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F(JSI\GI\5CJGI\

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HISTORIA Y GEOGRAFIA

POR

Julio Sabogal S.
PRESBíTERO

-1919 ,,--

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Carrer •• 6. aS4. Bo¡¡otá.

Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
FU51\GI\5UGI\
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:HISTOHI.A y GEOGRAFIA

POR

Julio Sabogal S.
PRESBÍTERO

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lmprentn y Lit. de Juan Ca.i•.


Carrer •• 6. ~S4. SOllQtá.

Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
'Bogotá, agosto de 1918•.

He examinado el manuscrito titulado F usagasugá;


Historia y €ieografía por Julio Sabogal S., Pres-
hitero, y me es grato informar a V. S. l. que no he
hallado en el mencionado manuscrito cosa alguna tacha-
ble en orden a la fe .Y a la sana moral.
El Censor,
CELSO FORERO NIETO

Bo¡:Olá. 11 de septiembre de 1918.

Puede imprimirse.
ffi BERNARDO
Arzo'bh.po de B.¡¡:otá

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A MIS AMADOS FELIGRESES

Hoy, más que nunca, se preocupan los individuos,


lalSsociedades y los gobiernos por la instrucción y la
educación de los hijos y de 101 súbditos: porque la
primera ensancha, con los conocimientos adquiridos
en el vasto y hermoso campo de las ciQncias y de las
art€:s, su campo de acción, y porque la segunda, go-
bernada por el suave yugo de la Ley de Dios y por
los severos preceptos de la urbanidad, obliga al hom-
bre a cumplir con sus deberes como sér racional y
como criatura que en todo depende del Sér Supremo.
La gradación en los estudios, como la prudente
eleeciÓll de materias, segÚn las facultades intQlectuales
y sanas inclinaciones de los nirios, son el principal
factor en obra de tánta trascendencia. Creemos no vul-
nerar mejores opiniones, ni pecar contra las sabial re-
glas pedagógicas, si sostenemos que la enseñanza debe
tener su cuna en el hogar; que de aquí ha de ir, en
solicitud de más amplios horizontes, a la escuela y a
la universidad patrias y luógo abrirse brecha al red~-
dar del mundo para ganarse la vida honradamente.
Saber la historia del pueblo o de la ciudad que nos
vio nacer y conocer con toda perfeceióu su geografI.,
e. un deber, y, con todo, nada mli.sdescuidado en toda.
1

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partes. En los planteles de primeras y segundas ¡etras


se ensetl.an, de grado o por fuerza, hi:;toria y más his-
toria y h~sta geografla universal! pero a nadie se le
ocurre esta pregunta: ¿ fulano, conoce usted la historia
y la geografla de su tiert'll ?
¿ Qué le importa al niño saber que hubo un hOID-
brf1 ante quien muda se postr6 la tierra, o uu guerrero
tau grande como :Napoleón 1,o un Oicerón, o un (JOOar I

\l un Virgilio, o malvados como Nerón, Dioclesiano y I

Oalígula, o farsantes como Mahoma y Lutero, si al


mismo tiempo ignora quiónes fueron los fundadores
de su pueblo?
¿ Qué adelantan los muchachos con tener grandes
conocimientos del Asia, del Africa, de la Oceanfa y de
los Polos, si ni siquiera saben en qu6 parte del globo
queda su tierra?
De lo conocido a lo desconocido debe llevarse al
niño j de lo fácil a lo dificil, de lo concreto a Jo abs-
tracto, para hacerle agradadable el estudio y para que
la enseñanza sea fructuosa. Del conocimiento ,del te-
rruño natal debe pasarse al estudio de la provinoia, de
aquí al departamento, luégo a la república etc.,y des-
pués, por vía de erudición, puede divertin6 en '31 ex-
tenso conocimiento de todos los pueblos de la tierra y
de sus grandei hombres.
Por estas consideraciones hemos creído necnsario
dar a la luz este folleto sobre la historia y geografía

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.7.

de una de las más ricas, hermosas y encantadoras po--


blaciones de Colombia, como lo es Fusagasugá, nues-
t~a amadísima parroquia, por quien trabajaremos con
el mayor ahinco mientras en nuestras venas haya una
gota de sangre, un afecto en el corazón y una chispa
de inteligencia en nuestro corebro.
Con ocasi6n del Centenario de la gloriosa Batalla
de Boyacá, y con el eficaz auxilio prestado por el
hononble Concejo Municipal actual, nos permitimos
hacer esta publicación.

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HISTORIA

HistC)ria profana

CAPITULO 1
Nombre de la población

1. 1l'u8agasugá es el nombre de uno de los caci-


ques de los Ilutagaos, el que gobernaba la provineia
ouando por primera vel el valeroso y atrevido seilor
de las fértilel ¡¡abanall del otro lado de los cerrol, Sa-
guanmachica, deseoso de extender los límiteli de su
reino, les presentó combat~ y los venció.
2. Etimológicamente se forma, segl1n los dJctore.
Antonio R. MartfDez y Manuel Marfa Aya (1), de dos
pli.labras indigenas: Saga Suga, y en su favor encon-
tramos el modo como lo han pronunciado en todas
partell los naturales, Sagasugá, aunque entre unos y
otros se nota la diferencia de pronunciación: aquéllo.
consideran la palabra como grave j éstos como aguda.
Mas, con el respeto que merecen tan autorizadas plu-

(1) DUe_ d. 1.0 de alero de 1904 ea la casa c:wa.I.

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mas, nos¡ atre\'erooQ a sostener que desde tiempos pre-


históricos se ha conocido COIl el nombre que hoy
llQva, por lai> razones siguientes:
1.' Fl/sngasllgá figura como nombre propio de
uno de los caciques de la comarca de los sutagaos
desde fintes de la conquista;
2.:1 En todos lo,; documento3 que hemos examina-
do, historin:;, libros parroquiales eta" se esO! ibe siem-
pre F'iSrl,l/rtSligá;
3.' Ko existe docnmouto alguno con el cual se
prnllbl: el por q tlt do esta afil'lIlación gratll ita, y
4-.f. A IIn(IlIo otros sostienen qno los p,;pniíoles for-
mann 01 Jl(llllhl'(J on cuosti,!n de s'lga S/lf}rz y de la
primera sílaba del cerro de FIl,;acatán, esto carece de
fundamento, y es, pDr consiguiente, illllllrnisible, por
las razones a puntadas.
3. FI/s(I!JrtSUf}'¡, segt'ln tmdicioncs indfgonlls, por
la S(,ffif'jlllJZU dl'l idioma japord-s con los dialectos de
nuestns :lIltqlasa:lus y por la traduccilí:¡ hasj¡mte IIU-
tori~ada de ~rr. "\Velby, si¡;llifi('a: ]illcldo III pie de lo.••
mOlltcs. Debe f'll'lllarSe, pues, de Fusy pueblo y saga-
sugá, parte baja de las montañas.

CAPíTULO 11
Límite~ del territorio o valle de 105 :mtagao5

4. El f1ureciente valle de los sutagaos se extendía


desde las blallquecinas crestas que dan origen al impo-
nente Sumapaz y siguiendo los páramos de El Pilar,
JU8nviejo, Corrales y Colorados hasta El Pelión, y lué-

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go, apoyándose en los contrafuertes que los separa de


las fr(ltS sabanas del Funza y de las suaves y ligera-
mente templadas brisas del Calandaima, hasta la s.
rrania que va a morir a TibllCUY, plaza fuerte de los
chibchas y Hmite de los valientes Panches; de aquí,
púr IlL 111011Ul11ellt;l1 e ];i:,;lJrica piedra del diahlo, tem-

plo que fue de la nación panchesca, dados los desco-


nocidos y variados jero~líficos que miran al 601 na-
ciente, hasta el ardiQute Tértice del Boquerón, cuyos
lados rectos lo forman los plateados y hermosos ríos
del Pauches y Sllmal'u, en donde se saludan dos de-
partamentos, CUl1dinamarca y el Tolima, y donde se
dan la mano los lejanos pueblos de Xilo, libaeuy, Fu-
sagasugá, Arbeláez, Pandi, IC011011Z0 y JIelgar, testi-
gos que fueron por muchos siglos de los incesantes
rugidos de las aguas de toda la comarca, estrelladas
contra el titánico ramal de los Andes, hasta que venci-
do éste dio librtl paso a aquella inmensa mole aprisio-
nada hasta ente,nces.
Siguiendo el lecho del atrevido Sllmapaz hasta el
~randioso puente natural de Iconollzo (rugido del agua
en lo profundo), en donde le destaca prodigiosamente
la omnipotoncia divina. Abajo, allá a ciento veinte
metros de prof1\l1didad, por entre capilares y granfti-
CRa rocas, desllzanse foraadas y en sublime silencio,
al meno~ apannte, las abundantes y espumosas gotas
del eterno IlOTO de las sel vasvírgeues J de 101 albo s
picos do los páramos.
Sobre los hombros de geológtcos sillares descansa
I

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"dormeciclo el grano de arena que el dedo de Dios co-


looó Illlf como vínculo de unión entre dos departamon-
tos. Más tarde dominaron, por sus artificios y hechi-
cerías, hu;,ta ~eiva.

CAPITULO III
Los :Jutagaos

5. ~:lIlustrísimo y }{everendísimo SI'DOrdlJctor don


Lucl\f! FcrnÚndr~ I.'iodrahiti\, en "n historia de la con-
qd;;ta, dice textualmente lo siguiente: <r Lo:>sutagaos

sus confinantes (habla de los pijao;;. y de 1,-,;; mozcas


y panches, poblados entre los dos ríos de Pasca y ~u-
ID3paz, .... son do mediana e!ltatura y de pronunciación
bll melíflua, que bicn claramente dan a entender la
cortedad do !:iU {mimo.
Tenían por su principal ocupacitín saltear en cua-
drillas por los caminog, no con ánimo ;le matar los
pasajeros, sino de robarlos la haciplllla, y tenían as[
mi~mo por sacrificio el mÚs arepto la ofrenda que ha-
clan de lo robado a ciertos ídolos de oro, barro y ma-
dera que adoraban: de suerte que no habían de en-
trar en SllS casas despuÓIO de haber salteado sin que
primero llevasen.al templo el robo, y allí ofrociesen de
é'. la parte qlle les pareoiese, llevándose lo dCL\1l\Spara
gozar cle ello culllO de cosa santa quo había pasado
por manos UI3 sacerdotes; ! es cosa de Hotar, que no
ofreeí:1I1 jam¡is un maravedí solo (le ~u hacienda, pare-
ciéndoles que el {dulo no quedaría contento si no fuase

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con parte del burto. Oh! cuántos sutagaos, continua el


mismo historiador, parece que hoy viven con los míi-
mos ritos, pues guardando lo propio, no saben ser li-
berales sino es de 10 ajeno! Y cuántos ídolos perma-
necen afianzando su adoración en la parte que lei
cabe de lo robado! SUi armas eran flechas envenena-
das, y las más temidas, lag yerbas venenosas de que
abundaban y de qun se vaHan para matar a los que se
les antojaba, con pacto tan especial del demonio, que
haciendo una raya con el veneno en algún camino,
morfa solamente el que querían, aunque otros mucboll
con él lo atravesasen. Con los pijaos tuvieron estre-
cha confederación en sus guerras al tiempo de la con-
quista, y a los suma paces, doas y cundayes domina-
ron más con el espanto de sus hechizos y yerbas que
con el valor de sus armas •• (1).

CAPITULO IV
SaguanmachlcCl somete a los sutagaoa

6. Queremos, como en el capftulo anterior, copiar


textualmente lo del :refior Piedrahita, porque él, como
historiador de los mis antiguos y como Cura que fue
de esta parroquia, merece, más que nadie, respeto 1
agradecimiento por los datos importantes que nos dej6
acerca de los naturales de esta región; de lo contrario
no tendrfamos sino tradiciones desfiguradas, o ignora-

{ 1) Piedrahita, libro 1, Ulpltu/o 11. ~lPau 9 '1 10.

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rIamos por completo su gobierno, sus usos y costnm-


bres ete.
7. ~Saguanmachica fue el primoro que eutre los
eacilJues de Bogotá se hizo famoso eOIl la noticia que
dio en aquei nue\'o mundo de que merecía la cOl'llna.
Comenzada a rcinar, segÚn el c61l1puto de luna;; que
'nacen los llaturales, por los años de mil y cuatrocien-
tus J setenta, poco más o menos, y con tan buenoll
prineipios fundados en la Illueha riqueza y gente de
guerra q ne le dejó ;;u antecesor, que Iu{~go trató de
ens;lI1chur su I';stado por aquella parte que no le em-
barazascn LIs paces que hallú allenjadas cnn (¡tro;; caci-
ques sus confinantes. K,ta había de ser forzosamente
la de los panchos, acÓrrilllos enemigos de los l1lozcas
y la de los fusagasugaes, menos guerreros y que por
retirados ni I(J estaban ~ll.iet(¡S ni hacían aprecio do su
amistu(l, a UIJl¡11C eran todos de Sll misma naci(ín. Y
como de la ;.;W)lTa de los panclH~S!lO e~perahan menos
fatalidades que las que habían pasado por SllS antece-
sores, resoh'ió pasar la conquista lle la otra parte de
la montaña lllw divide las provincias de Bogotá y Su-
ta~aos; y así, convocadas sus tropas y cntresacando de
ellas hasta treinta mil infantes, forlllÓ ejército, y cnca-
millÚndolo personalmente por los páramos de Fu:>ungá,
dio vista en pocos día;; a la Illontaiia que sino (le so-
brecejo a las tierras frías dEl los pasca::; y chyayzaques
que le estaban sujetos, y con tan buen suceso por la
poca resistencia que halló en la entrada, que eu me-
nos de doce horas se halló de la otra parte, aunque

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atajado del Fusagasugá con mál numeroso ejército


por haberle ocupado el paso de una colina rasa doude
le esperaba con ánialO de romper la batalla.
8. "Era el sitio de la colina angosto respecto de ca-
fiir)e por la una parte la fragosidad de' un monte ce-
rrado, y por otra la peligrosa profundidad que hacían
lal peñas hasta el ríe- que se llama de Pasea; pero
muy ventajoso y a propósito para reconocer la marcha
de Sa¡.;uanmachica, y para escapar las reliquias del
ejército en caso que la fortuna se mostrara contraria,
por comenzar desde allf los llanos de Fusagasugá que
corren hasta el río Subyá. Ya se reputa vencido quien
previene los medios de salvación huyendo, y apenas
se hallará en mil añOH otro Cortó s que, quitando la es-
peranza al escape, afiance la seguridad con hacer ros-
tro al peligro.
9. e Pero Saguanmachica, práctico en el arte mili-
tar desde su juventud, pensó, y bien, que quien no
había sabido aprovecharo;e de la estrechez de )a mon-
taña pa.ra im pedirle, menos sabría conservar una colina
rasa (1) para ofender)!): Verdad es tdccfa a sus capi-
tanes) que el paso es estrecho y nos tienen cogida la
cuesta; pero esa 1!tismn que fnera ventaja contra nos-
otros, siendo (os contrctrios menos y más guerreros,
ha de serlo contra ellos por el embarazo que se ha de
causar en tan corto e.<lpaeio una tnnchedumbre l'isof¿a;
y más si halla" cortados cuando menos lo piense-su
confiam.a: y as! soy de parecer que hagamos alto has-

(1) Ella colina debe ser la que neJDlre le ha llamado LomA Peld&.

