cuanto
a la música ligera se refiere. Siempre interesada por los acontecimientos musicales más
resonantes, Radio Peninsular transmite los festivales de San Remo y de la Canción
Mediterránea, el de Eurovisión y el Hispano-portugués de la Canción del Duero. Y no
solamente atiende a la música ligera: la zarzuela, el ballet, la ópera y la opereta tienen
igualmente cabida en la programación de Radio Peninsular».
«En 1947 viajé por primera vez a California, y allí quedé sorprendido y al tiempo
impregnado por todo lo que encontré: el estilo de vida, la forma que tienen de trabajar,
la vida en familia, los valores... Y también por las grandes orquestas: yo tenía ya el
gusanillo de la música, y me llamó mucho la atención ver a la gente bailar el country.
Descubrí que no teníamos ni idea de aquello; en España las fuentes musicales de
entonces eran tremendamente pobres, había demasiada zarzuela. Yo escuchaba los
programas de jazz de Pepe Palau y también a Raúl Matas, y me gustaban, pero en
ninguno se ponía esa música. Me di cuenta de que había que hacer algo».
que ponerla, y eso que no vendían ninguno de aquellos vinilos; por aquel
entonces, el departamento de discos de Preciados no debía de tener ni cinco
metros cuadrados». Fue así como en abril de 1960 salió al aire por primera vez
Caravana Musical, una manera de estar al día en todo tipo de música pop en
La Voz de Madrid, que dirigía «con reminiscencias fascistas» el funcionario de
la Secretaría General del Movimiento Teodoro Delgado:
«Empezábamos a las tres de la tarde, al tiempo en que Raúl Matas hacía su Discomanía
en la SER. Salimos a romper con media hora de música norteamericana, y en el primer
hit-parade ya metí a Elvis. Fue un éxito; recuerdo que al cabo de tres meses, La
Codorniz publicó el siguiente comentario: “Caravana Musical, un programa para jóvenes
que presenta una voz sin acento hispanoamericano, con un castellano limpio y una gran
credibibidad: si dice que un disco ha vendido cien mil copias, estamos seguros de que
han sido exactamente cien mil, ni una más, ni una menos”. En el primer año Caravana se
emitía sólo de lunes a viernes, pero desde 1961 comenzamos a hacerlo también los
domingos por la tarde, en directo, en un auditorio con capacidad para unas 1.500
personas que La Voz de Madrid tenía en Hilarión Eslava. Fue una etapa que coincidió
con el lanzamiento de nuevos grupos españoles, y nuestro programa fue semillero de
muchos de ellos: Los Relámpagos, Almas Humildes o Nuestro Pequeño Mundo, por
ejemplo. Pero los seguidores fieles rechazaban la música nacional (un día abuchearon a
Karina) porque chocaba con los discos habituales del espacio».
7 En la particular historia de la radio española relatada por Lorenzo Díaz, Martín Blanco recuerda
divertido cómo conoció a Rafael Revert: «Me vino al Gran Musical a un concurso, y me tenía
desesperado, porque se lo sabía todo y durante varias semanas estuvo dándome tralla. Y estaba
compitiendo con otra chica, también despabilada como una ardilla, y les hago una pregunta para
quitármelos de encima: “¿Cuántas películas hizo Elvis Presley?”, y uno me dijo siete y la otra ocho, y le dí
el premio a ella, porque estaba más cerca de 23. Revert nunca me perdonaría eso. Y se quedó
ayudándome, seleccionando discos, y hasta se enamoró de mi secretaria. Y luego, por fin, cantó: era un
‘traidor’ enviado por Caravana Musical a oler en corral ajeno, a boicotear El Gran Musical, pero según
iban llegando toda esta caterva de caravaneros, se iban quedando». En DÍAZ, L.: La radio en España..., p.
327. Interrogado por el autor sobre la anécdota, Revert matiza: «Poco podía espiar yo, porque Martin
Blanco sólo ponía música francesa, y en Caravana respirábamos por otro lado… Además, Elvis no rodó
veintitrés películas, ¡sino treinta y una!».!Error de sintaxis, (
8 Íbid., pp. 324-325.
La radio musical en España: historia y análisis
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que trasladar la emisión a las salas Cassette y Consulado), sino sobre todo por
el espectacular efecto de arrastre sobre la industria discográfica: muchos
artistas hoy consagrados (Joan Manuel Serrat, María Ostiz, Luis Eduardo Aute
o Víctor Manuel, entre otros) obtuvieron sus primeros contratos con las casas
de discos tras actuar o ser entrevistados en el programa. ¡Y después de recibir
500 pesetas para el taxi! La misma radio que no hacía más de tres o cuatro
años se atrevía con pudor a emitir eso que llamaban rock era ya capaz de
santificar a las nuevas estrellas de la canción. Sin olvidar la carga ideológica del
fenómeno: como reconoce el propio Martín Blanco, «El Gran Musical sirvió de
vía para la manifestación del inconformismo y rebeldía de una juventud que no
encontraba cauces de expresión para la constancia de sus inquietudes. La
música llegó a ser un estandarte de inconformismo que se levantaba allí donde
no podían hacerlo otros estandartes. En los sesenta la música y los programas
musicales de radio fueron la promesa profética de una libertad que habría de
llegar».
Querido amigo:
A los 18 años, con Pericles y Tito Livio como única compañía (mi
amiga francesa Liselotte no soportaba que le quisiera meter mano cada
dos por tres y no quería salir conmigo a solas), deambulaba por el
hermosísimo paseo de La Isla en la leal, muy noble y muy castellana
ciudad de Burgos, cuando mi amigo Ramón (hoy profesor de español en
la Universidad de Poitiers), que, además de enseñarme los doce acordes
de guitarra más habituales para ligar extranjeras, era radiómano como yo,
me invitó a visitar una de las dos emisoras que existían en la villa, ya que
su hermana Encarnita era toda una locutora profesional en una de ellas.
¡Por fin iba a conocer en persona a una de esas enanas que tanto
marcaron mi infancia! Pero el destino quiso que aquella primera visita
fuera el comienzo de una decisión radical. No quería ser médico. No
quería ser abogado. Sería periodista y trabajaría en los medios de
incomunicación (¿tengo que recordar que en 1963 España era como mi
abuela materna?), pero como también había decidido abrazar el dogma
marxista (gracias siempre a mi catedrático y amigo Luis Martín Santos),
igualmente tomé la determinación de infiltrarme en aquella familia
supervigilada por el ejército, la falange y la iglesia, para socavar todos los
cimientos sobre los que se construyó una dictadura tan aburrida como
cruel, casposa e hipócrita. Titán a mi lado debía ser un tirillas (pensaba yo
en mi inocencia absoluta), pero la vía de la ironía (olé Voltaire), la mofa, la
befa y el sarcasmo, eran buenos escondrijos desde donde trabajar en la
sombra. La música me ayudó en todo momento porque ella era la única
de las bellas artes con las que se puede, y a veces sin necesidad de la
palabra, definir todas las emociones que el ser humano goza y padece.
Dejé Castilla y regresé a la ciudad en la que había nacido.
España vive en la segunda mitad de los sesenta una auténtica fiebre ye-
yé que impregna incluso a la televisión, todavía reacia a los programas
juveniles: al veterano Escala en Hi-Fi (había iniciado sus emisiones en 1961, y
«tuvo entre otros conductores a Mochi, mientras un grupo de intérpretes y
10 IRLES, G.: ¡Sólo para fans! La música ye-yé y pop española de los años 60. Alianza Editorial, Madrid
1997, pp. 86-87.
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algunos rostros extranjeros como Margaret Peters —que luego nos enseñó
que las medias no podían llegar hasta la cintura— bailaban y hacían que
cantaban, ya fueran éxitos de San Remo, de Francia o de Inglaterra. Una
delicia de programa que nos permitía huir de las raciones de canción
española, flamenca y zarzuela»)11 se le suman a partir de ahora Musical 14'05,
Telerritmo y, ocasionalmente, Noche del sábado. En ellos, también en los
escenarios, la hegemonía musical estaba en manos de los conjuntos, sobre
todo a partir del éxito de la fórmula Brincos —quienes asumieron con ironía en
su semántica el tópico atribuido a los jóvenes tras la implantación del rock: no
bailaban, daban brincos—, y así confirman su popularidad Los Mustang
(traductores oficiosos de Los Beatles, y primeros en actuar en un plató de
televisión), Lone Star (Mi calle), Los Sirex (La escoba), Los Pekenikes (Hilo de
Seda), Fórmula V (Eva María) o Los Bravos (cuyo Black is black, nº 2 en las listas
inglesas en el verano del 66, supondría un hito en la breve historia del pop
español).
11 GÁMEZ, C.: Cuando todo era ye-yé, la música era pop-pop y tú cantabas bang-bang. Midons, Valencia
1997, p. 85.
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Luis Miguel Pedrero Esteban. IORTV, Madrid, 2000
«Íñigo lo sabía todo. Era una especie de espía que te desvelaba los secretos de Estado
de la música universal. Su técnica era la de la prensa del corazón: el chisme. Era un
justiciero como Batman que repartía mandobles a la industria musical y salvaba a los
grupos de calidad de las fauces de la vulgaridad. En Un, dos, tres al escondite inglés
[película protagonizada por varios grupos del pop español] se interpretaba a sí mismo.
Pero era verdad. Lo que Íñigo escribía, todos nos lo creíamos. Podía resucitar o destruir
una reputación en cuestión de líneas. Sus bigotes eran para los musicales lo que Dalí
para los amantes de la pintura: su marca de genialidad».12
«¡Muy buenas tardes con música, amigos! Les habla Marisol Tomás Lázaro para
presentarles el Hit Parade correspondiente al mes de octubre. Como todos los meses,
ustedes con sus votos han clasificado las veinte melodías y los veinte intérpretes
favoritos en la discografía española. Y en el sube y baja de la clasificación, muchas y muy
importantes variaciones. Ésta es nuestra clasificación de intérpretes del uno al diez:
Enrique Guzmán, Rosalía, Elvis Presley, Sheila, Karina, Los Tres Sudamericanos, Eddye
Gorme, Johnny Hallyday, Los TNT y Alberto Cortez».13
12 IRLES, G.: Op. cit., p. 218. El propio Íñigo se retrataría años después, con ocasión del 25 cumpleaños
de Los 40 Principales: «Aquella era una época en que yo era muy agrio como crítico, muy iconoclasta,
muy destructor de todo lo establecido. Y le hice daño a mucha gente: cogía un disco y lo destrozaba,
ironizaba sobre él, por qué demonios lo han publicado. La verdad es que ahora me arrepiento», en CRUZ,
J.: 25 años de 40 Principales, El País, Madrid 1991, p. 86
13 ORDOVÁS, J.: Op. cit., p. 84.
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cada disc jockey sembraron las ideas de una radio musical que en seguida va a
germinar en la frecuencia modulada.
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«En 1961 la emisión de Madrid y Valencia –con un mismo programa– se abría a las tres
de la tarde de un día cualquiera –por ejemplo, el lunes 24 de julio– con Música para la
piscina. Seguía con Ritmos de sobremesa, Clásicos ligeros americanos, Arias de ópera y
Voces de la canción ligera. Luego, a partir de las cinco, continuaba con Pequeño
concierto, donde se incluían obras de Haendel, Tchaikowsky, Beethoven, Falla, etcétera.
Cuarenta y cinco minutos más tarde, a las seis menos cuarto, se rendía visita al mundo
de la opereta; que enlazaba, a las siete y media, con la danza. Una hora después se
emitía Recital y, a las nueve, Música de vacaciones. La poesía y la música –a las nueve y
media– servía para introducir al oyente en el Concierto de gala, que empezaba a las
diez y media y se prolongaba hasta el cierre de la emisión, a las doce».
Serrano y Luis del Olmo); Fiesta con nosotros, con Juan Viñas y Luis Pruneda;
grandes nombres y títulos de la música sinfónica y de la operística y, por
supuesto, la zarzuela.
interactivos para quienes los hacen y para quienes los escuchan. Feliz
comunicación digital.
17 Entrevista en Mundo Diario, 15 noviembre 1974 [cit. en FRANQUET, R.: Ràdio Barcelona. 70 anys
d'historia, 1924-1994. Col.legi de Periodistes de Catalunya, Barcelona 1994, p. 71].
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«Por aquellas calendas Vicente Aleixandre tenía a su cargo una emisión poética al gusto
intelectual de la época, nada vulgar por cierto –Versos al viento–, y Nicolás González
Ruiz –ensayista y traductor distinguido de numerosas obras de Shakespeare–
diseccionaba con autoridad algunas de las más significativas Figuras de la historia.
Tampoco el pop-rock se contemplaba en la oferta musical de aquel Tercer Programa; a
lo sumo, se llegaba hasta el jazz. Pero la actualidad, lo mismo a nivel de conciertos que
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Hacia 1965, mientras buena parte de la onda media apostaba por los
jóvenes valores del pop nacional, en el Tercer Programa —en emisión única
para Madrid— seguían siendo habituales las obras de Javier Alfonso, Manuel
Carra, Cristóbal Halffter, José Buenagu, Alberto Blancafort, Ramón Barce,
Antonio Ramírez Ángel o Luis de Pablo, además del Cuarteto Clásico de RNE.
