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Cultura preventiva: salud laboral en el educador.

¿Por qué una cultura? Porque es necesario volverla parte de nuestra cultura, entendiendo
la cultura como un todo, todo aquello que nos caracteriza, incluyendo idioma, costumbres,
ideales, y si esta está en constante dinamismo y cambio (por cuanto la cultura es dinámica
y cambiante), entonces entendemos que así como se pueden perder características
culturales así también se pueden ganar nuevas, y es necesario incluir esta afirmación de
la que estaremos hablando.
¿Por qué Preventiva? Porque busca evitar o mitigar la incidencia de los peligros y
riesgos, en este caso laborales, que puedan desencadenar cualquier accidente o
enfermedad ocupacional.
Finalmente, requerimos de una cultura preventiva, y es necesaria por cuanto no es
una suposición, en realidad es un hecho, y esto no es más que educar para crear
conciencia, adoptar nuevas conductas y una actitud responsable y de respeto por la
protección de las vidas, el entorno, por las futuras generaciones; esto debe ser una actitud
que se asuma con compromiso y en colectividad.
En este sentido, es necesario incidir en la cultura laboral de los educadores de
cualquier nivel, puesto a que son estos los expuestos ocupacionalmente a diversos
factores que no respetan grado académico o puesto de trabajo y que afectan directamente
al individuo, le afectan por su actividad laboral.
A su vez, necesitamos una Cultura de Prevención en Seguridad y Salud en el
Trabajo: Es el conjunto de valores, actitudes, percepciones, conocimientos y pautas de
comportamiento, tanto individuales como colectivas, que determinan el comportamiento
con respecto a la Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo de una organización y que
contribuyen a la prevención de accidentes y enfermedades de origen ocupacional. Nt-01-
2008

Toda actividad es inherente a un riesgo, capaz de producir algún tipo de daño,


generado directa o indirectamente por algún agente peligroso; de este modo, toda
actividad humana ha estado estrechamente relacionada a la existencia de algún riesgo
intrínseco o extrínseco que al materializarse es capaz de generar escenarios con
consecuencias indeseadas. (luis cedeño 2017)
En este punto es necesario reseñar que va a ser común ciertos términos que a
medida que avance esta ponencia se nos aras bastante repetitivos e incluso familiares y
que competen principalmente al área de higiene y seguridad laboral tales como:
Riesgo laboral: probabilidad de ocurrencia de un evento indeseado, tras cuya
materialización existen dos variables consecuentes: el accidente laboral y el accidente
laboral.
Peligro: fuente situación o acto capaz de producir un daño.
Ergonomía: Es la disciplina que se encarga del estudio del trabajo para adecuar los
métodos, organización, herramientas y útiles empleados en el proceso de trabajo, a las
características (psicológicas, cognitivas, antropométricas) de las trabajadoras y los
trabajadores, es decir, una relación armoniosa con el entorno (el lugar de trabajo) y con
quienes lo realizan (las trabajadoras o los trabajadores). Nt01-2008
Seguridad laboral: conjunto de principios leyes, criterios y normas formuladas para
controlar los riesgos de accidentes y daños al trabajador ocupacionalmente expuesto.
Higiene laboral: ciencia y arte dedicados al conocimiento, evaluación y control de
aquellos factores ambientales provocadas por o con ocasión del trabajo capaces de
ocasionar enfermedades o afectar la salud y el bienestar de los trabajadores.
Se observa en la actualidad una tendencia a lo que se ha denominado la
“terciarización” de la fuerza de trabajo. En otras palabras, amplios grupos de la población
económicamente activa se encuentra engrosando las filas de los trabajadores de los
servicios.
Una consecuencia de este relativo abandono es el desconocimiento cabal de las
condiciones de trabajo y de la salud de estos grupos laborales. No se tiene mucho interés
en los principios y recomendaciones de la salud y seguridad en el trabajo, en pocos casos
existen programas integrales y activos en este campo, de lo cual no se escapan ni las
grandes empresas.

