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Sin duda uno de los interrogantes del ingresante a la facultad de derecho se relaciona
con las materias que debe cursar durante el primer año de estudios. Entre ellas, en
particular, Teorías Económicas resuena como muy lejana a la ciencia jurídica. Pero
también otras disciplinas, como lógica, o historia del pensamiento filosófico, o teoría del
Estado, pueden calificarse como estudios humanistas pero aún lejos de la ciencia jurídica.
Un poco más cercanos aunque ciertamente indirectos, parecen los estudios de teoría del
pensamiento político y jurídico o teoría del derecho y la justicia.
El objetivo en esta primera etapa de la carrera, parece ser el estudio de teorías de ciertas
ciencias sociales con proximidad al Derecho, como necesaria introducción para forjar con
eficacia el conocimiento de los profesionales de las ciencias jurídicas que la universidad
forma.-
Como sabemos, la palabra “teoría” proviene del griego, y significa mirar, observar,
contemplar e incluso considerar. Cuando mencionamos la palabra “teoría”, nos viene a la
mente una especie de contraposición o antagonismo con el vocablo “práctica” o “acción”.
Aún hoy se debate el problema de la relación, (sea como contraposición, equilibrio o
armonía ) entre teoría y práctica, y teoría y acción; otorgándose a la teoría el sentido muy
general de conocimiento, en particular de conocimiento objetivo. ( Ver Ferrater Mora J.
Diccionario de Filosofía p. 3474/78 y 3305-3313)– ed. Ariel S.A. Barcelona – 2001
Queda claro que aún antes de que existieran teorizaciones sobre la actividad económica
había economía, y antes del establecimiento de un orden jurídico tal como lo conocimos
desde la antigüedad, existieron regímenes normativos a través del cual se expresó el
Poder, y en función al cual los hombres adoptaron su conducta social.-
Esto de ningún modo significa que economía y derecho sean una misma ciencia.
Economía es la ciencia social que estudia las relaciones sociales vinculadas con los
procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios,
entendidos estos como medios de satisfacción de necesidades humanas individuales y
colectivas de la sociedad.
El Derecho, en relación a la economía, es la ciencia social que regula mediante la norma
jurídica esas relaciones y esos procesos, validando los mismos y confiriendo a quienes
son parte de éstos procesos, derechos y obligaciones. Esto es parte del objeto del
Derecho.
El vínculo entre ambas ramas del conocimiento se hará más estrecho cuando más
importantes y necesarios sean los intercambios económicos. Por cierto, en el marco de
una sociedad o comunidad primitiva, las complejidades originadas en el “poder” político,
social, religioso, étnico o de clanes, son de mayor magnitud que las que resultan de su
sistema económico; particularmente, si la producción e intercambio de bienes es limitada
a unos pocos productos, la propiedad es comunal, o el autoabastecimiento es la base de
la subsistencia.
Al decir de Roll, “las ideas sobre la producción de bienes que sustentaba el hombre
primitivo, parecen destinadas a proporcionar alguna explicación sobre los cambios de
estación, la fertilidad de la tierra, la costumbre de los animales y la influencia de todo ello
sobre la habilidad para satisfacer las necesidades humanas. No se presentaban
problemas específicamente económicos, que requiriesen una explicación especial. El
proceso se determinaba por una técnica de producción simple, con propiedad comunal,
en la que existe división del trabajo incipiente, y un limitado intercambio individual de
bienes. No es necesario en consecuencia ninguna teoría social o económica
complicada.”
En la originaria sociedad capitalista, donde la primacía está dada por las libertades
individuales, la relación de trabajo parte del individualismo más atroz, rigiendo
exclusivamente la ley de la oferta y la demanda, tanto para la provisión de trabajo, como
para su remuneración. Desde ese origen, evoluciona hacia el régimen protectivo de la
relación laboral como uno de los elementos preponderantes en la sociedad actual.
También entonces el hecho económico sigue un curso similar (alguien produce para
alguien), pero la sociedad interviene activamente en aspectos directos, indirectos e
incluso remotos de la relación de trabajo. p. ej. Salario mínimo, horas de trabajo,
protección de la familia, jubilación, etc., con lo cual el hecho económico de producir,
queda totalmente signado por el efecto del mundo jurídico, que lo signa, lo condiciona en
cada uno de sus aspectos.-
Para decirlo en otras palabras, las leyes corren detrás de los nuevos hechos económicos
o sus variaciones técnicas, o los hechos económicos se adaptan para un correcto
funcionamiento, a las nuevas instituciones políticas que establece un nuevo derecho.-
Lo cierto es que podemos ver entonces claramente que el estudio de la ciencia jurídica,
se compenetra con los hechos económicos, y cada vez que el profesional de la ciencia
jurídica se encuentre asesorando un empresario, redactando una ley, o dictando una
sentencia, sin duda que estará afectando “derechos y obligaciones”, directa o
indirectamente involucrados con hechos económicos.-
Los problemas económicos en la antigüedad
Así, tal como lo indica Roll, la lucha entre la sociedad tribal, con su propiedad comunal y
su actividad económica primitiva, está reflejada en el antiguo testamento, y en las
recopilaciones de leyes e interpretaciones que constituyen el antiguo pensamiento
hebreo.
La división del trabajo se acentúa con el progreso de las técnicas productivas, y con las
necesidades y requerimientos de una sociedad mas compleja, y una clase gobernante
mas dispendiosa.
Quizá el punto saliente del período antiguo, resulta la comprobación y evidencia de que
junto a la estructuración de comunidades basadas en jerarquías tribales, se asienta el
concepto del “derecho de propiedad”, y el concepto de “patrimonio”, referido a inmuebles,
hacienda, ganado, esclavos, y aprovechamiento de las tierras fértiles, las que aún cuando
se mantuvieran en régimen comunitario, sirvieron los intereses de quienes ejercían el
poder político y religioso para asegurar su dominio tribal.-
Aún cuando las recurrentes rebeldías alteraban la composición de los grupos de poder, el
desarrollo del concepto de la producción era tan primitivo, que el orden social se
desenvolvió sin la menor percepción sobre conceptos tales como capital, trabajo,
propiedad, valor, precio, renta, utilidad, u otros conceptos que habrían de esperar siglos
para que los grandes pensadores se preguntaran sobre ellos.
