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Problemas de Filosofía Práctica

a través del Cine

Documento de discusión I:
Hacia la construcción de un marco teórico

Grupo de Trabajo “FP y C”: primera etapa1


Departamento Académico Nacional de Filosofía - Sección Filosofía de la Práctica
Consejo de Formación en Educación- ANEP
Febrero, 2017

ÍNDICE

1- Introducción
1.1 - Antecedentes
1.2 - Aclaraciones previas

2- Filosofía de la Práctica y Cine/Arte audiovisual


2.1 - La filosofía de la práctica
2.2 - Cine y producción audiovisual
2.3 - ¿Por qué cine y problemas de filosofía de la práctica?

3- La enseñanza y el aprendizaje de la Filosofía de la Práctica a través del cine

4- A modo de cierre (y apertura)

5- Bibliografía
Recursos Web

1
Integrado por estudiantes y egresados del profesorado de Filosofía del CFE: Vera Barboza, Viviana Barreto,
Florencia Cabrera, Jorge David, Mayra Ibarra, Ana Claudia Radesca, Sofía Velázquez. Coordina: Carolina
Pallas.

p. 1
1- Introducción

1.1- Antecedentes

El Grupo de Investigación y Extensión “Problemas de Filosofía Política a través del Cine”,


entiende que conjugar cine y filosofía busca aportar a la formación disciplinar de los futuros
docentes y a sus prácticas áulicas, así como a la producción de conocimientos a través de
una experiencia colectiva y cooperativa de intercambio y análisis de películas en las cuales
se presentan conceptos, teorías o problemas de los que se ha ocupado la filosofía política.
Entre sus finalidades se encuentra una investigación teórica del vínculo entre cine y filosofía
política buscando contribuir a la formación académico- profesional del profesorado de
filosofía y a la construcción de un marco teórico que integre cine, filosofía política y su
enseñanza.

La relación entre “enseñanza-aprendizaje/cine/filosofía política” tiene dos pilares


fundamentales: Primero, la enseñanza - aprendizaje centrada en el estudiante y el desarrollo
de sus capacidades (diversas) vinculadas al desarrollo personal y comunitario, y en particular,
en la formación de los futuros docentes entendida como una relación dialéctica entre
docencia/aprendizaje–investigación, dando cuenta de la unidad teoría práctica como
generadora de conocimientos socialmente pertinentes.2
Segundo, el cine, entendido como una herramienta que nos acerca a la fantasía y a la
imaginación, a la ilusión y el ensueño, a la simbología y a la misma realidad, incluso
modificando el recorrido espacio-temporal, representando el pasado, presente y futuro. Por
ello, aprender a ver cine significa interrelacionar y encontrar sentido a las experiencias y
acontecimientos sociales, formando nuestro pensamiento y convirtiéndonos en espectadores
creativos y activos de la realidad que nos ha tocado vivir.

A partir de estos supuestos, entre los resultados específicos de la primera etapa del grupo de
trabajo se aspiraba a la construcción de un marco teórico que fundamente el vínculo entre el
cine y la filosofía política en el ámbito educativo.
2
Sin investigación y producción de conocimientos la enseñanza se torna un ritual de reproducción de saberes
generados por otros, en otros ámbitos y contextos. Enseñar exige investigación y crítica, y en particular; exige
reflexión crítica sobre la práctica. Esto significa que no hay enseñanza sin investigación ni investigación sin
enseñanza, en el marco del saber educativo. La investigación tiene una potencialidad educativa, y la integración
de estudiantes de profesorado en este tipo de proyectos constituye un poderoso instrumento al servicio de la
enseñanza y del aprendizaje, ya que permite el abordaje de contenidos específicos en tensión con el abordaje de
situaciones concretas a las que se enfrentarán en el ejercicio de la profesión docente.

p. 2
Este documento no pretende ser tan ambicioso, contiene lecturas, reflexiones y experiencias
compartidas, obstáculos percibidos, así como modificaciones a la propuesta inicial3 a partir
del trabajo realizado desde agosto 2016 a febrero 2017. Tal como se describe en la Memoria
del Grupo de Trabajo el documento a elaborar no es “cerrado”, sino que presenta las primeras
reflexiones y análisis, postergando otras -no menos importantes- para las siguiente etapas. Se
espera su reelaboración en función de lecturas y experiencias educativas futuras.

1.2- Aclaraciones previas

El cine es una expresión artística bien definida, aunque en el marco de este documento y a los
efectos de facilitar su lectura, el término “cine” se utiliza en sentido amplio: refiere al llamado
“séptimo arte” así como a todas las expresiones artísticas audiovisuales, como las series o
programas de TV por aire, cable o fibra óptica (Ver Cap. 2).
Entendemos que los fundamentos referidos al vínculo entre filosofía política y cine en el
proyecto “Problemas de Filosofía Política a través del Cine” son extensibles a la ética, por
ello el grupo de trabajo amplió su objeto de análisis a la filosofía de la práctica.
Estas ampliaciones del alcance del trabajo se fundamentan en lo que sigue y dan respuesta al
cambio de denominación del Grupo “Problemas de Filosofía Práctica a través del Cine”.

