Você está na página 1de 11

1

CAPÍTULO 1

Prof. Víctor Leyton C.

La Histología es aquella rama de las Ciencias Biológicas que tiene como objeto de
estudio los tejidos del cuerpo. La Histología pertenece al grupo de las Ciencias
Morfológicas junto con la Anatomía y la Embriología. La Histología nació de investí-
gaciones llevadas a cabo por el anatomista francés Bichat a fines del siglo XVIII.
Examinando con lupa la cara interna de la piel y la cara externa de la pared del
cuerpo, le llamó la atención el parecido con la trama de una tela. De allí salió el
nombre "tissu" en francés que traducido al español es “tejido”.

Durante el desarrollo intrauterino, el embrión consta de tres capas celulares (ecto-


dermo, mesodermo y endodermo). En estas tres capas germinativas, las células
continúan dividiéndose y poco a poco se especializan en los aspectos funcional y
estructural.

Nuestro cuerpo está formado por tres elementos básicos (células, matriz extra-
celular y fluidos corporales). Las células, de las cuales hay más de 300 tipos dife-
rentes en el cuerpo humano, son las unidades básicas de los organismos. Las célu-
las similares o relacionadas y que funcionan de una manera particular o tienen una
finalidad en común, se agrupan para formar tejidos.

Los cuatro tejidos básicos, epitelial, conectivo, muscular y nervioso que componen
el cuerpo, están integrados para formar órganos, como una glándula, un músculo,
un hueso, la piel y tantos otros. A su vez, órganos con funciones similares y com-
plementarias se agrupan en sistemas y aparatos que desempeñan funciones rela-
cionadas, como la digestión, la circulación, la reproducción, la respiración y otras. Si
bien en los animales y en la especie humana, las distintas células cumplen con una
función diferente, todas ellas poseen ciertas características que las unifican y que
pueden describirse en términos generales.

TEJIDO

Al comparar una célula nerviosa, una célula hepática y un eritrocito de mamífero,


las diferencias son tan grandes que cuesta imaginar que todas ellas contengan la
misma información genética. Se sabe que todas las células de un individuo derivan
de divisiones sucesivas del cigoto y por lo tanto, comparten la misma información
genética.

El proceso de diferenciación celular se basa en la activación y desactivación se-


lectiva de genes a través de una secuencia programada. Estos cambios suelen ser
irreversibles, de modo que una célula nerviosa no puede transformarse en leucocito
ni volver al estado de división rápida que es característico de las células embriona-
rias de las que proceden. A medida que las células se van diferenciando en
2

determinados grupos celulares originan los tejidos, los cuales se organizan para
formar los distintos órganos.

Entre las células que componen un tejido, existe una cantidad variable de matriz
extracelular rica en agua, de gran difusibilidad y secretada por las mismas células.
En algunos tejidos la cantidad de MEC es mínima, de modo que las células están en
íntimo contacto unas con otras, como en los tejidos epiteliales, mientras que en
otros, como los tejidos conectivos, la cantidad de MEC es mayor. Sin embargo, en
todas las variedades de tejidos la MEC está presente.

Variedades de tejidos

Tejido epitelial (epitelios). Se reconocen porque recubren la superficie externa del


cuerpo, tapiza las cavidades internas, los conductos del organismo y forman parte
de las glándulas del organismo.

Tejido conectivo (o conjuntivo). Acompaña, rodea y sostiene los otros tres tejidos
básicos, en estructura y función. Por el tejido conectivo se distribuyen los vasos
sanguíneos y linfáticos además de los nervios. Los tejidos conectivos más conocidos
se reconocen por la abundante MEC que separa sus células.

Tejido muscular. Está compuesto por células contráctiles responsables de los mo-
vimientos corporales y de los órganos en los que está presente; puede estar orga-
nizado como células individuales y como fascículos musculares. Cada una de sus
células están acompañadas por tejido conectivo.