Es verdad que las más antiguas conformaciones sociales mencionadas en los libros
sagrados poseían algunos principios o elementos que aún hoy observamos en la
sociedad, tales como la propiedad privada, la moneda, un régimen incipiente de división
del trabajo, y de distribución del producto. Sin embargo ello por sí mismo no admite una
pretendida teorización del pensamiento económico, que distaba muchísimo de ser
trascendente para los antiguos.[3]
A nuestro juicio sin embargo, lo que realmente importa de las raíces que aporta la
antigüedad, no es la doctrina precisamente, sino la evolución de la propiedad de la tierra,
(casi el exclusivo bien apreciado en estas sociedades, y la propiedad y modo de
distribución de aquello que la tierra brindaba o alimentaba para satisfacer las necesidades
comunitarias (granos o animales).[4]
Grecia. Roma
Grecia constituye la primera civilización antigua organizada bajo una concepción “política-
analítica”. Con esta expresión nos referimos no a una estructura de poder emergente de
luchas, tradiciones, o transacciones entre los poderosos, sino al pensamiento racional de
una comunidad políticamente organizada.
El período histórico-heroico de Grecia, está embebido de mitos de difícil distinción con las
meras leyendas, al parecer, y de acuerdo con la Constitución de Teseo, ya desde aquella
época estaba muy avanzada la decadencia de la organización tribal. Existía la propiedad
privada de la tierra, la división del trabajo, y el uso del dinero. Los lazos tribales fueron
reemplazados por una sociedad rigurosamente dividida en clases y gobernada por una
aristocracia de terratenientes. Las formas democráticas de gobierno que habían
subsistido desde los tiempos mas antiguos, como la asamblea popular, perdieron su
significado en las ciudades. El verdadero poder se concentraba en manos de los
propietarios de la tierra , y se ejercía en la polis conforme la pertenencia social y la
condición de propietario.
Los pensadores, intentaron elaborar conceptos inmutables. Todos ellos relacionados a la
complejidad de los vínculos entre los seres humanos viviendo en comunidad, y aún los
vínculos con aquellos seres que no pertenecieran a dicha comunidad. La huella indeleble
de los filósofos griegos en la cultura occidental se asienta precisamente en eso. Los
hombres no han de convivir según el mero devenir de las circunstancias. Los hombres
son capaces de elaborar una idea acerca de la organización política de la comunidad, y
llevarla a cabo. Esta organización no se basa en meras relaciones de fuerza
circunstanciales, sino en conceptos preestablecidos, y fines considerados un “bien
superior”.-
Desde luego, la “economía”, distaba mucho de ser un elemento esencial del tejido social.
El abastecimiento de la comunidad, el intercambio de productos con otros pueblos o
comunidades, y en menor medida aún el intercambio interno de la comunidad, carecía de
la relevancia necesaria para un estudio sobre el fenómeno económico, y mucho menos
para la elaboración de teorías relacionadas con la producción, precio, renta etc.
Sin embargo, una actividad cuya significación resulta netamente económica, tal como el
comercio, requirió alguna atención mayor de los filósofos griegos, quizá
fundamentalmente porque la relación entre pueblos diversos, con intereses distintos, pero
con mutuo requerimiento de sus riquezas naturales, eran muy difíciles de
encasillar dentro del sistema ideal de república esquematizado por los pensadores de la
época. Podían teorizar sobre el rol de sus súbditos, dictaminar respecto de los
gobernantes, y definir la personalidad de sus jueces; pero encasillar al extranjero, que
ofrece su producción, y desea el excedente de la ajena, pero que ningún otro vínculo
pretende establecer, resultó en aquellos tiempos una variable difícil de introducir y
controlar en un esquema que supuestamente estaba destinado a una eterna duración en
pos del bien común.-
Aristóteles
Como discípulo de Platón, el estagirita, concibió una formidable evolución de las teorías
políticas, que mudaron su base clasista, a una formidable concepción de la democracia
como modelo político. Es importante para nosotros distinguir la enorme diferencia que
supone otorgar al sector de los gobernados la mera función de facilitar la noble actividad
de los gobernantes, (postura que podemos observar en Platón), de la concepción
aristotélica que obligaba a considerar la actividad de todas las clases y sectores sociales,
haciéndose cargo de un análisis más pormenorizado de los aportes que intercambiaban
entre ellos.
El régimen aristocrático
A finales del siglo X, las cuatro tribus jonias asentadas en el ática se habían distribuido
todo el territorio y cada una se hallaba establecida en una parte del mismo. Formaban una
especie de confederación con sede central en la mayor de las doce ciudadelas. La
acrópolis de Atenas.
En esta época, el suelo estaba ya repartido y era propiedad privada. La producción
mercantil y el comercio marítimo se habían desarrollado en el mar Egeo, arrebatándole
primacía a los Fenicios.
La constitución de Teseo
La tradición atribuye al mítico rey Teseo, la unificación del Atica. Este proceso debió
ocurrir entre los siglos IX y VIII, y desemboco en la división de la sociedad en clases.
Eupátridas, geomoros y demiurgos; es decir, nobleza, campesinos y artesanos. No era
otra cosa que el reconocimiento de una sociedad que ya se había dividido en clases en
razón de su patrimonio y su actividad socio económica. La nueva constitución reservaba
el ejercicio de los cargos públicos a la nobleza. Los extranjeros, al no pertenecer a ningún
“genos”, quedaron excluidos de los derechos políticos, y aunque eran libres, no gozaban
de todos los derechos civiles.