3
Este primer documento se basa en el Proyecto de Investigación: Problemas de Filosofía Política a través del
Cine, Carolina Pallas. Departamento Académico Nacional de Filosofía / Sección Filosofía de la Práctica Consejo
de Formación en Educación-ANEP:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxjYXJvcGFsbGFzfGd4OjVkM2ZiMzEx
MjQ0ZDUxYjk, (Julio 2016).

p. 3
2- Filosofía de la Práctica y Cine/Arte audiovisual

2.1- La filosofía de la práctica

Es el estudio sistemático, racional y crítico sobre las posibles formas de vida humana en
común, sobre cuáles deberían ser los criterios de acción, y qué “cosas” se deberían promover.
Reflexionar sobre cómo debería ser la praxis ética y política, conlleva un discurso que es
prescriptivo: ya sean juicios de valor o axiológicos (sobre lo que es bueno o justo), o juicios
normativos (sobre lo que debemos o es correcto hacer: criterios o normas que expresan una
determinada exigencia para la acción para cumplir con lo que se considera valioso, bueno o
justo).

En este sentido, la Filosofía de la Práctica no es un saber de hechos – o investigaciones de


campo-, es un saber argumentativo, un diálogo racional: las ciencias pueden explicarnos cómo
son las cosas, pero no cómo podemos elegir o cuáles son los mejores criterios para orientar
nuestra acción en el mundo y en la vida en común.4
El análisis de lo que deberían ser o hacer las personas, tiene una base en concepciones de lo
que somos y efectivamente hacemos, y es impensable que una teoría filosófica sea tal si no
concuerda con algunas de nuestras intuiciones básicas.
Conjuntamente con ello, la capacidad de pensar/pensarse en otros mundos, en contextos y
cursos de acción, así como los resultados posibles, es una condición imprescindible de la
filosofía de la práctica.

La construcción de experimentos mentales -un escenario hipotético, producto de la


imaginación pero que no se origina en consideraciones empíricas (observables o
experimentales físicamente), sino de forma racional-, así como el pensamiento contrafáctico-
que supone la creación de una ficción que debemos contrastar con lo que podría haber sido o
sucede- utilizada por filósofos, es un claro ejemplo de ello. La construcción teórica platónica,
desde la escritura a través de diálogos hasta la metáfora de la nave para argumentar quiénes
deberían gobernar, muestra una metodología filosófica que se mantiene en la actualidad,
desde los filósofos más lógicos-analíticos hasta los históricos-narrativos.

4
Cfr. Pallas, 2016.

p. 4
2.2- Cine y producción audiovisual

La historia del siglo XX está inevitablemente vinculada a la historia del avance científico-
tecnológico, y del cine en tanto, “consiste en una amalgama de arte y tecnología, y en cuanto
tal constituye la forma artística por excelencia del siglo XX”5. Nos centraremos en el cine
como arte y tecnología, como entretenimiento, y su carácter masivo, en particular en la
actualidad. Como arte de la imagen en movimiento y el sonido, logrando la inserción de
efectos visuales y sonoros, la producción audiovisual, forma parte de una categoría que
incluye, como una de sus expresiones al cine.6

El siglo XXI nos encuentra con cambios en la producción cinematográfica en la que se


incluyen nuevos conceptos y lenguajes con la incorporación de tecnología digital, así como
modificaciones referidas tanto al público, como a la forma de acceso.
El cine, cuyo medio específico era la llamada “pantalla grande”, se encuentra en la actualidad
en múltiples formatos de pantalla, ya sea la tv, las computadoras o el teléfono móvil. Y su
acceso no está limitado por el tiempo y espacio de una sala específica, sino que por aire, cable
o internet se puede elegir cuándo, dónde y con quién (o solos) compartir un filme.

Asimismo, las producciones audiovisuales creadas específicamente para múltiples pantallas y


medios de acceso parecen no tener límites en términos numéricos y creativos 7. En la
actualidad esto ha modificado la dinámica hogareña, y el “boom de la series” con contenidos
muy diversos de uso común entre los jóvenes, al punto que compiten con grabaciones de todo
tipo en youtube o con los videojuegos.

5
“Antes de que la cámara se ponga en marcha, un gran número de acuerdos contractuales limita y concreta todo
lo que sucederá a continuación: quién desempeñará cada uno de los papeles del proyecto y bajo qué condiciones,
cómo tendrá lugar la producción, de qué manera el producto final se abrirá paso en una cadena de formatos y
mercados interrelacionados y de qué modo las diversas partes e individuos se repartirán los beneficios.”
Diccionario Técnico de Cine, 2004, p. 6.
6
Cfr. Diccionario Técnico de Cine, p. 45 y 81, respectivamente: Cine: término procedente de la voz griega
kinema, que significa «movimiento», y se refiere (1) a las películas en general o (2) a las salas de exhibición de
los filmes. Audiovisual: término que describe el uso conjunto de sonido e imágenes (sonido grabado, cine,
televisión, diapositivas) en una modalidad cualquiera.
7
“Sólo hace falta fijarse en las imágenes digitales de última generación que aparecen tanto en el campo de los
dibujos animados como en el de las películas de acción real para darse cuenta de que está a punto de acontecer
algo tremendamente poderoso y mágico. Sólo hace falta ver el último filme IMAX 3-D para tomar conciencia de
que estamos a punto de disfrutar de experiencias visuales y sonoras hasta tal punto inconcebibles que vamos a
ser testigos del nacimiento de muchos nuevos mundos.” Diccionario Técnico de Cine, p.8.