No será hasta la transmisión simultánea en OM y en FM —a partir de 1967—
cuando se amplíe el abanico de géneros musicales: Música y palabras
alrededor del jazz, de Sabas de Hoces; La música contemporánea, de Tomás
Marco; Música y músicos de América, de Mª Jesús Llorente; Viaje musical por
Europa, de Gabino A. Alonso; o Los domingos, ópera, de Antonio Fernández
Cid, al margen de las consabidas dosis de divulgación cultural en programas
sobre literatura, teatro, arte o filosofía. Los bloques educativos, reforzados
durante años por el Bachillerato radiofónico, Radio-Escuela, Radio-Academia o
Misión rescate —son algunos de los más destacados— mantuvieron su
relevancia en la oferta del Tercer Programa hasta finalizar la década de los
setenta. Entonces se introdujo a partir de las diez y media, y de modo bien
diferenciado, un espacio nocturno dedicado a la juventud y a su música con el
distintivo de Radio 3, coordinado por el responsable de Música Ligera, Alfonso
Gallego, que supuso el umbral de entrada a una nueva generación de
comunicadores. Un cambio radical de decorado bajo la advocación del
número tres: Rock 3, Imágenes 3, Radio 3 informa otra vez, Ídolos 3… Como
describió Munsó Cabús, se trataba de «estaciones de un viaje al límite del
orgasmo audio-músico-cultural o de la irritación no menos sublime, según se
apuntase uno a los valores de la pre-movida o a las serenidades del
conservadurismo tradicional».
«Al mil por mil nació a principios de la década de los 70. Pallardó, Comellas y yo [lo
cuenta Ernesto Riveras], y nos consta que muchos universitarios, estudiantes y gente
inquieta, escuchábamos Radio Luxemburgo, una emisora divertida, que ponía música
que no tenía nada que ver con Camilo Sesto ni con Luis Aguilé, que eran los que
estaban de moda por aquí. Eso nos hizo pensar que si los profesionales de aquella
emisora eran capaces de hacer una radio tan moderna, tan europea, ¿por qué no la
podíamos hacer nosotros también? Dicho y hecho (…) Era una época en que podías
comprar en los quioscos –por suerte– Por Favor, y eso quiere decir que podías
encontrar el humor irónico de Jaume Perich y de gente como Maruja Torres, Joan
Marsé, Vázquez Montalbán… “Paquito” todavía vivía, no lo olvidemos, pero había un
movimiento –no precisamente el suyo– que se pronunciaba a través del ingenio. En
cierta manera, Al mil por mil rompió el lenguaje que se utilizaba, un lenguaje
estereotipado y convencional, para hablar más coloquialmente, más como la gente de
la calle, y, sobre todo, más como pensaba una generación».19
19 ARGUIMBAU, M.: Memòries de Radio Juventud. La ràdio “Al mil por mil”. Col.legi de Periodistes de
Catalunya, Barcelona 1999, pp. 57-58.
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Aún hay muchas cosas por hacer en la radio, y muchas más a finales
de los sesenta y durante los setenta cuando Radio Juventud, RJ para los
íntimos, era la emisora más fresca, divertida, innovadora y creativa de
Barcelona. Allí inicié a mediados de los sesenta mi carrera radiofónica
muy consciente de la radio que quería hacer, una radio para mi
generación, en su idioma, con sus inquietudes (que entonces eran
muchas... ) y con la música que entonces era el nexo de unión de la
juventud en todo el mundo. Había que eliminar muchos complejos de
inferioridad, abrir muchas ventanas al aire limpio y renovador de nuestro
país, y a ello nos lanzamos alegremente. Algo se consiguió. La hora de
los conjuntos, Revoluciones, El clan de la una (casi veinte años en
antena), El sacapuntas y, sobre todo, Al mil por mil, fueron mi aportación
a la radio hasta finales de los ochenta, cuando nuestra emisora acabó
integrándose en Radio Nacional.
La nuestra fue una radio “local”, para una localidad tan poblada
como Barcelona y sus contornos. Creo sinceramente que fue una radio
de calidad. No es mejor un programa por el sólo hecho de ser emitido en
cadena y recibido por más oyentes. No es mejor la película de Mariano
Ozores que ofrece la tele en horario estelar que la de Nicolas Ray a las
dos de la madrugada, sólo la ve más gente. A la radio siempre le ha
faltado una crítica especializada y seguramente es culpa suya por
decantarse abiertamente por la información y abandonar, casi por
completo, su potencial artístico y creativo.
20 MUNIESA, M.: Historia del heavy metal. 25 años de hard rock. Vosa, Madrid 1993, p. 94.
21 «La verdad es que no recuerdo cómo surgió lo de la “movida”. Debió de ser en aquella época
loquísima del 78 o el 79, cuando me hice muy amigo de Olvido, Carlos Berlanga y Nacho Canut, y
salíamos juntos casi todas las noches. La palabra surgiría entonces, pero sin mayores pretensiones.
Decíamos: “Vamos a tal sitio, que seguro que hay movida”. Me imagino que debió de ser así como
empezó a hacerse popular, ya que se me pegaría la palabrita y empezaría a soltarla tan frecuentemente
por el micrófono. Como en esa época era algo más famoso que ahora, pues se debió de correr la voz.
Sin embargo, ya digo que no tenía la más mínima pretensión. Luego han empezado a hacer artículos
para “analizar” la “movida”, y no sé qué puñetas había que analizar». RODRÍGUEZ LENIN, J.: «Anecdotario:
La otra cara de la movida», en LÓPEZ, C. (ed.): La edad de oro del pop español, Madrid, Luca Editorial,
1992, pp. 115-116.
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Ponce, Adrián Vogel, Alberto Azqueta, Antonio García Oñate, Jesús Ordovás,
y un largo etcétera que incluía colaboraciones más o menos esporádicas de
José Ramón Pardo o del mismísimo Carlos Tena:
«Fue una emisora que, socialmente comprometida, luchó por la democracia, con un
tono general y con programas específicos en los que empleaba el folcklore popular para
acusar a la dictadura. Antonio Gómez fue un claro ejemplo. Me costaban no pocas
multas de la Administración que la dirección de la emisora –Fulgencio Sánchez–
abonaba con generosidad sin descontármelas del sueldo. Cierto es que algunas de las
multas estuvieron provocadas por la ligereza de nuestros “rebeldes” colaboradores,
como cuando Luis Mario Quintana anunciaba “la conexión con el rollo hablado de Radio
Nacional”. Pero abandonándome en los recuerdos sentimentales, y paralelamente a
nuestra responsabilidad ciudadana, me enorgullece presumir de nuestra ética y estética,
más que liberal, libertaria. Se marcaban las directrices de los programas en cuanto a su
especificidad..., por mor de ser distintos, pero nunca en cuanto a su contenido. La única
exigencia era la de ser honestos. Reflejar las distintas sensibilidades (esto antes del
PSOE). Radiar lo que a cada quien le parecía mejor. Sin complejos. Sin limitaciones. Sin
inhibiciones».22
«En las emisoras de FM de Madrid hay algunos tipos que ponen discos que no suenan
ni por casualidad en Los 40 Principales. Los compran como pueden y se vuelcan día tras
día en dar a conocer sus gustos musicales, gustos que cada vez son compartidos por
más gente. En las FMs se hacen programas de todo tipo y color. Como todavía no se
busca la rentabilidad de la instalación ni el negocio descarado, uno todavía se puede
encontrar desde el fanático del country & western, que habla de personajes que no
conocen ni siquiera en Carolina del Sur, hasta el rojo de turno, que pincha una y otra
vez los mismos eslóganes concienciadores. Y entre una y otra cosa suenan los discos
más vanguardistas y modernos, los últimos logros del pop y el rock británico y
americano, que pasan por momentos de gran exaltación».24
Año IV. Sí, quiere decir año IV antes del 75, porque siempre, en la
historia de España —y por extensión en la de la radio—, hay un antes y
un después de esa fecha. Por eso, el montón de flashes del recuerdo que
voy a relatar y reunir a partir de este momento pretendo que tengan una
referencia cronológica, aunque me vaya mucho más atrás de 1971, que
fue cuando echó a rodar en la radio española mi Disco Grande.
El presente y el futuro
«También había competencia entre nosotros, los escribas y locutores. En CBS me hablan
de un extraño grupo, “a medio camino entre Ultravox y Vainica Doble”, esas fueron las
palabras exactas. Declaro que me gustaría oírlos, “pero imagino que la SER tiene la
exclusiva”. Qué va, me responden, en Gran Vía no quieren saber nada de ellos. Me
mandan dos copias del single: después de estrenarlo en Radio 3, pero sólo después,
paso el segundo ejemplar a Juan de Pablos. Y así descubrimos a Mecano, que luego se
harán visitantes asiduos de la cafetería alemana de Manuel Silvela, donde recalamos los
espadachines y los malandrines de Onda 2».26
26 MANRIQUE, D. A.: «Que nos quiten lo bailao, gritaba el cojo», en LÓPEZ, C. (ed.): Op. cit., p. 5.
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fuera a cantar, tocar o montar una fiesta en Madrid sabía que podía
pasarse por el programa que más le gustara a dar a conocer su
“movida”. De ahí que una sucesión ininterrumpida de “movidas”
provocara lo que se vino a llamar como “La Movida”.
«Aún recuerdo casi como si fuera ayer, el primer día de emisión de Radio 3 en 1979 (lo
siento, soy así de viejo ¡horror!). Leí por la mañana en El País que a partir de las nueve
de la noche comenzaba a emitir Radio 3 dentro de RNE 3, que hasta esa hora emitía
programación cultural y universitaria. A las nueve empezó su sintonía: una versión
cantada en “pitufo” (no creo que ahora se atrevieran a ponerla) del Limbo rock (no
estoy del todo seguro) que decía: “Radio 3, la mejor del mundo, Radio 3 la que te hará
feliz, Radio 3 con sus discos locos...”. Después empezaba Rock 3, presentado por Rafael
Abitbol (más tarde expulsado por repetir más de 40 veces en un mismo programa el
nombre de una casa discográfica ¡nunca aclararon todo si fue casual o realmente hubo
tajada por medio!). Cada programa duraba una hora y respondía a un estilo: Canela 3
(con Diego Manrique), Ídolos 3 (con Ramon Trecet, todavía no atrapado por la niueich)y,
a última hora, la locura con Discofrenia (Carlos Tena, Jose Manuel “Rodri” y una chica
de la que no recuerdo el nombre. Esto es lo que recuerdo del primer día de emisión de
Radio 3».27
27 VÁZQUEZ, J.: «Recuerdos del primer día», en La Pizarra [www.rne.es/pizarra/historia], marzo 2000.
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El proceso comenzaba con una selección inicial hecha sobre las más
de quinientas maquetas que nos mandaban (en realidad eran casettes
pésimamente grabadas que teníamos que escuchar como podíamos).
Terminaba cuando, tras varios meses de actuaciones en directo, se
seleccionaba a los finalistas, que daban un concierto en Madrid (una vez
en el Auditorio del Parque de Atracciones, otra vez en el Estudio 1 de
RNE, el resto de veces no me acuerdo). El premio para los ganadores
consistía en la grabación de un disco y la aparición del grupo en el
programa musical de turno de TVE. Grupos que después fueron famosos
o el germen de ellos concursaron en Don Domingo: Duncan Dhu,
Presuntos Implicados —que fueron los ganadores de la segunda edición
y que por aquel entonces hacían música funk con metales, nada que ver
con lo que hacen ahora—; Semen Up —cuyo líder, Alberto Comesaña,
formaría después Amistades Peligrosas—, que ganó la cuarta edición con
su estilo porno pop (por cierto, que sus demasiado explícitas letras
provocaron cierta convulsión en su aparición televisiva). Como jurados
pasaron muchos nombres conocidos de la música: Diego Manrique,
Jesús Ordovás, Rafael Revert, José Miguel López, Abitbol… Pero fueron
los dos primeros y Daniel Gómez-España los que hacían la selección
previa y los que chuparon la mayor parte de las “famosas maquetas”.
incorporó Paco Pérez Bryan, que por aquel entonces hacía cada noche el
Búho Musical en Radio Juventud. Paco, con su personalísimo estilo,
marcó un giro decidídamente pop-rockero al programa, convirtiéndolo
en un referente en la radio musical de la época.
28 Quizá Diario Pop sea el programa que más decididamente apostase por el pop-rock nacional en los
ochenta, y desde luego supone una de las referencias claves en la historia próxima de la radio musical
española. Concebido originalmente por Eduardo García Matilla en 1982, el programa estaba basado en
principio en la colaboración de distintos profesionales de Radio 3 (Rafael Abitbol, Jesús Ordovás, Diego
A. Manrique y José Miguel Contreras), además de corresponsales en Londres, París o Nueva York.
Comenzó a emitirse en abril de 1983, finalmente sin el concurso de Abitbol, de doce a dos de la
madrugada, y pronto logró el favor de la audiencia pese a los sucesivos cambios en su conducción (ese
mismo año Contreras se marchó a dirigir Radio El País y Manrique gestó en solitario Sólo para ellas,
siendo sustituidos por Tomás Fernando Flores y José Mª Rey, ya juntos hasta 1992). Entre las secciones
de Diario Pop destaca “Esto no es Hawaii”, dedicada a promocionar a nuevos grupos: allí se darían a
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conocer, entre muchos otros, Alaska y los Pegamoides, Radio Futura, El Último de la Fila o Ramoncín (el
primero que grabó para Radio 3). Así fue como Loquillo y los Trogloditas, de Barcelona; Siniestro Total,
de Vigo o Los Ilegales, de Gijón, entre tantos y tantos otros, se forjaron un hueco propio en los libros y
en los discos de la historia del pop español.
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Había que llevar las entradas de cine mas antiguas y el locutor (Jose
Luis Pécquer) obsequiaría al portador de las mismas con dos botellas de
sidra achampanada. Mis padres ejercieron de cómplices durante la
sobremesa y rescataron dos del cine Trueba de San Sebastián de cuando
eran novios. Aquellos dos volantitos de color azul habían dormido
durante décadas con el único objetivo de ser recuerdo para mis
progenitores y de proporcionarme mi primer contacto real con el mundo
radiofónico.
