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Foucault y el Poder

Michel Foucault fue un filósofo, historiador, crítico y sociólogo francés, famoso por su política
de izquierda radical y por su asociación a los movimientos estructuralistas, post-estructuralistas
y post-modernistas. Éste ha tenido una fuerte influencia no sólo en el campo filosófico y
psicológico, sino también en una amplia gama de disciplinas humanísticas y científicas sociales.

Las teorías de Foucault han influenciado enormemente la formación que tenemos acerca del
entendimiento del poder. Esta formación se aleja del análisis de quienes utilizan el poder como
instrumento de coacción, pero también se aleja de las estructuras en las que actúan las
personas que toman el poder para coaccionar.

¿Qué es el poder para Michel Foucault?


El trabajo de Foucault marca un alejamiento radical de los modos previos de concebir el poder
y no puede ser integrado fácilmente con las ideas previas del mismo, ya que el concepto de
poder es algo difuso y más discursivo que puramente coercitivo -entendiendo como discursivo,
el lenguaje, las ideas y los valores que presentan las instituciones y sociedades-.

Foucault conceptualiza el poder como algo múltiple, algo que está en todas partes, que se
constituye mediante diversas formas aceptadas de conocimiento, por tanto no puede verse
estructurado.

En el curso del 14 de enero de 1976, Foucault, M. nos dice en sus propias palabras: “Lo que he
intentado analizar hasta ahora, a groso modo, desde 1970-71, ha sido el cómo del poder; he
procurado captar sus mecanismos entre dos puntos de relación, dos límites: por un lado, las
reglas del derecho que delimitan formalmente el poder, por otro, los efectos de verdad que
este poder produce, transmite y que a su vez reproducen ese poder, pues el poder tiene el
poder de imponer la verdad. Un triángulo pues: poder, derecho, verdad”.

Para Foucault el poder establece una relación directa entre lucha y fuerza, y él mismo
cuestiona la idea de que el poder es ejercido por personas o grupos mediante actos de
dominación episódica, puesto que encuentra que la misma a menudo se encuentra dispersa y
omnipresente.

Relación entre poder, derecho y verdad


Las relaciones de poder atraviesan nuestro cuerpo disciplinario y disciplinado, generando
relaciones sociales, y ¿por qué están constituidas las relaciones sociales si no es por la
circulación de discursos?, Discursos de verdad.

Foucault nos dice que estamos sometidos a la producción de la verdad desde el poder, ya que
el poder impone su verdad, obtiene liderazgo y sofoca otras verdades a través de diversas
formas. También nos propone que podremos ejercitar el poder sólo a través de la producción
de la verdad, puesto que la verdad hace ley e incita resultados de poder.

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Para este mismo autor el poder es lo que nos hace lo que somos, es un poder que se ejerce.
Ejercicio que se despliega entre un derecho público de las soberanías y una mecánica polimorfa
de las disciplinas. El derecho y las disciplinas hacen el campo para el ejercicio del poder.

Las disciplinas son productoras de conocimiento, de saber no sobre la regla jurídica, la ley, sino
precisamente sobre la norma, los procesos de normalización. Y siguiendo en la misma línea
Foucault propone que para que el Estado funcione es necesario que haya un hombre y una
mujer, un adulto, un niño y configuraciones de poder específicas.

El poder funciona a partir de los efectos del mismo, no es una construcción a partir de
voluntades ya sean individuales o colectivas, sino una construcción de efectos de ejercicios del
mismo.

Cabe señalar que cuando Foucault hace referencia al poder hablar de una cuestión mucho más
amplia de lo que podemos entender como la accesibilidad al poder. Pero lo traemos, pues ese
poder, -al que lo podemos definir y ver desde distintas ópticas, quizás contrarias a la
foucoultiana- no se puede negar, puesto que produce efectos, efectos que caen bajo la no
ingenua mirada de los discursos disciplinarios que construyen verdades que van muchísimo
más allá de lo “normal”. Pues la normalidad no es lo bueno, ni mucho menos la justificación del
poder, como dice Foucault, sino justamente despliega el escenario político a través de lo
normal y lo anormal.

El poder siempre está ahí y nunca afuera, dice Foucault, las relaciones multimorfes de poder
pueden ser utilizadas en las estrategias, pero donde hay poder hay resistencia y esto es
importantísimo. Siguiendo en la misma línea, al decir del mismo autor, no se trata de
independizar la verdad del sistema de poder, ya que la misma es poder, sino de separar el
poder de la verdad de las formas actuales de hegemonía ya sean sociales, culturales,
económicas.

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