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PROYECTO: MEJORAMIENTO Y PLANIFICACIÓN TERRITORIAL PARTICIPATIVA PARA

LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ TERRITORIAL

FICHA DE CARACTERIZACIÓN | CIUDAD USME, BOGOTÁ D.C.

1. Población propuesta para desarrollar la investigación (campesinos, pescadores,


mujeres, niños, indígenas, afros, etc.):

Población desplazada por la violencia que obtuvo como forma de reparación una
vivienda tipo VIS o VIP en la zona de expansión urbana de la localidad de Usme, Bogotá.
Población de origen campesino proveniente, principalmente, de de otras regiones del
país como los llanos orientales o la zona andina que habitan, en su mayoría, en el
conjunto Metro 136.

Población reubicada por situación de riesgo, especialmente de las localidad de San


Cristóbal y Ciudad Bolívar, las cuales después de las olas invernales de 2011 y 2014 , y al
ver gravemente afectadas sus viviendas, entraron en procesos de reubicación en
diferentes conjuntos de la UPZ 61 constituidos para tal fin.

Población que accedió a subsidios de vivienda distritales y a compromisos crediticios


con el sistema financiero para comprar su vivienda.

Este acceso a vivienda por vía de mercado contrasta con la adquisición de vivienda que
hace parte de una reubicación, beneficio o reparación, pues estos últimos tipos son
asociado como regalos, lo cual profundiza la estigmatización hacia otros habitantes
incluso dentro de los mismos conjuntos.

Población excombatiente de grupos armados al margen de la ley que son beneficiados


por proyectos de vivienda.

2. Ubicación territorial:

Bogotá D.C., localidad 5° de Usme al sur de la ciudad. UPZ 61 Ciudad Usme.

Es el último espacio urbano construído hacia el sur de la ciudad y se encuentra


colindando con la zona rural, el río Tunjuelo y zonas de páramo. Además de encontrar
población que ha sido ubicada en este lugar producto de situaciones que les vulneran
(violencia, desastres naturales, desplazamiento y otros), se encuentra población que
históricamente ha habitado el lugar (campesinos y habitantes de barrios tradicionales)
y personas que acceden a su vivienda a través de créditos o subsidios. El territorio
podría sectorizarse en zona rural, casco histórico, barrios tradicionales y las ciudadelas
(vivienda masiva).
Usme Centro es un lugar caracterizado por sus grandes contrastes en el tipo de
ocupación del suelo, esto ha generado conflictos entre diferentes tipos de poblaciones
y presión en la convivencia por situaciones asociadas a la inseguridad, la violación a los
derechos humanos, la violencia intrafamiliar, el abuso sexual, la estigmatización, la falta
de equipamientos e infraestructura urbana, la deficiente estructura de servicios, el
cambio de modos costumbres y la falta de atención estatal que deja a la deriva a la
población en temas de educación, salud, trabajo, formación profesional y otros temas.

3. Escala (veredal, municipal, regional):

Puede considerarse una escala urbana debido a los impactos que el manejo a la zona de
expansión urbana en este espacio de la ciudad representa, en el sentido de modelo de
ciudad y de vivienda que propone, pues la relación con las centralidades y la
participación en el ordenamiento territorial se ve disminuida y limitada generando
disparidades entre la planeación, la proyección de la ciudad y la habitabilidad real de los
espacios urbanos.

Sin embargo también puede considerarse una escala barrial o de UPZ, debido a que los
conflictos allí presentados principalmente vinculan a los actores que se encuentran
presentes en ese territorio y de ellos deviene las apuestas por gestionar los mismos, así
como de proponer y resolver de manera conjunta las dificultades que el modelo de
ciudad les ha impuesto.

4. Territorio PDET (SI/NO):

No

5. Cantidad de habitantes:

Actualidad: De acuerdo a las proyecciones del DANE y la Secretaría Distrital de


Planeación hay cerca de 15 mil habitantes (14.852), sin embargo la cifra no cuenta con
estudios actualizados que permitan corroborar el dato. La monografía Diagnóstico de
los aspectos físicos, demográficos y socioeconómicos de Usme (2011) indica lo siguiente:

“Ciudad Usme. Esta UPZ tiene 14.852 habitantes de los cuales el 52,5% se ubican
en el estrato bajo, el 45,4% en el bajo-bajo y el 2,1% corresponde a población si
estratificar.

Rural Usme. El 55,.9% de los habitantes de esta UPZ se encuentran en el estrato


bajo-bajo, el 30,6% en el bajo y el 10,4% al medio-bajo; agrupando en conjunto el
96,8%, de la población.”
Fuente: Dinámica de la construcción por usos. Localidad Usme. Alcaldía Mayor de Bogotá

Fuente: Tomado de Diagnóstico de los aspectos físicos, demográficos y socioeconómicos de Usme, Monografía 2011. Alcaldía
Mayor de Bogotá.