Un cambio fundamental, que se relaciona con el proceso de evolución económico. (la
importancia del patrimonio con relación a la persona), fue que al desplazamiento y mezcla
de los miembros de la Gene, Fratrias y tribus, siguió una legislación que centralizaba los
derechos y la protección jurídica del ciudadano en relación a su lugar de residencia y no a
sus orígenes familiares. A finales del siglo VII y como consecuencia de la lucha entre el
Demos y la aristocracia, se da un nuevo paso en la organización jurídica del estado y se
procede a la codificación del derecho vigente.
Según Aristóteles, se trató de una compilación de las normas conservadas por la tradición
oral. Pero de hecho, la escritura conforma un límite, ya que solo puede aplicarse lo que la
ley expresa, y toda cuestión no establecida queda excluida de los poderes de la autoridad,
que hasta ese momento empleaban el derecho consuetudinario en función de sus
intereses.
A pesar de la ventaja que representó para el Demos la ley escrita, las diferencias de clase
no desaparecieron, por el contrario se profundizaron, y las diferencias entre los eupátridas
ricos y el demos empobrecido se agudizaron a comienzos del siglo VI.
La constitución de Solón
El régimen establecido por Solón tuvo dos enemigos. Los eupátridas, que vieron
menguadas sus potestades políticas y preeminencia económica, y los pequeños
campesinos e indigentes que se sintieron no beneficiados por las reformas. Ello derivó en
luchas por una nueva reforma, que habría de terminar poco tiempo después en la tiranía.-
Relata Aristóteles que aparecieron tres partidos, los pediakoi o pedieis, que
representaban a los eupátridas, y formaban el partido aristocrático representado por
Licurgo. Estos defendían el retorno al antiguo régimen; el partido de los paralioi, que eran
de la región marítima y representaban los intereses mercantiles e industriales del litoral, y
no querían ir mas allá de las reformas ya establecidas; y el partido de los diacrios o
pequeños campesinos, que pretendían una nueva redistribución de tierras que los
alcanzase mas favorablemente. Estaba este último dirigido por Pisistrato. La revuelta
política puso al frente a éste último, quien estableció la tiranía, y repartió tierras a los
diacrios en Salamina.-
La tiranía de Pisistrato duró hasta su muerte en el año 527 a.c. Según Struve, Pisistrato
no se propuso grandes reformas ni promulgar nuevas leyes. Por el contrario hizo cumplir
las normas y funcionar las instituciones pero todas las elecciones de funcionarios recaían
en sus seguidores. El gobierno se destacó por la derrota total de la clase aristocrática, a
muchos de los cuales expropió y desterró. Fueron éstas las únicas tierras que repartió
fuera de las de conquista. Introdujo un sistema de crédito estatal que facilitaba a los
campesinos la compra de semillas y herramientas agrícolas. Estableció un impuesto
proporcional, -el diezmo-, sobre los ingresos. Para favorecer el desarrollo de la artesanía
y el comercio, se equipó a Atenas con una gran flota. Se llevó a cabo un gran plan de
obras públicas y Atenas se convirtió en un gran centro mercantil, artesanal y cultural.
La muerte de Pisistrato debilitó la tiranía, la abundancia solo podía sostenerse con altos
tributos a los campesinos, lo que provocó el descontento, que sumado al avance de los
Persas en Asia Menor y Egipto incitaron a la nobleza a rebelarse.
El restablecimiento de la aristocracia fue mas violento que la abundancia y el desarrollo
en la época de Pisistrato. Isagoras, apoyado por Esparta expulsó de Atenas cientos de
familias e intentó suprimir las instituciones de las que participaba la plebe. Esto provocó
la rebelión de los demos, que lograron desalojar a Isagoras.
Clístenes.- La Isonomía
Sobrevino entonces el período de la isonomía. La igualdad personal y política. Este
período fue llevado adelante por Clístenes, quien amplió los derechos de los demos frente
a la oligarquía para lo cual reforzó las instituciones de carácter popular como el consejo y
debilitó las de carácter aristocrático como el arcontado. El pueblo tuvo sus propias
autoridades y autonomía de sus ciudades o aldeas. La base de la reforma se sostuvo en
profundizar el carácter territorial de cada ámbito político, suprimiendo la primacía del
“genos”. Es decir, los derechos se ejercían no por la familia de origen sino por el lugar del
nacimiento, con lo cual sin distinción los ciudadanos podían ejercer cargos administrativos
en su jurisdicción.-
La Asamblea del Pueblo (Ekklesia), integrada por todos los ciudadanos fue en adelante el
poder supremo de la sociedad. Ejercía control sobre los otros poderes y se reunía tres
veces al mes. Cuando hablamos de la democracia griega, lo importante es revisar la
evolución que hemos descrito, para advertir de que modo arribamos a un proceso
participativo de carácter políticamente igualitario.-
Las reformas de Clístenes cierran el período de conmociones sociales y políticas que
sacudieron el Atica durante cien años para terminar en la formación de las clases sociales
y el Estado.
El siglo de Pericles
ROMA.-
http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_romano#Econom.C3.ADa
La economía del Imperio Romano era la propia de un imperio esclavista; los esclavos
trabajaban obviamente de forma gratuita, lo cual producía una enorme riqueza. Las
diferentes ciudades y provincias estaban conectadas por una red de comunicaciones, vías
y puertos, que fomentaban el comercio notablemente.
Aunque la vida se centraba en las ciudades, la mayoría de los habitantes vivían en el
campo con un buen nivel, donde cultivaban la tierra y cuidaban el ganado. Los cultivos
más importantes eran el trigo, la viña y los olivos, también árboles frutales, hortalizas,
legumbres y lino. Los romanos mejoraron las técnicas agrícolas introduciendo el arado
romano, molinos más eficaces, como el grano, el prensado de aceite, técnicas de regadío
y el uso de abono.
