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Constelación familiar
En el puesto que ocupa el representante que sustituye a los miembros de la familia, sus actitudes y
sentimientos, podemos revelar el legado oculto, el secreto y los órdenes del amor que regulan el sistema
familiar
El terapeuta que realiza la Constelación Familiar procede a cambiar la posición del representante, guiando a la
persona en un proceso de integración con el fin de que la tensión desaparezca y la familia retorne a la paz
Este seminario se ofrece a cualquier persona que desee trabajar en la integración y sanción de los conflictos
familiares que pueden estar afectándole la posibilidad de ser feliz.
QUE ES UNA CONSTELACIÓN FAMILIAR?
La constelación Familiar es una imagen que representa el pasado de una persona hasta hoy. Imagen interior
que lo ata. Ha quedado gravada en el alma debido ha que se ha interrumpido un movimiento energético,
movimiento psíquico que detuvo el desarrollo emocional normal del ser humano.
El lugar Psicológico que se ocupe en un grupo familiar social o laboral determina los sentimientos y las
emociones del individuo
OBJETIVO DE LA CONSTELACION
La sintonía de la persona con su propio destino y con su propia responsabilidad en el ámbito que se mueve.
Solucionar los desequilibrios en el sistema que se está analizando, a través de verificar los tres elementos
básicos del sistema: la pertenencia, el equilibrio y el orden.
· En grupos de trabajo con dificultades de relación o problemas de larga trayectoria. · En empresas familiares.
Los clientes tienen la oportunidad de trabajar problemas de su vida y los participantes podrán ser elegidos para
dichas Constelaciones así como los observadores de las mismas. Estos tres modos de participación tienen un
fuerte impacto terapéutico entre todos los asistentes.
A personas que deseen trabajar en la integración y sanación de los conflictos familiares que puedan estar
afectándole la posibilidad de ser feliz.
las empresas, directores de organizaciones y fundaciones que trabajen por la salud mental.
Los sucesos vividos por los que vinieron antes que nosotros (desde nuestros padres hacia atrás) afectarán a
toda la red familiar.
Muchos de los conflictos o malestares que una persona siente como sin salida o perturbaciones en su vida de
relación están vinculados a lo mencionado más arriba.
Los Órdenes del Amor son las leyes y ordenamientos que rigen en forma determinante la vinculación dentro
del sistema familiar.
Cuando hay amor y no hay orden, se desvirtúa y se bloquea el amor. El orden reactiva y desbloquea al amor.
“Por regla general pertenecen a la red familiar (ya sea que vivan o estén muertos):
Para que la red familiar se desarrolle armoniosamente, hay leyes o pautas, que de no respetarse, provocaran
trastornos en los integrantes de la misma.
⇒ Muerte de padres cuando los hijos son pequeños, muerte de madre en el parto.
psicosomáticas o mentales.
de origen.
⇒ Situaciones en las cuales algunos familiares de la red sacaron provecho de otras personas
quasi esclavos.
⇒ Adopciones.
⇒ Secretos familiares.
Este enfoque se centra en el sistema familiar en conjunto, que denomina red familiar. A esta red familiar
pertenecen: los hijos y sus hermanos, los padres y sus hermanos, los abuelos de ambas partes, a veces,
alguno de los bisabuelos, y todos aquellos que hicieron sitio para otros en el sistema, por ejemplo, un primer
marido o una primera mujer.
Muchos comportamientos actuales de una persona no son explicables desde su situación actual, sino que se
remontan a distintos sucesos en su familia de origen, es decir a vivencias de sus padres o antepasados más
lejanos.
Hellinger ha descubierto en muchos años de trabajo terapéutico, las leyes según las cuales se
desarrollan identificaciones e implicaciones trágicas entre los miembros de una familia, leyes que
define como Ordenes del Amor.
