Un contrato de futuro es un acuerdo para comprar o vender un subyacente en una fecha
estipulada previamente a un precio determinado, también fijado previamente. Los contratos de futuros se negocian en mercados organizados y los términos del contrato de futuro están estandarizados (nominal, multiplicador, vencimiento, etc.), es decir, son siempre los mismos. Para evitar el riesgo de incumplimiento del contrato por parte de la contraparte e intermediar las transacciones en el mercado de futuros existe una cámara de compensación, la cuál es responsable de todas las operaciones que se realizan en el mercado de futuros. Ésta es la que se encarga del requerimiento de las garantías a los miembros del mercado (y estos a sus clientes), y de la liquidación diaria de pérdidas y ganancias, que es otra de las características de los contratos de futuro. En el caso de que la posición vaya en contra las pérdidas en un contrato de futuros pueden llegar a ser muy grandes, no están limitadas (siempre que estemos especulando con futuros). En los contratos de futuros hay dos posiciones posibles, comprador de un futuro o vendedor de un futuro.