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la mañana, disponiendo que dos mil de los nu.estro.


p(metrul el IJ/Or/fr' esta. llo('he, sin ser sent¡do.~, hasta
ganar las exj1aldas al ('1I('/lU:!J0, }Jara que al r01llj)(;r el
alba, (lile saá la stiíal del (//'(11/1;(', (,lIlfle(,clIlos a m.
tiempL l/l/OS .'J otros los l)/'irnero'iataq/lt'sde la batalla.
10. «~tl huno entre todos quien contradijese el con-
sejo, f'OI'q un la raz{m y Clutorid¡\(l del q llP la propone
vcnce:] siempre la t¡'IUlI:i,lau de lo~; rli,.;ellrso~ más re-
catados,
«Quienes se opllsipsen sí huno a IJIlC ;;e I,~s encar-
gase !)tll' arriesgada la conducta ¡le los dns mil hom-
bres f(l18 son lo,; empeños a qne aspiran los cabos
cuando la prescl1cia (lel príncipe los anima: pero eli-
giÓse 1I1l0 (le los caballeros de Sil sangre, ponlue en
ella ~e afiancen (~Oll más seguridad las empresas de
mayor reputaci<ÍIl, y aunque con mucho trabajo venció
al nll las difienltades del monte, saliendo tle la otra
parte dd ('j(~rcitl) contrario poco autes de romper el
día, pero a ticm po q uc su,; cI'utinelas tocando alarma
(por haberlos spntido) pusieron en confu:-;ión SlIS mis-
mas escuadras, porque vacilando s,)bre la !l<lrte a que
debían ocurrir prontas, se resolvieron a elegir lo más
infame ColllO cobardes, pucs persuadidos dH que todo el
ejército del Zipa les iba cortando el paso para la reti-
rada, sueltas las armas se pnsieron en vergonzosa fu-
ga, que recoll0C:ida de Saguanmachica, al mismo tiem-
po que del caba de la emboscada, acometiéndoles éste
por el costado del monte y aqu61 por las espaldas, si-
guieron el alcance hiriendo y matando en ellos, hasta
meterIos por las puertas de Fusagasugá, donde al

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tiempo que el sol rayaba se hallaron con una gloriosa


victoria, colmada no menos por Id multitud de enemi-
gos muertos, que por la prisión de Uzathama, uno de
los caciques más poderosos de aquella provincia, y .
General de sus armas. As!, pues, rendido el Fusaga-
sugá por consejo del Tibacuy, su mús confidente (que
salió mal heri(}) de un macanazo), doblÓ la rodilla a
Saguanmachic3, y rcconociéndolo por supremo señor,
consiguió perd(ln de la vida y restitución de su Estado,
sin más prenda que el vasallaje (que con juramento
hecho al sol afianzó en su promesa), de que vanaglo-
riada el Zipa, y más de que no le hubiese costado un
solo hombre la ':lonquista, pasó a Uzathama, tanto con
el fin de reconO':ler el terreno y las poblaciones suje-
'. tas, como do salir a Bogotá por la montaña de Subyá,
..~~~ le aseguraron más apacible que la de Pasea: pero
haUóse engañado, porq ue las malezas y atolladeros pan-
tanosos del monte le detuvieron dos días en menos de
cinco leguas, saLando al fin de ellas con su gente bien
fatigada a las delicias de su corte, donde en sacrificios y
fiestas por la pasada victoria gastó muchos meses,. (1).

CAPITULO V
Rébélanse los autagaos y sujétalos Ilemequene

J 1. :Mientras el Zipa se hallaba ooupado en la gue-


rra con el GuataYita, los sutagaos, sin estar acostum-
brados a la humillación a que por su cobardía se con-
-denaron, resolviel'ol'l sacudir el ominoso yugo del n-

(1) Piedrahita. libro 11,capítulo 1, ~ 21, 22 y 23.

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salluje, para seguir gozando de su libertad; por() olvi-


dU1'01l o no quisieron alistaho militar:llrnte, c,>!dhn-
do en el podpr dc su,~ arte" diab,'dic,IS, mÚs bi'~ll que
en el valor de ojúrcitlJ" disl:Í¡Jlill<\d,)s, p\'f~p:lr;lrSI' con
la dobida al1ticipaci,;n para v,?ng'arse de la \ ;:r¡":'UlI7.lJsa
d('ITilta qilf) hah':!n sufrido cn tiempo de ~;I~11:1I1Illa-

chí ~a, y pUl I~SI), apl;nas so 1'J'\"'spnt,) el "l1l'll1ig ••, SI' de-
clar~,ron 1I111~\'an.'l1te \'l'lIcidus, sill resi~tl'llci'l ¡dguna.
J.2. dlllerto ~aguallllla(~hica, continÚa el li'l..;trí-
s¡me seiíur PiPlirahira, pa",¡ el 1'-:'i110al Zipa \,:m6-
fJlWlIe, (¡IIr' qui,)/'(; '¡.!cil' IlIlf'-':O de le,j¡{, .... 1",:; prin-
cipios l.L.. Sil l'oill<ltJ.> dL';)Ícl'llii sor pUl' el ¡¡iIU <le mil
cuatr¡wÍentns y n\l\'ellta-C(,n poea di!"'!'l·!II:ia .
. . . . «Do lns panches, g-cnte cari\¡(· y \',dil:Jlic, se veía
su reilll) aCll!lJe:idu por instante". Y flll~dlllcllie, n'-) lo
hab'a herpdado tan pacífico y seguro, (¡lIe en la pro-
\":ncia de Fusag-a"llg-Cl no S(~ ¡," Iltlbie,'i(:'n !"(·hchdo IOlO
Caei({ll(~:i <¡¡lO r>0CI~ ante,; c.stlnieJ'lln SlljL'los, porque
];tlihert:ll e::i muy amable y COIl cual'lllier no\'etlad
lu i'¡ientan los mÚs durmid,)",
"X f'1l1{~r¡Helle, ..• Ten Í<l por sobrino r heredoro a
Thysf¡uesuzha, mallceho de buenas esperanzas, aun-
que de naturalmcnos guerrero: sac,)le Je Chía, donde
ten ía su asistencia, r ha biendo llegado a su Cono 18
nor:1brú lIeneral de cuarenta mi: humbres, para _r()(h.~
cir la p!'minci:l (lo :Fusagasugá. ProveylÍ sus frulltel'a~
de una llnc\'u milicia y po!' no tener ocioso su e3píritu
gUllrrero hizo diferentes levas de gente pura mostrarse
poderoso a sus ómulos, todo le era p(Jsible respecto de la
muchedumbre de vasal10t q ne tenía en su reino. 2

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lB. «El sobrino, reducida la gente, pasó la monta-


tia vecina haciendo camino por la cumbre de la sierra,
que corre por Subyá y Tibacuy, y tan ancho como
se ve hoy por las señales que se conservan respecto
de ser m l1Y fragosas las entradas del camino real para
Fusagasugá y haber de necesitar en él a sus escua-
dras a que marchasen desordenadas. Esta provincia
que vieIJe a ser la misma que la de los Sutagaos de
que tratamos en el libro antecedente ....
"Con dificultad se demuestran animosos los trai·
dores: todo el brío que ostentan en los tumultos, s&
vuel ve en temor en vista de los ejórcitos: no lo tenia
inferior el de Fusagasu~á para resistirse, y más cuan-
do la fragosidad de los sitios en que se había for:tifi-
cado le ayudaban tanto; pero hay poco que fiar de
gente, aunque sea mucha, si lo es de país amedrenta-
do, y mfls cuando la propia culpa libra do ordinario
en las espaldas la defensa. V olviólas, pues, cobarde a
los primeros encuentros, y pagarort con las vidas los
que metieron más prenda en la rebelión. En sacrifi-
cios por la victo da no perecieron pocos de los venci-
dos, y el castigo de muchos fue tal, que no les dejó
manos para levantar más cabeza en lo venidero. Pli-
Boles Thysquesuzha en Tibucuy guarnición bastante
de Gueca.,:;, que eran los más escogidog infantes de su
milicia pagada, y asegurado el Estado tomó la vuelta
de Pasea cargado de ricos despojos.» (l).

(1) Piedrahita. libro 11. capítulo 1/. ~giDAS 24 y 25.

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CAPITULO VI

Pueblos que formaron lu provincia de los 5utagaos

14. a) U:.athama. Se~\ÍlI el in~lés W \.llby. se for


ma este nombre de dos voc¡¡blos: !'~fl, jefe, y Thama,
puerta; significa, pues, «puerta!H ¡t'fe.»
1 j. Los iudígenas, al meno;; ¡. h de psta provincia,
acostumbraron da [" ,; 10"; pueblos de su fundación, los
nombres de su,; in:l'; valientes jefes, como recuerdo
imperecedero por ,;us sen·icios. Calalldaima, CumacR,
Tibacuy, Uzathama, Pasea y Fusagasugá son nom-
bres propios de los caciques. ~f\S mejores jefes.
16. Uzathama, el caciqui' l!1,'¡'; poderoso y valiente,
se unió al Fusagasugá, cuando --:aguanmarhica lo ata-
có; pero no obstante Sil pstr<1t,"gico pl)(ler, fue grave-
mente herido, en el reñido combate que al po(leroso
Zipa presentaron. a las puertas de :Fusag-asu;,::',. ¡':Sto y
los consejos dpl '1",hacuy, obligaron al FlI,;aga;;lIgá a
rendirse \'cr~'\>lllO;;amente, como lo hemos visto.
17. Exi"w una hacionda con \·1 nombre de Uza-
thamu, de propiedad de l~ seiiores Uribe HolgufD,
pero a inmediaciones dell u~ar en t¡ 'le so fundó la po·
blación, pues ósta, por el testimonio de los más viejo\', "J
por los vestigios de enladrillados~' tapias del cemente-
rio, que alÍn se encuentran, e::itu\'o situada el~ el her-
moso delta fo~ado por los ríos Barroblanco y Subia.
18. Por el archivo de Fusagasugá se sabe que en

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Uzathullla hubo Cnra, El I'árroco de este pueblo en


15 de julio de ] 70 I fue f'l·bachiller don Fernando
de Tapia (1) Y ell 17:!;¡ ('1 prpshítero Jlelchor de :\Ioya.
]~, Cuando la inclt:ll1encia de los tiempos puso
para siempre su mano destru<;tora, como un sello,
sohre ae¡uella poblu'Ci(ín, los VasoS sagrados y demás
enseres de la pan()Clllia pasaron a la de Pasca (:!),
20. En ISO:' fll\'l'on agregados 1(\8 indio:- (kl ex-
ting'uido pueblo de Czathama a l<'llsag;¡Sllgit, como
consta de un doclImento d('l Cur:l dI' ¡Hllle! aíio, doc-
tor Antonio E;;uiguren, pero !U'i \',t,;os sagrados do
aquella parroquia destruída por illCf'ndi(~, pM inun-
dación a por hambre (ignórase la \'l'rrlarlcl'tl causa de
la destrucción del puehlo) probablemente se quedaron
para siempre en Pi\sca, plll'S aunque consta que los
indígenas de {JzathaJl]<l 1'11(,l'On segregados de Pasca y
agregarlos a Fllsaga~l:gá, !lO hay prlleba de que hicie-
ran lo mismo con los vaso;; en referencia. 1\ pellas
exi~tc copia de una nota del Cura de Fusaga;;ngÚ al
Prelado, por medía de la cual solicita que el señor
Cura de aquella población se lo~ f'!ltreg!lc. El Prelado
pidió informes má'i detallados prro se i¡;llor¡¡ ¡;i la re-
solución fue fa\'(llahlp o n6; por otra part~, aquí en
Fusagasugá no hay "a:,;os antiguos, mientras que en
Pasea, como lo rereruo~, existen cálices, capones y
otras cosas, de tiempo;~ mll}' remotos.

(1) Arché'Do de Fu,Mga.sugá. libro 1, pá¡in~ 87 y siguielltes. y


eJ."" 6 (.
/l. pO.'lla
(2) Wue el apéndice. pág. 12J.

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· 2' .
:?l. Allí, en Uzathama, d011de por t()ntos años se
ofreció la ho~tia sRnta, donde existió por muchos lus-
tres la impnrtc\ntn c¡¡pital (le! jefe C\1Yo nombre aÚn
no se olvida, }¡dY ni) se encllcntran sino insi~llifican-
te" rastros de los lugares ,¡cupa,lo;; por el plll'\¡lo y el
cemellt~rio y en cambio n,' se Hln ",ino d(,s o tres cho-
za:; ¡k arreu(lata rios de "El Chocho» y en el períme-
tro (¡tIC flll.' Úr',',1 se cultil'a Cliía ,le azÚcar, cafÓ, yuca,
IHTaeaó_~a y 111,1íz.
22, En m ¡SIllO In;::.tr, a nri llas '¡pl I311rroblunco,
e~tl'

SE rE'IlIiPll lo.; '¡r)lningos ID:'; \'ecin<)~ d.) h" regiones


do El C\llll.'hc y eZlltham<\ para SIIS .¡¡,tillta~ transac-
CilllH'S COIlll'rci,dps,
2:L /¡) ¡:¡;'('/Ii!J([, Pueblo que existió
cntre Fllsaga-
sllgá y \\ISCf¡, en la mÚ~ hermosa y
altiplanicie
rica
de tur::l la rt'~i,ín; Je un (lelicio,~() clima de 1:) a 1!lo.
1Ioy SP ('OUoee el lugar <!on,!e !qS indígenas fun-
¡J:-¡rlln h p"h!;\l,j(':l con l'! I~llmbrc desllgnrado (le nú-
(,J¡iIJ((,~, P"l'I' Illl es as! ,;ino comu lo hemos anotadu,
f,,()r<¡ll<' l\:ií estÚ escrit\) ('n los libl'll~ pnrl'nlllliale,; (1)
(p'lI'tida lit> d('fllllci(¡n de 1\11111'(;'; IlÚcbipa, de fech!\
~~Gdr, m:\I'Zl' •te 1¡Ol)).
¡"n' lwn,)!', así com'¡ para conservar intactas las
tnlli,~illIWS, di'!"" pronullciarsp Cl)!l respeto el nombre
,k :1' ¡tll·1 nn li!-" u() pueblo, Las tradicioll('':; ¡J(~"figu radag
liada dic(~1l :i a;,í h"sta J"S I!Jás impllrtllLtc:) !lllJIlUmeU-

';us pi(~rden SlI I'allll' hisl,)r¡co.

( 1) Libro 1. página 90,

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·22 -

Búchipa es hoy una vereda del municipio de Pas-


ea; alB hay apenas una escuela rural; pero sus habi-
tantes, por la excepcional bondad de las tierras son
muy laboriosos.
24. cl. Pal1Ca.-Esta población al oriente de Fusa-
gasugá, se llama así por el nombre de uno de sns caci-
ques. Conserva, aunque en mal estado, una iglesia cons-
truída por los españoles; un altar de madera de finí-
simo dorado, colocado hoy en un miserable rincón (1)
a causa del pánico qua se apoderó de los vecinos por
los temblores de! presente año (2); las campanas fundi-
das en 1458 y que los vecinos guardan como un tesoro,
sin permitir que se fundan para reemplazarlas por
otras más grand@s. Si así hicieran con la iglesia, St-
rían dignos de aplauso, porque estas obras son recuer-
dos de nuestros grandes benefactores, los conquistado-
res; otra campamta dice: «Me fecit Johannes a (ine
A.o 1553;» un pequeño cáliz d¡¡ plata contiene el si-
guiente letrero: «El lllmo. Sr. D D Chsbl, Bdo, d~
,CVlos, Obpo. de. PP.·, Lo Dio Al P Freo. De S r
Joph,.» un estandarte de plata con esta inscripción:
cEste Estandarte iso El Oasique Don Alonsso,.~ dos
'aliosas sillas con espaldar de griiesa piel! con her-
mosos g-rabados.
25. A tiempo en que esto se escribe recibimos el
dato de que las sillas de propiedad de la iglesia son

(1) Los progr~'las Párroco y vecinos lo acaban de colocar en l. igl~a,


en cooslrucción, y lo guardan como una reliquia de incalculable precio.
(2) 1"7.

