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Sentencia nº RC.

000471 de Tribunal Supremo de


Justicia - Sala de Casación Civil de 28 de Julio de 2015

Ponente: Marisela Godoy Estaba

Número de Expediente: 15-207

Fecha de Resolución: 28 de Julio de 2015

Emisor: Sala de Casación Civil

SALA DE CASACIÓN CIVIL


Exp Nº 2015-000207
Magistrada Ponente: MARISELA GODOY ESTABA.
En el juicio por cobro de bolívares, por vía de intimación, intentado
ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, por la entidad financiera BFC BANCO
FONDO COMÚN C.A. BANCO UNIVERSAL, representado
judicialmente por los abogados Javier U. Zerpa J. y Eannys J. Palma
S., contra la sociedad mercantil NYC CONSTRUCCIONES, C.A., y
los ciudadanos JOSÉ NICOLÁS CÁRDENAS BUSTAMANTE y
TATIANA NINOSKA GALEAZZI DE CÁRDENAS, en su condición de
deudora principal y fiadores, respectivamente, todos representados
judicialmente por los abogados Lex Hernández M. y Neill J. Reaño
G.; el Juzgado Superior Cuarto en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la misma Circunscripción Judicial, dictó sentencia
definitiva en fecha 26 de enero de 2015, mediante la cual declaró: 1°)
Sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la representación
judicial de la parte demandada contra la decisión proferida por el juez
a quo el 13 de diciembre de 2013, mediante la cual declaró
parcialmente con lugar la demanda y condenó a los codemandados a
pagarle a la demandante la suma de Bs.2.515.073, 50 ; 2°)
Parcialmente con lugar la demanda de cobro de bolívares por vía
ejecutiva y condenó a los codemandados a pagarle a la demandante
la cantidad de Bs.2.515.073, 50; y 3°) Condenó al pago de las costas
del recurso de apelación a la parte demandada perdidosa.
Contra el precitado fallo de alzada, el abogado Lex Hernández M.,
coapoderado judicial de la parte demandada, anunció recurso
extraordinario de casación el cual fue admitido por auto de fecha 11
de marzo de 2015 y oportunamente formalizado. Hubo contestación a
la formalización, sin réplica.
Por la incorporación a la Sala de los Magistrados Titulares Guillermo
Blanco Vásquez y Marisela Godoy Estaba, designados por la
Asamblea Nacional conforme consta de Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Extraordinaria Nº 6165 de fecha
28 de diciembre de 2014, se reconstituyó la Sala de Casación Civil,
según acta de recomposición de fecha 12 de enero de 2015, siendo
reconstituida nuevamente por la designación de la Junta Directiva
para el período 2015-2017 del Tribunal Supremo de Justicia,
quedando conformada así: Mag. Guillermo Blanco Vásquez,
Presidente; Mag. Luis Antonio Ortiz Hernández, Vicepresidente; Mag.
Yris Peña Espinoza, Mag. Isbelia Pérez Velásquez y Mag. Marisela
Godoy Estaba.
En fecha 19 de marzo de 2015, en la Sala de Audiencias de esta
Sala de Casación Civil se efectuó el acto público de asignación de
ponencias a través del método de insaculación, correspondiéndole a
la Magistrada Marisela Godoy Estaba, quien con tal carácter suscribe
el presente fallo, previas las siguientes consideraciones:
Concluida la sustanciación del recurso y cumplidas las formalidades
de ley, la Sala procede a dictar sentencia bajo la ponencia de la
Magistrada que con tal carácter la suscribe, previas las siguientes
consideraciones:
RECURSO DE CASACIÓN POR DEFECTO DE ACTIVIDAD
I
De conformidad con lo dispuesto en el ordinal 1° del artículo 313 del
Código de Procedimiento Civil, se delata la infracción en la recurrida
de los artículos 15, 208, 341 y 630 eiusdem, por adolecer del vicio de
reposición no decretada, con apoyo en la siguiente argumentación:
“…Al respecto corresponde al juez de Alzada (sic) el control de la
legalidad del procedimiento, por lo cual, al observar una causa de
reposición debe decretarla de conformidad con el artículo 208
Procesal (sic), cuyo texto es del tenor siguiente: “Si la nulidad del
acto la observare y declarare un Tribunal Superior (sic) que conozca
en grado de la causa, repondrá ésta al estado de que se dicte nueva
sentencia por el Tribunal (sic) de instancia en que haya ocurrido el
acto nulo, disponiendo que este Tribunal (sic) antes de fallar, haga
renovar dicho acto conforme a lo dispuesto en el artículo anterior”.
Por su parte el artículo 630 del mismo Código (sic) establece que,
“cuando el demandante presente instrumento público u otro
instrumento auténtico que pruebe clara y ciertamente la obligación
del demandado de pagar alguna cantidad líquida con plazo cumplido
(sic); o cuando acompañe vale (sic) o instrumento privado reconocido
por el deudor, el Juez (sic) examinará cuidadosamente el instrumento
y si fuere de los indicados, a solicitud del acreedor acordará
inmediatamente el embargo de bienes suficientes para cubrir la
obligación y las costas, prudentemente calculadas”.
En el escrito de contestación a la demanda, esta representación al
concluir la parte V del mismo, planteó lo siguiente:
“Ciudadano Juez (sic): por cuanto el acreedor dividió la continencia
del contrato de préstamo para exigir su cumplimiento a través de tres
acciones judiciales de distinta naturaleza; por cuanto tal conducta
lesiona los derechos sustantivos y procesales del demandado; y por
cuanto el procedimiento especial/ordinario de la vía ejecutiva no es el
indicado para exigir el cumplimiento de la obligación demandada, la
demanda es inadmisible, solicito respetuosamente se declare
inadmisible la demanda, de manera inmediata por ser materia de
orden público, no sujeta a procedimiento alguno.
De manera ilustrativa y en abundamiento doctrinario es pertinente lo
sistematizado por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, en sentencia 1382 (24/11/2004):
El artículo 640 del Código de Procedimiento Civil dispone lo que a
continuación se transcribe:
“...Cuando la pretensión del demandante persiga el pago de una
suma líquida y exigible de dinero o la entrega de una cantidad cierta
de cosas fungibles o de una cosa mueble determinada, el juez, a
solicitud del demandante, decretará la intimación del deudor, para
que pague o entregue la cosa dentro de diez días apercibiéndole de
ejecución. El demandante podrá optar entre el procedimiento
ordinario y el presente procedimiento, pero este no será aplicable
cuando el deudor no este presente en la República y no haya dejado
apoderado a quien pueda intimarse, o si el apoderado que hubiere
dejado se negare a representarlo...".
Por su parte, el artículo 643 del mismo Código, establece las
causales expresas de inadmisibilidad en el procedimiento por
intimación. Dice dicho artículo:
"...El juez negará la admisión de la demanda, por auto razonado, en
los siguientes casos:

1. Si faltare alguno de los requisitos exigidos en el artículo 640.

2. Si no se acompaña con el libelo la prueba escrita del derecho que


se alega.

…omissis…

Como se observa, el legislador especificó las pretensiones que


pueden ventilarse a través del procedimiento monitorio, y
determinó los requisitos de admisibilidad, a saber:

1. Los previstos de manera general para todas las demandas por el


artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, es decir, que no
sea contraria al orden público, a las buenas costumbres o a
alguna disposición expresa de la ley.

2. Los específicos para este tipo de procedimiento establecidos en


el artículo 640, que son los siguientes:

-Que persiga el pago de una suma líquida y exigible de dinero o


la entrega de una cantidad cierta de cosas fungibles o de una
cosa mueble determinada.

…omissis…

En sentencia de fecha 3 de abril de 2003, (caso: Montajes García


y Linares C.A c/ Paneles Integrados Painsa, S.A.), la Sala
expresó lo siguiente:
...Ahora bien, el artículo 640 del Código de Procedimiento Civil
establece que el procedimiento por intimación se admite siempre que el
demandante persiga el pago de una suma líquida y exigible de dinero o
la entrega de cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa mueble
determinada, lo que significa que sólo procede cuando se trate de
acciones de condena que persigan el cumplimiento de una obligación de
dar que conste en prueba documental.

Además, la obligación debe ser líquida y exigible, o sea, que la cantidad


o quantum esté determinada o pueda serlo mediante una simple
operación aritmética y, en adición, que no esté sujeta a condición, plazo
o contraprestación alguna.

…omissis…

Ahora bien, el artículo 643 del Código de Procedimiento Civil establece


las condiciones de admisibilidad del procedimiento por intimación, y
enumera los casos en que el juez negará la admisión de la demanda, a
saber:

...El juez negará la admisión de la demanda por auto razonado, en los


casos siguientes:

1° Si faltare alguno de los requisitos exigidos en el artículo 640.

2° Si no se acompaña con el libelo la prueba escrita del derecho que se


alega.

3° Cuando el derecho que se alega está subordinado a una


contraprestación o condición, a menos que el demandante acompañe un
medio de prueba que haga presumir el cumplimiento de la
contraprestación o la verificación de la condición...

Es evidente que al existir un contrato de obra entre las partes del


presente juicio que les impone el cumplimiento de obligaciones
recíprocas, del cual derivan las valuaciones que se dicen no han
sido pagadas en su totalidad por la demandada, se está en
presencia de un derecho de crédito sujeto a una contraprestación
que impide que la presente demanda sea admitida por el
procedimiento por intimación, pues no se trata de una obligación
líquida y exigible capaz de ser determinada mediante una simple
operación aritmética sino que se pretende convertir en título
ejecutivo a unas valuaciones que están sujetas a revisión y a
posteriores análisis sobre los valores que reflejan.

En fecha 22 de marzo de 2000, en el juicio de Rafael José Pinto


contra Sociedad Anónima de Construcciones y Parcelamientos
(SACONPA), esta Sala dictó sentencia resolviendo un caso
similar en los términos que siguen:
...En el caso bajo estudio, obviamente no se trata del cobro de cantidad
de dinero alguna, por cuanto la pretensión se dirige a la entrega de
acciones de una sociedad anónima y el correspondiente traspaso en el
libro de accionistas. En realidad, la parte actora pretende el
cumplimiento de un contrato de venta o cesión de acciones, a través del
procedimiento por intimación. Esta pretensión procesal, de ninguna
manera puede asimilarse al cobro de un crédito líquido y exigible. La
venta de acciones, es un contrato bilateral o sinalagmático, que
comporta el cumplimiento de prestaciones recíprocas por cada una de
las partes contratantes.

En este sentido, el artículo 643, ordinales 1º y 3º del Código de


Procedimiento Civil, señala lo siguiente:

Art. 643: “El Juez negará la admisión de la demanda por auto


razonado, en los casos siguientes:

1º Si faltare alguno de los requisitos exigidos en el artículo 640.

(Omissis)

3º) Cuando el derecho que se alega está subordinado a una


contraprestación o condición, a menos que el demandante acompañe un
medio de prueba que haga presumir el cumplimiento de la
contraprestación o la verificación de la condición.