Tejido nervioso. Compuesto principalmente por neuronas y células neurogliales,


que están encargadas de recibir, transmitir e integrar la información del interior y
exterior del organismo. Sus fibras nerviosas están presentes en el tejido conectivo.
Relaciona al individuo con su entorno e integra todos los órganos. Sus unidades es-
tructurales son las neuronas y las células gliales.
En cualquier segmento del cuerpo, como la cabeza, el cuello, el tronco y los miem-
bros, se pueden reconocer las cuatro variedades de tejidos, como lo muestra el es-
quema siguiente.
3

TEJIDO EPITELIAL
Los epitelios están formados por células poliédricas muy unidas entre sí, entre las
cuales hay muy escasa matriz extracelular y ausencia de fibras, de vasos y nervios.
Los tejidos epiteliales se especializan en funciones como la absorción, secreción,
transporte, excreción, protección, recepción sensorial y función defensiva.
Componentes importantes como el agua, el oxígeno y los principios nutritivos que
deben ingresar por la vía digestiva y la vía aérea hasta el tejido conectivo donde
están los vasos sanguíneos, deben atravesar el epitelio de revestimiento del intes-
tino, el epitelio de los alvéolos pulmonares y el epitelio de los capilares sanguíneos.
El tejido epitelial está representado por dos variedades, los epitelios de revesti-
miento y los epitelios glandulares.

A.- EPITELIOS DE REVESTIMIENTO

Los epitelios de revestimiento forman parte de las llamadas membranas o capas


cutánea, capa mucosa y la capa serosa. La capa cutánea o cutis es aquella que
recubre externamente nuestro cuerpo (la piel), la capa mucosa es la que tapiza los
conductos y la capa serosa es aquella que tapiza las cavidades cerradas como el
peritoneo, la pleura y el pericardio. En todos los epitelios de revestimiento las
células están estrechamente unidas por medio de uniones intercelulares, con escasa
MEC entre ellas y apoyadas sobre una membrana basal que las comunica con el
tejido conectivo subyacente.
De acuerdo a la ubicación y la función que cumplen las distintas variedades de epi-
telios, éstos tienen una complejidad estructural variable. Una manera de ordenar
los diferentes tipos de epitelios de revestimiento, es clasificarlos de acuerdo a la
forma de sus células, las características de su superficie libre y el número de capas
que lo conforman. Hay que tener presente por lo tanto, que el epitelio que tapiza el
intestino, la vejiga, la tráquea o la superficie corporal poseen una organización
característica y única
y que por lo tanto, la
función de cada uno
de esos órganos es
distinta entre ellos.
Tal como lo represen-
ta el esquema de una
capa mucosa, el epi-
telio de revestimien-
to siempre se relacio-
na con el tejido co-
nectivo mediante una
estructura llamada
membrana basal.

De acuerdo a la morfología celular, los epitelios de revestimiento pueden estar


constituidos de células planas o escamosas, cúbicas o cuboides y prismáticas o
columnares.
4

De acuerdo al número de capas, los epitelios de revestimiento pueden ser:

a) epitelios simples o monoestratificados, constituidos por una sola capa celular. En


esta categoría están incluidos los llamados epitelios seudoestratificados, cuya orga-
nización es de una sola capa celular pero que en apariencia, parecen ser estratifica-
dos.

b) epitelios estratificados o pluriestratificados, con dos o más capas celulares.

Capa cutánea o piel, constituida por


epidermis (tejido epitelial) y dermis
(tejido conectivo)
5

B.- EPITELIOS GLANDULARES

Lo constituyen aquellos epitelios especializados para la producción de secreciones.


Los epitelios glandulares rodean una cavidad llamada lumen, hacia donde se vierte
la secreción antes de comunicarse con un conducto excretor que lo entrega al
lumen de un órgano o a la superficie corporal. Los epitelios secretores forman parte
de órganos llamados glándulas. Según el lugar donde vierten la secreción, se las
glándulas pueden ser endocrinas o exocrinas.

Las glándulas endocrinas


vierten su producto (hor-
monas) en el torrente cir-
culatorio.

Las glándulas exocrinas


en cambio, vierten la se-
creción en conductos
excretores que la liberan a
la superficie corporal o al
lumen de la vía digestiva,
respiratoria o urogenital.

Existen algunas glándulas


exocrinas compuestas, co-
mo las salivales mayores,
el hígado, el páncreas y
otras. El conjunto de unidades secretoras y de conductos excretores están acom-
pañados de tejido conectivo que les provee irrigación, inervación y protección. Por
lo tanto, los órganos llamados glándulas, están formados por más de un tejido.