p. 5
Jean Epstein, hace ya más de 50 años, reflexionaba sobre una “filosofía del cine” (o una
antifilosofía)8, presentando al “séptimo arte” como una máquina de pensar, una máquina de
soñar, y una máquina de confesar las almas:
- Como máquina de confesar las almas, una especie de espejo dónde nos reflejamos a
nosotros mismos, nos muestra inconsistencias de verdades ciertas: “la realidad del
espacio y del tiempo, del determinismo o de la libertad, de la materia o del espíritu, de
la continuidad o de la discontinuidad del universo, pierde su precisión, su consistencia,
su necesidad, y está en camino de volverse una realidad convencional, flotante,
alegórica, intermitente: poesía, en suma.”9
- Como máquina de soñar, el cine nos permite crear mundos imaginarios, ficticios: “es
que el mundo cinematográfico -se dice con mucho desprecio- no es más que un mundo
ficticio. Y sin embargo, ficticio no quiere decir de ningún modo falso o inexistente.
Nadie se atrevería a negar la realidad y la utilización práctica del trabajo de la
imaginación.”10
- Como máquina de pensar, la inteligencia humana ha construido diversos sistemas que
le han permitido desarrollar diversas teorías sobre el mundo y también repensarlo, ya
sean lupas, microscopios, telescopios, etc. Todos permiten transformar los datos
sensoriales pero desde una sola categoría: “Para el científico o el filósofo, ningún
telescopio irá más allá de ser un instrumento amplificador del trabajo de un órgano de
percepción exterior, un super-ojo artificial que ve más lejos o más cerca o con mayor
profundidad, pero que no hace nada más que mirar, incapaz de combinar por sí mismo,
mecánicamente, los datos dependientes de muchas categorías racionales, es decir,

8
El cinematógrafo es uno de estos robots intelectuales, todavía parciales, que con la ayuda de dos sentidos foto y
electromecánicos y de una memoria registradora fotoquímica, elabora representaciones, es decir un pensamiento,
en el que se reconocen los marcos primordiales de la razón, las tres categorías kantianas de lo extenso, de la
duración y de la causa. Este resultado ya sería en sí importante si el pensamiento cinematográfico, -como el de la
máquina de calcular- se redujera a la imitación servil de la ideación humana. Pero sabemos, por el contrario, que
el cine signa su representación del universo con caracteres propios, con una originalidad que hace de esta
interpretación no un reflejo o copia simple de las concepciones de mentalidad-madre orgánica, sino más bien un
sistema distintivamente individualizado, en parte independiente, que contiene en germen el desarrollo de una
filosofía que se aleja lo suficiente de las opiniones corrientes, por lo cual quizá convenga llamarla antifilosofía.
9 Epstein (1946):p.59. “…algunas reflexiones inspiradas por el cinematógrafo pueden contribuir particularmente

a mostrar la inconsistencia de las últimas nociones todavía sostenidas, en general, como verdades casi ciertas,
fundamentos inamovibles del conocimiento.”
10 Epstein (1946): p. 80. ''… “Todo lo que se inventa es verdadero", afirmaba Flaubert. Y aunque todo lo que se

inventara no fuese verdadero, podría llegar a serlo. La mayoría de los psicólogos y psiquiatras de la actualidad,
partidarios o adversarios de Freud, reconocen en el mundo imaginario por excelencia, al sueño, una verdad
psicológica superior y más profunda que la del pensamiento extravertido y racionalizado, objetivado y
supuestamente realista. En efecto, la personalidad del que sueña, liberada de la mayoría de las presiones lógicas
y morales de la vida exterior, puede manifestarse con mayor libertad y revelar más exactamente su naturaleza
intima en las imágenes oníricas.”

p. 6
incapaz de pensar.” En cambio, el cine presenta datos multisensoriales y además con
ritmo, con sucesión ordenados según ciertos criterios: “A causa de este poder que
constituye una de las características fundamentales de toda actividad intelectual entre
los seres vivientes, el cinematógrafo aparece como un sucedáneo, un anexo del órgano
donde generalmente se sitúa la facultad coordinadora de las percepciones, es decir, del
cerebro, supuesta sede principal de la inteligencia.”11

Pero el cine como yuxtaposición de imágenes y sonidos que produce figuras en movimiento
ininterrumpido, tiene un hacedor con intencionalidad. Cómo lo recibe el receptor, no es de
forma pasiva, sino que hace también (de múltiples y diversas formas): su reflejo, su sueño, su
pensamiento.

2.3- ¿Por qué cine y problemas de filosofía de la práctica?

El cine ha sido objeto de reflexión de los filósofos, pero en este proyecto no se trata de hacer
un estudio del cine sino en encontrar la intersección entre éste y la filosofía de la práctica,
buscando en una película o en parte de ella, las ideas de las que se ha ocupado de un modo u
otro la tradición filosófica. Este tratamiento no es específico del cine, y se podría hacer
extensivo al teatro y las artes escénicas en general, y a la literatura. La integración de imagen,
música, palabras, movimiento y efectos sonoros, nos estimula de forma diversa la emoción y
la razón.