Un amor interrumpido o un
movimiento frustrado
hacia uno de los padres
puede desequilibrar a todo Frecuentemente las consecuencias de estos sucesos aparecen en
un sistema familiar; generaciones posteriores causando trastornos e incluso enfermedades en
también cuando hubo un una persona.
miembro de la familia que
murió tempranamente, o Las constelaciones familiares revelan los enredos familiares
cuando alguien fue inconscientes a los que una persona que consulta se halla
excluido de la familia o se s u j e ta .
le negó la pertenencia a la
misma. Esto permite restableciendo los Ordenes del Amor encontrar caminos para
liberarse de los enredos y configurar una imagen de solución, que libera
fuerzas curativas que raras veces se experimentan en psicoterapia con semejante intensidad.
Este trabajo terapéutico no requiere la presencia de toda la familia.
Se trata de una terapia individual que se realiza en un grupo de pacientes y terapeutas interesados.
Una persona que quiera configurar una constelación en relación a una cuestión determinada,
primeramente refiere su intención.
A continuación elige entre los presentes representantes para aquellas personas que integran su sistema
familiar actual o de origen, incluyendo un representante para sí misma.
Luego las posiciona según su imagen interior en un lugar determinado sin hacer comentarios. Este proceso se
realiza de una manera centrada y silenciosa.
El terapeuta comienza a preguntar a los representantes por sus sensaciones y sentimientos en sus posiciones
concretas.
Esta percepción y el conocimiento Este trabajo alcanza las profundidades del alma y requiere
profundo de las dinámicas del sistema la cooperación atenta de todo el grupo.
guían al terapeuta.
Este nuevo ordenamiento permite que vuelva a fluir el
A través de varios pasos intermedios, como amor en el sistema familiar, poniendo en evidencia así el
el uso de frases curativas o ritos del poder del amor y las fuerzas que gobiernan los vínculos
lenguaje corporal, el terapeuta forma una en la familia.
imagen de solución en la que todos reciben
el lugar correspondiente. Estos talleres que coordino están dirigidos a aquellas
personas interesadas en trabajar con asuntos
problemáticos de su vida, de su familia o pareja.
Aquellas personas que padezcan enfermedades graves, que hayan sufrido repetidas experiencias de infortunio
o deseen enfrentar los hechos irremediables de su historia familiar.
Hellinger, en sus trabajos terapéuticos con terapia sistémica, descubrió los órdenes del amor de las
constelaciones familiares, al comprobar que los sistemas familiares, al igual que otros sistemas, tienen
su propio orden natural, y que, cuando ese orden se trastoca, los efectos repercuten en las
generaciones futuras.
Parece ser que existe una especie de conciencia, que opera como un “gran alma” familiar, que obliga a los
miembros de la familia a cumplir ciertas leyes para mantener “ese orden” que permite el flujo de amor interno.
Cuando ese orden se trastoca, el sistema, al intentar recuperar su equilibrio, parece ser despiadado con
algunos de sus miembros, y los empuja a seguir o repetir suertes y destinos trágicos.
¿Cómo es posible que los mismos patrones –adicciones, muertes trágicas, etc.- se repitan en
diferentes generaciones de una misma familia?
¿De donde surgen esos impulsos incontrolados que dominan a algunos miembros de forma
compulsiva?
Existen modelos psicológicos y sociológicos que explican de formas diferentes estas suertes o destinos
trágicos. Pero...
¿Cómo se explican los fenómenos que suceden en los talleres de constelaciones familiares?
En cuanto los participantes de una constelación son situados en relación unos con otros, ya no actúan y
sienten como ellos mismos, sino como los miembros de aquella familia que representan, desarrollando incluso
síntomas físicos de aquellas personas.
¿Cómo se explica que puedan experimentar los sentimientos y sensaciones de los miembros de una
familia que desconocen, o que salgan a la luz sucesos ocultos o desconocidos para los miembros de
dicha familia?
El Escenario
En un taller de constelaciones familiares, los participantes se sientan en círculo y se presentan al resto del
grupo.
La/el terapeuta comenta brevemente la experiencia vivencial en la que van a participar, e informa de las
personas que van a hacer su constelación familiar, entre 12 y 15 personas durante un fin de semana.
El resto de las personas tendrán la oportunidad de participar como representantes o como observadores.
La Exposición
Le toca el turno al primer participante, por ejemplo María.
