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El ascenso de China y el futuro de Occidente éSobrevivira el sistema liberal? G. Fohn Ikenberry & E1 Ascenso DE CHINA sera, sin duda, uno de los mas grandes dramas del siglo Xxx, El extraordinario crecimiento econémico de China y su activa diplomacia ya estan transformando a Asia del Este, y las préximas décadas serdn testigo de incrementos todavia mayores en el poder y la inluencia chinos. Pero cémo se desarrallard este drama signe siendo una pregunta sin respuesta. {China acabara con el orden internacional actual o formard parte de él? Y, en todo caso, qué puede hacer Estados Unidus pata mantener su posicién mientras China sigue ascen- dicndo? Algunos observadores consideran que Ia era estadounidense esta leganda a su fin, ya que el orden mundial orientado hacia Occidente esta siendo reempla- zado por un orden dominado cada vez més por Orieute, El historiador Niall Ferguson ha escrito que el sangricnto siglo xx fue testigo del “declive de Occiden- te” y de una “reorientacién del mundo” hacia el Oriente. Los realistas van més all y sefialan que, conforme China se vuelve mas poderosa y la posicion de Estados ‘Unidos se erosiona, es probable que ocurran dos cosas: China tratard de utilizar su creciente influencia para reconfigurar las reglas y las instituciones del sistema ternacional de manera que sirvan mejor a sus intereses, y otros Estados del siste- ma —especialmente el hegemén en declive— empezarin a considerar a China G. Jou Ixenpenny es el Albert G. Milbank Professor of Politics and International Affairs de la Princeton University y el autor de After Victory: Institutions, Strategic Restraint, and the Rebuilding of Order After Majar Wars. @ waveatar omrarwat pe roreien aPrAins - Volumen Sy Numero: [137] G. John Ikenberry como una amenaza cada vez mayor para su seguridad. Segiin ellos, esto resultarg en tensién, desconfianza y conflieto, todos rasgos tipicos de una transicién de po der. De acuerdo con esta visidn, el drama del ascenso chino estard caractetizado por una China cada dia més poderosa y un Estados Unidas en declive, enfrasca. dos ca una batalla épica por las reglas y el liderazgo del sistema internacional. Y q medida que el pais mas grande del mundo emerge, no desde dentro sino desde fuera del orden internacional establecido después de la Segunda Guerra Mundial, es un drama que concluira con el gran ascenso de China y el comienzo de un ordei, mundial centrado en Asia. Sin embargo, este curso de los acontecimientos uu es inevitable. El ascenso de China no tiene por qué desencadenar una transicién hegeménica violeuta, La transicion del poder de Estados | nidas a China puede ser muy diferente a las del pasado, porque China tiene frente a si un orden internacional que es esencialmen- te muy distinto a aquellos que tuvicrun que enfrentar las potencias emergentes | del pasado. China no sdlo tiene frente a sf a Estados Unidos, sino a tody un sistema 7 centrado en Occiclente, eon raices politicas amplias y profundas que es abiceto, esta inregrado y se basa en reglas. La revolucion nuclear, mientras tanto, ha hecho poco | probable la guerra culre grandes potencias, eliminando asi la principal herramien- ta que las potencias emergentes han utilizado para subvertir los sistemas inter- nacionales defendidos por Estados hegeménicos en declive. En pocas palabtas, es mas facil unirse al orden occidental actual que intentar destruirlo. Este orden inusualmente duradero y expansivo ¢s, en si mismo, producto del lide~ razgo visionario de Estados Unidos. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos no sdlo se establecié como la principal puteucia mundial, Fue un lider en la creacidn de instituciones universales que no sdlo cstaban abiertas ala membresia global, sino que también crearon vinculos més estrechos entre demo- cracias y sociedades de mercado, Construyé un orden que facilité la participacidn y la integracién de las grandes potencias establecidas asf como de los paises recien- temente independizados. (Con frecuencia se olvida que este orden de la pospuerra se diseno, en gran parte, para reintegrar a Ine Estados derrotados del Eje ya los atribulados Estados aliados en un sistema internacional unificada). Hay, China puede conseguir pleno acceso a este sistema y prosperar dentro de él. Silo hace, China ascenderd, pero el orden occidental se mantendra, siempre y cuando s¢ gestione adecuadamente. Al enfrentarse con una China en ascenso, Estados Unidos dehe recordar que su liderazgo en cl orden