Lo que quería decir es que cuando llegué a Radio 3 los que estaban
eran ya veteranos profesionales que dirigían programas de solvencia y
gran penetración popular. Por ser colectivo destacaba Diario Pop,
auténtico motor de “La Movida Madrileña”. Radio 3 no era una emisora
musical al uso. Recogió la libertad de Onda Dos, pero la aumentó
exponencialmente con contenidos de tipo alternativo. Lo que empezó
como una franja musical se convirtió en meses en una parrilla completa
de programación por y para la libertad. Era un gustazo escuchar La
barraca de Manolo Ferreras, o los experimentos nocturnos de Carlos
Faraco. Todo se desenvolvía con frescura, originalidad y una enorme
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Radio 3 es una ilusión. Hay que frotarse los ojos para darse cuenta
que la hemos hecho posible durante más de veinte años, pero sin lugar a
dudas, no sería un sueño hecho realidad sin los amigos discopoleros,
barraqueros, bahianos, seguidores de Diálogos Tres, de Sólo para Ellas,
del Diario Pop, de Pioneros, de... Oyentes fieles que nos ponen el listón
muy alto día a día y para los que da gusto trabajar. Una ilusión hecha con
tesón y enorme profesionalidad y todo por un par de volantitos de color
azul. Disfrutad y ¡sed felices!
«‘Los 40’ se fueron haciendo cada vez más imprescindibles para la industria. Se veía que
crecía un monopolio, en el sentido de que los oyentes se agrupaban en torno a una
fórmula y formaban una especie de fortaleza del gusto: todos escuchaban lo mismo.
Hasta tal punto —continúa Salaverri— que cuando empezaron a programar fuerte los
grupos españoles de pop y de rock, empezaron a surgir toda una serie de compañías de
discos españoles que se nutrían de todos estos grupos. Si no salieron 300 nuevas
compañías de discos, no salió ninguna, lo cual significaba que ‘Los 40’ no sólo habían
cambiado la industria, sino que la industria tuvo que adaptarse a eso».29
Fue tal el desarrollo de esa industria que los ocho o diez singles que se
editaban semanalmente en los primeros años de ‘Los 40’, y que entraban a
formar parte de la lista casi de manera automática, pasaron a ser cuarenta o
cincuenta en muy poco tiempo, lo cual obligó a una selección que devenía en
agobiantes presiones de las casas de discos. Para dar respuesta a semejante
fenómeno, en 1979 se adopta el sistema americano puro, el hot clock, que
establece cada hora la programación ordenada de discos por colores, es decir,
por frecuencias de emisión. Es el inicio de una pretenciosa modernización
humana y técnica que se basaba al principio en la realización local con una
estructura única, y se completaría ocho años después con la transmisión en
cadena vía satélite, el verdadero artífice de la consolidación de Los 40
Principales. Aunque sin olvidar el espíritu que constantemente trataban de
transmitir los realizadores; dice Joaquín Luqui: «todos los que estábamos en
“40” nos sentimos absolutamente solidarios, ilusionados y enganchadísimos
en esta nueva aventura que era reflejar y hacer cambiar no sólo un nuevo estilo
de música, también un definitivo nuevo estilo de vida. Reflejo fiel de sus
palabras lo constituye la figura de José Antonio Abellán, quien tal vez encarnó
como ningún otro disc jockey el despegue comercial que inicia en esos años la
radiofórmula musical española. Bautizado como ‘El Baby’, dignifica desde su
debut en 1979 —tenía 19 años— con conocimientos, desenvoltura y buenas
dosis de simpatía una tarea que aún se miraba con cierto menosprecio en el
propio seno de la radio, cuando la FM seguía siendo plato de segunda
categoría y en la onda media mandaban con autoridad los informativos,
magazines y deportes. Abellán, nacido en la localidad abulense de El Tiemblo
y atraído desde niño por el rock and roll, supo hacer valer la labor del locutor
musical en un momento en el que la irrupción de los rígidos diseños
programáticos importados de Norteamérica amenazaba con deshumanizar su
función. De él dice Rafael Revert, su director durante muchos años: «En la
historia de ‘Los cuarenta’ José Antonio Abellán es fundamental. Ha sido el
mejor disc jockey que he producido. Trabajador, volcado, siempre ha estado
enamorado de su trabajo: se pasaba horas escuchando las “intros” de los
discos, aprendiendo a “cuadrar” las presentaciones... Era un apasionado
30 MONTES, J. Mª: «Qué tiempo tan feliz», en Tribuna de Salamanca, 13 abril 1998.¡Error! Marcador
no definido.
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Gente que para mí son no sólo ídolos, sino amigos. Amigos que
me ayudaron a vivir mejor cuando presentaban canciones con aquel
estilo tan latino de Raúl Matas, chileno, internacional, con Discomanía,
el programa que me metió en el pop, aquel verano del 59, cuando
por vez primera, oí Diana de Paul Anka, y fue el gran cambio en una
época en que dominaba lo español de la copla y similar (también de
enorme, pero diferente valor) y lo italiano o francés. Y luego, en radio,
Ángel Álvarez y más, el 63 con El Gran Musical de Tomás Martín
Blanco, y el 66 con Los 40 Principales, dando valor total y ya
imparable a la FM. Tuve la suerte de empezar una sección semanal de
música en 1965, en el periódico El Pensamiento Navarro de
Pamplona. De ahí a Radio Requeté en Navarra, justo en el 66 (ahora
se llama Radio Pamplona), y desde el 69 en la central de Los 40 en
Madrid.
En los albores de la ampliación del oligopolio que por esos años vivía el
sistema radiodifusor español, la multiplicación de la oferta radiofónica en
géneros y contenidos parecidos convirtió la especialización, más allá de una
simple alternativa, en verdadera necesidad: «En esta etapa [1980/82] surgen
algunas iniciativas de nuevos formatos, algunos de los cuales quedarán como
experiencias de radio localizadas y otras serán el embrión de nuevas cadenas.
Entre las primeras cabe reseñar Radio Vinilo, en la FM de Radio
Intercontinental de Madrid, un formato rabiosamente musical dirigido a un
público aún más juvenil que el de Los 40 Principales».32 Entre las segundas
deben citarse Radio Minuto y Radio 80, cuya creación fue propiciada por las
concesiones de licencias otorgadas sin publicidad ni control parlamentario
según el Plan de 1979, y que favorecieron a empresas multimediáticas recién
aparecidas —el caso de Antena 3— y a otras vinculadas tradicionalmente al
oligopolio radiodifusor —entre ellas, la Cadena SER—.
33 En 1985 se fundó Radio El País, dirigida por José Manuel Costa, con la idea de recuperar el espíritu y
la competencia establecida por Onda 2 y Popular FM. Los profesionales que no se habían integrado en
Radio 3 (Juan de Pablos, Juan Pablo Silvestre…) fueron llamados para colaborar en este nuevo proyecto
que quiso competir directamente con Radio 3 y cubrir su espacio. Pero el espíritu libertario de Onda 2 y
Popular FM era difícl de mantener, y Costa abandonó tras año y medio de gestión. En seguida llegó el
grupo PRISA.
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Mis primeros recuerdos del mundo de la radio tienen que ver con
un aparato grande, dotado de un ojo mágico que se abría y se cerraba
según llegaban los sonidos, y estaba lleno de nombres de ciudades que
nunca se correspondían con las palabras que salían por el gran altavoz
frontal, cubierto de tela. Donde ponía París sonaba Radio
Intercontinental, y donde decía Praga sólo se escuchaban misteriosos
zumbidos. Entonces, la radio no era el fondo sonoro de otras actividades,
sino el centro de la atención familiar a la hora de escuchar cabalgatas,
concursos o seriales. Luego, en el Ramiro de Maeztu, en las clases
prácticas de tecnología, tuvimos que construirnos nuestras propias radios
de galena. Eso indica cómo la educación de mi época y la tecnología
llevaban caminos divergentes. Conseguí terminarla y hasta comprobé,
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34 ARANDES, J.: «La especialización en la radio: Radio Salud», en VV.AA.: Radio y Sociedad. Universidad
Complutense, Madrid 1982, p. 37.
35 Entre las decenas de emisoras —radicales, pero muy influyentes a nivel musical— que conforman este
último grupo cabe citar, sin otro criterio que el de testimonialidad, a las madrileñas Radio Zero y Onda
Verde; las barcelonesas Radio Obrera y Radio P.I.C.A. (en donde debutó en 1986, con un espacio de
música alternativa, Jordi Casoliva, futuro líder de la Cadena 40 en Cataluña y más tarde coordinador de
emisoras de la Cadena 100); Radio Paraíso, en Pamplona; o Radio Botijo, en Campo de Criptana.
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36 NOTA DEL AUTOR: Los Premios de la Música, organizados por la Sociedad General de Autores y Editores
(SGAE) y la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes (AIE) se instituyeron en 1997, aunque hasta su tercera
edición, en 1999, no se introdujo la categoría de “Mejor programa de radio musical difundido en
España”. El ganador de la primera convocatoria fue el espacio La Gramola, emitido por M-80 Radio y
dirigido por Joaquín Guzmán. Resultaron finalistas El Ambigú, de Diego A. Manrique, y Siglo XXI, de
Tomás Fernando Flores, ambos pertenecientes a Radio 3. En la edición del año 2000 los nominados
fueron los citados programas de Radio 3 —que repitieron por segundo año consecutivo— y La Jungla, el
despertador de Cadena 100 dirigido por José Antonio Abellán. El premiado fue El Ambigú, de Radio 3,
dedicado a programar todo tipo de música.
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4.1.1. 40 Principales
37 Obtener dinero para proyectos de ayuda humanitaria es el objetivo del festival Principales solidarios,
un concierto con algunos de los principales artistas españoles que en diciembre de 1999 celebró su
segunda edición. La primera, un año antes, sirvió para paliar mediante la construcción de una
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«‘Sería terrible vivir sin música’. Éste fue el eslogan creado por la agencia Casadevall y
Pedreño. “El cliente deseaba cambiar la imagen de la cadena, excesivamente
relacionada con un público quinceañero y dirigirla a jóvenes más adultos”, explica
Nacho Raventós, director creativo. En esta dirección trabajaron hasta llegar a Bronca, un
vídeo de 25 segundos en blanco y negro. “En él no se quería reflejar al joven JASP y al
triunfador, sino a un chico normal. El anuncio retrataba un mundo absurdo, raro, con
escaparates sombríos al estilo años cuarenta, un grupo de seminaristas de negro
riguroso como recién salidos de una película de Buñuel y un padre esquizofrénico que
no entiende por qué su hijo no le escucha. Hasta que éste se retira el pelo de la cara y
descubre que lleva unos auriculares puestos y está absorto en su mundo musical”».38
En 1996, y tras una reestructuración en el seno del grupo, Javier Pons fue
designado nuevo director de 40 Principales, cargo en el que permaneció hasta
comienzos del año 2000. Jaime Baró dirige desde entonces la primera radio
musical del país, integrada en las Cadenas Musicales de la SER. Al frente de
este departamento se encuentra Luis Merino, para quien 40 Principales ha
sabido reorientar su trayectoria y afianzar la imprescindible vocación de
conectar con el público: «Hoy la cadena es un escaparate, una caja de Pandora
donde todo tiene su lugar y razón de ser, dirigida a un público eminentemente
joven, sincero, independiente y exigente».39
depuradora en Tegucigalpa (Honduras) los efectos del huracán Mitch. En su segunda convocatoria, la
recaudación se destinó a cuatro organizaciones no gubernamentales (Médicos sin Fronteras, Acnur, Cruz
Roja y Movimiento para la Paz, el Desarme y la Libertad) que ayudaban en la guerra de los Balcanes.
38 «Premio para las campañas publicitarias de Canal + y la Cadena 40 Principales»,!Error de sintaxis, (
en El País, 24 septiembre 1997.
39 «Los oyentes del programa ‘Del 40 al 1’elegirán los mejores discos», en El País, 9 octubre 1999.
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4.1.3. Radio 3
40 En realidad –tal como relató al autor de este libro– fue el propio Paco Herrera el que, incumpliendo la
obligatoriedad de seguimiento a la fórmula de música pop para adultos de la Cadena Minuto, decidió en
1986 aplicar a la emisora malagueña Radio Minuto-Costa del Sol, de la que era director, una
programación basada exclusivamente en géneros musicales autóctonos, sobre todo sevillanas: «Me dije
que iría a la gloria o al infierno, pero que valía la pena hacerlo». La apuesta resultó ganadora, y en pocos
meses logró atraer a más de cien mil oyentes. Con semejante aval, fue llamado a Madrid para poner en
marcha a nivel nacional la primera fórmula radiofónica de música en español.
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«Al contrario que en el resto de radios comerciales, aquí hay una fórmula muy especial
en donde entra cualquier buen grupo independiente español junto a B. B. King, por
ejemplo. Es una radiofórmula donde cohabitan el flamenco, el jazz, el blues, los grupos
de pop alternativo... (...) Me he encontrado con que para algunas compañías pequeñas
es importantísimo sonar aquí, porque a esas horas escucha la radio otro tipo de gente.
La mayoría de las cosas sin calidad que proponen algunos sellos no cuelan en el
espacio».41
41 GARCÍA PALACIOS, E.: Radio 4 Pop de RNE. Memoria de licenciatura (inédita). Facultad CC. Información,
UPSA. Salamanca, 1996, p. 39.
