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ACUERDO FINAL DE PAZ CON LAS FARC-EP: PARTICIPACION POLITICA,

Apertura democrática para construir la paz

El acuerdo final de paz del gobierno Colombiano con las FARC-EP consta de 6
puntos, uno de estos es el de participación política, la cual abre la puerta a una
cultura democrática para construir la paz, este punto busca fortalecer la
participación de todos los colombianos en la política, construcción de la paz y los
asuntos públicos, además por medio de la democracia poder tramitar los conflictos
de manera pacifica y el rompimiento definitivo del vinculo entre las armas y la
política. Este punto también busca culturizar la mentalidad de la población
colombiana para que se integren a la reconciliación, convivencia, tolerancia y
estigmatización.

Este acuerdo consta de 3 parte las cuales son: Nueva apertura democrática
con nuevas voces y proyectos políticos, Mayor participación ciudadana y
Rompimiento del vínculo entre política y armas.

La primera busca facilitar la creación de nuevos partidos políticos, sin poner


en riesgo los avances en la consolidación del sistema de partidos, además busca
fortalecer los mecanismos para promover la transparencia en los procesos
electorales, promoviendo una mayor participación electoral y por ultimo en esta
primera parte darle garantías a la oposición política.

La segunda busca fortalecer y dar garantías a los movimientos y organizaciones


sociales así como para la movilización y la protesta, también busca promover la
participación e incidencia de las comunidades en los procesos de planeación
territorial y regional, por ultimo también busca tener veeduría y control ciudadano
para asegurar la transparencia de la gestión pública y el buen uso de los recursos.

Por ultimo, la terceraBusca que nadie pueda utilizar las armas para promover o
silenciar una causa política y que quienes las hayan dejado para transitar a la política
tengan todas las garantías de que no serán objeto de violencia, además busca la
creación de un Sistema Integral de Seguridad para el ejercicio de la política y
garantías de seguridad para líderes de organizaciones y movimientos sociales y
defensores de derechos humanos.

Voces a favor y en contra del proceso de paz en Colombia


A Favor:
Gobierno ‘Fin a 52 años de guerra’
Por primera vez en sus 52 años de historia, y después de tres intentos fallidos en los
últimos 30 años, la guerrilla de las Farc acepta desmovilizarse, entregar sus armas y
someterse a la justicia transicional, que implica compromisos de verdad, justicia,
reparación y no repetición. Es un paso fundamental para el país porque se trata de
la guerrilla más antigua del hemisferio y del principal actor de uno de los conflictos
más antiguos del mundo. Derrotadas en el campo militar por los gobiernos de Álvaro
Uribe y Juan Manuel Santos, las Farc tienen aún capacidad de daño en varios de los
departamentos más pobres y atrasados del país.
‘Se generará más progreso’
Se generará un revulsivo para la economía del país. El Gobierno calcula que en el
posconflicto, el Producto Interno Bruto (PIB) crecería a ritmos del 6 por ciento
anual, más del doble del actual. Habrá más empleo e inversión para el desarrollo del
campo. Pero, además, el país, que en 60 años ha destinado 411 billones de pesos a
seguridad, sobre todo al conflicto, podrá liberar recursos para desarrollo y para
enfrentar otros retos de seguridad, como la delincuencia común.
FARC ‘No habrá impunidad para crímenes de la guerrilla’
El acuerdo no implica impunidad. Para recibir la pena alternativa –que en los casos
de máxima colaboración con la justicia contempla que no haya cárcel, aunque sí
otras medidas restrictivas–, los victimarios deben cumplir compromisos de verdad,
justicia y reparación. Si vuelven a delinquir, se les aplican las penas normales: más
de 20 años de prisión.