En el caso del contrato de venta de acciones, es indudable la


existencia de una contraprestación por parte del comprador, que
no es otra que el pago del precio de esas acciones. La parte
actora, acompañó como instrumento fundamental de su demanda
copia fotostática del referido documento de venta, cuya nota de
certificación carece de firma por parte del funcionario que
presuntamente la redactó. Sin descender la Sala a un análisis
valorativo del referido instrumento, sino a la revisión de los
aspectos formales de admisión de la demanda por el
procedimiento monitorio, es obvio que los ordinales 1º y 3º del
artículo 643 del Código de Procedimiento Civil, impiden tal
admisión, para concederle a la actora, lo que simplemente es una
pretensión de cumplimiento de un contrato de venta.

Ciertamente, como indica el artículo 640 del Código de


Procedimiento Civil, la vía monitoria está diseñada para el cobro
de un crédito, el cual deber ser líquido y exigible. Una prestación
de hacer como la planteada, atinente al traspaso o cesión de
acciones, que deberá cumplir el demandado en el libro de
accionistas de la empresa, no tiene las características antes
enunciadas, ni se adecua a los requerimientos exigidos por el
mencionado artículo 640 del Código de Procedimiento Civil. En
otras palabras, la prestación reclamada por la parte actora en el
presente juicio, no podía ser tramitada a través del procedimiento
por intimación...”.

En consecuencia, al haberse admitido la presente demanda por


un procedimiento indebido se violaron los artículos 640 y
ordinales 1° y 3° del 643 del Código de Procedimiento Civil,
subvirtiendo el proceso y contraviniendo flagrantemente lo
dispuesto en los artículos 257 y 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, que consagran el proceso
como instrumento fundamental para la realización de la justicia y
el derecho a la defensa y la garantía del debido proceso,
respectivamente...”. (Montajes García y Linares C.A / Paneles
Integrados Painsa, S.A.)

Por tal razón, la Sala estima que el procedimiento por el que optó
la parte actora para ventilar la presente demanda no es el
correcto, pues en virtud de las prerrogativas que en él se le
otorgan a la parte intimante, el legislador fue sumamente celoso
en establecer requisitos de admisibilidad muy específicos para
evitar que se pretendan resolver controversias no ajustadas al
espíritu del procedimiento, como el que ahora es objeto de
revisión por este Supremo Tribunal.

A juicio de la Sala, la demanda planteada por la parte actora


resultaba inadmisible a través del procedimiento por intimación,
pues a través de ella se pretenden cobrar unas cantidades cuya
exigibilidad ameritan ser revisadas en juicio ordinario, por estar
vinculadas a prestaciones concertadas por las partes en un
contrato bilateral de obras, cuyo incumplimiento apareja la
inadmisión de la demanda, como debió advertirlo el Juez de la
recurrida, quién no obstante hizo suyo el error cometido por el
Juez (sic) de la primera instancia, al no haber corregido el error,
anulando los actos procesales verificados, y ordenando la
reposición de la causa como lo ordena el artículo 208 del Código
de Procedimiento Civil.

Al no haber procedido así, este Alto Tribunal estima que el juez


superior infringió los artículos 640 y 643 ordinales 1° y 3° del
Código de Procedimiento Civil. Por esta razón, la Sala, en el
dispositivo de este fallo casará de oficio y sin reenvío la sentencia
recurrida, en conformidad con lo previsto en el artículo 320 del
Código de Procedimiento Civil, y declarará inadmisible la
demanda que incorrectamente se tramitó a través del
procedimiento por intimación, sin que ello elimine la posibilidad
de que dicha demanda pueda ser intentada por la vía del juicio
ordinario, de conformidad con el criterio expresado en la
sentencia citada del 3 de abril de 2003. Así se decide…”.
(Resaltados del texto).

De la transcrita doctrina casacional sobre los juicios monitorios,


mutatis mutandi, el tribunal de la causa ha debido inadmitir (sic)
la demanda desde el inicio, de conformidad con el artículo
341Procesal (sic), “por ser contraria a una disposición expresa de
la ley”, concretamente, por no reunir los requisitos de fondo del
artículo 630 ejusdem, sobre la necesidad de probar “clara y
ciertamente la obligación del demandado de pagar alguna
cantidad líquida de plazo cumplido”, para poder iniciar el trámite
del procedimiento especial de la vía ejecutiva, cuestión que no
hizo la primera instancia al momento de la admisión de la
demanda, y que tampoco reparó en su definitiva, y que la
recurrida igualmente no corrigió…”. (Resaltados del texto).
Para decidir, la Sala observa:

El formalizante denuncia la infracción en la recurrida de los


artículos 15, 208, 341 y 630 del Código de Procedimiento Civil,
por haber incurrido en el vicio de reposición no decretada, pues
a pesar de que la demanda intentada es -a su juicio- contraria a
una disposición expresa de la ley, específicamente al preindicado
artículo 630 eiusdem, el ad quem no ordenó la reposición de la
causa al estado en que se declarara la inadmisibilidad de la
demanda en forma inmediata.

Para sustentar lo que denuncia el formalizante alega, que el


monto que se señala en el libelo como adeudado por la
demandada y solidariamente por sus fiadores, ciudadanos José
Nicolás Cárdenas y Tatiana N. Galeazzi de Cárdenas, no
corresponde a una suma líquida y exigible como lo prevé el
artículo 630 del Código de Procedimiento Civil, para que la actora
pudiera tramitar el pretendido cobro de bolívares a través del
procedimiento por vía ejecutiva previsto en la precitada norma y
los artículos siguientes.

Ahora bien, dada la naturaleza de la denuncia la Sala pudo


constatar del libelo de la demanda, que lo que se pretende cobrar
por vía ejecutiva es lo siguiente:

“…1.3 De las garantías constituidas para garantizar el


cumplimiento de pago de la obligación.

A los fines de garantizar el pago del préstamo en referencia, en la


cláusula décima tercera del documento fundamental, se
constituyó fianza solidaria, que compromete como fiador y
principal pagador de la obligación, al ciudadano JOSÉ
NICOLÁS CARDENAS (sic) BUSTAMANTE; igualmente consta
en el documento que la ciudadana TATIANA NINOSKA
GALEAZZI DE CÁRDENAS, en su carácter de cónyuge del
referido ciudadano, aceptó y estuvo conforme con la fianza
constituida.

Adicionalmente a la mencionada garantía, se constituyó en las


cláusulas décima primera y décima segunda del documento
fundamental, respectivamente, una hipoteca convencional sobre
un bien inmueble propiedad de NYC CONSTRUCCIONES, C.A.,
y una hipoteca mobiliaria, sobre bienes de la referida sociedad
mercantil.

De esta dos garantías, la primera fue demandada en fecha 05 de


diciembre de 2011 y admitida en fecha 17 de enero de 2012, por
el Juzgado Quinto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, expediente número AP-11-M-2011-
00694,…, hasta por el monto de…(Bs. 2.087.896,50), que
constituye la suma garantizada con la referida garantía. En
cuanto a la segunda garantía, fue demandada en fecha 08 de
febrero de 2012 y admitida en fecha 12 de marzo de 2012, por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, expediente número AP11-M-2012-
00063,…, hasta por el monto de…(Bs. 1.250.727,57), que
constituye la suma garantizada con la referida garantía.

Acompañamos los escritos libelares de estas demandas y sus


respectivos autos de admisión, marcadas con las letras “G” y
“G1” respectivamente.

CAPÍTULO II

DE LAS PARTIDAS DE CAPITAL, DE LOS INTERESES


CONVENCIONALES Y DE LOS INTERESES DE MORA
ADEUDADOS POR LA SOCIEDAD NYC CONSTRUCCIONES,
C.A.

Ciudadano Juez (sic), es el caso que la sociedad mercantil NYC


CONSTRUCCIONES, C.A., adeuda al 26 de marzo de 2012, las
siguientes partidas: Por concepto de capital adeuda la cantidad
de…(Bs. 4.099.999,99); por concepto de intereses
convencionales la cantidad de…(Bs. 1.663.119,16); por concepto
de intereses de mora, la cantidad de…(Bs. 90.578,43); más la
cantidad de…(Bs. 1.489,20) por concepto de gastos
preparatorios previos a esta demanda, lo que arroja un total
adeudado de…(Bs. 5.855.186,78).

Ahora bien, deduciéndose a esa cantidad, la primera demanda


(por ejecución de hipoteca convencional) por la cantidad de…(Bs.
2.087.896,50); así como el monto de la segunda demanda (por
ejecución de hipoteca mobiliaria), por la cantidad de…(Bs.
1.250.727,57); resta a deber la cantidad de…(Bs. 2.516.562,70).
De manera que esta pretensión tiene por objeto el pago de la
indicada suma y que constituye el saldo actual adeudado por la
sociedad mercantil “NYC CONSTRUCCIONES, C.A.” y sus
fiadores JOSÉ NICOLÁS CARDENAS (sic) BUSTAMANTE y
TATIANA NINOSKA GALEAZZI DE CÁRDENAS a la sociedad
BFC BANCO FONDO COMÚN, C.A. BANCO UNIVERSAL…”.
(Resaltados del texto).

De la anterior transcripción del libelo de la demanda,


conjuntamente con la constatación que efectuó la Sala sobre el
documento fundamental de la misma, se infiere que la suma que
se demanda ascendente a la cifra de Bs. 2.516.562,70, es una
suma líquida por estar debidamente determinada, que surge de
una deuda mayor por Bs. 5.855.186,78 a la cual se le restaron los
montos de las garantías hipotecarias (convencional de primer
grado por Bs. 2.087.896,50 y mobiliaria por Bs. 1.250.727,57),
constituidas por la deudora y sus fiadores solidarios y principales
pagadores para garantizar el pago de esa deuda mayor, en virtud
de las dos demandas que por ejecución de las susodichas
hipotecas introdujo la parte actora en contra de la parte hoy
demandada.

Siendo así, al estar llenos los requisitos exigidos por el artículo


630 del Código de Procedimiento Civil para introducir una
demanda de cobro de bolívares por vía ejecutiva, vale decir, que
se trate del cobro de una cantidad líquida (determinada) y
exigible (de plazo cumplido), mal podría el ad quem haber
declarado la reposición de la causa al estado de que el a quo no
admitiera la demanda por ser ésta contraria a una disposición
expresa de la ley, como lo ordena el artículo 341 eiusdem y
como desacertadamente lo pretende el formalizante.

En consecuencia, sobre la base de los razonamientos expuestos,


esta Sala declara improcedente la denuncia de infracción de los
artículos 15, 208, 341 y 630 del Código de Procedimiento Civil, al
no haberse configurado el vicio de reposición no decretada que
se le imputa a la recurrida. Así se declara.

II

Bajo el amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil, se denuncia en la recurrida la infracción de
los artículos 11, 12, 15 y 243 ordinal 4° eiusdem, por adolecer del
vicio de inmotivación por falta absoluta de fundamentos, con
apoyo en la siguiente argumentación:

“…El artículo 11 Procesal (sic), es receptor del principio


dispositivo, cuando establece que, “en materia civil el juez no
puede iniciar el proceso sino previa demanda de parte…”.