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Tras arreglar el grifo, se espera del fontanero que no infle su cuenta hasta
arruinar la economía familiar, que los materiales usados hayan sido de
buena calidad, y que el arreglo aguante un tiempo decoroso después de
que el fontanero se haya ido. Honradez, pundonor y conocimiento
profesional son valores que se exigen, por encima y hasta en contra del
éxito económico, a quien viene a arreglarnos nuestros grifos. Pero por
mucho que nos cueste comprenderlo, la experiencia de la realidad no se
aplica sistemáticamente a la existencia cotidiana. En cuanto se ha
marchado el fontanero:
44 Durante la guerra civil, Ràdio Associació de Catalunya fue ocupada por las tropas franquistas, que la
transformaron primero en Cooperativa Radio España y, finalmente, en Radio España Barcelona. En 1983,
esta emisora resurgía con el nombre de Cooperativa Ràdio Associació de Catalunya, y se declaraba
continuadora de la creada en 1929. Sin embargo, y como los dueños no contaban con los recursos
necesarios para mantener la emisora, decidieron cederla a la Generalitat de Catalunya, que la incorporó
a la Corporació Catalana de Ràdio y Televisió.
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«La Cadena 100 nace como consecuencia de una necesidad ya cubierta en los países
occidentales: tener una cadena que sepa hablar al oyente que se ha hecho adulto y que
sepa acertar con los gustos de esa gran parte de la sociedad española que, poco a
poco, se ha ido desinteresando por la actualidad musical. En esos momentos no había
en nuestro país ninguna cadena musical que trabajara pensando en un público adulto,
que trabajara para una audiencia que deja ya de emocionarse con la música que hacen
Los 40 Principales. Yo estaba convencido de que había dejado de oír ‘Los 40’ porque ya
no le gustaban mucho los disc jockeys o los temas. Ese público ciertamente se perdía,
dejaba de oír la radio. Hemos tratado de hacer una cadena con más calidad, tanto en la
locución y la música como en la información que se emite. Ésta es la idea y el porqué
surge la Cadena 100, porque había que cubrir una necesidad».45
Con ese planteamiento ‘Los 100’ querían lograr un equilibrio entre los
temas de actualidad y las nuevas tendencias, por un lado, y los recuerdos que
han formado parte de las bases musicales de las últimas generaciones, por
otro. Así, se programó durante las horas centrales del día una selección
discográfica que plasmaba la esencia del formato de Adulto Actual (una
cualificada mezcla de temas de actualidad y discos del recuerdo), y en la franja
nocturna se abrieron ventanas monográficas para estilos como el jazz (Jazz
porque sí, con Juan Claudio ‘Cifu’ Cifuentes), el country (Nashville, con Luis
Cuevas), el heavy (Emisión pirata, con Juan Pablo Ordúñez ‘El Pirata’), la
música disco (Hot Mix), el rock'n'roll (Rock alrededor de FM, con José Miguel
Blas) o las novedades discográficas (Hitsville, con Carlos Finaly).
46 CASOLIVA, J.: «La radio musical: el estado de la cuestión», conferencia en Jornadas Música pop y
medios de comunicación en España. Facultad CC. Información, UPSA. 5 abril 2000.
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4.2.4. Onda 10
47 ERICE, S.: «La Cadena Top de Radio España está en período de expansión», en Semanario de la
Industria Discográfica (SIM), 21 enero 2000. P. 6.
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4.2.7. Europa FM
48 Entrevista a Raúl Domingo, director de Comunicación de Onda Cero, en Anuario SGAE de las Artes
Escénicas, Musicales y Audiovisuales 1999. Fundación Autor, Madrid 1999, p. 385.
49 Desaparece Antena 3, nace Sinfo Radio», en Antena de Radio y TV, junio-julio 1994, pp. 20-21.
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50 El diseño y la aplicación de dicho modelo corren a cargo de la productora radiofónica Imagen 55 (de
la cual es responsable Antonio Mora), que dirige la programación musical de Radio Nervión, Radio
Gorbea, Radio Rabel, Radio Son y Radio Donosti en España, y realiza programas para Radio Óptima en la
Republica Dominicana, Radio Cadena Habana y CMKC en Santiago de Cuba, y Radio Bayamón en
Puerto Rico.
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Euskadi Gaztea (Euskadi Joven) forma parte del ente Euskal Irratia
Telebista (EITB), cuya ley de creación de 20 de mayo de 1982 establece en su
artículo 3 el objetivo de promociar la cultura y la lengua vascas. Nació el 21 de
marzo de 1990, y emite en euskera una programación a medio camino entre la
fórmula CHR y la radio convencional para jóvenes, con informativos, espacios
de participación, entrevistas y monográficos ajenos a la música. Ésta se elige
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Ona Música es la propuesta para jóvenes del Grupo Zeta Radio (bajo
cuyo proyecto se incluye también la programación generalista Ona Catalana).
Emite desde el 15 de noviembre de 1999 una fórmula basada en la música
actual para adultos y clásicos contemporáneos de los últimos treinta años. El
libro de estilo de la cadena limita las intervenciones de los locutores a la
presentación de los temas actuales. Se incluyen también boletines cada hora.
Jordi Cinazzi dirige la programación musical, y Neus Bonet los informativos.
88 por ciento en Holanda o el 6 por ciento de Francia, por citar sólo algunos
ejemplos), han limitado el desarrollo necesariamente paralelo de la radio por
cable. Las trabas políticas que retrasaron su legalización hasta finales de 1995,
los elevados costes que supone proveer de una mínima infraestructura
tecnológica que haga rentable un área poblacional concreta, y el auge de la
televisión digital —y sus correspondientes canales de audio— han reducido la
potenciación de este tipo de radio, disponible en la oferta de muy pocos
operadores, y que aún sigue representada en excusiva a nivel nacional por las
programaciones de Hilo Musical.
B) Canal 2. Música joven: emite entre las diez de la mañana y las diez de
la noche una lista de 150 discos actuales de pop y rock confeccionada
según criterios de los programadores, y renovada quincenalmente. De
diez a doce de la noche ofrece monográficos sobre artistas con
trabajos recién publicados, que se redifunden al menos cuatro veces
durante dos meses. En la franja de noche adquieren protagonismo la
música de baile (disco, trance, hip hop, ambient) y el pop y el rock.
— Audiomanía (241):
Pop Rock, Voces Propias, Capricho Español, Ritmo Latino, Otras décadas,
Mini Música, Pasión Flamenca, Canal Indie.
— Multimúsica(242):
1, Siempre Rock: recopilación de lo mejor del género.
2, Rock Alternativo: grupos que han marcado el rock de los 80 y 90.
3, Años 60: el recuerdo de una época de sonidos inolvidables.
4, Maxidance: grandes éxitos de baile de los 90.
5, Planeta Rap: un auténtico lujo para los amantes del hip hop.
6, Cactus Country: cita para los seguidores del estilo más popular de EE UU
7, Etnomúsica: música de los cinco continentes.
8, Música de Cine: bandas sonoras originales.
9, Atmósferas: los sonidos más relajantes.
10, Galería Multimúsica: selección musical.
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• VÍA DIGITAL
Programaciones de ST Hilo:
(200) Paisajes sonoros: una selección de música ambiental.
(201) Música de cine: bandas sonoras íntegras.
(202) Música joven: los temas de mayor actualidad.
(203) Músicas urbanas: nuevos estilos.
(204) Pista de baile: para no perder el ritmo.
(205) Melódica actual: novedades románticas.
(206) Serie Oro: grandes baladas.
(207) Oldies Internacionales: la canción ligera de todas las épocas.
(208) Soft-rock: pop y rock de todas las épocas.
(209) Vivo digital: conciertos inolvidables.
(210) Nuestros grandes éxitos: canciones españolas de todos los tiempos.
(211) Pop-rock en castellano: desde los 80 hasta la actualidad.
(212) Latino suave: tangos, boleros...
(213) Latino con ritmo: música afrocaribeña y salsa.
(214) La copla y la canción española: sonido español tradicional: rumba, copla,
sevillanas, flamenco y canción española.
(215) Canal Clásico: desde la música antigua a la más actual.
(216) Clásicos Populares: fragmentos de piezas clásicas de la música culta.
(217) Ópera y música vocal: las mejores voces del escenario.
(218) Canal clásico español: protagonista, la zarzuela.
(219) Country Clásico: la auténtica música de Norteamérica.
(220) Nuevo Country: últimas novedades de la música vaquera.
(221) Planeta celta: de Galicia a Irlanda, pasando por Escocia y Bretaña, la
música celta en todas sus facetas.
(222) Crisol Brasileño: samba, forró, batucadas, bossa nova...
(223) Conexión Reggae: para admiradores de Bob Marley.
(224) Puro Blues: todos los estilos del acústico eléctrico.
(225) Magia Negra: soul, rhythm and blues, funk...
(226) Todo es Jazz: melodías del saxo, música imaginativa, llena de ritmo y
sentimiento, en todas sus variantes.
(227) Nueva Era: la música del siglo XXI, acústica o electrónica.
(228) Músicas del Mundo: sonidos étnicos, una excusa para viajar.
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Tarifa; Víctor Manuel y Ana Belén con el grupo senegalés Saf; Ketama con
Khaled, o Enrique Morente con Las Voces Búlgaras. Este proyecto paneuropeo
de radio es el mas importante realizado hasta la fecha y cuenta con gran
audiencia a pesar de emitirse en lenguas vernáculas.
Cualquier realizador que haya vivido los 80' y los 90' habrá
observado y experimentado la conquista digital de los estudios. Cuando
la FM comenzó a ser una realidad, la música logró un papel protagonista
en la radio; hasta entonces, esa radio ofrecía música con nivel de calidad
de escucha poco aceptable y jugando un papel de relleno en su
programación convencional. Los estudios de las FM’s del vinilo eran
pequeños con grandes consolas de potenciómetros giratorios, con
giradiscos, con magnetófonos Revox y cartucheras para sintonías, jingles
y publicidad grabadas. Poco después de empezar los 80', el modelo
cambió.
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«El primer objetivo de los empresarios era determinar las características de su audiencia
clasificada por sexo, edad, nivel cultural, factores demográficos, etc. Sin embargo, el
constante incremento del número de emisoras, receptores y con ellos las audiencias,
hicieron variar esos objetivos por el de la detección lo más exacta posible de grupos
homogéneos de intereses sobre los que actuar con programas y contenidos específicos.
Dicho de otro modo: se trataba de singularizar la radio según la audiencia y sus
intereses concretos».51
«... las transformaciones ideológicas del Occidente desarrollado explican los cambios
intervenidos en la temática del rock blanco entre 1955 y 1990; asimismo, los cambios
ocurridos en el Tercer Mundo y, sobre todo, la toma de conciencia de la relación de
dominación entre Occidente y el Tercer Mundo han hecho nacer los cantos de rebelión
del reggae. Al final de los años cincuenta, el empobrecimiento de las poblaciones
negras de Estados Unidos y la lucha por los derechos civiles han ido a la par con el auge
de la música soul. La desesperación nihilista de los punks refleja en la cara de la
Inglaterra conservadora el semblante voluntariamente afeado de una juventud sin
esperanza de inserción. También, al mismo tiempo, la evolución técnica de los
instrumentos musicales puede explicar muchos cambios de estilo en el rock: la guitarra
eléctrica, más potente, ha destronado al piano; el sintetizador, más completo, ha
eliminado la guitarra eléctrica».55
55 PARAIRE, P.: 50 años de música rock. E. del Prado, Madrid 1992, p. 11.
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sesenta; el rock sinfónico (Génesis, Pink Floyd), el jazz rock (Miles Davis), el
hard rock y el heavy metal (Led Zeppelin, Deep Purple, Iron Maiden), el blues
rock (Jimmi Hendrix, Eric Clapton), el country rock (Eagles, ZZ Top), el punk
(Sex Pistols, Ramones, The Clash, The Cure), el glam rock (David Bowie,
Queen) o la explosión urbana (Bruce Springsteen, Lou Red)... en los setenta;
los ritmos étnicos, el reggae y la salsa (Bob Marley, Rubén Blades), la música
disco (Donna Summer, Bee Gees), el Adulto Orientado al Rock (Fleetwood
Mac, Supertramp, Dire Straits), la New wave (Elvis Costello, Police, Talking
Heads), el tecno pop (OMD, Depeche Mode, Ultravox), la Cool wave
(Kraftwerk, Alan Parsons), los nuevos románticos (Spandau Ballet, Duran
Duran), las megaestrellas del pop (Michael Jackson, Madonna, Prince), el
tecno disco (Pet Shop Boys, Communards)... en los ochenta; el grunge
(Nirvana, Pearl Jam, Alice in Chains), el rap, el hip hop, la fusión y el funk rock,
el pop de diseño (Take That, Spice Girls, Backstreet Boys), el triunfo del rock
‘mestizo’: World beat o Global sound (la Bachata en la República Dominicana,
la Chimurenga en la antigua Rodesia, el Gnaua en el Magreb, la Juju Music en
Nigeria, el Rai en la región de Orán, la Soca en la isla de Trinidad, el Vallenato
en Colombia, la Sega en Isla Mauricio, el Son en Cuba, el Zouk en las islas de
Martinica y Guadalupe, el Cadence en Haití, el Soukouss en Zaire... y tantos
otros ejemplos), el brit-pop (Oasis, Blur) o el techno, matriz de las heterodoxas
derivaciones electrónicas del fin del siglo y comienzo del milenio: hardcore,
ambient, jungle, trip hop, dream house...
«En esta perspectiva, y sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que el rock es quizá
la única forma musical que en el contenido de sus letras “dice lo que otros callan”,
motivo importante por el que llegó a considerarse el rock como una contracultura, en
particular por la constante referencia y crítica, evidentemente no en todos los grupos, al
mundo social en que vivimos: discriminación racial, guerras, pobreza, derechos
humanos, drogas, deterioro ecológico, corrupción gubernamental, crisis de valores
familiares, sociales, etcétera».56
«Madonna contaba 25 años en 1984, en el año de sus primeros triunfos. En sus primeras
apariciones tomó mucho de los dos movimientos más recientes, del punk y del glam.
