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Universitario Cristóbal Colon

Derecho y Ciencias Sociales

Catedrático: Jesús Castelán Morfil

Trabajo de investigación: Derecho penal del enemigo de México

Delitos Especiales

Carlos López Martínez

10 “A”

Fecha de entrega: 27 de febrero de 2017


CONTENIDO
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….3
EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO ………….…..…………………………………... 4

EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO SEGÚN GÜNTHER JACKOBS ...………..5


ELEMENTOS DEL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO SEGÚN JAKOBS....……5

LA CIENCIA DEL DERECHO PENAL ANTE LAS EXIGENCIAS DEL PRESENTE


APLICADA EN MÉXICO ......................................................................................... 7
¿ES UNA SOLUCIÓN VIABLE LA IMPLEMENTACIÓN DE UN DERECHO PENAL
DEL ENEMIGO EN MÉXICO?.....……………………………………………………….8
CONCLUSIÓN……………………………………………………………………………9
BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………………………………………………………………………….……………..……………….10
INTRODUCCIÓN

En este presente trabajo de investigación se hará mención y análisis


del Derecho penal del enemigo que es contrario a los principios del Estado de
Derecho y no es compatible con una sociedad democrática. El concepto de
"enemigo", la notoria probabilidad de que la totalidad de la población sufra
restricciones en sus libertades, unida a su ineficacia para acabar con la delincuencia
convierten a este tipo de Derecho penal en algo indeseable.

De igual manera se abarcar los problemas que sufre los Estados para
la adopción del Derecho Penal del Enemigo, es necesaria más preparación para la
implementación de éste ya que la delincuencia organizada está desafiando de
manera real al Estado y a la sociedad, contraviniendo los valores que sustentan la
democracia y el mismo Estado.

3
1.- EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO

Este concepto se ha vuelto punto polémico dentro de la producción


jurídica, sobre todo en las últimas décadas. En 1999 se celebró en Berlín un
Coloquio de Derecho Penal, en el cual fue re introducido por Günther Jakobs,
principal defensor del funcionalismo, siendo fuertemente objetado por otros
participantes.1 Francisco Muñoz Conde nos dice en qué consiste este concepto y
nos impele a la búsqueda de la fuente original. Haremos una breve descripción de
dos pequeñas obras básicas en las cuales estos autores y otro destacado penalista,
Manuel Cancio Meliá presentan sus puntos de vista.2

Muñoz Conde establece que el derecho penal del enemigo es el conjunto


de normas penales sui géneris aplicables para un tipo de delincuente, inicialmente
para autores de delitos económicos, pero últimamente a quien comete hechos
terroristas, de narcotráfico, o es autor de delitos de delincuencia organizada. Serían
reglas diferentes a las del derecho penal normal o aplicables al ciudadano “normal”,
infractor de otros ilícitos, el cual sí contaría con los derechos y garantías reconocidas
por el derecho penal moderno consignadas en las constituciones y convenios
internacionales. Se trataría de dos derechos penales distintos y con distintas
finalidades o funciones, comprendidos en un mismo ordenamiento o bien en leyes
especiales. El enemigo, se dice, sería una “no persona”, por lo tanto no puede ser
tratado como tal. Se podría, advierte, llegar a los extremos de autorizar torturas para
lograr la confesión o delación de cómplices. Los términos y derechos quedarían
suspendidos a conveniencia de la autoridad.

El Derecho penal del enemigo y su antítesis, el Derecho penal del


ciudadano. Hablar del Derecho penal es hablar, de un modo u otro, de violencia.
Violentos son generalmente los casos de los que se ocupa el Derecho Penal (robo,
homicidio, terrorismo, rebelión). Violenta es también la forma en que el Derecho
Penal soluciona estos casos (cárcel, internamientos psiquiátricos, suspensiones e
inhabilitaciones de derechos). El mundo está preñado de violencia y no es, por tanto,
exagerado decir que esta violencia constituye un ingrediente básico de todas las
instituciones que rigen este mundo. También del Derecho Penal

1
Francisco Muñoz Conde, La ciencia del derecho penal ante el nuevo milenio, Tirant Lo Blanch, Valencia,
2004, 484 pp.
2
Francisco Muñoz Conde, Derecho penal del enemigo. Conferencias magistrales, no. 6, México, INACIPE
2003, 44 pp.

4
1.2 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO SEGÚN GÜNTHER JACKOBS

Este concepto fue introducido por el alemán Günther Jackobs, en 1985,


teniendo como presupuesto filosófico El contrato social de Juan Jacobo Rousseau,
quien sostenía que todo malhechor, al atacar al derecho social, se convierte por sus
delitos en rebelde y en traidor a la patria, deja de ser miembro de ella al violar sus
leyes y hasta le hace la guerra. Entonces, la conservación del Estado es
incompatible con la suya, es preciso que uno de los dos perezca, y cuando se hace
morir al culpable, es más como un enemigo que como ciudadano. Jackobs
considera que aquellos individuos que no ofrecen garantías de comportamiento
social, por su abierto e incluso permanente enfrentamiento con el orden existente,
no pueden ser tratados como ciudadanos, sino como enemigos, por lo que se les
debe aplicar un derecho penal distinto, es decir, distingue entre underecho penal
para enemigos de un derecho penal para ciudadanos.