El trabajo del docente, al igual que cualquier otro tipo de trabajo, permite el
desarrollo físico, intelectivo y afectivo, sin embargo, y bajo ciertas condiciones es
también susceptible de ocasionar alteraciones en la salud de distinto tipo.
Como en cualquier otro grupo laboral, los profesores y profesoras sufren de una
amplia variedad de dolencias, muchas de ellas estrechamente relacionadas con el trabajo
que realizan, con las características de los alumnos y con las condiciones de las escuelas.
De igual manera, cuando se habla de salud del personal docente no hay que perder
de vista que la salud se encuentra en íntima relación con las condiciones de las escuelas,
consideradas como centros de trabajo y con las condiciones de vida de los distintos
miembros del magisterio.
Relación objeto sujeto:
El agricultor trabaja sobre la tierra, es su objeto de trabajo, el minero interviene
en la roca para obtener el mineral, el carpintero sobre la madera. En el sector terciario, en
la educación o en el trabajador de la salud la actividad laboral toma como elemento central
a seres humanos, particularidad que imprime características especiales al trabajo docente.
No es lo mismo actuar sobre elementos inanimados que desenvolverse
cotidianamente con alumnos o pacientes. La interacción entre trabajador y objeto de
trabajo que debe ser transformado es muy distinto en el sector de la manufactura que en
el de los servicios. Por esta misma razón es que en el trabajo docente no es adecuado
hablar de “objeto” de trabajo.

Se utiliza la noción de “objeto-sujeto” con una concepción que es necesario


aclarar. El componente “objeto”, de ninguna manera intenta cosificar al sujeto, recupera
solamente uno de los componentes importantes del proceso de trabajo, que se refiere al
elemento que debe ser transformado con la actividad laboral, sea del tipo que sea. Al
añadir el componente “sujeto”, se quiere refrendar la idea que este componente del
proceso de trabajo es una persona, aspecto que marca una gran diferencia con otros
procesos.

En el trabajo docente existe una interacción dinámica y permanente entre maestro


y alumno, cada uno con sus particularidades. Las características de los alumnos, como
individualidad concreta y como parte de un grupo va a crear ciertas condiciones que
favorecen o afectan a la salud de uno y de otro actor social.
En otros estudios, desde la óptica de la ergonomía, se ha podido ver la diversidad
de actividades, tareas y procedimientos que existe en el trabajo docente. Inclusive se
puede valorar la frecuencia y duración de cada una de ellas. Es posible determinar la
característica de estas actividades en términos de frecuencia, repetitividad, duración y
otros aspectos que puedan comprometer la salud.
Las actividades en el trabajo docente no son uniformes, varían de acuerdo al nivel
(pre-primario, primario, medio o superior) y a la especialidad. Sin embargo, existen
elementos que se repiten en la gran mayoría del personal docente.
En la relación maestro-alumno se establece un proceso con múltiples
manifestaciones, cruzados inclusive por sentimientos humanos diversos.
Las investigadoras canadienses han reconocido esta particularidad y es por eso
que las principales actividades que se realizan en el aula y tomando como referencia lo
que se hace en una clase específica, han sido agrupadas en cinco grandes categorías:

 Dirigidas a la enseñanza de la materia. La actividad central se concentra en


explicar, utilizando una diversidad de mecanismos y estrategias pedagógicas.

 Dirigidas al ámbito del comportamiento. Las actividades son: explicar, en este


caso de reglas de comportamiento, estimular y corregir.

 Dirigidas al mantenimiento del estado de estimulación en un nivel óptimo. Para


ello es necesario elevar el tono de la voz, hacer uso del humor, igualmente con
distintas estrategias y llamar al alumno por su nombre.

 Cuidado y gestión de los lugares de trabajo. Es necesario abrir y cerrar las


ventanas, controlar la limpieza (a veces hacerlo personalmente), mantener el
orden.
 Sostén afectivo. Con esta finalidad es necesario mimar y utilizar palabras de
estímulo.

CARACTERÍSTICAS COMUNES EN LAS AULAS:

Problemas de conducta
Dificultades en la capacidad de aprendizaje
Diferentes niveles culturales
Diferencias del lenguaje y comunicación
Grandes diferencias de edad entre los alumnos de un mismo grado
Agresividad
Condiciones conflictivas o difíciles de la familia que inciden de distinta manera en el
alumno
Malas relaciones entre alumnos
Inadecuadas relaciones con el maestro o maestra
Repetición del año
Excesivo número de alumnos por aula

CARACTERISTICAS DEL MAESTRO O MAESTRA E INTERACCION CON LOS


PROCESOS PELIGROSOS
Temperamento
Capacidad de persuasión
Formas de ejercer la autoridad
Tolerancia
Capacidades pedagógicas
Dominio de la materia
Formas de reaccionar a situaciones complejas
Capacidades para solucionar problemas
Estabilidad emocional
Características éticas y morales
Condiciones de vida y familiares

Si el docente tiene un temperamento irritable, autoritario, si es intolerante, con


pocas capacidades pedagógicas, con profunda inestabilidad emocional, etc. surgirán
condiciones especiales que se combinan con las del alumno para crear una situación
laboral nada favorable para la salud. De ahí surgirán múltiples problemas, especialmente
en la esfera mental.