occidental le permite configurar el ambiente en cl que China tomari decisiones estratégicas de gran importancia, Si quiere prescrvar su lideraz~ go, Washington debe trabajar para fortalecer las reglas y las instituciones que sos tienen dicho orden, permitiendo que sea atin més fécil unirse a él y mucho mas dificil destruirlo. La gran eswategia de Estados Unidos debe construirse alrededor de In divisa “el camino hacia el Oriente pasa por Occidente”. Debe plantar las raices de este orden tan protundamente como sea posible, dando a China més in [118] FOREIGN AFFAIRS EN BSPAQOL - Volumen 8 Nimero > Sey ceulivus para que se inlegre que puru que se opoupy, € incrementande las vportuui- dades para que cl sistema sobreviva, aun deapués de que disminuya el poder rela tivo de Estados Unidos. Inevitablemente, llegar a su fin el “momento unipolar” de Estados Unidos. Si la lucha definitoria del siglo xx1 es entre Estados Unidos y China, esta tiltima ten- dr ventaja. Si la lucha cs entre China y un sistema occidental renovado, el triunfo seri. de Occidente. LAS ANSIEDADES DE LA TRANSICIGN. Cua estd claramente cn camino de convertirsc cn una potencia global formida- ble. El tamaiio de su economia se ha cuadruplicado desde que se instauraron las reformas de mercado, a fines de la década de los setenta, y, segiin algunos calculos, se duplicard otra vez en el curso de la proxima década. China se ha convertido en uno de los mas grandes centros manufactureros del mundo y consume aproxi~ FOREICN AFFAIRS EN ESPAQ)OL : Abril-junio 2008 [119 | G. John Ikenberry madamente una tercera parte del suministro mundial de hicrro, acero y carbon, Ila acumulado grandes reservas de divisas con un valor que, a finales de 2006, era supe- rior a un billén de dolares. El gasto militar de China ha aumentado a una tasa ajustada para la inflacién de mas de 18% anual, y su diplomacia se ha extendido no sélo en Asia, sino también cn ‘a, América Latina y el Medio Oriente. De hecho, mientras que la Unidn Soviética rivalizaba con Estados Unidos exclusi vamente como un competidor militar, China esta surgiendo como un rival tanto econémico como militar, 1o que presagia un profiundo cambio en la distribucién de poder en el mundo. Las transiciones de poder son un problema recurrente en las relaciones inter nacionales.'Il coma la han descrita expertos como Paul Kennedy y Robert Gilpin, la politica mundial ha estado marcada por una sucesién de Estados poderasos que surgen para organizar el sistema internacional. Un Estado poderoso puede crear y hacer cumplir las reglas y las instituciones de un orden global estable en el cual pueda aleanzar sus intereses y garantizar su seguridad. Pero nada dura para siempre: Los cambios de largo plazo en la distrihucién de poder hacen surgir nue- vos Estados retadores, quienes deronan una lucha por las reglas del orden interna~ cional. Los Estados emergentes quieren traducir el poder recientemente adqui- rido en una autoridad mayor dentro del sistema global, para reformular las reglas y las instituciones de acuerdo con sus propios intereses. Los Estados en declive, por su parte, temen perder el control y se preocupan por las implicaciones en materia de seguridad que pudiera tener su debilitada posicin. Estas coyunturas estén llenas de peligros. Cuando un Estado ocupa una posi- cidn de liderazgo en el sistema internacional, ni él ni Estados més débiles ticncn incentivos para cambiar el orden existente. Pera cuando crece el poder de un Es- tado retador y se debilita el poder del Estado lider, surge una rivalidad estratégi- ea y, en consecuencia, el conflicto —yue incluso puede convertitse en guerta— se vuelve probable. El peligro de las transiciones de poder puede ilustrave de manera por demmAs dramética con el caso de Alemania a finales del siglo xrx. En 1870, el Reino Unido tenia una ventaja de 3 a sobre Alemania en términos de poder cconémicu y tanbiéu una ventaja militar significativa. Para 1903, Alemania ya iba a la cabeza tanto en términos de poder cconémico como de puder militar. A medida que Alemania se unificé y creci6, también lo hicieron sus insatisfaccio nes y sus exigencias, y conforme se hizo mas poderosa, comenzé a figurat cada vez mas conso una amenaza para otras grandes potencias en Europa. Asi comenzé la competencia por la seguridad. En los realincanicuilus estratégicos que siguie- ron, Francia, Rusia y el Reino Unido, otrora enemigos, se unieron para haccrle frente a una Alemania emergente. El resultado fie nina guerra europea. Muchos obser vadores creen que est4 