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CA P Í T U L O e49

Conducta y patología sexual


A. Otero y E. Gómez

P U N T O S C L AV E
• La diferenciación sexual ocurre en diversas etapas al que ha sido asignado al nacer, lo que condiciona un intenso
que se inician en el momento de la concepción. Está deseo de cambio de su anatomía (reasignación sexual)
influenciada por diversos factores que actúan de forma para poder vivir acorde con el sexo con el que se identifica.
cronológica: inicialmente los cromosomas, después las • Las disfunciones sexuales pueden ser producidas
hormonas gonadales y finalmente cierta influencia del por factores psicológicos, orgánicos o por la interacción
ambiente. En cualquiera de estas etapas puede ocurrir una de ambos. Sin embargo, todas ellas tienen una
inversión de la dirección de la diferenciación en sentido característica común: la ansiedad que provocan en el
contrario, dando lugar a las llamadas alteraciones de la individuo que las padece y/o en su pareja.
diferenciación sexual o intersexos. • En su acepción más extendida, la parafilia se asocia
• El transexualismo es la forma más extrema de disforia al hecho de obtener una excitación sexual a través de
de género. Se caracteriza porque el individuo experimenta estímulos que no se consideran «normales». Es un
un gran malestar y sentimientos de inadecuación con el sexo fenómeno complejo y escasamente estudiado.

INTRODUCCIÓN obtenidos pueden ser de gran utilidad para el diagnóstico


psicopatológico y, en algunos casos, permitirán descubrir
La conducta sexual humana es un fenómeno complejo fruto alteraciones no explicitadas por el paciente. Es indudable
de la interacción de una serie de factores de diversa índole. que este tipo de exploración es algo delicado, pues no basta
El abordaje de la patología sexual se complica todavía más con poseer una información actualizada, sino que es preciso
por la escasa utilidad que tiene en la clínica el concepto de saber sustraerse de las actitudes subjetivas y/o eventual-
normalidad, que, por otra parte, es extremadamente dif ícil mente problemas personales sin resolver. Paradójicamente,
de definir en este tipo de conducta. No es de extrañar, por los distintos programas docentes apenas contemplan la
tanto, que su estudio adolezca de algunas limitaciones. necesidad de una formación en este sentido.
El significado exacto de los neurotransmisores y las hor- En este capítulo se tratará, en primer lugar, el tema de
monas en la manifestación de la sexualidad constituye un la diferenciación sexual y las alteraciones de la diferen-
tema tan apasionante como confuso. Asimismo, existen ciación sexual. En segundo lugar, la disforia de género. A
pruebas abrumadoras a favor de la influencia ejercida por continuación, las disfunciones psicosexuales ocasionadas
el ambiente desde los inicios de la vida del individuo. Con por alguna alteración en la respuesta sexual. En la última
los conocimientos disponibles y sin que se haya llegado a parte se hará referencia a las parafilias, conductas sexuales
formulaciones concluyentes, las distintas escuelas (biologis- que se consideran patológicas por el tipo de estímulo que
tas, ambientalistas, etc.) han aportado datos de suficiente las desencadena.
interés como para que resulte sorprendente la frecuencia
con que se omite la historia sexual en la exploración de los
pacientes. Bajo la afirmación de que se trata de un tema DIFERENCIACIÓN SEXUAL
poco relevante, a menudo se esconde una incomodidad o
simplemente una ignorancia por parte del profesional. No Etapas de la diferenciación sexual
es preciso compartir la idea freudiana de que toda neurosis humana
tiene en su base un conflicto sexual no resuelto, para aceptar
que una anamnesis debe incluir preguntas adecuadamente La diferenciación sexual se inicia en el momento de la
formuladas sobre el funcionamiento sexual. Los datos así concepción y está determinada por los cromosomas, y el

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embrión tendrá un patrón cromosómico masculino o feme- existe, hacia ovarios (fig. e49-1). Alrededor de la octava
nino (XY en el varón y XX en la mujer). A partir de entonces semana ya se puede detectar la secreción de testosterona si
se suceden una serie de etapas que pueden modificar y hasta la diferenciación ha sido hacia testículos.
invertir el legado genético. La ulterior formación de los genitales internos y externos
En un desarrollo normal, hacia la sexta semana de ges- ya no depende de los cromosomas, sino de los andrógenos
tación, la presencia del cromosoma Y, concretamente del circulantes (testosterona y dihidrotestosterona). Si la testos-
antígeno H-Y, determina que las gónadas primarias indife- terona se encuentra en cantidad insuficiente, el feto desarro-
renciadas, que son bipotenciales, comiencen a diferenciarse. lla unos genitales femeninos internos (a partir del desarrollo
Si existe el antígeno H-Y, se diferencian a testículos. Si no de los conductos de Wolf y desaparición de los de Muller) y
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA e49-1  Parámetros que definen el sexo durante el desarrollo fetal. (De Gómez Gil y Esteva de Antonio. Ser
transexual. Editorial Glosa, Barcelona 2006.)
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externos (tras la diferenciación del seno urogenital), y dará yW­ itschi, en 1963, demostraron que trasplantando un
lugar a la formación de genitales internos (epidídimo, con- testículo a larvas femeninas de la rana Xenopus laevis,
ductos deferentes y vesículas seminales) y externos (pene, conseguían que éstas evolucionaran como machos. Del
escroto y próstata) masculinos. mismo modo, añadiendo estrógeno al agua en que había
En el caso de las mujeres, para que los genitales se dife- larvas masculinas obtuvieron ranas hembras. En ambos
rencien como femeninos, las hormonas ováricas son irre- casos, se produjo una auténtica inversión de sexo. Luego, al
levantes: es suficiente con que no existan andrógenos. En entrecruzar los animales alterados, obtuvieron un genotipo
este caso, a partir de los conductos de Müller se formarán nuevo, desconocido en condiciones naturales. Por su parte,
los genitales internos femeninos (trompas de Falopio, útero, Yamamoto y cols. (1955, 1962) llegaron a resultados pareci-
tercio superior de la vagina), y a partir del seno urogenital dos con un pez de la especie Oryzias latipes. Sin embargo,
los genitales externos femeninos (labios mayores y menores, estos últimos fueron más allá y se dedicaron a estudiar el
clítoris, dos tercios inferiores de la vagina). Así pues, si el comportamiento de los nuevos genotipos obtenidos (YY).
cromosoma Y fue lo que determinó en su momento que Comparados con los machos normales (XY), aquéllos reali-
las gónadas se convirtieran en testículos u ovarios, ahora zaban más contactos sexuales con hembras y defendían su
es el andrógeno fetal el que regula la diferenciación sexual, predominio en el apareamiento con mayor agresividad. En
ya que, en su ausencia, todos los embriones desarrollarían los mamíferos, a pesar de que la manipulación del ambien-
genitales externos femeninos, aun en el caso de poseer tes- te hormonal del embrión es más dif ícil, se han obtenido
tículos (fig. e49-1). también inversiones parciales de sexo. No obstante, los
Sin embargo, la función de los andrógenos en la diferen- individuos resultantes no son capaces de reproducirse.
ciación sexual del feto no se acaba en los genitales, sino que, En los humanos, en quienes la experimentación a
además, se sabe que también actúan en el cerebro. En 1936, estos niveles no es posible por razones obvias, se pueden
ya Pfeiffer y cols., trabajando con ratas, observaron que, observar, sin embargo, alteraciones de la diferenciación
independientemente del sexo genético, la falta de testículos sexual. En lo que respecta a los cromosomas, puede haber
en una etapa crítica del desarrollo embrionario determinaba pérdidas o adiciones y también deformaciones o roturas.
una ulterior secreción cíclica (femenina) de las gonado- Entre los casos mejor estudiados destacan el síndrome de
tropinas hipofisarias. Mientras que la presencia de testículos Turner, con el cariotipo 45,X, y el síndrome de Klinefelter,
daba lugar a una secreción continua o tónica (masculina) con el cariotipo XXY. Otras veces, sin existir irregulari-
de las mismas. Estudios posteriores han confirmado este dades cromosómicas, la diferenciación sexual es anómala
hallazgo y todo parece indicar que, también en los humanos, debido a alteraciones hormonales que producen diversas
la estimulación androgénica cerebral es fundamental para discrepancias entre los genitales externos y los internos
que, durante el período crítico, el eje hipotálamo-hipófiso- (tabla e49-1). Los más frecuentes son los casos de pseudo-
gonadal (H-H-G) tenga una actividad cíclica. Por el con- hermafroditismo. El ejemplo paradigmático está represen-
trario, si la estimulación androgénica es elevada, en el futuro tado por el síndrome de feminización testicular o síndrome
este eje no presentará ciclos. En los humanos, el período de Morris, que corresponde a un pseudohermafroditismo
crítico abarca desde el cuarto al séptimo mes de la vida masculino. En este síndrome, a pesar de existir cromoso-
intrauterina. mas XY, gónadas masculinas (testículos intraabdominales),
El proceso de diferenciación sexual, no obstante, no se el feto desarrolla genitales externos femeninos (cuello del
completa durante la gestación, sino que sigue después del útero, vagina, vulva). Tras el nacimiento se le asigna sexo
nacimiento, especialmente en los primeros años. La res- femenino y su identidad de género y desarrollo puberal es
ponsabilidad en esta última etapa ya no pertenece a los como mujer. La causa de este fenómeno radica en la apari-
factores biológicos, sino que recae sobre factores ambienta- ción espontánea de una insensibilidad de todas las células
les aún escasamente conocidos. Así pues, la diferenciación del organismo a los andrógenos, probablemente de origen
sexual tiene lugar de modo semejante a lo que ocurre en enzimático. Existen, además, otros casos, no tan extremos,
una carrera de relevos, en la que se suceden cronológica- en los que se produce una masculinización incompleta del
mente la influencia de cromosomas, hormonas gonadales feto, genéticamente varón, como ocurre en el llamado sín-
y ambiente. drome de Reifenstein o feminización testicular incompleta.
En este síndrome los genitales son ambiguos o el pene es de
tamaño muy pequeño (micropene). También existen casos
Alteraciones de la diferenciación de seudohermafroditismos femeninos. Así, es relativa-
sexual mente frecuente en el llamado síndrome adrenogenital. En
este síndrome, la síntesis de cortisol por la corteza supra-
El proceso de diferenciación sexual puede verse alterado, rrenal está alterada por un defecto enzimático de origen
tanto de forma experimental como natural. Numerosos genético, por lo cual se segregan grandes cantidades de
estudios experimentales en animales inferiores demuestran otras hormonas suprarrenales, que son, por lo general, de
que, mediante manipulación hormonal, se puede llegar naturaleza androgénica. Si este síndrome ocurre en un feto
a invertir la dirección inicial que determinaba el patrón hembra, se producirá una masculinización más o menos
cromosómico. Así, estudios antiguos como el de Mikamo marcada, dando lugar a la aparición de unos ­g enitales
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TABLA e49- 1
Clasificación de los estados intersexuales
Sexo genital Fenotipo
Sexo cromosómico Sexo gonadal externo (apariencia)
Seudohermafroditismo femenino 46 XX Ovarios Ambiguo Femenino o ambiguo
• Síndrome adrenogenital (masculinizado)
Seudohermafroditismo masculino 46 XY Testículos
• Síndrome de feminización testicular Femenino Femenino
o síndrome de Morris
• Síndrome de feminización Ambiguo o Masculino
testicular incompleta o síndrome micropene o ambiguo
de Reifenstein
Disgenesias gonadales puras 46 XY o mosaicos Teste y gónada Ambiguo Femenino o ambiguo
o mixtas XY 45 XO/46 XY fibrosa
Hermafroditismo verdadero 46 XY o 46 XX Testículos y ovarios Ambiguo Variable

