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2. Una forma alternativa para representar la información contenida en un campo vectorial es por
medio de las líneas de campo. En esta representación, omitimos la cuadrícula y conectamos los
vectores con líneas suaves. Podemos dibujar tantas líneas como queramos.
Las líneas de campo magnético se amontonan de forma natural en las regiones donde el campo es
más intenso. Esto significa que la densidad de líneas de campo indica la intensidad del mismo.
Las líneas de campo magnético no comienzan ni terminan en algún lugar, siempre forman curvas
cerradas y continúan dentro de un material magnético (aunque no siempre las dibujamos de esta
forma).
Necesitamos una manera de indicar la dirección del campo. Para esto, a menudo dibujamos flechas
sobre las líneas, aunque a veces no lo hacemos. En estos casos, debemos indicar la dirección de
alguna otra forma. Por razones históricas, la convención es etiquetar una región como "norte" y
otra como "sur" y dibujar solo las líneas que van de uno a otro "polo", así como suponer que las
líneas van de norte a sur. Usualmente colocamos las etiquetas "N" y "S" en los extremos de una
fuente de campo magnético, aunque, estrictamente hablando, esto es arbitrario y no hay nada
especial sobre estas regiones.
Puesto que el campo magnético es una cantidad vectorial, hay dos aspectos que necesitamos medir
para describirlo: su intensidad y su dirección.
La dirección es fácil de medir. Podemos usar una brújula, que se alinea con el campo. Las brújulas
se han usado para navegar (utilizando el campo magnético) desde el siglo XI.
. En el sistema SI, la unidad del campo magnético es el tesla (cuyo símbolo es \mathrm {T}T,
nombrado en honor a Nikola Tesla). Definimos el tesla en términos de cuánta fuerza ejerce un
campo magnético sobre una carga. Un pequeño imán de refrigerador produce un campo de
alrededor de 0{,}001~\mathrm{T}0,001 T y el campo magnético de la Tierra es de alrededor de
5\cdot 10^{-5}~\mathrm{T}5⋅10
−5
T. A menudo se usa una medida alternativa, el gauss (cuyo símbolo es \mathrm{G}G). Entre
estas dos medidas hay un factor de conversión muy simple: 1~\mathrm{T} = 10^4~\mathrm{G}1
T=10
4
G. Usamos los gauss a menudo porque un campo de 1 tesla es muy grande.
En términos de ecuaciones, denotamos la magnitud del campo eléctrico con el símbolo B. También
puede que veas una cantidad llamada "intensidad de campo magnético", denotada con el símbolo
H. Tanto B como H tienen las mismas unidades, pero H toma en cuenta el efecto de que los campos
magnéticos se concentran en los materiales magnéticos. Para problemas simples que se desarrollan
en el aire, no necesitas preocuparte por esta distinción.
El término se usa para dos campos distintos pero estrechamente relacionados, indicados por los
símbolos B y H, donde, en el Sistema Internacional de Unidades, H se mide en unidades de
amperios por metro y B se mide en teslas o newtons por metro por amperio. En un vacío, B y H
son lo mismo aparte de las unidades; pero en un material con magnetización (denotado por el
símbolo M), B es solenoidal (no tiene divergencia en su dependencia espacial) mientras que H es
no rotacional (libre de ondulaciones).
Los campos magnéticos son producidos por cualquier carga eléctrica producida por los electrones
en movimiento y el momento magnético intrínseco de las partículas elementales asociadas con una
propiedad cuántica fundamental, su espín. En la relatividad especial, campos eléctricos y
magnéticos son dos aspectos interrelacionados de un objeto, llamado el tensor electromagnético.
Las fuerzas magnéticas dan información sobre la carga que lleva un material a través del efecto
Hall. La interacción de los campos magnéticos en dispositivos eléctricos tales como
transformadores es estudiada en la disciplina de circuitos magnéticos.
Historia
Si bien algunos materiales magnéticos han sido conocidos desde la antigüedad, como por ejemplo
el poder de atracción que la magnetita ejerce sobre el hierro, no fue sino hasta el siglo XIX cuando
la relación entre la electricidad y el magnetismo quedó plasmada, pasando ambos campos de ser
diferenciados a formar el cuerpo de lo que se conoce como electromagnetismo.
Mientras llevaba a cabo su demostración eléctrica, Oersted notó para su sorpresa que cada vez que
se conectaba la corriente eléctrica, se movía la aguja de la brújula. Se calló y finalizó las
demostraciones, pero en los meses sucesivos trabajó duro intentando explicarse el nuevo
fenómeno. ¡Pero no pudo! La aguja no era ni atraída ni repelida por la corriente. En vez de eso
tendía a quedarse en ángulo recto. Hoy sabemos que esto es una prueba fehaciente de la relación
intrínseca entre el campo magnético y el campo eléctrico plasmada en las ecuaciones de Maxwell.
Como ejemplo para ver la naturaleza un poco distinta del campo magnético basta considerar el
intento de separar el polo de un imán. Aunque rompamos un imán por la mitad éste "reproduce"
sus dos polos. Si ahora volvemos a partir otra vez en dos, nuevamente tendremos cada trozo con
dos polos norte y sur diferenciados. En magnetismo no se han observado los monopolos
magnéticos.