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• 23 -

tre~; preguntamos por el paradero de la tercera '1 de8-


cubierto que fue ordenamos al señor Cura y al ma-
yordomo de fábrica la compraran inmediatamente
para el servicio de la iglesia, como medio el má.s fá-
cil para adquirirla.
Sobre la puerta de la i.glesia se ve, grabado en
piedra, el escudo de la madre España.
26. Este pueblo estll situado al pie de los páramos
de Corrales, Colorados y Juanviejo, a 4° 19' 40" lati-
tud ~., 00 11' de longitud occidental y a 2.131 metros
sobre el nivel del mar.
Los riachuelos Bosque y Corrales rodean la po-
blación, confluyen pocas cuadras abajo del caserío y
forman el Cuja que va a desembocar al Surnapn.
27. Sus tierras son de primera clase . .Admirable
es el contraste de sus campos: sementeras de todas
clases, unas doradas por los rayos del sol; otras en
plena vida, ostentan airosas sus capullos, se abren y
despiden sus aromas al más débil movimiento del cé-
firo, para embalsamar el valle; aquéllas, apenas miden
unos cer.tímetros de altura; éstas, empiezan a nacer;
la~ demás se cosechan en abundancilt, y mientras tan-
to, otros agricultores labran COIl afán los campos para
nueTas labranzas.
28. La papa, el trigo, la cebada, la arracacha, lal
babas, las coles, las granadillas, los duraznos etc. alU
~e cultivan en grande escala.
La leche, los quesos y la mantequilla de allí vie-
nen a la plaza de Fusagasugá, y el carbón y los

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- ¿i •

hueyos y la cal y la madcra, de allá bajan diaria-


mentp.
No hay población lI1ÚS afortunada; parece que la
Misericordia que allí mismo salvó la vida del iutortu-
nado Lázaro Fonte, extiende aún sus albas plumas
para pn'servarla de la inclcmcncia de los siglos .
. 29. d) Pandi. Se halla a 0°, 21' Y :35" de longitud
occidpntal, JO, lB' Y :li)" dc latitud norte, y a unos
1.000 metros sobre el nivcl del mar, y con un (),/ima
de más de 28 grados.
Sus tierras son fértiles, abundan en pastos artifi-
ciales; tienen muchos y hermosos cafetalps, y ha lo-
grado, debido al ímprobo esfuerzo de sus hijos, sl)bre-
ponerse a los contratiempos.
30. La hndación reciente del Jflluicipio de Ieo-
non~o, en el l'olima y de lo~ corregimicntos de San
Bernordo y de 8011 José de la Cabrem, en Cundina-
marca, obras tOd;1S del progresista sa:>erdote Francisco
Antonio ~razo, han perjudicado en lo material esta
población. pero ]a creación de estos tres caseríos ha
sido de grande lltilida(l material y moral para esas re-
giones, en donde vivían las gentes sin Dio,s y sin ley.
31. Pandi es notable por el puente natural de lco-
nonzo, sobre el río Sumapaz, a un cuarto de hora de
la población.
«El intrépido naturalista presbítero don TIOillllUldo
Cuervo, y el afamado panadero ~r. Andrés Tian, ....
bajaron suspendidos pJr cuerdas, .. _.
«El ilustrado yiajero ~r. Eduardo AnÓ6, bajeí tam-

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·25 •

biÚn sllspendido pOI' cuerdas, el 8 de febrero del


expre<,ado atio de 1876» (1).
Esta maravilla ha silln visitaua por e1 Bar¡"1l (lo
HUlllboldt, COIllO consta de un Il'trero qw.' !'xi,tr ('1\ el
cÚIJeu,,'o c]¡) la pie,lra por deh:t.Ju de la ellal 0nt":11I to-
dos lo.; que desean contemplar mejor la" 1'1""fundida-
de::! dd al)jsmo. /

El fill,trí"imo selio!' doctor don Bt'rn~Hdn J[prrcr,a


Re:;;trejJo iamhiÚtl la ,'isit,) el 17 de agosto de 1D05,
CUfl'llJ:¡ hiz'l su \'j"jta pa"toral.
32. 'f'¡tllI!¡i({. A l!lIO,'; seis hilómetros d~ l':-ll1di, a.
afiLas del río SUfll:lpaz, exi"tilí la ]101i!:h'¡líll <ir este
nO/llhn', ['na cxtpn.;:a deh(1s'l .In pnstn (;lIi:)('[l ,-(1 ','11_
Cllentra hoy en (>[ lllis no l!l,c:ar donde los n::t 111'alt's Ip.
1

vantaron ';11'; C:IS;IS dI' habitaej,íll. \.1(':IIJí:alllo,; a ('ono-

cer la;; P:tl't"!f'S dé'ITIIÍ'las d(' h Últ.im:¡ c:¡,ita de haha-


reql1e y plj:1 l¡I1P pPI'~pnecilí a pste Plll'hkl,
A';¡','lír:I,;f) eOll h;,-;t:lllte flllldaDl0!1tl) iJ11P :l lIllO y

otm lado de la exti'l;.;uida poblaciÓn h:l}" dos rir:l'; mi-


uas de eSl1leral.Jas,
3:1. f)WI. A la lll:lrg"I'!1 derecha d!'1 procit,ldo río
Sumapaz y a IIll¡lS,JO kil')llletrn;¡ de Pal1rli se PllCO!1-
tmb,a la illlpilrtante plh!aci\íll de que I)(IS orupamos,
Cl)/) ulla 11'nlpP!';¡'llra I:JP,rli'l. Dp, P,S[f> P'\P!>)., 1l1v'nas

hay l't:clll'l',I"s P,I," hs <1l'ch i\'(1s P~tlTO(llli:de" d;~ l'alldi


y Fus::lg-::l~ug(¡,pe,r los restos d!' la iglesia y 'Itro-; ('di.
ficios, así como po!' los Ilumerosos sl'pulcro,; que se
des(,ll hren COII frcellen cia.

(1) Ram¡;n Guerra Azuola, Vol. 6. número 36 de el Repertorio


Colombiano, página 448.

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- 26 -

En 1724 fue Cura de esta parroquia el pres.nero


doctor don Juan Miguel Montero de Espinosa (1).
Por los libros de Pandi aparece que la pila y 1'08
ornamentos los trajeron para esta parroquia.
31. Sumapax. A unas cuatro leguas de Doa, sobre
la banda izquierda del río de este nombre, existi6, al
pie de una alta colina, sobre una rica altiplanicie, un
pueblo. Hoy se conoce este lugar con el nombre de
Puchloviejo.
Aún son testigos de que all[ construyeron su ea-
.erto los indígenas, los empedrados, los pequeños
puentes de las calles, un vetusto y hermoso cerooo que
se cree fue sembrado en el centro de la plaza.
Hay certeza de que existió el pueblo de Sumapaz,
como lo asegura el señor Piedrahita, según lo hemos
.,hito, por el archivo de Pandi y por los libros parro-
quiales de Fusagasugá; mas no hemos podido averi-
guar si existió en el punto denominado Puebloviejo,
Q doulle hoy llaman Los pueblos, cerca al nacimiento

del río.
35. El Presb1tero doctor don José Palomino Osso-
rio, Cura que fue de Fusagasugá, dice: «El 21 de J u-
lio de 171 t, baptizó el Battr. Lázaro de Medina Cura
del pueblo de Sumapaz:t ... , (2).
36. Tcononxo . .Hoy del Departamento del Tolima,
fue fundado en el mismo punto conocido actualmente
con el nombre de Parroquia viela.

(1) Archivo de F usagasugá.libro \. página 62.


(2) Libro l. página 43 vuelto.

Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
-27 •

37. Por los importantfsimos datos históricos del


sel\or Piedrahita se sabe que los sutagaos extendían
los lfmites de su territorio hasta Neiva; según esto,
dominaron en toda la inmenaa región de la banda de-
recha del Magdalena que comprenrle los pueblos de
que hasta aquí hemos hablado y además Melg-ar, El
Carmen de Apicalá, Santa Rosa, Prado, Dolores, Co-
lombia, Alpujarra, Vitlavieja, La Unión y Fortaleci-
Has.
38. Negociaban con los pijaos, especialmente en
el olIo. coca, que en grandes cantidades les vendían;
con todo, eran tan pobres que, para no dejarse morir
de hambre, robaban con frecuencia en los caminos,
como lo hemus visto. Por lag tesoros (guaca.,) que al-
gunos curiosos han desenterrado, sin utilidad, hemos
comprendido que la moneda que usaban en sus pocas
transacciones comerciales eran peqlwñfsimas piedras
labradas en forma de cuentas de rosario, que hoy nada
valen.

CAPITULO VII

Conquista de la región de los sutagaos

3 !-l. NO\'enta días después de llegar don Gonzalo


Jim(mez de Quesada al valle de los Alcázares, escogió
a los capitanes San Martín y Juan de Céspedes para
que invadieran el territorio de los feroces pero valien-
tes panckes; mas considerándose incapaces para me-
dir sus armas de fuego con la macana y flecha ind1-

Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
·26 ..

ganas, se uliaron con los sutagaos, quienes para ,en-


gar~e de la humillación a que los tenían reducidos sus
vedno~, no tuvieron incon,eniente en aceptar la pro-
puesta, veudiendo así COIl increíble e ignominiosa co-
bardía su libertad al yugo español, talvez con la eñ-
mera esperanza de sacudir el ominoso fardo a que pOI.'
Sil inercia los zipas los tenían sometidos.

Céspedes encontr<Í en Tihacuy una compañía de


indios lmlisr:as quienes los recibieron de paz; hicie-
ron alianza '.i el jefe de \os panches murió de nna lan-
zada que \e dio el capitán San )fartfn.
40.1fás tanle, Gonzalo Jimónez de Quesacla se
alió con el zipa y éste con todos los inoios de Sll de-
pendencia, eutre éstos los sutagaos, como lo acabamos
de ver y quienes les estaban sometidoliJ, en nÚmero,de
veinte mil indios y cincuenta españoles, salió con
Ql1esada a quien reconoció como jefe de la expedición
contra los panches a qnienes sometieron definiti\Oa-
mente.
~~ntre Cumaca, caserío rlcl municipio de Tibacuy,
y el río Chocho y uonde muere el eerro de Amhild,
se rnllestra hoy al viajero y se denomina con el mismo
nombre el lngar donde existió la capital de los terri-
bles panches.
, 41. Hernán PÓrez se presentó en Bogotá con la
noticia de qno sc aproximaba Bela!cázar. Este subió
por el Ror¡llcrÓn trayellclo los primeros cerdos que se
vieron en la sabana: por allí mismo bajó Quesada
cuando fue a descubrir el departamento del Tolima'

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- 29-

,12. Por los uños de 1539 se aproximaba h:lCia el


val.le de los ,.;uta~aos por 01 páramo de Sumapaz, el ale-
mÚn :Xicolás Fn'derlllán con ciento ~.¡(>senlay tres sul-
dados y d{),; ea¡wllalles, religioso a;';lIstino el lIl10, :->a-
cel'dote secular el otro . .Este conqui,~l;i{lor fue (1lIiHlitra-
jo los prirner()~ p('~1'I0S al1\uc\'o R(~illt'. Los traí..! ceha-
do:, en la (',¡el'ría de indi,)s, qu"~ Jt.s t¡'níall un n1i¡'do
horrible P,Jl'(lue no podían e'scalJar de ello,; cuando se
les ponían al rastro (1),
4:3. LÚzar,) Funte, desterrado por QlIesada a Pas-
ea, apenas se cOIHcnciú de la llegada del conquistador
gerlllánico, <l%pachÓ \In indio dÚndole aviso a Que-
sada de lo !JIW ocurría, en \111 cSi:l'ito COl! almagre,
sobre \lna piel de \'ellado.
Qlwsada había sClltcncimlo a Illuerte allllagllállirno
capitÚIl Lázaro Fonte, por el Único moti\"() de q\le pu-
diera dislllltarle el glorioso título de Cúl1quistador, por
el ascpndiente (¡tIC tenía en touo el ejército, debido a
su~ propios rc('ritos. L<izal'OFonte \'ielldo su inocellcia,
ap(~lú de tan infame sentencia para ante el rey, pero
so le fl('g'ó la apelación; mas cuando iba a ser ejecu-
tado, ocurrió Gonzalo SUÚI'PZHondón COl1otrus jefos,
suplicando al g-eneral se le concediese el recurso a
Espaiia, (¿(Iesada accedió pero mientras tanto ](, con-
fintÍ a Pasea, con cuyos indios no estaban en pa7. los
e5pañoles. Eu\'iúlo a este pueblo cargado de pl'isiollCS,
con una escolta que lleva ba orden de dejarlo allí eon
grillos. Los indios de Pasea, luógo que descubrieron
(1) Piedrahita.

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- 30 •

la gente española que marchaba hacia ellos dejaron el


pueblo solo y se retiraron al monte. La escolta llegó
yen la mejor casa que encontró, calculando fuese la
del jefe de la población, dejó al pretendido reo, que
esperaba allí la muerte; pero una india de Bogotá que
le servíll, había ido 8n su seguimiento y se puso en el
camino por donde debían volver los indios, muy bien
vestida y con sus mejores adornos. Ouando volvían
aquéllos con su cacique al frente, la india alzó la voz
saludándolos, luóg(\ les dirigió un discurso contra los
españoles, quejándose de sus rapinas y de su cruel-
dad para con los indios, crueldad por la cual el gene·
ral Quesada había querido matar a un español porque
era el único que los favorecía; pero que luégo había
resuelto enviarlo aprisionado a su pueblo para que re-
cibiera la muerte de mano de los mismos indios. Dijo.
les que ese español era de los mlÍll valientes, que todos
le temían y que como eSlaba agraviado con los suyos,
ninguno mejor que él les podría servir para hacer a
los otros \a guerra.
Llegaron los indios y encontraron a Lá.zaro Fonte
con grillos, como la india les acababa de decir; y el
cacique persuadido d. to.:1o aquello, le quitó las pri-
siones y le dio el mando militar sobre todos ellos, a
quienes ordenó que obedeciesell sus disposiciones. En
lo que menos pensó Lázaro FOl1te fue en vengarse, y
lo probó bien en el servicio que hizo luégo a Quesada
dándole aviso de la aproximaci6n de las tropas de
Fredermán.

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·31 •

Quesada le contest6 inmediatamente levantándole el


destierro, y comullicándole instrucciones sobre lo que
debía hacer. Lázaro Fonte desempeñó fielmente su
encargo y dio aviso oportuno al general para qne to-
mase sus providencias. Quesada salió para el pueblo
de Basa con el guión real y acompañado de los dos
capellanes Fray Domingo de las Casas y el presbítero
Juan de Legaspes, a recibir a Fredermán (1).
44. Hechas las paces entre Quesada y.Fredermán,
mediante las valiosas gestiones de los capellanes, en
el citado pueblo de Basa, y habiendo recibido el con-
quistador alemán la suma de cuatm mil pesos en oro
y orden para vender los caballos, los perros y demás
cosas que trafa, se puso bajo el estandarte del ~ uevo
Reino.

CAPITULO VIIl

~undación de la ciudad de Nue:5tra Señora de Altagracia

45. Sometidos definitivamente los sutagaos y los


panches, se presentaron los españoles Pedro Ordóñez
Ceballos, Juan López de Herrera y Diego 80telo,
quienes despu6s de recorrer y de admirar el hermoso
panorama, se decidieron por la fundación de la ciudad
de Nuestra Sefiora de Altagracia, en el año de J 540.

(1) Graot. Historia. páginu 69 y 70.

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- 32 -

€11 la meseta comprendida entre los ríos Datán (1) y


DUa\"io. A poco tiempo llegó a ser de tánta importan-
cia, que le disputó la supremacía a Santafó de Indias.
4u. En uno de los libros parroquiales se lee: c: Por
una trl!(J¡ciÚn no defimcnticla se sabe <¡ue a fines del
siglo X \°1, los habitantes de Alla,l/mcia, por haber
mantenido un pleit0 con la Audieneia d(' Santaf6 sobre
pri\'iieg-ios, fueron ca~tigallm; por orden real, mandáp.-
dolos bajo partida tle rogistro a habitar los pueblos
destnlÍdos por el Ootopa~k y otros volcanes, en el
Ecuador (2), • ,,~
El doctor )lanuel María Aya dic~. el pueblo a
donde los desterraron se ll&maba Tacuuga '(i}J.
Otra tradición sl)stiene qne algunos tI~os habi-
tantes (le esta importante ciudad, al verla dostrozada
p0r el ejÚrcito do zapadores se retiró al T'Jlima, y en
Melgar, en la parte alta, so establecieron, y dieron a
aquel lugar el mismo nombre de la ciudad que a la
fuerza habían abandonado. Todavía se conserva el
nombre de Altagracia en aquella tierra.
47. Oon el inconsiderado confinamiento de los ve-
: cinos de los sutagaos, vino para siempre la muerte a
.
~,
1a~ CIudad
'
de AltagraClu,
48. Ko obstante lo que llevamos dicho, creemos,
por los datos del archivo parroquial, que no todos los

(1) 5e¡ún tradiciones. se le da este nombre porque 105 habitantes de


Altagracia lavaban en él la. tela. que en ll,ande. cantidad", tejían,
(2) Nota del Presbítero Antonio R. Martínez.
(3) Diac~so del 1.0 de enerO de 1904.