surgiendo esta misma dinamica en las relaciones sino- estadounidenses: “Si China contintia con su impresionante crecimiento econémi- co durante las préximas décadas, Estados Unidos y China podrian enfrascarse en una intensa competencia por la seguridad, con mucho potencial para desem- [120] FOREIGN AFFALRS EN ESPAQOL : Volumen & Numera > Ll ascenso de China y el futuro de Occidente bocar en una guerra”, escribié John Mearsheimer, un experta de la tradicidn rea~ lista. Pero no todas las transiciones de poder suscitan gueitas o subvierten el orden anterior. Eu las primeras décadas del siglo xx, cl Reino Unido cedié su autori- dad a Estados Unidos sin gran conflicto o siquiera una ruptura de relaciones Desde finales de la década ce los cnarenta y hasta principios de la década de los noventa, la economia japonesa crecis del equivalente a 5% del vis estadouniden- se, amas de 60% del vis de Estadus Unidos, y, a pesar de todo, Japén jamas desafié el orden internacional cxistente. Evidentemente, hay distintos tipos de transiciones de poder. Algunos Estados han visto crecer dramaticamente su poder econémico y geopolitico, y aun as{ se han adaptado al orden existente; otros, al crecxs, lian buscado cambiarlo. Cicrtas trunsiciones de poder han Ievado al desmantelamiento del viejo orden y al esta- blccimiento de una nueva jerarquia internacional; otras, en cambio, séla han pro- ducido ajustes limitadas en el sistema regional y global. ‘Una variedad de factores determina la manera como se desarrollan las trausicio- nes de poder, La naturalcza del régimen del Estado que va en ascenso y su grado de insatisfaccién con cl viejo orden son aspectos criticos: a finales del siglo x1x, Estados Unidos, un pais liberal separado de Europa par tn aréano, fire mis capa. que Alemania de abrazar el orden internacional centrado en Gran Bretafia. Pero atin mas decisivo es el caricter del orden internacional en si mismo, ya que es lx naturaleza del orden internacional la que define la cleccién de un Estado emer- gente entre desafiar el orden o integrarse a él. UN ORDEN ARTERTO EL ornen occrpentat de la segunda posguerra no tiene precedente en la his- toria, Cualquier orden internacional dominado por un Estado poderaso se basa en una mezcla de coercion y consentimiento; pero el orden establecido por Es- tados Unidos se distingue por haber sido mas liberal que imperial, ¢ inusualmen- tc accesible, legitimo y duradero. Sus reglas y sus instituciones estén arraigadas en, y son reforzadas por, las fuerzas globales y cambiantes de la democracia y el capitalismo. Es un orden expansivo, con una amplia y creciente gama de partici- Pantes y partes interesadas. Es capaz de generar un crecimiento econdinivu y un poder cnormes, mostrando al mismo tiempo modcracién, todo lo cual hace que sea dificil de destruir y que sea ficil integrarse a él. Fue una intencidn explicita de los artifices del orden occidental de la década de los cuarenta hacer que dicho orden fuera integrador y expansivo. Antes de que la Guerra Fria dividiera al mundo en bandos opuestos, Franklin Roosevelt bused crear un tinico sistema mundial gectionado por grandes potencias cooperativas que reconstruiria la Europa devastada por la guerra, infegraria a los Estados derrotados y estableceria mecanismos para la cooperacién en materia de seguridad y para el FOREIGN AFFAIRS EN ESPA@OL - dérif-fimio 2008 [121] G. John Ikenberry crecimiento econémico expansivo. De hecho, fue Roosevelt qnien insistid —a pesar de la oposicién de Winston Churchill— en que China fuera incluida como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la Organizacién de las Nacio~ nes Unidas (on). El entonces embajador de Australia en Estados Unidos, después de su primer encuentra can Roosevelt durante la guerra, escribié en su diario: “Dijo [Roosevelt] que habia tenido numerosas discusiones con Winston sobre China y que sentfa que Winston tenfa cuaeuta afius de reuraso con respecto a Chi- na; comenté que le parcefa muy peligroso que continuamente se refiricra a los chinos con los términos peyorativos de Chinks y Chinamen. Roosevelt queria mantener a China como amigo porque en un plazo de 40 6 50 afios facilmente podrfa convertirse en un Estado muy poderoso militarmente”. Durante la siguiente mitad del siglo, Estados Unidos usé con buenos resul- tados el sistema de reglas e instituciones que habia creado. Alemania Occidental estaba atada a sus vecinos democriticns de Kuropa occidental, por medio de la Comunidad Europea del Carbén y del Acero (y mas tarde por la Comunidad