Por su parte, el artículo 12 del mismo Código (sic) marca la


actuación “legal” del juez, cuando dice: “Los Jueces (sic) tendrán
por norte de sus actos la verdad, que procurarán conocer en los
límites de su oficio. En sus decisiones el Juez debe atenerse a
las normas del derecho, a menos que la Ley lo faculte para
decidir con arreglo a la equidad. Debe atenerse a lo alegado y
probado en autos, sin poder sacar elementos de convicción fuera
de éstos ni suplir excepciones o argumentos de hecho no
alegados ni probados…”.

Y el artículo 243 Procesal (sic) establece que “toda sentencia


debe contener:… 4° Los motivos de hecho y de derecho de la
decisión”.

La recurrida estableció motu proprio, un criterio para determinar


el monto de las 18 cuotas mensuales establecidas en el contrato
así: “Si bien es cierto, que no se señala el monto exacto de cada
una de las dieciocho (18) cuotas mensuales y consecutivas, que
deberían pagarse tanto en lo que respecta al capital adeudado
como a los intereses diferidos, interpreta esta sentenciadora, que
como se trata de dos sumas globales, fijas y no variables,
derivadas de las obligaciones asumidas en el préstamo y en el
pagaré, que reflejan el saldo deudor por capital e intereses; y así
mismo se señala el número de cuotas (18) y la condición de que
éstas son mensuales y consecutivas, las mismas son
perfectamente determinables con una simple operación aritmética
que consiste en dividir la suma global reconocida para cada
concepto entre las dieciocho (128) cuotas mensuales”.

Pero no indicó, cuál es la norma legal que le da autoridad para


asumir la fijación de tal criterio, lo que viola en consecuencia el
derecho a la defensa de mis representados, toda vez que no se
puede contra-argumentar ni contrastar la interpretación y
aplicación de una norma que no se conoce.

Previamente la recurrida igualmente había dicho:


…También alegó la demandada como excepción, que como quiera que,
las cuotas pactadas en el documento que dio origen a esta acción,
estaban indeterminadas, éstas las hacía ilíquidas e inexigibles, y de esta
forma no podía utilizarse el procedimiento de la vía ejecutiva previsto
en el artículo 630 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.

A este respecto, observa esta sentenciadora (sic), como se dijo


anteriormente, que como quiera que, se trataba de sumas globales fijas,
las dieciocho (18) cuotas eran perfectamente determinables, para ser
pagadas dentro de un plazo específico, mensual y consecutivo; y, como
consecuencia de ello, tal circunstancia no las hacía ilíquidas e
inexigibles.

De modo pues, que considera quien aquí decide, que en la demanda que
da inicio a estas actuaciones, se cumplieron los presupuestos necesarios
exigidos por el Código de Procedimiento Civil , para dar lugar a la vía
ejecutiva; por ende, también debe desecharse la defensa opuesta con
fundamento en que no debió acudir el demandante a la vía ejecutiva. Así
se decide…

. (Resaltados del texto).

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante denuncia que la recurrida está inficionada de


inmotivación de derecho, con la correspondiente violación de los
artículos 11, 12, y 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento
Civil, sobre la base de que el juez superior no indicó cuál es la
norma que lo faculta para efectuar una simple operación
aritmética, por lo que considera que se le violó su derecho a la
defensa al no poder contra-argumentar o contrastar la
interpretación y aplicación de una norma que no se conoce.

Lo primero que debe señalar la Sala es que los jueces están


obligados a señalar las normas de derecho que aplican para
resolver los asuntos judiciales que las partes del pleito someten a
su consideración, y basta simplemente que para tal fin subsuman
la situación fáctica en el supuesto abstracto contenido en la
disposición legal que se ajuste a cada caso, lo que determina que
no hay inmotivación basada en la omisión por parte de los
juzgadores de mencionar todas y cada una de las normas
jurídicas que emplean para resolver cada juicio y mucho menos
violación del derecho a la defensa como desacertadamente lo
alega la representación judicial de la parte demandada
recurrente, la cual ha podido ejercer todos los recursos previstos
en la ley para atacar las decisiones que considere le han sido
desfavorables.

Esta Sala ha establecido sobre el vicio de inmotivación y


específicamente sobre los motivos de derecho, en forma
reiterada y pacífica, entre otros, en sentencia RC-000712 de
fecha 1° de noviembre de 2005, exp. N° 05-232, lo siguiente:

“…En relación con la infracción del artículo 243, ordinal 4° del


Código de Procedimiento Civil, la Sala toma en consideración,
que el requisito de motivación impone al juez el deber de
expresar las razones de hecho y de derecho de la decisión. El fin
perseguido, es permitir el conocimiento del razonamiento del
juez, pues ello constituye el presupuesto necesario para obtener
un posterior control sobre la legalidad de lo decidido. Los motivos
de hecho, están conformados por el establecimiento de las
cuestiones fácticas con ajustamiento a las pruebas que los
demuestran, y los motivos de derecho, en la aplicación de los
principios y las normas jurídicas a esos hechos establecidos en el
caso concreto. Al respecto, el Dr. Arminio Borjas, en su obra
Comentarios al Código de Procedimiento Civil, sostiene que los
jueces no están obligados a dar el porque de cada motivo, “la
razón de cada razón”, pero para que los fundamentos expuestos
sean, como es debido, demostraciones de los dispositivos, no
podrán consistir en meras afirmaciones sobre puntos de hecho,
sin que hayan precedido a la exposición de tales hechos un
análisis de las pruebas constantes en autos, antecedentes éstos
que son indispensables para que se haga manifiesto como es
que, aplicando el juzgador las reglas legales del caso, ha llegado
a la apreciación que establece como fundamento del fallo…”.
(Resaltado de la Sala).

Asimismo, esta Sala en sentencia N° RC-000038 de fecha 31 de


enero de 2008, exp. N° 07-066, estableció el siguiente criterio
jurisprudencial:

“…Por su parte, el procesalista patrio Arminio Borjas, en su obra


Comentarios al Código de Procedimiento Civil Venezolano, tomo
II, página 154, con prólogo de la primera edición por Enrique
Urdaneta Maya el 3 de enero de 1924, en Caracas, nos indica
que:
…LOS JUECES NO DEBEN, SIN QUE HAYA UNA ABSOLUTA
NECESIDAD, ACORDAR LA EXPERTICIA COMPLEMENTARIA DE
SUS FALLOS.

V.- No huelga advertir que en las sentencias en que nos estamos


ocupando, en las cuales se condene a abonar intereses o daños, a pagar
o restituir frutos o a hacer indemnizaciones de cualquiera otra especie,
los Tribunales (sic) están obligados a determinar la cantidad de ellos,
siempre que les sea posible hacer la estimación o liquidación con
arreglo a lo que hayan justificado las partes en el juicio, pues no es de
opción suya practicar por sí mismos esa estimación o liquidación, o
delegar en expertos la facultad que de hacerlo les incumbe. La
experticia complementaria es un medio extremo a que no pueden acudir
sino cuando les es absolutamente imposible verificar una estimación
precisa y a conciencia. De no hacerlo así pudiéndolo, el fallo resultará
viciado por no contener decisión expresa, positiva y precisa, con
arreglo a lo alegado y probado. La regulación de expertos en referencia
es una medida de excepción, con la cual se deroga uno de los principios
sancionados en el artículo 162 del Código de Procedimiento Civil,
porque la decisión que deje sometida la cantidad exacta de la
condenación a las conclusiones de un informe pericial que haya de ser
posteriormente rendido, es imprecisa y condicional. Y las disposiciones
de excepción no pueden ser aplicadas sino strictu sensu a los casos en
ella taxativamente comprendidos…

. (Negrillas de la Sala, demás resaltados del texto).

Sobre el particular, también es oportuno citar decisión de la Sala


de Casación Civil de la otrora Corte Suprema de Justicia, Nº 281
del 24 de septiembre de 1986, Exp. Nº 85-569, en el caso de
Tomás Aquino Salazar y otra contra Promotora Pueblo Viejo,
C.A., en la cual se dijo:
…La experticia complementaria del fallo prevista en el artículo 174 del
Código de Procedimiento Civil procede en la hipótesis en que,
encontrándose probados en los autos todos los elementos necesarios
para la estimación en dinero, ya sea de los frutos, intereses o
indemnizaciones de cualquier especie reclamados, el tribunal no puede
efectuarla por falta de conocimiento para ello, es decir, porque al efecto
se requiera como elemento adicional un juicio de carácter técnico del
cual pueda carecer el juez.

…omissis…

Para ello, por cierto, es además necesario que por su naturaleza se


justifique de una manera objetiva un juicio técnico para que pueda ser
procedente la experticia. Si mediante una operación sencilla, por
ejemplo, el cálculo de una indemnización de antigüedad o de un auxilio
de cesantía con base en un salario determinado y con un período de
trabajo igualmente fijado, tal cálculo es posible, no ha lugar la
experticia complementaria del fallo.

…omissis…

Es evidente en consecuencia, el fundamento del recurso en cuanto


afirma infringidos los artículos 162 y 12 del Código de Procedimiento
Civil porque el fallo recurrido carece de decisión expresa, positiva y
precisa al respecto y la del propio artículo 174 del Código de
Procedimiento Civil, (hoy 249 del Código de Procedimiento Civil) en
cuanto se dispone una experticia que excede totalmente los límites
fijados en esa misma disposición como cometido posible de este tipo de
actuación. Así se decide…
. (Resaltados del texto).

Por tanto, la recurrida no debió delegar en “…expertos…”, la


suma del cálculo que, según su juicio, corresponde pagar al
demandado, pues en el caso particular ello no ameritaría un juicio
técnico, toda vez que con una simple operación aritmética podrá
hacerlo, siendo que demostró tener los elementos para esto; no
obstante decir que no y, de otro lado, aún para el supuesto
negado que debieran los expertos practicar la experticia
complementaria del fallo, mal podrían hacerla ya que si bien se
les aportarían los períodos y las cantidades correspondientes, se
omite la periodicidad del cálculo en cuestión…”. (Negrillas de la
Sala).

En ese mismo sentido, en lo que concierne a los requisitos para


la admisión de la demanda por el procedimiento intimatorio, que
es uno de los juicios ejecutivos -como lo es la vía ejecutiva por la
cual se tramita este juicio por cobro de bolívares- esta Sala, en
sentencia N° 1.382, de fecha 24 de noviembre de 2004, caso:
Multiservicios Lesluis, C.A., contra Antonio Juguera Román,
expediente N° 2004-464, estableció lo siguiente:

“…Es evidente que al existir un contrato de obras entre las partes


del presente juicio, en virtud del cual una de ellas le encomendó a
la otra realizar una serie de labores mediante un precio
determinado en unas valuaciones que según se alegó en el libelo
no han sido pagadas en su totalidad por la demandada, se está
en presencia de un aparente derecho de crédito cuya certeza no
puede ser discutida a través del procedimiento monitorio, pues
según lo dispuesto por la ley su inejecución debe ser discutida a
través del procedimiento ordinario, ya que no se trata de una
obligación líquida y exigible capaz de ser determinada mediante
una simple operación aritmética sino que se pretende convertir en
título ejecutivo a unas valuaciones que están sujetas a revisión y
a posterior análisis sobre los valores que reflejan.