Jakobs, de manera congruente con su postura respecto a la finalidad del


derecho penal como garantizador de expectativas conforme a roles y de la
prevención general positiva, sostiene dos polos o tendencias de sus regulaciones.
Uno al tratar con el ciudadano, en la que espera hasta que éste exterioriza su hecho
para reaccionar con la pena, confirmando así la estructura normativa de la sociedad
y por el otro, el trato con el enemigo, a quien debe interceptar en el estadio previo y
combatir por su peligrosidad. Aparece tanto en el derecho penal sustantivo como en
el procesal. Se acentuarán los rasgos ya existentes en el derecho adjetivo del
ciudadano como la prisión preventiva, con otras tales como la incomunicación, las
intervenciones de las telecomunicaciones, intervención de investigadores
encubiertos, etc. Las medidas aplicables están dentro del derecho, pero los
imputados, dice Jakobs, son excluidos de su derecho.

Advierte que “un derecho penal del enemigo claramente delimitado es


menos peligroso, desde la perspectiva del Estado de Derecho, que entremezclar
todo el derecho penal con fragmentos de regulaciones propias del derecho penal
del enemigo”.

1.3 ELEMENTOS DEL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO SEGÚN JAKOBS


Para analizar el concepto de derecho penal del enemigo primero enuncia los tres
elementos del mismo según Jakobs:
1) Un amplio adelantamiento de la punibilidad
2) Penas desproporcionadamente altas y
3) Supresión o relativización de determinadas garantías procesales.

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Después retoma el planteamiento de Silva Sánchez al afirmar la
existencia de tres velocidades actuales del derecho penal. Una es propia de la parte
del sistema penal en el que se aplican penas privativas de libertad, sosteniendo que
aquí se deben mantener de modo estricto los principios político-criminales, las
reglas de imputación y los principios procesales clásicos. Otra velocidad estaría
formada por las infracciones sancionadas con penas pecuniarias o privativas de
derechos, en donde podrían flexibilizarse las garantías de acuerdo a la gravedad de
las mismas. La tercera velocidad sería la propia del derecho penal del enemigo, en
donde consisten la imposición de penas privativas de libertad y la flexibilización de
las garantías penales y procesales. Anteriormente anotamos la concordancia entre
Jakobs y Cancio Melía en cuanto al diagnóstico de la existencia de ese derecho
penal del enemigo dentro de los sistemas jurídicos penales.
Canció Meliá se refiere al contenido de ese derecho. Sin desconocer
que sería necesario realizar un estudio detallado por país de la parte especial de los
códigos penales y procesales, así como de las leyes especiales, admite que ha
habido un desplazamiento de las medidas especiales desde los delitos económicos
hasta un enfoque circunscrito casi a los delitos de terrorismo, narcotráfico y
últimamente criminalidad relacionada con inmigración, siendo la esencia de ese
derecho el que “constituye una reacción de combate del ordenamiento jurídico
contra individuos especialmente peligrosos...”
La identificación del enemigo, dice Cancio Meliá atiende a su
caracterización como malhechor archivado, siendo un concepto más
seudorreligioso que militar, no se trata de tratar de neutralizarlo sino de atribuir
competencia a quien lo debe combatir por perverso y demoníaco. En consecuencia,
no es un derecho penal de acto, sino de autor.
Por lo tanto, para este autor, el llamado derecho penal del enemigo, no
es derecho, sino una manifestación de fuerza estatal.
En México, el aumento de la pena de prisión en “hasta 70 años”, es la
demostración fehaciente del fracaso del fin de la prevención, general o especial,
positiva o negativa. Es la exclusión definitiva de la sociedad, de hecho la muerte
civil del enemigo. Solo faltará receptar las medidas de la lucha antiterrorista en el
procedimiento común o reimplantar la pena de muerte.
En nuestra legislación se detectar brotes de ese “derecho penal del
enemigo”, denunciar su inconstitucionalidad y propugnar la defensa de un derecho
penal respetuoso de la dignidad humana, señalando, de ser posible, alternativas
de política criminal en la lucha contra la delincuencia.3

3
El derecho penal del enemigo María del Pilar Espinosa Torres

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1.4 LA CIENCIA DEL DERECHO PENAL ANTE LAS EXIGENCIAS DEL
PRESENTE APLICADA EN MÉXICO

