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Características:
Objetivos de investigación
Es una suposición que expresa la posible relación entre dos o más variables, la cual
se formula para responder tentativamente a un problema o pregunta de investigación.
Orientan la investigación, indicando al investigador dónde debe iniciar su labor de
verificación mediante la recolección de los datos o para generar nuevas teorías.
Ho: "No existirá diferencia entre el puntaje del grupo A y del grupo B en la prueba
de razonamiento numérico.
¿Qué es ciencia?
i)Ciencia como proceso, o sea como investigación: Consiste en una secuencia finita,
sistemática y ordenada de actividades encaminadas a resolver algún problema
cognoscitivo, que tiene lugar bajo ciertas condiciones históricas, sociales, culturales,
económicas, políticas, etc. Esta es una dimensión diacrónica y dinámica, porque se da en
y a través del tiempo.
iii)Ciencia como tecnología, o sea ciencia como aplicación del conocimiento para
la solución de problemas extracientíficos. Esta dimensión también es diacrónica y
dinámica.
En toda ciencia, las anteriores tres dimensiones siempre se dan en ese orden
asimétrico en el tiempo: primero, se da la investigación; luego, el conocimiento y después,
la aplicación, si la hubiera. O sea, a la ciencia podemos definirla como un triplo
compuesto por investigación, conocimiento y aplicación del conocimiento, para la
solución de problemas extracientíficos. De estos tres componentes, el tercero no es
indispensable para que una disciplina o teoría sea científica.
Método científico
Se puede sostener que hay una única forma básica de investigación en las ciencias
e inclusive en la filosofía, consistente en la existencia de una secuencia asimétrica de tres
etapas que subyacen en toda investigación, ya que siempre se parte de un problema que
para solucionarlo siempre hay que plantear una hipótesis, y para saber si la hipótesis es
verdadera o falsa siempre hay que someterla a la contrastación.
En primer lugar, ya hemos visto que en la ciencia las proposiciones sólo pueden ser
de una de las siguientes cuatro formas básicas: singulares, existenciales, universales y
estadísticas. En segundo lugar, cada una de las primeras tres formas, a su vez, pueden ser
predicativas o relaciónales. Por lo tanto, para definir el concepto de verdad en las ciencias
fácticas será suficiente con definir el concepto de verdad para cada proposición
∀x P(x) es verdadera.
El problema científico
Son problemas cuya solución tiene como finalidad la adquisición del conocimiento,
la adquisición de la verdad, mediante el método científico. Para que un problema sea
científico es condición necesaria que reúna las siguientes características esenciales:
B) Que exista método científico para su solución. Y si no existiera, que sea posible
descubrir, inventar, diseñar o construir un método que permita su solución, porque si no
existiera ningún método y tampoco fuera posible descubrir, inventar, diseñar ni construir
ningún método para su solución, dicho problema será un problema metafísico o un
pseudoproblema. Por método se entienden ecuaciones, teorías matemáticas o teorías
empíricas, máquinas o instrumentos físicos.
C) Que tenga un referente ontológico que sea posible reconocer, identificar y ubicar
objetivamente. Es decir, si es un problema fáctico se deberá poder ubicar en algún punto
de alguna coordenada espacio-temporal, a través de indicadores claramente identificables
y reconocibles. Si es un problema formal matemático o lógico, se deberá poder formular
dentro de alguna teoría matemática o lógica. Si no existe el objeto al cual se refiere el
problema, estaremos frente a un pseudoproblema.
D) Que exista una necesidad real de solución. Una necesidad social, pública,
privada, nacional, de toda la humanidad, o cuando menos de la comunidad científica. Más
aun, en las últimas décadas, la tendencia es cada vez más a la de condicionar el
financiamiento de las investigaciones científicas a la utilidad que va proporcionar.
B) Debe ser exacta y clara. Es decir, debe ser semánticamente unívoca, esto es, debe
tener una sola significación o sentido dentro del contexto donde se la formula, y debe ser
inteligible para toda persona competente en la materia.