En sentencia de fecha 3 de abril de 2003, (caso: Montajes García


y Linares C.A c/ Paneles Integrados Painsa, S.A.), la Sala
expresó lo siguiente:
...Ahora bien, el artículo 640 del Código de Procedimiento Civil
establece que el procedimiento por intimación se admite siempre que el
demandante persiga el pago de una suma líquida y exigible de dinero o
la entrega de cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa mueble
determinada, lo que significa que sólo procede cuando se trate de
acciones de condena que persigan el cumplimiento de una obligación de
dar que conste en prueba documental.

Además, la obligación debe ser líquida y exigible, o sea, que la cantidad


o quantum esté determinada o pueda serlo mediante una simple
operación aritmética y, en adición, que no esté sujeta a condición, plazo
o contraprestación alguna…

. (Negrillas de la Sala).
De manera pues, que tal como se desprende de las citas
jurisprudenciales antes transcritas, los jueces están facultados
por la ley para determinar el quantum de las sumas que se
pretenden cobrar, en este caso por la vía ejecutiva, siempre que
ello pueda efectuarse a través de una simple operación aritmética
como la efectuada por el sentenciador superior en esta causa, en
la cual solo había que realizar una operación de división simple
para determinar el monto de cada una de las cuotas en que se
pactó el pago de las dos cifras globales, en la que se incluyen
tanto el capital como los intereses, correspondientes a lo
adeudado por concepto del pagaré y del préstamo (Bs.
4.099.999,99) y a los intereses diferidos (Bs. 957.666,67).

Pero eso no es todo, pues en la recurrida se deja muy bien


explicado que las referidas cifras globales son fijas y no variables,
que reflejan el saldo deudor por capital e intereses, y que “…así
mismo señala el número de cuotas (18) y la condición de que
éstas son mensuales consecutivas, las mismas son
perfectamente determinables con una simple operación aritmética
que consiste en dividir la suma global reconocida para cada
concepto entre las dieciocho (18) cuotas mensuales…”, lo que
desmonta el vicio de inmotivación por ausencia de motivos de
derecho que el formalizante le imputa a la recurrida. Así se
establece.

En consecuencia, sobre la base de las razones expuestas, la


Sala declara improcedente la denuncia de infracción de los
artículos 11, 12 y 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento
Civil, por no adolecer la recurrida del vicio de inmotivación
delatado. Así se decide.

III

Con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil, se denuncia en la recurrida la infracción de
los artículos 11, 12, 15, 243 ordinal 5° y 244 eiusdem, por
adolecer del vicio de incongruencia positiva por ultrapetita, con
apoyo en los siguientes argumentos:

“…la recurrida, sin que la demandante lo hubiere solicitado, fija


un criterio para la determinación del monto de las 18 cuotas
establecidas en el contrato, así:

“…Si bien es cierto, que no se señala el monto exacto de cada


una de las dieciocho (18) cuotas mensuales y consecutivas, que
deberían pagarse tanto en lo que respecta al capital adeudado
como a los intereses diferidos, interpreta esta sentenciadora, que
como se trata de dos sumas globales, fijas y no variables,
derivadas de las obligaciones asumidas en el préstamo y en el
pagaré, que reflejan el saldo deudor por capital e intereses; y así
mismo se señala el número de cuotas (18) y la condición de que
éstas son mensuales y consecutivas, las mismas son
perfectamente determinables con una simple operación aritmética
que consiste en dividir la suma global reconocida para cada
concepto entre las dieciocho (18) cuotas mensuales.

Tal circunstancia, a criterio de esta Sentenciadora (sic) y


contrario a lo señalado por la parte demandada, en modo alguno
afecta la existencia de la obligación; y mucho menos la
exigibilidad de la misma, ya que, con respecto a esta última fue
pactado expresamente por los otorgantes la oportunidad en que
debía pagarse la primera de las cuotas por ambos conceptos así
como las cuotas sucesivas.

De modo pues que, quien aquí decide considera que el contrato


celebrado entre las partes no adolece de la indeterminación y
consecuente nulidad invocada por la parte demandada. Así se
decide…”. (Resaltados del texto).

No consta en la narrativa de la sentencia de Alzada (sic), porque


tampoco consta en el libelo de la demanda, que la demandante le
hubiera pedido al Tribunal (sic) de la causa, que como punto
previo determinara el monto de las dieciocho (18) cuotas
mensuales que establecieron las oportunidades para el pago del
capital y los intereses diferidos según la cláusula sexta del
documento fundamental de la demanda.

Como puede leerse de las transcripciones que hace la recurrida


de la cláusula sexta del documento fundamental de la demanda,
en dicha cláusula se fija solo el modo tiempo (sic) para el pago de
la prestación, pero no se dice el cuánto, ni como determinar ese
cuánto; sin embargo la recurrida dice que “las mismas son
perfectamente determinables con una simple operación
aritmética que consiste en dividir la suma global reconocida para
cada concepto entre las dieciocho (18) cuotas mensuales”, sin
tomar en cuenta que en materia contractual entre particulares
prela el principio de “autonomía de las partes”, y que es a ellas a
quienes corresponde hacer determinable el objeto de la
obligación, en principio, solo en el mismo contrato; estableciendo
la forma intrínseca de determinarlo, o remitiendo a un tercero
(previamente acordado por ellas o fijando la forma de designarlo),
o por peritos o por un juez -pero siempre que así se acuerde en
el mismo contrato…

En el presente caso nada de eso se estableció en el contrato, por


lo que si la demandante consideraba que aún con la
indeterminación del objeto de pago del contrato en cuanto a sus
cuotas, las mismas podían ser válidas (que no lo son por
indeterminadas e indeterminables -toda vez que tampoco se dijo
como determinarlas-), ha debido demandar ante un tribunal la
interpretación del contrato, y la consecuente determinación del
órgano jurisdiccional, de la forma de determinar o determinando
el mismo tribunal el monto de cada cuota, PERO PREVIO A LA
EXIGENCIA DE UNA CUALESQUIERA DE LAS CUOTAS, para
poder colocar en mora a los deudores, pues si el monto de las
cuotas no estaba previamente determinado, nunca por motivo de
falta de pago de cuotas hubiere habido mora…”. (Resaltados del
texto).

Para decidir, la Sala observa:

En esta denuncia el formalizante le imputa a la recurrida el vicio


de incongruencia positiva y ultrapetita, sobre la base de que el
sentenciador superior fijó un criterio para la determinación del
monto de las dieciocho (18) cuotas establecidas en el contrato
sin que la demandante se lo hubiera solicitado, utilizando la
misma argumentación empleada para sustentar la denuncia
anterior relativa al vicio de inmotivación por falta absoluta de
fundamentos de derecho.

Ante la delación planteada, la Sala debe aclarar en qué consisten


los vicios de incongruencia positiva y ultrapetita, tal como lo hizo
en sentencia Nº 142, de fecha 22 de mayo de 2001, expediente
Nº 00-352, en el cual estableció lo siguiente:
…Podemos encontrar que en ambas figuras (ultrapetita e incongruencia
positiva), el vicio se consolida en la conducta del sentenciador de
acordar más de lo reclamado; sin embargo, la incongruencia positiva
surge cuando se exorbite el thema decidendum, cuando la sentencia va
más allá de ‘solo lo alegado por las partes’ cuando no se ajusta a la
exigencia de exhaustividad. ‘Quiere la ley que la decisión no solo sea
manifiesta, definitiva e indubitable sino que guarde relación o
consonancia con los términos en que fue planteada la pretensión del
actor y con los términos en que fue propuesta la defensa del
demandado’. En cambio hay ultrapetita –como antes se expresó- cuando
se da al demandante más de lo pedido, en otras palabras, cuando se
condena al demandado a pagar o hacer una cosa mayor a la reclamada
por el demandante’. Se considera también que hay ultrapetita en los
pronunciamientos sobre cosas no demandadas, extrañas al problema
judicial debatido entre las partes; estos son los casos de extrapetita que
reiterada doctrina de esta Sala ha comprendido dentro del marco de la
ultrapetita...

. (Resaltado de la Sala).

El formalizante denuncia que la recurrida adolece del vicio de


incongruencia positiva y ultrapetita, sobre la base de que la parte
actora nunca le pidió al juez de alzada que determinara el monto
de cada una de las dieciocho cuotas pactadas entre las partes
para el pago de las dos cifras globales (que incluían capital e
intereses), y no obstante ello éste hizo un cálculo que no le fue
pedido para establecer el monto de cada una de las cuotas, lo
que indica que lo que delata en la recurrida es el vicio de
incongruencia positiva por haberse pronunciado el juzgador sobre
algo no pedido por las partes del litigio y no la ultrapetita que
confusamente indica en su delación.

Dada la naturaleza de esta delación relativa al vicio de


incongruencia positiva, pues la denuncia no se apoya en que el
ad quem haya dado más de lo pedido (ultrapetita), la Sala
procedió a la revisión de las actas del expediente pudiendo
constatar que la parte que expuso como defensa que si bien en el
contrato se dispuso que la deuda se pagaría en 18 meses
mediante 18 cuotas consecutivas “…NO SE ESTABLECIÓ EL
MONTO DE ESAS CUOTAS, NI LA FORMA DE DETERMINAR
LOS MONTOS DE CADA CUOTA…”, fue precisamente la parte
demandada, que acude ante esta sede de casación a delatar el
vicio de incongruencia positiva, con base en que la parte actora
no solicitó que “…como punto previo “determinará” (sic) el monto
de las 18 cuotas mensuales que establecieron las oportunidades
para el pago del capital y los intereses…”, lo que demuestra que
en la recurrida no se verificó el vicio de incongruencia positiva
que el formalizante le imputa a la recurrida, pues el
pronunciamiento del sentenciador superior tiene su fundamento
en una de las defensas esgrimidas en la oportunidad de la
contestación a la demanda.

En consecuencia, sobre la base de las razones expuestas, la


Sala encuentra que en la recurrida no se infringieron los artículos
11, 12, 15, 243 ordinal 5° y 244 del Código de Procedimiento
Civil, razón por la cual se declara improcedente la denuncia
relativa al vicio de incongruencia positiva. Así se establece.