Esta se sienta al lado de la/el terapeuta y le explica el tema que desea “representar”:
“dificultades económicas”,
“insatisfacción en el trabajo”,
“problemas de salud”:
una enfermedad física, depresiones, etc.
Habla de su madre, o de la personalidad de su padre, o del abandono o los malos tratos,... pero sin
darle tiempo a entrar en detalles, la/el terapeuta corta bruscamente la exposición: “no me interesa”.
Los datos que interesan tienen que ver con sucesos trágicos y separaciones en la familia actual y muy
especialmente en la familia de origen:
¿Alguna muerte en la familia?
, ... (estos sucesos se pueden remontar hasta varias
¿divorcios o parejas anteriores? generaciones: abuelos, bisabuelos e incluso
tatarabuelos).
¿alguna persona excluida o expulsada de la
familia o tratada como la “oveja negra”? María, tras presentar el tema que desea constelar,
expone los hechos ocurridos en su familia.
¿estafas de herencias? ¿injusticias graves?
La Colocación
La/el terapeuta decide qué miembros de la familia deben ser representados primero, pero es María quien elige
a los representantes para los diferentes miembros de su familia.
Por ejemplo, un representante para su madre, otro para su padre, otro para su hermano y otro para ella.
Siempre que sea posible, los hombres representan a hombres y las mujeres a mujeres, y han de ser personas
ajenas a la familia y que no conozcan a la persona que van a representar.
María coloca a las personas elegidas en algún lugar dentro del círculo, en la posición y en la dirección que ella
intuitivamente siente (por ejemplo, el padre y la madre juntos en el centro de la sala, mirando hacia la hija, y el
hermano al otro lado). Seguidamente, les pone las manos sobre los hombros y, mirándoles a los ojos, les dice:
Una vez que los representantes están colocados, María se sienta de nuevo y observa cómo se desarrolla su
constelación familiar.
El Funcionamiento
El/la terapeuta les pide a los representantes que se dejen llevar por lo que sienten...
Al cabo de unos instantes, la madre puede sentirse incómoda donde está y empezar a moverse a otra
posición, alejándose de su marido.
En tan sólo unos instantes, y sin ningún conocimiento previo sobre la familia que están "representando", los
participantes elegidos empiezan a comportarse como los miembros originales de esa familia, experimentando
sentimientos y sensaciones corporales relacionadas con la persona a quien están representando.
Según se desarrolla la constelación, la/el terapeuta puede sacar un representante para un abuelo materno, su
exmarido o exnovio, o representantes para una hermana de la madre que se murió hace años, un bebé
fallecido, o incluso un aborto.
El Fin de la Constelación
El desenlace de estas misteriosas manifestaciones energéticas suele ser una radiografía muy precisa de los
vínculos invisibles de amor y dolor que unen a los miembros de esa familia, desde los hijos hasta los abuelos
(a veces incluso los bisabuelos o tatarabuelos).
Cuando el sistema se ha estabilizado, se obtiene una imagen que refleja muy gráficamente lo que sucede
dentro de esa familia, y con frecuencia pone al descubierto secretos familiares que ninguno de los asistentes
conocía con anterioridad.
Tal comprensión no sólo proporciona un gran alivio a quienes hacen su constelación familiar, sino también a
los representantes, quienes experimentan sensaciones liberadoras y sanadoras, especialmente cuando hay
"coincidencias" con las vivencias de la persona representada.
Cuando se alcanza ese orden, todos los miembros de la familia se sienten bien, ya que ese orden armoniza y
resuelve las relaciones/conexiones negativas existentes.
La Disrupción del Orden Natural
Las leyes que causan la disrupción del orden natural del sistema pueden ser transgredidas inconscientemente
de muchas maneras diferentes.
Cuando los padres adoptivos no reconocen a los padres naturales de sus niños...
Cuando no se reconocen a los compañeros anteriores o las relaciones importantes y no se honra a las
parejas...
Cuando sucede alguna de estas circunstancias, los efectos son sentidos por las generaciones siguientes, a
veces 2 o 3 generaciones después.
