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Los recién llegados a nuestro programa suelen venir llenos de preguntas. Este
es un intento de contestar a algunas de ellas y de hacerte partícipe de
nuestra solución.
SA no es ni una terapia de sexo ni una terapia de grupo. Son los miembros los
que dirigen la reunión recurriendo a los modelos de reuniones de que
disponemos. No hay profesionales a cargo de las reuniones de SA.
Sean cuales sean los problemas con los que llegamos a SA, disponemos de
una solución común—la práctica con otros sexólicos de los doce pasos y las
doce tradiciones de la recuperación cuyo fundamento es la sobriedad
sexual—.
¿Es SA un programa de autoayuda?
Cualquier persona que piense que tiene un problema con la lujuria o adicción
al sexo puede asistir a las reuniones cerradas de SA y puede considerarse
miembro si manifiesta que desea liberarse de la lujuria y alcanzar la
sobriedad sexual, según la definición de sobriedad de SA.
Nuestra experiencia colectiva nos enseña que la sobriedad sexual nos libera
de la necesidad compulsiva de tener relaciones sexuales. Tratamos de
colocar el instinto por la intimidad sexual en el lugar que le corresponde, esto
es, para la reproducción y para establecer vínculos sanos con nuestro
cónyuge. Cuando renunciamos a la lujuria y a los estímulos sexuales,
desaparece la necesidad obsesiva de sexo.
SA es para las personas que han perdido el control en esta parte de sus vidas.
Venimos a SA porque no podemos parar, independientemente de cuáles
sean nuestras prácticas sexuales adictivas específicas. Hemos perdido la
capacidad de parar.
Examínate a ti mismo:
Pornografía en Internet
Para liberarnos de todo esto, nos dimos cuenta de que necesitamos un poder
superior a nosotros mismos y además más poderoso que nuestra droga. A
través del programa de Sexólicos Anónimos, hemos encontrado este poder
superior y la recuperación comenzó. En esta Web puedes leer historias de
miembros* de SA que comparten su experiencia; lo que funciona para
nosotros para superar nuestra adicción a los chat y pornografía de Internet.
Estamos agradecidos, recuperándonos de la adicción al sexo, estando
sexualmente sobrios y creciendo en recuperación de día en día.
Aunque la idea de que el sexo pueda ser adictivo resulte nueva para muchos,
hoy sabemos, cada vez con más certeza, que el sexo es uno de los muchos
instrumentos que la gente usa para aliviar el aislamiento, la apatía y la
tensión; para solucionar los conflictos, conseguir poder y encontrar una vía
de escape; o para adquirir una seguridad emocional o espiritual falsa.
Así, para los sexólicos, cualquier forma de relación sexual consigo mismo o
con personas distintas a su cónyuge es progresivamente adictiva y
destructiva. También somos conscientes de que la lujuria es la fuerza
impulsora de nuestros comportamientos sexuales y que la verdadera
sobriedad incluye la victoria progresiva sobre la misma. Llegamos a estas
conclusiones a través de nuestras experiencias y del proceso de
recuperación; no tenemos otra opción. Pero reconocemos que aceptar esta
realidad es la clave para una libertad feliz y gozosa que no podríamos
conocer de ninguna otra forma.
Esto debiera desanimar a muchos de los que nos visitan que admiten ser
víctimas de la obsesión y compulsión sexual, pero que lo que en el fondo
quieren es controlarla y disfrutarla, del mismo modo que a los alcohólicos les
gustaría recuperar el control y disfrutar la bebida. Hasta que llegamos a la
desesperación, hasta que quisimos parar de verdad pero vimos que no
éramos capaces, no pudimos tomar en serio este programa de recuperación.
SA es para los que no tienen más opción que parar y es su propio interés
personal el que debe convencerles de ello.
Está compulsión es algo muy extendido y sin embargo no sale mucho a la luz,
porque tener adicción al sexo conlleva muchos prejuicios sociales, y también
porque a la mayoría de las personas que lo son les gustaría librase de la
lujuria por sí mismos. Lo que empezó como un juego placentero, con el
tiempo nos fue llevando a la necesidad de más y más, en cuanto a tiempo y
cantidad de consumo de sexo.
¿Qué es la Lujuria?
¿Por qué hablamos en SA de Lujuria y no solo de Adicción al Sexo?
Un Punto de Vista Personal
La Lujuria es…
La lujuria mata
La lujuria es la cosa más importante de mi vida, es más importante que
yo.
Esclavo de la lujuria, me es imposible ser yo mismo.
La lujuria me esclaviza, mata la libertad, me mata a mí.
La lujuria siempre quiere más, la lujuria produce más lujuria.
La lujuria es celosa, quiere poseerme.
La lujuria hace que me obsesione conmigo mismo, hace que me
encierre dentro de mí.
La lujuria hace que el sexo sea imposible sin ella
La lujuria destruye la capacidad de amar, mata al amor.
La lujuria elimina la capacidad de recibir amor; me mata a mí.
La lujuria genera sentimientos de culpa y la culpa hay que expiarla.
La lujuria hace que parte de mí desee la muerte, porque no puedo
soportar lo que me hago a mí mismo y carezco de fuerzas para evitarlo.
La lujuria me destruye a mí y a los que me rodean.
La lujuria mata al espíritu; mi espíritu soy yo, ¡la lujuria me mata!
¡Recuerda que ya no estás solo! Hay muchas otras personas que tienen tu
mismo problema pero están recuperándose y te están esperando para
ayudarte a caminar por esa senda. Nunca más tienes por qué estar solo.