Del punk toda la aparatosidad del cuero, los remaches, el negro, las tachuelas, los
collares de perro y otras joyas de ese estilo. Del glam, la teatralidad. Y todo estaba
56 GARAY, A.: El rock también es cultura. Cuadernos de Comunicación y Prácticas Sociales. Universidad
Iberoamericana, México, 1993, p. 26.
57 El aspecto externo supone la primera evidencia de adscripción a una tribu urbana. Los heavies, por
ejemplo, visten tejanos muy ajustados, cazadoras de cuero y camisetas con imágenes de sus ídolos
musicales o símbolos esotéricos; llevan el pelo largo y calzan zapatillas deportivas. Los rockers, desde su
motocicleta clásica de gran cilindrada, lucen tupé (ellos) y vaporosas faldas (ellas). Los punkies presumen
de cabezas semirrapadas, crestas de colores, botas militares y cadenas e imperdibles. A los mods les
gustan las chaquetas ceñidas de color negro, los pantalones cortos y estrechos, y un buen peinado. Y a
los grunges les caracterizan viejos pantalones de pana deshilachados, camisetas superpuestas y el pelo
desordenado. [Sobre el origen, las aficiones y las peculiaridades socio-musicales de cada colectivo, Cf.
COLUBI, P.: El ritmo de las tribus. Alba, Barcelona 1997]
58 Un informe dado a conocer en 1998 por la ONU (a través de la Junta Internacional de Fiscalización de
Estupefacientes) afirma que la música pop, sus letras y la actitud de algunos cantantes «no sólo tolera,
sino que promueve» el consumo de drogas, sobre todo entre los más jóvenes. Cf. «La ONU acusa a la
música pop de favorecer el consumo de drogas», en El País, 25 febrero 1998.
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superado por una buena voz y por unos arreglos musicales de calidad, aunque no
innovadores. Una vez que le llegó el triunfo –entre las adolescentes– cambió poco a
poco el personaje: sedas, perlas, medias caladas, pintorescos sombreros».59
59 GÓMEZ, R.: El rock. Historia y análisis del movimiento cultural más importante del siglo XX. El Drac,
Madrid 1994, p. 140.
60 FEITO, A.; GÓMEZ, A. y MANRIQUE, D. A.: «La cultura musical ante el nuevo siglo», en RISPA, R. (ed.):
Nuevas tecnologías en la vida cultural española. Ministerio de Cultura / Fundesco, Madrid 1985, p. 308.
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61 En realidad las relaciones entre la música y la radio se remontan a los históricos comienzos del medio:
De Forest, por ejemplo, transmitió música clásica desde la Torre Eiffel en 1908, e hizo posible un año
más tarde la recepción en Nueva Jersey del concierto ofrecido por Enrico Caruso en el Metropolitan
Opera House de Nueva York. Ya en España, Matías Balsera retransmitió óperas en 1912 desde el Teatro
Real de Madrid, y en 1923 unas 25.000 personas pudieron seguir por radio desde la explanada de la
Exposición Internacional de Montjuïc, en Barcelona, un concierto celebrado a varios kilómetros de
distancia. Cf. FRANQUET, R. y MARTÍ, J. Mª: La radio: de la telegrafía sin hilos a los satélites. Mitre,
Barcelona 1986
62 LANZA, A.: Historia de la Música (Vol. 12), Turner Música, Madrid 1986, pp. 12-13.
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«La economía de la música, extraña industria en las fronteras entre el marketing más
refinado y la artesanía más imprevisible, es mucho más original y anunciadora del futuro.
En primer lugar, el valor de uso no depende en ella sólo del propio producto, sino
también del receptor de que disponen los consumidores. No es posible, pues, cambiar
rápidamente la tecnología de difusión. Y así, la competencia entre productores no cabe
que se haga únicamente en base a la calidad del producto, ni tampoco en base al
precio, pues los productos están demasiado diversificados para ser comparables. En
segundo lugar, la producción propiamente dicha del objeto (el disco) no es más que
una parte menor de la industria, pues, al mismo tiempo que el objeto de cambio, debe
crear aquélla las condiciones de su compra. Se trata esencialmente de una industria de
manipulación y de promoción, y la repetición implica el desarrollo de actividades de
servicio que produce el consumidor: lo esencial de la economía política nueva que
anuncia este tipo de consumo está en la producción de la demanda y no en la
producción de la oferta. Desde luego, resulta difícil admitir que el valor del objeto no
reside en la propia obra, sino en un amplio conjunto en el que se construye la demanda
de mercancías».67
66 FLICHY, P.: Las multinacionales del audiovisual, Gustavo Gili, Barcelona 1982, p. 43.
67 ATTALI, J.: Ruidos. Ensayo sobre la economía política de la música, Ruedo Ibérico, Valencia 1977, pp.
205-207.
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68 Se dice de modo genérico que la comunicación social es indirecta porque media una distancia
espacial o temporal entre emisor y receptor; sin embargo, en la radio apenas existen diferencias
temporales (la mayor parte de su programación se emite en directo, a diferencia de la televisión), y las
espaciales no impiden que se genere la apariencia de cercanía (el mensaje radiofónico no exige un
soporte físico como el periódico, o el uso de la vista como la pequeña pantalla). Por eso la comunicación
por la radio se parece tanto al cara a cara. Además, y aunque los avances tecnológicos –inapelable
Internet– han convertido en obsoleto el axioma según el cual la comunicación social transcurre de modo
unilateral (no facilita el intercambio de respuestas entre quienes dan y reciben mensajes), la radio ha
posibilitado siempre la participación inmediata del público, ya sea por teléfono, por carta, en un estudio
o en la misma calle. Finalmente, se afirma que la comunicación social es pública porque no se dirige a un
grupo concreto, sino a un amplio y anónimo universo apenas definido. Pero la intimidad psicológica que
genera la radio, ayudada por la movilidad de los receptores, hace que un locutor pueda tutear al oyente
como si sólo se dirigiera a él, acercándose mucho a lo que llamamos privacidad. Cf. MERAYO, A.: Para
entender la radio, UPSA, Salamanca 1992, pp. 7-8.
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69 Ejemplo paradigmático del globalizador influjo catódico continúa siendo desde 1980 la cadena MTV
(Music Television, del grupo Viacom), que a través de sus afiliadas globales (MTV Brasil, MTV Japón, MTV
Latino, MTV Europa, MTV Rusia y MTV Asia), llega a más de 280 millones de hogares en unos 80 países
de cuatro continentes. La cifra se ha incrementado tras la puesta en marcha de nuevos canales: M2
(nuevas tendencias), MTV Extra (redifusión de los programas de MTV) y MTV Base (hip hop y R&B).
Operan también en Europa VH-1 (Video Hits One, que MTV creó en 1985 para los mayores de 25 años, y
que dispone de versiones adaptadas al público británico y alemán), las cadenas alemanas VIVA, VIVA II y
Onyx, las francesas McM (Monte Carlo Music) y McM África o la italiana Video-Italia. Desde América
Latina se difunden a todo el mundo Tele Hit, Puma TV, Ritmo Son o Solo Tango. En el caso español, la
apuesta televisiva por el pop ha alumbrado hasta ahora dos nuevos canales: 40 TV (producido por
Sogecable y la Cadena SER e incluido en el paquete básico de Canal Satélite Digital), y Sol Música
(gestionado por Multicanal TPS y accesible por redes locales de cable y en la oferta de Vía Digital).
70 Canal Satélite Digital ofrece 31 canales de audio, agrupados en Audiomanía, Multimúsica y
Multiclásica, además de 46 emisoras de radio españolas y francesas. En Vía Digital pueden sintonizarse
treinta programaciones musicales elaboradas por la filial de Telefónica ST-Hilo, junto a trece emisoras
españolas generalistas y especializadas.
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71 PÉREZ JIMÉNEZ, Juan Carlos: Imago Mundi. La cultura audiovisual. Fundesco, Madrid 1996, p. 65.
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72 JONES, D. E. y BARÓ, J.: La indústria musical a Cayalunya, Llíbres de l'Índex, Barcelona 1995, p. 15.
73 Según este argumento, la idea original, composición y finalidad de la música producida y editada
puede buscar un mecado masivo (el pop) o no pretenderlo (la música clásica, el folk o el jazz, por
ejemplo). FRITH, S.: Op. Cit., p. 14.
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6.1. Contenidos
6.1.1. Música
«... los directores de programas y los directores musicales tenían la tarea bastante fácil
de decidir qué música debía ser emitida. Las opciones eran realmente pocas con el
advenimiento del rock and roll; los directores comenzaron a realizar investigación
musical. La investigación entonces significaba llamar a los almacenes de discos y
preguntar qué discos se estaban vendiendo más (...) Muchas emisoras enviaban
investigadores a hablar con la gente sobre sus gustos musicales. Los resultados de esos
estudios determinaron no solamente lo que se deseaba en música, sino cuándo durante
el día de emisión y cuántas veces, y con qué frecuencia debía ser emitido».74
74 ROUTT, E.; MCGRAFTH, J. y WEISS, F.: The Radio Format Connundrum, Hastings, Nueva York 1978, p. 21
[Cit. en MARTÍ, J. Mª: Modelos de programación radiofónica, Feed Back, Barcelona 1990, p. 108].
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Pero la realidad del mercado del que beben las emisoras se impone no
pocas veces sobre los sucedáneos de la promoción y la mercadotecnia: «La
historia del rock demuestra una y otra vez que los movimientos de renovación
ocurren de abajo hacia arriba: las nuevas tendencias no se crean en salones de
juntas, sino en la calle, entre minorías inquietas; posteriormente son asimiladas
y comercializadas por los imperios discográficos».75 El dónde y el cómo se
empieza a fraguar el gusto por un artista o un estilo determinado parece
escapar en el mundo del pop a la racionalidad, incluso a la intuición (tal vez se
halle aquí el último reducto de su condición de arte). Lo único que parece
importar es la corriente, mezcla, baile o concepto que logra una mínima
acogida —ni siquiera éxito— en parte del público o a nivel general, y que en
seguida se imita y prodiga hasta la saciedad. Los ejemplos de esta aplicación
al pop de las técnicas del consumo masivo serían casi ilimitados, pero cabría
destacar algunos llamativos: la facturación “en serie” de cantantes con un
modelo de composición similar (mediados los ochenta, los productores
británicos Stock-Aitken-Waterman encumbraron al estrellato a solistas y grupos
musicalmente clónicos: Rick Astley, Sinitta, Big Fun, Kylie Minogue, Mel & Kim,
Jason Donovan, Bananarama, Samantha Fox...), o la forzada imitación de
tendencias foráneas, tantas veces abocada al fracaso:
«La historia recoge que el primer intento serio de editar música rap en nuestro país
surgió a finales de los ochenta, cuando una multinacional, movida por el sano deseo de
sacar pasta a toda costa, decidió invertir en la escena rapera española (!?) marcándose
un par de recopilatorios, Rap in Madrid y Rap de aquí, con nombres como Sweet, MC
Randy & DJ Jonco, Vial Rap o Sony & Mony. La estética y el contenido de los discos
imitaban las formas yanquis en toda su variedad: solista, dúo, trío o banda-mogollón
sobre fondo de graffitti suburbano. El invento arrojó un par de temas con gracia, pero
fue un fracaso en lo relativo a ventas».76
— Pre-1955: A casi toda la gente que alcanzó su adolescencia antes de 1955 no le gusta el
más inquieto rock'n'roll de los 60 (Stones, Kings, Animals) a causa de la ausencia de
cualquier guitarra fuerte durante el período anterior. En cambio, tiene afición por
Sinatra, Rosemary Clooney y los primeros grupos pop como los Four Lads y sonidos más
pop y rock'n'roll de los Everly Brothers y Ricky Nelson.
— Pre-1988: A la gente que creció antes de esa época no les atraen el rap ni el heavy funk.
En cambio, se decantan hacia el pop/rock de Bruce Springsteen, John Mellencamp o
Journey y la música dance de artistas pop como Madonna, Michael Jackson o George
Michael. Existe también un creciente sector de audiencia de esta generación a la que la
MTV contribuyó a conectar con el Alternative / Modern rock.
77 Extraído de ZAPOLEON, G.: «Rock de épocas», en VV.AA.: The radio Book: The complete station
operation manual (Vol. Two: Programing and Promotion). Streamline Press, Florida 1995, cap. 7.
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6.1.2. Información
6.1.3. Publicidad
«En la segunda mitad de los años 50, los anuncios más habituales eran el jingle, el
testimonio, la dramatización y la venta directa. Aunque estos géneros ya existían
durante el auge del medio, asumieron después una cualidad diferente al modificarse
para reflejar la especialización del formato (...) Ello significó que los anuncios tuvieron
que ajustarse al sonido global de la emisora. Si un anuncio no encajaba (un término
empleado para describir la integración armónica de los elementos de la programación),
se percibía como un factor que desentonaba, y tanto los patrocinadores como los
programadores sabían las consecuencias que eso tenía».79
6.2. Estructura
Parece lógico que las reglas que cada estación se impone para crear sus
propios ritmos y sonidos identificativos sean escondidas ante terceros ajenos
como si de recetas únicas se tratase. Son pautas en ocasiones muy técnicas,
cuya eficacia reside en el respeto que todos los animadores y programadores
deben mantener en cada uno de los segmentos de emisión a fin de lograr el
reconocimiento inmediato por el público. La práctica diaria de las estrategias
programáticas ha demostrado en las radios norteamericanas que los cambios
introducidos sin avisar previamente acostumbran a tener efectos nefastos
sobre la fidelidad de la audiencia.81
80 FENATI, B.: «Radio de programa y radio de flujo: El ejemplo italiano», en Reseaux nº 52. CNET, Marzo-
Abril 1992, p. 47.