Estos efectos se manifiestan en cosas como: suicidios, depresiones, parejas sin hijos, enfermedades mentales
y física, adiciones,... a menudo, sin conocimiento tener consciente de lo que ha ocurrido en las generaciones
anteriores.
Los Datos Importantes para hacer una Constelación Familiar
Antes de asistir a un taller de constelaciones familiares, los participantes deberían de repasar y consultar sus
antecedentes familiares, como si se tratara de ordenar el árbol genealógico.
Para representar una constelación familiar, la personalidad y las características de los miembros de la familia
no son importantes, y no hay que dar información que pueda condicionar o distraer la “inocencia” de los
representantes.
Los hechos más importantes en una constelación familiar son los sucesos trágicos ocurridos en la historia de la
familia de origen (padres y abuelos, a veces bisabuelos o tatarabuelos) o en la propia familia. Las preguntas
más importantes tienen que ver con:
A continuación, incluimos una descripción más amplia de los principales hechos que dejan una
profunda huella y pueden “marcar” a varias generaciones de una familia
Una madre que muere dando a luz, un bebé que nace muerto, los abortos provocados y naturales
(desde los 5 meses).
Otras muertes:
Suicidios y crímenes:
Alguien estafado (¿alguien desposeído de su herencia? ¿desacuerdos severos al repartir una herencia?
¿alguien en la familia se ha beneficiado de la pérdida de otro?
Hijos de anteriores parejas, hijos ilegítimos o hijos que se dieron en adopción o fueron abandonados.
¿Algún niño adoptado en la familia?
Hospitalización en la infancia.
Sacan a la luz y resuelven enredos y relaciones confusas dentro de la familia y en otras relaciones.
Mejoran sustancialmente las relaciones de los padres con los hijos, y ayudan a resolver situaciones
familiares relacionadas con la infertilidad, la adopción o la custodia, los abortos, las separaciones, los
divorcios,...
Se manifiestan como campos energéticos que existen de la misma forma que existen los campos
electromagnéticos, pero funcionan de forma diferente, "conteniendo" o "almacenando" información y energía
de los sistemas, los grupos, las especies,....
Algunos lo relacionan con los campos morfogenéticos o “campos de conocimiento” (the knowing field). Otros
creen que lo que sucede en un taller de constelaciones es un desafío a cualquier explicación científica y
pertenece más bien al campo de la psicomagia.
Todos tienen el mismo derecho a pertenecer a su sistema familiar y todos en la familia merecen
atención.
Si alguien en la familia es excluido o expulsado, será representado por un miembro nacido con
posterioridad que cargará con un destino similar.
Los hermanos del fallecido mostrarán una inclinación a morirse, debido a las conexiones con el hermano
fallecido.
Esto se expresa con la frase: “Yo te seguiré”. Si esta carga pesa sobre un hermano que después tiene
hijos, estos sentirán “ese peso” y querrán aliviar al padre/madre.
a) Comparten los sentimientos de otros miembros de la familia (como si ayudaran a llevar sus
sentimientos); y
b) Cargan con sentimientos no expresados. Por ejemplo, cuando una abuela sumisa es abusada
físicamente por su marido, con frecuencia, una nieta se muestra enfadada con su marido sin
ninguna razón. En la constelación familiar se muestra claramente que la nieta “arrastra” la rabia
de la abuela.
El hombre ocupa el primer lugar en la familia, pero trabaja al servicio de la mujer. Los padres son
quienes dan y los hijos quienes reciben.
Este orden no ha sido extraído de la tradición, la cultura o la religión, sino que es fruto de la observación
fenomenológica.
(Es muy importante observar y prestar atención a estos órdenes sin hacer juicios o valoraciones
a priori).
PROYECTO DE DESARROLLO DEL MUNDO INTERIOR
EL MUNDO INTERIOR
A. Autoestima.
Respetarnos a nosotros mismos y sentirnos a gusto con lo que somos, es la clave para lograr
satisfacciones de tipo personal y profesional, encontrando así la paz interna que todos deseamos.