‘Combate a crimen no va a disminuir’


Ningún punto del acuerdo implica que el Estado deje de cumplir su obligación de
combatir el crimen. Así, los bienes ilícitos de la guerrilla, si es que no son entregados
en el proceso para la reparación, siguen siendo perseguidos y quienes los oculten
perderán los beneficios. En cuanto a los cultivos ilícitos, que han aumentado, el
compromiso de las Farc es contribuir a la erradicación manual. Pero si esta no es
posible, el Estado se reservó el derecho de utilizar todas sus posibilidades, incluida
la fumigación aérea.
‘Reintegración, con ruta clara’
La ayuda económica para cada exguerrillero –2 millones en el momento de
desmovilizarse, 8 millones que recibirían para proyectos productivos y 620.000
pesos durante 24 meses– es necesaria para permitir la reincorporación a la vida civil
y evitar la reincidencia. Es una suma equivalente a la que en el gobierno de Álvaro
Uribe recibieron los ‘exparas’. La reintegración está en cabeza de la ACR, institución
que ha logrado mantener en la civilidad a 8 de cada 10 ex-Auc.

En CONTRA:
‘Las Farc no entregarán dinero’
Las Farc niegan poseer grandes sumas del dinero dentro o fuera de Colombia, pero
eso no es muy creíble a la luz de años de secuestros, minería ilegal, extorsión,
vínculos con el narcotráfico y otras actividades ilícitas. No hay en los acuerdos
mecanismos que garanticen que estos recursos sean usados en su totalidad para
resarcir a las víctimas y a las comunidades afectadas por el conflicto, como debería
ser.

Republica de cuba ‘Solo el Estado hará reparación’


Los acuerdos de La Habana abren la puerta para que la reparación material de las
víctimas la asuma solamente el Estado colombiano. También se cuestiona que en lo
pactado en Cuba se habla de víctimas de un conflicto en general y no específicamente
de las Farc.
‘Impunidad para grandes crímenes’
Los cabecillas de las Farc y responsables de los delitos más graves deben pagar
cárcel y no pueden participar en política. Se cuestiona que no debe haber una
“relativización de los delitos” en la que unos crímenes reciben sanción y otros no. El
sistema de justicia planteado, dicen los del ‘No’, atenta contra el principio de
proporcionalidad con relación a los otros delitos que están en el Código Penal
colombiano. “El acuerdo premia a criminales. Deben tener un castigo ejemplar para
enviar mensaje de que ser pillo no paga”, dicen.

‘No se penaliza el narcotráfico’


El narcotráfico no puede ser un delito conexo al delito político. Cuestionan que en el
desarrollo de los acuerdos o Ley de Amnistía se establece que delitos como este
hicieron parte de la lucha de la guerrilla contra el Estado, por lo que no se les podría
juzgar por ello, algo que consideran inaceptable, pues las Farc se financiaron y
lucraron con el narcotráfico. De igual manera, cuestionan que quede prohibida la
extradición de los jefes de la guerrilla.

‘Debilita la Constitución’
Se cuestiona que lo que fue acordado en La Habana se incluya en el bloque de
normas de la Constitución y que en un futuro no se pueda modificar, lo que iría en
contravía de la misma Carta Magna y la debilita. Por eso, se habla de que el acuerdo
es “ilegítimo” y constituye, en la práctica, capitulaciones para la guerrilla de las Farc.
Algunos artículos de la justicia especial para la paz son inconstitucionales, como por
ejemplo que una persona condenada por la justicia (el secretariado de las Farc)
pueda participar en política.
‘Desequilibrio para partidos’
El acuerdo otorga a las Farc curules por elegibilidad inmediata y plataformas de
comunicación que no han tenido o tienen otros partidos, generando un desbalance
político, lo que va en contra de la Constitución y de las leyes que hoy rigen el país,
por lo que, en la práctica, es una reforma política que, dicen, es “abiertamente
inconstitucional”.
‘Gobierno puede renegociar acuerdo’
Los de la campaña del ‘No’ han dicho que quieren la paz, pero no con las concesiones
que se les otorgaron a las Farc. También dicen que los acuerdos se pueden modificar
y corregir. El senador Álvaro Uribe ha manifestado que el Presidente de la República
tiene la facultad de volverse a reunir con las Farc para renegociar aspectos de los
acuerdos que considere inconvenientes.

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