Modificado de: Gómez Gil y Esteva de Antonio. Ser transexual. Editorial Glosa, Barcelona 2006.

externos ambiguos o claramente masculinos, aunque se posponiendo la decisión hormonal y quirúrgica hasta que
mantienen los órganos genitales internos femeninos. De las personas con intersexo y genitales ambiguos tengan la
forma similar, ciertos tumores maternos productores de edad suficiente o una identidad de género establecida (que
andrógenos, o la administración de progesterona sintética suele ser ya a los 2-3 años), o incluso hasta la adolescencia,
con fines antiabortivos, pueden ocasionar casos semejantes en que puede decidir el sujeto. No obstante, este tipo de
de seudohermafroditismo en fetos hembras. Con mucha cirugías en recién nacidos, desafortunadamente, se siguen
menos frecuencia ocurren casos de hermafroditismos realizando.
verdaderos, que se caracterizan por la coexistencia de
tejido ovárico y testicular en la misma persona. El carioti-
po puede ser 46XX (mucho más frecuente), los genitales DISFORIA DE GÉNERO
externos suelen ser ambiguos o 46 XY y el aspecto clínico O TRASTORNOS DE LA IDENTIDAD
es muy variable. DE GÉNERO
La aplicación de los conocimientos sobre el proceso de
diferenciación sexual y, como veremos más adelante, sobre
Concepto
el desarrollo de la identidad sexual en el individuo, ha per-
mitido un enfoque actual más adecuado en el tratamiento La disforia de género hace referencia al malestar o sufri-
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de los casos de estados intersexuales que dan lugar a niños miento afectivo y cognitivo que presenta un individuo con
nacidos con genitales ambiguos. A partir de los trabajos el sexo asignado al nacer. Para entender este concepto par-
de Money (1982), la actitud que más ampliamente ha sido timos de que la mayoría de individuos tenemos un senti-
asumida durante años en estos niños ha sido la reasignación miento o convicción de que somos hombre o mujer, y esto,
quirúrgica en el momento de nacer. En general, los más en general, está en concordancia con nuestro aspecto f ísico,
afectados (pene muy pequeño versus clítoris hipertrófico) biología y, fundamentalmente, con cómo nos ven los demás
se solían inscribir como mujeres, y se les realizaban las al respecto. Cuando existe una discordancia entre lo que un
pertinentes correcciones quirúrgicas y hormonales (habi- individuo percibe o tiene convicción (ser hombre o mujer), y
tualmente extirpación de los testículos y genitoplastia femi- por otro lado su anatomía (masculina o femenina) y/o cómo
nizante) en los primeros meses de vida. En contraposición le perciben los demás (hombre o mujer), se habla de disforia
a este procedimiento, evidencias científicas posteriores y de género. El término disforia de género hace referencia al
asociaciones de personas reasignadas al nacer y en los que su malestar o sufrimiento que esta discordancia produce en la
identidad de género se ha desarrollado en sentido contrario persona que lo experimenta.
al del sexo reasignado, han planteado numerosas críticas a
estos procedimientos. Como evidencia científica, existe un
estudio (Reiner y Gearhart, 2004) en el que se analiza la evo­ Ubicación nosológica
lución de la identidad sexual de 16 niños, de entre 5 y 16 años,
nacidos con genitales ambiguos y reasignados al nacer. Apro­ La ubicación nosológica de la disforia de género ha sido
ximadamente, la mitad se declaraba del sexo contrario al controvertida, como se constata en las modificaciones
reasignado al nacer. Por ello, la recomendación actual es la que aparecen en las sucesivas revisiones de los manua-
de permitir crecer a los niños en una situación de intersexo, les diagnósticos. El trastorno de la identidad de género
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fue un término incluido por primera vez en el DSM-III. Disforia de género en la adolescencia
En este manual, los trastornos de la identidad sexual se o en la vida adulta o transexualismo
incluyeron dentro del capítulo de los trastornos sexuales,
junto con las disfunciones sexuales y las parafilias, y se Nosología.  La disforia de género en adolescentes y adultos
dividieron en dos categorías específicas: el transexualis- (DSM-5), también denominada trastornos de la identidad de
mo y el trastorno de identidad sexual en la infancia. En el género (DSM-IV-TR), transexualismo (CIE-10) o transexua-
DSM-III-R se situaron en el capítulo de los trastornos que lidad (Diccionario de la lengua española) se caracteriza por
suelen aparecer en la niñez, la infancia o la adolescencia, una marcada incongruencia o inadecuación entre el género
a la vez que se añadió una tercera categoría, el trastorno que siente el individuo y el asignado al nacer, lo cual con-
de identidad sexual de inicio tardío en la adolescencia o diciona un grado extremo de malestar (disforia) y un deseo
la edad adulta, no de tipo transexual. En el DSM-IV y de modificación de las características sexuales primarias y
DSM-IV-TR se vuelven a incluir en el mismo capítulo que secundarias (mediante tratamientos hormonales y/o quirúr-
las disfunciones sexuales y las parafilias. Y en el DSM-5 gicos) con la finalidad de vivir y ser tratado como miembro
se separan los tres bloques en tres capítulos diferentes. del sexo con el que se identifica. Estas personas lo definen
Además, en esta última versión se sustituye el término como estar «atrapado en un cuerpo equivocado». Los cri-
trastornos de la identidad de género por el de disforia de terios diagnósticos DSM-5 se muestran en la tabla e49-2.
género, y mantiene las categorías diagnósticas: Disforia
de género en la adolescencia o vida adulta, Disforia de Características clínicas.  La persona transexual de
género en la infancia, Otra disforia de género especificada hombre a mujer sabe que es anatómicamente hombre,
y Disforia de género no especificada. La CIE-10 sitúa pero psicológicamente se siente y tiene la convicción
esta categoría dentro de la sección de trastornos de la de que es mujer, por lo que realiza todos los esfuerzos
personalidad y del comportamiento del adulto, donde para que su cuerpo se adecue a esta identidad. Antes de
también se encuentran los trastornos de la inclinación iniciar cualquier tratamiento hormonal, con frecuencia
sexual (parafilias), pero no la disfunción sexual, y dis- se muestra más femenino que la mayoría de los hombres
tingue tres categorías principales: transexualismo, trans- en comportamientos, intereses y actitudes, y presenta una
vestismo no fetichista y trastornos de identidad sexual de preocupación persistente por ocultar sus características
la infancia. sexuales primarias y secundarias. La mayoría desea realizar

TABLA e49- 2
Criterios diagnósticos DSM-5 para el diagnóstico de disforia de género en adolescentes y adultos
Disforia de género en adolescentes y adultos 302.85 (F64.1)
A. Una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y el que se le asigna, de una duración mínima de seis
meses, manifestada por un mínimo de dos de las características siguientes:
1. Una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y sus caracteres sexuales primarios o secundarios
(o en adolescentes jóvenes, los caracteres sexuales secundarios previstos)
2. Un fuerte deseo por desprenderse de los caracteres sexuales propios primarios o secundarios, a causa de una marcada
incongruencia con el sexo que se siente o se expresa (o en adolescentes jóvenes, un deseo de impedir el desarrollo
de los caracteres sexuales secundarios previstos)
3. Un fuerte deseo por poseer los caracteres sexuales, tanto primarios como secundarios, correspondientes al sexo opuesto
4. Un fuerte deseo de ser del otro sexo (o de un sexo alternativo distinto del que se le asigna)
5. Un fuerte deseo de ser tratado como del otro sexo (o de un sexo alternativo distinto del que se le asigna)
6. Una fuerte convicción de que uno tiene los sentimientos y reacciones típicos del otro sexo (o de un sexo alternativo
distinto del que se le asigna)
B. El problema va asociado a un malestar clínicamente significativo o a un deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento
Especificar si:
Con un trastorno de desarrollo sexual (p. ej., un trastorno adrenogenital congénito como 255.2 [E25.0] hiperplasia adrenal
congénita o 259.50 [E34.50] síndrome de insensibilidad androgénica)
Nota de codificación: Codificar el trastorno del desarrollo sexual y la disforia de género
Especificar si:
Postransición: El individuo ha hecho la transición a una vida de tiempo completo con el sexo deseado (con o sin legalización
del cambio de sexo) y se ha sometido (o se está preparando para someterse), por lo menos, a una intervención o tratamiento
médico de cambio de sexo, por ejemplo, un tratamiento continuo con hormonas del sexo opuesto o a una intervención
quirúrgica de cambio de sexo para confirmar el sexo deseado (p. ej., penectomía o vaginoplastia en un individuo nacido
hombre; mastectomía o faloplastia en una paciente nacida mujer)

Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico y e­ stadístico
de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.ª edición. ©2014, American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados.
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tratamiento hormonal y quirúrgico de reasignación sexual. está siendo en los últimos años de unas 100 primeras solici-
Habitualmente, aunque no en todos los casos, presentan tudes, por lo que esta prevalencia es probablemente mucho
aversión hacia sus genitales masculinos, por lo que tienden a mayor que la estimada.
ocultarlos o minimizarlos. La persona transexual de mujer a
hombre es anatómicamente mujer, pero muestran patrones Diagnóstico diferencial.  El diagnóstico diferencial
de comportamiento, actitudes e intereses más caracterís- debe establecerse con trastornos psicóticos que cursan con
ticamente masculinos. Desde la adolescencia tienden a ves- ideas delirantes de pertenecer al otro género; trastorno
tir con ropa masculina, con frecuencia ocultan sus pechos obsesivo-compulsivo, caracterizado por dudas recurrentes
mediante prendas de compresión e intentan adoptar un con respecto a su género; trastornos de la personalidad,
rol social masculino. Suelen manifestar un intenso deseo principalmente de tipo histriónico, que buscan ser centro
de ser aceptados como tales y adquirir un aspecto f ísico de atención, o de tipo límite; homosexualidad: en este caso,
masculino. En ambos sexos, estos sentimientos se expresan la orientación sexual del sujeto se dirige siempre a personas
en su mayoría desde la infancia, desde que tienen «uso de del mismo género, pero su identidad de género corresponde
razón», aunque existen casos de aparición en la adolescencia con su sexo anatómico; trastorno dismórfico corporal, en
o en la edad adulta. que presenta malestar con una parte específica del cuerpo,
pero no presenta un rechazo a esa parte del mismo por
Etiología.  Es desconocida. La hipótesis actual más sentir que no es del sexo con el que se identifica; transves-
aceptada es que es consecuencia de una alteración en el tismo fetichista, varón que se identifica como tal, pero que
proceso de diferenciación sexual (discordancia entre la obtiene una excitación sexual por el hecho de ponerse ves-
diferenciación sexual del cerebro, en un sentido, y del res- tidos del otro sexo; orientación sexual edistónica, en la cual
to de estructuras anatómicas, en otro), que tiene lugar el individuo no tiene dudas sobre su identidad y orientación
durante el desarrollo fetal y los 2 o 3 primeros años de sexual, pero desearía que fuera diferente; algunos tipos de
vida. A partir de esta edad, el niño ya tiene clara su iden- intersexos, aunque pueden coexistir ambos diagnósticos;
tidad sexual. Diversos estudios recientes de neuroimagen personas que expresan una no conformidad con los roles de
estructural y funcional están encontrando hallazgos que género estereotípicos (por ejemplo, niñas con conductas muy
apoyan esta hipótesis. Las primeras hipótesis estaban basa- masculinas o niños afeminados, o transvestismo ocasional
das en la influencia del ambiente y la educación (o sexo en varones adultos). Por otra parte, existen individuos que
de crianza) en el desarrollo de la identidad de género, y también presentan un cierto grado de disforia, pero no tan
fueron apoyadas durante años por los estudios de Money, acusada, como ocurre en los casos de transvestismo no feti-
experto en el desarrollo de niños nacidos con genitales chista, o en la disforia de género no especificada. Esta última
ambiguos. Posteriormente, diversas publicaciones sobre categoría incluye a una variedad de individuos, conductas y
el seguimiento y evolución del desarrollo psicosexual de grupos, habitualmente conocidos como transgénero, que se
niños nacidos XY con extrofia cloacal o genitales ambiguos diferencian de roles de género normativos (hombre o mujer),
por intersexualidad, que fueron reasignados en los prime- y presentan expresiones de género atípicas. Se podrían
ros años como niñas y educados como tal, encontraron incluir casos de sujetos andróginos, genderqueer, drag king
que un porcentaje de estos niños reasignados como niñas, y drag queens. Estos individuos habitualmente no presentan
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cuando alcanzaron la adolescencia o adultez, solicitaron ni solicitan tratamiento médico ni quirúrgico para concluir
reasignación hacia niños. Estos estudios han rebatido la en una reasignación de sexo.
teoría de Money sobre la influencia de la educación. No
obstante, dado que las investigaciones son aún limitadas, Tratamiento.  Los primeros tratamientos psicológicos
y se desconoce la influencia de factores ambientales en el que se realizaron a mediados del siglo xx con el objetivo de
proceso de diferenciación sexual, la hipótesis mixta, que cambiar la identidad de género resultaron totalmente ine-
apoya la compleja interacción entre factores biológicos y ficaces, por lo que fueron abandonados. En la actualidad, el
sociales-ambientales, es probablemente la más integradora, tratamiento de la transexualidad es la reasignación de sexo,
si tenemos en cuenta que en la mayoría de procesos huma- y se basa en tres pilares: psicológico-psiquiátrico, endocrino-
nos intervienen ambos factores. lógico y quirúrgico. Los objetivos de la atención psicológica y
psiquiátrica son la confirmación del diagnóstico y diagnós-
Epidemiología.  La razón de sexos es de 2 a 3 veces más tico diferencial, la terapia de apoyo y orientación al paciente
frecuente en hombres biológicos que en mujeres. Recientes y la familia durante el proceso de cambio, y el tratamiento
estudios holandeses cifran la prevalencia en uno de cada de la posible patología psiquiátrica asociada, si se presenta.
11.000 hombres y una de cada 30.000 mujeres. En España, El tratamiento de estos pacientes ha de ser, necesariamente,
extrapolando los datos holandeses, la estimación del número mucho más complejo que el mero cambio de apariencia
de pacientes transexuales sería de 2.087 y habría 61 casos física. Ante todo, es preciso asegurar que existe una voluntad
nuevos por año. No obstante, en las tres unidades de iden- decidida y persistente de cambio. El tratamiento endocrino-
tidad de género nacionales con más años de seguimiento lógico se basa en la administración de hormonas sexuales con
(Andalucía, Cataluña y Madrid) ya se han atendido más de el objetivo de modificar los c­ aracteres sexuales secundarios
3.000 casos, y la media de demanda al año en cada unidad del sexo original (vello facial y corporal, desarrollo mamario,
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redistribución de la grasa) e inducir los del sexo contrario. multidisciplinar de atención a la identidad de género en
Este tratamiento no modifica la forma del esqueleto, por la sanidad pública en Andalucía. Desde entonces, se han
lo que los resultados son más favorables cuando se inicia ido creando progresivamente nuevas unidades (Cataluña,
el tratamiento en la adolescencia, inicio de la vida adulta. Madrid, País Vasco…), y, en la actualidad, la mitad de las
Existen protocolos específicos de tratamiento. El tratamiento comunidades ofrecen atención especializada, aunque aún
hormonal de transexuales hombre a mujer se basa en la con escasos medios y número de intervenciones reducido.
administración de estrógenos y antiandrógenos (acetato de Otro avance es que, desde marzo de 2007, existe en España
ciproterona o la medroxiprogesterona). Los antiandrógenos una ley que regula la posibilidad del cambio de nombre y
se suspenden tras la cirugía genital de vaginoplastia y/o sexo en el DNI y otros documentos legales, si la persona
extirpación testicular, los estrógenos se mantienen toda la acredita que ha sido diagnosticada de disforia de género y ha
vida. El tratamiento de transexuales hombre a mujer se basa sido tratada médicamente, durante al menos dos años, para
en administrar tratamiento con testosterona inyectable cada acomodar sus características f ísicas a las correspondientes
2-3 meses, o en parches diarios. Al igual que en el otro sexo, al sexo reclamado.
se administra durante toda la vida. No existen contrain-
dicaciones absolutas para el tratamiento hormonal, pero
dado que estos tratamientos pueden aumentar el riesgo de Disforia de género en la infancia
hiperlipidemias y alteraciones en la coagulación, se aconseja
evitar obesidad y no fumar para minimizar estos riesgos. El Características clínicas.  En los niños, al igual que
tratamiento quirúrgico de reasignación de hombre a mujer en los adultos, la característica diagnóstica esencial es el
consiste en vaginoplastia, con muy buenos resultados en deseo general y persistente del niño/a de ser (o insistencia
general, y, si precisa, aumento de mamas (en aquellos casos de que se es) del sexo opuesto, junto a un intenso rechazo
en que el tratamiento hormonal provoca un crecimiento del comportamiento, atributos y atuendos del mismo más
escaso), cirugía de nuez, y diversas cirugías de feminiza- característicos del sexo asignado. En los niños, estos sínto-
ción, tanto facial como de abdomen y de nalgas. También mas se manifiestan por el deseo repetido de ser o insistencia
suelen requerir depilación de barba y vello corporal, que en de que es niña, preferencia por simular o usar vestimenta
la actualidad se suele realizar mediante procedimientos láser. femenina (con ropa de madre o hermanas, tendencia a
En los casos en que se ha producido una masculinización de maquillarse a escondidas), fantasías de pertenecer al otro
la voz se suele precisar técnicas de logopedia, y, en algunos sexo (de ser una niña, de que despertarán con genitales de
casos, cirugía de la voz, aunque sin resultados muy favora- niña o que cuando sean mayores crecerán como mujer),
bles. La cirugía de mujer a hombre consiste principalmen- deseo de participar en juegos y pasatiempos propios de niñas
te en mastectomía, que es la intervención que más alivio (jugar a mamá y papá y asumir el papel de madre, jugar con
produce, y, posteriormente, histerectomía total. La cirugía muñecas, escaso interés por coches, deportes competitivos
genital (faloplastia y metaidoioplastia) es muy compleja y o juegos violentos), preferencia de niñas como compañeras
aún presenta un alto índice de complicaciones. de juegos, sentimientos de que el pene o los testículos son
En los adolescentes se aconseja retrasar, hasta la mayoría horribles o van a desaparecer, de que sería mejor no tener
de edad, cualquier intervención quirúrgica. En la pubertad, pene, aversión por juegos violentos y rechazo de juegos
a partir del estadio II de Tanner, si el caso es muy claro y propios de niños. En las niñas, se manifiesta por deseos
la familia lo solicita, se pueden iniciar tratamientos hor- repetidos o insistencia en que son un niño, insistencia en lle-
monales para frenar los cambios puberales con análogos var solamente ropa masculina (reacciones negativas intensas
de la LHRH, y facilitar así los cambios tras la reasignación hacia los intentos de llevar vestidos, lazos, preferencia por
sexual, si se confirma el diagnóstico. A partir de los 16 años, el pelo corto), fantasías de que poseen o que algún día les
si el diagnóstico está confirmado y existe consentimiento crecerá un pene, deseo de participar en juegos y pasatiempos
de ambos padres, se puede iniciar tratamiento hormonal de niños (interés en deportes, juegos más violentos, sus
cruzado masculinizante o feminizante, al igual que en el ídolos característicos son personajes masculinos fuertes,
adulto, ajustando la dosis. escaso interés por muñecas), preferencia de tener a niños
como compañeros, rechazo a orinar en posición sentada,
Evolución.  Se han realizado diversos estudios de segui- sentimientos de tener o de presentar en el futuro un pene,
miento tras los tratamientos hormonales y cirugía de reasig- de no querer tener pechos ni la menstruación, o aversión
nación, a fin de valorar el nivel de adaptación psicológica tras acentuada hacia la ropa femenina. Los criterios diagnóstico
la reasignación sexual. La mayoría de estudios encuentran DSM-5 se muestran en la tabla e49-3.
una marcada mejoría en todos los ámbitos. La aparición
de psicopatología postoperatoria, cuando ocurre, parece Prevalencia.  Es dif ícil precisar la prevalencia de este tras-
depender en gran medida de la insatisfacción con los resulta- torno en la infancia porque hay escasos datos publicados,
dos quirúrgicos y de la ausencia de soporte social y familiar. principalmente sólo por los grupos holandés y canadiense.
No obstante, la mayoría de personas diagnosticadas de dis-
Asistencia sanitaria y legislación en España.  En foria de género en la adolescencia o edad adulta refieren la
nuestro país, en el año 1999, se crea la primera unidad presencia de síntomas ya desde la infancia, por lo que ­
CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual e159

TABLA e49- 3
Criterios diagnósticos DSM-5 para el diagnóstico de disforia de género en niños
Disforia de género en niños 302.6 (F64.2)
A. Una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y el que se le asigna, de una duración mínima de seis
meses, manifestada por un mínimo de seis de las características siguientes (una de las cuales debe ser el Criterio A1):
1. Un poderoso deseo de ser del otro sexo o una insistencia de que él o ella es del sexo opuesto (o de un sexo alternativo
distinto del que se le asigna)
2. En los chicos (sexo asignado), una fuerte preferencia por el travestismo o por simular el atuendo femenino; en las chicas
(sexo asignado), una fuerte preferencia por vestir solamente ropas típicamente masculinas, y una fuerte resistencia a vestir
ropas típicamente femeninas
3. Preferencias marcadas y persistentes por el papel del otro sexo o fantasías referentes a pertenecer al otro sexo
4. Una marcada preferencia por los juguetes, juegos o actividades habitualmente utilizados o practicados por el sexo opuesto
5. Una marcada preferencia por compañeros de juego del sexo opuesto
6. En los chicos (sexo asignado), un fuerte rechazo a los juguetes, juegos y actividades típicamente masculinos, así como
una marcada evitación de los juegos bruscos; en las chicas (sexo asignado), un fuerte rechazo a los juguetes, juegos y
actividades típicamente femeninos
7. Un marcado disgusto con la propia anatomía sexual
8. Un fuerte deseo por poseer los caracteres sexuales, tanto primarios como secundarios, correspondientes al sexo que se siente
B. El problema va asociado a un malestar clínicamente significativo o a un deterioro en lo social, escolar u otras áreas
importantes del funcionamiento
Especificar si:
Con un trastorno de desarrollo sexual (p. ej., un trastorno adrenogenital congénito como 255.2 [E25.0], hiperplasia adrenal
congénita, o 259.50 [E34.50], síndrome de insensibilidad androgénica)
Nota de codificación: Codificar el trastorno del desarrollo sexual y la disforia de género
Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico y e­ stadístico
de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.ª edición. ©2014, American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados

la prevalencia debe ser similar a la de adultos, sólo que no es DISFUNCIONES SEXUALES


diagnosticada. La demanda en las unidades de género es seis
veces mayor en niños que en niñas, posiblemente porque el Para una mejor comprensión de las disfunciones sexuales es
niño con comportamientos femeninos tiene más proble- conveniente recordar lo que se conoce actualmente acerca
mas de adaptación por la menor aceptación social que a la de la respuesta sexual humana, así como los factores neu-
inversa. La demanda de los padres puede ser a partir de los roendocrinos que regulan la conducta sexual.
3 años, aunque lo más habitual es a partir de los 8 o 10 años.
A pesar de que estudios preliminares apuntaban a que sólo
alrededor de un tercio de niños con comportamientos del Fases de la respuesta sexual humana
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sexo contrario lo siguen presentando en la adolescencia o la