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• 33 -

vecinos de Altllgracia fueron expatriados, sino cuando


más los principales responsables. En el libro de bau-
tismos número 2, página 2, lile lee: e Ba U tismos de
Nuastra Señora de Altagracia agregados a este pueblo
de Fusagasugá.~
La primera partida de los hijos de N ucstra Señora
de Altagracia, de:,pués de que fueron agregados a Fu-
sagasugá, es del 29 de julio de 1696; lue¡;o en esta
fecha más o men·JS se dictó la inicua scntcncia contra
Altagracia.
Todavía se conscrvan algunas escrituras plíbJicas
otorgadas ante el .Juez Je aquclla ciudad.
4!l.-';jtl 2 de febrero de 1688 tue Alcalde de Alta-
gracia don Prancisco Rangel de la Cadena (1).
50. Fusagasugá perdió la supremacía del Cacicaz-
go varias veces, y a no ser por su pu,;iciÓn topográfi-
ca, pcr lo agradable de su clima y por la hBrlllosura
de su;; camplH, así como por la desastro,;a guerra que
la Rt'al Allllíeneia hizo a Altagracia, jamás hubiera
llegado al grado de ci,'iJizaciÓn y de cultura de que se
ufanan su~ moradores, con justicia.

CAPÍTULO IX
Batalla de "El Novillero"

51. El 9 de febrero de 1876, en la guerra que fo-


ment6 la revolución contra el Gobierno, trlVO lugar en
la casa de habitación de la hacienda de El NOl.·illero.
( 1) Libro 1de baulÍImoe, péaioa 111. J

Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 3" .
a inmediaciones ~e Fusagasugá, hacia el occidente, UD
combate que duró desde las seis de la mañana hasta
las siete de la noche.
El ejército del Gobietno, a órdenes del General
Francisco de Asís Mogollón, no contaba sino con unos
trescientos hombres, pero perfectamente municionado y
favorecido por las magn1ficiás trincheras de la espa-
ciosa casa y de las cercas de piedra.
La revol~ci6n, a 6rdene3 de Juan Ardila y de Lu-
cio C. Moreno, sin más trincheras que el campo soli-
tario de la extensa llanura, se arrojó sobre el enemigo
con verdadero furor y con valor indescriptible, pero
agotadas SllS municiones, se retiraron al favor de las
tinieblas de la noche. En este combate perecieron el
Coronel Zoilo Silvestre, el Capitán Castro y varios sol-
dados. El primero se distingui6 por su valor militar.
Se asegura que su cadáver fue conducido a la iglesia,
que se le cantaron las exequias y que sus cenizas re-
posan en el cementerio de esta parroquia. Los cadáve-
res de uno y otro bando fueron inhumados en una
gran fosa que abrieron a inmediaciones de la casa de
la hacienda, al pie de la cerca de piedra que divide
las haciendas de los señores Willamson y Caballeros.
52. En esta misma casa vivió una larga tempora-
da, por motivo de salud, elllustrfsimo sailor Arzobispo
Ignacio Velasco, antecesor del meritfsimo señor He-
rrera Restrepo.

Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
- 31 •

CAPíTULO X

Hombre~ notable~

53. Hombres muy notables han visitado a Fusa-


gasugá, como el Presbítero doctor don Josó Celestino
Mutis, director general de la expediciÓn hotánica del
Nuevo Reino. El mismo sirvió de padrino de bauti,;mo
de María Josefa Ana Joaquina Díaz, hija de Frltncisco
Díaz e Inés Henríqupz, 01 5 de septiembre de 1789.
Don Jorge Tadeo Lozano, Marquós de San Jorge.
quien vivi6 largo tiempo aquí e hizo donaciones im-
portantes a la parroquia. FUEl dueño de la hacienda
do Chinauta, en donde existió el pueblo de los panches.
Lozano fue 01 primer presidente de Cundinamarca.
pero aunque versado en las ciencias, carecía de la
energía neeesaria para ~obornar, en tÚrminos que se
vio obligado a hacer dimisión da la presidencia en fa-
vor do N ariiío, quien lo mortificaba diariamente con
una hoja perMdica titulada La Bagatela.
Don Francisco Antonio Zea, el Barón de Hum-
boldt, etc. otc.
[.4. JIlj'os ilustres de Fusaga~lIg(í:
aj. Eugel1io y lliláll IHaz. Fundador el segundo
del periodiquillo manuscrito El Pasatiempo, en el que
colaboró don BelisMio Beltrlln.
b). Manuel Aya, joven pobre, pero que, con su fé-
rrea actividad, amor tenaz por el trabajo, honrade.

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·36·

acrisolada, suprema economía y grande inteligencia,


lleg6 a ser el hombre más acaudalado de toda la pro-
rincia.
Naci6 en esta ciudad y fue bautizado el 25 de no-
-dembre de 1831 por el Párroco doctor Manllel Gara-
vito. Fue hijo legítimo de los señores Rafael Aya y
~árbara Caicedo j y sus padrinos Juan y Petronila
Diaz.
Contrajo matrimonio con la señora Rafaela Díaz,
~ija legítima de los señores Eugenio Díaz y Mar1a
Reyes Moreno .
. Donó) a petición de la señorita Cleofe Dfaz, el lote
para el hospital de caridad. Con su generosidad, e~pí-
'ritu progresista J amor al forastero llegó a ser el
hombre más popular; en él encontraban los veranean-
t~s, los ricos, los menesterosos, todo cuanto necesita-
ban y los jornaleros eran recibidos con cariño en sus
haciendas.
Murió el 3 de mayo de 1897 y su cadáver reposa
en el cementerio viejo de esta parroquia.
e). Enrique Pab6n, ingeniero; hizo gratuitamente
,1 plano para el atrio de la población, y por cuenta
del gobierno, el trazado de la carretera desde Sibaté
hasta el Boquerón.

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Historia eclesiástica

CAPITULO XI

Parroquia de FU50g05Ugá

55. Imposible atinar con la memorable fecha en


que por vez primera tomó posesión Jesucristo de la
región de Fusagasugá. No se sabe en qué lugar y ba-
jo qué techo se dijo la prinw! a misa. i. Serfa bajo la
tosca cubierta de un pob!'(:l~it() rancho, corno se hizo
en la sabana de Bogotá, cuando el ilustre y abnegado
misionero :Fray Domin~o de las Casas tuvo la felici-
dad de inmolar, entre salvajes chibchas, el Cordero
Inmaculado? ;, Y el primer sacerdote que celebró esa
primera misa f!lt~ natural, o hijo de la madre España?
19noram(1'; tuh,,; c"tas cosas! Eu el archivo parroquial
nada so dice, porque los primeros libros no existen.
56. La primera partida, la más antigua, es la si-
guiente :
«En veynte de j bril de mil selcientos J setenta
enterra el cuerpo de un niño hijo de Alonso Vidal.

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- 38 -

El entierro cantado valió quatro Pats. y porque cons-


te lo firmo.
c:Mto.... I.J6pezNieto,. (1).
El doctor Manuel María Aya, sostiene:
«El más antiguo papel escrito existe en el archivo
d. los Curas de esta parroquia, que dice así: ¡¡ En 2Q
de F¿brero de 1685, yo el Cura, Vicario de este. pue-
blo de Fusagasugá, balltic6 á Pedro, hijo de D.- Fran-
cisca, hijo de D. Bernabé, cacique de este pueblo,
M:aestro Ignacio López Nieto" » (2).
El señor doctor Aya, nuestro amigo, dio, por lo
que aparece, un vistazo muy rápido a los libros del
archivo parroquial, pues en las anteriores partidas hay
una diferencia de quince años.
57. La fundación de la parroquia es anterior al
ario de 1670, por las razones siguientes:
1.&La foja en que se halla la partida primera, que
copiamos, está roarcRlla p-onel número 140 j
2'. El libro de bautismos marcado con el número
1, empieza con la página 100 j
3.• Existen en dicho libro señales 'de que se arran-
Caron unas fojas j
4.& La tradición: en esta población, el Dicm:onar
rw geo.qráfico de los Estados Unidos de Culombia (3)
'1 don Joaquín Acosta afirman que el Ilustrísimo se-
fior D. D. Lucas Fernández Piedrahita fue Cura de
esta parroquia.
( 1) Libro l. pá¡iD8 140.
(2) de 190+. página 17.
m P..,..
DUcIlllO
99.

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·39 -

El senor Piedrahita, contimia Acosta, pasó de Ftt-


sagas~á a Paipa, y despuós de haber sido nombrado
Tesorero del Coro de Popayán obtuvo el título de Re.-
cionero de la Metropolitana de Bogotá en el año de
1654. De esto se deduce que por lo menos fue Cura.
de Fusagasugá por los años de 1650, y
5.& Es de suponer que cuando el seilor Piedrahita
pidió este Curato ya estaba erigida la parroquia.
¿Dónde están los libros parroquiales anteriores al se-
fiar Piedrahita y los firmados por la sabia y sllnta plu-
ma de tan ilustre prelado? ¿ El tiempo, qne todo lo
destruye, algún descuido o el fuego los redujeron a
cenizas? Lo ignoramos. ¿ Se encontrarán en la Biblio-
teca Nacional, en la Curia Primada, en el archivo da
la Colonia o en poder de algún particular? No lo sa-
bemos, pelo si álguien nos saca de la duda, ofrecúm08
comprarlos a buen precio ..
58. Uasta el 16 de agosto de 1786 se llamó sim-
plemente parroquia de Fllsagasugá, pero de esta fecha
en adelante se ha llamado «Parroquia de Nuestra Se-
fiara de Belén,»
En el libro n, pligina 93, siendo Cura en el año
que acabamos de citar el Presbítero José Maria de
Rivera, se lee: «En la nueva Parroquia de Nuestra
Señora de Bethelem, en el sitio del extinguido pueblo
de Fusagasugá - , .. »
57. La Vícaría (oránea, conocida con el nombre
je Segunda de San Marcos, y que se extendía hasta
algunos pueblos del Tolima, por pertenecer este De--

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- 40-

parta mento al Arzobispado de Bogotá, ha tenido 8U


capital en esta parroquia; pues aunque algunos seño-
res Curas de otros pueblos han sido Vicarios ha sido
interina mente.

CAPITULO XII

Iglesias

ñ8. Los espai"i.olesdejaron por todas parte.s algl1n


.monumento, algún recuerdo de su amor al trabajo, 'J
entcasi todos los pueblos de indígenas levantaron igle-
sias o capillas, menos aquí; pues no se encuentra ves-
tigio ni dato de obra de aquella raza de tit!uies.
59. Primera l:glesia. Imposible nos ba sido ne-
riguar en qué año y por iniciativa de quión se edificó
la primera iglesia de esta tierra; tan s610 hemos en-
.contrado el siguiente dato de 1707: .¡Cuando vine yo,
Joseph Ram(rez de Poveda por Cura dHste pueblo, no
.haMa en la iglesia ninguna decencia, porque la que
habla era de estantillos, bahareque y paja y tan vieja
y maltratada que daba terror entrar en ella por la
ruina que amenazaba. Hícela apuntalar y reformar
de paja lo mejor que pude y por agencia y solicitud
mía se consigui6 la iglesia que ay 01. La qual es de
tapias con estribos de cal y canto cubierta de Teja '1
con dos arcos de Ladrillo y cal. Uno en la puerta prin-
cipal y otro en la puerta falsa .... a un lado de III
puarta principal se hizo una torreoilla de cal 1 canto

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- 41 •

y Ladrillo, donde están puestas las campanas .. _.


libr6 el señor Presidente Gobernador y Capitán Gene-
ral don Franciseo del Castillo de la Concha, a pedi-
mento mlo trescientos patacones. Oy se halla I~ igle-
, sia necesitada de nuebo aliño y Reparo por haberse
vencido por ocasión de unos temblores de tierra ... "
La segunda iglesia fue, pues, levantada por el Presbí-
tero don .José Ram1rez de Po veda.
60. I.ct tercem fue construIda de tapia, adobe y
ladrillo, por el Presbitero Antonio R )Iartfnez, en
1865 y permaneció hasta el19 de septiembre de 1908,
fecha en q.le se desplomó la parte del presbiterio, un
sábado a 1m; \l p, m., a la misma bora en que expiraba
en la capital de la Hepública el ilustre literato y ex-
Presidente de Colombia don Josó }{un llel lIIarroq uln.
El pÚrroco que esto escribe se halldba solo en la
iglesia, pero lUomentos antes del inesperado fracaso
fue llamad •• providcncialmente a auxiliar a un mori-
bundo al ho:,;pital. ~ \lestro Amo, que estaba en la ca-
pilla de ~ uestru Señora de las .Ángu;;tias, en llna de
las naves laterales, quedó sepultado bajo las ruinas,
pero milagrosamente se encontró intacto el pequeño
sagrario q ll~ aún presta el mismo serricio. Jesucristo
fue cond ucido in mediatamento a la sala rle la casa
eural, que luÓ~o S8 cOllvirti(¡ en capilla por espacio de
tres años. En los días festivo& se celebraba la santa
misa y se predicaba en el espacioso patio de la misma
casa.
61. La cuarta iglesia se principi6 el 6 de junio
de 1909, con un oficial, Miguel Camarg9, y dos peones.
.

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• 42 -

El Párroco hizo levantar dos planos por los hábiles


maestros Eugenio López y Joaquín G6mez Otero. Se
-escogi6 el trabajado por el último, por reunir las con-
~iciones exigidas, por la aprobaci6n que le dio el Pre-
lado y por ser el menos costoso. 'Gratuitamente elabo·
ró el hermoso plano di orden clásico (Toscano) y ha
dirigido ,la obra este benemérito y sabio Canónigo de
la Basílica Primada.
El construct<'r ha sido el hábil y bonrado maestro
.Jul,io Martínez, natural de Cáqueza.
Los nombres que se han grabado en los arcos, co-
lumnas y torres daD a conocer a aquellas personas
que más han contribuído con sus limosnas para la
casa de Dios. '
62. La nueva iglesia mide 71 metros y 60 centí-
metros da longitud por 22 da latitud, Las dos hermo-
sas, elegantes y sencillas torras, en construcción, se
elevarán a 36 metros de altura. Tres amplias puertas
dan entrada al grandioso edificio, por el atrio; en las
mismas torres hay otras dos laterales, más pequefías.
Por la calle del lado norte y por alIado de la casa cu-
ral, al sur, hay dos puertas tambión.

CAPITULO XIII
La Patrona

63. Creemos que el hermoso Cuadro de Nuestra


SefWra de Belén, o de la Patrona, como se le llama
-earinosamente,~existe desde los primeros años del cu-
rato, pues aunque es verdad que no se conoce sino

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·43 -

desde 1786 con el nombre de parroquia de Nuestra


Señora de Belén esto no demuestra sino que hasta
esta fecha se hizo la erección canónica, porque el Pres-
bítero Jos6 Ramírez de Po veda en 1707 ya habla del
milagroso cuadro en los términos siguiente~: «Mas se
ponen en esta memoria por aumento de esta santa
igle¡;ia dos coronas de plata sobredoradas, y muy asea-
das las cuales costeó y dio el señor Alexandro de Sa-
linas. Una a X uestra Señora de Bethelem y otra al
niño Jesús que tiene en los brazos. Las cuales son las
que hoy tienen puestas y están aseguradas en el lienzo
a punta de auja. Y las dos (que estahan ya viejas J
maltratadas), la del niño llevó por reliquia el señor
Alexandro de Salinas y la de la Virgen Sanctísima la
remití yo a mi madre a la ciudad de Musso, también
por reliquia.)
6,1. Las primeras coronas de la bella imagen se
cambiaron por maltratadas y viejas y con todo, el cua-
dro permanece intacto y perfectamente \·isible, como
si la mano poderosa de <l'lllélla que representa se hu-
biera encargado de conservarla al travús de los mu·
chos siglos que han pasado. El marco se ha cambiado
multitud de veces, y el lienzo no se daña.
El milagroso cuadro de la Virgen de Belén que se
hallaba colocado en la parte principal del altar ma-
yor, a la altura de unos diez metros, se desprendió por
sí mismo quince días antes de desplomarse la iglesia;
cay6 ileso, y por este raro prodigio se sal vó de las ruinas.
El hermoso marco que actualmente adorna esta re-
liquia lo donó bace poco la sefiorita Cleofe Díaz.

