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Guillermo Murillo.
Citas del texto analizado con las Enéadas de Plotino. 19.02.18.
PLOTINO ENÉADAS.
Introducción general 12-19.
12.
Hay que huir del mundo de acá al de allá y retornar, como Ulises, a la verdadera patria.
I, 6, 8, 16-21.
«Huyamos, pues, a la patria querida», podría exhortarnos alguien con mayor verdad -¿Y qué huida
es ésa? ¿Y cómo es? -Zarparemos como cuenta el poeta (con enigmática expresión, creo yo) que
lo hizo Ulises abandonando a la maga Circe o a Calipso, disgustado de haberse quedado pese a
los placeres de que disfrutaba a través de la vista y a la gran belleza sensible con que se unía. Pues
bien, la patria nuestra es aquella de la que partimos, y nuestro Padre está allá.
V 9, 1, 20-21.
La de los hombres divinos que con superior potencia y agudeza de vista avistaron, como por una
gran perspicacia, el esplendor de arriba y remontáronse hasta allá, cual sobre las nubes y la neblina
de acá, y se quedaron allá, desdeñando todo lo de acá y complacidos en aquella región, que es la
verdadera y que les es familiar, a la manera de un hombre que al cabo de una larga odisea arriba a
su patria bien legislada por justas leyes.
Las tres hipostasis divinas a las que hay que remontarse escalonadamente, además de ser
constitutivas de la estructura de la realidad trascendente, se encuentran latentemente
presentes en el alma del hombre.
I 1, 8, 1-10.
-Y con la Inteligencia, ¿en qué relación estamos? Me refiero no a la inteligencia que el alma posee
como hábito posesivo del contenido derivado de la Inteligencia, sino a la Inteligencia en sí. -Pues
aun ésta la poseemos por encima de nosotros. Y la poseemos o como común, o como propia o
como común a todos y propia a un tiempo: como común, porque es una Inteligencia indivisa, una
sola y la misma en todos; como propia, porque cada uno la posee entera en el alma primera. Así
que también poseemos las Formas de dos maneras: en el alma, como desarrolladas y como
separadas; en la inteligencia, todas juntas.
-Y a Dios, ¿cómo lo poseemos?. -Como montado sobre la naturaleza inteligible y sobre la Esencia
real; y a nosotros nos poseemos como lo terceros a partir de aquél, compuestos -dice (Platón)…
V 1, 10, 1-6.
Ha quedado ya demostrado que hay que pensar que las cosas son así: que existe lo que está más
allá del Ser, o sea, el Uno. Tal cual nuestro razonamiento trató de mostrado en la medida en que
la demostración era posible en este asunto; que, seguidamente, existe el Ser y la Inteligencia y
que, en tercer lugar, existe la naturaleza del Alma. Ahora bien, del mismo modo que esta Trinidad
de la que hemos hablado existe en la naturaleza, así hay que pensar que también habita en el
hombre.
Dr. Alfredo Vargas.
Guillermo Murillo.
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14.
…él se consideraba a sí mismo interprete de las doctrinas de Platón…
V 1, 8, 10-14.
Platón sabía que del Bien procede la Inteligencia y de la Inteligencia el Alma, y que estas doctrinas
no son nuevas ni han sido expuestas hogaño, sino antaño, no de forma patente, es verdad, pero la
presente exposición es una exégesis de aquella porque demuestra con el testimonio de los escritos
del propio Platón que estas opiniones (nuestras) son antiguas.
15.
El uno bien plotiniano es a la vez el de donde y el adonde de toda alma.
VI 2, 11, 25-6 (NO ESTÁ)
V 2, 2, 25.
Ahora bien, todos estos niveles son aquél y no son aquél: son aquél porque provienen de aquél,
pero no son aquél porque aquél los donó permaneciendo él en sí mismo. Hay, pues, como una vida
larga extendida longitudinalmente; cada uno de los trozos consecutivos es distinto; mas el todo es
Dr. Alfredo Vargas.
Guillermo Murillo.
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continuo consigo mismo, pero siempre hay una parte nueva por su diversidad, sin que la anterior
perezca en la siguiente.
16.
El uno bien es como una fuente siempre manante o como raíz inmoble y vivificante de un
árbol.
III 8, 10, 5-14.
Imagínate, en efecto, una fuente que no tenga un principio distinto de ella pero que se haya
entregado a todos los ríos sin haberse agotado en ellos, sino permaneciendo ella misma en quietud;
imagínate que los ríos salidos de ella estén todavía juntos antes de fluir uno en una dirección y
otro en otra pero como ya cada uno adónde ha de enviar su respectiva corriente. O bien, imagínate
la vida de un árbol gigantesco difundida por todo él mientras el principio permanece y no se
desparrama por todo, estando mismo como asentado en la raíz. Por tanto, si bien es verdad que
ese principio suministró al árbol toda su vida, no obstante, él mismo permaneció fijo, pues no es
múltiple, sino principio de la vida múltiple. Y esto no es ninguna maravilla.