Los pilares básicos de la autoestima se constituyen a partir de las primeras experiencias en el núcleo
familiar, las cuales pueden ser modificadas a través de otras vivencias que permiten dar nuevos
significados a lo aprendido. Cuando el ser humano se encuentra sometido por largo tiempo a
situaciones de zozobra e inseguridad con respecto a la posibilidad de satisfacer sus necesidades
básicas y las de su familia, se disminuye la autoestima y la sensación de impotencia e incapacidad
ante las situaciones de la vida cotidiana, se hace evidente. Existen métodos y técnicas psicológicas
para reforzar el mundo interno en estas circunstancias y la experiencia ha demostrado que la
aplicación de estas técnicas es un recurso práctico para que los seres humanos se sientan más
capaces de enfrentar la vida.
Una adicción es una necesidad compulsiva de alguna acción, objeto o situación y tiene como fin
calmar temporalmente el sentimiento de ansiedad producida por múltiples causas, la más importante
causa de la adicción es la necesidad de acallar un sentimiento o una emoción difícil de ser entendida y
manejada. El alcohol, la marihuana y todas las demás sustancias psicoactivas se han convertido en
recursos destructivos ante la ignorancia para manejar situaciones emocionales tales como miedo,
inseguridad, abandono, tristeza, desesperanza, ira y odio.
Hacer conciencia de los rasgos adictivos que hay en nuestra personalidad, el origen de ellos como
consecuencia de haber crecido en una familia disfuncional, así como aceptar nuestra dependencia o
codependencia, nos permite trabajar para liberarnos y disfrutar de un nuevo modo de vida.
Durante mucho tiempo se reconoció la importancia de las facultades intelectuales como herramientas
básicas para el éxito de las relaciones interpersonales y de trabajo. En los últimos tiempos se ha
comprobado que la capacidad para identificar y manejar las emociones así como la posibilidad de
colocarse en el lugar del otro (capacidad de ser empático), son habilidades básicas para vivir con
calidad de vida, aprende a controlar las reacciones impulsivas y lograr tener una respuesta que facilite
la resolución de conflictos en vez de ahondarlos.
La Inteligencia Emocional nos permite valorar cada encuentro personal y nuestra respuesta a este
encuentro.
Esta moldeada por el juicio racional y la historia personal, así como el lejano pasado ancestral.
Tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente, estas dos mentes pueden operar
armónicamente.
El identificar las causas, consecuencias y recursos para controlar el estrés, es vital en esta época de
crisis que vivimos; proteger a las personas, familias y comunidades encontrando métodos Físicos-
Psicológicos con el fin de incorporarlos a la vida cotidiana, mejora nuestra calidad de vida. El estrés no
es algo que se pueda tomar o dejar, afecta el trabajo, las relaciones interpersonales, la salud e incluso
la vida sexual.
Cada uno de nosotros es el más indicado para diseñar el propio programa del manejo del estrés,
sabemos lo que funciona para cada uno y lo que estamos dispuestos a trabajar. La renovación implica
tomar decisiones conscientes, enfrentar patrones de conducta que se disparan automáticamente.
Tenemos voluntad de cambiar y eso es lo más importante.
La esencia del manejo del estrés es el equilibrio: entre la actividad y el descanso, el relacionarse con
los demás y estar solo, la seriedad y la frivolidad entre el ser y el hacer.
Todas las etapas de la vida y en especial después de los cincuenta traen sentimientos y emociones
propios que con conocimiento e información pueden ser sobrellevados con más equilibrio. Es común
que en esta etapa, el ser humano se cuestione acerca de sus logros con respectoa metas que se
propuso en momentos anteriores, de los resultados de esta evaluación depende en gran parte los
sentimientos de éxito o fracaso que se vivan en esta época.
La depresión es una reacción bastante frecuente por esta época que requiere conocimiento y manejo
acertado con el fin de evitar el deterioro emocional y físico de las personas en esta etapa.
F. Edad Dorada.
Con esta realidad es importante orientar esta etapa de la vida en forma mucho más energética y activa
sin connotaciones de apartamiento y retiro con el fin de evitar que se pierda la experiencia vital pues es
irremplazable. "Del viejo el Consejo".
MUNDO FAMILIAR.