TEJIDO CONECTIVO
El término tejido conectivo
involucra una gran variedad
de tejidos cuya característica
es la abundante cantidad de
matriz extracelular, repre-
sentada por una MEC amor-
fa y otra fibrosa, donde se
ubica una gran variedad de
células. Los componentes
fibrosos (fibras colágenas y
elásticas) cumplen una fun-
ción mecánica como tendo-
nes, ligamentos, cápsulas y
fascias. Recordar que en el
tejido conectivo se encuen-
tran los vasos y los nervios.
6

Al tratarse de un tejido que desempeña funciones mecánicas y nutricias tanto en la


piel como en las mucosas, el tejido conectivo representa el espacio extravascular o
tejido intersticial del organismo, por donde circula el agua en forma de líquido
tisular.
De acuerdo a la ubicación y la función que desempeñan, los tejidos conectivos se
clasifican en dos grandes grupos:

A.- TEJIDOS CONECTIVOS CON FUNCIÓN NUTRICIA Y DEFENSIVA


Es aquel tejido conectivo que desempeña funciones de transporte, de almacena-
miento, de intercambio, de cicatrización y de reparación de los tejidos. Cumple un
papel muy importante en la defensa del organismo contra los agentes nocivos e
infecciosos y de otra naturaleza debido a que inhiben su transporte. Estas varie-
dades de tejidos conectivos actúan junto al sistema inmune, facilitando la
distribución y la acción de los linfocitos y de los anticuerpos circulantes.

En la MEC fibrosa están las fibras colágenas, la proteína fibrosa más abundante
del organismo que representa más del 25% de las proteínas totales, y las fibras
elásticas, que poseen como característica relevante su elasticidad.

El agua y muchas de las proteínas proveniente del plasma forman el líquido


tisular, un filtrado que difunde oxígeno y nutrientes a las células y que también
moviliza los productos desechos como resultado del metabolismo celular. La
cantidad y calidad de la MEC amorfa y fibrilar, más la cantidad y calidad de las célu-
las conectivas, dan lugar a la organización de distintas variedades de tejidos conec-
tivos.

B.- TEJIDOS CONECTIVOS ESQUELÉTICOS

Los tejidos cartilaginoso y óseo son tejidos con función esquelética que actúan de
manera coordinada en las articulaciones. Son dos tejidos de sostén que se caracte-
rizan por su resistencia a la tracción y la presión. Difieren de los tejidos conectivos
con función nutricia y defensiva debido a que su MEC es firme y flexible. En ellos
predomina la MEC fibrosa por sobre la cantidad de células. En el caso del tejido
cartilaginoso hialino, éste sirve también de molde para la formación de muchos
huesos del feto.

El tejido cartilaginoso forma parte de los órganos llamados cartílagos, los cuales
poseen un recubrimiento conectivo llamado pericondrio que envuelve al tejido
cartilaginoso. Las variedades de tejido cartilaginoso son el hialino (en tráquea,
bronquios, etc), elástico (oreja, epiglotis, etc) y fibroso o fibrocartilaginoso (discos
intervertebrales, sínfisis púbica, etc).

Las fotografías siguientes corresponden a cortes de cartílago hialino traqueal.


7

El tejido óseo se diferencia del tejido cartilaginoso por la rigidez de la matriz y


debido a que sus fibras de colágeno están impregnadas de sales de calcio. Los hue-
sos protegen órganos vitales como el sistema nervioso central, los órganos de los
sentidos, la médula ósea y las vísceras torácicas, para la inserción de los tendones y
como depósito de calcio y fósforo. El tejido óseo más sus componentes conectivos
constituye órganos llamados huesos. El hueso como órgano, posee una envoltura
conectiva externa, el periostio y otra envoltura interna llamada endostio que
reviste todos los conductos nutricios y las cavidades medulares.
Los huesos del individuo adulto comprenden dos variedades de tejido óseo: el
tejido óseo esponjoso y el tejido óseo compacto. El tejido óseo esponjoso está
formado por una red tridimensional de trabéculas óseas que delimitan amplios
espacios ocupados por la médula ósea (diploe de los huesos planos y la epífisis de
los huesos largos).

El tejido óseo compacto cubre externamente al tejido óseo esponjoso, formando


parte de la diáfisis de los huesos largos, las tablas externa e interna de los huesos
planos y cubriendo las epífisis de los huesos largos y las vértebras. El tejido óseo
compacto se caracteriza por la existencia de laminillas óseas organizadas en forma
osteones (o sistemas de Havers) que rodean pequeñas cavidades medulares,
ocupadas con médula ósea con función nutricia y hematopoyética.