RECURSO DE CASACIÓN POR INFRACCIÓN DE LEY

ÚNICA

Bajo el amparo del ordinal 2° del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil, se denuncia la infracción del artículo 346
ordinal 11 eiusdem, por errónea interpretación, con apoyo en la
siguiente argumentación:

“…La recurrida al aplicar esta norma, dijo lo siguiente:

De la revisión de las actas procesales, se aprecia que el Juzgado


(sic) de la causa, en decisión de fecha veintiocho (28) de febrero
de dos mil trece (2013), con respecto a la cuestión previa del
ordinal 11º del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, se
pronunció, en base a (sic) lo siguiente:

…omissis…

El Juzgado (sic) de la causa, como lo señala la representación


judicial de la parte demandada, en fecha veintiocho (28) de
febrero de dos mil trece (2013), declaró sin lugar la cuestión
previa opuesta por la representación judicial de la parte
demandada contenida en el ordinal 11° del artículo 346 del
Código de Procedimiento Civil, relativa a la prohibición de la Ley
de admitir las acción propuesta.

Como puede observarse, del fragmento transcrito de dicha


decisión interlocutoria, se aprecia que el Juez (sic) de la causa,
efectuó un pronunciamiento sobre dicha cuestión previa en lo
relativo a que, en el caso de autos no se daba el primer supuesto
previsto en el referido ordinal referido a que, la acción que nos
ocupa estuviera expresamente prohibida por alguna disposición
expresa de la Ley.

La recurrida interpreta que la expresión: “disposición expresa de


la ley”, se refiere a un tipo de ley específico, limitada en su
concepto, pues obvia aplicar como disposición expresa de la ley,
lo establecido por la doctrina, tanto de esta (sic) honorable Sala
de Casación Civil, como en la ratificación hecha por la Sala
Constitucional del máximo tribunal (sic), concretamente en la
sentencia N° 333 (9/6/2008) (sic), en la cual estableció:
…Ahora bien, la Sala Constitucional de este Supremo Tribunal en
sentencia N° 1343 de fecha 27 de mayo de 2003, expediente 02-0377,
señaló lo siguiente:

Conforme al fallo de la Sala de Casación Civil Nº 395 del 3 de febrero


de 2001, tal procedimiento para cobrar cualquier acreencia garantizada
por hipoteca es exclusivo y excluyente.

El artículo 665 del Código de Procedimiento Civil, trae una excepción a


lo señalado en el artículo 660 eiusdem, cual es, que cuando las
obligaciones garantizadas con hipoteca no llenen los extremos
requeridos en el artículo 661 del referido Código, su ejecución se
llevara a cabo mediante la vía ejecutiva.

En consecuencia, el cobro de títulos de créditos garantizados con


hipoteca, no puede judicialmente incoarse mediante el procedimiento de
intimación, y ello, a juicio de la Sala, constituye una infracción que
atenta contra el orden público, ya que resulta caótico para el deudor
hipotecario, ser demandado, incluso por endosatarios de títulos, pagar
sus montos y que la hipoteca no quede extinguida.

De igual forma, esta Sala de Casación Civil, en sentencia 422, de


fecha 21 de agosto de 2003, expediente N° 02-0358, estableció
lo siguiente:

“El crédito concedido por el Banco Principal a Venmetal C.A., fue


garantizado con hipoteca mobiliaria e hipoteca convencional de
primer grado, ésta última sobre un inmueble constituido por un
terreno y las edificaciones y construcciones existentes en éste.

El artículo 660 del Código de Procedimiento Civil establece lo


siguiente:
La obligación de pagar una cantidad de dinero garantizada con
hipoteca, se hará efectiva mediante el procedimiento de ejecución de
hipoteca establecido en el presente capítulo

La norma citada consagra el principio de que la obligación


garantizada con hipoteca se hará efectiva por medio del
procedimiento de ejecución de hipoteca. Este principio tiene una
excepción contemplada en el artículo 665 del Código de
Procedimiento Civil, a saber:
La ejecución de las obligaciones garantizadas con hipoteca que no llene
los extremos requeridos en el artículo 661 de este capítulo, se llevará a
cabo mediante el procedimiento de la vía ejecutiva

En sentencia No. 398 de fecha 3 de diciembre de 2001, en el


juicio de Sofitasa C.A contra Israel Colmenares Sánchez y otros,
esta Sala estableció lo siguiente:
...Sostiene el formalizante que la recurrida no se pronunció sobre lo
alegado en la contestación de la demanda, en relación con los extremos
requeridos que faltan en el título hipotecario para desplazar el
procedimiento de ejecución de hipoteca hacia la vía ejecutiva, no
señalado por el actor en su libelo de demanda tal como lo exige el
artículo 661 del Código de Procedimiento Civil

La Sala observa del estudio de la recurrida, que en el actual sistema, tal


forma de proceder no se corresponde con el mandato contenido en el
artículo 660 del Código de Procedimiento Civil, el que en forma
imperativa ordena que el demandante de un crédito garantizado con
hipoteca, debe acudir al especial procedimiento de Ejecución de
Hipoteca (sic) a los fines de su reclamación, sin que pueda escoger
entre ese procedimiento y el de la vía ejecutiva, al que tan solo podrá
acceder en forma excepcional, cuando no se llenen los requisitos
exigidos en el artículo 661 eiusdem, tal como lo señala el artículo 665
ibidem, lo que debe ser justificado por el demandante. De acuerdo como
quedó establecido en sentencia de fecha 5 de abril de 2000, (caso Banco
Capital C.A. contra Distribuidora Barqui Burguer S.R.L.,).

Por tanto, el procedimiento especial de “Ejecución de Hipoteca” es


exclusivo y excluyente, pues el demandante de un crédito garantizado
con hipoteca debe acudir a este procedimiento especial a los fines de su
reclamación y, el procedimiento por la “Vía Ejecutiva” es residual
porque tan sólo podrá acceder en forma excepcional cuando no llene los
requisitos exigidos en el artículo 661 del Código de Procedimiento
Civil”. (Negrillas y subrayado de la Sala).

En el presente caso, la pretensión planteada por la parte actora


contraviene lo estatuido en el artículo 660 del Código de Procedimiento
Civil, norma que expresamente señala que el procedimiento de
ejecución de hipoteca es la vía para el cobro de un crédito garantizado
con hipoteca.

Se observa de la parte pertinente transcrita del libelo de la


demanda, que en efecto, la deuda a que se contrae la presente
acción de cobro se encuentra garantizada mediante una hipoteca
especial y convencional de primer grado, por lo cual, atendiendo
a la doctrina pacifica y reiterada de esta Sala, el trámite idóneo
para obtener el pago de las cantidades adeudadas debió ser el
de ejecución de hipoteca previsto en el artículo 660 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil, sin que pueda escoger entre
ese procedimiento y el de la vía ejecutiva, al que solo podría
acceder a en forma excepcional, cuando no estuvieren cubiertos
los requisitos exigidos en el artículo 661 eiusdem…”. Resaltados
del texto).

Como puede observarse, existe una directriz establecida por las


Salas del Tribunal Supremo de Justicia, que es normal, general y
obligatoria, por ende, es ley en sentido intrínseco y material, que
prohíbe admitir por la vía ejecutiva, acciones garantizadas con
hipoteca -inmobiliaria-, de tal forma que cuando la recurrida dice
que “en el caso de autos no se daba el primer supuesto previsto
en el referido ordinal referido (sic) a que, la acción que nos ocupa
estuviera expresamente prohibida por alguna disposición expresa
de la Ley”, hace una interpretación restringida de “ley”, lo que la
lleva a desechar la cuestión previa de inadmisibilidad de la
acción, que de haber considerado “ley material” la doctrina
casacional en sus aspectos generales y obligatorios, hubiera
declarado con lugar la cuestión previa -contra la cual el recurso
de casación que dó comprendido en la definitiva-, y por ende,
hubiera desestimado sin lugar la demanda…”. (Resaltados de la
Sala).

Para decidir, la Sala observa:

De los argumentos que apoyan esta denuncia se deduce, que el


formalizante delata la infracción por errónea interpretación del
ordinal 11 del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, con
base en que el ad quem debió declarar en forma inmediata la
inadmisibilidad de la demanda, pues las obligaciones que la
actora pretende cobrar por vía ejecutiva están garantizadas con
hipotecas inmobiliaria y mobiliaria, las cuales solo se pueden
ejecutar a través del procedimiento de ejecución de hipoteca
previsto en los artículos 660 y siguientes eiusdem; y para ello
transcribe sentencias dictadas tanto por la Sala Constitucional
como por esta Sala.

Ciertamente, existe abundante jurisprudencia tanto de esta Sala


como de la Sala Constitucional, entre ellas, la sentencia N° RC-
000576 de fecha 1° de agosto de 2006, exp. N° 06-277, en la
cual se estableció lo siguiente:

“…Ha sido jurisprudencia de esta Sala que el procedimiento de


ejecución de hipoteca es exclusivo y excluyente para el cobro de
un crédito garantizado con hipoteca, sin que la parte interesada
pueda escoger entre este procedimiento y el de la vía ejecutiva.

Así, en sentencia No. 398 de fecha 3 de diciembre de 2001, en el


juicio de Sofitasa C.A., contra Israel Colmenares Sánchez y otros,
esta Sala estableció lo siguiente:

“...Sostiene el formalizante que la recurrida no se pronunció sobre


lo alegado en la contestación de la demanda, en relación con los
extremos requeridos que faltan en el título hipotecario para
desplazar el procedimiento de ejecución de hipoteca hacia la vía
ejecutiva, no señalado por el actor en su libelo de demanda tal
como lo exige el artículo 661 del Código de Procedimiento Civil.

La Sala observa del estudio de la recurrida, que en el actual


sistema, tal forma de proceder no se corresponde con el mandato
contenido en el artículo 660 del Código de Procedimiento Civil, el
que en forma imperativa ordena que el demandante de un crédito
garantizado con hipoteca, debe acudir al especial procedimiento
de Ejecución de Hipoteca (sic) a los fines de su reclamación, sin
que pueda escoger entre ese procedimiento y el de la vía
ejecutiva, al que tan solo podrá acceder en forma excepcional,
cuando no se llenen los requisitos exigidos en el artículo 661
eiusdem, tal como lo señala el artículo 665 ibidem, lo que debe
ser justificado por el demandante. De acuerdo como quedó
establecido en sentencia de fecha 5 de abril de 2000, (caso
Banco Capital C.A. contra Distribuidora Barqui Burguer S.R.L.,).

Por tanto, el procedimiento especial de “Ejecución de Hipoteca”


es exclusivo y excluyente, pues el demandante de un crédito
garantizado con hipoteca debe acudir a este procedimiento
especial a los fines de su reclamación y, el procedimiento por la
“vía ejecutiva” es residual porque tan sólo podrá acceder en
forma excepcional cuando no llene los requisitos exigidos en el
artículo 661 del Código de Procedimiento Civil”. (Negrillas y
subrayado de la Sala).

Asimismo, en sentencia N° 00422 de fecha 21 de agosto de


2003, caso: Banco Principal S.A.C.A., c/ Venmetal C.A., y Juan
Benito Jiménez, la Sala ratificó el anterior pronunciamiento y
señaló lo siguiente:

“...El crédito concedido por el Banco Principal a Venmetal C.A.,


fue garantizado con hipoteca mobiliaria e hipoteca convencional
de primer grado, ésta última sobre un inmueble constituido por un
terreno y las edificaciones y construcciones existentes en éste.