Desde el punto de vista económico, la base agrícola varía bastante según las zonas.
La sociedad romana original (comienzos de la República) se configura de dos clases
sociales que tenían la ciudadanía romana: una aristocracia de propietarios (patricii,
patricios) y una clase popular que luchaba por conseguir derechos (plebs, plebeyos).
Como ya se ha dicho anteriormente, la economía estaba basada en el sistema de
producción esclavista, donde la mayoría de los esclavos eran prisioneros de guerra.
Existían mercados de esclavos donde se comerciaba con ellos como si fuesen simples
mercancías.
Así pues la sociedad romana en sus orígenes estaba dividida en:
• Patricios: eran la clase dominante que poseía todos los privilegios tanto fiscales, como
judiciales, políticos y también culturales.
• Plebeyos: eran el pueblo que no gozaba de todos los derechos ni privilegios.
• Esclavos: no tenían derechos y eran posesión de sus amos. El esclavismo era toda una
institución social en Roma. No fue un esclavismo de raza, como sí lo sería siglos después.
En Roma cualquiera podía ser esclavo; la fuente de esclavos provenía sobre todo de
pueblos conquistados, pero también de delincuentes u otra gente que fuera degradada a
esa clase social por algún motivo. En realidad el esclavismo no era más que la clase
social más baja. Y como toda clase, también era posible ascender a veces comprando la
propia libertad, o simplemente por el deseo expreso del amo que se formalizaba con el
acto de manumisión, un privilegio exclusivo de todo propietario que convertía al esclavo
en liberto (esclavo liberado).
Al evolucionar la República y convertirse en Imperio, esta sociedad evolucionó con ella
dando origen a nuevos grupos o transformando otros. Ya hacia finales del siglo IV a.C se
había formado la clase de los optimates(o aristocracia patricio-plebeya), resultado de la
fusión de los antiguos patricios con los plebeyos más ricos.
En la medida que Roma entró en el gran circuito económico del Mediterráneo se
desarrolló la clase de los caballeros (u orden ecuestre), dedicada a los negocios
(empresarios mineros, grandes comerciantes, prestamistas, etc).
Por su parte, la antigua clase media campesina, propietaria de tierras en Italia, se arruinó
con las guerras y con la competencia de los latifundios y los productos agrícolas a bajo
precio venidos de las provincias. Los campesinos pobres que la formaban emigraron a
Roma y a las grandes ciudades de Italia, transformándose en el proletariado romano, una
masa ociosa y llena de vicios, cuyos integrantes solían engrosar la clientela de los
políticos profesionales y a quienes vendían sus votos. El proletariado fue sostenido por el
aporte económico de sus patrones y, durante el Imperio, por las arcas fiscales y los
recursos de los emperadores
LA EDAD MEDIA
Tampoco la edad media desconoció las prácticas comerciales y los hechos económicos
que ya hemos descripto. Aún cuando el régimen de abastecimiento de los miembros de
una sociedad eran precarios y más bien limitados a unos pocos productos de los que no
podrían proveerse, el intercambio estuvo presente, al igual que la moneda como medio de
pago, y el régimen de propiedad como respaldo del sistema.
Quizá la diferencia más notable que observamos respecto de los regímenes antiguos, es
que mientras los griegos juzgaron las prácticas económicas a la luz de elaboraciones
filosóficas que pretendían encontrar una sociedad ideal, los romanos menospreciaron
analizar estas prácticas en tanto la conquista y la guerra eran suficiente justificación para
el funcionamiento del Estado, y de las sociedades sometidas; por su parte, en la edad
media las prácticas económicas debían atravesar el tamiz de la doctrina religiosa. Este
punto de vista, menospreció el ejercicio del comercio, el uso de la moneda como medio
para obtener recursos (es decir el cobro de interés o usura), relegando la primera a su
mínima expresión y prohibiendo en forma estricta la segunda.-
Eric Roll refiere a los principales aspectos vinculados a este tiempo destacando que lo
esencial de la época fue la acentuada división en clases sociales (señores y siervos),
también alude y con razón destaca el acentuado concepto del Derecho de Propiedad,
sobre el cual sus titulares ejercían no solo dominio de carácter económico como el que
ahora conocemos, sino político, ejercían la justicia, y los siervos que habitaban sus
latifundios pasaban a los herederos ya que pertenecían a las tierras. No solo estaban
obligados a trabajar las tierras del señor (ya sea por una porción del producto como
recompensa sino que también debían armarse y defender a su señor, en sus disputas
territoriales o políticas, e incluso en sus incursiones de conquista de nuevas parcelas o
dominios.
En ese marco, y habida cuenta de la distancia entre la nobleza y los siervos, la iglesia
tuvo que establecer en muchos casos una concepción ambivalente según a quien
estuviera destinada la regla moral.(nota) Así, la iglesia pudo condenar algunas veces las
prácticas económicas que aumentaban la desigualdad mientras que en otras situaciones
predicaba la indiferencia hacia las miserias de éste mundo). E.R.
Para Santo Tomás el comercio era un mal inevitable en un mundo imperfecto. Era
necesario un justificativo para el ejercicio del comercio, y por ende fue admitido como
medio para sustentar la familia del comerciante y siempre que beneficiara al país. En
busca del límite a la ganancias, se elaboró la teoría del “precio justo”, para lo cual una vez
mas Sto. Tomás se inspiró en Aristoteles, diferenciando valor de uso y valor de cambio.
La teoría del “precio justo”, no era fácil de explicar, lo había intentado ya Alberto Magno
desarrollando las ideas de Aristoteles, concluyendo que deben cambiarse productos que
tengan igual trabajo para producirlos e igual gasto. Para Santo Tomás, el costo de
producción incluía la ganancia del productor, que estaba determinada en forma ética por
el principio de justicia (lo que fuera necesario para mantener a su familia).