El cine como potenciador de conceptualizaciones y generador de pathos, permite adentrarse


en la vida perceptiva de las personas, en la manera de ver el mundo e influyendo en sus acción
y en la configuración de la identidad. Pero también, es una herramienta que nos acerca a la
fantasía y a la imaginación, a la ilusión y el ensueño, a la simbología y a la misma realidad,
incluso modificando el recorrido espacio-temporal, representando el pasado, presente y
futuro. Por ello, aprender a ver cine significa interrelacionar y encontrar sentido a las
experiencias y acontecimientos sociales, formando nuestro pensamiento y convirtiéndonos en
espectadores creativos y activos de la realidad que nos ha tocado vivir.12

11
Epstein (1946): pp. 68-70.
12
“Si escribiera sobre el cine, lo que me interesaría sería sobre todo su modo y su régimen de creencia. Hay en
el cine una modalidad del creer absolutamente singular: hace ya un siglo se inventó una experiencia sin
precedentes de la creencia. Sería apasionante analizar el régimen del crédito en todas las artes: cómo se cree en
una novela, en ciertos momentos de una representación teatral, en lo que está inscripto en la pintura, y, por
supuesto –algo totalmente diferente– en lo que el cine nos muestra y nos relata. En la pantalla, tenemos que
habérnoslas, con voz o sin ella, con apariciones en las que, como en la caverna de Platón, el espectador cree,

p. 7
El arte, en la medida que trata sobre lo verosímil, se refiere a lo probable o posible, y en el
campo del “séptimo arte”, lo que podría ocurrir. Por otro lado, la filosofía también acude a
todo tipo de ficciones. Los experimentos mentales -desde las paradojas de Zenón, el dilema
del tranvía ideado por Philippa Foot, a la “posición original” de John Rawls-, no son otra
cosa que un relato que juega con las posibilidades lógicas y/o empíricas de una situación
imaginaria (verosímil)13. Este es un punto de contacto central con la filosofía de la práctica en
tanto presentan justificaciones a propuestas filosóficas normativas.
Esta relación se manifiesta claramente en el género cinematográfico de la ciencia-ficción14: ya
sea la visión distópica o anti utópica de la política que se tiene en este tipo de filmes; o
miradas utópicas vinculadas con el desarrollo científico-tecnológico (pesimismo u optimismo
sobre el futuro)15.

En su ensayo “La inteligencia de una máquina: una filosofía del cine”16, Epstein pretendía
delimitar tanto como fuera posible, la forma particular que tiene el cine de sugerir una visión
del mundo, igualmente particular. Si la filosofía práctica busca fundamentos a mundos
posibles y deseables, ¿en qué aportaría el cine?
Pensada como una triple máquina, -ser espejo del alma, producir sueños, y pensar-, el cine
permite vernos a nosotros mismos, imaginarnos de otro modo, y construir con ello

apariciones que a veces idolatra. Ya que la dimensión espectral no es la del viviente ni la del muerto, ni la de la
alucinación, ni la de la percepción; la modalidad del creer relacionada con ella debe ser analizada de modo
absolutamente original. Esta fenomenología no era posible antes del cinematógrafo pues esta experiencia del
creer está ligada a una técnica particular, la del cine, siendo histórica en su totalidad. Con esa aura suplementaria,
esa memoria particular que nos permite proyectarnos en los films de antaño. Es por esto que la visión del cine es
tan rica. Permite ver aparecer nuevos espectros aun manteniendo en la memoria (y proyectándolos sobre la
pantalla a su vez) los fantasmas que habitaban los films ya vistos. Empecemos por comprender esto desde el
punto de vista de los espectadores, de la percepción y de la proyección. Cada uno proyecta algo íntimo sobre la
pantalla, pero todos estos «fantasmas» personales se cruzan en una representación colectiva. Hay que avanzar
entonces prudentemente con esta idea de comunidad de visión o de representación. El cine requiere lo colectivo,
el espectáculo y la interpretación comunitaria. Pero, al mismo tiempo, existe una desvinculación fundamental: en
la sala, cada espectador está solo.” Derrida, J. (2001).
13 Cfr. Boj Ferrández, J.L. (2011): “Incluso en géneros como la fantasía o la ciencia-ficción se le pide al

espectador que imagine un mundo alternativo (espacial o temporal) donde lo que se narra, pese a ser
abiertamente falso, podría suceder. Sabemos que nadie puede volar como Neo en Matrix. Pero mientras
visionamos el film podemos imaginar que si se cumplen las condiciones descritas (realidad virtual, leyes
prescritas por un lenguaje de programación que pueden ser eludidas, etc.) podría suceder, o al menos, no sería
del todo imposible. Si la película no consigue del espectador esa especie de buena voluntad, ese principio de
caridad, no existe un verdadero encuentro entre el público y la obra. La propia alegoría de la caverna parece una
anticipación del invento de los Lumière.”
14 Las películas de ciencia ficción son “filmes que abordan mundos improbables o aparentemente imposibles