Eurupea) y con Estados Unidos por medio del pactu allintiou de seguridad. Japon, por su parte, estaba vinculado firmemente con Estados Unidos mediante una alian zay lazos econémicos cada vez mis numerosos. En 1944, la reunién de Bretton Woods sents las bases de las replas monetarias y comerciales que facilitaron la apertura y el consiguiente florecimiento de la economia mundial: un logro sorpren- dente, dados los estragos de la guerza y los intereses ent competencia de las grandes potencias. Otros acuerdos entre Estados Unidos, Europa occidental y Japén solidi ficaron el cardcter abierta y multilateral de la economia mundial de la segunda posguerra. Despues del comienzo de 1a Guerra Fria, el Plan Marshall en Europa y el pacto de seguridad de 1y51 entre Estados Unidos y Japon favorecieron la integra- cidn de las potencias derrotadas del Eje cn cl orden occidental. En los tiltimos dias de la Guerra Fria, el sistema volvio a demostrar que era noto- tiamente exitoso. Durante la decadencia de la Unidn Soviética, el orden occidental oftecfa un conjunto de normas e instiruciones que dio a los lideres soviéticos tanto tranquilidad como formas de entrar, lo que, al final, sirvid para alentarlos a formar parte del sistema, Mas atin, el liderazgo compartido del orden aseguraba poder inte grar a la Unidn Soviética. Mientras el gobierno de Reagan seguia una politica de linea dura hacia Moscui, los europeos buscaban la distension y la participacion, Por cada “empujén” de linea dura, habia un “jaléu” moderador, lu que permitié a Mikhail Gorbachev poner en marcha reformas de alto riesgo. En visperas de la reunificacién alemana, el hecho de que una Alemania unida formara parte de las instituciones europeas y atlinticas —en vez de convertirse en una gran potencia independiente— ayuds a tranquilizar a Guibachey y a yue peusara que ni las intenciones alemanas ni las occidentales eran hostiles. Después de la Guerra Fria, el orden occidental ges- tiond, una vez més, la integracién de wna nueva oleada de paises, esta vez proves nientes del antiguo bloque comunista. Tres caracteristicas particulares del orden occidental ban sido determinantes para este prado de éxito y de longevidad [122] FOREIGN AFFAIRS EN CSPAQOL Pilumen 8 Nimervz El ascenso de China y el faturo de Occidente En primer lugar, a diferencia de los sistemas imperiales del pasado, el orden occidental esta construido en torno a reglas y normas de no discriminacién y aper- tira de mercado, lo cual crea condiciones para la promocidn de. las metas econd- micas y politicas de los Estados emergentes en su seno. A lo largo de la historia, Jos Grdenes internacionales han variado mucho en t€r- minos de si los beneficios materiales que se generan 15 Fi son acumnulados de manera desproporcionada por Hlorden occidental el Estado lider o si se comparten ampliamente. Enel puede convertir sistema oveidental, las barreras a la participaciGn eco- —_ némica son bajas y los beneficios potenciales son la transicion de poder altos. China ya descubris quees posible obtener ran ue viene en un des rendimientos econémicos si opera dentro de este sistema de libre mercado. camhio pacifico que En segundo lugar esté el cardcter de su liderazgo, ef cual se basa en el establecimiento de coaliciones, Sta favorable a Los érdenes anteriores habfan tendido aestardomi- Pstados Unidos. nados por un solo Estado. Quienes tienen intereses eu juego en el orden occidental actual incluyen una coalicién de potencias organizadas alrededor de Estados Unidos: una diferencia importante. Estos Estados lideres, en cu mayoria democracias liberales avanzadas, no siempre estin de acuerdo, pero estin comprometidas con un proceso continuo de “toma y daca” sobre cuestiones de economia, politica y seguridad. Generalmente, cn las transiciones de poder toinau parte dos pafses, un Estado emergente y un hegemén en declive, y el orden se colapsa tan pronto como cambia cl equilibrio de poder. Pero en el orden actual, la conjuncién mayor de Estados democriticos y capitalistas, con la consiguiente acumulacion de poder geopolitico, cambia el equi- libriv a favor del orden mismo. En tercer lugar, cl orden occidental de la segunda posguerra tiene un sistema de reglas ¢ instituciones inusualmente denso, incluyente y con amplio apoyo. A pe sar de sus carencias, es mds abierto y est4 mas hasado en normas que cualquier otto orden anterior. La soberania estatal y el Estado de derecho no son solo normas consagradas on la Carta de las Naciones Unidas. Sun parte de la profunda légica operativa