Por su parte el derecho civil, en su contenido romanista, parecía contradecir las opiniones
religiosas, liberando al propietario a obtener por sus bienes lo que pudiera obtener
libremente.
Apertura de inmensos mercados. Por Lisboa y Sevilla afluyen a Europa toda clase de
productos coloniales que van a transformar la economía europea, su alimentación y sus
hábitos. El maíz, Ia
papa, el tabaco, las especias tan buscadas y, sobre todo, el oro y la plata. A la penuria
de alimentos y de metales preciosos en Europa se sucede la abundancia. Las especias y
toda otra clase de productos asiáticos inundan los mercados de Europa. América y Asia
ofrecen inmensos mercados a los productos europeos.
Afluencia de metales preciosos. De 1450 a 1550, los portugueses drenan hacia su patria
todo el oro africano del Sudán y de Etiopía. Pero la gran afluencia de metales preciosos
se debe a la explotación de las minas de América española.
MERCANTILISMO: tendencia de la economía política burguesa y de la política económica
de los estados en la época de la acumulación originaria del capital (siglos XV-XVIII);
reflejaba los intereses del capital comercial cuando éste todavía se hallaba unido al capital
industrial. Los mercantilistas consideraban que la ganancia se crea en la esfera de la
circulación y que la riqueza de las naciones se cifra en el dinero. De ahí que la política
mercantilista tendiera a atraer al país la mayor cantidad posible de oro y plata. Los
primeros mercantilistas (Stafford y otros) insistían en que se prohibiera toda exportación
de dinero del país. Lo que ellos se proponían era acumular dinero en el país por todos los
medios, exportando mercancías al mercado exterior. Con el crecimiento de las formas
capitalistas de economía y la ampliación del comercio exterior, se hizo cada vez más
evidente la inconsistencia de la política que veía su objetivo en retener el dinero de la
circulación. Frente a la política de la balanza monetaria activa, se presentó la política de la
balanza comercial. Sus partidarios eran mercantilistas posteriores (T. Mun, A. Serra y
otros). Según ellos, el Estado ha de poseer un tramo activo en la balanza comercial, la
importación de mercancías no debe superar a la exportación. Para que así fueses se
estimulaba el desarrollo de la industria que producía para exportar. El mercantilismo
consideraba que la fuente de la riqueza radica en el comercio exterior, y como quiera que
eran los artesanos quienes suministraban las mercancías que se exportaban, se negaba a
la conclusión de que era indispensable fomentar la producción artesanal. La producción
capitalista estaba en sus comienzos y las ideas de los mercantilistas se hallaban
condicionadas por el nivel del desarrollo económico de aquella época. El mercantilismo
empieza a descomponerse a mediados del siglo XVII dado que, a medida que el
capitalismo progresa, la forma principal de aumentar las riquezas va siendo la producción
capitalista. El mercantilismo, según caracterización de Marx, fue la prehistoria de la
economía política. La verdadera ciencia económica moderna empieza tan sólo cuando la
investigación teórica pasa del proceso de circulación al proceso de producción" (C. Marx).
En su tiempo, la política del mercantilismo fue progresiva, contribuyó a desarrollar las
primeras grandes empresas capitalistas: las manufacturas; facilitó el progreso de las
fuerzas productivas, la victoria del capitalismo sobre el feudalismo. Al mercantilismo como
corriente del pensamiento económico de la burguesía, le sucede la teoría de los
fisiócratas. Eumed http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/m/mercantilismo.htm
Durante todo este período se mantuvieron cuestiones no resueltas, y temas nuevos que
los debates intentaron develar. Así la cuestión del interés respecto del préstamo de dinero
no había sido totalmente resuelta en el ámbito teórico y moral, pero si en el campo de los
hechos. Las enormes compañías comerciales, y los empresarios libres, requerían
capitales para emprender sus travesías, las que siempre eran riesgosas y de ningún
modo obtendrían dinero sin considerar un interés por el préstamo. Mientras Carlos
Molineaux escandalizaba a sus contemporáneos con un tratado sobre la Usura de 1546
en el que defendía el cobro de intereses, siempre que se fijara una tasa máxima; las
posiciones de Tomas Wilson eran violentamente opuestas.
La justificación del Estado en la actividad económica requería toda una elaboración sobre
la justicia y la legitimación tanto de los estados modernos que surgían, como del poder
que gozaban sus gobernantes.
Bodin (también llamado Bodino, o Baudin, o Bodinus) fue un pensador francés, jurista,
politólogo y economista. Nacido en Angers, estudió en París y en Toulouse.
Su primer texto sobre teoría monetaria fue una respuesta a Monsieur de Malestroit, que
data de 1569, en el niega la teoría de la suba de precios a largo plazo. Bodin en su escrito
mantiene que los precios suben debido a diferentes causas:
1. El aumento de las cantidades existentes de oro y plata.
2. La existencia y dominio de monopolios.
3. La disminución de la oferta por causas de devastaciones.
4. El exceso de demanda de reyes y príncipes.
5. La degradación y adulteración de la moneda.
Pero de todas estas causas, la primera era la más influyente.
Este texto, publicado en 1568, tuvo una gran influencia en Europa y fue considerado
durante mucho tiempo la primera exposición de la teoría cuantitativista del dinero. Sólo
recientemente se ha reconocido que los pensadores de la Escuela de Salamanca, y en
concreto, Martín de Azpilcueta, habían descrito ya, incluso con mayor claridad y
profundidad de análisis, los efectos inflacionistas de la masiva importación de metales. Es
casi seguro que Bodino había tenido previo conocimiento de las ideas de estos
españoles. De hecho, había coincidido con Martín de Azpilcueta en la Universidad de
Toulouse.
