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4. Empero Deborah era una mujer profetisa, esposa de Lapidot. Ella juzgaba a
Israel en el tiempo aquel.
5. Ella solía sentarse bajo la palmera, Deborah -entre Ramah y Bet-El, en las
montañas de Efraim- y solían allegarse a ella los hijos de Israel, para juicio.
6. Envió y convocó a Barak, hijo de Abinoham, de Kedesh de Naftali y le dijo:
Ciertamente ha ordenado Adonai, el D's de Israel: Ve y despliégate en Har Tabor
y toma contigo diez mil hombres de los hijos de Naftali y de los hijos de
Zebulun.
7. Mientras yo a traeré hacia ti -al arroyo Kishona- a Siserá, jefe del Ejército de
Iavin, y a sus carros y a su multitud, y te lo entregaré en tu mano.
8. Le dijo a ella Barak: Si fueres conmigo, iré yo; mas si no fueres conmigo, no
iré yo.
9. Dijo ella: Ir he de ir contigo; sólo que no habrá gloria para ti en el camino que
tú estás yendo, ya que en manos de una mujer va a entregar Adonai a Sisera ... Se
aprestó Deborah y fue con Barak hacia Kadesh.
10. Convocó Barak a Zebulun y a Naftali a Kadesh y ascendieron a pie diez mil
hombres y fue con él Deborah.
11. y Heber, el Keni, se había separado de Kain; de los hijos de Hobab - suegro
de Mosheh- y tendió su tienda hasta Elon Betsañananim que está cerca de
Kedesh.
12. Le anunciaron a Sisera que había ascendido Barak, hijo de Abinoñarn, al
monte Tabor.
13. Concentró Sisera todos sus carros -novecientos carros de hierro- y a todo el
pueblo que estaba con él, desde Haroshet Hagoim hacia el arroyo de Kishon.
14. Dijo Deborah a Barak: levántate, pues éste es el día en el cual ha entregado
Adonai a Sisera en tu mano. ¡Ciertarnente Adonai ha salido delante de ti!
Descendió Barak desde el monte Tabor y día mil hombres en pos de él.
15. Conturbó Adonai a Sisera ya todos los carros ya todo el campamento, a filo
de espada. ante Barak. Bajó Sisera de su carro y huyó a pie.
16. y Barak partió en persecución en pos de los carros y en pos de la tropa hasta
Haroshet Hagoim, y cayó todo el campamento de Sisera a filo de espada; no
quedó ni tan sólo uno.
17. Empero Sisera había huido a pie hacia la tienda de Iahel, la mujer de Heber,
el Keni, ya que había paz entre Iavin, rey de Hatsor, y entre la familia de Heber,
el Keni.
18. Salió Iahel al encuentro de Sisera y le dijo: Allégate señor mío, allégate hacia
mí, no temas. Y se allegó él hacia ella, a la tienda y ella lo tapó con una manta.
19. Le dijo a ella: Dame de beber por favor un poco de agua, pues estoy sediento.
Abrió ella el odre de leche, le dio de beber y lo tapó.
20. Le dijo a ella: Permanece de pie a la entrada de la tienda y que sea, que si
algún hombre viniere y te preguntare y dijere: ¿Hay aquí hombre alguno? Tú
dirás: No hay.
21. Tomó Iahel, la mujer de Heber, la estaca de la tienda y puso el martillo en su
mano y se allegó hacia él con cautela, hincó la estaca en su sien y se clavó en la
tierra. El se había adormecido, porque estaba exhausto, y murió.
22. y he aquí que Barak perseguía a Sisera; salió Iahel a su encuentro y le dijo:
Ve y te voy a mostrar al hombre que tú estás buscando. Vino él hacia ella y he
aquí que Si sera yacía muerto con la estaca en su sien.
23. Sometió Elohim en aquel día, a Iavin, rey de Quenahan, ante los hijos de
Israel.
24. y fue que el poder de los hijos de Israel crecía y se endurecía sobre lavin, rey
de Quenalian, hasta que destruyeron a lavin, rey de Quenahan.
CAPÍTULO 5
1. Cantó Deborah y Barak, hijo de Abinoham, en aquel día, diciendo:
2. Cuando imperaba la indefensión en Israel. ..
cuando se ofreció el pueblo,
¡ bendecid a Adonai!
3. i Escuchad reyes, oíd príncipes!
Yo para Adonai ... yo voy a cantar,
entonaré cántico para Adonai, el D's de Israel.
4. Adonai, cuando surgiste desde Señir
cuando te encaminaste desde el campo de Edom
la tierra se conmovió
y también los cielos gotearon
también las nubes gotearon agua.
CAPITULO 5
Versículo 1: "CANTO DEBORAH Y BARAK. HIJO DE ABINOHAM ...