81 Cf. NORBERG, E.: Programación radiofónica: estrategias y tácticas. IORTV, Madrid 1998.
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«La figura profesional del “disc jockey” nace en el mismo instante en que se admite o
tolera como un factor no pernicioso para la significación musical, el acto de “cabalgar”
sobre los discos que desarrolla el “jinete” o locutor de programas musicales en la
codificación del mensaje que resulta de la presentación de un tema musical a los
radioyentes».82
La aparición del disc jockey, que alteraría muy pronto las rutinas de
producción de las emisoras, repercutió sobre el fondo y la forma del discurso
radiofónico. En el fondo, porque introdujo la variable subjetiva en la
presentación de la música; ya en 1935, el locutor Martin Block varió
sustancialmente los esquemas al comentar discos con criterios personales, y
dos años más tarde, Al Jarvis, desde la emisora KFWD, en Los Ángeles,
contribuyó desde sus programas al lanzamiento del swing, amparado en la
música de Benny Goodman. Y en la forma porque es el DJ quien ha de
combinar con un mínimo criterio estético y semántico los discos, la publicidad
y los códigos de continuidad, hablar de forma natural ante el micrófono,
improvisar con soltura y, ante todo, impedir cualquier instante de silencio. Su
papel se asimila casi al de la propia emisora, lo cual lleva a plantear si el
diseño básico de un formato ha de constreñir la labor del disc jockey o dejar
margen a su libre iniciativa:
82 BALSEBRE, A.: El lenguaje radiofónico. Cátedra Signo e Imagen, Madrid 1994, p. 95.
83 ORTIZ, M. A. y MARCHAMALO, J.: Técnicas de comunicación en radio. Paidós, Barcelona 1994, p. 118.
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«Del ritmo que se deriva del montaje de todos los elementos, un oyente habitual
reconoce desde los primeros minutos de escucha su estación. No existe otra manera de
conseguir la homogeneidad para lograr la fidelización de los oyentes: nada con carácter
permanente les vincula a la antena, no hay nada que les obligue a la preselección; la
música y la publicidad son en parte comunes a todas las estaciones, los disc jockeys
cambian de estación. No es por casualidad que las reglas que cada estación se da para
crear su propio sonido y su ritmo reconocido entre todos los otros raramente son dadas
a conocer a extraños. Se trata de reglas muy técnicas, la eficacia de las cuales reside en
el respeto que todos los animadores y programadores deben tener en cada uno de los
segmentos de programación emitidos. Por ejemplo, después de la publicidad, ningún
tipo de comentario; después de un disco lento, nunca otro disco lento, después de la
publicidad es necesario un hit o un disco célebre, nunca se habla sobre un fondo de
música cantada, etc.».86
Cris Mac, de la WOVV-FM, en Fort Pierce, Florida: «... las paradas no deben inducir al
oyente a cambiar el dial. Por tanto, un intervalo comercial debe hacerse de forma que
reduzca el riesgo de cambio de emisora. En mi opinión, hay dos formas de hacer esto:
1. Haz que ‘caiga’ el conjunto de anuncios, esto es, pon primero los anuncios más
enérgicos y decrece la intensidad según avanza el intervalo comercial; y 2. Consigue
que la locución y la mezcla sean lo más compatibles posible con el formato de la
emisora. En lo que respecta a esta caída de intensidad, lo que yo hago es poner un
Fred Stuart, de la WAZY: «Tienes que conseguir que el formato se mantenga ajustado y
dinámico en la producción del mismo modo que se hace con la música. Todos los
anuncios se clasifican cuidadosamente según el ritmo, la calidad y el mensaje. Por
ejemplo, los anuncios de agencia bien producidos como los de Coca Cola o Pepsi
siempre se colocan los primeros en un intervalo publicitario. Un anuncio más serio,
bajado de tono, siempre debe colocarse en el último lugar. Además, los de 60
segundos van primero, y los de 30 segundos después».
Para finalizar este repaso a los rasgos cualitativos que generan el estilo y
la personalidad de un formato, hemos de referirnos a la promoción externa. Se
trata de un factor en alza, superada ya aquella etapa de primacía de la radio
convencional en la que el único modo de que una emisora musical anunciase
sus programas era con su propia emisión. El aumento y diversificación de la
oferta y la efectiva competencia por segmentos de audiencia coincidentes ha
convertido hoy a este instrumento en pieza fundamental entre las estrategias
de posicionamiento e imagen de una cadena, aspecto al que también
contribuye la sofisticación de las técnicas de mercadotecnia. La tradicional
promoción basada en el regalo casi siempre discreccional de objetos de
merchandising (los llamados soportes gráficos directos) como bolígrafos,
llaveros, camisetas, etc… ha dejado paso a planificadas acciones externas que
van desde la cartelería, la publicidad en prensa, la presencia asociada a discos
y conciertos en spots de televisión, la edición de recopilatorios o de
selecciones musicales propias, la vinculación a eventos sociales, culturales y
deportivos en los que participe el público potencial de la cadena, o las
emisiones exteriores en directo hasta la asociación con entidades
institucionales o financieras que compartan con la radio musical intereses
comunes (es decir, una mejor percepción entre determinados consumidores).
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«En los 90, la música que viene de la calle es la música rap y la música alternativa, pero
ninguna de estas dos categorías tiene suficiente atractivo para el público, para ayudar a
que se invierta ese declive que está sufriendo la radio Top 40. Hay una erosión del
público debido a la falta de pasión por la música que estas radios ponen, y hasta que se
descubra la próxima Madonna o el siguiente Michael Jackson, las radios Top 40 deben
concentrarse en mantener su base, poniendo canciones que tengan un atractivo
suficiente para el público y generando un tiempo adicional de escucha a través del uso
de promociones, a través de buenos artistas en los shows de la mañana, a través de la
publicidad en televisión y a través de un marketing bien orientado».
El futuro inmediato del CHR parece condicionado por dos amenazas tan
ajenas entre sí y a su mecánica de funcionamiento como los factores que un
día propiciaron su implantación: el envejecimiento general de la población y la
carencia de ídolos mundialmente consagrados del pop y el rock. Con respecto
al factor demográfico, la caída de la tasa de natalidad ha devenido en una
progresiva y alarmante disminución del target básico de estas emisoras, con
cuyo producto (música, lenguaje, estilo de vida) se han identificado desde su
origen los adolescentes y jóvenes de entre 12 y 22 años.
oldies —temas que fueron éxito con diferentes grados de antigüedad—, que
gustan a casi todos los oyentes y satisfacen a la vez a un importante segmento
de la audiencia del Top 40.
«Era una mezcla de música rock no demasiado estridente, no había ningún tipo de
música disco en ese formato de soft rock. Se incluía algún oldie, música de los años
sesenta como Simon y Garfunkel y otros cortes de álbumes. Los elementos de
producción solían incluir jingles y generalmente el target de audiencia estaba entre los
25 y los 34 años, y alrededor de un 65% eran mujeres».88
88 KELLEY, D.: «El formato AC», en VV.AA.: Nuevos formatos de radio en USA. Sonimag-SER, Barcelona
1994, p. 62.
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«Cuando hicimos un estudio de audiencia con grupos focales, pudimos ver que los
oyentes de los 40 Principales estaban cansados, había demasiada repetición, no les
gustaba el rap o que el locutor hablara demasiado y que se pusieran las mismas
canciones una y otra vez. Por lo tanto, un formato Hot AC está diseñado para dirigirse a
todas esas personas que se quejan con el fin de hacerles decir: “Ahora tenemos más
música y más variedad, se trata de una mezcla mejor”. Generalmente, estas estaciones
ponen tres décadas de música, por así decirlo. Inicialmente, los 60, 70 y 80, y en la
actualidad se centran en las décadas de los 70, 80 y 90, con dos o tres currents por hora
y uno o dos recurrents por hora. La mayoría del resto de la discografía procedería de los
80, y pocas canciones de los 70 y los 60».89
Tal vez sea éste el principal riesgo del formato AC: la amplitud de su
espectro en audiencia y en contenidos, derivada de su condición de radio de
líneas generales: no es demasiado dura, ni demasiado blanda, ni demasiado
nueva, ni demasiado vieja. De ahí que muchas emisoras AC se encuentren con
serios problemas para ser identificadas no ya frente al resto de formatos, sino
incluso frente a los de su misma competencia: las selecciones musicales del
Hot AC, el Soft Rock y el Light AC presentan a menudo más similitudes que
diferencias, y la prueba se obtiene al descubrir que en distintas encuestas para
investigar las preferencias de los oyentes suelen tener éxito siempre las
89 Ibid, p. 74.
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mismas canciones. Es en la estructura del hot clock (que marca los segmentos
de música y las pausas para publicidad: cada diez, veinte minutos...), en los
elementos de producción (indicativos, jingles...), en el estilo de presentación
de los temas o en la publicidad en televisión (se ha constatado su elevada
eficacia sobre este target, que dedica bastante tiempo a la pequeña pantalla)
donde mejor se pueden apreciar las claves de posicionamiento de un formato
AC en el mercado.
«Hacia 1975 había varias categorías diferentes de música country emitiéndose por todo
el país –rock rebelde, countrypolitan, country urbano, country agradable, éxitos country,
etc.– y cada emisora presentaba su música country de forma diferente. Por ejemplo, las
emisoras de country agradable adaptaban a menudo las técnicas de programación de
las emisoras de música convencional, mientras que las emisoras de éxitos country
emulaban la fórmula del Top 40. La diversificación de la radio Country contribuyó al
incremento de la audiencia y de las estimaciones, e hizo de la radio un medio más
difundido».90
radio hispana y la tejana. La primera nació en los años cincuenta en Tejas bajo
los mismos auspicios que la radio negra, aunque tenía en el idioma un rasgo
tan diferencial como la música. Ésta daba cabida a todos los estilos que
vulgarmente se denominan “cocina”: Tropical Salsa, Merengue... El Tejano
mezcla folk mejicano, rock, country y polcas con ecos de valses, cumbias,
boleros o huapangos. Otras formas difusoras de música en español incluyen la
Banda (estilo mejicano regional del siglo XIX que triunfó con un baile llamado
La Quebradita), el Internacional (con una base baladística) o el Grupo (de gran
calado en los mercados hispanos de Estados Unidos, produce música tropical
y de baladas con base de teclados).
«Estas emisoras tienen su origen en las listas de éxitos del pasado, y a menudo intentan
replicar el primer sonido del Top 40 recreando las atmósferas “dú-duá” de aquella
época. Orientados hacia la nostalgia y la banalidad, los Oldies intentan evocar la
imagen de una era en la que Ike Eisenhower estaba en la Casablanca y Annette en el
“Boop Tube”. El objetivo de estas emisoras puede describirse como el de buscar
diversión por medio de los recuerdos musicales».
La fórmula de Éxitos Clásicos llegó a las ondas dos décadas después del
debut de los Oldies, a partir del interés que la audiencia empezó a mostrar
repentinamente por la música y la cultura de los últimos años sesenta y
primeros de la década de los setenta (interés que se puso de relieve en
películas como Reencuentro o American Graffiti91 y la vuelta al ‘sonido
Motown’). Las emisoras que optaron por este formato elegían las canciones
más famosas de las listas del Top 40 entre 1965 y 1980. Al ser la música más
reciente, el grupo demográfico que las sintoniza es menor que el de Oldies, y
por ello se ofrecen también menos informativos (aunque las noticias en este
formato abundan más que en los de rock contemporáneo). En la parrilla de
Hits Clásicos se incluyen, al igual que en la de Oldies, programas centrados en
la época de la que procede su música. Una leve variación de este formato fue
el de Clásicos del rock, que apareció paralelamente al anterior, a comienzos
de los ochenta, y por la misma causa: un público ansioso de escuchar los
sonidos del rock del final de los 60 y de la década de los 70. La selección
91 George Lucas, director de American Graffiti, quería incluir más de 80 hits de finales de los años
cincuenta y primeros sesenta en la banda sonora, pero el elevado coste de los derechos le obligó a
reducirlos a 45; entre ellos se encuentran “Only You”, de The Platters, “Johnny B. Goode”, de Chuck
Berry o “Rock around the clock”, de Bill Haley.
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incluye aquí títulos más duros, de Jimmi Hendrix o Led Zeppelin, aunque el
target es comparable al de Éxitos Clásicos (de 25 a 39 años). Hoy día los
formatos de Oldies, Éxitos Clásicos y Clásicos del rock se han desglosado en
nuevas especializaciones ajustadas a períodos temporales definidos —Classic
Rock, 50's-60's Oldies, 70's Gold y 80's Gold— y a veces divididos en estilos.
7.6. Urban
92 Knox, B.: «Comercializar la radio urban/black: Una formación en vías de realización», en VV.AA.: The
radio Book: The complete station operation manual. Streamlmine Press, Florida 1995, p. 98.
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93 NEGUS, K.: Producing pop. Culture and conflict in the popular music industry. London, Edward Arnold
(Hodder & Stoughton), p. 103.
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7.8. Classical
Modern Rock: este formato fue creado para aquellos a quienes les
gustaban el pop y el rock penetrantes. La tendencia empezó con una
invasión británica de artistas como los Sex Pixtols, Pretenders, Clash y
Elvis Costello.
Big Band: la generación que creció en la era del swing de los años 40
tuvo al final un formato que presentaba las grandes orquestas de aquella
época.