Las fotografías siguientes corresponden a cortes de tejido óseo compacto y


esponjoso.
8

Tejido óseo compacto Tejido óseo esponjoso

TEJIDO MUSCULAR

Es el tejido especializado en la función de contractilidad. Está formado por células


musculares, alargadas, cilíndricas o fusiformes llamadas fibras musculares. Todos
los tipos celulares o fibras del tejido muscular contienen proteínas contráctiles (mio-
filamentos de miosina y actina) que son las responsables de la contracción. Estas
proteínas filamentosas se orientan a lo largo del eje mayor de la fibra muscular, en
el sentido en que se produce el acortamiento celular por contracción. Las células del
tejido muscular son esenciales para las contracciones peristálticas del intestino, las
arterias, de la vía respiratoria y de la vía urogenital. En el movimiento del esque-
leto, los tendones y los ligamentos actúan de manera coordinada, ya que éstos
forman una continuidad entre las envolturas conectivas de los huesos y los múscu-
los.

El tejido conectivo siempre acompaña al tejido muscular, rodeando sus fibras y los
fascículos de fibras. El conjunto de fibras musculares y tejido conectivo que lo
acompaña constituyen órganos llamados músculos. En las envolturas conectivas
del músculo están los vasos sanguíneos y los filetes nerviosos que controlan su
actividad contráctil.

De acuerdo a la disposición de los miofilamentos de actina y miosina se distinguen


tres variedades de tejido muscular: estriado esquelético (músculos de la lengua,
9

de las extremidades, etc), estriado cardíaco (musculatura atrial y ventricular) y


liso (arterias, tubo digestivo, vía genital, urinaria, etc).

Músculo esquelético Músculo cardíaco

Músculo liso de la pared


intestinal
10

TEJIDO NERVIOSO
El tejido nervioso está compuesto por células altamente diferenciadas llamadas
neuronas que requieren de células de sostén con función protectora y nutricia
llamadas células de la neuroglia. La forma como las neuronas conducen los estí-
mulos y las respuestas desde y hacia el sistema nervioso central, es a través de las
fibras nerviosas (nervios) que están encargadas de la conducción de los impulsos
nerviosos.

Corte de ganglio espinal con neuronas


rodeadas por células gliales (izquierda) y de
corteza cerebral con neuronas y numerosas
células gliales (derecha)

Las neuronas son células altamente diferenciadas y especializadas para captar


estímulos y transformarlos en un impulso nervioso que es conducido a los centros
nerviosos donde se transforman en respuestas capaces de provocar cambios
funcionales en glándulas y músculos. En general, las neuronas carecen de la capa-
cidad de división celular, excepto en el hipocampo y la mucosa olfatoria.

Las neuronas representan la unidad estructural y funcional del tejido nervioso.


Poseen un soma o cuerpo celular de formas variadas, del cual se proyectan prolon-
gaciones cortas y ramificadas (dendritas) destinadas a transmitir impulsos hacia el
soma y una prolongación larga (axón o neurito) que conduce los impulsos a otras
neuronas, un músculo o una glándula.
11

La neuroglia o glia, corresponde a las células más numerosas que acompañan a las
neuronas en el sistema nervioso central y en el sistema nervioso periférico en pro-
porión de 1:10, ya que tanto el soma neuroniano como sus axones, están siempre
acompañados de células gliales. Sus funciones son las de nutrir a las neuronas, pro-
porcionarles sostén y protección y eliminar sus deshechos metabólicos.

Las células gliales requieren ser teñidas con técnicas específicas de tinción como lo
son las distintas modificaciones de la impregnación argéntica.
La observación de un corte histológico del sistema nervioso central muestra, en to-
dos sus niveles, dos sectores reconocibles en la más simple inspección ocular: la
sustancia gris y la sustancia blanca.

En la sustancia blanca se encuentran solamente axones, células gliales y vasos


sanguíneos. En la sustancia gris, se hallan los cuerpos neuronales y sus ramifi-
caciones (dendritas y axones) y los contactos funcionales interneuronales o sinap-
sis. La distribución relativa de estas dos zonas es variable; la sustancia gris es peri-
férica en el caso de la corteza cerebral y cerebelosa, y central en la médula espinal.
El sistema nervioso central recibe, controla y coordina los estímulos conscientes e
inconscientes y para ello está dotado de neuronas y neuroglia. El sistema nervioso
periférico capta los estímulos desde órganos sensoriales al sistema nervioso central
y transmite las respuestas desde el sistema nervioso central hacia órganos
efectores como las glándulas y los músculos. Los componentes del sistema nervioso
periférico son las fibras nerviosas y ganglios nerviosos.

Corteza cerebral Médula espinal

Você também pode gostar