Su obra más importante es "Les six livres de la République", que es un clásico del
pensamiento político, en el que define al Estado en base a su soberanía. En el último de
estos seis libros hace una exposición de principios económicos mercantilistas, pidiendo
limitaciones a la salida de materias primas y a la importación de manufacturas no
imprescindibles. Sin embargo defiende el comercio internacional ya que señala que el
beneficio de uno no supone necesariamente pérdida para otro. En relación a nuestra
asignatura la importancia que le asignamos a este tratadista, proviene de la unión
indisoluble a partir de ese momento de estudiar los fenómenos económicos como parte
del sistema político. Tanto las doctrinas monetarias como los sistemas de producción, y
comercialización, en particular respecto al comercio internacional son analizados como
parte de la conformación del Estado. Una frase que podemos destacar al respecto: “el
Estado debería concebir sus leyes de manera que el interés personal corrieran por
canales que llevaran al beneficio general.” Es decir, el análisis del régimen de gobierno,
va de la mano con el régimen económico que lo hace posible, que le da sustento, y es
para los súbditos para quien se ha de gobernar. No ya como ciudadanos o personas a
“secas”, ni como meros súbditos de la corona, sino como parte de un sistema productivo
que a cada quien fue asignando su lugar, como campesino, como artesano, productor,
mercader, terrateniente o mero capitalista inversor
. El mercantilismo y el metalismo.-
La particularidad del mercantilismo la encontramos en la magnitud de su actividad. El
comercio internacional, magnificado por avances incesantes en las técnicas agrícolas,
sistemas productivos, intensificación del comercio con indias orientales a partir del tráfico
marítimo doblando el cabo de Buena Esperanza, y el incipiente tráfico con América,
incitado por las expectativas de metales preciosos, debilitaron definitivamente el ya
agrietado sistema feudal.-
Algunos tratadistas, como Schmoller, identifican el mercantilismo con una nueva forma de
estructuración del Estado. Es opinión suya, tanto como de Heckscher , que el
mercantilismo debe ser considerado esencialmente como una fase de la historia de la
política económica. Es indudable que en este proceso se consolidaron los nuevos
Estados Nación, sometiendo los antiguos regímenes particularistas del feudalismo a una
autoridad central, un territorio y un régimen jurídico política y militarmente unificado. Pero
ello no debe involucrarnos en un debate bizantino respecto de causas y efectos. Fue la
economía mercantil la que cambió el Estado o fue la nueva organización política la que
facilitó el crecimiento del comercio?.-
El sistema monetario en manos del Estado puede ser visto también como consecuencia
del desarrollo mercantil. Especialmente respecto del comercio exterior, que obligó a un
minucioso análisis para entender si la política correcta era la acumulación de metales
preciosos o si la riqueza provenía de una mayor fluidez comercial que determinara una
balanza comercial favorable. Los rivales extranjeros no debían debilitar el reino privándolo
de sus recursos monetarios, pero al mismo tiempo la acumulación de oro impedía un
desenvolvimiento eficaz del comercio, ganar nuevos mercados, y obtener productos
extranjeros mejores y a veces mas baratos que los fabricados dentro del propio territorio.
Junto al proteccionismo del metálico, se propugnó a veces la protección de las fronteras
en desmedro de los productos extranjeros. Esto tenía un doble significado: en primer lugar
proteger la producción local e impedir la salida de oro del reino; en segundo lugar era un
modelo de “competencia” que dificultaba el crecimiento de potencias extranjeras. Estos
manejos restrictivos también tuvieron motivaciones de carácter interno; Los alimentos que
componían el salario de los trabajadores debían mantenerse en un valor que permita
mantener baja la remuneración.
Con base en estos principios, se legisló protegiendo la acumulación de dinero en el reino
e impidiendo la exportación de metales preciosos. Asimismo se reglamentó el plazo en
que debía ingresarse el metálico correspondiente a los productos que se exportaban.
Estas medidas se completaron con la instauración del “cambista real” que con estrictas
reglamentaciones quien establecía las equivalencias de valores entre los productos
importados o exportados y el metálico. -
Esta política no podía mantenerse mucho tiempo ya que no hizo otra cosa que retardar el
crecimiento del intercambio entre las naciones. En respuesta a esta política denominada
“metalista”, surgieron dos respuestas, impulsadas por la realidad y la fuerza del desarrollo
comercial. Una de carácter netamente económico y otra que evidencia la creación del
Derecho en función de las necesidades de la economía. El primer concepto fue el de
“balanza comercial”, expresión atribuida a Misselden quien vivió en la primera mitad del
siglo XVII. El concepto resultaba evolucionado y al mismo tiempo protectivo ya que
consistía en asegurarse de que un país debía exportar más de lo que importaba. De éste
modo se enriquecería, y siempre quedaría un excedente de oro a su favor. Esta tesis,
condujo al criterio del “libre comercio”, y fue incluso reforzada con criterios relacionados
con el transporte, prefiriéndose barcos de la bandera nacional, y afinándose para
comparar no una balanza comercial general sino una por cada país con que se
comerciara.-
El concepto jurídico al que hicimos referencia, resulta elocuente evidencia de la
integración del derecho con la economía. Los comerciantes, para salvar las restricciones
relacionadas con la moneda metálica, establecieron métodos comerciales basados en
papeles y compromisos de banqueros o representante extranjeros a través de los cuales
se realizaban las cancelaciones y pagos. Las denominadas “letras financieras” o Letras de
cambio”, instrumentos cuyo valor fundamental es que evitaban el transporte directo de
moneda, y ello se hacía mediante una orden escrita, por la cual un banquero o
representante en el extranjero se comprometía a hacer el pago a persona determinada.
Esta modalidad, con antiguos antecedentes, comenzó a ser usada, y depurada en sus
formas con el avance del comercio entre plazas distantes, hasta que fue receptada por la
legislación de los países.
La letra de cambio es una orden de pago, creada y firmada por una persona física o
jurídica, dirigida a otra organización (normalmente, un banco, también firmada por él), en
la que requiere a dicha institución que realice un pago de una suma establecida en un
momento estipulado a un tercero.
