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3 DE DICIEMBRE DE 2017

ANÁLISIS DEL RÉGIMEN POLÍTICO EN


ZIMBABUE
ESTUDIO COMPRENSIVO DEL RÉGIMEN POLÍTICO EN ZIMBABUE DE 2000
A 2017 Y POSIBLES ALTERNATIVAS DE TRANSICIÓN

ENRIQUE MANZO
UCALP: FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA MATERIA: CIENCIA POLÍTICA II
LEGAJO: 1900 PROFESORA: LUCÍA ESPOSTO
Tabla de contenido
Introducción........................................................................................................................................ 3

Caracterización del tipo de régimen específico ................................................................................. 4

Transición, inestabilidad y apertura del régimen .............................................................................. 7

Complejidades para el advenimiento de una transición................................................................. 12

Conclusión ......................................................................................................................................... 15

Bibliografía ........................................................................................................................................ 16
Introducción

El presente trabajo pretende hacer un análisis exhaustivo del tipo de régimen que
tuvo lugar en Zimbabue en el período comprendido entre 2000 y 2017. El objetivo
de dicho análisis es utilizar las categorías propuestas por Robert Dahl en La
Poliarquía y vincularlas con las variables de democratización y liberalización
empleadas por Guillermo O’Donnell en Transiciones desde un gobierno autoritario.
Asimismo se emplearán otros autores para complementar el estudio del caso, en
especial autores de Zimbabue que explican las particularidades del régimen en
cuestión. Esto significa que el presente trabajo parte del supuesto de que es posible
emplear estas diversas categorías de análisis para realizar un estudio explicativo de
regímenes que se encuentran por fuera de los grupos de regímenes para los cuales
dichas categorías fueron creadas (autoritarismos y democracias consolidadas
europeas en el caso de Dahl, y autoritarismos latinoamericanos en el caso de
O’Donnell). El mismo supuesto rige para los demás autores citados en este trabajo.
Un segundo supuesto es que, a pesar de la celebración regular de elecciones, no
es posible identificar este régimen con una poliarquía ya que no se produce en los
hechos una verdadera manifestación de sus instituciones.

La progresión temática parte de la definición del tipo de régimen particular


estudiado, para lo cual se emplea la categoría de autoritarismo electoral de base
hegemónico-comprensiva con presencia de actividad represiva de alta
intensidad. Cada uno de los términos de la denominación de este tipo de régimen
se encuentra definido a lo largo del trabajo y sirve como eje rector para plantear
posibles caminos de evolución. Esta propuesta continúa con un análisis explicativo
de los diversos motivos que generan el derrumbamiento de un régimen autoritario;
para lo cual se ha de responder una pregunta fundamental: ¿se encuentra
Zimbabue en una transición de régimen? Finalmente se exponen brevemente las
condiciones bajo las cuales se puede volver efectiva una transición viable hacia
alguna forma de régimen con características poliárquicas.
Caracterización del tipo de régimen específico

Es preciso advertir que el siguiente análisis es aplicable al segundo período de la


etapa post-colonial de Zimbabue, período en el cual se acentúan ciertas
características no-poliárquicas del régimen. El período en cuestión tiene su punto
de partida en junio del año 2000 con la celebración de las primeras elecciones
legislativas con oposición electoral real al régimen, y culmina con la renuncia de
Robert Mugabe el 15 de noviembre de 2017.

Con el objetivo de hacer un análisis explicativo de una posible transición de régimen


en Zimbabue, es necesario primero determinar las características específicas del
tipo de régimen. Ya se ha mencionado que, debido a los rasgos propios que hacen
al acceso al poder y a su ejercicio en Zimbabue, no es posible entender este régimen
como uno próximo a una poliarquía. Si, debido a la falta de las instituciones
correspondientes a un sistema poliárquico, no es posible encuadrar este régimen
dentro de los esquemas democráticos, es necesario preguntarnos qué tipo de
alternativa no-democrática se está sometiendo a análisis.

Siguiendo el análisis de Robert Dahl, este régimen se asemejaría más a una


hegemonía comprensiva ya que posee una representatividad de gran extensión, en
parte gracias al amplio electorado que no posee ninguna restricción de acceso al
voto más que las condiciones mínimas expuestas en la Constitución de Zimbabue
(edad mínima de 18 años y ciudadanía del país1). Estas tendencias hegemónico-
comprensivas se ven reflejadas en el escaso debate público permitido por el
régimen. Asimismo, si bien existe cierto grado de libertades competitivas, estas solo
están dadas formalmente y no es posible constatar que la participación en el
proceso político se lleve a cabo sin ser obstaculizada activamente por el gobierno.
El supuesto de que este tipo de régimen se ubica por debajo de la bisectriz de
democratización y oposición pública2 se verifica por la violencia represiva del Estado
hacia los adversarios electorales; esto quedó ampliamente demostrado durante la