(…) extiende los límites de los posible y otorga un aura de autenticidad científica a los acontecimientos y a la
realidad que crea. (…) es esta combinación de lo real y lo improbable, de las tendencias del presente llevadas
hasta sus últimas y aparentes imposibles consecuencias, lo que provoca nuestra creencia en estas películas, así
como nuestro temor”. Diccionario Técnico de Cine, p. 85.
15 Cfr. Casajús & Jörg (2008). Presentan la relación entre cine de ciencia ficción y distopía.
16 Epstein (1946): p. 104.

p. 8
pensamientos: “en el caso del cinematógrafo, hay no solamente sensibilidad particular y
múltiple, sino también poder muy variado de combinar y transformar los datos de dicha
sensibilidad, de donde resulta una suerte de actividad psíquica, de vida subjetiva, que prepara
y, por eso mismo, orienta el trabajo intelectual del hombre.”17

Si bien el cine provoca nuestros sentidos (y genera pathos), muestra particularidades y no


descubre una realidad prexistente:
“es un dispositivo experimental que construye, es decir que piensa, una imagen del
universo; de donde surge una realidad predeterminada por la estructura del
mecanismo creador. De la misma manera que un termómetro, un ojo, un péndulo,
una oreja, un electroscopio, no pueden conocer y aislar, es decir inventar,
realidades térmicas, luminosas, gravídicas, sonoras, eléctricas, así como también
un altímetro o un cronómetro resultan incapaces de elegir, es decir, imaginar, entre
todas las posibilidades de lo real, valores exclusivamente espaciales o temporales,
de la misma manera, el cinematógrafo sólo posee la facultad, pero obligatoria, de
realizar (de hacer real) la combinación del espacio con el tiempo, de darnos el
producto de las variables del espacio por la de tiempo; de donde resulta que la
realidad cinematográfica es esencialmente la idea de localización completa. Pero
esto no es más que una idea, y una idea artificial, de la cual no sabríamos afirmar
otra existencia que ideológica y artificial, una especie de trucaje. Claro que ese
truco se aproxima extremadamente al procedimiento según el cual el mismo
espíritu humano se fabrica por lo general una realidad ideal.”18

Crear realidades posibles, deseables o no, dichosas o catastróficas, cine y filosofía práctica: la
realidad se realiza o se hace, o más exactamente, hay que soñarla, pensarla para hacerla
(hacedor-intérprete).

Volvamos a la pregunta: ¿en qué podría aportar el cine?: Usualmente los profesores pensamos
la relación cine - filosofía práctica en un sentido estrictamente didáctico: buscamos en los
films una ilustración de las tesis de los filósofos que estamos dando en clase. De cierta forma,
relegamos los aspectos fílmicos en beneficio del hecho narrativo. Pero la relación no se agota
allí.
Por su parte, Maniglier y Zabunyan19 establecen que es posible pensar otro tipo de relación,
donde no se contraste contenido, sino operaciones: por un lado, del concepto, por el otro el de
la imagen. Es decir, no explicar lo mismo en dos lenguajes diferentes, sino abordar un mismo
problema en función de modos de expresión diferente. El cine no sólo como una ilustración,
sino como un compañero, un rival, que nos ayude a pensar distinto.

17 op.cit: p. 106.
18
op.cit: pp. 108-109.
19 Maniglier y Zabunyan (2012): 8-9

p. 9
3- La enseñanza y el aprendizaje de la filosofía de la práctica a través del
cine

Partimos de una concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en el estudiante y


el desarrollo de capacidades filosóficas vinculadas al desarrollo personal y comunitario. Para
ello es necesario trabajar a través de metodologías y estrategias interdisciplinares y
transversales. Se trata de propiciar este desarrollo integral para potenciar formas de conocer y
enfocar la realidad que no sólo permitan la reproducción del orden cultural sino también la
reconstrucción reflexiva y crítica. Pero cualquier película no es susceptible de una lectura
filosófica adecuada a cualquier autor o problema filosófico. El riesgo de la arbitrariedad a que
está expuesto el comentario puede salvarse si aceptamos que el espacio donde dicho
comentario se desarrolla está, si no fijado, sí, cuando menos, acotado.

Los límites de la producción del texto vienen impuestos por el espacio textual. «Si hay algo
que interpretar, la interpretación tiene que hablar de algo que debe encontrarse en algún sitio y
que de algún modo debe respetarse». Esto significa, pues, que por más que la interpretación
sea potencialmente ilimitada, no todo acto de interpretación tiene que tener necesariamente un
final feliz. No todo vale. Hay que seleccionar películas cuyo espacio textual nos proporcione
una base adecuada sobre la que erguir una lectura filosóficamente coherente y perfilando un
marco de análisis conceptual del mismo que, sin excesivos forcejeos, haga posible que el
trabajo con ellas alcance un trabajo formativo semejante al habitual en clase con textos
deliberadamente filosóficos. La utilización del film no lleva consigo la sustitución del texto
escrito por la imagen, sino más bien presupone una coexistencia que arraiga en la íntima
complementariedad de ambos.20