El uno bien, que no es vida todavía porque, siendo principio de vida, está más allá de la
vida.
III 8, 10, 2-3.
-Entonces, ¿qué es? -Potencia de todas las cosas. Si ésta no existiera, tampoco existirían todas las
cosas, y la Inteligencia no sería la Vida primera y total. Ahora bien, lo que está por encima de la
vida es causa de vida, porque la actividad de la vida, siendo todas las cosas, no es primera, sino
que ella misma ha manado, por así decirlo, cual de una fuente.
III 9, 9, 17-18.
-¿Entonces, qué? ¿Tampoco vive? -En realidad, no hay que decir que viva. Si acaso, que imparte
vida.
VI 7, 17, 9.14.
Si, pues, hay algo anterior a la actividad es que está más allá de la actividad; luego más allá de la
vida. Si, pues, hay vida en la Inteligencia, el dador dio, sí, vida, pero es más hermoso y preciado
que la vida. La Inteligencia poseía, pues, vida, y sin embargo, no necesitaba de un donante
multiforme. Es decir, la vida era un vestigio de aquél, no vida de aquél.
Dr. Alfredo Vargas.
Guillermo Murillo.
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VI 8, 16, 33-34.
Si, pues, su propia actividad no ha nacido, sino que existió siempre y era una especie de Velación
sin ser distinto el que estaba en vela de la Velación, Velación y Superintelección siempreexistente,
síguese que es tal y como era su Velación. Ahora bien, esta Velación está más allá de la Esencia,
de la Inteligencia y de la Vida pensante.
La analogía favorita es la del fuego: uno es el calor inmanente del fuego y otro liberado
o transmitido por el fuego.
V 1, 3, 10.
Así como la palabra proferida es imagen de la palabra interior del alma, así también el alma misma
es palabra de la Inteligencia, es la actividad total y la vida (total) que emite (la Inteligencia) para
que subsista otra cosa, análogamente a como en el fuego se da por una parte el calor consustancial
al fuego, y por otra el que éste libera.
Dr. Alfredo Vargas.
Guillermo Murillo.
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V 4, 2, 30-33.
Por ejemplo en el caso del fuego, hay un calor que forma parte integrante de su esencia, y otro
calor que proviene ya del primero cuando el fuego, al tiempo que permanece fuego activa el calor
connatural a su esencia.
IV 5, 7, 13-20.
Ahora bien, en un cuerpo luminoso hay dos actividades: una interna, que es como la vida
sobreabundante de dicho cuerpo y como el principio y la fuente de su actividad; y otra que rebasa
los límites de dicho cuerpo y es una imagen de la luz interna y una actividad cruzar el espacio sin
vehículo? Si fuera caediza por naturaleza, sí se vendría abajo, pues ni el aire ni en modo alguno el
objeto iluminado han de estar desasiéndola a tirones del cuerpo luminoso y forzándola a seguir
adelante.
Las cosas sensibles se limitan a emular al primer principio, como pueden, en eternidad y
bondad.
V 1, 6, 30-39.
Mas lo eternamente perfecto procrea eternamente y procrea algo eterno, pero también algo inferior
a sí mismo.
V 4, 1, 23-36.
-Más bien como un 'conjunto de intelecciones, todas juntas, de una multiplicidad de objetos.
Porque como el espectáculo es variado, la intelección debe ser variada, múltiple y simultánea, y
debe haber una multiplicidad de intelecciones análoga a la multiplicidad de percepciones de un
rostro cuando se ven a la vez los ojos, la nariz y lo demás. -¿Y cuando (el alma) divide algún
género unitario desplegándolo en sus especies? '. -Ya está dividido en la Inteligencia, y la tal
operación del alma es como remachar más la división. Y como la anterioridad y la posterioridad
que hay en las especies no es según el tiempo ', tampoco dará lugar a que la intelección de dicha
anterioridad y posterioridad ocurra en el tiempo. Es que también la hay según el orden: por
ejemplo, el orden que hay en un árbol a partir de las raíces hasta la copa no conlleva para quien lo
contempla, cuando contempla todo el árbol a la vez, otra forma de anterioridad y posterioridad
que la del orden.
-Pero cuando (el alma) comienza fijándose en una sola parte y luego capta varias y aun todas, ¿por
qué capta primero una y a continuación otra? -Pues porque esa potencia que es una era una de tal
modo que, al ocuparse de otra cosa, se hace múltiple y deja de captar todas las partes con una sola
intelección. Bien es verdad que, mientras es una potencia que permanece en quietud, sus actos no
se suceden uno a uno, sino que todos están siempre presentes; pero cuando se ocupa de las otras
cosas lo, entonces, al originarse ya (una multiplicidad, no todos los actos están siempre presentes,
porque entonces ya ") el objeto es tal que el acto, si es uno solo, no puede recibir en sí mismo la
naturaleza de la multiplicidad antes inexistente.
