Curso: Teorías del estado

Estudiante: Juan David Ríos Zapata

Informe: conferencia-cátedra con Juan Carlos Monedero
Tema: Victimas
Ya que este informe y las opiniones que aquí se expongan tendrán que ser limitadas en espacio a 1 página, me
propondré exponer, a mi modo de entender, los puntos e ideas más importantes sobre esta ponencia que se
interpretan de la catedra del profesor Monedero.
“Quien construya el relato, ganará el proceso de paz”: esta fue una de las frases iniciales del profe
Monedero, con suma importancia, ya que según nos expuso él mismo, El relato cumple función de construcción
de sentido de la violencia y de las víctimas, “ensanchando” o, mejor dicho, siendo mecanismo de expansión de
la democracia. Se nota como entonces se le da a la Memoria colectiva un papel crucial para el correcto desarrollo
y cumplimiento de los puntos acordados en La Habana para el postconflicto.
Hay 4 tipos de verdad, cuando de conflictos estamos hablando: El profe monedero, parafraseando a Albie
Sachs, nos expone estos tipos de verdades como factores o elementos que en menor o mayor medida serán las
influencias y sustento de la construcción del relato que acerca del conflicto colombiano está por construirse.
Dichos tipos de verdades son: uno: Verdad intelectual: la que se construye por los académicos acerca de el o
los fenómenos estudiados.
Dos: Verdad de los libros de Historia: ¿quién escribirá la historia oficial del conflicto?; ¿Acaso será un proceso
de construcción social o será un discurso institucional?
Tres: Verdad dialogada: esta verdad es la verdad construida a través del dialogo de la sociedad en su conjunto,
tanto víctimas como victimarios y terceros.
Cuarto: La verdad de quien ha sufrido los hechos: es la verdad personal de quien ha sufrido tal experiencia.
El reconocimiento como fundamento para la terminación de cualquier conflicto: según lo expuso
Monedero, se convierte en un concepto de cuña para entender el fin de los conflictos, pues: en el caso del
conflicto colombiano en el que algunos sectores de la población veían legítimamente la lucha de las guerrillas
en contra del gobierno, no era posible la terminación del conflicto a través de la violencia pues la idea o las
practicas seguirían siendo legítimas ante los que posteriormente encarnen dicha idea. Es decir: cuando hay
reconocimiento por ciertas ideas o prácticas, acabar con la vida de los líderes en forma violenta, solo ocasionará
que bajo su estatus de estar reconocido (la idea o práctica) se prolongue el conflicto.
El reconocimiento se vuelve entonces un mecanismo de integración social para los sectores que así lo piden.
La dignidad y la ruptura de la homogeneidad social: Monedero nos dejó muy en claro como ciertas prácticas
comerciales como la prostitución y la venta voluntaria de órganos no son producto de una descicion libre de la
persona; sino que. Más bien, son producto de la coacción de este estado de consumismo globalizado que nos
les permite herramientas para su buen desarrollo personal y social. A esto se le suma la comercialización de
bienes y servicios que antes eran responsabilidad del estado y ahora están en manos del mercado.
En una sociedad donde las personas están coaccionadas de esta manera y se llega a este tipo de prácticas para
que algunos de estos individuaos puedan subsistir, es una sociedad poco sana, desigual, con rasgos de barbarie,
en la que la homogeneidad social que sustenta la democracia se ha visto disuelta. Monedero llamo a esto:
sociedades tensionadas.
Es muy difícil hablar de dignidad, y más dignidad de las víctimas en un contexto como este, en el que el estado
ejerce sobre sus ciudadanos una violencia tan cotidiana e interiorizada por a tal punto que ya no lo parece.
Como opinión personal resalto que es necesario darnos cuenta como colombianos que las víctimas del conflicto
armado no son solamente aquellas que directamente fueron afectadas; sino que, la sociedad en su conjunto tiene
sectores victimas aún no reconocidos como lo son todas estas personas coaccionadas indirectamente por el
estado, causándoles su estado de indignidad al no proporcionar o al menos intentar proporcionar la seguridad
para el ejercicio de los derechos de aquellos individuos.