El cine es concebido como un espectáculo o como vía de entretenimiento, lo que puede ser
una ventaja para acercar a los jóvenes a la filosofía, entendido como un recurso didáctico y no
un fin en sí mismo. Por ello, la preparación del docente para utilizar diversos formatos
artísticos exige reflexión filosófica y pedagógica, como forma de contribuir al acceso por
parte de los jóvenes de conceptos y problemas filosóficos, tomando en cuenta la diversidad de

20
Cfr. Eco (1995): “Afirmar que la interpretación es potencialmente ilimitada no significa que la interpretación
no tiene objeto y que fluye sólo por sí misma. Afirmar que un texto no tiene potencialmente fin no significa que
todo acto de interpretación pueda tener un final feliz.” (pp. 33-34) (…) En consecuencia, la interpretación es
indefinida. El intento de buscar un significado final e inaccesible conduce a la aceptación de una deriva o un
deslizamiento interminable del sentido.” (p. 43)

p. 10
sus formas del aprendizaje. La vinculación entre cine y filosofía ha sido advertida, no sólo por
los filósofos, sino por los docentes que proyectan películas o escenas en el aula desde hace
mucho tiempo, ya sea para ejemplificar una idea, un concepto, o un problema. La mera
presencia del cine en el aula no tiene efecto educativo alguno, independientemente del cómo
se usa/abusa del cine como recurso didáctico.

Otro aspecto relevante del vínculo entre cine y filosofía es la tensión entre lo universal/lo
particular: “a la discusión filosófica se la ha criticado con frecuencia por ser demasiado
abstracta, y se le ha pedido que el análisis de conceptos, tales como razón, pensamiento,
conocimiento, etc., se ajuste a ejemplos concretos. Ahora bien, los ejemplos concretos son
circunstancias que orientan la aplicación de un término y proporcionan contenido al
correspondiente concepto”. El cine, «no sólo proporciona tales circunstancias, también las
dispone de forma que inhibe el avance fácil de las abstracciones y nos obliga a reconsiderar
las conexiones conceptuales más comunes».21

Encontramos otro aspecto, imagen/concepto – pasión/razón que justifica esta propuesta, o la


denominada “cinefilia”, al decir de Ranciere: “el cine es una cuestión de pasión, antes que de
teoría o discernimiento, pero pasión que es también camino a la sabiduría. Es una puesta en
escena que consiste en poner en imagen histerias y emociones tradicionales, y una puesta en
escena como instauración de una relación con el mundo, que permite orientarse o comprender
el mundo”.22
Asimismo, siendo los argumentos la herramienta fundamental de los filósofos, el pathos o la
dimensión emocional ha sido algo reiteradamente apartado de la actividad filosófica -salvo
excepciones como Hume, Rousseau, Schopenhauer, Nietzsche, entre otros-. Aristóteles
considera tres tipos de argumentos: los que se fundamentan la condición o carácter moral del
emisor -argumentos por ethos-, los que se basan en los sentimientos que se intentan activar en
el receptor -argumentos por pathos-, y si se basan en la lógica argumentativa que emana del
propio discurso -argumentos por logos-:

“De los argumentos procurados por el razonamiento, hay tres clases: unos, que
radican en el carácter del que habla [ethos]; otros, en situar al oyente en cierto
estado de ánimo [pathos]; otros, en fin, en el mismo discurso [logos], por lo que
en realidad significa o por lo que parece significar. (Aristóteles, Retórica, I, 2)

21
Cfr. Grup Embolic (1998).
22
Cfr. Ranciere, J. (2012).

p. 11
De este modo, lo emocional no desaloja lo racional: lo redefine, constituyendo una “razón
logopática”. “En general, solemos decirles a nuestros alumnos que para apropiarse de un
problema filosófico, no es suficiente con entenderlo: también hace falta vivirlo, sentirlo en la
piel, dramatizarlo, sufrirlo, padecerlo, sentirse amenazado por él, sentir que nuestras bases
habituales de sustentación son afectadas radicalmente. Si no es así, aun cuando "entendamos"
plenamente el enunciado objetivo del problema, no nos habremos apropiado de él, y no lo
habremos realmente entendido. Hay un elemento experiencial (no "empírico") en la
apropiación de un problema filosófico, que nos torna sensibles a muchos de esos problemas e
insensibles a otros (es decir, cada uno de nosotros no se siente igualmente predispuesto,
"experiencialmente", hacia todos los problemas filosóficos.”23

Apelaremos a la dimensión emocional en el cine, que colabora con la necesaria empatía que
forma parte de la construcción de teorías filosóficas, en particular, de la filosofía práctica.
Basándonos en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner desarrollada en
“Estructuras de la Mente”, podemos vincular esta dimensión del cine con lo que el
norteamericano denomina “inteligencia interpersonal” y se refiere a la habilidad cognitiva de
una persona para comprender y comunicarse con otros, para reconocer las emociones y
sentimientos derivados de las relaciones entre las personas y sus grupos.24 Si las emociones
tienen un valor cognitivo, el cine es un buen medio para lograr la comprensión y apropiación
por parte de los jóvenes de conceptos abstractos e ideas filosóficas que en principio pueden
resultarles ajenos.

