Você está na página 1de 5

POSTURA CORRECTA Y NORMAS DE SEGURIDAD PARA ESCRIBIR EN UNA MÁQUINA DE

ESCRIBIR

1.- Colocar las manos sobre la fila a, s, d, f, j, k, l, ñ, de manera que los dedos "meñiques" se dirijan a
las letras "a" y "ñ" respectivamente.
2.- Dedos encorvados, sobre las teclas guías.
3.- Muñecas levantadas, sin apoyarlas sobre el teclado o sobre el escritorio.
3.- Brazos, ligeramente pegados al cuerpo, formando un ángulo de 90º
4.- Cuerpo pedago al respaldo de la silla.
5.- Pies juntos.
4.- Cabeza ligeramente inclinada a laderecha, donde debe quedar el teclado.
5.- Coloque el texto al lado derecho, de tal manera que la luz ingrese hacia él.

Normas de seguridad

 Acatar las normas basicas de ergonomia manos para digitar un texto.


Al iniciar cada ejercicio, descansar la punta de los dedos índice, de ambas manos, sobre las
teclas guía (F y J).
 No mirar el teclado mientras digita.
 Repetir 10 veces cada serie (renglón)
 Posición correcta del cuerpo y manos para digitar un texto: Mantener las muñecas levitando
(alzadas) sobre el teclado, no apoyadas sobre el escritorio, para evitar lesiones.
 Colocar los pies en el suelo, paralelos a la cabeza.
 Sentarse de manera que la espalda esté totalmente recta, para poder apoyarla en el respaldo
del asiento.
 Mantener los codos cercanos y paralelos a los costados, y con los antebrazos inclinados
ligeramente hacia arriba.
 Al teclear, los ojos deben permanecer observando la pantalla o el pape.
 Manos relajadas, sin extensión ni desviación lateral. Preocúpese especialmente de mantener
los pulgares y los dedos en una postura relajada y natural.

Postura correcta de las muñecas


• Las muñecas en una posición natural y sin doblarlas excesivamente.
• Las muñecas deben permanecer rectas al escribir y al utilizar el mouse o la bola de
seguimiento.
• Al escribir las manos y las muñecas deben estar flotando sobre el teclado, de modo que
pueda utilizar todo el brazo para alcanzar las teclas distantes en lugar de estirar los dedos.
• Los brazos deben ir pegados al cuerpo.
• La parte superior de los brazos debe caer de forma relajada a ambos lados.
• Los brazos deben ir verticales y los antebrazos horizontales, formando un ángulo recto
desde el codo
• Antebrazo y mano en línea recta, paralelos al suelo.
• Los hombros sueltos, aunque un poco inclinados hacia a delante.
.Mano izquierda: asdf y con el dedo pulgar (gordo) en la barra espaciadora.
.Mano derecha: ñlkj y con el dedo pulgar en la barra espaciadora.
Utilización correcta de los dedos: Colocar las manos sobre la fila a, s, d, f, g, h, j, k, l, ñ, de manera
que, respectivamente, los dedos meñiques se dirijan alas teclas de las letras "a" y "ñ", los anulares, a
las "s" y "l", los cordiales o medios o del corazón, a las "d" y "k", y los índices abarquen las teclas "f-
g" y "h-j", utilizando siempre los dedos pulgares o «gordos» para la tecla grande de «espaciador»
o barra espaciadora. Similarmente se procede en las otras filas de letras. Esto facilita el acceso
prácticamente a todo el teclado con leves movimientos de manos.
Posición en el teclado de las manos y los dedos (tomado de Mecanog):

Habitual:

MEDIDAS DE HIGIENE PARA INGERIR ALIMENTOS


Una alimentación saludable no puede pasar por alto la higiene en la conservación y manipulación de
los alimentos en el hogar. Para ello es importante que conozcamos y observemos algunas medidas
básicas para evitar las contaminaciones de los productos a consumir. Entre ellas están:
1. Lavarse bien las manos antes de manipular alimentos.
Lávese bien las manos con agua (mejor caliente) y jabón, frotándolas bien e incluso válgase de un
cepillito reservado exclusivamente para limpiar las uñas. Al terminar, séquese con una toalla limpia
que lave con frecuencia o de un solo uso. (Adáptelo a sus condiciones y sea respetuoso con el
medio ambiente, en caso de usar toalla de papel).
2. Sanear las superficies donde vaya a manipular alimentos.
Limpie a fondo el sitio donde vaya a cortar o realizar todo tipo de manipulación de alimentos, sobre
todo será imprescindible emplearse a fondo cuando los vaya a consumir crudos. Para ello use agua
caliente con algún detergente y aclare bien. Una opción buena es utilizar un poco de vinagre
preparado en casa: respetuoso con el medio, bueno para la salud. En zonas geográficas donde haya
mayor riesgo de contaminaciones por parásitos y el clima conlleve necesidades higiénicas
especiales, tendrá que recurrir a preparados indicados para la limpieza con fines alimentarios.
3. Limpiar el frigorífico una vez a la semana.
Ese día deberá desechar aquellos residuos de alimentos que no haya consumido y evitará posibles
trastornos digestivos debido a contaminación con éstos. Los alimentos serán más o menos
perecederos según la zona geográfica, el uso que se haga de la nevera (que se abra mucho o poco)
y lógicamente el tipo. La comida recalentada deberá ser desechada como tarde a los 4 días, las
carnes crudas (si no están congeladas) en 2 días y las frutas y verduras cuando tengan síntomas de
estar dañadas. Teniendo en cuenta este modo de proceder, evite tener que tirar comida, sea
consecuente con esto a la hora de hacer la compra semanal, recuerde la situación en la que vivimos
y que hay quien la está pasando realmente mal. Encuentre soluciones para ésto que pueden ir desde
donar hasta intercambiar comida que esté en riesgo de caducar si no se consume urgentemente.
Un aspecto importante en lo que respecta a la conservación es que no se debe perder la cadena de
frío de los alimentos, es decir, deberían ser transportadas en condiciones de refrigeración (bolsas
térmicas) del supermercado a la casa y de ahí directo a la nevera si no se va a cocinar en el acto. Si
se descongela carne o pescado, no debe volverse a congelar, por lo que será mejor cocerlo y
después de dejarlo refrescar, guardar en frío como alimento preparado. (Si para su realidad
económica esto es una utopía, observe el máximo de medidas que pueda, también estará más
adaptado a las condiciones un tanto adversas. Sé bien lo fuerte y creativo que se puede llegar a ser
con el “viento en contra”).
4. Mantener la higiene de los utensilios de cocina.
Limpie bien los utensilios y observe especialmente la higiene de las asas, juntas de goma, etc, para
evitar contaminar nuestras manos o algún alimento.
5. Lavar bien los productos frescos.
Lave con abundante agua los alimentos que se consumen crudos, evitando que pasen agentes
externos al interior de los mismos. En la verdura puede dejar actuar un rato un chorro de vinagre con
un poco de agua, aunque en climas no muy cálidos y con la higiene adecuada debería bastar
suficiente agua. Después desechar y escurrir bien con un escurridor de verdura.
6. Separar los productos al comprar.
Los productos a consumir crudos no deben estar en contacto directo con los que se vayan a
consumir cocidos, es decir, frutas y verduras con carnes, pescados, mariscos,... Esto debe hacerse
extensivo a la nevera. Las frutas y verduras deben colocarse en el cajón que suelen traer habilitados
los frigoríficos para ello y nunca debe ponerse una carne o pescado que pueda drenar sobre un
alimento fresco.
7. Separar alimentos frescos de destinados a la cocción al manipularlos en la cocina.
No usar la misma tabla, plato, etc, para cortar y preparar frescos y alimentos que se vayan a cocer.
Si se emplean los mismos utensilios lavarlos bien entre usos.
8. Cocinar adecuadamente los alimentos.
Diferentes corrientes discrepan en cuanto a los tiempos y las temperaturas de cocción de los
alimentos. Personalmente soy partidaria de emplear temperaturas no por encima de 110 º C, pero si
es necesario aumentar el tiempo de cocción para que esté hecho por dentro y controlar que así sea.
9. Proteger los alimentos cocidos para que no ocurran contaminaciones cruzadas.
Tome las medidas necesarias para que los alimentos ya cocidos no se contaminen con frescos sin la
adecuada higiene o con otras fuentes de microbios.
10. Conservar adecuadamente los alimentos hasta su consumo.
Que no estén expuestos a temperaturas excesivamente altas los frescos ni a temperaturas muy
bajas los cocidos. Si vamos a tardar en consumirlos se deberán tomar las medidas necesarias para
conservarlos, incluidas la refrigeración e incluso congelación si es preciso.
HIGIENE PERSONAL
Tener una buena higiene personal depende de uno mismo. La autoestima juega un papel
fundamental frente a este aspecto, pues quien se aprecia y valora se esfuerza por verse y mantenerse
bien.
1. La ducha es la mejor forma de aseo
Con esta práctica se controlan olores naturales de nuestro cuerpo que son producidos básicamente
por la transpiración o el sudor. De igual forma evitamos la presencia de gérmenes y bacterias que
pueden afectar la salud de nuestra piel.
El lavado del cabello debe realizarse por lo menos dos veces por semana, teniendo cuidado de
usar un champú acorde al tipo de cabello. La caspa no es necesariamente sinónimo de desaseo,
puede darse por sequedad en el cuero cabelludo.
Cuidado con los piojos
Los piojos son parásitos que se adhieren al cuero cabelludo, pero a medida que crecemos es
menos frecuente que tengamos piojos. Se propagan fácilmente, especialmente en lugares donde
hay muchos niños que pasan mucho tiempo junto.
2. El aseo de las uñas evita la presencia de gérmenes
La limpieza y corte de las uñas de manos y pies evita la adquisición de gérmenes y bacterias así
como infecciones.