vida adulta (otro tercio afirmaban en el seguimiento tener Antes de la década de los años sesenta, se conocía muy poco
una orientación homosexual o bisexual, pero sin ningún sobre los cambios anatómicos y fisiológicos que se producen
trastorno de identidad, y el resto no presentaban disforia durante la respuesta sexual. Masters y Johnson, mediante
y se consideraban heterosexuales), cuando se identifican observaciones realizadas en laboratorio, aportaron datos de
aquellos niños con disforia muy marcada, que expresan innegable interés para la futura sexología. A fin de sistema-
comportamientos propios del sexo contrario en muchos tizar toda la información, consideraron que el ciclo de la
ámbitos y dif íciles de controlar por los padres, el porcentaje respuesta sexual constaba de cuatro fases distintas, aunque
con persistencia en la vida adulta aumenta notablemente, en la práctica éstas no siempre queden bien delimitadas y
por lo que se precisan estudios de seguimiento para con- puedan variar de un individuo a otro e incluso de un ciclo a
trastar este dato. otro. Las reacciones fisiológicas básicas que se dan a lo largo
de la respuesta sexual son un aumento de la vasocongestión
Tratamiento.  En el abordaje de la disforia de género en y de la miotonía y su liberación consiguiente tras el orgasmo.
la infancia, la actitud de los profesionales de salud mental Las fases en que ocurren son las siguientes:
(psicólogo y psiquiatra) debe ser expectante y dirigida a Fase de excitación.  En la mujer, durante esta fase, los
orientar a la familia sobre la posible evolución y las posi- cambios más importantes son: lubricación vaginal, expan-
bilidades terapéuticas, en el caso de que la disforia persista sión de los dos tercios internos de la vagina, elevación del
en la adolescencia, y a favorecer la adaptación del niño a su cuello y cuerpo del útero, alisamiento y elevación de los
entorno. Dada la escasa formación de la mayoría de profe- labios mayores, aumento de tamaño del clítoris y erección
sionales sobre el tema, es aconsejable este abordaje desde de los pezones. En el varón, los cambios son: erección del
unidades de géneros multidisciplinarias con experiencia. pene, alisamiento de la piel del escroto, elevación parcial de
e160 CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual

los testículos y, en algunos casos, erección de los pezones. a su vez, controlan la secreción de las hormonas esteroideas
Esta fase puede variar en cuanto a su duración y los cambios gonadales (testosterona, estrógenos y progesterona). Dichas
mencionados pueden disminuir e incluso desaparecer. estructuras constituyen el eje H-H-G, el cual está asistido
Fase de meseta.  En la mujer: vasodilatación del tercio por sistemas de retroalimentación negativa. Por otra parte,
externo vaginal para formar la plataforma orgásmica, estre- la GRH, a través de las neuronas tuberoinfundibulares,
chamiento de la luz vaginal como resultado de dicha vaso- actúa también en otras áreas, dentro y fuera del hipotálamo,
dilatación, continuación de la expansión de los dos tercios donde, a través del sistema aminérgico, podría modular
internos vaginales y de la elevación del útero, retracción los rendimientos sexuales directa o indirectamente. Se ha
del clítoris contra la sínfisis del pubis, tumescencia areolar postulado que el paleocircuito, formado por área septal,
(que puede enmascarar la erección del pezón) y, finalmente, amígdala, hipocampo e hipotálamo, y el neocircuito, for-
aumento del tamaño de las mamas en las mujeres que no mado por núcleos talámicos anteriores, que conectan, por
han amamantado. En el varón: pequeño aumento del diáme- una parte, con el cíngulo y el hipotálamo, y, por otra, con el
tro de la porción proximal del pene, cambio de color en núcleo dorsomedial del tálamo y, desde aquí, con el córtex
esta zona (más oscuro), incremento de tamaño, elevación y orbitofrontal y prefrontal, podrían estar implicados en la
rotación anterior de los testículos y, en ocasiones, secreción regulación de la conducta sexual. Ambos circuitos, a su
de las glándulas de Cowper, que puede contener espermato- vez, están estrechamente conectados entre sí a través del
zoides vivos. Existen también cambios comunes a la mujer fascículo precerebral medio, que incluye los principales cen-
y al varón, como son miotonía generalizada, contracción tros responsables de los sistemas cerebrales de recompensa
voluntaria del esf ínter rectal (no siempre), taquicardia, y castigo. En resumen, el hipotálamo está integrado en un
hiperventilación, aumento de la presión arterial y eritema sistema mucho más complejo, en el que intervienen una
cutáneo a modo de «sarpullido». extensa red de interacciones neuronales, hormonales y
Fase orgásmica.  En la mujer: contracciones rítmicas y neurotransmisoras.
simultáneas de la plataforma orgásmica, el útero y el esf ínter Hormonas sexuales.  La principal hormona sexual en
rectal. En el varón: contracciones de los órganos sexuales ambos sexos es la testosterona. En el caso del varón se sabe
accesorios (próstata, vesículas seminales y conductos defe- que son precisos niveles adecuados de testosterona para que
rentes), que llevan el líquido seminal a la uretra prostática exista un interés sexual y se produzca la eyaculación. En
y contracciones expulsivas de la uretra y el pene. Entre los cambio, su influencia en el mecanismo de la erección no
cambios comunes: hiperventilación, taquicardia e hiper- está tan clara. Las erecciones que tienen lugar durante el
tensión. sueño parecen ser andrógeno-dependientes, a diferencia de
Fase de resolución.  En la mujer: desaparición de la pla- lo que ocurre en las que se producen en estado de vigilia en
taforma orgásmica, regreso del útero a la pelvis auténtica, respuesta a un estímulo sexual. El papel de la testosterona
acortamiento de la vagina y vuelta del clítoris a su posición en el caso de la mujer es aún más confuso debido a los cam-
normal. En el varón: disminución de la erección en dos bios que éstas experimentan a lo largo del ciclo menstrual.
etapas (la primera más corta), vuelta de los testículos a su Aunque algunas investigaciones apuntan a un incremento
tamaño y posición habituales, y aparición de un período del interés sexual hacia la mitad del ciclo, coincidiendo con
refractario, durante el cual no es posible otra eyaculación niveles altos de testosterona, en otros trabajos aparecen
(puede durar desde minutos a varias horas, y suele hacerse resultados contradictorios. En cuanto a los estrógenos, no se
más largo con la edad). En ambos sexos se produce una pro- ha demostrado que ejerzan un papel relevante en la sexua-
gresiva vuelta a la normalidad, que se retrasará si, después lidad femenina. En el varón, en cambio, un exceso de estas
de una excitación intensa, no se ha producido el orgasmo. hormonas puede ocasionar inapetencia sexual y dificultades
en la erección. Aún más escasos son los conocimientos sobre
la progesterona. Algunos autores, partiendo de la observa-
Estructuras anatómicas y factores ción de que la progesterona suprime el interés sexual en
neuroendocrinos implicados los animales, sugieren que en los humanos podría ejercer
en la conducta sexual un efecto parecido. Igualmente confusos son los resultados
de los estudios sobre el efecto de los anticonceptivos orales
Las principales estructuras anatómicas, factores endocrinos en el impulso sexual, si bien la mayoría de ellos no encuen-
y neurotransmisores implicados en la conducta sexual son tran cambios significativos. Estudios in vitro e in vivo (en
los siguientes: animales) sugieren que la oxitocina, hormona liberadora de
Eje hipotalámico-hipofisario-gonadal (eje H-H-G).  gonadotrofina (GRH), hormona folículo estimulante (FH) y
Numerosos experimentos han demostrado que el principal luteinizante (LH), estimulan dicho impulso.
centro regulador de la conducta sexual es el hipotálamo. Neurotransmisores cerebrales.  Las investigaciones
En la región preóptica hipotalámica se produce un deca- sobre el papel de los neurotransmisores en la conducta
péptido, la GRH (hormona liberadora de gonadotropi- sexual son muy recientes y casi todas ellas se han reali-
nas), que actúa sobre la hipófisis anterior controlando la zado en animales. Los resultados obtenidos hasta la fecha
secreción de LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona son poco consistentes, quizá porque, en la mayoría de los
estimuladora de los folículos). Estas hormonas hipofisarias, trabajos, las sustancias a investigar se han administrado
CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual e161

periféricamente y no a nivel central. A pesar de los riesgos (tabla e49-4). Como trastornos propiamente del varón inclu-
que comportan este tipo de extrapolaciones, se barajan ye el trastorno de deseo sexual hipoactivo 302.71 (F52.0), el
actualmente algunas hipótesis sobre el papel de los neuro- trastorno eréctil 302.72 (F52.21), la eyaculación prematura
transmisores en la sexualidad humana. En conjunto, estu- (precoz) 302.75 (F52.4) y la eyaculación retardada 302.74
dios in vitro e in vivo (en animales) sugieren que la seroto- (F52.32) (tabla e49-5). Y sin especificar el sexo se incluyen
nina (vía activación de los receptores serotoninérgicos), la la disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos
prolactina (que disminuye la actividad dopaminérgica) y 292.89 (F10-11, 13-15, 19.xxx) (tabla e49-6). Los cambios con
los péptidos opiáceos, inhiben el impulso o arousal sexual, respecto al DSM-IV-R son varios. El trastorno por aversión
mientras que la dopamina, la acetilcolina (vía activación de sexual se elimina argumentando la infrecuencia de su uso
receptores muscarínicos), la norepinefrina (vía activación y la ausencia de apoyo científico. El trastorno orgásmico en
del rector a1-adrenérgico), y encefalinas, estimulan dicho el varón también se elimina. El vaginismo y la dispaurenia
impulso. No obstante, la regulación de la conducta sexual se fusionan en el trastorno de dolor génito-pélvico/pene­
se produce a través de complejas interacciones entre los tración. Todos requieren un mínimo de duración de 6 me­
neurotransmisores. Así, por ejemplo, existen indicios de ses, excepto la disfunción sexual inducida por sustancias/
que la acción inhibidora de la serotonina y la acción esti- medicamentos
muladora de la dopamina no son independientes, sino que
vendrían reguladas por el valor del coeficiente dopamina/ Epidemiología.  Desde el informe Kinsey, en 1948,
serotonina. Podría considerarse a favor de esta hipótesis el se sabe que un alto porcentaje de la población padece
hecho de que los niveles elevados de prolactina (el aumento algún tipo de disfunción sexual, pero ha sido en los años
de prolactina suele ir acompañado de una hipoactividad recientes cuando han aumentado de forma vertiginosa las
dopaminérgica) pueden producir impotencia en el varón y demandas de tratamientos. El progreso de la sexología y los
disminución del impulso sexual en la mujer. Se han descrito medios de información han contribuido indudablemente
buenos resultados al tratar a estos pacientes con bromo- a que las personas se preocupen por su funcionamiento
criptina, que es un agonista dopaminérgico. También se sabe sexual. Los motivos actuales más frecuentes de consulta en
que el 7% de los pacientes con enfermedad de Parkinson el varón son los problemas en la erección y la falta de control
mejoran su funcionamiento sexual después del tratamiento en la eyaculación. Las quejas que presentan las mujeres, en
con levodopa y, en algunos casos, los niveles elevados de cambio, suelen ser la falta de interés y de placer. En una revi-
este fármaco coinciden con la aparición de hipersexualidad. sión de 33 estudios sobre la prevalencia de las disfunciones
Por su parte, la paraclorofenilalanina, que inhibe la síntesis sexuales en la población general, Nathan (1986) encuentra
de serotonina, aumenta el impulso sexual. Asimismo, se ha unas prevalencias en la mujer de trastorno por deseo sexual
dicho que determinados alimentos que disminuyen la tasa inhibido (1-35%) y disfunción orgásmica (5-30%), y en el
de triptófano (precursor de la serotonina) pueden tener varón trastorno por deseo sexual inhibido (1-15%), tras-
efectos afrodisíacos. Se han planteado hipótesis sobre los torno de la erección (10-20%), eyaculación precoz (35%) y
neurotransmisores más implicados en cada una de las fases disfunción orgásmica (5%).
de la respuesta sexual. En cuanto a la de deseo, es decir, el
impulso sexual, se ha esgrimido la hipótesis de que es un Etiología.  Se suele decir, de forma un tanto esquemática,
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