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- 4. -

CAPITULO XIV

fincas ralce:s de propiedad de la IglesIa

65. a) Esta parroquia poseía como de su exclusivo


dominio y propiedad, con tftulos perfectamente sanea-
dos, dos ricas y grandes haciendas: la de Belén, oono-
cida todavía con este nombre, porque perteneció a la
OapelIanía de la patrona, y la de Cairo, en jurisdicción
del Municipio de Tibacuy, de propiedad de la Capella-
nta de San José .
.Ambas propiedades le fueron arrebatadas sacrtle-
gamente, por ser de manos muertas, como decían en-
tonces los enemigos de la Iglesia, y pasaron a las ma-
nos 'vivas de particulares, sin que la parroquia hubiera
recibido un solo centavo en cambio do estas fincas
que hoy valen varios millones dQ pesos.
66. b) La iglesia.
67. c) La casa cural. La antigua era pajiza, y se
quemó el 24 de diciembre de 1879; la que existe ac-
tu'almente fue edificada po~ el Presbítero Ignacio M.
Gutiérrez, en parte, y la última por el doctor don
Francisco José Vergara. El tramo del centro fue ree-
dificado por el que esto refiere .•
La casa limita así: al oriente' con calle públíca, al
occidente con el atrio, al sur con casa y solares de la
familia .AJjure.
68. d) Cementerios. El viejQ, al norte del hospital
de caridad, calle de por medio y dentro del área de

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·45·

población, fue bendecido en el srío de J 822 Y sirvi6


hasta el 31 de octubre de 1910.
El nuevo se bendijo en esta fecha; las causas para
fundarlo fueron estas:
l,a El anterior era ya un verdadero foco de infec-
ción; los sepultureros encontraban a los primeros ba-
rra:\Os, al abrir nue\'as fosas, los cadáveres en des-
composición;
2.a Por encontrarse ya dentro de la ciudad;
3.& Porqu'H de,:de el 24 de julio de 1870 el Ilustrí-
simo sefíor ArbelÚez, en su A uto de Visita, ordenó que
se camhiara por otro «capaz, aseaoo ....• ;
a
4. Por'llll3 se consultó con lo principal de los feli-
greses y. todos aprobaron la idea. Aunque a algunos
ba parecido el lugar ocupado por esto cementerio
muy retirado de la poblaciúll y antihgiiÓnico1 se hizo,
lo primero, porquc no obstante haberse trabajado con
verda(lera tenacidad por más de dos aI10s para la con-
s'3cución de un lote, nadie lo quiso ycnder; en cuanto
a lo segundo no es cierto, porque los yientos nunca
llegan hasta la ciudad.
Este lugar sagrado es del dominio y propiedad de
la Iglesia, como consta de la escritura pÚblica otorgada
en esta notaría el19 de septiembre de 19JO, bajo el
número 506, por la señora :Martina Leiva al Párroco
que esto escribe.

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·46·

CAPITULO XV
Limlte:s de la parroquia

69. Los límite~ con Tibacuy, como consta delli .•


bro de Providencins de !870, son los mismqs que en
1907 le señaló el Ilustrísimo señor Arzobispo Herrera
Rastrepo, con motivo de la erección de la parroquia
de la Concepción de Arbeláez. Con todo, no sabemos
por qué y desde qué fecha Tibacuy extendía su juris-
diccióIl hasta el río Barroblanco. Por el sur limitaba
con 'Pandi hasta la Honda; con Soacha, Pasea y Mel-
gar ha tenido siempre los mismos l1mites.
Los actuales límites sen : .desde el Sumapaz, donde
desemboca el Panches, aguaa de éste arriba, hasta el
nacimiento del Subia, cerca del vértice formado por
las cordilleras de Tibacuy y El PeMo; por el flanco
de ésta, hasta el río Barroblanco; éste agllas abajo
hasta donde muere el cerro de Fusacatán, en el mismo
río; por la parte més elevada del mencionado cerro
hasta su terminaeióll cerca de la quebrada del Arras-
tradera ; de aquí una recta hasta el cerro de Buscubuy ;
por la cima de éste basta Loma Pelada j desde aquí
hastll el río Batán al frente de Piedra petaca ; por el
lecho de este río abajo hasta encontrar el camino pú-
blico de Guavio; por este camino hacia el Cuja, huta
la quebrada de La Laja; ésta aguas abajo hasta su
desembocadura en el Cuja; río abajo hasta el Sumapaz;

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- 47 -

éste aguas abajo basta encontrar el Panches, punto.


de partida ..
Limita, pues, con las siguientes parroquias: El
Colegio, Soacha, Pasea, Arbeláez, Icononzo y rr¡bacuy.

CAPITULO XVI

Curas más notables de FU30gasugá

70 a). El I!mo. y Hevcrendísimo seiíor D. D. Lucas


J!'eruández Piedrahita. l\ació i11 Bogotá a principios
del siglo XVII; hijo legitimo de los senores Domingo
Hernández de Soto Piedrahita y Catalina Collantell;
lo bautizaron en Las ~ieves. Hizo SlIS estudios en el
Seminario de San Bartolomé. Fue Cura de Fusagasugá
y luÓgo de Paipa. Se le nombró Tesorero do Popayán
y en 1654 Racionero de la Metropolina; fue Canónigo
de la Catedral, Proyisor y Gobernador del Arzobispado
en la Sede nlCante del señor Turres.
En 16(;9 fue consagrado en Cartagena como Obis-
po de Santa :\Iarta; yisitú los pueblos de los indios;
reedificó la Catedral de mampostería para preservarla
de los frecuentes incendios que tántas veces la habían
destruído. Y ivía con táuta pobreza-sus haberes los
distribuyó cntre los pobres y su Catedral-que sus
vestidos estaban siempre remendados y muchas veces
se le vaían las carnes.
En 1676 fue promovido. al Obispado de Panamá"
pero antes de partir, los piratai Cos y Duncan saquea-

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·048·

ron las casas 1los templos, prendieron al Obispo por-


que no les decía en dónde gu~rdaba el dinero y lo
maltrataron inicuamente. Su anillo, único tesoro que
pOliaía, se lo robaron. Cargado de prisiones lo llevaron
a la presencia de MOI'gan.otro pirata, en la isla de la
Providencia. Pero éste 'lo puso en libertad y lo hizo
Hevar a costa firme, a Panamá. Aquí trabaj6 por redu-
<lir a los indios del Durién del Sur y en esto gastó de
su propio pec.ulio más de ocho mil pesos. Predicaba
~n todas partes y los domingos lo hacía en las calles y
plazas de la. ciudad. Murió en Panamá en 1688, de
más de setenta años de edad, cuando se estaba aca-
bando de dar a la está.drt,a su historia, la cuai no tuvo
la satisfacción de ver impresa. '"'~.t;,.,~ ,

Está septi1tado en el Colegro de los'1esu(tas de


Panamá (1).
71 h). El señor doctor don .José Ramírez de Po-
veda. Figura como C.ura de esta parroquia desde el 8
de enero de 1683 hasta el 24 de euero de 1710. A él
debemos tributar homenaje de agradecimiento por los
datos importantes ~ue nos dejó en los libros parro-
~s. Ignoramos el lugar de su nacimiento, pero
cómo 61 dice que su madre vivía en !fuzo, es de supo-
~er que allí nació.
El mismo fue Cura y Vicario foráneo de la ciudad
de Nuestra Senora de Altagracia, por los años de 1708
(2) como consta del siguiente dato:. cEn primare de

(1) J~quin Acosla. bi6¡rafo.


(2) Libro 1 de bautismos, pá¡ina 139.

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• 49 -

Diciembre de mil setecientos y ocho años, yo el Cura


y Vicario de esta ciudad de Ntra. Sefiora de Alta-
gracia y Pueblo de Fusagasugá ~ ....
Por las palabras: .. "yo el Cura y Vicario de
esta ciudad de Xtra. Señola de Altagracia» _. " se
deduce que allí era el lugar do su residencia y que allí
mismo escribió ésta y otras partidas que figuran.
72. e) Antonio Ramón J[rutínc:., N"ació en San
Gil, Sumandcr del Sur, el 17 de enero de 1809; figura.
como Cura de :Fusagasugá dr,sde el J 1 de junio da
184.3 hasta el 26 de noviembre de 1877, fecha en que
murió. Sus restos reposan en la iglusia do este lugar.
Estudió en el Colegio del Hosario.
73. Su rctrato. ~Xosotr()s, habla el drlCtor Manuel
María Aya, lo conoeilllllS en la plenitud de la vida y
recorrbmos su estatura alta y fOl'1lida; era corpulcnto
y macizo j de andar mesurado j su mirada era sua \'9,
franGa y serena; una sonrisa bondadosa jugueteaba on
sus labios; su frente, alta y levantada, terminaba en
un penacho de cabellos cenicientos; su cara rosada era
alar~;ada, si€l1do su conj unto do una dulzura quo atraía
a todos los qGe hablaban con él, ya por el timbre sim-
pático de su voz como por las maneras cultas y cort&-
sana3 que poseía en grado eminente» (1).
74. El 24 de enero de 1871 pasó a Agua de Dios
a trabajar en pro de los infelices leprosos. « Una vez
allí, a veinte puso s, fui saludado, dice 61 mismo, por

( 1) Oi.cuno de 190•••

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- so -

tres seííores. Yo los invitó para que se acercaran; pero


los desgraciados, acostumbrados al rechazo con que
basta allí habían sido tratados por personas alentadas,
me dan las gracias. Mi excelento hospedador convida
a don Cellón Parra, a quien no conocía, y ('ste me ad-
virtió que eran de los hijos que yo buscaba. :\Ie dirigí a
ellos y les di/2:o: estos saludos a secas no son con
Martinez, y Iecl,unando la mano de Parra, éste me
dice: no ten~() manos (estaban despedazadas). Pero yo
tengo brazos, le dije a mi vez, y al estrecharlo contra
mi pecho, sentía palpitar su coraz6n y caP\' subre mí
gruesas lágrimas de gozo. If> mismo hice COIllos ~eño-
res SaJazar y Ranjel que formaban la comitiva. Desde
aquel momento comienzan a saber todos los enfermos
que el sacerdote del Señor iba a instalarse en medio
de:ellos, como un padre de familia en medio de sus
hijos.
Hé aquí, continÚa el caritath"o sacerdote, S. S.

Gobernador del B., Ilmo. Sr. Arzpo., Junta de Benefi-


cencia, hermanas del Corazón de Jesús, sacerdotes
misericordiosos, Dr. Ricardo de la Parra, ss. del Co-
mercio y toda alma que ha ,tenido compasión del po-
hre enfermo, ved vuestra obra. Alegraos, porque máe
de una lágrima habéis enj ugado, y conj urado más de
un dolor. Llenaos de gozo, porque mis hijos esen-
cialmente agradecidos y en la efusión de su grl:ltitud
piden al Señor bendición para vuestras almas, para
vuestros cuerpos, para yuestras empresas, para vues-
tras famil~as y para T uestro8 deltinos. Vedl, vosutrosl

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- 5J -

vcncrulÚs saccrdote~, una mies más que cultivar en


el campo del Señor; no tendi;;, acercaos, porque el
SeflOr 110 hiere a sus amigos y a los q uo sÓlo se ocu-
pan en las cosas q uc SOIl uo Dio;;. lIÓ a(lL1í, seiíores de
la f¡¡cultad m('(lica, un campo bien ,·;¡,;tv, !Jllr desgracia,
para flllP ('ji'rcitéis vuestros talen tu;; :¡ d(~is a la cion-
cia ilOtieias tan importautcs (IUU un día (:-v h"go vo-
tos al St'iior para qlte 110 sea tlluy l('jallo) haga quo
de:;ap"rezca dellllundo tau terrible cnfelJued"d.»
Podemus cOIlsiJerar al Presbítero ~rarlíIlez como
al verdadero fUIldador del Lazareto de .Agua de Dios.
K lleVa, ÍIle(j uív()ca prueba de (lIle la Iglesia católica
cuida, COIllO !lIla buena madre, do sus hijos, de (lue 110
los ahallduna :¡ do que cuaIldo los re suf¡ir' lo;; recoge,
los \'¡:;te, le;; da rJ· comer, euj uga :;us lágrima;; y cura
su:; heridas.
7 G. S,] dice que el seiíor doctor Martínez, el abo-
gado y padrc de lo;; I•..pro;;o;;, el (lue trabajÓ por darles
albergup, remedios, sacerdotes, hermanas de la cari-
dad, ptc.; defeIH!i() los errores liIIITa{('.~ condenados por
]a Iglesia; Ij(J Ll sabemos porque !la tuvimo3]a dicha
de cOllocerlo, pero si por algÚn tiempo los profesó,
las siguientes afirmaciones suyas son el mejor diplo-
ma de hOllar, la más enérgica protesta y la mÚs exce-
lente prueba de su adhesión a. las infalibles enseñan-
zas de la Iglesia católica; son sus propias palabras:

8ANCC DE U R::;--UJUC\
OOll.IOTECf. LU'~-I\NGa M~ANGO
er ..,f. ~:.('(~l\('ION
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- 52 •

"FUI&¡asugá, 2:1 de f~rero de 1862 •

•• Alllelior Vicario ¡eDeral de esla Arquidiócesis.

«Desde que vi en el número 36 de La Opinión el


programa de una Sociedad anticatólica, quise escribir
alguna cosa, contribuyendo con mi contingente para
mantener en Sll pureza la integridad de nuestra fl3 ca-
tólica y la uniJad en la disciplina ecle8iástica .....
Todoa los herejes y cismáticos han demostrado, la ma-
yor parte de ellos, mucho respeto por el Sumo Pont{-
fice, por los Conciliosy Santos Padres, pero luego que
la autoridad eclesiástica declara que sus doctrinas
_las de sus enemigos-son heréticas, quitándose el
disfraz ... levantan en alto la bandera de rebelión:
buscan prosélitos, unas veces fingiendo que los Conci-
lios ion superiores en autoridad a los Papas ... Parti-
darios de la libertad, profanan a esta hija del cielo:
repudian la religión cristiana como contraria al siste-
ma de gobierno ... es necesario, seg'ln célebres auto-
res de derecho constituciúnal, que los republicanos
sean prudentes, justos, fuertes, templadoll, y en una
palabra, virtuosos ...
"Yo supongo que el motivo para sustraerse de la
obediencia del Superior es por causa del juramento
que exige la ley de 23 de abril. Es un error el ponerse
en rebeldía por esta causa. Si ha habido motivo sufi-
ciente para incurrir en la censura, se debe obedecer,
porque liga nuestra alma; si no ha hatido motivo bas-

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·53·

tante, se debe acatar porque «sententia praetoris sille


justa sÚ:e Ú7justa timenda e.st ... ~
Si alguna de estas suposiciones o todas fuercn ver-
daderas, yo 1 uego a mis hermanos que consideren
que toda verdad política o social tiene su norma evaD-
gélicay que nosotros, ministros del evangelio, debemo8
sujetar lIuestras vpiniones a este sagrado canon. Feli-
ces scrían los pueblos si los hombres que han recibido
el poder de crear leyes yel deber de hacerlas ejecutar,
buscaran sus inspiraciones en el escrito santo. Yo he
creído que buscando la verdad social por medio del
evangelio es ponerse en camino de hallar la luz.
El ::'4 de octubre de 1869, en a:;ocio de los seño-
res ('U!;I, de Pandi, José 'laría Barrera j Cunday, Ha-
m"ín ¡\ l1\l\rll\.:ho; Pasea, Tomás Garzón; Tibacuy, Plá-
cido A. A I'<l(¡j'1, firmó una adhesi6n a la pastoral del
sOliu!" A!"be~:'I,'/', en la cual este sahio Prelado conde-
na los errores puhlicad"" .'11 El f..ibrrnl y con energía
protesta en los tÓrmil,ns siguientes: ~Esta Yicaría
adopta en lutlas Sil" parth la doctrina y resolución
que en la pastoral citada se "lICllentran. Protestamos
contra los errores que contieno el art.fcuJo publicado
en t: di' agosto en el peri(jdico titulado F:l Liberal,
COlllr,1 la divinidad de Nuestro S"\lUr .lesucristo y
contra el celibato eclesiástico, decimos' Anatema' con-
tra estos errores. ~
El 12 de marzo de 1864, con los señores curas de
la Vicar{a, dirigió al Congreso la siguiente nota:

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- 54 -

"Ciudadanos Senadores y Representantes.