del sistema, A decir verdad, estas normas estin evolucionando y cl propio Estados Unidos ha sido histérieamente ambivalente—y ahora mds que nunca— con respecto a vincularse a las leyes ¢ instituciones internacionales, Pero el sistema cn su conjunto es denso en seglas e instituciones multiluterales: globales y regiona~ les, econémicas, politica y de seguridad, Estas representan uno de los grandes avances de la era de la segunda posgnerra, Han sentado las bases para contar con ; niveles sin precedente de cooperacion y autoridad compartida en el sistema global. Los incentivos que estas curacteristicas crean para que China se integre al orden internacional liberal se ven reforzadas por el cambio en la naturaleza del am- biente ecanémico internacional, especialmente en lo que se refiere a la nueva inter- FOREIGN AFFAIRS EN ESPAQIOL © Aérit-junio 2008 = [123] G. John Tkenberry dependencia impulsada por la tecnologia. Los dirigentes chinos més visionarios entienden que la globalizacién ha cambiado el juego y que China, por lo tanto, ne cesita socios fuertes y prosperos alrededor del mundo. Desde el punto de vista estadounidense, una cconomia china sana ¢s vital para Estados Unidos y el resto del mundo. La tecnologia y la revolucién econémica global han creado una légi- ca de las relaciones econdmicas que es diferente a la del pasado, lo que ha hecho que la logica politica e institucional del orden vigente sea todavia mas poderosa. ADAPTAKSE AL ASUENSO AcTUALMENTE, él beneficio mas importante de estas caracteristicas es que otor- gan al orden occidental una capacidad extraordinaria para dar cabida a porencias emergentes. Los nuevos integrantes del sistema tienen distintas maneras de adqui- rir estatus, autoridad y oportunidades para desempefiar un papel en el gobierno del orden. KI hecho de que Fstadas | Inidas, China y otras grandes potencias tengan armas nucleares también limita la capacidad de una poten- L cia emergente para subvertir el orden existeute. En la cra de la oe disuasién nuclear, la guerra entre grandes potencias ya no es, afortunadamente, un mecanismo de cambio histé- rico. Los cambios promovidos por la guerra se han abolido como proceso histérico. El sélido marco reglamentario e institucional del orden occidental ya ha comenzado a facilitar la in- tegracidn de China, En un principio, China abrazé ciertas reglas ¢ instituciones con propésitos defen- sivos: proteger su suberania y sus intereses econémi- cos, al tiempo que buscaba convenccr a otros paises de sus intenciones pacificas, participando en asociaciones regionales y globales. Pero, como cefiala el especialis- ta Marc Lanteigne: “Lo que separa a China de otros Estados, y sin duda de poten- cias mundiales anteriores, es que no solamente esta ‘creciendo’ dentro de un ambicntc de instituciones internacionales mucho més desanulladu que uunca antes, sino que, mas importante atin, lo esti haciendo a la vez que hace un uso activo de estas instituciones para promaver que el pais desarrolle en estanis cama potencia mundial”. En resumen, China esta trabajando cada vez mas dentro, y no fuera, del orden occidental. China ya es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ou, un legado de la determinacién de Roosevelt de construir el érgano universal alrededor del liderazgo de diversas grandes potencias. Esto le concede a China la misma autoridad y las mismas ventajas del “excepcionalisme de gran potencia” que tiene el resto de los miembros permanentes. El sistema de comercio global existente también es valioso para China, y lo es cada vez més. Los intereses econdmicos chinos son bastante congruentes con el sistema economico global vigente —un [124] FOREIGN AFFAIRS EN ESPAQQOL, « Fotumen & Numers > sistema abierto y laxamente institucionalizady al que Clima lia aveptado con en- tusiasmo y en el que ha prosperado—. A fin de cuentas, el pader estatal hoy est hasado en el crecimiento econémico sostenido, y China es muy coneciente de que ningtin Estado importante puede modernizarse si no se integea al sistema capitalista ylobal; si un pafs quiere ser una potencia mundial, no tiene mas remedio que incorporarse a la Organizacién Mundial del Comercio (ome). El camino ha- cia el poder global, en efecto, corre a través del orden occidental y de sus institu- ciones econémicas multilaterales. China no sdlo necesita acceso continuo al sistema capitalista global; también quiere la protecci6n que ofiecen las reglas e instituciones del sistema. Los princi- pios del comercio multilateral de la omc y sus mecanismos de