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INTRODUCCIÓN.

El tratamiento térmico es proceso que comprende el calentamiento de los metales o las


aleaciones en estado sólido a temperaturas definidas, manteniéndolas a esa temperatura
por suficiente tiempo, seguido de un enfriamiento a las velocidades adecuadas con el fin de
mejorar sus propiedades físicas y mecánicas, especialmente la dureza, la resistencia y la
elasticidad.
Para cambiar las propiedades del acero se usan diferentes tipos tratamientos térmicos, que
cambian su micro estructura. En general hay cuatro tipos básicos de tratamiento térmico:
1. Temple. 2. Revenido. 3. Recocido. 4. Normalización.
En la presente práctica, realizaremos el tratamiento térmico del temple, dónde
compararemos las medidas del antes y después del tratamiento para comprobar así lo
investigado en el marco teórico.
Tratamiento térmico de temple.

Definición del Proceso:


El temple es un tratamiento térmico en el que el acero es calentado hasta temperaturas de
austenización y posteriormente es enfriado rápidamente, con el fin de obtener una
transformación que proporcione una estructura martensítica dura y resistente.
Este tratamiento térmico se caracteriza por enfriamientos rápidos (continuos o
escalonados) en un medio adecuado: agua, aceite o aire, para transformar la austenita en
martensita.
Existen distintos tipos de temples, algunos de ellos son:
Temple continuo completo: Se aplica a los aceros hipoeutectoides (contenido de carbono
inferior a 0,9%). Se calienta la pieza hasta la temperatura de temple y seguidamente se
enfría en el medio adecuado (agua, aceite, sales, aire) con lo que obtendremos como
elemento constituyente martensita.
Temple continuo incompleto: Se aplica a los aceros hipereutectoides (contenido de carbono
superior a 0,9%). Se calienta la pieza hasta la temperatura indicada, transformándose la
perlita en austenita y quedando intacta la cementita. Después de enfriar, la estructura
resultante estará formada por martensita y cementita.
Temple escalonado: Consiste en calentar el acero a temperatura adecuada y mantenerlo
hasta que se transforme en austenita, seguidamente se enfría con una temperatura
uniforme en un baño de sales hasta transformarlo en bainita.
Temple superficial: Se basa en un calentamiento superficial muy rápido de la pieza y un
enfriamiento también muy rápido, obteniendo la austenización solo en la capa superficial,
quedando el núcleo de la pieza blando y tenaz y la superficie exterior dura y resistente al
rozamiento.
Temple por inducción: Es un proceso de endurecimiento de acero en el cual las superficies
de las piezas se calientan rápidamente a temperatura de austenitización mediante
inducción electromagnética, (con un diseño adecuado del inductor, se puede confinar el
calor a áreas pequeñas). Una vez alcanzada la temperatura de austenitización se aplica una
ducha de agua fría que produce el temple.
Los factores que influyen en la práctica del temple son:

 El tamaño de la pieza: cuanto más espesor tenga la pieza más hay que aumentar el
ciclo de duración del proceso de calentamiento y de enfriamiento.
 La composición química del acero: en general los elementos de aleación facilitan el
temple.
 El tamaño del grano: influye principalmente en la velocidad crítica del temple, tiene
mayor templabilidad el de grano grueso.
 El medio de enfriamiento: el más adecuado para templar un acero es aquel que
consiga una velocidad de temple ligeramente superior a la crítica. Los medios más
utilizados son: aire, aceite, agua, baño de Plomo, baño de Mercurio, baño de sales
fundidas y polímeros hidrosolubles.
Principio:
El tratamiento de temple consiste en enfriar de manera controlada a la mayoría de las
variantes de aceros aleados previamente calentados a temperaturas de entre 750 °C y 1.300
°C.
Dependiendo del material base, la temperatura y tiempo de calentamiento, y severidad del
enfriamiento se puede conseguir una amplia gama de durezas.
Posterior al temple se realiza un tratamiento de revenido de tipo 1 a temperaturas de entre
200 °C y 300 °C con la finalidad de optimizar la tenacidad y reducir la fragilidad de las piezas.

Equipo:

 Durómetro Rockwell
 Horno

Beneficios:

 Incrementa su dureza
 Resistencia al rozamiento
 Reduce la cristalización
 Incrementa la resistencia mecánica

Limitantes:

 Presenta fragilidad
 Baja ductilidad
 Baja tenacidad
Lista de materiales:

 Pieza de acero O1 gamma baja


 Aceite automotriz
Lista de equipo:

 Durómetro Rockwell
 Horno
Lista de herramientas:

 Tenazas
Equipo de protección personal:

 Guantes
 Peto
 Pantalón de mezclilla
 Camisa manga larga
 Zapato cerrado
Instrucciones de operación:
1. Seleccionamos una pieza de acero para someterla a pruebas de dureza.
2. Con la ayuda de un durómetro y una carga de 150 kg, tomamos tres medidas
diferentes para promediar la dureza de la pieza:
Medida #1: 18.5 Rockwell
Medida #2: 11.1 Rockwell
Medida #3: 14.0 Rockwell
Dureza Promedio: 14.53 Rockwell
3. Colocamos la pieza en el horno a 120 °C durante 90 min.
4. Una vez cumplido el tiempo de permanencia, se extrae la pieza
5. Rápidamente, sumergimos la pieza en un baño de aceite automotriz para su
enfriamiento, dando movimientos constantes dentro del aceite.
6. Después de un tiempo, sacamos la pieza del aceite y la limpiamos. Con ayuda de una
lija, retiramos el óxido formado.
7. Una vez limpia la pieza, volvemos a tomar la medida de la dureza, aplicando una vez
más el método de promediarla por medio de tres medidas:
Medida #1: 55.5 Rockwell
Medida #2: 59.5 Rockwell
Medida #3: 57.0 Rockwell
Dureza Final Promedio: 57.33 Rockwell
Resultados:
Comparando la dureza promedio inicial, 14.53 Rockwell, con la dureza promedio obtenida
como resultado, 57.33 Rockwell, podemos observar que se incremento en gran medida por
lo que podemos comprobar la teoría investigada acerca de cómo el temple es un buen
tratamiento térmico para aumentar la dureza en un acero aleado.
CONCLUSIÓN.
Para realizar esta práctica, primeramente, se tuvo que hacer una investigación previa para
comprender que era lo que se buscaba comprobar con esta práctica.
Según lo investigado, el temple es usado para aumentar la dureza del acero y una vez
tomada las medidas pertinentes logramos que, ciertamente, este proceso ayuda a
aumentar la dureza del material, aunque su fragilidad y resistencia mecánica se ven
afectadas.
Al realizar las medidas, hay posibilidades de que haya habido errores al tomarlas puesto
que las compañeras no contaban con la experiencia suficiente, por ello decidimos tomar
tres medidas diferentes y promediarlas para reducir el margen de error.

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