~Permitid, seílores, que los ministros del culto cató-


lico os supliquen que deroguéi~ la ley de 23 de abril,
sobre policía de cultos, por la razón para los infrascrit0s
de que es inconveniente S también innecesaria ... Dero-
~ad esa.ley y veréis que toJos los colombianos levan-
tando las mallas al cielo os hellde~irán ... X o habiendo
para los ministros del cultll católico en esta ~ación el
privilegio del fuero ecb.;iá-.;tico, no hay para ellos
otro código que el civil y criminal y para ellos habéis
juzgado y penado a lo:>ministros del citado culto.
e¿ Por qué razón, en un ~obierno republicano que
consagra la igualdad legal se han de violar In..; privi-
legios de igualdad que son la esencia de la HpplÍblica?
¿ Por qué razón se ha de n~auteIler la vigencia de ulla
ley exclusiva para los ministros de un culto que es el
de la mayoría de la ~ación?» (1).
El 28 de noviembre de 1~7G. «¿Sería que el Vica-
rio, habla de sí mismo, era liberal?
cMe parece de muy mal gU~;'0 hoy, desp\l{)s de ha-
ber hablado el inmortal Pío IX, el senirse de lo,; cali-
ficativos de «liberal» y «collservador." El que habla
cree que hoy en Colombia los habitantes son cristia-
nos católicos y no católicos ... Si con el calilicativo
de liberal quiere mi caritativo hermano decir que no
soy católtco romano, protesto contra el calificativo con
toda la fuerza de mi voluntad ...

(t) Ubro de Provideuci•• de t 858.

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- 55 -

<:Cuando no puedo explicarme alguna circunstan-


cia doglllCltica, doblo la página y creo COIl la fe de la
Iglesia. Si en la explicaci6n de estos hechos hubiera
dicho alguna cosa que no sea digna de mi Prelado, la
recojo y doy CO'110 no puesta. Si he crra,lo cn alguna
COS¡l. tClln'() en mi Pr~hlllo mi maestro para (lue me ",n-

señe y mi p:lllre para (¡ue me corrija» (1),


Esto fue el soilOr doctor J1artíncz, de quien, con
soka de justicia, se conser\'illl ~ratísill:()s e il11perece-
der,);;; rccuerdo; entre mis amados t',~ligrf'sl)s.
7G. di. e,lllanlu J[aldlllt(/.Ilo ('alco. Fusagasugá
ha tenido la fortulla de contar en el nÚmcro de sus
párroco" a dus ilustres obispos: el Ilustrísim,) señor
Piedmhita, sU primer historiador, y el Ilu,;trbimo y
Hel'erendbillw selior 1IaI(lonado, a('tllal dign(simo
obi~po d(} Tunja, quien con exquisito lino y con la
cultura que le es propia, gobern6 esta parroquia desda
01 1 j lle febrero (le 1SD1 ha,,;ta el 8 de f('hrero de 1 H9?.
Cuando ¡;o desplomó la iglesia, el pl\rrOCO (IUO esto
aseribe reci hici un telegrama de BogotCt, firmado por
el señ\)!' j,1aldonado, en el que decía más () menos:
«Contribuyo con la pequelia limosna (le mil pesos
para la reconstrucción de la iglesia de mis antiguos
amudo:->feligresos.»

(1) Libro aegundo de Providencias.

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• .56 •

CAPITULO XVII

Necho:s extraordinarios.

77 a). El doctor Escobar refiere lo siguiente: cEn


8 de abril de 77 (1777), enterrÓ el cuerpo difto. de
Germán Rodriguez, soltero, hijo legítimo de Marta
L6pez, viuda de Juan Rodríguez. A éste le administré
los sacramts. resplandeciendo en él ]a misericordia de
Dios, pues estando privado hacía tres días hasta en-
tonces me vinieron a llamar y habiéndome partido
con suma presteza y admirándome de la brevedad con
que lIeg-u6 a]a casa, siendo en grande manera dis.
tante, preguntando en qó estado se hallaba el enfar-'
mo, me informé que desde qa. se privó estaba tota]-
mente destituído de sentidos y más parecfa tronco qe.
viviente, como que así lo hallé j mas implorando el
auxilio divino empecó a lIamade al oído, avisándole
que yo era el (Jura, qe. iba a administrar]e los sacra-
mts. y a solicitar su sa]vación; luégo a las primeras
voces abrió los ojos y empezándole yo a mover a dolor
de sus culpas prorrumpió en lágrimas, dándome ~eñas
con los ojos de su verdadera disposición, y en esto le
ayisé que le llElvaba Bula de la Sta. Cruzada y qe. hi-
ciese intención de ganar las gracias e indulgencias y
su absolución, y en esto conocí gran regocijo pro lo
que absuelto, pasó a disponerlo pro qe. recibiera la
sagrada extramaunción a lo que me di6 verdaderas
senas, y así proseguí administrándosela. en cuyo fin,

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- 5'7 -

sin dilaci6n ninguna entregó su alma al Criador, cuya


misericordia sea alabada pa. spre. El entierro fue ma-
yor, cantado y con quatro posas pero todo de limosna
y pro qo. conste lo firmo.
Dr. Escobar._ (1)

7R. 11.) El 27 de octubre de 1870 iuformrJ el doctor


Martfnez al Prelado: «Con ~ran contento de mi alma
informo a monseñor el acontecimiento si¡ruiente: de
tal mapera estaba enfermo el Sr. Dr. José BJa~born9
el 25 de los corrieutes, que el facultativo que lo ha
asistido temió que su enfermo pudiera morir de un
mor.H'nto a otr(l. En estas circunstancias creí que no
debi'a diferir el bautismo, ql/e antes me hahía pedido,
pero para asegurarme, hablé de Iluevo con el doctor
Blagbol'lw signi ficÚndo!e q l/e juzgando que fuera mi
dCSE!O dp conferide el bautismo, temía que si se alen-
tabH volvería al mal estado en que se hallaba, que la
crítica de sus correligionarios lo haría a,·ergonzarse
de la cruz de Jesucristo y de la religi6n cnstiana,
católica, apostólica, romana, que yo necesitaba prue-
bas que de su libre y espontánea voluntad renunciaba
a la secta anglil?ana ....
< A pesa!' de lo enfermo que se hallaba me dijo: ...
Que en Cll&llto a sus correligionarios, Ól creía en el
evangelio que decía: "So temáis a los ·que pueden
matar el cuerpo, temed a Aquél que puede arrojar tu
alma al infierno" ... Le pregunté si quería manifes-

(1) Libro 11. pá~Da 151 vuelto.

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- 58 -

tar estos sentimientos ante dos personas caracteriza-


das, a lo que contestó que convenía en esto, e hizo
llamar al doctor Hamón Guerra Azuol a y doctor Julio
Rubiano. Estos s. s. tuvieron su conferencia con el
enfermo, doctor Blagbornc, y autorizados por él mEl
manifestaron que de Sil libre voluntad renunciaba a
todo lo que prohibía nuestra Santa Heligión y que
queda vivir y morir cristiano, católico, apo,tólico, ro-
mano" ... En el mismo día, a las cinco de la tarde, lo
bautizó.
e Concluído el bautismo, me dijo: ya soy católico,
ya tengo derecho a pedir Il mi Cura el Sacramento de
.la comunión, lo que le ofrecí para el dla siguiente ...
Lle~ado a la cama del enfermo, fue tocallto la protes-
tación de la fe, que hizo en español (a las preguntas
cel bautismo, contegtó en lat(n) ... Honor y gloria al
purísimo y Santísimo Corazón de Jesús.:.

79 ej. "Señora ConcepciónCarda de Torre!.

"31 de julio de 1813

«Muy respetable sellOra: He leído con la atención


que merece su carta del treinta de los corrientes, la
que extractandopuedo dividir en tres partes: conoci-
miento que puedo yo tener acerca de la enfflrmedad
de la señorita ~Iercedes Torres, hija de usted; j Ulcio
que hayan emitido los profesllres pn medicina y 10
que yo como testigo presencial obscné el día veinti-
S(¡i8 de julio del presente año de mil ochocientos se-
tenta y tres.

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·59 -

c:Dcmos, mi buena señora, gracias rendidas al


Señor Todopoderoso por las misericordias manifesta-
das en esta vez por la intercesión de \'"uestra Seiiora
de Laureles.
« .•. )[j deber como cura rector de la igle~¡a de l'll-

sagasngÚ y mi compasi(Ju natural por los l/ni' ¡¡'l/J,'t'!'))


illll lleva con frecuencia a la cabecera del q lIe e:;t:t
sufricndo; he tenido ocasión de ('(111Cllnil'a la ca"a do
uste(l pUl' m[¡s de dú:; aiíos a :¡(";;l\' los l:Olhllelns de
nuestra santa y allgllsta rp\i;.;i""l a la ,;eiinrita j[erce-
des. En tan lal'gcl tiempo ni llna sola \'f'Z la he ,'¡sto
siquiera sentada en Sil ca'na: ~,¡('mpl'e acostada y
siempre sufriendo: unas veces C()1laccidentes epil\!p-
ticos, otras vece3 dolores en el e'lrazún o dolor ner-
vioso en la cabeza. Hace bastante tiempo que presnmo
que tenía para [izada la pierna izquierda porque 3'1"<'-
1Ia rodilla [a mantenía levantada o doblada la piel'llil
sobre la derecha; y como constantemente prl'~I!I1¡aht
por la salud de la enferma, la contestación qlJ(· ll'eibía
era uniforme: está lo mismo. Siempre tri~t·. flaca,
sin •.~ol()r, PIlrpl'lll~, pero siempre conforllll' con la vo-
luntad (le Dil)-;.
«Solamente he ludJlado con los S. S. doctores Ren-
al5n, Ril'i.lS y Weardo de la Parra, los qne me decían:
que había en la 'anfel'mita )íereedes una complicación
de enfermedades que hacían impotente la acción mé-
dica . .El doctor Parra me dijo: ".Así como ~;paralitico
del evangelio sÓlo lo pudo curar Jesucrito, así esta
enferma sólo se curará por milagro ..• Lo mismo m&

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- 60 -

dijo de la señora María Reyes :Moreno en el mes de


abril de 1872, la que murió a fines de mayo de aquel
año.
«Invitado deide el 20 de julio por la señorita Mer-
cerles para que la confesara y diera la comunión el
referido dra 26, después de celebrado el santo sacri-
ficio de la misa, me presenté en la casa de usted, mi
señora, a las siete de la mañana, llevando al Santísi-
mo Sacramento. La ¡:;efíorita Mercedes estaba como
siempre, en su cama, y la rodilla izquierda levantada.
La reconcilié y administré la comunión, que recibió de
rodillas, dánrlole auxilio una de las señoritas sns her-
manas, cosa que me llamó la atención, pues que reci-
biendo siempre la comunión .stando acostada. aquel
día, llena de devoci6n, fervor y esperanza, pudo pos-
tr:il',.:e aunque con amdliodetercero. Una ligera exhor-
taciljll y el evangelio de San J Ullll terminaron aquél
acto I'elil-(ioso.
«A las nueve de la mañana de aquel memorable
dfa fui llamado por usted sin que se me advirtiese del
motivo. Un quehacer del momento me impidió com-
placer a usted prontamente. El señor doctor Castro,
sacerdote venezolano que estaba en mi casa, mani-
festrí aespo de visitar al señor doctor Rafael Vergara
y Y., Y yo le ofrecí acompañarIo.
«D('sde que salimos de la caSA vimos gran movi-
mientoe.D' el tránsito y todos dec{an: :.M.i.lll.\!;N1. i Mi-
lagro de N uestra Señora! En la casa del referido doc-
tor recibimos el informe detallado de aquel singular

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- él -

acontecimiento. Concluída nuestra visita nos dirigi-


mos a la casa de usted. Fuimos invitados por alguno
para entrar a la sala. La pieza adjunta estaba llena de
católicos que daban gloria a Dios por la misericordia
que acababa de hacer por el ruego de su Purísima
Madre. (Había tornado un poco de agua de Lourdes).
Un momento después de sentados, ! oh gozo y quó
asombro! Mercedes, la inmóvil Mercedes, la desahu-
ciada de los médicos, tocada por el dedo de Dios, sale
de su oraci6n y caminando sin apoyo se dirige a su
cura, se p,)stra, pide la bendición y da gloria a la Vir-
gen María, por haber repentinamente recobrado su
salud. Yo le presentÓ mi mallO para ayudarla a lovan-
tar y sentí que no hizo esfuerzo para poner"e PII pie.
Sentada en medio de los dos sacerdotes nos PXPllsl)
con seDciHez los accidentes anteriores al día ~ti r 10
que experimentó poco después de ha be]' c'lll1lilgado.
A las cuatro de aquella tarde fue con vidado d vecin-
dario con repiques de campana para dar gloriu a Dios
en el templo, saludando a la Vir~en :Madre con una
salve solemne y con el Tedeum. Entre lo~ concurrentes
al templo se hallaba "Mercedes Torres que basta aquel
día había esta(:o GIl cama. postrada de enfermedade~
por más de veintisiete meses.
<Por sus pies vino a la igle~ia;"donde permaneció
arrodillada, y por sus p~es volvió a su casa. YiÓndola
caminar vino a mi memoria aquel Sllceso l}'le refiere
San Marcos en el capItulo segundo, verso 11: < Sur-
ge, tolle grabatum tuum,.1 vade in domum tuam.~

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·62 -

Levántate, toma tu cama y vete a tu casa ... Quiera


Dios que esta protección de Nuestra Señora de Lour-
des, en favor de su hija Mercedes, descorra la velida
que liga a los que niegan los milagros y que no quie-
ren conceoerle a nuestra bendita :Madre su tftulo glo-
rioso de cSalus infirmorum.» Salud de los enfermos.
AXl'UXIO R "M:AllTlXItZ.»

CAPITULO XVIII

Privilegio:s concedidos a la Parroquia.

80 a). El Romano Pontífice Le6n XIII concedió


a todos los fieles de la parroquia de Fusagasllgá Ben-
dición Aposfrílica e Indulgencia Plenaria para la
hora de la muerte, siempre que, arrepentidos y confe-
sados, reciban la sagrada comunión, y cuando esto no
puedan, invoquen do palabra, o a lo menos con el
corazón, el sagraoo nombre de Jesús. Esto lo vimos
personalmente, e:;crito en un documento auténtico que
se conservab~ en la iglesia, pero que luC>godesapare-
ció con la caída del templo.
81 b). «Cofradta ckl Rosario. Fray Domingo Ba-
rragán, Maestro en Sagrada Teología, examinador Sy-
nodal J Prior Prov!. de la Prova. de Sn. Antonio,
Orden de Predicadores . .Atendiendo a los abundantes
frutos espirituales qe. ba prrlducido la devoción del
Smo. Hos{lrio en todos los Jugares en que se ha erigi-
do BU Cofradía y inclinlmdonos a la piadosa y lauda.

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- 63 -

ble sÚplica dol Sr. Dr .• JosÚ Ignacio San )fig'ucl (le. a


nombre <le lo" feligreses de la p:uroCJ.uia de Pusaga-
sugá q uo (les.~an ~,cfunde en aq llr-lla iglesi~1 la ex pre-
sada CiJhulí:\ dl'\ ~'l'1'" Ill};;ario para Ullmpnt:\r el culto
de la Glol'i,,<'.;illla Virgen )Iadre de Dios y ¡¡e. los fie-
les lmellan ¡:;:11l:\1' la.; innumera\¡}E:"; inr!uigu:eias (lue
105 Sumo,.; l"llltíficp', til'lwn cOllcC'dida,.; a 1,;" cofrades,
por el tellor d., j¡J:" presente,; concedl'TllOs al ~r. Dr.
JOSl: 19lulei'l :-;¡lll 1Ii;!llel la ¡;rncia <¡e. pido, dc qc. en
la iglesia dt· 1:\ Pa!'l'll'lllia de Flhll~a"(I;:'Ú ,;(~ pueda
instituir y t('!I('r la Cofradía del Smo. j¡"";1I'i,- •. erigir
nltlH cou la imagen de \"tr3. Sr;¡. y uOlllhralllos pro
primer C:q)l:l~Ún al Sr. Cura de (licha l'alJ'l)'1uin, y
despu':''; dl' ti a "\1"; "nCbores con la faCilItad de reci-
bir los 1ll'l'lnHuos. cscribir SIlS nombre,; ('U el libro
(qe. p:ll'a esle fin !J¡¡rÚ), henrlecir Hosarios y aplicar la
absulucil'lll de la hCl'mandad, con la precisa eonrlición
que por nill;.;una d.~ estas cosas exija algÚn iuterés.
En fe de 1" ClJal ,]anJll,,; las rn~,,;ellte", ti l'llladas de
nuestra mi\llO, ,.;e!ladas con el mellor de nuestro oficio,
y rcfrenda(ll.ls pro IIncstro Sccrebrio y cOlllpaííero en
este COllvtO. de Xtra. Sra. dcl Rosario de Bogotá, a
15 de mayo dc 18~6.