La contrastación de las hipótesis tiene que ver con la verdad o la falsedad de las
mismas, porque al contrastar las hipótesis queremos hacerlas verdaderas o hacerlas falsas;
y a su vez, la verdad y la falsedad de las hipótesis depende de dos componentes: un
componente formal y un componente empírico; el componente formal se refiere a la
forma lógica de las hipótesis y el componente empírico se refiere a los distintos métodos
de contrastación con la realidad: observación directa, indirecta, experimentos en
laboratorio, encuestas, etc. En consecuencia, para tratar la contrastación de hipótesis hay
que clasificarlas a estas según su forma lógica en:
1. Hipótesis singulares
Para contrastar las hipótesis singulares es suficiente con identificar al sujeto lógico
de la hipótesis mediante la observación o mediante cualquier método científico
intersubjetivo, y segundo, mostrar o demostrar que tiene la propiedad atribuida, y si se
trata de una relación, asimismo, será suficiente con identificar a los dos o más términos
lógicos de la relación y, luego, mostrar o demostrar que existe tal relación.
2. Hipótesis existenciales
Las formas lógicas básicas que pueden asumir las hipótesis existenciales son:
implica lógicamente a (1), para lo cual, se procede como si P(a) y Q(a) fueran
proposiciones singulares, y en realidad, lo son. En cambio, un enunciado de la forma (1),
para un dominio infinito o indefinido, es infalsable, porque para refutarlo habría que
recorrerse todo el universo constatando a cada uno de los objetos para ver si algún objeto
no tiene la propiedad P o la propiedad Q, lo cual, es imposible, como sostiene K. Popper
(1971, p. 67).
3. Hipótesis universales
4. Hipótesis estadísticas
Las hipótesis estadísticas son diversas, no son de una sola forma o de un solo tipo,
por cuanto, depende de qué es lo que se quiere medir, calcular o conocer:
b. Correlación o regresión.
En cada caso, la hipótesis se contrasta con los datos empíricos recogidos por
distintos métodos, eligiendo de antemano ciertos intervalos de confianza, que permitan
determinar el nivel de confianza y márgenes de error.
Ley científica
Por otra parte, las definiciones de las leyes científicas pueden ser verbales o
matemáticas. Esto dependerá de la propia naturaleza de la ley.
Los sentidos más importantes del concepto de ley científica son tres: ontológico,
lingüístico y pragmático.
Los elementos que tipifican o definen a la ley científica son tres: la forma lógica, el
universo de objetos a los cuales se aplica, y su alcance en el espacio y el tiempo.
1. La forma lógica de la ley científica.- Con relación a la forma lógica, a su vez, hay
que examinar dos aspectos:
a) Si con respecto a los objetos a los cuales se aplica la ley, afirma que los objetos
tienen tal o cual propiedad o afirma que dos o más objetos están en tal o cual relación.
De esta manera, por su forma lógica, una ley científica será o un enunciado
predicativo o un enunciado relacional, o un enunciado mixto o complejo, o sea un
enunciado que afirme la existencia de propiedades y relaciones a la vez, siendo en la
práctica este último caso la que tiene mayor lugar.
- La universalidad puede ser con respecto al tiempo y al espacio, como las leyes de
la física y de la química (inorgánica).
E n cambio, si una ley científica no es universal, es estadística. Así, todas las leyes
estadísticas son existenciales, porque una ley estadística afirma que algunos (20%, 45%,
75%, etc.) elementos del universo de objetos a los cuales se aplica tienen una propiedad
o están en una relación. Es decir, todas las leyes estadísticas son existenciales con respecto
al alcance de los objetos de su universo de discurso, o sea, en el espacio, pero son
universales con respecto al tiempo -como las leyes de la mecánica cuántica- . Si no fuera
así no serían leyes.
1.1. Leyes Causales.- Las leyes causales son leyes que expresan una relación
unidireccional, asimétrica e invariante entre la causa y el efecto. Para saber que existe
una relación de causa- efecto, uniforme e invariante, entre dos hechos, basta descubrir y
determinar exactamente cuáles y cuántas son las condiciones necesarias y suficientes para
que se produzca el efecto.
