Você está na página 1de 2

La importancia del juego en la Educación Infantil

El juego es la actividad más importante de los niños. Los niños juegan, no solo
para divertirse o distraerse, también lo hacen para aprender, es su
universidad, es el termómetro que mide su salud. El juego no es una pérdida
de tiempo, es fundamental para los niños. Un niño que juega está sano física,
mental y emocionalmente.

Además de las necesidades físicas el niño tiene otro tipo de requerimientos:


cariño y estímulo, cuya satisfacción es básica para su desarrollo mental y
emocional. Desde su primer día de vida el recién nacido es capaz de dar y
recibir afecto y de relacionarse con otras personas. Esta interacción y el
hecho de sentirse amado construirán su sentimiento de seguridad y de
confianza en sí mismo. Los lazos de afecto que se establecen en las primeras
etapas de su vida, contribuyen a sentar las bases de las relaciones que tendrá
en la vida adulta.
Los niños aprenden a través de la acción; por lo tanto, a medida que van
creciendo, necesitan gozar de libertad para explorar y jugar. El juego es uno
de los aspectos esenciales del crecimiento, favorece el desarrollo de
habilidades mentales, sociales y físicas; es el medio natural por el cual los
niños expresan sus sentimientos, miedos, cariños y fantasías de un modo
espontáneo y placentero. Así mismo sienta las bases para el trabajo escolar y
para adquirir las capacidades necesarias en etapas posteriores de la vida.
Durante la edad escolar, el niño requiere de ejercicio físico y de la recreación
colectiva para fortalecer sus músculos y huesos, adquirir actitudes que
favorezcan su convivencia, competencia e interrelación con los demás. El
juego con otros niños favorece también el desarrollo de sus rasgos de
carácter y personalidad. Por ello, la práctica constante de la actividad física y
el deporte se hace indispensable para su pleno.

Podría decirse que el juego es casi un instinto con el que nacemos los seres
humanos. En los primeros meses de vida el bebé juega con sus manos, las
mira, las descubre y poco a poco entiende lo que puede hacer con ellas.
El juego es entonces la forma natural de incorporar a los niños en el medio
que les rodea, de aprender, de relacionarse con los otros, de entender las
normas de la sociedad a la cual pertenecen.
Un bebé con su sonajero descubre sonidos y movimientos, una niña con su
rompecabezas se divierte mientras piensa, relaciona y capta. Así mismo, un
adolescente con juegos como "Escondidijos" o de deportes como el fútbol o
el baloncesto aprende la importancia del trabajo en equipo, el respeto al otro
sea adversario o no y el acatamiento de normas en pro del entendimiento y
la sana diversión.

Casi todos los padres le han comprado a su hijo un carrito o una pelota y a su
hija la muñeca a la que podrá darle tetero y cambiarle la ropita. Estos juegos
de hecho son importantes, pero a los padres se les ha olvidado incentivar en
sus hijos el juego creativo y, más importante aún, compartido. Sentarse con
los hijos a hacer figuras de plastilina, a pintar, a leer un cuento, a jugar
"Lotería" o "Parqués", o animarse a correr e inventar juegos que refuercen
los lazos familiares.
El juego puede ser un fin porque proporciona diversión y esparcimiento pero
también puede ser un medio para alcanzar un fin, y en ese sentido los padres
pueden crear juegos para que sus hijos aprendan, por ejemplo, a recoger los
juguetes después de jugar, despertarles el interés por algunos alimentos,
enseñarles a lavarse los dientes y muchas cosas más.
Hemos mencionado aquí todas las ventajas que tiene el juego y, sin embargo,
desde el sistema escolar se está presionando al niño para que cada vez, a
más temprana edad, entre a una educación formal en la que el juego tiene
escasa cabida. Detrás de estas medidas hay más un interés monetario que
cualquier otra cosa y no sólo se minimiza el potencial del juego en el
aprendizaje sino que también se está olvidando la importancia del juego en el
desarrollo emocional y afectivo de los niños.
Un niño que juega es un niño que ama la vida, que entiende y tolera
situaciones difíciles, que ama a quienes le rodean, es un niño que sonríe y es
feliz.
El juego es un derecho que tiene todo niño y una oportunidad que tenemos
los adultos de pasar un buen rato y de aprender de esa capacidad que tienen
los niños de disfrutar y admirarse con las cosas simples. El juego es algo muy
serio…

Você também pode gostar