fenómeno dopaminérgico; en la fase de excitación inter- que las disfunciones sexuales pueden ser producidas por
vienen al menos dos neurotransmisores clave (acetilcolina factores psicológicos, orgánicos o la interacción de ambos.
y óxido nítrico) y, finalmente, el orgasmo implica tanto un Sin embargo, todas ellas tienen una característica en común:
input serotoninérgico inhibidor como un input noradre- la ansiedad que provocan en el individuo que las padece y/o
nérgico excitador. en su pareja. La ansiedad puede actuar como desencadenan-
te de la disfunción o como el motor que la mantiene, una
vez instaurada. Tanto es así que, incluso en las disfuncio-
Disfunciones sexuales nes con causa orgánica conocida, es muy dif ícil evaluar la
extensión de la influencia del componente psicológico, y no
Concepto y criterios diagnósticos.  Las disfunciones es infrecuente que perduren después de haber sido resuelta
sexuales aparecen cuando se producen alteraciones en algu- la causa que las producía. En contraste, puede aparecer una
no de los estadios de la respuesta sexual humana. Aunque disfunción orgánica leve que no «conmocione» al sujeto ni
existen otros criterios diagnósticos posibles (p. ej., Schover, a su pareja, en cuyo caso es muy probable que la relación
Friedmann, Weiler, Heiman y LoPiccolo, o, entre nosotros, sexual no se vea alterada.
Carrobles), se han escogido los del reciente DSM-5, por Causas psicológicas.  Una de las causas psicológicas más
ser los más ampliamente utilizados en las investigaciones importantes es la falta de información adecuada y, en su
actuales. El capítulo de las disfunciones sexuales incluye, lugar, la divulgación de un sinf ín de ideas erróneas, como
como trastornos propiamente de la mujer, el trastorno pueden ser la concepción del sexo como algo sucio si no
del interés/excitación sexual femenino 302.72 (F52.22), el conduce a la reproducción, la creencia de que la mujer
trastorno orgásmico femenino 302.73 (F52.31) y el tras- «debe» alcanzar el orgasmo por el coito vaginal o éste
torno de dolor génito-pélvico/penetración 302.76 (F52.6) debe ocurrir simultáneamente al del varón, la importancia
e162 CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual

TABLA e49- 4
Criterios diagnósticos DSM-5 de disfunciones sexuales en la mujer, en el varón, en ambos
(disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos), y especificadores
Trastorno del interés/excitación sexual femenino 302.72 (F52.22)
A. Ausencia o reducción significativa del interés/excitación sexual femenina, que se manifiesta por lo menos por una de las tres
siguientes:
1. Interés ausente o reducido en la actividad sexual
2. Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos ausentes o reducidos
3. Inicio reducido o ausente de la actividad sexual y habitualmente no receptiva a los intentos de la pareja por iniciarla
4. Excitación o placer sexual ausente o reducido durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones
(aproximadamente, 75-100%) de la actividad sexual en pareja (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada,
en todos los contextos)
5. Excitación o placer sexual ausente o reducido en respuesta a cualquier invitación sexual o erótica, interna o externa
(p. ej., escrita, verbal, visual)
6. Sensaciones genitales o no genitales ausentes o reducidas durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones
(aproximadamente, 75-100%) de la actividad sexual en pareja (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada,
en todos los contextos)
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo
C. Los síntomas del Criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo
D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave
de la relación (p. ej., violencia de género) u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos de
una sustancia/medicamento o a otra afección médica
Trastorno orgásmico femenino 302.73 (F52.31)
A. Por lo menos se tiene que experimentar uno de los síntomas siguientes en casi todas o todas las ocasiones
(aproximadamente, 75-100%) de la actividad sexual (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada, en todos los
contextos):
1. Retraso marcado, infrecuencia marcada o ausencia de orgasmo
2. Reducción marcada de la intensidad de las sensaciones orgásmicas
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo
C. Los síntomas del Criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en la persona
D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave
de la relación (p. ej., violencia de género) u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos
de una sustancia/medicamento o a otra afección médica
Trastorno de dolor génito-pélvico/penetración 302.76 (F52.6)
A. Dificultades persistentes o recurrentes con una (o más) de las siguientes:
1. Penetración vaginal durante las relaciones
2. Marcado dolor vulvovaginal o pélvico durante las relaciones vaginales o los intentos de penetración
3. Marcado temor o ansiedad de sentir dolor vulvovaginal o pélvico antes, durante o como resultado de la penetración vaginal
4. Tensión o contracción marcada de los músculos del suelo pélvico durante el intento de penetración vaginal
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo
C. Los síntomas del Criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo
D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de
la relación (p. ej., violencia de género) u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos de una
sustancia/medicamento o a otra afección médica
Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico y e­ stadístico
de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.ª edición. ©2014, American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados.

­ torgada al tamaño del pene, el pensar que el varón tiene


o Causas orgánicas.  Las disfunciones sexuales pueden
más «necesidades» sexuales que la mujer, el temor a tener ser secundarias a la repercusión de diversas enfermedades,
menos relaciones sexuales que los demás y un largo etcétera. fármacos y drogas. El porcentaje por causa predominante-
Con relativa frecuencia, la disfunción aparece en el contexto mente orgánica se sitúa entre un 3 y un 20%, según Kaplan,
de una mala relación de pareja o de falta de comunicación. aunque no existe unanimidad en las cifras, ya que las mues-
Sin embargo, en muchas ocasiones los problemas se generan tras utilizadas en las investigaciones tienen distintas proce-
a raíz de relaciones sexuales conflictivas. Finalmente, las dencias (consultas urológicas, ginecológicas, psiquiátricas,
disfunciones pueden ser debidas también a una situación de endocrinológicas, etc.).
estrés, a experiencias sexuales traumáticas (especialmente Enfermedades.  Pueden asociarse problemas de disfun-
en las mujeres) o a determinados rasgos de personalidad ciones sexuales a diversas enfermedades sistémicas, enfer-
(control excesivo, baja autoestima, etc.). medades infecciosas de los órganos genitales o la ­pelvis,
CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual e163

TABLA e49- 5
Criterios diagnósticos DSM-5 de disfunciones sexuales en el hombre
Trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón 302.71 (F52.0)
A. Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos y deseo de actividad sexual reducidos o ausentes de forma constante o
recurrente. La evaluación de la deficiencia la hace el clínico, teniendo en cuenta factores que afectan a la actividad sexual,
como la edad y los contextos generales y socioculturales de la vida del individuo
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo
C. Los síntomas del Criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo
D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de
la relación u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicamento o a
otra afección médica
Trastorno eréctil 302.72 (F52.21)
A. Por lo menos se tiene que experimentar uno de los tres síntomas siguientes en casi todas o todas las ocasiones
(aproximadamente, 75-100%) de la actividad sexual en pareja (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada, en
todos los contextos):
1. Dificultad marcada para conseguir una erección durante la actividad sexual
2. Dificultad marcada para mantener la erección hasta finalizar la actividad sexual
3. Reducción marcada de la rigidez de la erección
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo
C. Los síntomas del Criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo
D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave
de la relación u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicación o a
otra afección médica
Eyaculación prematura (precoz) 302.75 (F52.4)
A. Un patrón persistente o recurrente en que la eyaculación producida durante la actividad sexual en pareja sucede
aproximadamente en el minuto siguiente a la penetración vaginal y antes de que lo desee el individuo
Nota: Aunque el diagnóstico de eyaculación prematura (precoz) se puede aplicar a individuos que practican actividades
sexuales no vaginales, no se han establecido criterios específicos de duración en dichas actividades
B. El síntoma del Criterio A debe haber estado presente por lo menos durante seis meses y se tiene que experimentar en casi
todas o todas las ocasiones (aproximadamente, 75-100%) de la actividad sexual (en situaciones y contextos concretos o, si
es generalizado, en todos los contextos)
C. El síntoma del Criterio A provoca un malestar clínicamente significativo al individuo
D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de
la relación u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicamento o a
otra afección médica
Eyaculación retardada 302.74 (F52.32)
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A. Se debe experimentar alguno de los siguientes síntomas en casi todas o todas las ocasiones (aproximadamente, 75-100%)
de actividad sexual en pareja (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada, en todos los contextos) y sin que el
individuo desee el retardo
1. Retardo marcado de la eyaculación
2. Infrecuencia marcada o ausencia de eyaculación
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo
C. Los síntomas del Criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo
D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de
la relación u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicamento o a
otra afección médica
En todas estas categorías (tablas e49-4 y e49-5) se deben incluir en el diagnóstico los siguientes especificadores:
Especificar si:
De por vida: El trastorno ha existido desde que el individuo alcanzó la madurez sexual
Adquirido: El trastorno empezó tras un período de actividad sexual relativamente normal
Especificar si:
Generalizado: No se limita a determinados tipos de estimulación, situaciones o parejas
Situacional: Ocurre solamente con determinados tipos de estimulación, situaciones o parejas
(este especificador no sería aplicable en el caso del trastorno de dolor génito-pélvico/penetración)

(Continúa)
e164 CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual

TAB LA e49- 5 ( c o n t . )
Criterios diagnósticos DSM-5 de disfunciones sexuales en el hombre
Especificar la gravedad actual:
Leve: Evidencia de malestar leve a causa de los síntomas del Criterio A. En la eyaculación prematura (precoz), la eyaculación se
produce aproximadamente entre los 30 y 60 segundos siguientes a la penetración vaginal
Moderado: Evidencia de malestar moderado a causa de los síntomas del Criterio A. En la eyaculación prematura (precoz), la
eyaculación se produce aproximadamente entre los 15 y 30 segundos siguientes a la penetración vaginal
Grave: Evidencia de malestar grave o extremo a causa de los síntomas del Criterio A. En la eyaculación prematura (precoz),
la eyaculación se produce antes de la actividad sexual, al principio de la misma, o aproximadamente en los 15 segundos
siguientes a la penetración vaginal
Además, en el trastorno orgásmico femenino:
Especificar si:
Nunca experimentó un orgasmo en ninguna situación

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de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.ª edición. ©2014, American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados.