El artículo 660 del Código de Procedimiento Civil establece lo


siguiente:
La obligación de pagar una cantidad de dinero garantizada con
hipoteca, se hará efectiva mediante el procedimiento de ejecución de
hipoteca establecido en el presente capítulo

La norma citada consagra el principio de que la obligación


garantizada con hipoteca se hará efectiva por medio del
procedimiento de ejecución de hipoteca. Este principio tiene una
excepción contemplada en el artículo 665 del Código de
Procedimiento Civil, a saber:
La ejecución de las obligaciones garantizadas con hipoteca que no llene
los extremos requeridos en el artículo 661 de este capítulo, se llevará a
cabo mediante el procedimiento de la vía ejecutiva
.

...Omissis…

En el presente caso, la pretensión planteada por la parte actora


contraviene lo estatuido en el artículo 660 del Código de
Procedimiento Civil, norma que expresamente señala que el
procedimiento de ejecución de hipoteca es la vía para el cobro de
un crédito garantizado con hipoteca.

Por tanto, lo demandado por la parte actora en el presente juicio


no podía ser tramitado a través de la vía ejecutiva, pues el
artículo 660 del mencionado Código, es exclusivo y excluyente
para intentar tal reclamación.

La recurrida, al admitir por la vía ejecutiva el cobro de un crédito


garantizado con hipoteca, infringió el artículo 7 del Código de
Procedimiento Civil, el cual establece que: “...Los actos
procesales se realizarán en la forma prevista en este Código y en
las leyes especiales...”.

Todas estas razones conducen a la Sala a declarar infringidos los


artículos 660 y 7 del Código de Procedimiento Civil, y en
consecuencia, a casar de oficio y sin reenvío el fallo recurrido,
pues siendo inadmisible la demanda planteada a través de la vías
ejecutiva, es innecesario un nuevo pronunciamiento sobre el
fondo.

Por este motivo, en el dispositivo de este fallo se declarará


inadmisible la demanda incoada por el Banco Principal S.A.C.A.,
contra Venmetal C.A. y Juan Benito Jiménez, anulándose en
consecuencia, el auto de admisión de fecha 11 de octubre de
1993 proferido por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en
lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado
Aragua, así como todas las actuaciones posteriores al mismo. Así
se resuelve...”.

Asimismo, en sentencia N°00099 de fecha 12 de abril de 2005,


caso: Banco Industrial de Venezuela C.A. c/ Industrias Metálicas
Andillano C.A., esta Sala reiterando los anteriores criterios
jurisprudenciales, dejó sentado lo que a continuación se
transcribe:
...Ha sido jurisprudencia de esta Sala que el procedimiento de ejecución
de hipoteca es exclusivo y excluyente para el cobro de un crédito
garantizado con hipoteca, sin que la parte interesada pueda escoger
entre este procedimiento y el de la vía ejecutiva.

...Omissis...

En el presente caso, el Banco Industrial de Venezuela C.A. demandó a


Industrias Metálicas Andillano C.A. por cobro de bolívares, vía
ejecutiva, y el crédito que concedió a la mencionada empresa fue
garantizado por ésta, con hipoteca convencional de primer grado y
anticresis sobre un inmueble constituido por un terreno con mejoras y
bienhechurías; así como por una hipoteca mobiliaria y prenda sin
desplazamiento de posesión sobre las maquinarias a adquirir, tal como
se evidencia de la siguiente cita:

...Para garantizar al BANCO INDUSTRIAL DE VENEZUELA C.A. el


capital dado en préstamo, más los intereses y gastos de cobranza, la
prestataria constituyó las siguientes garantías: ... Hipoteca
convencional de primer grado y anticresis sobre los siguientes bienes:
a) Un lote de terreno propio, con las mejoras y binhechurías sobre él
construidas... Hipoteca Mobiliaria y Prenda sin Desplazamiento de
Posesión, sobre las maquinarias y equipos a adquirir...

...Omissis...

Consta en el documento autenticado en el Registro de Operaciones del


Banco Industrial de Venezuela C.A. ... que la empresa mercantil
INDUSTRIAS METÁLICAS ANDILLANO C.A., a través de; BANCO
INDUSTRIAL DE VENEZUELA C.A., amplió el primer crédito, antes
especificado, por un monto de SIETE MILLONES DE BOLÍVARES (Bs.
7.000.000,00).

Para garantizar al BANCO INDUSTRIAL DE VENEZUELA C.A. el


pago de la suma de SIETE MILLONES DE BOLÍVARES objeto de la
ampliación del crédito, así como el pago puntual de los intereses a la
tasa estipulada durante el plazo fijo y los de mora, si los hubiere, así
como los gastos de cobranza judicial y extrajudicial, la deudora dio en
garantía hipotecaria los mismos bienes que se especifican y determinan
en el primer crédito antes narrado.

...Omissis...

DEL DERECHO Según lo establece el Artículo (sic) 1.264 del Código


Civil... Igualmente, el Artículo 630 del Código de Procedimiento Civil,
referido a la vía ejecutiva, establece...

PETITORIO En fuerza de las razones expuestas, y por cuanto la


obligada ha incumplido la obligación de pago contraída, encontrándose
la deuda de plazo vencido, y agotadas como han sido las diversas
gestiones extrajudiciales de pago, es por lo que siguiendo instrucciones
expresas de nuestro representado, BANCO INDUSTRIAL DE
VENEZUELA C.A., procedemos, en su nombre y con fundamento en el
Artículo 630 del Código de Procedimiento Civil, a demandar por VIA
EJECUTIVA a la empresa INDUSTRIAS METÁLICAS ANDILLANO
C.A., plenamente identificada en este libelo, para que convenga o en su
defecto a ello sea condenada por el Tribunal (sic), en pagar las
siguientes cantidades y conceptos...

. (Mayúsculas, negritas y subrayado de la demanda).


De conformidad con la jurisprudencia anteriormente citada el Banco
Industrial de Venezuela C.A. debió seguir el procedimiento de ejecución
de hipoteca que es exclusivo y excluyente para el cobro de un crédito
garantizado con hipoteca y no optar por la vía ejecutiva porque de
acuerdo a lo ya indicado, no estaba facultado para elegir entre estos
procedimientos. Por tanto, al demandar por vía ejecutiva el cobro de
bolívares garantizado con hipoteca convencional de primer grado,
infringió los artículos 660 y 7 del Código de Procedimiento Civil.
(Negrillas de la Sala).

Por esas razones, esta Sala casa de oficio y sin reenvío el fallo
recurrido, pues siendo inadmisible la demanda planteada a través de la
vía ejecutiva, es innecesario un nuevo pronunciamiento sobre el fondo.
Asimismo, en el dispositivo de este fallo se declarará inadmisible la
demanda incoada por el Banco Industrial de Venezuela C.A. contra
Industrias Metálicas Andillano C.A., anulándose en consecuencia, el
auto de admisión de fecha 23 de abril de 1997 proferido por el Juzgado
Séptimo de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil Bancario con
Competencia Nacional y sede en la Ciudad de Caracas, así como todas
las actuaciones posteriores al mismo. Así se establece...

Conforme al criterio de esta Sala, el procedimiento de ejecución


de hipoteca es exclusivo y excluyente para el cobro de un crédito
garantizado con hipoteca, sin que la parte interesada pueda
escoger entre este procedimiento y el de la vía ejecutiva. En igual
sentido, la Sala Constitucional, estableció lo siguiente:

“...el inminente procesalista venezolano José Andrés Fuenmayor,


en relación al artículo 665 del Código de Procedimiento Civil,
señaló que:
…Esta disposición era necesaria y complementaria del juicio de
ejecución de hipoteca, porque habiendo sido éste establecido sobre
formas procesales rigurosas se determinó que hay casos en los cuales
una obligación que si bien está garantizada con hipoteca no es posible
exigir su cumplimiento dentro de este mecanismo, pues dejaría
indefenso al deudor. Tales son todos los casos en que la obligación
consiste en una suma determinada de dinero exigible y determinable,
pero cuya liquidez ha sido establecida en ausencia del deudor. En estos
casos no puede negársele a éste el derecho de discutir el monto de la
obligación y para obtener tal determinación de una manera legalmente
estricta sólo existe la garantía del juicio ordinario. En estos casos habrá
que recurrir, obligatoriamente, al procedimiento de la ejecución de
hipoteca en vía ejecutiva, tal como lo exige el artículo que comentamos,
y no en la vía electiva en que lo permitía el artículo 537 del anterior
Código de Procedimiento Civil, cuando establecía: ‘El acreedor
hipotecario podrá optar entre este procedimiento y el de la vía
ejecutiva’.(…)Como hemos visto en lo anteriormente expuesto el juicio
de ejecución de hipoteca ha sufrido una gran transformación. Esto
cuenta para los abogados anteriores a la puesta en vigencia del actual
Código de Procedimiento Civil. Hoy no es posible hablar de
reconvención en el procedimiento de ejecución de hipoteca actual, ni de
introducir incidencias para retardar la marcha del procedimiento. Una
cosa de agregar antes de terminar y es que el procedimiento de
ejecución de hipoteca no es electivo sino obligatorio, tal como lo
establece expresamente el artículo 660 del Código de Procedimiento
Civil, en concordancia con los artículos 22 t 338 ejusdem…

Subrayado de la Sala. (Revista de la Facultad de Derecho de la


Universidad Católica Andrés Bello. 1997. La Ejecución de
Hióteca. Pág. 277)

Al respecto la Sala de Casación Civil de éste Tribunal Supremo


de Justicia, en reiterada jurisprudencia ha dejado clara la
intención del legislador, a saber:
…La Sala observa del estudio de la recurrida, que en el actual sistema,
tal forma de proceder no se corresponde con el mandato contenido en el
artículo 660 del Código de Procedimiento Civil, el que en forma
imperativa ordena que el demandante de un crédito garantizado con
hipoteca, debe acudir al especial procedimiento de Ejecución de
hipoteca a los fines de su reclamación, sin que pueda escoger entre ese
procedimiento y el de la vía ejecutiva, al que tan solo podrá acceder en
forma excepcional, cuando no se llenen los requisitos exigidos en el
artículo 661 eiusdem, tal como lo señala el artículo 665 ibidem, lo que
debe ser justificado por el demandante. De acuerdo como quedó
establecido en sentencia de fecha 5 de abril de 2000, (caso Banco
Capital C.A. contra Distribuidora Barqui Burguer S.R.L.,). Por tanto, el
procedimiento especial de “Ejecución de Hipoteca” es exclusivo y
excluyente, pues el demandante de un crédito garantizado con hipoteca
debe acudir a éste procedimiento especial a los fines de su reclamación
y, el procedimiento por la “vía ejecutiva” es residual porque tan sólo
podrá acceder en forma excepcional cuando no llene los requisitos
exigidos en el artículo 661 del Código de Procedimiento Civil…”
(Subrayado y negrilla de esa Sala) (Sentencia SCC. del 3 de diciembre
de 2001. Caso: Sofitasa C.A)

Ahora bien, evidentemente el demandante en la causa principal, debió


acudir al procedimiento de ejecución de hipoteca y no al de vía
ejecutiva, en virtud de que éste último es un procedimiento alterno
conforme al supuesto contenido en el artículo 665, citado supra; sólo en
casos en que el acreedor no llene los extremos requeridos en el artículo
661 del Código de Procedimiento Civil, circunstancia que no fue
alegada por el Banco Industrial de Venezuela, en el juicio de origen al
momento de interponer la demanda ante el Tribunal de Primera
Instancia.