El andamiaje filosófico, suele ser concebido como formaciones que tratan de captar, describir
y organizar algún tipo de realidad, particular o universal, abstracta o concreta, real o
imaginaria; a través de un proceso que depura la realidad de sus características sensibles,
particulares y emocionales; todas éstas son características particulares que serían inesenciales
al concepto. Pero un concepto, puede ser entendido como “un elemento captador-descriptor-
organizador, de naturaleza eminentemente relacional: los conceptos son, en principio, algo
que se puede relacionar con otros conceptos en algún tipo de medium, algo cuya
inteligibilidad y manejabilidad deriva de esa interrelacionalidad. El medium tradicional de
vinculación de conceptos ha sido la proposición. (…) Los conceptos pueden interrelacionarse

23
Cabrera, J. (2008): pp. 14-15.
24
“La capacidad medular es la habilidad para notar y establecer distinciones entre otros individuos y, en
particular, entre sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones.” Gardner, Estructuras de la
Mente: la teoría de las inteligencias múltiples (1983) Ed. Fondo de Cultura Económica, Colombia, 2001, p. 189.

p. 12
dentro de otros media no proposicionales: ... en media situacionales, típicas de la literatura y
el cine, los conceptos, además de vincular elementos intelectuales con otros semejantes, están
también cargados de afecto, y su afectividad entra en interacción con los componentes
intelectuales. (…) Considero esencial, el no tener que renunciar a la asertividad, la verdad o la
universalidad del concepto cuando lo retiramos de la tradición intelectualista y proposicional
de la filosofía. Situaciones desarrolladas en imágenes, en la medida en que vinculan conceptos
(contenidos representacionales cargados de afecto), pueden continuar teniendo relación con
las exigencias de asertividad, verdad y universalidad, como tradicionalmente presentadas por
los conceptos en el ámbito del intelectualismo predominante en la tradición. Cuando el
intelecto organiza el material sensible-afectivo entra en interacción con él y no en una
relación jerárquica de sentido único, en la medida en que el intelecto es permanentemente
guiado por el material sensible-afectivo que organiza.”25

La conceptualización de lo real contiene, para Cabrera, dos componentes: un componente


representacional, que nuclearía las tres funciones tradicionales atribuidas al concepto:
captación, descripción y organización de algún sector de la realidad; y un componente
sensible-afectivo, de carácter no representacional, accedemos al mundo a través de contenidos
afectivizados, de contenidos lógicos cargados de afecto. Las cosas no son tan sólo azules,
redondas o cuadrangulares, sino también temidas, despreciadas, desconfiadas o codiciadas. La
percepción de una cosa no está completa sin alguno de estos dos órdenes de rasgos: es
necesario captar el tono emocional con que el filósofo hace su descripción del mundo. Así, la
captación-descripción-organización se tiñe de afecto. El concepto de algo no queda
plenamente formado sino hasta que se capta su particular carga afectiva: entender sólo
intelectualmente no será suficiente. No entender a un filósofo es, de alguna manera, rehusarse
a abrigarlo afectivamente, cerrarse a su propuesta logopática, intelectual-afectiva.

Por tal motivo, el concepto-imagen, es capaz de afectivizarse, aprovechándose del tremendo


poder presencial de la imagen: su posibilidad de hacernos temblar, pero de una manera
cognitiva, referencial, donadora de sentido, y no tan sólo de impacto emocional pasajero.
Asimismo, “las imágenes tienen (…) su capacidad de interactuar con las ideas modificando su
sentido o intensificando su comprensión, a través de su propia dimensión cognitiva no
meramente auxiliar, sino efectiva y propia”.26

25
Cfr. Cabrera, J. (2002): pp. 135-136.
26
Op.cit: pp. 137-138.

p. 13
Esta idea no es nueva. Está presente en el Schiller de las Cartas sobre la educación estética del
hombre. “Mientras que el impulso sensible sólo da lugar a casos, el formal dicta leyes”. Para
Schiller, la razón, unificadora, ejerce violencia sobre la diversidad irreductible de los
fenómenos en la realidad. En el campo del arte se construiría, según Schiller, un espacio
donde confluirían ambas facultades, sin el afán instrumentalizador propio de la razón, y sin la
limitada orientación a la supervivencia propia de la sensibilidad. Una educación que reserva
un espacio relevante para el arte (en este caso, el cine) permitiría un desarrollo integral del
individuo.27

4- A modo de cierre (y apertura)

Partimos de algunas premisas como: la diversidad del acceso al saber, la visión que se tiene
sobre la filosofía como algo ajeno (“es demasiado abstracta”) y que es necesario que los
estudiantes además de entenderla puedan apropiarse de sus problemáticas, y de la capacidad
sensibilizadora del cine.

Tenemos muchas interrogantes y pocas afirmaciones. Estas últimas se pueden resumir del
siguiente modo, como una primera aproximación a la relación entre la enseñanza de la
filosofía práctica y el cine:

✓ Es necesario, y además posible, realizar un doble movimiento: desde la teoría


filosófica a las experiencias vividas, y viceversa. El cine resulta ser un vehículo que
genera la interacción entre estas dos dimensiones. El cine puede ser algo más que una
herramienta o estrategia didáctica, puede ser generador de aprendizajes imprevistos y
productor de pensamiento.

✓ La capacidad de construir mundos posibles del cine acompaña la “pretensión de


validez” normativa de la filosofía práctica.