1
Constitución de Zimbabue, anexo cuarto, artículo 1.
2
Dahl, Robert A. La Poliarquía. Editorial TECNOS, 1989. Página 17
larga escalada de violencia en las elecciones generales de 20083 4. Esto significa
que, si bien se permite el pluralismo político desde un marco normativo-legal, se
encuentra en la realidad restringido por las tendencias represivas del régimen. Esta
forma de limitar el pluralismo político ya había sido enunciada por Juan Linz:

“La limitación al pluralismo puede ser legal o de facto, practicada con


mayor o menor eficacia, estrictamente confinada a los grupos políticos o
abarcando a los grupos de interés, con tal que existan grupos no creados
por el Estado o dependientes de él que influencien el proceso político de
una u otra forma»5.

Otro rasgo específico de este tipo de régimen es su carencia de una ideología


definida que sirva como elemento de cohesión entre las elites gobernantes y de
adhesión de las masas. En efecto, las tres corrientes fundacionales de la cultura
política de Zimbabue (tradicionalismo africano, colonialismo de asentamientos y
política de la guerra para la liberación6) no han logrado constituirse en una ideología
firme de rasgos intelectuales y utópicos. Más bien, el colectivo de pensamiento que
parece dominar la escena política es una mentalidad7, según la definición de Juan
Linz: “formas de pensamiento y sentimiento, más emocionales que racionales, que
proporcionan formas no codificadas de reacción ante distintas situaciones […] La
mentalidad carece de forma, es fluctuante […] están más próximas del presente del
pasado”. De este modo, no existe una ideología rectora que brinde respuestas de
cómo actuar ante situaciones específicas. En cambio, el régimen parece decantar
por el uso de las fuerzas represivas estatales para someter a la población. Como
menciona Masunungure (2011:60):

“El factor que mejor explica la durabilidad del régimen del ZANU-PF es su
simbiosis entre el partido y el aparato de seguridad. Sin el apoyo activo
del sector policial, nadie podría pensar que el régimen hubiese

3
DAILY MAIL REPORTER, Mugabe tells Zimbabwe opposition: You are to blame for political violence. 21 de
mayo de 2008.
4
AFP, 12 'violent' MDC supporters held. 23 de mayo de 2008.
5
Linz, Juan. Una interpretación de los regímenes autoritarios. Papers: revista de sociología 8. Yale University.
1978. Página 15.
6
Masunungure, Eldred V. Zimbabwe’s Militarized, Electoral Authoritarianism. Journal of International
Affairs, 2011, Vol. 65, N°1. Página 49.
7
Linz (1978). Página 16.
sobrevivido las crisis económicas y políticas como lo ha hecho hasta
ahora»8.
En tercer lugar este estudio destaca la activación popular de baja intensidad, tanto
en forma de apoyos difusos y específicos como en contra del aparato político. Es
posible que la baja activación en forma de apoyos se explique debido a la carencia
de un componente ideológico que sirva como principio rector y movilizador. Por otro
lado, la ausencia de una protesta social mantenida en el tiempo o de expresiones
activas en oposición al régimen suelen explicarse debido al alto componente
represivo, el cual es efectivo ejerciendo la coacción, pero sobre todo como forma de
desalentar la movilización. Esta desactivación popular explica que el descontento
con el régimen se lleve a cabo principalmente por dos vías pasivas, a saber:
evitando participar en el proceso político y emigrando del país 9. La pasividad de la
sociedad zimbabuense ha sido mencionada también por Masunungure:

“El resultado es que la mayoría de los zimbabuenses terminaron viéndose


a sí mismos como súbditos, no como ciudadanos, lo cual tiene
implicaciones realmente importantes para el comportamiento político. Las
masas se han vuelto temerosas de confrontar al Estado ante sus masivas
demostraciones represivas, una tendencia que no hace más que reforzar
este comportamiento sumiso ante la autoridad estatal»10.
Las características hasta aquí expuestas pueden sintetizarse de la siguiente
manera: limitación de otras fuerzas en el escenario político (principalmente por
medio de la represión), falta de una ideología definida y existencia de mentalidades,
baja movilización popular. Estos rasgos hacen que el régimen que se está
analizando se asemeje a un autoritarismo descripto por Juan Linz:

“Sistemas políticos con pluralismo político limitado, no responsables,


carentes de una ideología elaborada y directora, pero con mentalidades
características, carentes de movilización política extensa e intensa,
excepto en algunos momentos de su desarrollo, y en los que un líder o a
veces un pequeño grupo ejerce el poder dentro de límites formalmente
mal definidos pero en realidad predecibles»11.

