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FUNCIONES DE LA ANIMACIÓN
La animación sociocultural está orientada al cumplimiento de las siguientes funciones:
Función de socialización, como instrumento de la integración de la persona y de los
grupos sociales en la realidad compleja y cambiante en que se encuentran.
Función lúdica y recreativa, como estrategia de desarrollo y experimentación del tiempo
libre como tiempo de disfrute enriquecedor y de autorrealización.
Función educativa y cultural, en su faceta de educación no formal, posibilitando el
aprendizaje para el autodesarrollo, y en que la vivencia participativa de la cultura sea un
medio más para el crecimiento vital.
Función de regulación social, como práctica de los valores democráticos de igualdad
social, y desarrollando una acción en cierta medida compensatoria respecto a las
desigualdades socioculturales.
Función innovadora y crítica, desde la reflexión y el cuestionamiento de la realidad y la
motivación para la actividad crítica y creativa de la misma sociedad contra situaciones de
conformismo, pasividad y estancamiento comunitario, evitando caer en cualquier tipo de
manipulación y simplificación normalizante respecto al statu quo social.
ANIMADOR PROFESIONAL
Las características y estilo del profesional de la animación cabe decir que si bien hay varios
estilos (autoritario, permisivo y democrático), el animador debe desarrollar su actividad
desde el estilo democrático que es el que responde claramente al ejercicio de los valores y
principios de la animación.
De esta manera, el animador ha de convertirse en un facilitador de procesos de desarrollo,
movilización y creación comunitaria, abriendo posibilidades, ofreciendo recursos y
facilitando apoyos, desde el fomento y la canalización de inquietudes socioculturales, a la
vez que promoviendo la toma consensuada y reflexiva de decisiones por parte de los
propios grupos o colectivos.
En definitiva, el animador promueve el empoderamiento de las comunidades en su propio
desarrollo y mejora. Por ello, se ha de caracterizar por rasgos tales como:
Compromiso.
Responsabilidad.
Flexibilidad y capacidad de adaptación a diferentes realidades y situaciones.
Confianza en la persona y sus capacidades de autodesarrollo.
Mentalidad abierta que no plantea juicios de valor respecto a los destinatarios de las
propuestas.
Capacidad de comunicación y relación, imprescindible en un ámbito profesional basado en
las relaciones e interacciones sociales.
Creatividad e iniciativa en el planteamiento de propuestas, desarrollo de estrategias
metodológicas, búsqueda de recursos y promoción de dinámicas de acción grupal.
Capacidad para trabajar en grupo y de análisis crítico.