TABLA e49- 6
Disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos
Disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos 291.89, 292.89 (F10-11, 13-15, 19.xxx)
A. En el cuadro clínico predomina un trastorno clínicamente significativo de la función sexual
B. Existen pruebas a partir de la historia clínica, la exploración física o las pruebas de laboratorio de (1) y (2):
1. Los síntomas del Criterio A desarrollados durante o poco después de la intoxicación o abstinencia de la sustancia, o
después de la exposición a un medicamento
2. La sustancia/medicamento implicado puede producir los síntomas del Criterio A
C. El trastorno no se explica mejor por una disfunción sexual no inducida por sustancias/medicamentos. Estas pruebas de una
disfunción sexual independiente pueden incluir lo siguiente:
Los síntomas fueron anteriores al inicio del uso de la sustancia/medicamento; los síntomas persisten durante un período
importante (p. ej., aproximadamente un mes) después del cese de la abstinencia aguda o intoxicación grave; o
existen otras pruebas que sugieren la existencia de una disfunción sexual independiente no inducida por sustancias/
medicamentos (p. ej., antecedentes de episodios recurrentes no relacionados con sustancias/medicamentos)
D. El trastorno no se produce exclusivamente durante el curso de un síndrome confusional
E. El trastorno causa un malestar clínicamente significativo en el individuo
Nota: Este diagnóstico sólo se puede hacer en lugar de un diagnóstico de intoxicación por sustancias o de abstinencia de
sustancias cuando en el cuadro clínico predominan los síntomas del Criterio A y cuando son suficientemente graves para
merecer atención clínica
Especificar si:
Con inicio durante la intoxicación: Si se cumplen los criterios de intoxicación con la sustancia y los síntomas aparecen durante
la intoxicación
Con inicio durante la abstinencia: Si se cumplen los criterios de abstinencia de la sustancia y los síntomas aparecen durante, o
poco después, de la retirada
Con inicio después de tomar el medicamento: Los síntomas pueden aparecen al principio de tomar el medicamento o tras
alguna modificación o cambio de la pauta
Especificar la gravedad actual:
Leve: Sucede en el 25-50% de las relaciones sexuales
Moderado: Sucede en el 50-75% de las relaciones sexuales
Grave: Sucede en el 75% o más de las relaciones sexuales

Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico y e­ stadístico
de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.ª edición. ©2014, American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados.

i­ ntervenciones quirúrgicas que lesionan los genitales o investigaciones sobre la sexualidad de la mujer diabética son
alteran su vascularización o inervación, alteraciones neu- muy recientes, pero también muestran una mayor incidencia
rológicas, trastornos endocrinos o alteraciones congénitas. de anorgasmia secundaria, así como mayor tendencia a las
La diabetes ha sido objeto de múltiples estudios, ya que su infecciones. Tanto en el varón como en la mujer diabéticos,
relación con la impotencia es conocida desde hace más de la neuropatía y la microangiopatía parecen ser la causa del
2 siglos. Se suele aceptar que uno de cada dos varones dia- trastorno sexual. Asimismo, se reconoce la importancia
béticos la presentan, sobre todo a partir de los 50 años. Las de la enfermedad vascular arteriosclerótica en la aparición
CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual e165

de la impotencia, sobre todo en los varones de más de casos de priapismo. Las mayores cifras de disfunción sexual
35 años. En nuestro país, Oller (1987) ha realizado un estu- en pacientes esquizofrénicos (60%) se han asociado al uso de
dio, mediante la técnica Doppler y utilizando también el índi­ tioridazina, siendo sólo de un 25% cuando se analizan otros
ce pene/brazo, en el que, entre otras cosas, encuentra que el neurolépticos. La tioridazina puede producir como efecto
tabaquismo de grado 3, la diabetes de tipo 2, la dislipemia secundario una eyaculación retrógrada, debida al bloqueo
de tipos IIa y IIb y la hipertensión arterial se correlacionan adrenérgico que interfiere en los conductos deferentes,
estadísticamente con una disminución de la vascularización vesículas seminales, conductos eyaculadores y cuello de la
peneana en los enfermos impotentes. La insuficiencia renal vejiga. Este trastorno también se puede observar en diabé-
crónica produce casi siempre un marcado deterioro en la ticos o como consecuencia de intervenciones quirúrgicas
función sexual. Al ser sometidos a diálisis, estos pacientes de próstata o de vejiga. Con respecto a los antidepresivos,
pueden presentar un empeoramiento en su impotencia, la frecuente disminución del interés sexual en el enfermo
acompañado, a veces, de un incremento del impulso, con depresivo y la mejoría experimentada a medida que se
lo cual se agrava el problema. Es sabido que el alcoholis- resuelve la depresión han dado lugar a informes optimistas
mo crónico afecta de forma notable el rendimiento sexual. sobre estos fármacos. No obstante, tanto los trastornos de la
Según los estudios, un 50% de los varones y un 25% de las eyaculación como la impotencia son alteraciones frecuentes
mujeres experimentan trastornos y estas cifras son aún entre sus usuarios. Asimismo, las mujeres se lamentan de
más elevadas cuando existe patología hepática importante. falta de deseo sexual y dificultades orgásmicas. En términos
Los trastornos endocrinos (descenso de la testosterona), la generales, cuanto menores son los efectos anticolinérgicos
neuropatía periférica y los trastornos inmunitarios también del antidepresivo, menos detrimento ocasionan en la fun-
figuran entre las causas de alteración sexual, tanto en lo que ción sexual. La incidencia exacta se desconoce, pero puede
respecta a la potencia como al deseo. oscilar entre el 20 y 40%, según las series; no obstante, el
Fármacos.  Las investigaciones sobre los efectos de los rango es muy elevado, con cifras del 2% para la fluoxetina
fármacos en la función sexual no son muy abundantes y, al 92% para el antidepresivo tricíclico clomipramina. Los
a menudo, sus resultados son discrepantes. Salvo algunas antidepresivos clásicos (tricíclicos, tetracíclicos e IMAO), son
excepciones, se desconocen los procesos a través de los los que mayor grado de afectación tienen sobre la función
cuales los fármacos producen tales efectos. Además, es pro- sexual. Con los antidepresivos más modernos, como son los
bable que intervengan otros factores tales como la propia inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, tam-
enfermedad para la que se administran, la variabilidad inter- bién se dan dificultades orgásmicas y reducción del deseo
personal y la sugestión. Con todo, conviene que el clínico sexual en varones y mujeres, pero con un grado menor. Los
conozca las posibles repercusiones sexuales de los fármacos antidepresivos con menor grado de afectación sexual son la
que prescribe, ya que, en ocasiones, éstas pueden ser motivo trazodona, mirtazapina, reboxetina, bupropión, agomelati-
de abandono del tratamiento. Los antihipertensivos, los na y desvenlafaxina. Hay que destacar, sin embargo, que los
psicofármacos, los tratamientos hormonales, los anorexí- efectos secundarios de los antidepresivos sobre la función
genos, los quimioterápicos y los antibióticos, entre otros, sexual se acaban al dejar la medicación y, en algunos casos,
pueden influir de alguna forma en la función sexual. Entre desaparecen aun tomándola.
los antihipertensivos, la metildopa produce impotencia en Drogas.  Los efectos de las drogas sobre la función sexual
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un alto porcentaje de varones (según algunos autores, hasta no son fáciles de valorar. Variables como la duración
36% de varones hipertensos). A dosis elevadas, también se ha de la adicción, la concentración del producto o el hecho de
detectado anorgasmia en la mujer y retraso en la eyaculación consumir varias drogas a la vez, hacen que los estudios
y, más raramente, eyaculación retrógrada en el varón. Los sean dif ícilmente comparables. La heroína ejerce un efecto
estudios en animales sugieren que este efecto es debido a inhibidor sobre la conducta sexual. Tanto en varones como
una depleción de catecolaminas en el SNC y a la creación en mujeres, se ha descrito disminución del deseo y placer
de una falsa transmisión. La clonidina y la reserpina también sexuales durante los períodos de adicción. En contraste, se
pueden ocasionar dificultades sexuales. Entre los antihiper- dice que la marihuana intensifica las sensaciones sexua-
tensivos diuréticos, las tiacidas y la espironolactona pro- les y prolonga el orgasmo, y, de hecho, muchas personas
ducen, con frecuencia, disminución de la potencia sexual. la consumen habitualmente con estos propósitos. En un
Asimismo, se dispone de datos que indican una inhibición estudio realizado con 1.000 personas entre 18 y 35 años, el
de la erección y la eyaculación con el uso de bloqueantes 83% de los varones y el 81% de las mujeres afirmaron que
ganglionares. Con respecto a los psicofármacos, los más la marihuana mejoraba su experiencia sexual por inducir
implicados son los antipsicóticos y los antidepresivos. Los aumento de la sensibilidad táctil en todo el cuerpo, una
antipsicóticos tienen, por lo general, un efecto inhibidor que mayor relajación y más compenetración con la pareja
podría atribuirse a su acción sobre el eje H-H-G y al bloqueo (Kolodny, Masters y Johnson, 1983). Por otra parte, parece
de los receptores dopaminérgicos. En las mujeres producen que el tetrahidrocannabinol produce una distorsión en la
dificultades sexuales en un 30% de los casos. Entre los varo- percepción del tiempo, que bien podría explicar la sensación
nes, el trastorno más común es el retraso en la eyaculación, de orgasmo más prolongado. La cocaína se considera una
aunque también son frecuentes las quejas de dificultades en droga que incrementa el deseo sexual y mejora el rendi-
la erección e impotencia. Esporádicamente se han descrito miento, si bien ambas cosas son dif íciles de medir de forma
e166 CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual

objetiva. Aunque no se conocen científicamente sus efectos Se han utilizado también otros tratamientos a base de inyec-
sexuales, lo más frecuente es que el entusiasmo y actividad ciones de sustancias vasoactivas en los cuerpos cavernosos
sexual que algunos experimentan al principio acaben en (papaverina, fentolamina, fenoxibenzamina, polipéptido
franca disfunción. Existen otras muchas drogas a las que se intestinal vasoactivo o prostaglandina E); sin embargo, sus
les atribuyen efectos estimulantes sobre la conducta sexual efectos secundarios y la aparición de fármacos por vía oral
(anfetamina, metilfenidato, nitrito de amilo, alucinógenos, han hecho que su uso sea cada vez más restringido. Por
metaqualona, etc.), algunas de ellas con efectos secundarios último, los ansiolíticos pueden ser eficaces para reducir la
muy peligrosos. tensión o la ansiedad y, en ocasiones, se han aconsejado
algunos antidepresivos o antipsicóticos a dosis bajas a fin
Tratamiento.  Una historia clínica bien establecida suele de retrasar la eyaculación. Como norma general, no obs-
ser suficiente para orientar el tratamiento de una disfunción tante, antes de recomendar cualquier tipo de fármaco, es
sexual. No obstante, ante la menor duda, hay que realizar las preciso realizar una historia clínica completa y valorar si
pruebas que se consideren necesarias (hemograma completo, el paciente es candidato a otro tipo de tratamiento como
análisis de orina, glucosa, pruebas hepáticas y renales, exá- puede ser el psicológico.
menes ginecológicos y urológicos, análisis hormona­les, etc.). Tratamientos hormonales.  Al hablar de las hormonas,
En casos determinados hay que efectuar pletismogra­ ya se ha hecho referencia a sus escasos efectos sobre la fun-
f ía nocturna peneana, Doppler, angiograf ía, inyección intra­ ción sexual. Baste recordar que la testosterona (inyectada,
cavernosa de papaverina, etc. Si se confirma la organicidad oral o transdérmica) sólo resulta eficaz en algunos casos de
del trastorno o se detecta la coexistencia de factores psicoló­ falta de deseo o de impotencia, en los que se pueda demos-
gicos y orgánicos, pueden ser de utilidad en algunos casos trar un déficit importante de esta hormona, aunque se da la
los tratamientos farmacológicos o quirúrgicos. circunstancia de que la mayoría de estos pacientes presentan
Tratamientos farmacológicos.  Uno de los sueños más niveles normales. En las mujeres, los estrógenos pueden ser
viejos de la humanidad es hallar sustancias afrodisíacas, de utilidad para contrarrestar la falta de lubricación vaginal
es decir, capaces de aumentar la capacidad sexual. A nivel que se da en la posmenopausia.
popular existe una lista casi interminable de dichas sustan- Tratamientos quirúrgicos.  Los tratamientos quirúrgi-
cias. Baste con citar, a título de ejemplo, el caso del ginseng, cos son relativamente modernos. La cirugía vascular se ha
al que se le atribuyen cualidades androgénicas. Hace unas propuesto para aquellos casos en que existe una oclusión
décadas, algunos estudios poco controlados informaron o un escape en los vasos peneanos, pero los resultados son
sobre resultados espectaculares con un bloqueante alfa­ discutibles. Más éxito tienen las prótesis que se implantan
adrenérgico yohimbina en el tratamiento de la impotencia en el pene, produciendo una semierección permanente. El
orgánica. Investigaciones más rigurosas realizadas después, sistema a base de un dispositivo hinchable para obtener la
sin obtener los éxitos anteriores, han permitido mantener erección en el momento deseado es mucho más sofisticado y
algunas esperanzas y, al mismo tiempo, han contribuido presenta más dificultades técnicas. Hay que puntualizar, no
al conocimiento del papel de los neurotransmisores en obstante, que los métodos quirúrgicos sólo se deben aplicar
la respuesta sexual. La reciente aparición del sildenafilo en los casos resistentes a todo tratamiento, previo examen
ha cambiado el panorama del tratamiento farmacológico minucioso del estado f ísico y psíquico del individuo. Se ha
de la disfunción eréctil. Se trata de un fármaco seguro, de propuesto también una técnica basada en estimulación eléc-
fácil administración, que ha demostrado ser eficaz en el trica de la base del pene, pero sus resultados son aún poco
70-90% de los pacientes con disfunción eréctil, sea de causa convincentes.
orgánica, psicógena o mixta, siempre que no exista una Tratamientos psicológicos.  Desde el punto de vista
falta de deseo. Es un inhibidor potente y selectivo de la psicológico se han propuesto distintas técnicas (grupales,
fosfodiesterasa tipo 5 del guanosín monofosfato cíclico que conductistas, hipnoterapia, etc.). Tampoco faltan los que
se encuentra en concentraciones relativamente elevadas preconizan terapias individuales de orientación dinámica.
en el tejido de los cuerpos cavernosos humano y en las Sin embargo, las más utilizadas y que mejores resultados
plaquetas. Se administra por vía oral aproximadamente una ofrecen son las que fueron diseñadas y desarrolladas por
hora antes de iniciar la actividad sexual. Lo más frecuente Masters y Johnson, basadas en el tratamiento de ambos
es que con 50 mg se consiga la erección deseada, aunque miembros de la pareja. Los principios básicos del tratamien-
en ocasiones puede ser suficiente con 25 mg o, por con- to son reducir la ansiedad que provoca el miedo al fracaso y
tra, deba aumentarse hasta 100 mg. Está contraindicado proporcionar una información y un reaprendizaje, cuando
en aquellos pacientes que estén tomando nitratos o fár- se requiera. Aparte de esto, es preciso valorar la relación de
macos donadores de óxido nítrico en cualquier forma. En pareja, la posible existencia de una disfunción doble y el gra-
determinados casos, debido a que existe un cierto grado do de motivación tanto del paciente como del compañero/a
de riesgo cardíaco asociado a la actividad sexual, puede sexual. Es importante valorar el estado psíquico del paciente,
ser recomendable un examen del estado cardiovascular especialmente en el caso de que haya algún trastorno de
del paciente. Después del sildenafilo han aparecido otros personalidad o sintomatología depresiva. Una impotencia,
fármacos también orales para la disfunción eréctil como son una anorgasmia o una disminución del deseo pueden pro-
el tadalafilo, el vardenafilo y el clorhidrato de apomorfina. ducir un estado de desmoralización en el paciente. Por otra
CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual e167

parte, existen numerosas investigaciones que demuestran en 1970. En ambos casos se realiza una estimulación
una disminución del impulso y el rendimiento sexual en los manual del pene, advirtiendo al varón que no esté pen-
enfermos depresivos. Se requiere, pues, una exploración diente de su orgasmo, sino de las sensaciones que le
cuidadosa para orientar el tratamiento de forma correcta. proporciona la pareja. Cuando siente deseos de eyacu-
Para todas las disfunciones, las primeras entrevistas se lar, debe avisar para que ésta detenga la estimulación
dedican a plantear el caso, con lo cual se empieza a propiciar o realice una compresión fuerte sobre el pene, según
que el paciente y su pareja hablen del problema de forma se trate de una técnica u otra. Para la compresión se
distendida y sin crispaciones. Sea cual fuere la disfunción recomienda rodear el pene, colocando el dedo pulgar
sexual, pero especialmente cuando hay una falta de deseo, el en el frenillo del prepucio y el dedo segundo y terce-
principio del tratamiento consiste en que la pareja se habitúe ro por encima y debajo de la corona del glande. Si se
a tener con frecuencia un contacto f ísico, sin connotaciones efectúa correctamente, tanto la parada como la com-
sexuales. Mientras no sean capaces de realizar esto de forma presión detienen la eyaculación. Este procedimiento
tranquila y relajada, el paso a la segunda etapa está condena- se repite tres o cuatro veces, hasta que, en la última,
do al fracaso. De ahí que sea preciso no dejarse llevar por las ya se permite eyacular. En una segunda etapa, la mujer
prisas (a menudo de los propios pacientes) y dedicarle todo situada en cuclillas sobre el varón introduce el pene en
el tiempo necesario. A continuación, se empieza a plantear la su vagina y se les advierte que se abstengan de realizar
técnica de focalización sensorial preconizada por Masters y movimientos. Después de un breve período o en el caso
Johnson. Esta técnica implica una mayor comunicación f ísi- de que el varón sienta la urgencia de eyacular, la mujer
ca y verbal, a fin de descubrir cuáles son las zonas o el tipo debe levantarse y realizar de nuevo la compresión. Esto
de estimulación preferidos. En todo momento es preciso se repite tres o cuatro veces y, en la última, se permite
recordarles que no se trata de obtener una excitación o un eyacular libremente. La compresión en la base del pene
orgasmo, sino de avanzar en el conocimiento sexual mutuo. puede resultar útil para detener la eyaculación durante
A medida que se progresa en la focalización sensorial, se el coito, sin necesidad de sacar el pene de la vagina. Los
permite la estimulación directa de los genitales, sin intentar resultados de este tratamiento suelen ser buenos, pero
aún la penetración. En esta etapa del tratamiento, el hecho antes de aplicarlo de forma indiscriminada hay que
de comentar con naturalidad algunas técnicas sexuales, valorar hasta qué punto la rapidez en la eyaculación
como la estimulación oral de los genitales, puede resultar constituye un obstáculo para la relación sexual de una
informativo en unos casos y desangustiante en otros. pareja determinada. Por otra parte, en los casos, nada
De forma específica para las diferentes disfunciones, se infrecuentes, en que la mujer presenta una inapetencia
utilizan diversas estrategias: sexual es preciso actuar con mucha cautela, ya que
• En los casos de falta de deseo o disfunción orgásmica la instauración de un tratamiento de este tipo puede
femenina, se recomienda paralelamente la autoexplo- resultar contraproducente.
ración de los genitales y la automasturbación. Una vez •
El tratamiento del retraso en la eyaculación es parecido
conseguido el orgasmo de esta forma, puede intentarlo al de la anorgasmia en la mujer. Después de la foca-
la pareja, siguiendo las directrices que la mujer vaya lización sensorial, si el varón es incapaz de eyacular
dando. Cuando ya se ha alcanzado el orgasmo por dentro de la vagina, se recomienda que la mujer esti-
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heteromasturbación, se autoriza el coito. Llegado este mule intensamente el pene y lo introduzca en su vagina
momento, es de suma importancia recordarles que, para en el momento en que el varón sienta la necesidad de
la mujer, el coito no es el mejor sistema para conseguir eyacular. En casos más graves se aconseja al varón que
el orgasmo, a diferencia de lo que ocurre en el varón. se masturbe él mismo, en presencia de su compañera,
En ocasiones puede ser de utilidad la realización de que deberá, en un principio, permanecer inactiva, para
los ejercicios de Kegel para fortalecer la musculatura ir participando progresivamente, a medida que el tras-
pubococcígea. torno se supera.
• En el caso de disfunción eréctil o impotencia, durante la •
El tratamiento del vaginismo-dispareunia requiere
focalización sensorial los pacientes muestran tendencia una prohibición inicial de los intentos de penetración.
a intentar el coito en el momento en que se presenta la Al mismo tiempo se instruye a la mujer para que se
erección, por temor a que ésta desaparezca rápidamente. familiarice con sus genitales de forma visual, mediante
Tal procedimiento no es en absoluto recomendable, por un espejo, y de forma táctil, introduciendo uno o más
lo que es necesario advertir a los dos miembros de la dedos en su vagina. A continuación, la mujer solicita
pareja que se abstengan de hacerlo. Por el contrario, hay a su compañero que introduzca sus dedos y, una vez
que instruirles para que actúen sin prisa y, en ocasiones, conseguido esto sin problema, se la autoriza para que,
puede ser útil aconsejar a la pareja que deje de estimular situándose en cuclillas sobre el varón, introduzca ella el
el pene, justamente para que el varón se percate de que pene en su vagina. También se utilizan dilatadores en
puede perder la erección y recuperarla nuevamente. forma de pene, de tamaños progresivos, con la misma
• La eyaculación precoz se trata con la técnica de «parada finalidad. Aunque los resultados suelen ser buenos, exis-
y arranque», propuesta por Semans, en 1956, o la de ten casos rebeldes en los que esta técnica no es suficiente
«compresión», preconizada por Másters y Johnson, y es preciso utilizar la relajación o la desensibilización
e168 CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual

s­ istemática, o recurrir a los ansiolíticos o a los fármacos altamente peligrosas y hasta mortales. Algunos autores
que controlan la hiperreactividad del sistema nervioso distinguen entre conductas que raramente se presentan
vegetativo. como un problema clínico, ya que pueden esconderse bajo
• Por último, existen casos de verdadera fobia o aversión al la apariencia de una relación heterosexual normal (sería el
sexo, en los que los procedimientos terapéuticos expues- caso de algunos fetichistas y sadomasoquistas), y aquellas
tos se hacen imposibles, si no se asocian a técnicas de que comportan una ofensa sexual a otra persona, como en
descondicionamiento progresivo. el exhibicionismo, la paidofilia, algunos casos de incesto o
la propia violación. La presencia de una parafilia predice la
aparición de otras (entre 2 y 5) a lo largo de la vida del
PARAFILIAS individuo.