En efecto la Sala aprecia de los autos (anexo 1 que riela de los folios 33
al 39), el contrato de hipoteca suscrito entre el hoy solicitante e
Industrias Metálicas Andillano C.A., debidamente protocolizado ante la
Oficina Subalterna de Registro del Distrito Cárdenas del estado Táchira
el 15 de abril de 1988. Por lo que el demandante (hoy solicitante) debió
acudir al procedimiento de ejecución de hipoteca, previsto
expresamente en el Código de Procedimiento Civil.

…omissis…

Como puede observarse, la Sala Constitucional de este Alto Tribunal


reiteró lo establecido por esta Sala de Casación Civil, y dejó sentado
que es obligatorio para los jueces resolver los problemas jurídicos
tomando en consideración los principios y postulados constitucionales
de derecho de defensa, debido proceso y tutela judicial efectiva, que
guarda relación con la legalidad de las formas procesales, y visualiza al
proceso como un medio para la realización de la justicia.

En ese sentido, indicó que el procedimiento de ejecución de hipoteca


establecido en la ley, para regular los casos de préstamos garantizados
con hipoteca, no es de la discrecionalidad de las partes, sino un
mandato de la ley; por tanto, es obligatorio para los sujetos procesales,
esto es, para los justiciables y sentenciadores cumplir con lo establecido
en el ordenamiento jurídico, cuando existan los supuestos legales que
ponen en movimiento este procedimiento, para garantizar de esa
manera, entre otros, los principios de seguridad jurídica, estado de
derecho, tutela judicial efectiva invocados en la Constitución.

De allí que, es definitivo que el procedimiento de ejecución de hipoteca


no es electivo sino obligatorio, exclusivo y excluyente en los casos de
crédito garantizado con hipoteca, pues con ello se protege la integridad
objetiva del procedimiento, en el que está interesado el orden público,
para que la justicia sea efectiva. En otras palabras, las normas
establecidas en las leyes, que regulan los procedimientos a seguir, para
obtener justicia no pueden ser modificados por los particulares en
función de sus intereses porque son de orden público; lo contrario,
vulneraría de forma flagrante los principios constitucionales que rigen
el fundamento actual de impartir justicia…

. (Negrillas en el último párrafo de la Sala, demás resaltados del


texto).

Ahora bien, que la totalidad de una obligación que ha


sido garantizada con hipotecas (convencional de primer grado y
mobiliaria) pretenda ser cobrada a través de la vía ejecutiva,
prevista en los artículos 630 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, cuando la ley prevé de manera exclusiva y
excluyente el procedimiento por ejecución de hipoteca previsto en
los artículos 660 y siguientes eiusdem, es inaceptable e ilegal;
pero que una obligación o deuda mayor por Bs. 5.855.186,78,
haya sido garantizada con una hipoteca convencional de primer
grado por Bs. 2.087.896,50 y una hipoteca mobiliaria por Bs.
1.250.727,57, vale decir, que ambas garantías hipotecarias no
cubren la totalidad de la deuda y, en consecuencia, queda un
saldo deudor de Bs. 2.516.562,70 que no está garantizado con
hipoteca alguna, no impide que el acreedor puede demandar el
cobro de esa suma líquida (determinable) y exigible (de plazo
vencido) a través de la vía ejecutiva, prevista en los artículos 630
y siguientes ibidem, tal como sucede en el caso que se examina.

Lo antes expuesto, pone de relieve que lo decidido en la alzada


en cuanto a que esta demanda por cobro de bolívares por vía
ejecutiva no es contraria a ninguna disposición de la ley,
demuestra que el ad quem hizo una correcta interpretación del
ordinal 11 del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, y no
como indebidamente lo planteó el formalizante.

En ese sentido, la Sala observa que el formalizante incurre en


errónea interpretación al querer igualar el caso a que se refiere la
jurisprudencia, antes transcrita y debidamente razonada, con la
situación fáctica que se demanda a través de este juicio por vía
ejecutiva, pretendiendo que la misma fuera
declarada inadmisible en forma inmediata por el juez a quo, con
base en que es contraria a una disposición expresa de la ley,
específicamente al artículo 630 del Código de Procedimiento
Civil, porque -a su juicio- la suma que se pretende cobrar por vía
ejecutiva no es una suma líquida y exigible como lo exige dicha
disposición legal. Así se declara.

En consecuencia, con base en los argumentos antes expuestos,


la Sala declara improcedente la infracción por errónea
interpretación del artículo 346 ordinal 11 del Código de
Procedimiento Civil. Así se establece.

II
Bajo el amparo del ordinal 2° del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, se denuncia en la recurrida la infracción del
artículo 660 eiusdem, por falta de aplicación, con apoyo en los
siguientes argumentos:

“…El artículo 630 (sic) establece que: “La obligación de pagar


una cantidad de dinero garantizada con hipoteca, se hará efectiva
mediante el procedimiento de ejecución de hipoteca establecido
en el presente Capítulo…”.

El alcance de esta disposición ha sido establecido por la doctrina,


tanto de esta honorable (sic) Sala de Casación Civil, como en la
ratificación hecha por la Sala Constitucional del máximo tribunal
(sic), y así fue observado por esta representación en la
oportunidad de la contestación de la demanda, en cuyo capítulo
V se dijo:

“La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, y la


Sala de Casación Civil del mismo Tribunal Supremo de Justicia,
han dicho que la deuda que se encuentre garantizada mediante
una hipoteca especial y convencional, debe accionarse mediante
el procedimiento especial de ejecución de hipoteca previsto en el
artículo 660 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, sin
que el acreedor pueda escoger entre este procedimiento y el de
la vía ejecutiva.

…omissis…

Como puede observarse, de conformidad con el artículo 630


Procesal (sic), cuando una obligación está garantizada con
hipoteca -inmobiliaria-, el procedimiento idóneo, exclusivo y
excluyente, es el de ejecución de hipoteca, de tal manera que al
no haber sido aplicado el mismo por la recurrida, la llevó a decidir
sobre el fondo y a declarar parcialmente con lugar la demanda y
condenar al pago de cantidades de dinero, cuando lo que ha
debido hacer era declarar inadmisible la demanda.

En efecto, la recurrida estableció lo siguiente:


… Observa este Tribunal (sic), que el demandante en su libelo de
demanda, señaló que en la cláusula tercera del documento fundamental,
se había constituido fianza solidaria que comprometía al ciudadano
JOSÉ NICOLÁS CÁRDENAS BUSTAMANTE, como fiador y principal
pagador de las obligaciones asumidas por la sociedad mercantil NYC
CONSTRUCCIONES C.A., lo cual había sido aceptado por su cónyuge
ciudadana TATIANA NINOSKA GALEAZZI DE CÁRDENAS.

Que adicionalmente a dicha garantía, se habían constituido una


hipoteca convencional sobre un inmueble propiedad de la sociedad
mercantil NYC CONSTRUCCIONES C.A., y una hipoteca mobiliaria
sobre el bien propiedad de la referida empresa a que se hizo referencia
anteriormente.

Que de las dos garantías constituidas por la sociedad mercantil NYC


CONSTRUCCIONES C.A., la primera de ellas fue demandada el cinco
(05) de diciembre de dos mil once (2011) y admitida el diecisiete (17) de
enero de dos mil doce (2012), por el Juzgado Quinto de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de esta
Circunscripción Judicial, expediente número AP11-M-2011-00694 de la
nomenclatura interna de dicho Tribunal, por el monto de DOS
MILLONES OCHENTA Y SIETE MIL OCHOCIENTOS NOVENTA Y
SEIS BOLÍVARES CON CINCUENTA CÉNTIMOS (Bs. 2.087.896,50),
que constituía la suma garantizada.

Que en cuanto a la segunda garantía, fue demandada en fecha ocho (08)


de febrero de dos mil doce (2012), y admitida el doce (12) de marzo de
ese mismo año, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de esta Circunscripción Judicial,
expediente número AP11-M-2012-00063, de la nomenclatura interna de
ese Tribunal, por la cantidad de UN MILLÓN DOSCIENTOS
CINCUENTA MIL SETECIENTOS VEINTISIETE BOLÍVARES CON
CINCUENTA Y SIETE CÉNTIMOS (Bs. 1.250.727,57), que constituía la
suma garantizada. (Resaltados de la Sala).

…omissis…

A tales efectos, acompañó copia simple de escritos libelares de


demandas y sus respectivos autos de admisión, por los Juzgados Quinto
y Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas…

Por su parte, la demandada en la contestación de la demanda, invocó la


inadmisibilidad de la acción por la indebida división de la obligación
demandada y del procedimiento empleado para su ejecución, para lo
cual citó sentencia de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo
de Justicia.

Adujo que se habían constituido tres tipos de garantías de diferente


naturaleza, (una hipoteca inmobiliaria, una hipoteca mobiliaria y una
fianza personal); y que todas ellas para garantizar la devolución del
préstamo y en general para responder del exacto cumplimiento de las
obligaciones contraídas en el documento, sus intereses convencionales y
moratorios, así como los gastos judiciales y extrajudiciales si lo
hubiere.

Que la obligación contraída -contrato de reestructuración de préstamo-


de una suma de dinero, era una sola obligación, única e indivisible,
aunque el dinero fuera un bien divisible.

Que el acreedor solo podía exigir el pago de la obligación a través de


un solo procedimiento, pero que, como quiera que las garantías
constituidas eran de distintas naturaleza y la ejecución de éstas se
tramitaba por procedimientos incompatibles entre sí, el acreedor solo
podía optar por la ejecución de hipoteca, que tenía prelación sobre las
otras dos, por ser exclusiva y excluyente, según la doctrina de la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia. (Negrillas del texto).

…omissis…

Ante ello, tenemos:

En este caso específico, se observa que efectivamente, como ya se dijo,


para garantizar las obligaciones asumidas en el contrato acompañado
por la parte actora en su libelo de la demanda, al cual se le atribuyó
valor probatorio, fueron constituidas tres garantías distintas, a saber:
Hipoteca inmobiliaria e hipoteca mobiliaria sobre los bienes inmuebles
y muebles, ya identificados en este fallo, propiedad de la sociedad
mercantil NYC CONSTRUCCIONES C.A., y fianza personal del
ciudadano JOSÉ NICOLÁS CÁRDENAS BUSTAMANTE, aceptada por
su cónyuge TATIANA NINOSKA GALEAZZI DE CÁRDENAS.