soluciéu de wuuu- versins, por ejemplo, offecen a China herramientas para defenderse de las amena- zas de la disctiminaci6n y del proteccionismo a las que se entrentan can freenencia las potencias emergentes. La evolucion de las politicas en China indica que los dirigentes chinos reconocen estas ventajas: cn la medida que el creciente cou- promiso de Beijing con la liberalizacién cconémica ha aumentado la inversién. extranjera y cl comercio de los que ha disfrutado China, Beijing ha ahrxzada cada vez ids las reglas del comercio global. Es posible que a medida que China de fienda a la ome, cl apoyo de las economias occidentales ués maduras hacia este organismo disminuya. Pero es mas probable que tanto los paises emergentes como aquellos en declive consideren valiosos los mecanismos cuasi legales que permi- teu dirimir o, al menos, diluit los conflictos. Las instituciones econémicas internacionales existentes también ofrecen opor- tunidades para que nuevas potencias asciendan a través de sus jerarquias. En cl Tondo FOREIGN AFFAIRS EN ESPA@QOL - Abril-Junio2008 [125] PRA mt G. John Ikenberry Monetario Internacional (rat) y en el Banco Mundial, la gobernanza se basa en cuotas econémicas, las cuales los paises en crecimiento pueden traducir en una “voz institucional” mayor. A decir verdad, el proceso de ajuste ha sido lento. Estados Unidos y Europa ain controlan el rt. Washington tiene 174% de los votos (aunque antes tenia 30%) —una cantidad yue le permite tener el control, ya que se necesita 83% de aprobacién para actuar— y la Unién Europea tiene una voz, muy importante en el nombramiento de 10 de los 24 miembros de la junta directiva. Pero cada vez hay mas presiones, especialmente la necesidad de recursas y de mantener su importancia, las cuales seguramente persuadiran a los Estados occidentales a admitir a China en el circulo interno de estas instituciunes de gohernanza econdmica. Los accionistas existentes del rar, por ejemplo, prevén dar un papel mayor a los paises en vias de desarrollo en ascenso como una nece- sidad para renovar a institucidn y que pueda salir de su estado actual de crisis de misi6n. En la rcunién del rat en Singapus, en seplicinbre de 2006, acordaron re- formas que darin a China, México, Corea del Sur y Turquia una mayor voz. En la medida que China se cespoje de su estatus de pais en vias de desarrollo (y, por lo tanto, de cliente de estas instituciones), sera cada vez més capaz de actuar como donante y cumo parte interesada. El liderazgo en estas organizaciones no solamente es un reflejo del tamaiio econémico de un pais (Estados Unidos ha conservado su cuota de voto en el. PMI, a pecar de que su peso ceonémice ha de- caido); no obstante, el avance gradual dentro de ellas generard importantes opor- (unidades para China. TRANSFERENCIA DEL PUDER Y CAMBIO PACIFICO Despe Esta rerspectiva, el ascenso de China no tiene por qué llevar a una lucha explosiva cou Estados Unidos sobre Ias reglas y el liderazgo globales. El orden occidental tiene el potencial de transformar la transiciGn de poder que se avecina en un cambio pacifico en términos favorables para Estados Unidos, Pero esto solo sucedera si Estados Unidos se da a la tarea de fortalecer el orden exis- tente. Actualinente, con Washington preocupado por el terrorismo y Ia guerra en el Medio Oriente, la reconstruccidn de las reglas e instituciones occidentales puede parecer para algunos un asunto oélo de marginal importancia, Muchos funcionarios del gobierno de Bush se han mostrado abiertamente hostiles hacia el sistezna multilareral, basado en reglas, que Estados Unidos ha disefiado y eneahe- zado. Esta hostilidad cs absurda y peligzusu. Chinu se volvers poderosa: ya esta en ascenso y el arma estratégica mis poderosa de Estados Unidos es la capacidad para decidir qué clase de orden internacional estaré instaurado para acogerla, Estados Unidos debe volver a invertir en el orden internacional occidental, reforzando los aspectos de ese viden que estimulen Ia participacion, la integracion y la moderacién, Mientras este orden vincule mas a los Estadus deauverativns capi- talistas en instituciones con raices profundas, sea més abierto, de consenso y ba [126] FOREIGN AFFAIRS EN ESPAQQOT. © Valiunen 8 Mimero 2 a Ellascenso de China y el futuro de Occidente sado en reglas, y sus beneficios se distribuyan mas ampliamente, sera mas probable que las potcucias emeiyentes quictan y pucdan ascgutar sus intereses por medio de la integracién y la adaptaci6n y no por medio de la guerra, Ademiés, si el siste- ma