1.2. Leyes deterministas no causales.- Hay leyes deterministas, (leyes universales,
leyes que se cumplen sin excepción para todos los objetos de su dominio), que no son
causales. Podemos distinguir dos tipos de estas leyes:
1.2.1. Leyes descriptivas que simplemente nos dicen que los objetos de cierto
dominio tienen tal o cual propiedad, o que dos o más objetos de dicho dominio están en
tal o cual relación, pero no nos dicen por qué, y en consecuencia no tienen forma lógica
condicional.
Primero sería bueno recalcar que no se puede deducir ninguna proposición universal
a partir de la realidad, de hechos o fenómenos, debe quedar claro que es imposible inferir
y establecer leyes científicas por deducción. La deducción es una relación binaria entre
lenguajes: entre un lenguaje que llamamos «premisa» y otro lenguaje que llamamos
“conclusión»; no es, pues, una relación entre cosas -hechos o fenómenos- y lenguajes. A
las cosas -hechos o fenómenos- podemos describirlas o interpretarlas, pero no tiene
sentido deducirlas, y por lo tanto, no se puede deducir o inferir nada a partir de cosas,
hechos o fenómenos.
Tampoco existe ningún principio, regla o ley que permita inferir válidamente una
proposición universal a partir de una proposición existencial. En otras palabras, una
premisa que consiste siempre de una secuencia finita de n proposiciones singulares, la
cual, por más alto que sea el valor de n, nunca podrá alcanzar a todos los x. Esta es la
razón de por qué no se puede establecer leyes científicas por inducción.
Toda ley científica tiene forma lógica condicional, sea ley estrictamente universal,
o sea ley estadística. Esta es una condición lógica necesaria para que la ley sea
contrastable, confirmable, refutable o falsable.
Teoría científica
Para que exista una teoría es condición necesaria y suficiente que: 1) Que existan
leyes, o mejor, una familia de leyes y 2) Que a partir de las leyes fundamentales (axiomas
o postulados como en las teorías matemáticas o lógicas) se deduzcan lógicamente otras
leyes, o sea, las leyes de segundo orden, en orden de jerarquía; y, a partir de estas leyes
se deduzcan las leyes de tercer orden, etc., hasta llegar a las proposiciones singulares que
se refieren a hechos.
¿Con qué se explican? Para explicar algo es necesario buscar y dar la razón, el
antecedente, el fundamento, la base, la causa, etc. de por qué un sujeto lógico tiene tal o
cual propiedad; por qué dos o más individuos están en tal o cual relación. Por lo tanto, si
en la ciencia -al menos, en las ciencias naturales- se explican proposiciones singulares,
leyes y teorías entonces ¿con qué se explican estas cosas?
b) las leyes se explican con otras leyes de más alto nivel, o sea, con leyes más
generales y más abstractas o con teorías.
c) las teorías se explican con otras teorías más generales y con mayor poder
explicativo.
Las explicaciones científicas, en tanto que son inferencias, son válidas o no son
válidas, son correctas o no son correctas, pero no tiene sentido decir que son verdaderas
o falsas, porque sólo las proposiciones tienen la propiedad de ser verdaderas o falsas.
Clases de explicaciones.
La predicción científica
Conocimiento científico:
Ciencias formales:
Son racionales, sistemáticas y verificables, pero no son objetivas; no nos dan
información acerca de la realidad ni se ocupan de los hechos. La lógica y la matemática
tratan de entes ideales; cuya existencia radica en la mente humana. Los objetos materiales
son numerables, pero no son números; tampoco son números puros (abstractos) sus
cualidades o relaciones. Los números no existen fuera de nuestros cerebros, y aun allí
dentro existen al nivel conceptual, y no al nivel fisiológico. Lo mismo vale para la lógica
formal: algunas de sus partes pueden hacerse corresponder a aquellas entidades psíquicas
que llamamos pensamientos.