Principio de validez universal, se aplica ante todo al uno bien como fuente inexhausta
que se da a todos los ríos pero sin agotarse en ellos.
III 8, 10, 6-7.
Ahora bien, lo que está por encima de la vida es causa de vida, porque la actividad de la vida,
siendo todas las cosas, no es primera, sino que ella misma ha manado, por así decirlo, cual de una
fuente. Imagínate, en efecto, una fuente que no tenga un principio distinto de ella pero que se haya
entregado a todos los ríos sin haberse agotado en ellos, sino permaneciendo ella misma en quietud.
I 8, 7, 17-20.
Lo de morar «entre dioses», quiere decir entre los inteligibles. Éstos son, efectivamente,
inmortales. Más la forzosidad del mal es posible comprenderla también de este modo: que, puesto
que el Bien no existe solo, síguese forzosamente que, en el proceso de salida originado por él, o si
se prefiere, en ese continuo descenso y alejamiento, el término final después del cual ya no podría
originarse cosa alguna, ése es el mal.
V 3, 16, 5-8.
Ya hemos dicho en otra parte que el siguiente al Primero tiene que ser algo real, y en general, que
el Primero es una potencia y una potencia imponente, y esto, porque de la observación de todas
las otras cosas hay que dar por seguro que no hay ninguna, ni siquiera entre las últimas, que no
tenga potencia para engendrar. Mas ahora hay que añadir lo siguiente: que puesto que, en la serie
Dr. Alfredo Vargas.
Guillermo Murillo.
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de engendrados, el proceso no puede ser ascendente, sino descendente y tendente hacia una
pluralidad cada vez mayor, de ahí que el principio de cada serie deba ser más simple que los
miembros de dicha serie.
Por eso no hay nada intermedio entre el uno bien y la inteligencia, como tampoco entre
la inteligencia y el alma.
V 1, 6, 49.
Más la Inteligencia necesita, así mismo, mirar siempre a aquél, para ser Inteligencia. Pero lo ve
no porque esté separada de él, sino porque viene a continuación de aquél y porque nada media
entre ambos, como tampoco entre el alma y la Inteligencia.
V 1, 6, 50.
Ahora bien, toda prole añora y ama a su progenitor, sobre todo cuando el progenitor y la prole son
únicos. y si además el progenitor es el más excelente, necesariamente se junta con él hasta el punto
de no estar separado de él más que por la alteridad.
Dr. Alfredo Vargas.
Guillermo Murillo.
Citas del texto analizado con las Enéadas de Plotino. 19.02.18.
17.
Toda vida es forma de intelección, sólo que una intelección es más borrosa que otra, como
también la vida.
III 8, 8, 17-18.
-Entonces, ¿cómo es que son intelecciones? -Porque son razones. Y toda vida es una determinada
intelección, sólo que una es más borrosa que otra, como lo es también la vida. Pero la que es más
clara, ésa es también la Vida primera y la Inteligencia primera y una.
La vida más perfecta es la inteligencia, que es intelección intuitiva; siguen los tres niveles
de vida del alma: racional, sensitivo y vegetativo, a los que corresponden tres niveles de
intelección cada vez más borrosa, dianoética, sensitiva y vegetativa.
III 8, 8.
Hasta aquí sobre este punto. Ahora bien, como la contemplación va elevándose de la Naturaleza
al Alma y de ésta a la Inteligencia, y como las contemplaciones van haciéndose cada vez más
íntimas y unificadas con los sujetos contemplantes y, en el alma virtuosa, los objetos conocidos
tienden a identificarse con el sujeto puesto que tienden a la Inteligencia, síguese claramente que
en ésta ambas cosas son ya una sola, no por intimidad como en el alma perfecta, sino por esencia
y por el hecho de que «ser y pensar son la misma cosa»
Hasta las plantas contemplan porque el alma que anida en ellas es contemplativa.
III 8, 1.
Cita anterior
Debajo del nivel supremo están los 4 grados de contemplación, más abajo la forma
sensible del cosmos es contemplación en el sentido de objeto de contemplación.
III 8, 3, 7-8.
Si, pues, no es acción, sino razón, será contemplación. Y, en toda serie de razones, la última es de
una contemplación y es contemplación en sentido de objeto de contemplación, mientras que toda
razón anterior a ésa es contemplación, una de un modo y otra de otro: la una lo es a modo no de
Naturaleza, sino de Alma; la otra, en cambio, está en la Naturaleza y es la Naturaleza.
18.
La producción es contemplación…porque la contemplación en acto, por el hecho de serlo,
es perfecta en su rango, y por ser perfecta, es productiva.
III 8, 3, 20-21.
Luego por ser contemplación y objeto de contemplación y razón, por eso, además, produce, por
cuanto es esas cosas. Luego la producción se nos ha revelado como contemplación. Es,
efectivamente, resultado de una contemplación que permanece contemplación y que no hizo otra
cosa, sino que se limitó a producir por ser contemplación.