occidental ofrece reglas ¢ instituciones que beneficien a todos los paises —a aquellos en ascenso y en decadencia, debiles y fuertes, emergentes y maduros— su predominio como orden internacional es casi seguro. Lo primero que debe hacer Estados Unidos cs reposicionarsc como cl més fer- viente promotor del sistema global de gobernanza que sostiene al orden occidental. Al hacerlo, en primer Ingar, facilitaria el tipo de solucién colectiva de los problemas que hace que todos los paises estén en una mejor situacién. Al mismo tiempo, cuando otros paises vean a Estados Unidos usar su poder para fortalecer las replas ¢ instituciones existentes, ese poder se considerard mis legitimo —y la autoridad de Estados Linidos saldra fortalecida—. Los paises occidentales se inclinan m4s a trabajar con, en vez de contra, el poder estadounidense, lo cual refuerza la posi- cién central y el dominio de Occidente mismo. La renovacién de las reglas y de las institucioncs occidentales requerird, entre otras cosas, la actualizacién de los viejos acuerdos que sostenian los pactos clave de segu- ridad de la segunda posguerra. La premisa estratégica detris de la Organizacién del ‘Tratado del Atléntico Norte (OTAN) y de las alianzas de Washington con el este asidtivo es yue Estados Uides wabajard con sus aliados para prover seguridad ¢ incluirlos en las decisiones sobre el uso de la fuerza. En correspondencia, los aliados operarin dentro del orden accidental encabezado por Estados Unidos. Actualmen- te, la cooperacion en materia de seguridad en Occidente sigue siendo extensa, pero ahora que las principales amenazas a la seguridad son menos obvias de lo que eran durante la Guerra Fria, los propésitos y responsabilidades de estas alianzas extéu su~ jetos a debate. Por consiguiente, Estados Unidos necesita reafirmar el valor politi co de estas alianzas, reconaciendo que son parte de uina arqnitectura institucional occidental mds amplia que permite a los Estados hacer negocios entre si. Estados Unidos también debe renovar su apoyo a las instituciones multilate- rales de gran alcance. En el frente econémico, esto incluiria construir sobre los acuerdas y la estructura de la omc, lo que implica llevar a cabo esfuerzos para con- cluir las negociaciones de 1a actual Ronda de Doha que busca extender las opor- tunidades de mercado y la liberalizacion comercial a los pafses en vias de desarro- Ilo. La omc est en una etapa critica. El principio basico de la no discriminacién esta en riesgo debido a la proliferacién de acuerdos comerciales bilaterales y regionales. Mientras tanto, crecen las dudas sobre si la ome podri, de hecho, lle~ var a cabo una liberulizacién del comercio, particularmente en el sector agricola, que beneficie a los paises cn desarrollo. Estos asuntos pueden parecer limitados, pero esta en juego el cardcter fundamental del orden liberal internacional, es decir, su compromiso con las reglas universales de apertura y distribucién amplia de los beneficios, Algunas dudas similares se ciernen sobre una multiplicidad de otros acuerdos multilaterales sobre el calentamiento global y la no prolifera- FOREIGN AFFAIRS EN ESPAQQOL + Sri! Juniaoa [127] G. John Thenberry cidn nuclear, entre otros— y éstos también cxigen un liderazgo estadounidense re novado, | a estrategia en este caso no sdlo consiste en asepurarse de que el orden occiden- tal sea abierto y se base en reglas. Se trata también de evitar que el orden se frag- mente eu una serie de ucuerdos bilaterales y “minilaterales”, que provoquen que Estados Unidos se encuentre vinculado a apenas unos cuantos Estados clave en varias regiones. En un escenario semejante, China tendrfa una oportunidad para crear su propio conjunto de pactos bilaterales y “minilaterales”. Como resultado de esto, el mundo se dividirfa en dos esferas en competencia: la de Estadus Unidos ya de China, Mientras més rclaciones cconémicas y de seguridad sean multila terales e incluyentes, es mas probable que el sistema global mantenga su cohe- rencia Ademas de defender la apertura y la permanencia del orden, Estados Unidos debe 1edubl sus esfuerzos para integrar a los paises en vias de desarrollo emer- gentes en las instituciones globales clave. Incorporar a los paises emergentes en Ia gobernanza del orden internacional le dara nueva vida. Estados LInidos y Kuropa deben encontrarle un lugar en la mesa no solo a China, sino también a otros paises como Brasil, India y Sudéfrica. Un informe de Goldman Sachs sobre los llama- dos pric (Brasil, Rusia, India y China) scfalaba