Por otro lado, el método por el cual se ponen a prueba los enunciados verificables
de las ciencias formales se contenta con la lógica para demostrar rigurosamente sus
teoremas. Cuando se demuestra un teorema lógico o matemático no se recurre a la
experiencia: el conjunto de postulados, definiciones, reglas de formación de las
expresiones dotadas de significado, y reglas de inferencia deductiva —en suma, la base
de la teoría dada—, es necesaria y suficiente para ese propósito. La demostración de los
teoremas no es sino una deducción: es una operación confinada a la esfera teórica. La
matemática y la lógica son, en suma, ciencias deductivas.
Ciencias fácticas
Las ciencias fácticas necesitan más que la lógica formal para confirmar sus
conjeturas porque en primer lugar, ellas no emplean símbolos vacíos (variables lógicas)
que no son verdaderas ni falsas, sino tan sólo símbolos interpretados. En segundo lugar,
la racionalidad —esto es, la coherencia con un sistema de ideas aceptado previamente—
es necesaria pero no suficiente para los enunciados fácticos; en particular la sumisión a
algún sistema de lógica es necesaria pero no es una garantía de que se obtenga la verdad.
Los enunciados de las ciencias fácticas deben ser verificables en la experiencia, sea
indirectamente (en el caso de las hipótesis generales), sea directamente (en el caso de las
consecuencias singulares de las hipótesis). Únicamente después que haya pasado las
pruebas de la verificación empírica podrá considerarse que un enunciado es adecuado a
su objeto.
Los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan las ciencias de la
naturaleza y de la sociedad son la racionalidad y la objetividad. Por conocimiento racional
se entiende que es teórico, esto quiere decir que está constituido por conceptos, juicios y
raciocinios que se organizan en un conjunto ordenado de proposiciones de acuerdo con
algún conjunto de reglas lógicas con el fin de producir nuevas ideas (inferencia
deductiva). Que el conocimiento científico de la realidad sea objetivo significa que
concuerda aproximadamente con su objeto buscando alcanzar la verdad fáctica; y que
verifica la adaptación de las ideas a los hechos recurriendo a un comercio peculiar con
los hechos (observación y experimento), intercambio que es controlable y hasta cierto
punto reproducible.
1) El conocimiento científico es fáctico: parte de los hechos, los respeta hasta cierto
punto, y siempre vuelve a ellos. La ciencia intenta describir los hechos tal como son. No
siempre es posible, ni siquiera deseable, respetar enteramente los hechos cuando se los
analiza, y no hay ciencia sin análisis. El investigador produce modificaciones sobre el
objeto que investiga, no aprehende su objeto tal como es, sino tal como queda modificado
por sus propias operaciones; sin embargo, en todos los casos tales cambios son objetivos.
Más aún, en todos los casos el investigador intenta describir las características y el monto
de la perturbación que produce en el acto del experimento; procura, en suma estimar la
desviación o "error" producido por su intervención activa.
Los datos aislados y crudos son inútiles y no son dignos de confianza; es preciso
elaborarlos, organizarlos y confrontarlos con las conclusiones teóricas. El método
científico no provee recetas infalibles para encontrar la verdad: sólo contiene un conjunto
de prescripciones falibles (perfectibles) para el planeamiento de observaciones y
experimentos, para la interpretación de sus resultados, y para el planteo mismo de los
problemas.
Ciertamente, los enunciados de las leyes son transitorios. Si se considera a las leyes
como las pautas mismas del ser y del devenir, entonces debieran cambiar junto con las
cosas mismas; por lo menos, debe admitirse que, al emerger nuevos niveles, sus
cualidades peculiares se relacionan entre sí mediante nuevas leyes.
12) La ciencia es explicativa: intenta explicar los hechos en términos de leyes, y las
leyes en términos de principios. Los científicos no se conforman con descripciones
detalladas; además de inquirir cómo son las cosas, procuran responder al por qué. La
ciencia deduce proposiciones relativas a hechos singulares a partir de leyes generales, y
deduce las leyes a partir de enunciados nomológicos aún más generales (principios). Solía
creerse que explicar es señalar la causa, pero en la actualidad se reconoce que la
explicación causal no es sino un tipo de explicación científica. La explicación científica
se efectúa siempre en términos de leyes, y las leyes causales no son sino una subclase de
las leyes científicas.