México ha sufrido una escalada de violencia sin comparación en la historia


contemporánea. Tal parece que estamos en un estado de guerra, ya ni son noticia
las imágenes de personas decapitadas, las narcomantas, muertes de policías
municipales, estatales y federales, descubrimientos de fosas comunes, corrupción
de funcionarios públicos federales, estatales y municipales en los poderes ejecutivo,
legislativo y judicial, etc.
Ante este panorama sombrío, oscuro y desalentador donde el Estado se
vislumbra enfermo, débil, anquilosado e incapaz de combatir la fuerza total (como
un Leviatán) de la delincuencia organizada, surge la pregunta de si es buena idea
la aplicación de un Derecho Penal del Enemigo en México.
Es decir, existe una reiteración de leyes, unas que se aplican para los
ciudadanos y otros para los enemigos –delincuencia organizada-. Según Günther
Jakobs para determinar si hay un derecho de excepción o un régimen de Derecho
Penal del Enemigo.
Pues bien, con la reforma constitucional en materia penal de 2008, donde
se implementaron los juicios orales, también se adicionaron varias reglas especiales
para la delincuencia organizada, satisfaciendo los tres requisitos antes señalados4,
entre las que se encuentran: la constitucionalización del arraigo –declarado
previamente como inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación-,
la figura de la extinción de dominio, centros especializados de “reinserción social”,
restricción de comunicaciones con terceros, reserva de datos en la acusación, etc.
Además ya es definida la delincuencia organizada en la misma
Constitución como la: “organización de hecho de tres o más personas, para cometer
delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley de la materia”.
Como podemos apreciar, la definición de delincuencia organizada no requiere que
las personas lesionen o pongan en peligro un bien jurídico, sino que únicamente se
necesita que tengan la intencionalidad delictiva (“para cometer delitos”).
Por lo tanto, se puede afirmar sin temor al error, que México con la reforma
constitucional en materia penal ya es un país donde se encuentra vigente el
Derecho Penal del Enemigo, tal como lo señala el Dictamen de la Cámara de
Senadores respecto de la reforma penal: “Un fenómeno que por sus características
especiales en la capacidad de operación de la organización, la sofisticación de sus

4
es preciso satisfacer tres requisitos que son: a) adelantamiento de la punibilidad: es decir, no se requiere la
lesión o puesta en peligro de un bien jurídico, sino que inclusive se llegan a sancionar los medios preparatorios,
b) penas desproporcionadamente altas, y c) las garantías procesales son reducidas

7
actividades, el impacto social de los delitos que comete y, en general, su condición
de amenaza en contra del Estado, requiere de un tratamiento especializado” 5.

1.5 ¿ES UNA SOLUCIÓN VIABLE LA IMPLEMENTACIÓN DE UN DERECHO


PENAL DEL ENEMIGO EN MÉXICO?

Considero que por las circunstancias particulares que atraviesa México se


requiere un derecho penal del enemigo. Debido al status actual en el que vivimos
es necesaria la implementación de éste ya que la delincuencia organizada está
desafiando de manera real al Estado y a la sociedad, contraviniendo los valores que
sustentan la democracia y el mismo Estado.

El alto índice delictivo que vive la sociedad hace necesaria la aplicación de


estas medidas. Es preciso señalarlo, actualmente algunos Estado viven una
verdadera guerra contra la delincuencia organizada y es necesario dotarlo de las
herramientas necesarias para combatirlo de manera frontal. Sin embargo, no por la
implementación de estas medidas terminará el crimen organizado de operar, sino
que únicamente se le dota al Estado de herramientas para afrontarlo por lo que si
no hay una verdadera voluntad de combatirlo –si hay corrupción, “narcocampañas”,
infiltración del crimen organizado en el Estado - no se podrá nunca vencerlo.

5
Constitucionalidad, Delincuencia organizada, Derecho Penal del Enemigo

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1.6 CONCLUSIÓN

El derecho penal del enemigo llagamos a la conclusión, quien pretende ser


tratado como persona debe dar a cambio una cierta garantía cognitiva que se va a
comportar como persona. Si no existe esa garantía o incluso es negada
expresamente, el Derecho penal pasa de ser una reacción de la sociedad ante el
hecho de uno de sus miembros a ser una reacción contra un enemigo. Esto no ha
de implicar que todo esté permitido, incluyendo una acción desmedida; antes bien,
es posible que al enemigo se le reconozca una personalidad potencial, de tal modo
que en la lucha contra él no se puede sobrepasar la medida de lo necesario.

Al igual consideramos que consiste en la negación de la condición de


personas a determinados individuos, personalmente rechazo aquél a partir de la
idea de que el destinatario del Derecho penal es el hombre empírico y no la persona
normativa, y considero que tales regulaciones no son compatibles con la exigencia
del respeto a la dignidad humana.

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1.9 BIBLIOGRAFÍAS

 Nombre del autor: MUÑOZ CONDE, Francisco


Título: Derecho penal del enemigo. Conferencias magistrales, no. 6,
Lugar: México, INACIPE
Año: 2004,
Página: 44 pp
 Nombre del autor: ALVARADO MARTÍNEZ, Israel,
Título: Procedimientos penales especiales
Editorial: Porrúa
Lugar: México DF
Año: 2006
Páginas: 13, 26,27
 Nombre del autor: JAKOBS, Günther y Manuel CANCIO MELIÁ
Título: Derecho penal del enemigo,
Editorial: Civitas
Lugar: Madrid
Año: 2003
Páginas: 102 pp

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