El ser humano es en la etapa adulta lo que la adolescencia le aporte, es la etapa más delicada en el
desarrollo del ser humano porque las experiencias vividas marcan su comportamiento futuro ante la
autoridad, las normas y la ley.
Del manejo que hagamos los padres ante comportamientos del adolescente depende, que ellos
superen en forma adecuada esta etapa y se conviertan en adultos de bien.
En algunas ocasiones los adultos sentimos que no estamos lo suficientemente preparados para
desempeñar la función de padres o maestros de adolescentes.
Sentimos la responsabilidad de ser algo mejor que simplemente personas. Consideramos que
debemos ser siempre firmes, actuar guiados por el amor, ser incondicionalmente tolerantes y
sacrificarnos por ellos, dejando de lado las propias necesidades. Además pensamos que debemos ser
justos en todas las oportunidades, pero sobre todo que no podemos cometer los mismos errores que
sentimos que nuestros padres cometieron con nosotros.
B. Relaciones Familiares.
El padre debe ser la norma, la autoridad y la ley. La madre la receptora del mundo afectivo y estar
disponible ante sus hijos. El hijo obedece, respeta y honra a sus padres, tiene deberes y derechos.
El ambiente familiar depende del aporte de cada unos de los miembros de la familia pero en especial
de las pautas valores y normas que tanto el padre como la madre estimulen en sus hijos. Ser madre o
padre es una tarea difícil y de mucha responsabilidad sin embargo, puede hacerse en forma más
acertada si se conocen algunos aspectos de la Psicología de los niños, los adolescentes y los adultos
con que convivimos.
RELACIONES FAMILIARES
El padre, debe ser la norma, la autoridad y la ley. La madre la receptora del mundo afectivo y estar
disponible ante sus hijos. El hijo obedece, respeta y honra a sus padres, tiene deberes y derechos.
Contrariar la ley natural, genera conflictos al interior de la familia. El ambiente familiar depende del
aporte de cada uno de los miembros de la familia pero en especial de las pautas, valores y normas que
tanto el padre como la madre estimulen en sus hijos. Ser padre o madre es una tarea difícil y de mucha
responsabilidad; sin embargo, puede hacerse en forma más acertada si se conocen algunos aspectos
de la Sicología de los niños, los adolescentes y los adultos con que convivimos.
Se ha visto que nuestra vida viene condicionada por sentimientos o comportamientos que no nos
pertenecen. El drama y los secretos que hacen parte de la historia de nuestra familia pueden llegar a
desestabilizar fuertemente el sistema Familiar y crear problemas sin nosotros saberlo.
Si un miembro de la familia ha estado excluido y olvidado a causa de un destino difícil ( una mujer que
murió en el parto o un enamorado perdido en la guerra o un joven que embaraza la novia y los
distancian, un niño muerto a una edad temprana) sucede que otro miembro de la familia de la siguiente
generación sustituye sin saberlo el estado excluido y en la siguiente generación otro miembro imita su
destino manifestando aquella emoción y los síntomas, o busque continuamente la muerte.
Si alguno de la familia no ha tomado responsabilidad de una grave culpa, uno de los hijos tenderá a
expiar la culpa, pagando el precio con su salud u su felicidad.
Bibliografía:
WEBER, Gunthard (ed.) – FELICIDAD DUAL Bert Hellinger y su psicoterapia sistémica. Edit. Herder,
1999.
HELLINGER, B. & HÖVEL, G., Reconocer lo que es. Conversaciones sobre implicaciones y desenlaces
logrados, Barcelona, Herder, 2000, 209 Págs.
Reseña:
Se trata de un libro de conversaciones. Gabriele ten HÖVEL, periodista, polítologa, dialoga con el
psicoterapeuta Bert HELLINGER, tratando de descifrar las aparentes paradojas del pensamiento y la técnica
terapéutica.
En el prólogo, Gabriele ten Hövel nos explica cómo un primer encuentro con este hombre resulta contradictorio
y provocador: “Bert Hellinger confundió mi cabeza y alcanzó mi alma. Suscitó mi inseguridad e indignación, a la
vez que mi curiosidad.