, c: Fra!/ Domingo Barragán, Prior Provl.


c: Regta. :Fol. !11 bta.
c: Por mandado de K M. R. P. 11. Prod.
«Jlat('() Díax, Serreto. y Compo.~ (1)

(1) Libro de IDformacionel número l. pá¡¡ina 48.

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- o.• -

82 c.) El Ilustrfsimo seiior Herrera Restrepo con-


cedió privilegio local para binar, en los dfas festivos,
por petición hecha por el que esto escribe.

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CAPITULO XIX

Geografía

l'n. i.--La ciudad (1) de .Fu~(l~ilsugíl está situada


, :al suro~ste tIc la capital de la J{ppÚblica, al pie del
hist<Írico c~rro de FusacatÚn, de donde los espafioles
formaron el nombre que hoy Jlc\"a, segÚn se asegura
aquí, pero po/' lo que Ilpvamos dielw. p~to es f:I!SO, y
no p,\sa de ser una afirmaciÓn elltclHlllente gl atuita.
H4. 2.--Flls;lgasugÚ ~c halla a 0° 1.-/20" de lon~i-
tud occidental, 4°21'30" latjtlld norte, y su altura so-
bre t;: I¡¡\el del mar es do 1800 motrn;: aproximada-
mente.
85. 3.-Et clima, de 2~ a 2:~grados centígrados,
es delicioso, sill el penetrante frío de La Sabana y sin
el fastirliosu calor de las tierras cálidas. Es bueno
para ver~ neo, mas no para vivir lar~o tiempo, por ser
clima, medin, por la demasiada humedad del suelo,

(1) Dctde d 25 de diciembre de l84i se llamó villa.


5

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.66·

por lo malo de sus aguas Y'P0r el constante cam-


bio brusco de la temperatura.
86. 4.-Lírnites del municipio. Por un decreto le-
gislativo del General Reyes el municipio ensanchó sus
límites hacia el sur, hacia el norte y hacia el occi-
dente, pues antes apenas lo formaba la zona compren-
dida entre el Cuja, el Barroblanco y el Chocho.
Los lfmites actuales son: (1) desde la desemboca-
dura de c:EI Panehes.> en el Sumapaz, aguas de aquél
arriba hasta donde recibe el arroyo o quebrada de San
José i éste aguas arriba hasta la cima de la cordillera
de TibacuYi por ésta hacia La Sabana basta encontrar
la cordillera do El Peñón; por el flanco de ésta hasta
el do Barroblanco; éste aguas abajo hasta el punto
en donde muere el cerro ,de Fusacatán i por la parte
mú alta de éste hasta donde termina cerca de la que-
brada de El Arrastradero; desde aquí una recta hasta
el cerro de Buscubuy; por la cima de éste basta Loma
Pelada j desde aquí hasta el río Batán; por éste, aguas
arriba hasta su nacimiento; desde aquí hasta el pára-
mo de El Pilar; desde este punto hasta el nacimiento
del do Gllavio j éste aguas abajo hasta el Cuja; Cuja
abajo hasta el Sumapaz; desde aquí, aguas abajo hasta
la desembocadura de El Panches, punto de partida.
87. 5. Ya que hablamos del do Sumapaz, nos per-
mitimos hacer a los sellores Carlos Martfnez Silva 1
:Miguel Abadía Méndez, respetabilísimos autores de
( 1) Si bubiere alguna mell.actitud. hacemo. saber que tuto a Iaa
&lItoridadea como a 101 partÍc:Wara pedimee Jo. dato. '1 DO ÍIIe poaibI.
obteMrlot.

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·67·

Geógraff11, la siguiente indicación: el río Sumapa~ DO


"es tributario de ningún ]i'usagasugá, porque los dos
que a él-al primero-desembocan son: El Panches,
El Cllja y el Rlonegro y porque en esta región no se
CODoce ningún 1'10 con el nombre de Fllsagasugá. No
es cierto que el Sumllpaz sea cpequeño 1'10,» pues es
el más cUIJduloso de la antigua Provincia de su nom-
bre. El, majestuoso e impouente, desciende desde las
altas serrllnlas de los páramos, 1 ecogiendo, a su paso.,
las aguas de veintiseis riachuelos, y n0 rinde su tri-
buto sino al Magdalena.
Aunqlle es cierto que en este 1'10 hay UD punto
denomimllJo Pa80 del Fusagasugá, entre Ricaurte y
El Carmen de á.picalá, en donde existe un hermoso
puente culgante, creemos, por tradiciones no desmen-
tidas, que lleva ese Hombre no por el rlo, que no se
llama así, sino por haber pasado alguDa vez por ahí,
con motivo de guerras civiles o por paseo, el famoBo
Cacique Jr1usagasugá (1).
88. 6.-JIabitantes. El Municipio tiiue quince mil
doscientos settnta y siete habitantes, según el censo
de 1918, así:
Hombres urbanos. 1.233
Mujeres id. 1.652
2.886

( 1) Desde el pUCDtecitado le le llama al río Sumapu: F~


b..ta"l\l desemboadura en el Magdalena.

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·68-

89. 7. Religión. Los habitantes de esta población


p'rofesan, con rarísimas excepciones, la Religión cat~
liea.
90. 8. Acueducto. La ciudad carece de agua pota~
ble. pues aunque hay abundancia de arroyuelos, sus
aguas son tan malsanas que, según los exámenos quí-
micos, por ningún motivo deben tomarse.
El municipio ha gastado grandes capitales por dar
8 la población agua del Cuja:; pero las constantes lu-
cbas con lo deleznable del terreno, etc., han superauo
a sus esfuerzos, hasta el punto de que la acequia, re-
cientemente construída, está casi abandonada.
Elllcueducto es de primera necesidad, pues de la
carencia de buenas aguas provienen la mayor parte
de las graves enfermedades que con frecuencia azotan
.:la población.

i:XAME~ CUALITATIVO I' \RGIAI. DE LAS FUENTES .RADIC&DAS


E..'i FUSAGASUGA .

Caracteres organolépticos.

Aspecto, li~erarnente turbio. Ligero depósito.


Color, opalino.
Olor, no es netamente inodora.
Sabor, ligeramente soso.
Conservación, no parece buena.
Reacción, neutra ..
Sulfato (yeso), sí hay.
Cal; ligeras huellas.

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·69·

Cloruros, huellas .
.Amoníaco, no hay.
El examen microscópico revela:
. o. microorganismos: co('os.
o obacterias, residuos terrosos.
o

"La muestra número 3 (es decir Ústa) es de ~ospe-


chosa potabilidrul, pues aun cllando no contiene "itrí-
tos, ni allloníaco los caractel t'S subrayados no correli;-
p0nden a un agua de hllena calidad. Parece ser un
agua dura para el lavallo y cocinado, por lo selenitosa
y quizá pesada e indiJcsta como bebida _..

Este importante dato lo debemos al .;incero amigo


don Hicardo 3chnitter.
H1. u. V",oedas.-Rl municipio está dividido en las
veredas siguientes: 1, J ordán; 2, l'iamonte; 3, San
Josó dI' "()¡amonte; 4, Uzathama: 5, J.Jos RoLles; 6,
Manga del Charco; 7, Bosachoque; 8, Las Chacbas;
9, Subi,l; 10, Guachuní: 11, Santa Rita: !2, Azafranal;
1 R, La Victoria (1); 14, Panamá: 15, Yayatá; ]ti, San
JosÓ; 17, Cucharal; 18, Pekín; 1 !l. Los Sauces; 20, Be-
tel; 2 1, ~Iosqueral; 22, La Puerta; 23, La Isla; 24,
Guayabal; 25, }{esitas y Palacio; 2G, Santa Lucia; 27,
Las Sardinas; ~8, Los 'Rfusi 29, Guavio y 30 Bóchica.
Este es nombre indígena, que significa: _El Dios o el

(]) El honorable Concejo, a petición del párroco actual. por acuerdo


de 22 de oclubre de 1917. dio este nombre a la anligua vereda de M..
la¡ana.

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- 70-

Adán de los muiscas.» Los historiadores dicen Bo-


chica, pero creemos que esta palabra es esdrlíj ula,
porque conocemos otros punt'os con este mismo nom-
hre y en todas partes los naturales lo pronuncian siem-
pre B6chica.
92, 10. Creen los historiadores que este'personaje,
Bóchica, que eosefió cosas bllenas a los indfgena~, fue
el apóstol San Ba.rtolomé. También se le conocil) con
los nombres de Nemqlleihn'a y Zuhé y era de barba
lar~:1 basta la cintura, cabellos recogidos con úna cinta
como trenza, a la manera que los farise0s usabau las
. corona.~ con que se rodeaban la cabeza. Andaba des-
Calzo, con una alrnalafa puesta, cuyas puntas juntaba
con un nudo sobre el hombro.
Dicen que él, con su bastón, hirió las pel'ías para
que ell!'unza y demb rlos que inundaban La Sabana,
formando un l~go en toda su extensi6n, se precipitara
Por el majestuoso Salto de Tequendama. Afirman tamo
bién que se retiró II Sogamoso, en donde, despu6s de
vivir veinte veces cinoo veintes de afios o sean dos
mil alios murió y fue trasladado al Cielo; que en me-
moria suya abrieron los indígenas un camino desde
los Llanos hasta Sogamoso, porquedizque por al\( 'vino
al Nuevo Reino.
93. 11. La vereda de Mesitas y Palacio se deno-
mina a91 porque, según tradiciones, allf existió por
algón tiempo un palacio de propiedad de los Virreyes.
POI."allí desciende un arroyuelo conocido con el nom-
bre de Pisuerga, dado· sin duda por los españoles,

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- 71 •

porque en la madre España bay otro con la misma


denominaci6n.
94. 12. La de Las Chachas lleva este nombre
porque, según se cuenta, cuando la Real Audiencia
~nvió al Ecuador a los desgraciados hijo!> de la ciudad
de AItag-raeia, de allí confinaron a la \Tez a unas niu-
jeres pública~ conocidas con ese nombre, al valle de
F\lsa~asug{¡.
95. 13. Ultimamente hacemos figurar la vereda
do Sochc (1), al norte' de la población, a unas ocho 'ho-
ras de ésta, y en donde viven, en el centro de las sel-
vas, muchos trabajadores por cuenta de los herederos
del señor Dlllaña.
96. 14. Agrlr'ldtura.-Es la principal ocupación
de sus habitantes. Aquí se cultiva papa, maíz, trigo,
arracacha, arveja: yura, plátano, ahuyamas, café, cafia
de azúcar, sagú, batatas, cte . .El algodón se produce
muy buello en las partes más templadas, pero por más
<lonsejos que se dan para que lo siembren y cultiven
,con esmero, porque será una de las mejores fuentes
de riqueza pará el país, los agricultores, tanto ricos
como pobres, no quieren salir de lo rutinario: cafia y
eafé.
97. 15. Ganader1a.- Se crian ganados vacuno,
caballar, mular, de cerda, etc. Se cst;¡ introducit'l1rl.o
el g-anacio blanco. Ilamarlo vulgarmente autioqueño,
porque es más fuerte parala¡;; pestos, ~orque se re pro.

(1) En SoachA recl&llllan sla vereda como perteneciente a IU mu.


cipio.

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- 72·

duce con más facilidad y, porque en 10 general es


refractario a las plagas que invaden las dehesas de los
climas medios.
98. 16. Ríos.-EI Chocho, el Barroblanco, el Jor,
-dAn, el Duja, el BatAn, Guavio y el Sumapak que los
recibe todos y que sirve de !rnea divisori~ entre 8st&
municipio y el de Icononzo.
!I~'.17. jlontaiías.-Las pocas que existen al
oriento de la población, lejos de destruirse, como se
está haciendo, deben cuidarse ~n esmero, para que
las escasas vertientes que de allí se desprenden no se
sequen.
Las mejores maderas se encuentran (lU Guavio y

El Chocho ; de esta última regi6n va a Bogotá muchí.


sima madera.
100. 18. Vías de comunicaci6n.-Los caminos más
importantes son: el de Pasea, el de A.rbeláez, el del
Boguer6n qne comunica ('on el .Tolima; el de Tibacuy~
por donde se exporta el café, pieles, ete., y el de Bo·
gotá~ Están regularmente atendidos, aunque en mu-
chos
. de ellos se hace desear la mano activa de, la res-
pectiva Junta.
El Gobierno Nacional está abriendo una carretera
amplia y científicamente trazada, a costa del mismo
Gobierno, por el doctor Enrique Pabón.
El señor Ministro de Obras Públicas, el enérgico,
progtesísta y honraqo Jorge Vélez, trabajó infati-
gable, por la tel;'minacióA de esta vía que desde el
Barroblaooo hasta Sibaté ha de dar paso cómodo a

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·73 •

los ,habitalltes de .Sumapaz, salvando las es~arpadas y


abruptasserranf.il de El PeMn. Contribuye el go-
bierno con la ilO' insignificaute suma de ochocientos
pesos oro ($ 800) mensuales. Si en la .Junta hay la
actividad y honradez necesarias, dadas las magníficas
prenda~ de honorabilidad de las personas que la inte-
gran, dentro de poco se con vertirá Fusagasugá en el
lugar favorito do v('fanoo parll los sahancros y en cen-
tro do grand~s transacciones co/perciales,

«LA CARR~::TEltA A FCSACiASlJGA.-U:-O JUSTO nEcoxoCDlIE:-orO

"F usagasugá, septiembre 12 de 1918.

"Sellar Director de El Tiempo.

«En el llllmero 8!)?) de El Diario Yaf'Íollal. corres-


pondiente al 6 del mes en curso, hemos \'isto un artí-
culo titulado Drgarrollo dr lag ¡:i([,~ I/flCioi/al.es, fir-
mado con el psclHltínilllo L. Sorcl, en el cual, aun-
que indudablemente CI)!l fines lllUY Iwbles y progre-
sistas, hay concept,)S que hacen aparecer a su auto!'
corno 11otoriamentfl injusto y a llosot!';)S los vecinos
de Fusagas!lgá, si no los rectificáramos, c'iJ/U(I ataca-
dos cr<)nicamente del horrible pecado <1(' illgl'itlitud y
desprovistos de tod·) sentimiento noo!p y generoso,
cargos torlos que e8talUos mllY lejos de merecer, pero
que en elemental y sana lógica se nos deducirían si
patrocináramos al} llellos conceptos, siquiera fuese con
nue<:tro silencio ..
«.En dichq artículo se elogia mu,. merecida-

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• 74 -

mente la importancia que tiene para 8sta 'región el


llevar a término la Carretera Nacional del Sur, que
conduzca de Bogotá a Puerto Asfs pa>;ando por Fusa-
gasugá y otras muchas regiones y ciudados de gran
importancia j Re encomia la riqueza de este suelo y S8
evoca el ejemplo altamente vigorizador de luchadore.
incansables, inteligentes y honrados como J liaD Pabón,
Indalecio Liévano, Uanuel Aya, Francisco y Nicolás
Sáenz, Luis Fety y otros, para excitar el espíritu pú-
blico a continuar obras do aliento como la mencionada
Carretera, con el mismo entusiasmo con que aquellos
titanes del trabajo acometían empresas hasta llevarlas
a completo tórmino coronadas por el éxito.
e Pero si todo esto es cierto y si es hábil y mere-

cido su recuerdo es inhábil e infundado el cargo de in-


diferencia hecho explícitamente al Gobierno pasado y
de l!lodo implícito a los de Reyes y Restrepo, pues to-
dos eStos gobiernos han puesto especial interés en sos-
tener trabajos en el mencionado trazado de Carretera,
COIll') vamos a ensayar demostrarlo histol'iando la parte
que cada uno de ellos ha tomado 011 la obra, Traigá-
mosla, puos, desde su origen y vamos a ver como vino
a la vida:
~ El doctor Josó Manuel Goenaga, siendo Ministro
--~-de la administraciún del señor Caro, contrató el 22 de
febrero de 1893 con el nunca bien sentido rioctor Enri-
qne rabón L. la ejecución de un trazado que par-
tiendo de Sibaté pa"aru por FUi>a~al:lllgá y tuera a
empalmar con el camino de las Rocas del muerto, en
oell1mite del Departamento del Tolima.