El trabajo docente exige que el maestro o maestra adopte posiciones que a la larga
van a repercutir en la salud. Muchas horas de pie, adopción de posiciones incómodas
(inclinación del tronco, genuflexión, cuclillas) para ayudar a los alumnos pequeños o para
controlar las tareas.

En la salud del docente influyen las condiciones que existen dentro y fuera de la
escuela. En el primer caso, relacionadas de manera estrecha con las características de las
edificaciones y con los servicios que disponga. Cuando se habla del entorno por fuera de
la escuela hay que considerar el sector donde se ubica el centro escolar y las
particularidades del mismo.

De acuerdo a lo señalado, los principales procesos peligrosos que pueden


comprometer la salud de maestros y maestras son los siguientes:
Ruido
Frío
Calor
Humedad
Hacinamiento
Mala ventilación
Iluminación inadecuada
Basura
Substancias químicas por actividades de vecindad
Escuela ubicada en lugares de difícil acceso
Focos infecciosos
Conflictos sociales en el sector (drogadicción, prostitución, alcoholismo, delincuencia,
desocupación, etc.)
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la
Salud (OMS) indican que: "La profesión docente, tal como se están desenvolviendo
las sociedades actuales, puede llegar a ser una profesión de riesgo”.

Según Avelino y cois (2002), los daños profesionales se clasifican como:


• Accidente de trabajo
• Enfermedad profesional
• Fatiga
• Insatisfacción
• Envejecimiento prematuro

Por otro lado, en Venezuela, en el año 2015 fueron formalizados antes el Instituto
Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (INPSASEL) 46.787 accidentes, de
los cuales el 7,9% son atribuidos a los servicios sociales y de salud, ocupando el cuarto
lugar, solo siendo superado por los accidentes en industrias manufactureras, comercios y
servicios y explotación de minas y canteras, aumentando ligeramente desde el 2014, que
con un total de 52.458 accidentes reportados, ocupando el tercer lugar con un el 7,3%
para dicho año.

Competencias del educador de deporte:


Meta cognición:
Aplica en Él y en sus alumnos y/o deportistas procedimientos para un aprendizaje
autónomo tanto para la práctica de la educación física, el deporte y especialmente para su
vida (aprender a aprender).
Compromiso social:
Asume el compromiso con su patria, buscando la solución de sus problemas de
orden social, económico y cultural, desarrollando en sus alumnos, deportistas la
capacidad de análisis de la realidad nacional e internacional, valorando las riquezas
naturales y multiculturales de país y la región.

Configuración del puesto y microclima:


a. Espacio de trabajo
b. Iluminación
c. Ventilación
d. Temperatura
e. Ruido molesto
2. Carga física: determinada por los esfuerzos físicos, las posturas de trabajo, los
movimientos y la manipulación de las cargas.
a. Carga estática
b. Carga dinámica
3. Carga mental: valora los aspectos psicosociales relacionados con las exigencias
funcionales y organizativas del puesto de trabajo:
a. Presión de tiempos
b. Atención
a. Complejidad
b. Monotonía
c. Aislamiento
d. Horario
4. Contaminantes químicos:
5. Agentes físicos:
a. Ruido
b. Vibraciones
c. Calor/ frío
d. Iluminación
Carga física
Los docentes de E.F están sometidos a una serie de cargas físicas, estáticas y
dinámicas. Las estáticas se centran esencialmente en el abuso de la bipedestación y las
dinámicas en el trasporte de materiales y objetos muy pesados (vallas, plinto, potros,
canastas, colchonetas...). Todo ello, puede provocar, a lo largo de la vida laboral de este
profesional, una serie de patologías posturales degenerativas (dolores de espalda, ciáticas,
contracturas musculares...). Además, y dentro de la carga dinámica, destacamos las tareas
de demostración y participación en diferentes actividades deportivas, situaciones que con
el paso de los años se vuelven más comprometidas

En relación con la carga postural, podemos diferenciarla en carga postural estática


y dinámica. La carga postural estática implica el mantenimiento relativamente
prolongado de una posición en reposo (sedestación, bipedestación, etc.) lo que implica
una contracción más o menos isométrica de la musculatura que da lugar a fatiga postural
por reducción del riego sanguíneo local.
Por otro lado, la carga postural dinámica implica movimiento y, en muchos casos,
con transporte de objetos más o menos pesados (bancos, plinto, balones, vallas, etc). En
esta cuestión, el correcto posicionamiento del raquis manteniendo siempre que sea posible
sus curvaturas naturales, la colaboración ineludible del esfuerzo del tren inferior,
empujando y manteniendo el equilibrio, el posicionamiento de la carga cercana al cuerpo
y la ayuda de otros compañeros o elementos de transporte, son imprescindibles para
reducir la carga postural dinámica y sus efectos perniciosos para la integridad del raquis.