Proyectado: De acuerdo al POZ ‘Usme Ciudad Futuro’ se espera construir 53.000


viviendas con una proyección de población de 180.000 personas.

6. Referencia de líderes o personas de contacto:

Argenis Hernández
310 3161783
Líder social y comunitaria de la zona, vive en la UPZ desde hace 14 años cuando obtuvo
su vivienda en el Conjunto El Sol después de tener un proceso de desplazamiento
interurbana desde Ciudad Bolívar.

William Peña
Representante de comunidades desplazadas a nivel distrital, administrador de uno de
los conjuntos de la UPZ, Xie, donde también habita. El obtuvo su vivienda en un proceso
de reubicación por problemas de estabilidad del suelo en Ciudad Bolívar, a donde llegó
después de un largo proceso de desplazamiento por el país, producto del conflicto
armado

7. Esta comunidad tiene algún tipo de antecedente en relación con el ordenamiento


territorial o la planeación (propuestas comunitarias de OT, planes de vida, etc.)

Sí, a partir del proceso organizativo denominado ‘Audiencia Pública Popular de Usme’,
en parte gracias al trabajo desempeñado en el proyeto Usmeando 1, se han gestionado
espacios de diálogo con las instituciones públicas con los que se ha logrado el
mejoramiento de algunas deficiencias físicas del lugar como iluminación pública,
establecimiento de un jardín de niños, rutas de transporte SITP y otros como la
construcción de un esquema general de ordenamiento donde se hizo énfasis en la
ubicación de equipamientos (con Jairo Chaparro. Bogotá Humana). En la actualidad se
han conformado a través de la figura de ‘Mesa Territorial’ propuesta por la actual
Alcaldía en la que se supone el mejoramiento de la interlocución y articulación para la
gestión de los conflictos territoriales y otras solicitudes.

8. Mapeo de posibles organizaciones que se encuentren en la zona y estarían disponibles


a trabajar en la investigación.

- Mesa de Víctimas y organizaciones o comunidad que se encuentra en algunos de los


conjuntos, por ejemplo Xie, Vistas del Río II o Metro 136.
- Colectivo de jóvenes Gaia, que se conformó a raíz del proyecto Usmeando. Es población
joven en situación de consumo de estupefacientes y una alta vulnerabilidad socio-
económica.
- Mesa Territorial Audiencia Pública Popular de Usme.

9. Si se tiene conocimiento, breve descripción de las dinámicas económicas, políticas y


sociales de este posible territorio teniendo en cuenta las tensiones (presencia de
actores armados, narcotráfico, dificultad de acceso a la zona, etc.)

La UPZ 61, Ciudad Usme o Usme Centro, es un lugar marcado por los contrastes. Allí no
solamente hay un encuentro generador de borde entre lo rural y lo urbano, sino
también un detonante de conflictividad a partir de la construcción de ciudad a partir del
modelo de vivienda masiva el cual se ha limitado al levantamiento de conjuntos
residenciales sin tener en cuenta la dotación de la estructura urbana.

Adicionalmente, el modelo de vivienda propone dinámicas de convivencia que son


difíciles de asumir para la mayoría de la población la cual tiene costumbres que no
compaginan con esta forma de habitar, pues tanto los espacios como la distribución de
los mismos niegan desde la estructura familiar (la cual en muchos casos supera las 4
personas), hasta la situación socio-económica de quienes allí llegan a vivir pues este
modelo limita los usos en la vivienda eliminando, por ejemplo, la posibilidad de tener
una vivienda productiva que permita apalancar económicamente a quienes allí habitan
lo cual ha generado contradicciones con las normas de convivencia derivadas de la ley
675 de propiedad horizontal, atizando problemas entre vecinos y administradores. En
ese sentido, también puede mencionarse como este modelo de vivienda desconoce las
dificultades de relacionamiento entre diferentes grupos poblacionales lo que ha
marcado una tendencia muy fuerte hacia la estigmatización, el rechazo y el
señalamiento entre los habitantes de la zona, que además se ve fortalecido por
dinámicas de inseguridad asociadas principalmente al hurto en los conjuntos
residenciales, las casas y en la calle, lo cual ha terminado incluso en episodios violentos
en los que hay víctimas producto de heridas por arma blanca o de fuego.