✓ Articular lo universal/particular, puede ser logrado con el visionado de un filme, de


modo tal que la vivencia cinematográfica nos proporciona una mirada crítica, un
repensar situaciones, comprender lo complejo desde diferentes perspectivas.

27
Cfr. Boj Ferrández, J.L. (2011):pp. 11-16.

p. 14
Pero, resta mucho por pensar y hacer:

 ¿Qué tienen las “imágenes” para aportar al pensamiento filosófico (y viceversa)?, ¿Se
captan conceptos con ellas, o se construyen, o se reconstruyen?

 ¿Cómo realizar un movimiento fluyente entre pathos/logos/ethos? , ¿Cómo lograrlo


sin perder la especificidad de cada uno?

 ¿Cómo no vulgarizar?, ¿Cómo un “entretenimiento” puede ser didácticamente


apreciable?, ¿Cómo generar valor pedagógico de una expresión artística que no lo
pretende por sí misma, y a la vez que sea significativa y genere el “deseo” de la
aventura del aprendizaje en nuestros estudiantes?

 ¿Es posible, y deseable, concebir un curso de filosofía y arte con sentido y relevancia
académica?, ¿Es posible realizarlo sin la interdisciplinariedad?, ¿No será pretensioso
no contar con otras disciplinas, como la historia, la geografía, la sociología y las
distintas ciencias?

El desafío es seguir buscando, pero buscando ¿qué?:

Profundizar sobre lo analizado aquí y encontrar nuevas relaciones de la temática abordada, e


incluso otras contradictorias.

Pero parece ineludible la inclusión del análisis estético, no como complemento de este trabajo,
sino como algo inherente al mismo, ¿podrá ser que se encuentren formas expresivas artísticas
que se corresponden con teorías estéticas? Y redoblando la apuesta… ¿y a su vez con posturas
filosóficas prácticas?

Asimismo, la construcción de bloques temáticos que utilicen audiovisuales, ya sea para su


inicio, ejemplificación, dar cierre o evaluar el contenido enseñado que nos permitan realizar
experiencias en el aula requiere una planificación y elaboración de envergadura. También es
insoslayable el trabajo conjunto con otras disciplinas, en particular, en la educación media.

p. 15
Continuar con este desafío es una tentación, es una invitación, es un reto de compromiso
individual y colectivo. Disfrutar de aprender con otros, compartir el saber y el hacer, es el
inicio y será connotativo, aunque sea arduo. De no ser disfrutable, no será.

Descubrir es siempre comprobar que los objetos no son aquello que


se creía; conocer más es, ante todo abandonar lo más claro y lo más
cierto del conocimiento establecido. No es seguro, pero no es
increíble que lo que nos parece una extraña perversidad,
sorprendente inconformismo, desobediencia y falta, en las imágenes
animadas sobre la pantalla, pueda servir para penetrar todavía con
un paso más en ese "trasfondo terrible de las cosas". (Epstein, 1946,
10),

p. 16
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Recursos Web
- El cine en la sombra: Es una plataforma web de ámbito internacional sobre cine. En ella, encontrarás
todas las películas de estreno, cuidadosamente analizadas por nuestros expertos, publicación de artículos
sobre el séptimo arte, noticias cinematográficas de actualidad, así como un catálogo temático de películas.
http://www.elcineenlasombra.com

- Film-Philosophy /Edinburgh University Press (Escocia): Revista académica arbitrada dedicada a estudios
sobre cine y filosofía. La revista se interesa por las formas en que las películas se desarrollan y contribuyen
a la discusión filosófica. http://www.film-philosophy.com/

- Filosofía con Cine: Blog de Luis Roca Jusmet - Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma
de Bellaterra, España. Se presenta una mirada filosófica personal de la narrativa cinematográfica y
comentarios a trabajos interesantes sobre el tema.
http://filosofiaconcine.blogspot.com.uy/

- Filosofía y cine /Universidad Autónoma de Madrid: Se realiza una selección de películas según distintas
categorías filosóficas con sus respectivos comentarios.
http://biblioteca.uam.es/derecho/exposiciones/cine/filosofia.html

- Recursos Didácticos de Filosofía y Cine/ Asociación Andaluza de Filosofía: Contiene listado de


películas con comentarios y otros recursos referidos a la temática.
http://www.aafi.es/index.phphttp-http://edukazine.blogspot.com.es/2006/01/recursos-para-el-aula-de-
filosofia.html

- Tic y Filosofía / Asociación Andaluza de Filosofía: página de Facebook que son una entrada a diversos
recursos para la enseñanza de la filosofía, más amplia que el vínculo cine y filosofía.
https://www.facebook.com/FilosofiaTIC/?fref=ts

- Cine Filosófico: Blog de José Luis Boj, Licenciado en Filosofía y Master Universitario en Formación del
Profesorado, (Universidad de Murcia). cine-filosofico.blogspot.com/

- Cine y Filosofía: Aula de Filosofía de Eugenio Sánchez Bravo, Docente de Filosofía egresado de la
Universidad de Salamanca. Se encuentran links a películas seleccionadas y comentarios sobre las mismas.
http://auladefilosofia.net/category/cine/cine-y-filosofia/

p. 20

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