Pero la tecnología es más que ciencia aplicada: en primer lugar porque tiene sus
propios procedimientos de investigación, adaptados a circunstancias concretas que distan
de los casos puros que estudia la ciencia. En segundo lugar, porque toda rama de la
tecnología contiene un cúmulo de reglas empíricas descubiertas antes que los principios
científicos. La tecnología no es meramente el resultado de aplicar el conocimiento
científico existente a los casos prácticos: la tecnología viva es esencialmente, el enfoque
científico de los problemas prácticos, es decir, el tratamiento de estos problemas sobre un
fondo de conocimiento científico y con ayuda del método científico.
Método científico
Ahora bien, los enunciados verificables son de muchas clases. Hay proposiciones
singulares tales como "este trozo de hierro está caliente"; particulares o existenciales, tales
como "algunos trozos de hierro están calientes" (que es verificablemente falsa). Hay,
además, enunciados de leyes, tales como "todos los metales se dilatan con el calor" (o
mejor, "para todo x, si x es un trozo de metal que se calienta, entonces x se dilata"). Las
proposiciones singulares y particulares pueden verificarse a menudo de manera
inmediata, con la sola ayuda de los sentidos o eventualmente, con el auxilio de
instrumentos que amplíen su alcance; pero otras veces exigen operaciones complejas que
implican enunciados de leyes y cálculos matemáticos.
Las hipótesis no se nos imponen por la fuerza de los hechos, sino que son inventadas
para dar cuenta de los hechos. Es verdad que la invención no es ilegal, sino que sigue
ciertas pautas; pero éstas son psicológicas antes que lógicas, son peculiares de los diversos
tipos intelectuales. Algunas hipótesis se formulan por vía inductiva, esto es, como
generalizaciones sobre la base de la observación de un puñado de casos particulares. Pero
la inducción dista de ser la única o siquiera la principal de las vías que conducen a
formular enunciados generales verificables. Otras veces, el científico opera por analogía,
principios heurísticos o guiados por consideraciones filosóficas; lo único invariante es el
requisito de la verificabilidad.
Por otro lado, los enunciados fácticos no analíticos —esto es, las proposiciones
referentes a hechos, pero indecidibles con la sola ayuda de la lógica— tendrán que
concordar con los datos empíricos o adaptarse a ellos, esta es la segunda regla del método
científico. Esto quiere decir que el método científico, aplicado a la comprobación de
afirmaciones informativas, se reduce al método experimental.
Método experimental
No es fácil decidir si una hipótesis concuerda con los hechos. En primer lugar, la
verificación empírica rara vez puede determinar cuál de los componentes de una teoría
dada ha sido confirmado o disconfirmado; habitualmente se prueban sistemas de
proposiciones antes que enunciados aislados. Pero la principal dificultad proviene de la
generalidad de las hipótesis científicas. En cambio, las proposiciones fácticas singulares
no son tan difíciles de probar. Lo difícil de comprobar son las proposiciones fácticas
generales, esto es, los enunciados referentes a clases de hechos y no a hechos singulares.
Un enunciado general como "los obesos son alegres" no se refiere solamente a nuestros
conocidos, sino a todos los gordos del mundo; por consiguiente, no podemos esperar
verificarlo directamente (esto es, por el examen de un inexistente "gordo general") ni
exhaustivamente (auscultando a todos los seres humanos presentes, pasados y futuros).
La metodología nos dice cómo debemos proceder; en este caso, examinaremos
sucesivamente los miembros de una muestra suficientemente numerosa de personas
obesas.
Después que los datos han sido reunidos, clasificados y analizados, el equipo que
tiene a su cargo la investigación podrá realizar una inferencia. Pero nos gustaría formular
otras preguntas: deseamos entender la ley que hemos hallado. Esto lleva a la sexta regla
de método científico, a saber: no existen respuestas definitivas, y ello simplemente porque
no existen preguntas finales.