Es un procedimiento muy utilizando en el comercio internacional, donde el documento por
excelencia es la carta de crédito, en la cual el banco libera el pago del comprador una vez
que el vendedor se presente en la institución con el certificado de embarque
Entre los representantes mas conocidos de este período y éste debate tenemos las
opiniones de Eduardo Misselden Antonio Serra y Tomás Mun. El primero y el tercero
prestigiosos comerciantes de la época, que desde luego, teorizaban en función de su
experiencia comercial, y las de sus respectivas compañías. Ello por cierto, sin perjuicio
de que seguramente consideraban que su intereses eran equivalentes a los del Estado
mismo, que también se enriquecía con los impuestos y participaciones en sus negocios. A
Misselden se atribuye el uso original de la expresión “balanza comercial”. Su posición
tendió al libre comercio y a la búsqueda de una balanza comercial favorable. Serra,
promovió la industria advirtiendo que la misma promovía el trabajo interno de una nación,
y generaba exportaciones con valor agregado.
Tomas Mún
Fue un próspero sedero londinense que desarrolló los mismos argumentos que ya hemos
visto. Vió atacados sus intereses comerciales en razón del volumen de metales preciosos
que se autorizaba a sacar del país a la compañía, y por tal causa defendió el beneficio
que para la nación tenía el reingreso de productos y metálico que se producía como
consecuencia de la evolución de sus transacciones. El sentido de su obra, por lo menos
en la primera etapa (“Discourse of trade from England into the east Indies” 1621) era
liberar de toda sospecha a su compañía de ser causante de algún mal por sacar oro del
país. En definitiva, el comercio que se hacía con ese numerario traía mas riqueza a
Inglaterra que “todos los demás comercios juntos. En 1630 escribió su libro Englands
Treasure by foreing trade y en esa obra desarrolla claramente su concepto del capitalismo
comercial. Es la diferencia entre “capital” y “riqueza”, distingo que nadie había advertido
hasta entonces pero que resultó de una importancia fundamental. “El capital es una
cantidad de dinero y bienes que se emplean para que rindan un excedente futuro” En tal
caso, la cuestión no radica en mantener estático el oro dentro del país, sino de invertirlo
correctamente en el comercio exterior hasta donde éste lo permita y así traer verdadera
riqueza para la nación. Mantiene desde luego el concepto de la excedencia de las
exportaciones sobre las importaciones, y elabora una teoría sobre los precios en función
de la capacidad de Inglaterra para competir con determinados productos.
Es en este período avanzado del mercantilismo donde se comienza a distinguir una teoría
sobre los precios, y la manera en que oscilaban los precios internos, según la cantidad de
metálico que hubiera en el país, los precios internacionales según la apreciación relativa
de las diversas monedas de pago. Esta elaboración, fue luego explicada con mas
precisión por los clásicos. En una directa relación de lo económico con lo jurídico, vemos
la posición de los gobiernos, que intentan regular no solo su propio comercio interno, sino
el nivel de apertura comercial de otras naciones según su relación con Inglaterra. Así,
hubo reglamentaciones que exigían a quienes exportaban hacia Inglaterra comprarle
productos a ésta por la misma cantidad. A esto se opuso Mun advirtiendo que estos
sistemas de represalias que en algunos casos parecían favorecer a Inglaterra, en otros la
perjudicaría porque los comerciantes ingleses también se verán obligados a comprar
donde venden sus productos y no donde sea mas conveniente.
Similar posición tuvo respecto de la acumulación excesiva en el tesoro nacional, lo que
lejos de resultar un beneficio sería un perjuicio tanto para la corona como para los
súbditos, que se verían privados de un importante volumen comercial al sustraer una
porción del tesoro de la actividad económica. Otro aspecto del que se ocupó Mun es la
diferenciación de las balanzas comerciales por país y por producto. En aquella época, las
autoridades intentaban controlar cada comercio y cada país según el resultado de su
balanza comercial individual, con la convicción de que solo era positivo comerciar en
aquellos casos en que el resultado fuera favorable. Mun al igual que Josias Child insistió
en que lo importante era la balanza comercial general, ya que no podía esperarse un
resultado positivo con cada país o con cada producto.
En esta última etapa mercantilista también comenzó a protegerse la creación de fuentes
de trabajo, para garantizar un valor agregado a los productos a exportar. Así, hubo
tratadistas como Hales, que se oponían a la exportación de materias primas sin
elaboración porque privaba de trabajo a los obreros ingleses. Hasta el sistema colonial fue
puesto en duda en un momento, ya que se temió que las colonias comenzaran a recibir
masas de inmigrantes, dejando a los países exportadores con una pequeña cantidad de
trabajadores, lo que reduciría su producción y empodrecería su economía. La solución
que se planteaba para esta posibilidad era la de obligar a las colonias a comerciar solo
con el país colonizador.
Como vemos, fue ésta una época muy importante porque se deja de considerar al
comercio una cuestión extraña para pasar a ser esencial en la vida de las naciones, las
compañías se apoyaron en el Estado y el Estado se valió de las compañías comerciales
para enriquecer al monarca. Toda la actividad fue reglamentada y a veces lo era en
exceso. El Estado empleó para ello tanto las meras prohibiciones como los impuestos,
derechos alcabalas y otros mecanismos de restricción que le garantizaran una balanza
comercial favorable. El resultado de la reglamentación del comercio fue un proteccionismo
que puso a ciertas naciones en condiciones de estructurar un sistema capitalista
industrial, cuando el mero comercio dejó paso al nuevo sistema productivo capitalista. El
mercantilismo contribuyó a la creación y fortalecimiento de los estados-nación, que
poderosamente se lanzaron a la conquista de territorios y mercados; el régimen mercantil
sepultó los particularismos medievales y su reticencia a la creación de excedentes para el
intercambio. El capitalismo incipiente se convirtió en capitalismo industrial. No tuvo el
mismo efecto en todos los países, particularmente Inglaterra y Francia se fortalecieron
porque este proceso concluyó primero. Países como España, no supieron aprovechar la
enorme riqueza que provino de la conquista, y precisamente por considerar que lo único
importante era atesorar metálico, terminaron con una gran inflación en sus precios,
obligados a importar productos de otros países y sin producción suficiente para
convertirse en grandes mercaderes.