Este cántico guarda cierta similitud con el Cántico del Mar (Exodo 15). Aquí es
Deborah, la profetisa, la que crea el cántico y Barak la acompaña. Este cántico no
representa un canto de guerra, sino más bien loores a Adonai que hace posible la
salvación de Su pueblo. " ... Yo para Adonai. .. yo voy a cantar, entonaré cántico
para Adonai, el D's de Israel. " Este cántico llega a su apogeo -en nuestra
opinión- cuando Deborah compara esta salvación y la eleva a la magnitud de la
Revelación de D's en Sinai. Allí D's nos reveló Su Torah; en este cántico D's
manifiesta Su cuidado por el pueblo de Israel.
Además, en el versículo 20, Deborah dice: "Desde los cielos lucharon ... las
estrellas desde sus órbitas lucharon contra Sisera."
En otro orden de cosas, el lenguaje de este cántico encierra belleza pero no una
belleza poética creada artificialmente o estudiada, sino la belleza de lo
espontáneo, la belleza de lo auténtico, la belleza del asombro ante lo sublime. De
allí, que el lenguaje no sea fácil. Existen varios términos y conceptos bastante
inciertos. Tratamos de entenderlos de acuerdo con el contexto general. Eso
ocurre con el versículo 2, que dice: " בפרוע פרעות בישראלBifroah perahot
beIsrael". Existen casi tantas interpretaciones para estas palabras como
intérpretes. Nuestra traducción que dice: "Cuando imperaba la indefensión en
Israel. .. " está basada en la acepción de la raíz y " פרעParoah" que quiere decir
descubrir, desnudar.
En el Tanaj aparece el concepto "desnudez del país" como el punto vulnerable en
la defensa de un país. (Génesis 42:9). En la época de Deborah, militarmente
hablando, la tierra de Israel estaba totalmente "desnuda" y vulnerable al
adversario. Deborah misma dice: " ... Entonces había guerra en los pórticos de las
ciudades. Ni escudo era visto, ni lanza entre cuarenta mil en Israel."
Esta situación fue remediada gracias a "los que se ofrecieron de entre el pueblo"
y por ello Deborah pide bendecir a Adonai por la grandeza del corazón de esos
hombres que salieron en defensa de su país; mientras que hubieron tribus en
Israel que preflrieron quedarse apaciblemente en sus comarcas, sin acudir en
ayuda del pueblo. En palabras de Deborah:
¿Por qué te quedaste entres las majadas,
para oír los silbidos de los rebaños?
En cuanto a las divisiones de Reuben,
grandes son las cavilaciones del corazón.
Guilhad, allende el Iarden, mora;
y Dan, ¿Por qué habría de reunirse en torno a naves?
Asher permaneció en la costa de los mares, y cerca de sus amarraderos, él
reside."
(Versículos 16 y 17)
Sin embargo, la situación fue superada gracias al arrojo de dos tribus de Israel:
"Zebulun es un pueblo que ofreció su vida para morir,
y Naftali sobre las elevaciones del campo."
(Versículo 18)
Versículo 6: "EN LOS DIAS DE SHAMGAR, IDJO DE ÍlANAT ... "
Shamgar, hijo de Hanat había sucedido a Ehud ben Guera, todo lo que el texto
dice de Shamgar es: "Y después de él estuvo Shamgar ben Hanat, él batió a los
filisteos, a seiscientos hombres con una aguijada de bueyes, y salvó también él a
Israel." (Jueces 3:31)
Versículos 13 a 18
La idea central en estos versículos es el reconocimiento por parte de Deborah a
aquellas tribus que acudieron en ayuda del pueblo; así como la reprimenda
ironizante a veces, de aquellas tribus que prefirieron permanecer en sus
comarcas.
Por otra parte, Deborah recalca que de las tribus voluntarias vinieron toda clase
de hombres de buena voluntad y no necesariamente guerreros.
Así leemos en el versículo 14 " ... De Majir descienden legisladores y de Zebulun
)s que portan cálamo de escriba."
Versículos 19 a 21
Hemos visto que algunas tribus de Israel no acudieron en ayuda del pueblo. cosa
Que alentó a los reyes y a sus mercenarios a venir a destruir a los hijos de Israel
no prestando atención ni siquiera al botín de guerra, pues el fin perseguido era la
misma destrucción de las personas. Sólo la intervención Divina decidió el destino
de la batalla: "desde el cielo lucharon". El arroyo Kishon, en este caso, cumplió
una función similar al Iam Suf (Exodo 14 y 15), ya que este arroyo arrastró al
ejército invasor, mientras que los soldados de Israel pisaron con fuerza y valentía
y salieron victoriosos en este enfrentamiento.
Versículo 27 a 30:
El drama es intenso; la madre de Sisera gime y llora, aún antes de conocer el
resultado de la batalla. Las damas que la acompañan conocen un solo idioma, la
satisfacción del botín, el deleite de los colores de los objetos usurpados.
Lamentablemente, olvidan el color de la sangre y el derramamiento de la misma
que hace palidecer aun a los colores más vívidos y los ornamentos más
codiciados,