Método teórico
Toda ciencia fáctica especial elabora sus propias técnicas de verificación; entre
ellas, las técnicas de medición son típicas de la ciencia moderna. Pero en todos los casos
estas técnicas, por diferentes que sean, no constituyen fines en sí mismos; todas ellas
sirven para contrastar ciertas ideas con ciertos hechos por la vía de la experiencia.
Cuanto más numerosos sean los hechos que confirman una hipótesis, cuanto mayor
sea la precisión con que ella reconstruye los hechos, y cuanto más vastos sean los nuevos
territorios que ayuda a explorar, tanto más firme será nuestra creencia en ella, esto es,
tanto mayor será la probabilidad que le asignemos. Esto es, esquemáticamente dicho, lo
que se entiende por el soporte empírico de las hipótesis fácticas. Pero la experiencia
disponible no puede ser considerada como inapelable: en primer lugar, porque nuevas
experiencias pueden mostrar la necesidad de un remiendo: en segundo término, porque la
experiencia científica no es pura, sino interpretada, y toda interpretación se hace en
términos de teorías, motivo por el cual la primera reacción de los científicos
experimentados ante informaciones sobre hechos que parecerían trastornar teorías
establecidas es de escepticismo.
Las teorías científicas deben adecuarse, sin duda, a los hechos, pero ningún hecho
aislado es aceptado en la comunidad de los hechos controlados científicamente a menos
que tenga cabida en alguna parte del edificio teórico establecido. Desde luego, el soporte
racional no es garantía de verdad; si lo fuera, las teorías fácticas serían invulnerables a la
experiencia. Los soportes empíricos y racionales de las hipótesis fácticas son
interdependientes.
1.3 Formulación del problema: planteo de una pregunta que tiene probabilidad de
ser la correcta; esto es, reducción del problema a su núcleo significativo, probablemente
soluble y probablemente fructífero, con ayuda de conocimiento disponible.
4.1 Diseño de la prueba: planeamiento de los medios para poner a prueba las
predicciones; diseño de observaciones, mediciones, experimentos y demás operaciones
instrumentales.
5.2 Reajuste del modelo: eventual corrección o aun reemplazo del modelo.
Ley científica
La definición de una ley, dependerá de las circunstancias o del contexto en que usa
la expresión, así como de su filosofía explícita o tácita. Si el científico concede que el
mundo físico subsiste aun cuando no haya quien lo perciba o lo piense, entonces la
expresión en cuestión podrá significar una conexión objetiva entre las cualidades fuerza,
masa y aceleración, sea que se las mida o no. En cambio, si el científico no asigna
existencia autónoma a los objetos físicos, entonces entenderá por "ley científica" una
relación invariante entre términos anclados de alguna manera a datos de los sentidos (los
cuales funcionarán como términos últimos o "hechos atómicos y no como señales
elementales de nuestro comercio con las cosas). Y si sólo accede a hablar acerca de
operaciones posibles, entonces podrá significar por "ley científica" cierta pauta de la
conducta humana (p. ej.. la predicción) en relación con cierta clase de datos empíricos En
total debiéramos distinguir, pues, por lo menos cuatro significados del término "ley" en:
(1) Ley1, o simplemente ley, son estructuras nómicas (pautas invariantes.) al nivel
óntico. Denota toda pauta inmanente del ser o del devenir; esto es, toda relación constante
y objetiva en la naturaleza, en la mente o en la sociedad.
(2) Ley2 o enunciado nomológico, son proposiciones acerca de pautas objetivas: son
pautas al nivel del conocimiento. Designa toda hipótesis general que tiene como referente
mediato una ley1, y que constituye una reconstrucción conceptual de ella cuyo referente
inmediato es el modelo teórico al que se aplica exactamente.
(4) Generalidad del conocimiento fáctico. Los enunciados fácticos singulares son
deducibles de enunciados fácticos generales (hipótesis llamadas “leyes2”). A esto se
reduce, desde el punto de vista lógico, la explicación científica de los hechos.