A primera vista, muchas de sus ideas me parecían terriblemente conocidas: «La maternidad es algo grande» -
¡por Dios! ; «honrar al padre y a la madre» -¡qué católico!; «no luches contra los padres sino tómalos tal como
son» -¿y todo lo que me hicieron?-; «la mujer tiene que seguir al hombre» -¿y a ti te parece bueno un tipo
así?”.
Tras ese primer momento claramente provocador, el encuentro con Bert Hellinger va mostrando a un eficaz
terapeuta y a un acompañante de almas: “Una vez estuvo trabajando con un hombre que había perdido a su
mujer a hijo en un accidente.
El relato de los hechos fue tan terrible que la sala entera quedó paralizada. Y Hellinger, enfrente de este
hombre, escucha, y su voz se vuelve suave: «Ahora configura la constelación», dice, y sabe, de manera
inigualable, estar al lado de este hombre, brindándole la oportunidad de mirar la muerte de sus seres queridos
para, después, acompañarlo también en el camino de vuelta a la vida…”. A lo largo de las siguientes páginas,.
Reconocer lo que es nos va guiando a través de las relaciones familiares, las luchas de la vida, la convivencia
entre las personas, los proyectos ilusionantes, los fracasos, etc. La terminología terapéutica nos hablará del
trabajo con constelaciones familiares: ayudar a dibujar el propio sistema familiar permite ir alcanzando la
verdad sobre lo que es la propia vida.
SCHOPENHAUER, A., El arte de ser feliz. Explicado en cincuenta reglas para la vida, Barcelona, Herder,
2000, 158 Págs.
Franco VOLPI recuperó y estableció el presente texto en lengua alemana en 1999. Se trata de un texto casi
desconocido que ha necesitado de cierta labor de investigación y fijación. La presente edición incorpora el
texto alemán, al que añade una traducción castellana e igualmente las traducciones de la introducción y notas
de VOLPI.
Se trata de un interesante aporte de A. SCHOPENHAUER a la filosofía práctica. El pesimismo radical del autor
sirve como motor de un proyecto ético eudemonológico: la búsqueda de la felicidad es entendida desde una
concepción negativa como mera ausencia del dolor. El encuentro de A. SCHOPENHAUER con el Oráculo
manual del filósofo jesuita español Baltasar GRACIÁN le lleva a “concebir un arte de la felicidad en forma de un
catálogo de reglas de conducta”, como nos muestra F. VOLPI en su introducción a la presente obra (Pág.15).
El arte de ser feliz comienza haciendo una propuesta de definición de felicidad: “Alegría de ánimo,
temperamento feliz. (…). Lo más próximo a él, la salud del cuerpo, que está en una precisa relación con aquél,
para el que es la condición casi inevitable. Tercero, tranquilidad del espíritu” (p.27). Tras el establecimiento de
esta felicidad que se busca, el escrito se desarrolla en forma de cincuenta reglas (coincidencia con GRACIÁN)
en que nos va proponiendo desde aforismos muy concretos a principios algo más genéricos, en los que el
saber de un cierto sentido común y una buena capacidad de observación aparecen como materia prima de la
reflexión. F. VOLPI completa estas reglas con otro escrito de nuestro autor, tal como lo explica en su
introducción, p. 19: “A comienzos del año 1828, en el Foliant, parte segunda, pp.. 326-363, Schopenhauer
esboza una nueva introducción a la Eudemonología, que aprovecharía más tarde incluyéndola en los
Aforismos para la sabiduría de la vida.
Guiándose por Aristóteles, formula aquí los criterios principales de su concepción de la felicidad y los factores
de los que ésta depende: a) lo que uno es; b) lo que uno tiene; c) lo que uno representa”.
Acabamos esta breve reseña recogiendo dos de las reglas a modo de ejemplo: “REGLA NÚMERO 8. Limitar el
propio ámbito de acción: así se da menos prisa al infortunio; la limitación nos hace feliz etc. (…). REGLA
NÚMERO 13: Cuando estamos alegres, no debemos pedirnos permiso para ello con la reflexión de si a todas
luces tenemos motivo para estarlo”.