Epidemiología.  Existen escasos datos sobre la preva-


Concepto.  En su acepción más extendida, la parafilia se lencia de estas conductas, ya que las estadísticas clínicas
asocia al hecho de obtener una excitación sexual a través de son poco fiables, por cuanto únicamente se suele acudir
estímulos que no se consideran «normales». La caracterís- a las consultas por motivos legales o por presiones de la
tica esencial de la parafilia es la presencia de repetidas e pareja. Otros tipos de encuestas, como pueden ser las
intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, de impulsos sociológicas, tampoco reflejan la realidad, ya que muchas
o de comportamientos sexuales que por lo general englo- personas no responderán con sinceridad acerca de unas
ban objetos no humanos, niños u otras personas que no actividades que se consideran exclusivas de unas mino-
consienten o el sufrimiento o humillación de uno mismo rías marginadas. Por todo ello, se supone que la prevalen-
o de la pareja. cia es mucho más alta de lo que indican las estadísticas.
En lo que respecta a la distribución por sexos, salvo casos
Diagnóstico.  Se han descrito diversas parafilias (ver muy aislados, no suelen diagnosticarse entre las mujeres.
tabla e49-7). Para su diagnóstico se requiere una duración El masoquismo constituye una excepción, pero, aun así,
de 6 meses como mínimo, y que produzcan malestar o la proporción se sitúa en 20 varones por cada mujer. En
deterioro en áreas social, ocupacional u otras áreas del las consultas especializadas las parafilias que se ven con
funcionamiento. más frecuencia son la paidofilia, el voyeurismo y el exhi-
bicionismo.
Controversias y clasificación.  La complejidad del
fenómeno obliga a hacer una serie de matizaciones. Por una Etiología.  Se han argumentado distintas etiologías, sin
parte, definir qué se entiende por normalidad en materia que ninguna de ellas haya podido ser confirmada. Desde el
sexual es sumamente complejo, a no ser que nos limitemos punto de vista biológico, se ha hablado de la existencia de
a la normalidad estadística, con todas las limitaciones que niveles excesivamente altos de andrógenos, mientras que
ésta comporta. A pesar de ello, se ha considerado desde otros han sugerido una relación entre conducta paraf ílica
siempre que existen unas conductas sexuales «anormales», y alteraciones del lóbulo temporal. Desde la perspectiva
a las que se les ha dado distintos calificativos en función psicológica, la teoría del aprendizaje propone que estas
de las ideologías imperantes en cada época: perversiones, conductas se instauran por haber sido reforzadas en un
aberraciones, desviaciones, vicios, conductas degeneradas, momento dado (generalmente en la pubertad) y por su ulte-
etc. Modernamente, sea porque no se ha podido demos- rior repetición en fantasías sexuales y masturbación. Según
trar la existencia de ninguna alteración orgánica o psico- la escuela psicoanalítica, algunas de ellas serían el resultado
lógica que cause estas conductas, sea porque existe una del complejo de castración en la fase edípica. Otros enfoques
mayor concienciación de lo relativo que es el concepto de sugieren que la falta de habilidades sociales y de asertividad
normalidad, los términos clásicos se han ido sustituyendo podrían predisponer a la parafilia.
por otros que intentan ser más neutros, desprovistos de
cualquier enjuiciamiento. Así, se habla de variantes de la Tratamiento.  De todo lo expuesto, es fácil desprender
conducta sexual, otras preferencias sexuales, parafilias, etc. que el tratamiento de las parafilias es especialmente dif ícil,
En esta línea, mientras que en el DSM-IV y DSM-IV-TR problemático y poco gratificante para el clínico, ya que,
el concepto de parafilia se considera por sí patología, en el aparte la escasez de técnicas adecuadas, hay que contar
DSM-5 se introduce la distinción entre parafilia (conducta con la falta de demanda y/o colaboración del paciente. Se
sexual infrecuente o no convencional) y trastorno paraf ílico han intentado distintos procedimientos de tipo orgánico
(que ya tiene consideración de patología). Por otra parte, (farmacológico y quirúrgico), psicológico (principalmente
el intento de definir las parafilias como aquellas conductas psicoterapia cognitivo-conductual) o una combinación de
sexuales en las que no se tiene en cuenta la libertad del otro ambos.
no parece muy convincente, ya que las hay que se realizan Los fármacos más usados en las parafilias implican a la
en solitario y también otras en las que existe un acuerdo serotonina y testosterona/dehidotestostera en su mecanismo
mutuo. Se sabe que el sadomasoquismo y otras prácti- de acción. En un intento de reducir el impulso sexual, se han
cas «compartidas», como la asfixofilia, pueden r­ esultar usado sustancias hormonales antiandrogénicas, como el
CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual e169

TABLA e49- 7
Criterios diagnósticos DSM-5 para los trastornos parafílicos
Trastornos parafílicos
A. Durante un período de al menos seis meses, excitación sexual intensa y recurrente derivada de (ver listado inferior), y que se
manifiesta por fantasías, deseos irrefrenables o comportamientos
Trastorno de voyeurismo 302.82 (F65.3): observación de una persona desprevenida que está desnuda, desnudándose o
dedicada a una actividad sexual
Trastorno de exhibicionismo 302.4 (F65.2): exposición de los genitales a una persona desprevenida
  Especificar si:
  Sexualmente excitado por exposición de los genitales a niños prepúberes
  Sexualmente excitado por exposición de los genitales a individuos físicamente maduros
  Sexualmente excitado por exposición de los genitales a niños prepúberes y a individuos físicamente maduros
Trastorno de frotteurismo 302.89 (F65.81): tocamientos o fricción contra una persona sin su consentimiento
Trastorno de masoquismo sexual 302.83 (F65.51): el hecho de ser humillado, golpeado, atado o sometido a sufrimiento de
cualquier otra forma
  Especificar si:
  Con asfixiofilia: si el individuo busca conseguir la excitación sexual por medio de la restricción de la respiración
Trastorno de sadismo sexual 302.84 (F65.52): sufrimiento físico o psicológico de otra persona
Trastorno de pedofilia 302.2 (F65.4): actividad sexual con uno o más niños prepúberes (generalmente menores de 13 años)
  Especificar:
  Tipo exclusivo (atracción exclusiva por los niños)
  Tipo no exclusivo
  Especificar si:
  Atracción sexual por el sexo masculino
  Atracción sexual por el sexo femenino
  Atracción sexual por ambos sexos
  Especificar si:
  Limitado al incesto
Trastorno de fetichismo 302.81 (F65.0): empleo de objetos inanimados o un gran interés específico por parte(s) del cuerpo
no genitales
  Especificar:
  Parte(s) del cuerpo
  Objeto(s) inanimado(s)
 Otro
Trastorno de travestismo 302.3 (F65.1): hecho de travestirse
  Especificar si:
  Con fetichismo: si la excitación sexual se produce con tejidos, materiales o prendas de vestir
  Con autoginofilia: si la excitación sexual se produce con pensamientos o imágenes de uno mismo como mujer
Otro trastorno parafílico especificado 302.89 (F65.89)
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  Escatología telefónica (llamadas telefónicas obscenas)


 Necrofilia (cadáveres)
 Zoofilia (animales)
 Coprofilia (heces)
 Clismafilia (enemas)
 Urofilia (orina)
Trastorno parafílico no especificado 302.9 (F65.9)
B. El individuo ha cumplido estos deseos sexuales irrefrenables con una persona que no ha dado su consentimiento, o los
deseos irrefrenables o fantasías sexuales causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras
áreas importantes del funcionamiento
C. (Sólo para los siguientes diagnósticos)
• Trastorno de voyeurismo: el individuo que experimenta la excitación y/o que actúa con un deseo irrefrenable tiene como
mínimo 18 años de edad
• Trastorno de pedofilia: el individuo tiene como mínimo 16 años y es al menos cinco años mayor que el niño/niños del
Criterio A
Nota: no incluir a un individuo al final de la adolescencia que mantiene una relación sexual continua con otro individuo
de 12 o 13 años
• Trastorno de fetichismo: los objetos fetiche no se limitan a prendas de vestir utilizadas para travestirse (como en el
trastorno de travestismo ) o a artilugios diseñados específicamente para la estimulación táctil de los genitales (p. ej.,
vibrador)

(Continúa)
e170 CAPÍTULO e49  Conducta y patología sexual

TABLA e49- 7 ( c o n t . )
Criterios diagnósticos DSM-5 para los trastornos parafílicos
Especificar si:
En un entorno controlado: Este especificador se aplica sobre todo a individuos que viven en una institución o en otros ámbitos
en los que la oportunidad del comportamiento parafílico es limitada
En remisión total: El individuo no ha cumplido sus deseos irrefrenables con una persona sin su consentimiento, y no ha
existido malestar ni problemas sociales, laborales o en otros campos del funcionamiento durante al menos cinco años en los
que ha estado en un entorno no controlado

Reproducción autorizada por Editorial Médica Panamericana en nombre de la Asociación Americana de Psiquiatría. Manual diagnóstico y ­estadístico
de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.ª edición. ©2014, American Psychiatric Association. Todos los derechos reservados.

acetato de ciproterona, el acetato de medroxiprogesterona, American Psychiatric Association. (2014). Manual diagnóstico
así como progestágenos. Los estrógenos y los agonistas de la y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®) (5.ª edición).
hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) son Madrid: Editorial Médica Panamericana.
Baldwin, D. S. (2004). Sexual dysfunction associated with
tratamientos hormonales de segunda o tercera línea que
andiepressant drugs. Expert Opin Drug Saf, 3(5), 457-470.
también han mostrado alguna utilidad. Por otra parte, los Basson, R., Rees, P., Wang, R., Montejo, A. L., & Incrocci, L.
antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina (2010). Sexual function in chronic illness. J Sex Med, 7(1 Pt 2),
(tricíclicos e inhibidores selectivos) también son muy utiliza- 374-388Jan.
dos tanto en el tratamiento de las parafilias como de la hiper- Bhugra, D., Popelyuk, D., & McMullen, I. (2010). Paraphilias
sexualidad. En individuos condenados por delitos sexuales se across cultures: contexts and controversias. J Sex Res, 47(2),
ha utilizado la castración quirúrgica, pero algunos estudios 242-256.
indican que un tercio de los varones castrados siguen sien- Bobes, J., Dexeus, S., & Gibert, J. (2000). Psicofármacos y función
sexual. Madrid: Díaz de Santos.
do capaces de realizar el coito. No obstante, el empleo de
Cabello Santamaría, F. (2010). Manual de sexología y terapia
fármacos o principalmente de castración quirúrgica plantea sexual. Madrid: Síntesis.
problemas no sólo médicos (por sus efectos secundarios), Carrobles, J.A. (1981). Evaluación de las disfunciones sexuales.
sino también ético-legales, cuando se administran contra la En G. Fernández Ballesteros y J.A. Carrobles (dirs.),
voluntad del paciente. Evaluación conductual. Metodología, aplicaciones. Madrid:
Entre los abordajes psicológicos, los más utilizados han Pirámide.
sido los derivados de las teorías del aprendizaje. El entusias- Cauldwell, D. (1949). Psychopathia transexualism. Sexology, 16,
mo que en su momento despertaron las técnicas aversivas 274-280.
Coleman, E., et al. (2012). Standards of Care for the health of
ha ido disminuyendo, a medida que se ha visto que son
transsexual, transgender, and gender-nonconforming people,
más eficaces los tratamientos destinados a instaurar con- Version7. I. J. Transgenderism, 13, 165-232.
ductas nuevas, mediante el refuerzo, que los que pretenden De Vries, A. L. (2011). Gender dysphoria in adolescents.
eliminar las conductas desadaptadas mediante el castigo. Amsterdam: VU University Medical Center.
Aunque modernamente se sigan utilizando técnicas como Esteva de Antonio, I., et al. (2012). Organización de asistencia
la sensibilización encubierta, que constituye una variante a la transexualidad en el sistema sanitario público español.
suavizada de las aversivas, en general se ha dado paso a otros Gaceta Sanitaria, 26, 203-209.
métodos basados en el autocontrol, técnicas masturbatorias Farré, J.M., Lasheras, M. (2000). Factores psicológicos
en la evaluación multidisciplinar de la disfunción sexual:
destinadas a facilitar el cambio en la preferencia sexual,
diagnóstico y tratamiento. Psicofármacos y función sexual.
entrenamiento en habilidades sociales, terapia cognitivo- Bobes, Dexeus y Gibert (eds.). Díaz de Santos (pp. 61–92), 4.
conductual y terapia de pareja. La terapia combinada psi- Farré, J. M., & Lasheras, M. G. (2004). La disfunción eréctil:
cológica y farmacológica es aconsejable. No obstante, como aspectos psicopatológicos. Sexualidad y salud mental, 15,
se ha apuntado ­previamente, la mayor parte de las personas 175-198.
con parafilias no buscan ayuda profesional, son escasos los Farré, J. M., & Salvador, L. (1992). Disfunciones sexuales. Manual
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