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En el año 2003 el Lic. Roberto M. Paterno y la Lic. Claudia A. Eusebio, tras años
de investigación y experiencia en el ámbito de la “Fundación de Neuropsicología Clínica-
TDAH”, en Buenos Aires- Argentina, concluyeron que una evaluación neuropsicológica
completa, mediante baterías estándar o eclécticas, permite situar las perturbaciones
neurocognitivas dentro del conjunto del funcionamiento neuropsicológico global del niño
(actual estado funcional del cerebro), y a su vez permite adaptar la educación especial
implementada para estos niños que sufren alguna disfunción a nivel cerebral. Los
resultados de una evaluación neuropsicológica global, nos describirá en detalle en que
tareas o situaciones y de qué modo aparecen perturbadas cada una de las funciones
nerviosas superiores y los dispositivos básicos para el aprendizaje. Los autores recalcan
la importancia de una valoración neuropsicológica temprana, planteando que de ella
derivará la posibilidad de establecer una línea base, en cada una de las funciones
neurocognitivas, para la iniciación de la intervención neuropsicológica; permitirá hacer
referencia a las oportunidades reales (pronostico) del niño para integrar, organizar,
codificar, categorizar y comprender nueva información; y propicia información sobre que
especialistas deben intervenir en el tratamiento y/o en qué orden se los puede priorizar.
Desde el enfoque neuropsicológico, nos invitan a reflexionar sobre la integración,
estableciendo la “integración escolar” de un niño “concreto y real” dentro de un marco
científico, donde se detallen sus posibilidades y dificultades, logrando una verdadera
integración educativa y no meramente legal y/o administrativa como actualmente sucede
en muchos establecimientos escolares de la Argentina.
Por otro lado, Abad S., Brusasca M. C., y Labiano L. M. (2009), a través de un
proyecto académico financiado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Facultad de
Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de San Luis-Argentina, brindan un
panorama general de las posibilidades de la Neuropsicología Infantil actual y la
importancia de instrumentar evaluaciones diagnosticas en fases evolutivas tempranas.
Proponen que la identificación de alteraciones cerebrales menores o mayores, en los
primeros años de vida, aumenta considerablemente la probabilidad de realizar
intervenciones exitosas. El conocimiento neuropsicológico se conceptualiza como una
herramienta valiosa en las áreas de diagnóstico, prevención, terapia y rehabilitación,
considerando fundamental realizar intervenciones a partir de claros modelos teóricos,
priorizando aspectos emocionales del niño, adaptándose a sus necesidades particulares y
al contexto sociocultural de pertenencia de este.
Tras una intensa revisión bibliográfica, las autoras concluyen que en la actualidad
la neuropsicología infantil se encuentra en un momento crucial de su formación, cada vez
son más los investigadores y especialistas interesados en aplicar los conocimientos
neuropsicológicos en el análisis de casos de problemas durante el aprendizaje escolar. Si
en etapas iniciales la disciplina trabajaba exclusivamente con niños con daño cerebral
comprobado, ahora la atención principal esta puesta en aquellos niños con problemas
comportamentales o cognoscitivos, sin trastornos neurológicos comprobados (Akhutina,
1997; Quintanar y Solovieva, 2000). La necesidad de identificar los signos neurológicos
menores en la edad preescolar, refuerza la importancia de esta disciplina en el ámbito de
la educación. Para concluir, se aborda la idea de que la intervención y rehabilitación del
fracaso escolar suele realizarse de forma tardía, perdiendo eficacia terapéutica y
agravando las dimensiones iniciales del fracaso en el niño. Se sugiere que “Implementar
acciones neuropsicológicas diagnósticas tempranas sería la mejor forma de evitar
limitaciones y perturbaciones en el desarrollo ulterior de la persona”.
- Hay que tener en cuenta las características del nivel sociocultural y entorno
familiar, ya que ocasionalmente no logran seguir el ritmo madurativo de
crecimiento en los niños, lo que conlleva a que, en el caso de hallar CD bajos,
como sucede en el presente trabajo, los mismos mantengan el mismo nivel y
entren en meseta, donde muchas veces persisten con las dificultades,
manifestando en un futuro variados trastornos en sus aprendizajes escolares.
- Plantear a los docentes la necesidad de modificar la condición de enseñanza
cambiando la manera tan mecánica para obtener los adecuados aprendizajes.
- Sugerir a los profesionales fonoaudiólogos e integrantes de gabinetes
escolares utilizar el test psicométrico “Cuestionario de Madurez
Neuropsicológica” CUMANIN, en la población de Nivel Inicial, ya que ha
demostrado su validez y confiabilidad.
- Derivar hacia una exploración neuropsicológica específica aquellos niños
tipificados con bajas puntuaciones, evaluando otros factores como:
inteligencia, condiciones socio ambientales, biomédicas, etc.