Como también se indicó, la ejecución de las hipotecas inmobiliaria y


mobiliaria, respectivamente, fueron demandadas separadamente hasta
por los montos de dichas garantías; las cuales están siendo tramitadas
por los Juzgados Quinto y Segundo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, también respectivamente.

Lo pretendido en este asunto, es que la deudora y los fiadores le paguen


al demandante las cantidades que se les reclama, con motivo del
instrumento de fecha veintisiete (27) de junio de dos mil once (2011), y
que para la fecha de presentación de la misma, ascendía a la suma de
DOS MILLONES QUINIENTOS DIECISEIS QUINIENTOS SESENTA Y
DOS BOLÍVARES CON SETENTA CÉNTIMOS (Bs. 2.516.562,70), la
cual resulta de restarle a la deuda total, lo demandado en ejecución de
las garantías hipotecarias, más los gastos preparatorios.

A criterio de esta Sentenciadora (sic), en este caso concreto, el


demandante actúo ajustado a derecho, ya que, no podía acumular en un
mismo libelo pretensiones que se tramitaran por procedimiento que
resultaran incompatibles. En efecto, la ejecución de las hipotecas
inmobiliaria y mobiliaria, tienen procedimientos especialísimos, que son
incompatibles con la vía ejecutiva, a través de la cual debía tramitarse
la demanda de cobro de bolívares por el saldo restante de la deuda no
garantizado con hipoteca; y en modo alguno, el actuar del demandante
contraría lo dispuesto en el artículo 574 del Código de Procedimiento
Civil; porque como se dijo, cada uno de ellos, fueron dados en garantía
hipotecaria para asegurar el cumplimiento de las obligaciones
asumidas en el documento fundamental de la demanda, de fecha
veintisiete (27) de junio de dos mil once (2011), antes identificado, hasta
por el monto de cada una de las respectivas garantías. En otras
palabras, si el demandante lo hubiese hecho como lo sugiere la parte
demandada, sin duda alguna, hubiere podido incurrir en la inepta
acumulación de pretensiones a que se refiere el artículo 78 del Código
de Procedimiento Civil, dada la incompatibilidad de los tres
procedimientos mencionados.

En razón de lo anterior, la defensa opuesta por la parte demandada en


este sentido, debe ser desechada. Así se declara…

. (Negrillas del texto).

Como puede observarse, de conformidad con el artículo 630


Procesal (sic), cuando una obligación está garantizada con
hipoteca -inmobiliaria-, el procedimiento idóneo, exclusivo y
excluyente, es el de ejecución de hipoteca, de tal manera que al
no haber sido aplicado el mismo por la recurrida, la llevó a decidir
sobre el fondo y a declarar parcialmente con lugar la demanda y
condenar al pago de cantidades de dinero, cuando lo que ha
debido hacer era declarar inadmisible la demanda…”.

Para decidir, la Sala observa:


En esta denuncia relativa a la infracción por falta de aplicación
del artículo 660 del Código de Procedimiento Civil, que regula el
procedimiento por ejecución de hipoteca, el formalizante insiste
en que por haberse constituido una hipoteca convencional de
primer grado y una hipoteca mobiliaria para garantizar el
préstamo que le adeuda a la entidad financiera demandante, no
obstante que las mismas no abarcaban el monto total de la suma
adeudada, la parte demandante ha debido tramitar el cobro del
saldo pendiente que no estaba garantizado por hipoteca alguna a
través de las demandas por ejecución de hipoteca que ha
intentado en contra de sus representados.

Sobre ese aspecto en particular, ya la Sala se pronunció al


analizar la denuncia por infracción de ley relativa a la errónea
interpretación del ordinal 11 del artículo 346 del Código de
Procedimiento Civil, al afirmar que como “…queda un saldo
deudor de Bs. 2.516.562,70 que no está garantizado con
hipoteca alguna, [ello] no impide que el acreedor puede
demandar el cobro de esa suma líquida (determinable) y exigible
(de plazo vencido) a través de la vía ejecutiva, prevista en los
artículos 630 y siguientes ibidem, tal como sucede en el caso que
se examina…”, lo que determina la improcedencia de esta
denuncia, pues mal podrá ser infringida una norma jurídica por
falta de aplicación -en este caso el artículo 660 eiusdem- si la
misma no es la aplicable para resolver el asunto controvertido
sometido a la consideración de los jueces de instancia. Así se
declara.

En consecuencia, sobre la base de los razonamientos antes


expuestos, se declara improcedente la infracción por falta de
aplicación del artículo 660 del Código de Procedimiento Civil,
pues la misma no es la aplicable al caso. Así se decide.

III

De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil, se denuncia en la recurrida la infracción del
artículo 3° de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
por falta de aplicación, y de la doctrina emanada de las Salas,
respecto al carácter exclusivo y excluyente del procedimiento de
ejecución de hipoteca cuando una obligación está garantizada
con ella, con base en la siguiente argumentación:
…El artículo 3 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
establece que: “Máxima instancia. El Tribunal Supremo de Justicia es
el más alto tribunal de la República; contra sus decisiones, en
cualquiera de sus Salas, no se oirá, ni admitirá acción ni recurso
alguno, salvo lo que se dispone en la presente Ley”.

Esto implica que sus decisiones son obligatorias, no solo para el caso
concreto que las suscita, sino para todos, en los aspectos generales o
interpretativos que se subsuman en los mismos. Le deviene autoridad,
no solo de cierre del caso concreto, sino de que “es así” lo dicho por
ellas -las Salas-

En este sentido, y en lo aplicable al caso de marras, lo establecido por


la doctrina, tanto de este honorable (sic) Sala de Casación Civil, como
en la ratificación hecha por la Sala Constitucional del máximo tribunal
(sic), concretamente, en la sentencia N° 333 (9/6/2998) (sic), tiene un
carácter general y obligatorio. En efecto, en esta doctrina se lee:

…La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, y la Sala de


Casación Civil del mismo Tribunal Supremo de Justicia, han dicho que
la deuda que se encuentre garantizada mediante una hipoteca especial y
convencional, debe accionarse mediante el procedimiento especial de
ejecución de hipoteca previsto en el artículo 660 y siguientes del Código
de Procedimiento Civil, sin que el acreedor pueda escoger entre ese
procedimiento y el de la vía ejecutiva.

Esto dijo la Sala de Casación Civil, al casar de oficio una sentencia en


la que ratificó esa doctrina -y en la que refiere su acogida por parte de
la Sala Constitucional, en sentencia N° 333 (9/6/2008) (sic), entre otras:

…omissis…

Como puede observarse, de conformidad con esta doctrina general,


cuando una obligación está garantizada con hipoteca -inmobiliaria-, el
procedimiento idóneo, exclusivo y excluyente, es el de ejecución de
hipoteca, de tal manera que al no haber sido aplicado el mismo por la
recurrida, la llevó a decidir sobre el fondo y a declarar parcialmente
con lugar la demanda y condenar al pago de cantidades de dinero,
cuando lo que ha debido hacer era declarar con lugar la cuestión
previa, y sin lugar la demanda, desechando la acción…

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante denuncia la infracción en la recurrida por falta de


aplicación del artículo 3° de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, sobre la base de que el ad quem ha debido
declarar con lugar la cuestión previa prevista en el ordinal 11 del
artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, vale decir, la
prohibición de la ley de admitir la acción propuesta o cuando solo
permite admitirla por determinadas causales que no son las
alegadas en la demanda, en acatamiento de las sentencias
dictadas por la Sala Constitucional y esta Sala de Casación Civil
que cita y transcribe en su escrito de formalización.

Lo primero que cabe destacar es que en las sentencias números


1343 del 27 de mayo de 2003, exp. N° 02-377 y 333 del 9 de
junio de 2008, exp. N° 07-526, proferidas por la Sala
Constitucional y Sala de Casación Civil, respectivamente, las
cuales cita y transcribe en su escrito de formalización -como ya
se señaló y cuya transcripciones parciales se dan aquí por
reproducidas- se refieren a obligaciones que han sido
garantizadas en su totalidad bien sea con hipotecas inmobiliarias,
mobiliarias o ambas.

La confusión del formalizante estriba en que si bien las


decisiones de ambas Salas se refieren a obligaciones que han
sido garantizadas totalmente por hipotecas convencionales de
primer grado y/o mobiliarias, cuya ejecución debe tramitarse de
manera exclusiva y excluyente por el procedimiento previsto en la
ley, específicamente en los artículos 660 y siguientes del Código
de Procedimiento Civil, el caso concreto trata de una obligación
dineraria que no fue garantizada totalmente con las hipotecas
inmobiliaria y mobiliaria que se constituyeron con el fin de
garantizar el cumplimiento de la obligación asumida por la parte
demandada sino que quedó una cantidad de dinero pendiente por
cobrar, determinada y exigible, que no fue cubierta con esas
garantías hipotecarias y que, por ende, el acreedor podía escoger
la vía ejecutiva para su tramitación y sustanciación hasta lograr el
pago definitivo por parte de sus deudores.

Lo que sí no podía hacer el acreedor, como lo pretende el


formalizante, era demandar por el procedimiento de ejecución de
hipoteca, el cobro de esa cantidad dineraria, líquida y exigible,
que no fue cubierta por alguna garantía hipotecaria, pues ello
hubiera dado lugar a que se excluyera tal suma de la demanda o
de haber acumulado la pretensión de cobro de bolívares, vía
ejecutiva, no prosperara la demanda por ejecución de hipoteca
debido a la denominada inepta o indebida acumulación de
pretensiones, por ser ambos procedimientos excluyentes entre sí.
Así se declara.

DECISIÓN

En mérito de las precedentes consideraciones, este Tribunal


Supremo de Justicia en Sala de Casación Civil, administrando
justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y
por autoridad de la ley, declara SIN LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por la parte demandada,
sociedad de comercio NYC CONSTRUCCIONES, C.A., como
deudora principal, y los ciudadanos JOSÉ NICOLÁS
CÁRDENAS BUSTAMANTE y TATIANA GALEAZZI DE
CÁRDENAS, en su condición de fiador y cónyuge de éste,
respectivamente, contra la sentencia dictada por el Juzgado
Superior Cuarto en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en
fecha 26 de enero de 2015.

SE CONDENA al pago de las costas del recurso a la parte


demandada recurrente, de conformidad con lo pautado en el
artículo 320 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente al tribunal de la


causa, es decir, al Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala


de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en
Caracas, a los veintiocho (28) días del mes de julio de dos mil
quince. Años: 205º de la Independencia y 156º de la Federación.

Presidente de la Sala,

____________________________

GUILLERMO BLANCO VÁSQUEZ

Vicepresidente,

_______________________________

LUÍS ANTONIO ORTÍZ HERNÁNDEZ

Magistrada,

____________________________

YRIS ARMENIA PEÑA ESPINOZA

Magistrada,

_________________________

ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ

Magistrada Ponente,

________________________

MARISELA GODOY ESTABA

Secretario,

___________________________

CARLOS WILFREDO FUENTES

Exp.: Nº AA20-C-2015-000207 Nota: Publicado en su fecha a las

Secretario,

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