Metal: cuando el AOR giró hacia lo clásico para bloquear a las nuevas
emisoras de Classic Rock, los rockers más jóvenes quisieron música de
bandas más recientes como Metallica y bandas de hard rock antiguas
como Aerosmith. El formato Metal se creó para esta gente.
formato, sería oportuno precisar a qué aluden los rasgos de estilo y calidad en
los discos de pop y rock.
s «Yo no sé lo que es rock, lo que es jazz, lo que es funky, eso de los géneros musicales
es un invento del mercado. La música es única. El mercado es separatista. Y es en
nombre de ese mercado que la música se ha debilitado mucho en este siglo. Y si hay
bandas de rock exclusivamente, de jazz o de cualquier otro tipo es porque el mercado
en ese sentido sí que fue precursor e instruyó a los músicos adolescentes con
preconceptos que éstos han seguido. Los niños aprenden eso de los géneros,
separando, y eso es lo que le interesa al mercado fonográfico».95
t «En este álbum hay sonidos de hardcore, hard rock y ska, junto al punk de base.
Queremos seguir buscando algo único, compuesto de diferentes elementos. Es difícil,
porque la mayor parte de la música ha sido ya explotada, y no resulta fácil crear tu
propio género a partir de lo que tienes dentro. Venimos del punk rock y quiero
conservar la actitud que lo inspiró».96
s «“¿Qué es el grunge? Se puede decir que Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains y
Nirvana lo eran, pero son todos muy distintos. Al final lo único que cuenta es el rock. El
grunge fue sólo el rock de principios de los noventa. Lo de grunge incluso llegó a
parecernos ofensivo, era demasiado general. Hasta Prodigy hace rock, aunque no tenga
batería y guitarra. ¿Son U2 grunge? U2 es más pop, pero Nirvana también era algo
pop”, afirma Dave Grohl, ex-batería de Nirvana y líder de Foo Fighters».97
s «Ni seguidores ni detractores saben muy bien dónde situar la música del que ha sido
considerado el mayor saxofonista de la década de los ochenta. Con varios éxitos pop y
con un gran triunfo entre el público adulto, seguidor de una música de jazz o melódica,
Kenny G sigue sin querer encasillarse. “Son categorías creadas para poder organizar la
música”, bromea, “pero yo siempre guardo mis discos por orden alfabético, y mi música
no está ni en pop ni en jazz, sino en la K de Kenny”».99
98 MORALES, M.: «Enya: “Cuando entro en un estudio de grabación no pienso en cuánto venderé”», en
ABC, 20 noviembre 1997.
99 AYUSO, R.: «Kenny G impone su álbum ‘The moment’ a pesar de sus detractores», en El País, 3
noviembre 1996.
100 NEGUS, K.: Op. Cit., pp. 109-110.
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«Todas las compañías dijeron que la música no era lo suficientemente negra porque no
sonaba como Cameo o Prince. La manera en que un A&R se comporta en EE UU es
estúpida. Hay una oficina llena de gente blanca para el pop y el rock. Y hay otra oficina
llena de chicos negros dedicada al soul o el hip hop o a lo que se lleve en la radio
negra. Me harté de que me dijeran “coge una batería, rízate el pelo (que entonces tenía
corto y de punta) y entonces te contrataremos”».
«La radio musical comercial, está obligada a creer en la sociedad de consumo. Nosotros
no difundimos materias primas, ya se llamen música “indie” o cualquier otra muestra de
rabiosa novedad musical; esa tarea la tienen o la deberían tener asignada la radio
pública y las emisoras locales y piratas. En la radio musical comercial sólo se puede
emitir el fruto ya madurado, o, como mucho, el que está a punto de madurar».
101 JARQUE, F.: «Manolo García, músico: “El mestizaje musical es algo obligado”», en El País, 5 mayo
1998.
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— Remixes: se programarán siempre que lo sean de una canción que haya sido antes
éxito, y con un tratamiento distinto al de la versión original, o sea, una rotación menor.
Otras emisoras del mismo formato (Hit Radio, Fórmula Uno, Euskadi
Gaztea...) coinciden con 40 Principales en su heterogeneidad estilística, y
algunas acentúan el contenido dance para dar cabida a las más vanguardistas
corrientes del techno y el sonido electrónico (jungle, ambient, eurobeat,
trance, hardcore…) en amplios tramos de su programación: el caso de Flaix
FM (“la radio dance de Catalunya”); de Radio L´Horta, en Valencia; o de la
Cadena Top, que cada semana etiqueta un tema como Lo + dance e incluye
en su fórmula un listado específico de títulos bailables, los Chart twenty.
• Artistas adultos: se incluyen aquí intérpretes y grupos como Elton John, Pink Floyd o
Supertramp, que entrarán en el eje central de la fórmula y obtendrán una mayor o
menor intensidad en función del tema elegido como single.
• Pop-rock español: hay que distinguir también entre artistas consolidados y valores
por desarrollar. Los primeros (Joaquín Sabina, Presuntos Implicados, Miguel Bosé...)
entrarán en el eje central de la programación, mientras las canciones de los
segundos son sometidas a un análisis exhaustivo antes de decidir si ‘Los 40’
apuestan o no por ellas. En caso afirmativo, también sonarán en la fórmula, después
de escoger con cuidado el tema.
• Oldies: con el fin de atraer un mayor interés por parte del público menos juvenil, se
incluirán en la programación una serie de títulos calificados como oldies, que
«El problema es que todos los directivos quieren tener muchos oyentes, y las mesetas
base de ciertos estilos, incluso de los más populares, nunca son tan amplias como se
quisiera. Si yo apostase sólo por el funky, por ejemplo, nunca superaría los 300.000
oyentes, pero si lo mezclo con el dance, entonces ya sumo casi un millón, y si añado
más estilos puedo llegar a los tres millones. Por otra parte, creo que la teoría de las
fronteras está en crisis a causa del eclecticismo musical y de los crossovers. Nosotros
tenemos un eje común de producto en 40, Dial y M-80, y con la oferta fonográfica
restante y el estilo construimos las diferencias».
Joan Puerto, director de RAC 105, sugiere una alternativa que ponen en
práctica cadenas de menor implantación territorial y audiencia, y que consiste
en apostar fuerte por artistas poco conocidos a nivel nacional e internacional
con la idea de que su futura popularidad sirva al mismo tiempo de impulso a la
radio en donde se dieron a conocer: «Aquí trabajamos el concepto de ‘artista
RAC’, es decir, gente que no suena en otras emisoras cuyo repertorio
consideramos adecuado al estilo de nuestra fórmula, y que por ello los
oyentes van a asociar con nosotros allí donde lo escuchen». De igual modo,
hay emisoras que alcanzan acuerdos puntuales con compañías discográficas
para estrenar en primicia o incluso difundir en exclusiva los nuevos
lanzamientos de su catálogo. Es una baza que, por ejemplo, juega Radio Club
25 con un sello norteamericano de música de baile de importación, o que, en
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«No basta el olfato para programar, pero tampoco son válidos únicamente los datos de
las investigaciones. Con el olfato caben deducciones falsas o erróneas, sí, pero con los
datos se pierde la aportación de la creatividad. Unos y otros son insuficientes por sí
solos, y si yo tengo que prescindir de alguno, me quedo con la creatividad, porque la
realidad tiende a confirmarla».
Dial libera del seguimiento de las listas elaboradas en Madrid a sus emisoras
en Andalucía, sur de Castilla la Mancha, Extremadura, Levante y Murcia,
regiones donde la influencia de los géneros de la tierra (sevillanas, flamenco,
coplas…) justifica que los discos negros —los de menor frecuencia de
emisión— sean distintos a los del resto del país. También 40 Principales
programa discos rojos —los de más intensidad— diferenciados para Valencia,
Galicia, Cataluña y Baleares, Andalucía, País Vasco y Aragón, en muchos casos
de intérpretes y grupos aborígenes.
103 Fue muy comentada la publicación en verano de 1997 del disco de Oasis Be here now, que
prescindió expresamente de la radio como circuito tradicional en la fase previa a su lanzamiento
comercial, y se concentró en la venta. Las tiendas de Virgin consiguieron la exclusiva, y la clientela de sus
77 locales británicos pudo, a partir de las 20’00 horas del día 22 de agosto, escuchar por primera vez las
once nuevas canciones de Oasis ¿Se vieron afectadas negativamente las ventas? Al contrario: el citado
disco se convirtió en el álbum más rápidamente comprado en la historia de Gran Bretaña, al despachar
695.761 copias durante los tres primeros días de venta en el mercado. Estrategias similares han
empleado en otras ocasiones George Michael o Prince, entre otros tantos artistas de renombre con
‘licencia’ para experimentar.
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El dato oficial sobre las ventas que en cualquiera de sus soportes alcanza
una grabación en el mercado discográfico español lo proporciona la
Asociación Fonográfica y Videográfica Española (AFYVE), que avala la
estimación real contabilizada por el gabinete de estudios ALEF.104 El número
de copias que de un single o un álbum adquieren los compradores ha sido
siempre un factor evaluado en la selección musical de las emisoras, y aunque
un “superventas” no equivale necesariamente a un disco muy radiado, lo
habitual es la interrelación de ambas circunstancias… «El dato de las ventas
engaña poco; si el disco consigue vender, su situación en la lista debe ser
proporcional al interés de las miles de personas que lo han comprado y
quieren seguir escuchándolo», reconoce Javier Pons.105 Y la realidad
demuestra cómo las ventas han introducido en ciertas fórmulas estilos e
intérpretes sin cuyo aval de mercado jamás lo hubieran conseguido. Ejemplos
recientes son Dover y Ska-P; los primeros, una formación indie semiradical que
empezó a sonar masivamente cuando Devil came to me vendió 85.000 copias,
cifra histórica para un grupo español que cantaba en inglés y funcionaba en el
circuito de rock independiente. Los segundos saltaron a la radio comercial tras
haber recorrido España pueblo a pueblo y conseguir que El vals del obrero lo
comprasen 125.000 personas sin haberlo oído antes en los medios
audiovisuales de gran cobertura.
104 ALEF realiza este cómputo en varios países para distintos organismos, y su lista está considerada en
el sector como la más fiable. Se realiza en ciudades de más de 100.000 habitantes, y los datos se extraen
de aproximadamente 200 puntos de venta. Al ordenador central del mencionado instituto están
conectados los terminales de todas las secciones de discos de hipermercados como El Corte Inglés o
Continente, así como las grandes tiendas: FNAC, Madrid Rock…
105 PONS, J.: «Las listas del éxito», en Anuario de la Música 95, El País, Madrid 1995, p. 224.
106 MANRIQUE, D. A.: «Poesía en movimiento. Extremoduro rompe los esquemas del rock español», en El
País, 6 noviembre 1996.
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canciones que son también fonotipos (discos que sonorizan una campaña
publicitaria) o el acompañamiento musical de una película. La presencia de
estos títulos repercute directamente sobre el discurso argumentativo del disc
jockey, que adquiere muchas veces tintes de anuncio subliminal.
107 El pago del ‘sobre’a las emisoras, en la persona del director o de los disc jockeys, ha sido una
práctica habitual en los primeros años de la radio musical de cada país, en tanto la falta de una
legislación específica protegiese contra ella. En Norteamérica, por ejemplo, el “sobre” fue considerado
ilegal en 1960, tras una extensa investigación del Senado que en parte estaba destinada a demostrar que
el rock’n’roll corrompía a la juventud. Todavía hoy se sigue empleando: «El sello discográfico Fonovisa
está siendo investigado por el caso más importante de soborno en Estados Unidos en los últimos doce
años. La compañía musical, como otras distribuidoras y productoras, ha estado pagando por debajo de
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la mesa durante años a las emisoras de radio para escuchar en éstas a sus artistas. Fonovisa, filial del
grupo mexicano Televisa, es una de las empresas líderes en el mercado de la música. La compañía ha
impulsado a artistas latinos en ciudades como Los Ángeles. En esta ciudad, donde las emisoras de
música latina son las más oídas, se centran ahora las investigaciones», en El Mundo, 9 julio 1998.
108 AGUINAGA, J. L.: «Lo que más suena no es lo que más se vende», en Interviú, 3-9 marzo 1998.
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«Una disputa ha estallado en la industria musical española entre la emisora de radio más
popular, Los 40 Principales, de la Cadena SER, y el único sello multinacional con el cien
por cien de capital español, Max Music, de Barcelona, especialista en recopilaciones
tipo “Caribe Mix”. Miguel Dega, el presidente de Max, alega que el director de 40
Principales, Javier Pons, no incluye sus discos en los play list de CD’s que más se
escuchan a pesar de que Max fue el segundo sello que más se gastó en publicidad en
Los 40 el año pasado –unos 83 millones de pesetas–. Dega dice que Pons y su
programación están “desfasados” y que no tienen nada que ver con la juventud
aficionada a las nuevas tendencias de dance, techno, trip hop y demás».109
través de la radio de las canciones, pero se aseguran que dicha emisión, por
propio interés de las emisoras, será mayor que sin tal aliciente; las emisoras,
además del beneficio directo que obtienen en cada “tocada”, siembran un
terreno del que luego también podrán sacar partido por su vinculación desde
el inicio con quien tal vez llegue a ser una estrella. Los acuerdos de estas
sociedades son legítimos en tanto no supongan un abuso de posición
dominante, y permiten un mejor tutelaje de los mencionados derechos.