- Realizar una evaluación neuropsicológica en todos los preescolares al inicio
del ciclo lectivo y llevar a cabo evaluaciones de seguimiento y propuestas de
intervención, al detectar perfiles de bajo rendimiento.
Por su parte, Portellano (1991) refiere que si bien existe mayor consensó en la
utilización del término “Dificultades de Aprendizaje”, y se ha creado cierto grado de
conciencia social respecto a dicha problemática, es aún mucho el camino que queda por
recorrer, ya que no existe un conocimiento acabado sobre las DA, ni tampoco los medios
dedicados para su prevención y tratamiento son suficientes para la gran magnitud que
tiene el problema, según datos estadísticos mundiales, aproximadamente un millón de
escolares son afectados por dichas dificultades. El autor menciona que el diagnostico
precoz en edad preescolar, es el medio más idóneo para la prevención de las DA, ya que
durante esta etapa es posible identificar ciertos síntomas (trastornos del lenguaje,
dificultades psicomotoras, déficits visoperceptivos, etc.) que van a transformarse en
dificultades del aprendizaje al llegar a la edad escolar, cuando se exija la activación de
sistemas cognitivos más complejos.
Por otro lado, en el año 1999 Grajeda, H. llevo a cabo una investigación cuyo
objetivo fue promover acciones de prevención, detección y atención en el desarrollo de
niños de 0 a 6 años a través de la implementación de un programa de Estimulación
Temprana acorde al contexto socioeconomicocultural de las comunidades. Trabajo con
28 madres, con una edad entre 15 y 44 años, con la finalidad de recabar información y
transmitir la importancia de participar en actividades de un programa de estimulación
temprana. Como instrumento de investigación se utilizó una entrevista y una hoja de
observaciones. Se capacito a las madres a través de talleres, abarcando contenidos de
cuidados prenatales, desarrollo del niño, ejercicios y la importancia de la estimulación
temprana (0 a 6 años). Se concluyó que la educación preescolar, ya sea en alternativas
tradicionales como no tradicionales, constituye una estrategia eficaz para compensar
algunas de las deficiencias psicopedagógicas y mitigar futuras dificultades del
aprendizaje, derivadas de factores socioeconómicos y la escasa estimulación que reciben
aquellos niños de sectores menos favorecidos.
Respecto a la temática de las DA, Solovieva, Y.; Bonilla Sánchez, M.; y Quintanar
Rojas, L. (2006) en su trabajo, mostraron los aportes del análisis neuropsicológico en
casos de problemas de aprendizaje en adolescentes. Para ello, se analizaron dos casos de
género femenino, quienes asistían a una escuela secundaria particular de la Ciudad de
Puebla, y presentaban un bajo rendimiento académico. Se utilizó la ‘Evaluación
neuropsicológica breve para adultos’, la ‘Evaluación de la actividad intelectual’ y la
‘Verificación del éxito escolar en adolescentes’. Los resultados del análisis
neuropsicológico mostraron, en ambos casos, debilidad funcional de los factores de
regulación voluntaria de la actividad y de la organización secuencial motora, que afectan
de manera sistémica al aprendizaje escolar en general. Se concluyó que la identificación
de los mecanismos cerebrales débiles en su funcionamiento permite precisar la causa del
fracaso escolar, así como realizar un diagnóstico más preciso en los casos de problemas
en el aprendizaje escolar.
En el año 2009, Urzúa A., Ramos M., Alday C., y Alquinta A., de la Escuela de
Psicología - Universidad Católica del Norte, Chile, llevaron a cabo una investigación
sobre la madurez neuropsicológica y las propiedades psicométricas del test CUMANIN.
Dicha investigación se constituyó con una muestra de 243 infantes (119 niños y 124
niñas), de edades comprendidas entre 36 a 72 meses, pertenecientes a instituciones
públicas y privadas, que fueron evaluados con el cuestionario de maduración
neuropsicológica infantil (CUMANIN) para determinar su validez y confiabilidad en las
poblaciones preescolares chilenas. Los resultados encontrados permitieron indicar que el
instrumento posee una buena consistencia interna y es capaz de discriminar entre rangos
de edad, obteniéndose rendimientos más altos a medida que la edad avanza. No se
encontraron diferencias en puntajes por sexo, lo cual coincide con los estudios originales
de validación del CUMANIN, en España. Se concluyó que el cuestionario de Madurez
Neuropsicológica Infantil es un instrumento válido y confiable para la evaluación del
constructo de madurez neuropsicológica en la población preescolar, evaluando la
consolidación de las funciones del sistema nervioso y su sustento neurológico durante las
edades comprendidas entre 3 a 6 años, permitiendo establecer una línea base para futuros
programas de intervención, prevención y/o estimulación de dicho constructo.
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