que, para 2050, cl conjunto de las economias de estos paises podria ser mayor a la suma de las economias de los paises que originalmente tarmaban el a-6 (Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japon y Reino Unido). Cada institucion internacional presenta sus propios desafios. Tl Consejo de Seguridad de las Nacioucs Unidas es, quizd, la més dificil de mangjar, pero su reforma también tracria los mayores bencficios. Algunas institt clones menos formales —como el llamado ¢-20 y varias otras redes interguber- namentales— pueden oftecer avenidas alternativas en términos de voz y de re- presentacién. EBL TRIUNFO DEL ORDEN LIBERAL EL TEMA CLAVE que deen recordar los Hderes estadonnidenses es que puede ser posible que China supere a Estados Unidos en solitario, pero es mucho menos probable que China pueda conseguir jamds rebusa: el orden occidental. Eu térmi- nos de peso econémico, por ejemplo, China aventajard a Estados Unidos como el pais mas grande del sistema glahal alrededor de 2020. (Por su pablacidn, China requiere un nivel de productividad de sdlo la quinta parte de lo que nece- sita Estadus Unidos para convertinse en la economia mas grande del mundo). Pero cuando se considera la capacidad econémica del sistema occidental cn su conjunta, los avances econémicos de China parecen ser mucho menos significati- vos. La economia china seré mucho menor que las economias combinadas de los paises de la Organizacién para la Cooperacién y el Desarrollo Econémicos (ocpe) por mucho ticmpo. Esto cs todavia més claro cn lo que concierne al po- der militar: China no puede aspirar a avercarse al gasto militar total de los paises [128] FOREIGN AFFAIRS EN ESPAQQOL - Volumen 8 Niimero > 1 OO prea rrrerrererereeereeerne Proyecciones del PIB, 2005-2030 con base en la paridad del poder udyuisitiva (en billones de délares) Estados China Unidos OCDE 2005, 9 2 34 2010 | 14 y “4 wy | a |» | 55 2020 30 28 R 2025 44 37 88 2030 63 49 105 hn RE DF, Economist Intelligence Unit, de la ocr en el futuro cereano. Efron vor un gio muy podernso para la preservacion y la expansion del orden ifiternacional ¢xisten- te. SiChina intenta levantarse y desafiar el orden actual, tiene una tarea mucho ms coupleja que tan solo enfrentar a Estados Unidos. El “momento unipolar”, con el tiempo, terminaré, El dominio de Estados Uni- dos llegaré a su fin algiin dia. Por Io tanta, Ia gran estrategia estadounidense debe estar motivada por una pregunta fundamental: :Queé clase de orden internacional quisicra ver en funciones Estados Unidos cuando sea menos poderoso? Esta podria scr la pregunta ncorawlsiana de la era actual. El filsofo politico John Rawls afirmaba que las instituciones politicas deberian concehirse tras nn “velo de ignorancia’, esto es, que los artifices deberian disefar instituciones como si no supieran con precisién en dénde se situarén dentro de un sisterna socio cconémico, El resultado seria un sistema que salvaguarde los intereses de una persona sin importar si es rica o pobre, débil o fuerte. Estados Unidos necesita llevar esta visidn a su liderazgo del orden internacional actual. Debe establecer instituciones y fortalecer las reglas que salvaguardarsin sus intereses, sin importar qué luga: vcupe exactamente en la jerarquia 0 cémo se distribuya cl poder en 10, 50 6 100 afios. Afortunadamente, este orden ya esté en marcha. La tarea ahora consiste en hacerlo tan extenso ¢ institucionalizado que China no tenga mAs remedio que con- verlirse en un inituibiy pleno de este sistema, Estados Unidos no pucde impedir el ascenso de China, pero puede ayudar a garantizar que el poder de China se ejer- FOREIGN AFFAIRS EN ESPAQOT. - Airil-Junia 08 [129] Proyecciones del gastu en defeusa, 2003-2030 (en miles de millones de délares)* Estados China Unidos OCDE 2003 60 47 740 88 482 843 | | ss | 962 628 1089 ma 14s 808 1398 * Calculado como un porcentaje constante del PrB (con 2003 como ano base), utilizando las proyerciones de pin de la acne y de la Economist Intelligence Unit, : zaen el marco de las reglas y de Las instituciones que Estados | Inidas y sus sacios : nant creado x lo Largo del wltimo siglo: reglas ¢ instituciones que puedan proteger Jos intereses de todos los Estados en el mundo cada vez mas poblado del fururo. La posicién global de Estados Unidos puede estar debilitindose, pero cl sistema internacional que este pais encaheza puede seguir siendo el orden dominante del siglo x1. @ [130] FORFIGN AFFAIRS EN ESPAQQIOL. + Fatumen § Namero a

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