UNIDAD 2
Introducción
Bodin-Maquiavelo
Un pensador claro que definió la estructura de la “república” fue Bodin, quien trató los
problemas sociales en la relación “del hombre con el hombre” no ya del “hombre con
Dios”. A ese respecto, uno de los primeros problemas que trató fue el de la “autoridad”.
Cuál era el respaldo de una autoridad soberana fuente de todo derecho y responsable de
establecer el orden? Si el poder y el orden no estaban preestablecidos por Dios, por lo
menos para la organización de la vida social, la autoridad debía provenir de algún
consenso social, ya sea histórico, contractual o meramente tácito. Pero indudablemente
provenía de la libertad y la necesidad de los hombres de vivir en comunidad. “La
soberanía es el poder absoluto y perpetuo de la República (...). La soberanía no es
limitada, ni en poder, ni en responsabilidad, ni en tiempo (...). es necesario que quienes
son soberanos no estén de ningún modo sometidos al imperio de otro y puedan dar ley a
los súbditos y anular o enmendar las leyes inútiles. Después de Dios, nada hay mayor
sobre la tierra que los príncipes soberanos”. Así se expresó el filosofo del Estado en su
libro Jean Bodin. Los seis libros de la República. 1576.
Son estos los principios sobre los que habrá de asentarse la “teoría del Estado”. Nicolás
Maquiavelo, devino famoso en la historia como pensador inescrupuloso respecto de los
medios para alcanzar fines en la política. Esta consideración es realmente injusta, ya que
se sindica como propulsor de la inmoralidad para obtener y conservar el poder a quien
señaló con elevada capacidad de abstracción y síntesis cada uno de los ejemplos
históricos que evidencian distintas formas de desprecio por la moral en relación al
ejercicio del poder. Quizá la argumentación punzante, sumada a una clara descripción no
solo del usufructuario del “poder” sino de quienes se apegan a él cualquiera fuera el
camino que hubieran transitado en la disputa política, le valió un desconsiderado concepto
histórico. En rigor, Maquiavelo es un pensador alejado de las cuestiones económicas,
pero nos es útil conocer hasta qué punto el renacimiento marcó una filosofía cada vez
mas alejada de las justificaciones divinas y religiosas para acomodarse a las miserias y
grandezas terrenales tan propias de los mortales.-
En la visión de Bodino, próxima tanto a las fuentes del poder del Estado como a las
necesidades de los súbditos; la búsqueda se orientó hacia la justificación del Poder
secular, no divino. Debía ser un Poder central, fuente de todo derecho y monopolio de la
fuerza. Pero no dejó de percibir los peligros de un poder ilimitado. Bodino estableció que
la ley natural y la ley divina prescribían los límites máximos del poder del Estado. Pero la
genialidad de su pensamiento estriba en que buscó la forma de alcanzar mecanismos por
los cuales el monarca debía obtener el consentimiento de los súbditos para los ejercer
actos de autoridad. Bajo ésta modalidad, la propiedad privada estaría protegida, la libertad
de comercio asegurada, y el Estado mantenía el control y la regulación de éstas
actividades.
El siglo XV y particularmente el XVI, dieron paso a un despertar de las ciencias, las
técnicas productivas, la experimentación como base del conocimiento, el método racional
en la investigación de los problemas sociales. A esto se sumó un despertar integrador del
mundo con la unión marítima de tierras tan lejanas como la India y América, que
aportaron riquezas, productos y experiencias totalmente innovadoras para un mundo que
venía de largos siglos de quietud, y de una concepción filosófica conformada desde lo
divino y no desde lo humano.
Probablemente el comercio amalgamó todas éstas nuevas fuerzas con que la historia
dotó a los hombres, y entonces la actividad económica no solo fue aceptada, sino que
influyó activamente en la búsqueda de una forma de gobierno que fuera adecuada, en el
desarrollo de las ciencias y la investigación, en el análisis de las organizaciones sociales,
e incluso en su propia superación, transformando con rapidez lo que fue un mero
intercambio mercantil, en procesos productivos industriales, que derivaron en lo que luego
se llamó “sistema capitalista”.-
Francis Bacom
Francis Bacon
Cuando mencionamos como tema “los filosofos políticos”, hacemos referencia a quienes
orientaron su pensamiento a interpretar los fenómenos de su época. Francis Bacom, Se
propuso ante todo reorganizar el método de estudio científico. Percibió que el
razonamiento deductivo destacaba entonces a expensas del inductivo y creyó que,
eliminando toda noción preconcebida del mundo, se podía y debía estudiar al hombre y su
entorno mediante observaciones detalladas y controladas, realizando generalizaciones
cautelosas. Para ello, el estudio que el hombre de ciencia hace de los particulares debe
realizarse mediante observaciones que deben validarse. Los científicos deben ser ante
todo escépticos y no aceptar explicaciones que no se puedan probar por la observación y
la experiencia sensible (empirismo).
[1] Sus mejores obras filosóficas son El avance del conocimiento (1605), y Novum
Organum o Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza (1620).
Como escritor, se le debe además la creación del género ensayístico en inglés, con sus
Essays, (1597) que siguen la estela de Montaigne, en los que muestra un estilo en
apariencia poco ornamentado, y una gran capacidad aforística. En su Nueva Atlántida
ofrece la primera utopía tecnológica, donde los gobernantes serán los científicos de la
"Casa de Salomón", especie de gran universidad donde se concentraría el conocimiento.
Previó en su época grandes adelantos científicos como máquinas voladoras, submarinos
y telecomunicaciones