El lugar, que se ve sumergido en un vertiginoso crecimiento que no ha permitido abrir


espacios de adaptación tanto de los nuevos como de los antiguos habitantes, no cuenta
con equipamientos de salud, ni de educación, ni de cultura, ni deportivos, formativos o
de otro tipo que soporte la cantidad de población que ha llegado desde el año 2004, en
esa medida tampoco cuenta con una oferta laboral ni una articulación de este tipo
entre las dinámicas económicas rurales y la población urbana, por el contrario hay una
abierta negación hacia la población urbana lo que impide que se den relaciones,
inclusive, de solidaridad. La mayoría de las personas que viven en Usme Centro laboran
fuera de la UPZ y de la localidad, lo que deriva en un alto uso del servicio de transporte
público el cual es insuficiente y deficiente debido a las pocas rutas que van hasta las
Ciudadelas, el costo del pasaje y la necesidad de hacer trasbordos una vez se llega, bien
sea al Portal Usme o a otros lugares mejor conectados como la Avenida Boyacá o
barrios como Santa Librada. Los tiempos diarios de una persona que vive en Usme y
trabaja fuera de la localidad puede tomar hasta dos horas por trayecto lo cual implica
que las personas pasan una cantidad importante de su tiempo en el transporte público
y no en su vivienda, lo que representa menor tiempo para relacionarse con sus vecinos
y explorar el territorio (esta particularidad fue conversada con transeúntes en una
actividad de Usmeando donde muchas personas manifestaron desconocer qué sucedía
incluso en sus conjuntos porque solamente tenían tiempo los domingos para estar allí).

A partir de ello, se puede inferir por qué en la mayoría de los espacios que se destinan
para deliberar acerca de los conflictos territoriales (asociados por ejemplo al río, a la
zona rural, a la movilidad, a la propiedad horizontal), no cuentan con un flujo de
población que participe activamente tanto en la toma de decisiones como en la
construcción de alternativas. Podría afirmarse que el modelo de ciudad allí propuesta
impide la generación de dinámicas organizativas y de mecanismos efectivos de
participación debido al aislamiento que este produce en quienes habitan las ciudadelas.
Caso contrario sucede con la zona rural, la cual si conserva redes de vecinos que están
organizados y encuentran en la movilización social una opción para la solución a los
conflictos territoriales, especialmente los asociados con la expansión urbana, la cual es
la principal amenaza frente a su permanencia como habitantes rurales de la localidad.
Para el caso de los barrios tradicionales y el centro histórico, la situación en términos
del tejido social es similar aunque menos fuerte que al de las ciudadelas, la participación
y la movilización social es difusa aunque la molestia por la forma en cómo se ha
construido allí la ciudad es parecida. En este sentido es posible observar la delicada
situación en la zona que refleja una creciente presión sobre la convivencia y un
deterioro en el incipiente tejido social que allí ha logrado construirse.

Aquí cabe mencionar que si bien la vivienda construída en la zona de expansión tiene en
algunos de sus proyectos la acogida de población víctima del conflicto armado, así
como de diferentes actores del mismo, no todos los conjuntos guardan éste carácter
por lo que en la zona se mezclan personas con diferentes historias de vida, con
diferentes formas históricas de habitar la ciudad, de relacionarse con otras personas, de
acceder a diferentes recursos, de tener formación profesional, y de construir
comunidad. La falta de acompañamiento emocional y psicológico a personas que han
sido vulneradas, la falta de opciones para el acceso a la vivienda, las dificultades y la
burocracia para acceder a subsidios y la falta de acceso a información, pedagogía y
participación sobre la forma de habitar la propiedad horizontal son factores que han
sido determinantes en los problemas de convivencia y en el aislamiento que estos
conjuntos producen en sus habitantes. Son viviendas que no logran resarcir el daño
producido por el conflicto, ni resarcir la pérdida de la identidad campesina, ni la relación
con la vivienda que se produce de acuerdo a las necesidades de quien la habita ni el
entorno en donde se ubicaba, si bien la estructura es firme y tiene todas las condiciones
legales, esto no garantiza que sean espacios de calidad, ni que faciliten mejorar las
condiciones de vida, por el contrario esta forma de construir ciudad logra reproducir
condiciones de pobreza y de vulnerabilidad que son más difíciles de superar debido a
las condiciones limitantes sobre las que ahora se rige el espacio, el aisalmiento que
tiene en este momento frente al resto de la ciudad y la complejidad de los conflictos
que allí han encontrado nicho.

Hay presencia de organizaciones delincuenciales, pandillas, redes de microtráfico y


consumo, proxenetismo y de paramilitarismo, que generan cierto control sobre el
territorio, la vida de las personas y la resolución de conflictos.

10. Recursos técnicos con los que se contaría (personas capacitadas en determinados
temas, oficinas, movilidad, etc.)
Las personas capacitadas que están haciendo parte del diplomado impulsado por el
CTPD y la Universidad Nacional.

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