3. El cuidado de los ojos previene de enfermedades e infecciones


Los ojos son órganos muy delicados. Por lo tanto no deben tocarse con las manos sucias ni con
pañuelos u otros objetos. Su mecanismo propio de limpieza son las lágrimas.
Al estudiar, leer o ver la televisión es importante mantener buena iluminación de los espacios
evitando así un mayor esfuerzo de la vista.

4. La higiene de la nariz es fundamental para lograr una buena respiración


La nariz deja entrar el aire para que llegue a los pulmones con la temperatura y humedad
adecuadas y libres de partículas extrañas. La producción de mocos es un proceso natural que sirve
como lubricante y filtro para el aire. Sin embargo, es necesario retirarlos varias veces al día, pues
además de la incomodidad que representan, contienen partículas y microorganismos filtrados que
pueden propiciar enfermedades.

5. La higiene de las manos es la mejor barrera para evitar muchas enfermedades


Gracias a las manos nos es posible desarrollar todas las actividades que realizamos día a día. El
contacto permanente de las manos con los papeles, alimentos, objetos, animales, etc. Favorece el
transporte de gérmenes y bacterias causantes de enfermedades como la conjuntivitis o infecciones
gastrointestinales (infecciones en el estómago).
Debemos mantenerlas limpias porque con ellas nos tocamos la cara, los ojos, la boca, cogemos
algunos alimentos y tocamos a otras personas.
Un hábito fundamental deber ser el lavado de las manos después de ir al baño y también antes de
tocar o consumir los alimentos, tanto en casa como en la escuela y en cualquier otro lugar.

6. La higiene de la boca evita diversas enfermedades


El mal aliento así como los malos olores, se constituyen en una de las principales causas de
rechazo a las personas. La mejor forma de prevenirlo es haciendo un adecuado y periódico lavado
de los dientes.
De esta forma también prevenimos algunas de las enfermedades que se producen en la boca. El
cepillado de los dientes tras cada comida y la limpieza entre los dientes con seda dental es la
medida de prevención más importante. El uso de enjuagues también fortalece la salud de la boca.
7. La higiene de los oídos facilita la buena escucha
Es conveniente evitar que el agua entre en los oídos, y su aseo debe hacerse de manera periódica,
teniendo en cuenta que no se debe introducir objetos en los oídos como: ganchos, pinzas, palillos u
otros objetos.

Você também pode gostar