Para finalizar esta prolija sistematización de los criterios por los cuales el
programador selecciona y pondera las canciones que suenan en su fórmula,
hay que referirse a dos tipos de factores: los jurídico-políticos y los
ideológicos. En cuanto a los primeros, se centran en la conveniencia o
imposición de programar cuotas mínimas de títulos interpretados en las
lenguas oficiales en el territorio estatal diferentes al español, es decir, catalán,
gallego y euskera. A nivel jurídico, sólo Cataluña ha regulado este aspecto
mediante una Ley de Política Lingüística de 1998 que obliga a las radios
110 Los trabajos de los artistas –Gabinete Caligari o Juan Carlos Valenciaga son algunos de ellos– y
recopilaciones que produce el Grupo Editorial Telecinco (GET) suelen ser profusamente publicitados en
Telecinco no sólo a través de los clásicos spots, sino también desde actuaciones e intervenciones en
espacios de producción propia (magazines, shows, talk shows), e incluso como banda sonora de sus
series de ficción (Al salir de clase, Periodistas…).
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«Entre las letras las hay infantilmente escatológicas, suciamente realistas y políticamente
incorrectas: Follo me on the eskai (mi sofá), Te voy a comé tor buyuyu o Sexo, furbo y
rocanró. Todas ellas quieren ser desenfadadas y divertidas, y suenan como himnos
jueveniles (…) Según su portavoz, Miguel Ángel Rodríguez, “las radiofórmulas
millonarias como Cadena 100 y Los 40 Principales no se atreven a emitir las canciones
más fuertes. Pero ya se entiende. Los niños a veces oyen la radio, y no es su línea poner
una canción que diga «me cago en el cura». Para ellas hemos hecho un homenaje, La
canción del verano, un tema comercial aposta, con estribillo fácil, distorsión a tope y
letras a mala leche, a ver si la ponen».
Aunque se insiste con frecuencia en que las letras del pop reflejan como
pocas manifestaciones artísticas la sociedad y la cultura de su tiempo, el
programador ha de valorar en todo momento si el realismo o la crudeza de
ciertas letras resulta asumible por su emisora, sobre todo cuando puede herir
la sensibilidad de una parte de la audiencia o atentar contra los principios
deontológicos de la propia empresa; así, el primer sencillo del último álbum
de Mecano, El club de los humildes, fue semicensurado en la Cadena 100 —
fórmula musical de la COPE, cuyo principal accionista es la Conferencia
Episcopal Española— al comenzar la estrofa “Dame dos hostias, y hazme ver
que estar así es un milagro que se puede compartir”. Para evitar que esa frase
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«Al fin este año todos cantamos ya tacos a los cuatro vientos y ¡en español! Y no ha sido
fácil: durante décadas hemos tenido que subyugarnos a que sólo los anglosajones
gozaran de este privilegio. Hemos tenido que aguantar que gente como Prince pudiera
cantar a una “Sexy hija de puta” o utilizara el verbo “joder” sin ningún rubor, y nosotros
mientras sin hacer uso de tan insigne privilegio. Pero al fin se acabó el yugo, al fin
gozamos de la riqueza del verbo fluido de Cela en la lírica latina (…) Mecano, nuestro
buque insignia del pop nacional, ya han pecado, ya piden “hostias” y dicen “maricón”
en sus canciones, y ¡oh, sorpresa!, nadie o casi nadie se escandaliza. Sin mencionar, si
cabe, ejemplos más sangrantes, como Molotov, que hacen del insulto un arte. Y si no,
prestadle atención a su canción “Puto”… y al resto también (…) Es un hecho, ya nadie
lo puede parar. Nuestra música es madura, ya puede decir tacos. Viva el “joder”, fuera
el “fuck”».112
111 «Pedro Díez, director general de la COPE, negó rotundamente que él, como máximo ejecutivo de la
empresa propiedad de la Conferencia Episcopal, haya ordenado de forma expresa la mutilación del
nuevo disco de Mecano: “No tengo constancia de que estemos ocultando parte de esa canción, que,
prácticamente, ni siquiera he escuchado. De todas formas, si se está tapando esa parte concreta, me
parece muy bien”, dijo. Carlos Finaly, coordinador de programas de Cadena 100, reiteró los argumentos
de Díez y justificó que “en algunas ocasiones” esa parte concreta no llegue al oyente “por la utilización
de una original fórmula publicitaria” que pasa por intercalar la cuña promocional en el transcurso de la
canción». MAROTTO, V.: «La COPE mutila en parte un tema de Mecano», en El País, 21 marzo 1998.
112 CABALLÉ, G.: «Los tacos de la madurez», en Universo Musical nº 6, septiembre-octubre 1998, p. 4.
113 Al ser interrogado sobre esta cuestión en el transcurso de un coloquio, el creador de 40 Principales y
por entonces máximo responsable de la Cadena 100, Rafael Revert, se expresó con contundencia: «Yo
soy absoluto enemigo de los boletines, lo he sido toda la vida. Lo único que me falta es que se metan los
periodistas en la FM fórmula. Además, hay miles de emisoras de radio emitiendo noticias en onda media.
Quien quiera informarse, que escuche la OM y que luego vuelva con nosotros». REVERT, R.: «La radio
musical», conferencia en el Seminario Diálogos con la radio, Facultad CC. Información, UPSA. Salamanca,
19 febrero 1993.
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del formato Adulto actual, y cada una con su propio modelo, hacen también
hueco a la información Radio Club 25, Europa FM (que, además de boletines
nacionales y locales, incluye cada hora un minuto de información europea
llamado Bruselas directo) y Cadena 100 (esta última integrándola en espacios
de entretenimiento o en boca de los propios disc jockeys).
«Para una radio musical en tanto que radio de flujo, la parrilla es el resultado de al
menos tres tipos de operaciones relativas a la programación: la definición de una
estructura por segmento horario, día de la semana y temporada, la cual responde a los
hábitos de consumo del público; la definición de un “clock”, es decir, de un módulo
horario de programación, variado según los momentos de la jornada, pero siempre
coherente con la línea editorial de la emisora; el reparto en cada segmento del día y en
los diferentes días de la semana de programas de información y de entretenimiento; por
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otro lado, una serie de dispositivos de montaje y de unión entre los diferentes trozos de
la programación (música, programas, indicativos y publicidad) debe suministrar un flujo
compacto en el que el tono y el ritmo global respondan a lo que viene predeterminado
por la selección musical».114
G) Ya sabéis que estamos en campaña “Ahorre usted palabra, señor/sra. disc jockey”.
Por tanto, como norma general, las presentaciones se ajustarán al ‘intro’ del disco,
excepto cuando sean superiores a veinte segundos. Cuando el tema no tenga
‘intro’, se usará una base instrumental para presentarlo.
H) En cada presentación se reflejará que éste es un artista que suena en 40. Cualquier
artista que suene en 40 es bueno, y, sobre todo, respetable. Y como tal debe ser
presentado. Lo que no es bueno para nuestra audiencia no está incluido en nuestra
programación.
J) Como dice uno de nuestros jingles, “somos la radio más joven y más feliz”. Los 40
Principales tienen la obligación (muy agradable, por cierto) de alegrarle la vida al
personal, así que hay que mostrar entusiasmo, presentar con alegría, guardar
nuestro estado de ánimo en el bolsillo. Un disc jockey de 40 en antena nunca está
triste, ni agobiado, ni enfadado, ni nervioso... Mucho menos debéis comentar a la
audiencia vuestros problemas, sean personales (salud, sueño, despistes, problemas
sentimentales...) o profesionales (“falla el ordenador”, “no encuentro el disco”, “me
he equivocado de tema”...). El oyente no tiene la culpa de vuestros problemas.
K) Una cosa es tener entusiasmo, comunicar alegría a los oyentes, y otra convertir el
estudio en un mercado de verduras o en El precio justo. No le gritéis al oyente: el
micro y las ondas se inventaron para que no sea necesario que machaquéis vuestra
voz. Evitaremos muchas afonías y, además, los oyentes agradecerán que no les
vendáis los discos, sino que se los presentéis.
mundo es feliz, no todos están contentos. Deberán evitarse los tonos chillones: el
DJ de 40 no ha de ser considerado como un locutor gritón.
P) El tono de los locutores debe ser alegre, sin estridencias, sin excederse en la
palabra y sin pisar, bajo ningún concepto, la canción que suena en ese momento.
No es necesario agotar las ‘intros’. Debemos ser claros y concisos, concentrando al
máximo los tramos de palabra para no agotar al oyente. En algunos casos es incluso
aconsejable llegar a fundir dos canciones (por ejemplo, presentando el verde y
despidiendo el azul). En el caso de que el tema arranque sin introducción musical, el
locutor deberá despedirlo o presentarlo sobre un indicativo instrumental
confeccionado para la Cadena. En cuanto a los jingles, lo ideal es radiarlos cada dos
o tres canciones.116
115 Extraído de las Normas de estilo 92/93 y 96/97 de la Cadena 40 Principales. Documentos de
régimen interno.
116 Extraído de las Normas de estilo 97/98 de la Cadena Dial. Documento de régimen interno.
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consecutivos. Por su propia naturaleza, las radios Top 40 exageran mucho más
la locución y la intensidad de las presentaciones, de las que no suele escapar
ningún disco, y en donde se reitera verbalmente o mediante un jingle el
nombre de la emisora. Y en un punto intermedio cabría situar a las estaciones
basadas en la Música autóctona, que en todo caso parecen las menos
regulares en la aplicación de convenciones sobre la locución y presentación de
los locutores. En cuanto a los argumentos a los que recurre el disc jockey para
introducir o despedir los discos, se suelen adecuar en la mayoría de ocasiones
al siguiente repertorio:
LOCUTORA [sobre el final del disco] «Un artista que nació en el año 1941 en el seno de
una familia modesta de comerciantes judíos: el señor Bob Dylan, que cedió
esta canción a Billy Joel para que la incluyera en su álbum de grandes
éxitos, a pesar de que él la ha incluido en su álbum Time out of mind, Make
you feel my love».
LOCUTORA «Tiempo para recordar uno de los grandes éxitos de Camilo Sesto, dentro
de su álbum recopilatorio Camilo Superstar, El amor de mi vida».
5) Información de actualidad:
LOCUTORA «Triste noticia: la banda terrorista ETA asesinó pasadas la una de esta
madrugada en la calle de don Raimundo de Sevilla al concejal del PP en
esta ciudad Alberto Jiménez Becerril de un tiro en la nuca, y a su esposa
Ascensión García de un tiro en la frente, ambos de 37 años de edad. Dejan
tres hijos; la mayor de los tres niños tiene tan sólo 9 añitos. Ponemos esta
canción pues porque por enésima vez vamos a tener que salir a la calle a
gritar a todos esos cretinos que hacen este tipo de barrabasadas ‘¡basta
ya!’. Alberto y Emilia: Manos abiertas.
LOCUTOR «Atención, porque tenemos buenas noticias, buenas noticias de gente que
corre, y ¡cómo corre!... [suena efecto del motor de un coche a gran
velocidad] Bueno, éstos son ‘fórmula uno’, yo quería haber puesto los
coches de rally, pero bueno. ¿Cuáles son las buenas noticias? Es que el
español Carlos Sáinz es el nuevo líder del Rally de Montecarlo. Sí, sí,
bueno, ha sido por el abandono, por un accidente del finlandés Tony
Mackinen».
«¡Qué maravilla! Bienvenidos al amanecer en ‘Los 40’. El sonido de NPG, pero esa
versión superfeelínica para que lo disfrutes con funky sound is all around, funky sound is
all around, boguie jockey Fernandisco, con funky sound is all around, yeaahh, he, heey...
‘Los 40’ contigo; desde luego... desde luego quiero... quiero decir una cosa, quiero
marcar un poco de paquetillo, no yo, el equipo dance de la Cadena 40 que descubrió
esta canción y que ya... va a ser número uno de superventas en todo el país...» 117
musicalmente, y, sobre todo, musicalmente. Por eso les obligo a que lean los periódicos
y se enteren de lo que pasa en el mundo para que, cuando se pongan delante del
micrófono, puedan comentar algo que les ha llamado la atención. La preparación
musical la llevamos a cabo a base de todas las revistas posibles o de noticias que yo
mismo traigo de Estados Unidos o Gran Bretaña. También hacemos muchas entrevistas
y programas especiales, transmitimos conciertos, etc...»
118 CARRILLO, S.: «Un año de industria. Los hermanos Marx no lo harían mejor», en LÓPEZ, C. (ed.): Un año
de rock ’91. Luca Editorial, Madrid 1991, p. 124.
119 Sirva como anecdótica prueba la plantilla de la Cadena 100 en Zamora durante la temporada
1994/95, formada por un estudiante de electrónica de 18 años y una aspirante a modelo de 17. Ambos
probaban por vez primera el mundo de la radio tras resultar elegidos “chicos 100” en un concurso
celebrado en una céntrica discoteca de la capital.
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120 BALSEBRE, A.: «Música desde la radio: La educación del gusto musical», conferencia en el Curso
Música y radio, XV Cursos de Verano, San Sebastián, 27 agosto 1996.
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discos (desde un juke box con cabida de hasta 500 CD’s) o bien que se
intercalen presentaciones, cuñas e indicativos de la cadena. El salto cualitativo
de esta tecnología sobre anteriores avances que en su día supusieron una
revolución en muchos procesos radiofónicos (la emisión vía satélite, los TCM’s
para desconexiones territoriales automatizadas, la reproducción digitalizada de
los materiales...) conduce inevitablemente al replanteamiento del discurso
tradicional de esta especialización radiofónica, máxime cuando la
diversificación de los canales (junto a la recepción analógica hertziana es
posible acceder ya a contenidos de audio musicales vía cable, mediante
antena parabólica, a través de Internet y por radio digital) permite vislumbrar
incluso la comercialización de targets… ¡individuales!
EPÍLOGO
aquellas que nos parecen más significativas para definir como puede ser la
radio musical en el entorno digital:
Bibliografía
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