por las diócesis FAJARDO-HUMACAO

12 al 18 de septiembre de 2010 ev: 27

De misión los Hermanos Cheo

JOSÉ Velázquez Caldera
Para El Visitante
Los Hermanos Cheo están de mi-
sioneros en las comunidades de la Con-
catedral Dulce Nombre de Jesús desde
mediados de julio, informó el Reverendo
Padre Floyd Mercado. Con la llegada de
los Hermanos Cheo, alrededor de 30 mi-
sioneros hombres y mujeres se lanzan al
servicio de Dios en los pueblos del Este.
Estas visitas surgen de las necesidades de
la Iglesia, que quiere adentrarse en las co-
munidades, recoger las inquietudes y pre-
sentar sus servicios pastorales. Además de
los recorridos misionales se orienta a las
personas a tener encuentros semanales,
donde se culmina con la misión de los
Hermanos Cheo en esa comunidad y se
realiza una catequesis acompañada de
un rosario y una breve predicación o re-
flexión.
Una de las necesidades halladas en
muchos hogares es que, en especial los
niños, se carecen los sacramentos fun-
damentales de la Iglesia; matrimonios
viviendo fuera de los parámetros que se
establecen, jóvenes que no viven activa-
mente de una vida espiritual o congrega-
dos a un grupo juvenil.
Los hermanos de otras denominacio-
nes cristianas se alegran de que los Her-
manos Cheo los visiten y que la Iglesia Ca-
tólica esté presente en sus comunidades.
No faltan los testimonios de los feligreses
que han participado del recorrido de esta
misión cristiana, casa por casa.
“Es vivir de manera directa las ver-
daderas necesidades que lleven a un en-
cuentro genuino con las personas que Los Hermanos Cheo visitarán todas las parroquias de la Diócesis Fajardo-Humacao.
viven en soledad y más aún personas en- nos Cheo y que ha permitido a la Iglesia alegría y entusiasmo que la misión y vi-
fermas y cansadas que esperan que se les acercarse más a sus feligreses. Esto ha ser- sión es hacer discípulos y misioneros para
atienda, esperanzadas en tener una vida vido también para preparar todo tipo de Jesús, una Iglesia viva y presente en la so-
que las lleve a identificarse con Cristo”, apoyo social cristiano que lleve a atender ciedad de hoy.
dijo Minerva Velázquez, que ha estado de manera más directa los desafíos y ne- Para mayor información sobre las visi-
caminando junto a los hermanos misio- cesidades que tienen muchos de los ho- tas misioneras de los Hermanos Cheo
neros. gares. Estas visitas de los Hermanos Cheo se pueden comunicar con el Hermano
Esta experiencia ha venido a darle se van a estar realizando en todas las co- Cheo José Luis Sanabria Colon al 787-
una dimensión espiritual a todas las co- municados de la diócesis de Fajardo-Hu- 475-9855.
munidades que han visitado los Herma- macao a petición del obispo Monseñor
Eusebio Ramos Morales, que ha visto con

Me relaciono con personas supersticiosas. Dígame, ¿es

pecado la superstición? ¿Interfiere con mi fe católica?

La superstición y sus derivados

Glorita Díaz
MYRNA Fernández
m.fernandez@elvisitante.net
Sí, definitivamente, la práctica de la superstición es
pecado. Nada ni nadie puede “traer o dar suerte”, como
tampoco “causar desgracias”.
En la actualidad, tal parece que la superstición se jus-
tifica como un ejercicio de moda, y si por el lado entra
alguna ganancia, con más razón se recurre al mismo.
El Catecismo de la Iglesia Católica (2138) señala: “La
superstición es una desviación del culto que debemos al
verdadero Dios, la cual conduce a la idolatría y a distintas
formas de adivinación y de magia”.
El comienzo a caer en las prácticas supersticiosas sur-
ge cuando la persona no tiene bien definida su fe en Dios.
En otras palabras, a menor fe hay más vulnerabilidad ante
los poderes de cosas, espiritistas, etc. Es como una venta-
na abierta por donde entran esas creencias irrazonables
que dañan mente y corazón. Si Dios está contigo nada
puede contra ti. Busca leer Romanos 8:28-39. Amén, que
así sea.
Sólo deseaba ser religioso
MYRNA Fernández
m.fernandez@elvisitante.net
Es posible que hayamos visto
en alguna estampa a este fraile,
como si estuviera suspendido en
el aire. Pues eso mismo le ocurría:
José de Cupertino era muy dado a
entrar en períodos de éxtasis y pa-
saba a despegarse del piso en total
arrobamiento, sin apoyo de clase
alguna.
El inicio de la vida de José no
fue fácil: tenía poca salud, cre-
ció bajo una ruda atención de su
madre y no tenía mente para los
estudios. Sin embargo, sí tenía im-
preso en su corazón llegar a la vida
religiosa; su único anhelo era ser
sacerdote. A pesar de sus muchos
fracasos en los estudios, los mu-
chos esfuerzos de José y perfectas
contestaciones, que él atribuía a la
ayuda de la Virgen, fue ordenado
sacerdote el 18 de marzo de 1628.
Las levitaciones de José y los
favores milagrosos que obtenían
las personas que creían en él no
pasaban desapercibidas. Se corrió
la voz de su fama de santidad. Su
celebración de la Eucaristía era
una de mucho fervor. Su estado de
éxtasis era tan visible que atraía a
más fieles. Sus superiores optaban
por transferir a José a diferentes
conventos, pero nada cambiaba. El
amor de José por Jesús era tal que
ni siquiera estaba sujeto a las leyes
de gravitación.
José, aún sin proponerlo, en
sus oraciones y misticismo enfren-
tó muchas incomprensiones pero
también logró importantes con-
versiones. Su muerte ocurrió el 18
de septiembre de 1663. José de
Cupertino es una vida santa para
leer, aprender de ella y disfrutar
con él.
Referencias: varias