Carga mental

Gutiérrez y cois (2003) indican que la carga mental se puede definir en sus
aspectos cuantitativos y cualitativos, los primeros hacen referencia al número de tareas
que se han de cumplir y los segundos a la complejidad de éstas.

Los expertos consideran que un trabajo es estresante cuando existe un


desequilibrio entre el esfuerzo que nos exige y las compensaciones que nos proporciona
(Aviles, 2004). Por tanto, los docentes, como cualquier otro profesional que realiza tareas
asistenciales ante una audiencia están sometidos a unos altos niveles de atención, imagen
y exigencia emocional, lo que puede llegar a provocar situaciones estresantes. Como en
cualquier docente, uno de los mayores problemas laborales es la carga mental, que se
asocia con la monotonía de su actividad laboral, el mimetismo y rechazo a las
características de inmadurez de sus alumnos (eternización en la edad infantil).

En el caso del profesor de E.E, el exceso de control atencional para garantizar no


sólo los objetivos educativos sino la ineludible seguridad de sus educandos, es otro
elemento de carga mental importante. Por tanto, el desgaste atencional del docente de E.E
es muy elevado en relación con: la intensidad de la atención, muy elevada por las
características del espacio de trabajo, el tiempo que debe permanecer atento, no sólo para
mantener la seguridad sino para administrar con gran frecuencia el conocimiento de
resultados, cambiar de actividad, mantener las directrices organizativas... La fatiga
percibida puede también ser un indicador de carga mental. Todo ello, son factores que no
sólo comprometen la propia salud e integridad del trabajador sino la de su alumnado, al
reducirse el control de contingencias que debe dirigir una práctica físico-deportiva escolar
segura y saludable.
Es lo que identifican Gutiérrez y cois (2003) como confort informativo-decisorio,
que en el caso del profesor va a afectar a las decisiones interactivas durante la clase de
Educación Física, las cuales son en muchos casos esenciales para el control de la actividad
y la seguridad del alumnado, así, una mala interpretación de la información y una errónea
percepción de la situación, pueden provocar frecuentes errores decisionales tanto por
parte del alumnado como del profesor, comprometiéndose así gravemente la seguridad
de los discentes.

Pero no sólo eso, la percepción aún existente hoy, del escaso reconocimiento
social y académico de su área curricular, hace que muchos docentes de E. F se planteen
la utilidad de su acción educativa, todo ello, unido a la reducción horaria para conseguir
y detectar claramente los objetivos educativos, son otro elemento muy importante que
lleva al docente de E. F al síndrome BurnOut (insatisfacción laboral). Esta falta de
reconocimiento social hace muy complicado la no promoción de un alumno en esta área,
lo que en algunos casos puede desencadenar en conflictos emocionales con alumnos y
padres e incluso en agresiones al patrimonio personal e integridad física del docente.

Además, las propias características de los alumnos (inmadurez, visceralidad,


imprudencia, violencia en el aula, desmotivación) pueden generar situaciones de tensión
nerviosa y que en el caso de la docente de E.F. se pueden convertir incluso en improperios
de género (burlas, insultos, acoso sexual), que, en algunos casos, pueden desencadenar en
el llamado Mobbing (atropello o agresión en el trabajo).

Aviles (2004) destaca que entre los docentes, el estrés y otras patologías psíquicas
representan un 10% de las bajas laborales.

Contaminantes químicos
La generación y acumulación de material de desecho (sacos, neumáticos, aros de PVC
“Policloruro de vinilo”, balones de goma espuma) puede inducir a situaciones insalubres e
incluso tóxicas. El empleo de materiales alternativos de reciclaje como recurso didáctico
sin homologación y sin revisión puede ser otra fuente de toxicidad y contaminación;
debido en algunos casos a los sistemas de climatización y aislamientos, así como los
materiales de construcción de determinados materiales (PVC, látex, amianto...).

La falta de higiene y limpieza adecuada en los espacios y materiales deportivos


(gimnasios con goteras, colchonetas sucias, ropa deportiva de uso colectivo...) pueden
ocasionar enfermedades infecciosas (tétanos, neumonías, alergias, rinitis, asma).

Además, el docente puede recibir los esputos o gotículas respiratorias producidas por
estornudos del alumnado o a través de la hiperventilación de estos pudiéndole provocar
la transmisión de infecciones (gripe, meningitis, etc.), situación peligrosa en el caso de
una docente embarazada ya que se puede contagiar de enfermedades infantiles como la
varicela.

Agentes físicos:
a. Ruido

b. Vibraciones

c. Calor/ frío

d. Iluminación

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