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·75·

t Por el trazado en referencia-incluyendo planos


con perfiles, ate.-dio el gobierno de que hacía parte
el doctor Goenaga al doctor Pabón Lióvullo-si nues-
tro re~uerdo no es infiel-la suma de diez mil pesos
de entonces.
« Esof> planos y estudios permanecieron bajo el
polvo de los estantes hasta que el General Reyes, po!'
los años do 1905, en que vino a veranear a la quinta
de Cohuryo en e:>ta población, resolvió principiar los
trauajos, y al efeeto puso ~l batallón Romhonrí, a órde-
Des del Capitán ~Iercad(), a ejecutar facerlas en la ruta,
trabajos que se suspendieron cuando, a cansa de laa
conspiraciones contra su gobierno, tll\'a el General qne
regn·sar a Bogotá llevándose la fuerza en referencia.
Era j1íllistro de Obras Públicas el doctor :\Iodesto Gar-
cés, quien apoyÓ la determinación del General Hayes .
.A. uno y otro cOllsignamof> aquí nuestros merecidos
agradecimien tu8.
t Sll~pendidos por esa causa permanHcieron los
trabajos hasta marzo de 1\:1l3 en que la llllministl'u-
ci6n Restrepo hizo dictar del COIlg-reso una ley que
subvencionaha la couf>trucción con ~etecientos cin-
cuenta pesos oro mensuales, a favor de la cual pudo
BU magnífico M.inistro el doctor .A.raújo organizar tra-
bl\jos y sastenerlos tesoneramente con solícito inter6s
hasta entl'egarlos así al Ministro Rueda Acosta, quien
DO tomó interés alguno por conservarlos y hubo que
despachar los trllbajadores sin que preocupara al doc-
~or Rueda que se les quedara debiendo a esos ínfe!i.
OOlJ dos semanas de trabajo.

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- 76-

« Asf las cosas, y ya en el Ministerio el doctor


Jorge Veléz-a pesar de la penuria del Tesoro, que iba
en aumento cada día-hizo revivir la ley con ochocien-
tos pesos oro por mes de subvenci6n y con esfuerzos
proporcionados a las dificultades organizó los traba~
jos y los';"stuvo as( hasta entregar el lIinisterio al
doctor Uui Corral, hacióndole especialis"ima recomen-
dación do la obra, como merecedora del mayor inte-
rés por su excepcional importancia. Es de advertir
que por exigencia del mismo,señor Vélez al Ministerio
de Gobierno, el Jefe de las prisiones, doctor Piñeros,·
remitió cincuenta presidiarios con sus correspondien-
tes vigilantes, que trabaian también actualmente en
la construcci6n de la prenombrada carretera del Sur.
e No podemos tampoco omitir en la enumeración
de las entidades que han ayudado a la obra, al Gobier-
no de Cunrlillamarca, al cual se debe que no tU'l'iera
la Junta que suspender los trabajos cuando por la
absoluta penuria del Tesoro ~~acional dejaron de
pagar la subvención, ya reducida a quinisntospesos,
pues entonce" el Tesoro del Departamento, a favor de,
la holgura producida por la hábil administración ren-
tística del doctor Agudelo, pa~6 religiosa y re~ular~
mente unas órdenes Departamentales cuyo valor as-
cendía casi a seis mil pesos y que hacfa muchos alíos
habían sido expedidas como auxilio, en !.Ds cuales ya
no se sentía .la más leve esperanza. Con el valor de
esas órdenes se conservaron los trabajos hasta entre-
garlos al actual Ministro de Obras Públicas, doctor Del

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• 77 •

Conal, quien ha prometido ayudarlos eficazmente en


toda la medida de sus fuerzas.
"Se ha hecho mucho, es verdad, pero es todavía
mucho lo que falta por hacer y llega muy a tiempo su
labor. Cuidese sí, de no hacernos aparecer como
ingratos y de no volver la espalda a los benefactores
de los pueblos porque esta labor nos resultaría eu
extremo contraproducente. -,
Si los hijos de :Fusa~asugá tu "ieran verdaderCf es-
píritu público, y si a su ti,'rra dieran agua, luz, pla-
zas de mercad!), panlues ct('., la incipiente ciudad se
cOllvertiría en un verda(lcr () paraíso.
Los caminos seccionales están casi abandonadug.
100. 20. Mcrcado.-Hay dos buenos mercados,
los domingos y lo¡¡ jueves. En ellos se encuentra en
abundancia todo cuanto necesite el más exigente, des-
de los productos de las tierras frías hasta los de las
tieJ'fas calien((~s.
101. 21. Planteles de 1'([¡INtciúlI.-Uay cinco es-
cuelas urbanas: una nucturna para varones, una
de artes y oficios y nueve rurales. También hay dos
colegios para seíioritas: uno dirigidu por las Herma-
lla~· de la Presentación, en don do se oel ucan muchas
niíias gratuitamente, a pesar de no e~tar subvencio-
nado, y el otro por las señoritas Mogollones.
:Fusagasugá necesita de más escuelas urbanas,
pero carece en absoluto de edificios. Lasruralps son
muy pocas; quizá los futuros Ooncejos se preocupen
por esta necesidad. Los pobres labriegos llevan la car-

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·78.

ga más pesada y ni siquiera tienen escuelas para IUI


hijos.
102. 22. Hay un ,hospital, sostenfdo en 8\1 Q1alor
parte COll fond~ del supremo gobierno. Fue construido
en el lote que donó el señor Manuel Aya, a petici6n
!le la señorita OleofeDfaz, por la Oongregación del Sa.
grado Oorazón de Jesús, como consta en el archivo de
la mencionada Oongregación. Desde los primeros atlos
fue sostenido por la caridad de las hermanas del Sa~
.grado Oorazón. El municipio pretende ser su fundador
pero estll gloria nadie se la arrebatará a la Iglesia,
quien por medio de sus congregaciones nunca se cansa
de hacer el bien al pohre desvalido (1).
103. 23. Biblioteea.-Por donación que de algu-
nas obras hicieron los sen.ores Jorge Pombo y Manuel
María Aya hay principio para una. Los estantes de
ésta se hicieron con fondos del Gobierno depart8men~
.tal. El doctor Elisio Medina, en su visita como Gober-
nador, en 1906, hizo la donación.
104. U Oobiemo.-EI Oomejo municipal, como
en todo Colombia, es el encargado de velar por el bien
, común de la población. El nombra el juez municipal
'1 el personaro y tiene la obligación de crear las escue-
lall rurales y de dar locales para las urbanas. Hay dos
juzgados de circuito y una prefectura.
Hay una Notaría y una oficina de registro.
105. 25. Cementerios.-Hay tres: dos para los cá-

(1) Actualmente le ha ampliado lo .uficieule para que el uÚDlerode


Ioe favorecidOl Ha mayor y para que Iu HerllWlU viVaII cómodameot •• '

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- 79 -

tólioos, de: los ouale~ el primero se bendijo en 1822 y


estuvo sirviendo hasta el 31 de octubre de 1910, díll.
en-que el párroco que esto escribe, con la autorización
debida, bend~o el nuevo. El tercero es un lote desti-
nado para los niños que mueren sin bautismo, ete., .,
está conti~uo al n lIevo, pared de por medio.
Existe UI\O con el nombre de l(l¡(~() pero no pasa
ae ser una simpl~) dehesa. -
106. 26. Edificios públicos.--Ihy una casa del
gobierno departamental en donde están la mayor parte
de las oficinas públicas y el panóptico; una municipal,
dos escuelas y la cárcel cie mujer~s.
Tambión hay casas clJIllOdas de propiedad particu-
lar J hermosas quintas corno cCoburgo,> ~BlIlmoral,,.
«Manila,> «Verjel,' etc.
107.27. laatrio.-Es el único adorno que se
encuentra '~n la población; es obra del municipio y se
hizocon el pruducido del impuesto de la plaza de mer-
cado. El plano lo elaboró el doctor Enrique Pabón. La
prifuera parte se terminó en 1892, despuós de haber
trabajado dos años. Al frente del zaguán de la casa
cural J en el mismo atrio hay una inscripción llue
dice: «El Concejo Municipal de ]890 a 1892.~ Para
el resto do la obra faltó dinero. El Concejo lo solicitó
en préstamú hasta por medio do avisos, pero nadie
quiso hacer el favor, hasta que un vecino honorable e
interesado rnáR que los naturales, se dirigió a don Ma-
nuel .Aya en solicitud de trescientos pesos (f 300))
4luien los dio prestlidos sin exigir ni fiador, ni doou-

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·80 - ,
mento, ni inte.rés. El desprendi,mionto, el espíritu pá~
bUco y el amor al terruño hacen milagros! En diciem~
bre de 190J se termin6, segl1n una segunda inscrip-
-cióo qne se encuentra en una de las gr:;~as.
10R. 28. Mil/as.-En el cerro de Fusaca1:Ún bay
una mina de hulla, PII la que trabaja un vecino, mas
sin prowcho, por taita de pedidu . .AlgullUR tradiciones
dicen que en 01 mi~lIlo cerro hay una milla de plata.
En San Antonio, Puente de Ohinauta, Cangrejos,
'Eltc., se encuentran l'icas minas de eal.
En Bethania la mejor arena para el cemento.
109.29. 'Plantas eléétriccts.-De propiedad de
particulares, en el campo, se cncuelltrall las siguien-
tes: La Palma, Piamente, Betballia, ~'atl José y dOi
..•n El Placer.

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APENDICE 1

CopialllOs en seguida, al pie de la letra, el dato


qua en el archivo de Tibacuy se encontró acerca de
los bienes que se hallaron en Uzathama.
«In ventario de los bienes y alhajas portenecientes
a la iglesia del extinguido pueblo tle Uzathama; agre-
gado a este de Pasca año de 1776, hácese otro inventa-
rio en este libro, porque de aquel pueblo no se trajo
libro alguno. Primeramente un cáliz, patena, cucha-
rita y dos imá~enes de plata, nn plato do patena, una
cucharita de cobre. Unas cl'ismeras de plata en su ca-
jlta de madera. Un relicario de plata, en que se lleva
el Santo Viático a los enfermos. Una corona de plata
de Nuestra Señora la Virgen. Un misal inservible,
una Ana, una cruz do bronze. Cuatro imágenes de bulto
qe. son un Sor. de la COl'onaci¡)n, un JesÚ" Naza-
reno, una imag-eu de la Coucepci(ín, llna soledad y más
un crucifijo mal echo. Tres cur.dl'oS o pinturas al oleo.
N uestra Señora de Bethlen, un santo (~icolás Tolen-
tino, Tomás VilJanueva y una Concepción, otros dos

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- 82 •

lienzos hechos pedazos, no sé de qué. Quatro acherí.


tos y dos Jarra~ de mariera, seis de loza. Dos campa-
nas, la una más g-rande que la otra. Dos C8mpanitas
de plata sobredoradas, questan pendientes del sagrario
nuevo, con otra que traxeron de Pandi. Un escario
grande con caja, sin llave y otras dos caxitas pequeñas,
la una con cabos de cera y otros de vela de sebo, con
cerrad.· y llave. Un frontal de seda Viejo, un e.tan-
darte de tafetán blanco y un palio viej o. Quatro ,casu-
llas Viejas con estolas y manipulas, dos bolsas de cor-
porales, dos paños de cálices y dos hijuelas, dos cíngu-
los de seda y un cordón del Guión. Una capa de coro
de razo floreado, forrada en coleta colorada. Una alba de
bxta. sin amito y dos manteles de Ruan, tres palias
y dos corporales, todo muy raído y maltratado. Unas
. anda¡;¡ de mad.·, un almayzal de tafetán colorado, un
zitialito, y una Ana, todo lo cual se
recíbí6 y entreg6
a Josef Tumbía y a Juan Domgo. Cruz, sacristanes
en diez de marzo de 1779 y pa qe. conste lo firmo en
este día, mes y año.-JoSF.F Mon:.

APENDICE II
Lista de los señores curas que ha tenido ru:sagasugd

1, Ilustrísimo sefior D. Lucas Fernández Piedra-


hita. 2, Presbíteros: José Ramirez de Poveda; 3, José
Palomino Ossorio; 4, Joseph Victorino de la Cruz; 5,
El Maestro López Nieto; 6, Sebastián de Cázeres; 7,
Felipe Santiago de Campos Celemín; 8, N. Pino; 9,

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- 83 -

Vicente de Fresneda; 10, Fray Juan Antonio de Cas-


tro; 11, Nicolás de Vergara; 12, Raymundo de Roxasj
13, Franpisco Escobar; 14, Gayetano Vargas; 15, Ra-
fael Joseph Callejas; 16, Francisco .lavier Llanos; 17,
Francisco Antonio Ruiz; ]8, .1oseph María de Rivera;
l~), Fray ~:stcban Fornández de lleredia; 20, José
Manuel Romero; 21, Vicento González; 22, Nicolás
Moya de Valenzuela; 23,.1 llan Antonio Eguiguren;
2·t, Fray DOllling-o Díaz; 25, .José ?lIaría Roche; 26,
Alejo Girón; 27, Fray Cayetano Heyes: 28, Rafael Ro-
uríguez Lazo; :!l-l, Fray .1llall Alollso; 80, ?lIartín Lu-
quej in, Próspero Parra; 32, ?llanuel Garavito, quien
tomó posesi6n del cura to el 24 de enero de ] 822 Y lo
gobernÓ hasta el 25 de diciembre do 184~j 33, l!'ran-
cisco González Bolívar; 34-, Juan Nopom uccno Cuervoj
35, Antonio Ramón lIartínez; 36, José Federico Ver-
gara; 37, Antonio Castañeda; 38, Fray Mariano Bui-
trago; 3!), Modesto Fernández; -lO, Fray Daniel de J.
Varela; 4], Ig-nacio 1lI. Gutiérrez; 42, José María To-
rros; 43, Fray Custodio Quintero C.; 44, Ramón María
Leiva; 45, Valeriano Gaitán Díaz; -16, Parmónides Ve-
lasco; 47, Eduardo Maldonado Cal vo; 48, Miguel A.
Lozano; 49, Francisco Antonio Angula; 50, Aurelio
Ospilla; 5], Julio Barreto; 52, Jesús Vargasj 53, Fran-
cisco J osó Vergaraj 54, J eromflls R!)y y 5~, Julio Sa-
bogal S., actualmente en ejercicio.

J
vw:...~,-·-. -A ·._:;~LI\R.\NOC

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SUMARIO
Pága.
Aprobaci6n eclaiáatica. 3
A mis amadoa feligresea 5

HISTORIA PROFANA
.Capítulo l. - Nombre de la población ....................•.......•..... 8
Capítulo 11. - Umiles del territorio o valle de los IUlapOS ....• 9
Capítulo 111. - Los sutagaDt .......................................•....•...•. 11
CaPItulo IV •• Sa¡uanmachica somete a loa sutagaoa ...•...•..... 12
Capítulo y. - Reb6lanse los lutagaos y SUjétalOlNemequene. 16
Capitulo VI. - Pueblos que formaron la provinciá de 101

sutagaOl M ••••• 19
Capitulo VII. - Conquista de la región de 101 .utagaos 27
Capítulo VIII •• Fundación de la ciudad de Nuestra Seilora
de A1tagracia .......................................................•............ 31
Capítulo IX .• Batalla de "El Novillero" .. " .......•..•............. 33
Capitulo X. - Hombres notables 35

HISTOR(A ECLESIASTICA
Capitulo XI. - Parroquia de Fusagasugá ....................•.........•• 37
Capitulo XII. - Iglesias 40
Capitulo XIII. • La f'atrona 42
Capítulo XIV .• Fincas raíces de propiedad de la iglesia .
Capítulo XV •• Limites Q.ela Parroquia .......•...................•.... 46
Capitulo XVI. - Curas más notables de Fusagasugá.. 47
Capitulo XVII. - Hechos extraordinarios : 56
Capítulo XVIII. -.Privilegios concedidos a la Partoquia. •...... 62
Capítulo XIX. - GEOGRAFIA ..............................•.......... 65
APENDICE 1. - Archivo de Tibacuy 81
APENDlCE 11• Lista de los señores curas que ha tenido
F usaguugá 82

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