8
Masunungure (2011). Página 60.
9
Masunungure (2011). Página 49.
10
Masunungure (2011). Página 51.
11
Linz (1978). Página 13.
Por las razones antes expuestas, es conveniente caracterizar a este régimen como
un autoritarismo cuyo rasgo específico es la celebración de elecciones en un
contexto no-democrático o, por lo menos, de bajísima calidad democrática. Este tipo
particular de elecciones sirve para alimentar la imagen de legitimidad del régimen,
aún si las elecciones no se celebran en condiciones consistentes con una poliarquía.
La tendencia más común es que se restrinja el acceso a la contienda política en
algún momento del proceso electoral ya sea por medio de mecanismos
institucionales12 o por el uso de la violencia13. Algunos expertos, entre ellos Andreas
Scheller, han decido definir a este tipo de regímenes como autoritarismos
electorales:

«Los nuevos protagonistas de los gobiernos no-democráticos son los


regímenes “autoritarios electorales”, los cuales llevan a cabo elecciones
de forma regular con una pluralidad de partidos en todos los niveles del
gobierno, y sin embargo violan los estándares democráticos básicos de
forma aguda y sistemática»14.
Utilizando esta definición, es posible finalmente diagnosticar al régimen que tuvo
lugar en Zimbabwe entre junio de 2008 y noviembre de 2017 como un
autoritarismo electoral de base hegemónica-comprensiva con presencia de
actividad represiva de alta intensidad. Una vez definido el tipo de régimen, cabe
ahora indagar las posibilidades de su apertura o profundización en Zimbabue.

Transición, inestabilidad y apertura del régimen

Los cambios de gobierno no necesariamente significan una transición de régimen.


En el caso de las democracias consolidadas, los cambios de gobierno no significan
ningún tipo de cambio sustancial para el régimen. Sin embargo, en las alternativas
no-democráticas, la muerte o remoción del líder puede llegar a ser mucho más
significativa y afectar estructuras de ejercicio del poder. Esto no significa

12
AFP. Zimbabwe opposition chief wins election, no overall majority. 2 de mayo de 2008.
13
Dugger, Cecilia & Bearak, Barry. Mugabe Rival Quits Zimbabwe Runoff, Citing Attacks. New York Times. 23
de Junio de 2008.
14
Scheller, Andreas. Authoritarianism’s Last Line of Defense. Journal of Democracy 21, N°1, 2010. Página 69.
necesariamente la caída del régimen, sino más bien el debilitamiento o, quizás, el
refuerzo de ciertos rasgos específicos.

Ante la renuncia de Robert Mugabe en noviembre de 2017, la prensa internacional


utilizó las celebraciones multitudinarias para comenzar a hablar de un cambio de
rumbo en términos políticos, más precisamente, una transición de régimen15. Sin
embargo, siguiendo lo expuesto por O’Donnell (1986:19), es evidente que aún no
es posible hablar de una transición de régimen político:

«Entendemos por “transición” al intervalo que se extiende entre un


régimen político y otro. Las transiciones están delimitadas, de un lado, por
el inicio del proceso de disolución del régimen autoritario, y del otro, por
el establecimiento de alguna forma de democracia»16.
Tomando esta definición como premisa para detectar las transiciones, podemos
establecer que en estos momentos no existe un proceso tendiente a iniciar un
intervalo entre regímenes. Asimismo, hasta cierto punto las reglas de juego parecen
estar bastante definidas: debido a que el régimen autoritario de Mugabe nunca se
apartó por completo de su aparato institucional que le brindaba una apariencia
democrática, las instituciones políticas continuaron funcionando con normalidad. Si
bien durante la mayor parte del régimen estas instituciones estuvieron subordinadas
casi en su totalidad al líder, el fraccionamiento entre las elites gobernantes les
posibilitó actuar con cierta autonomía e incluso desafiar al líder. El punto culmine de
esta autonomía se evidencia en el impeachment celebrado en el Parlamento para
forzar su dimisión17. Esto significa que, a pesar de que el líder fue apartado del
gobierno, continúan existiendo normas claras de procedimiento sobre las que
parece haber un universal acuerdo, más allá de su debilidad relativa. Es decir, las
reglas del juego político están definidas claramente por el procedimiento de las
instituciones políticas, las cuales a su vez son sumisas a la elite militar. Como
menciona O’Donnell, «Lo característico de la transición es que en su transcurso las

15
ABC News. Zimbabwe: Robert Mugabe resigns as president triggering mass street celebrations. 22 de
noviembre de 2017.
16
O’Donnel, Guillermo & Schmitter, Philippe C. Transiciones desde un gobierno autoritario/4. Ediciones
Paidós, 1986. Página 19.
17
Aljazeera News. Crowds gather as MPs begin Mugabe impeachment process. 21 de noviembre de 2017.
reglas del juego político no están definidas»18. Por lo tanto, el régimen persistirá a
menos que exista una competencia por definir las reglas de juego en búsqueda de
redefinir el tipo de régimen.

No obstante, la transición es un paso muy posterior a un claro punto de debilidad


del régimen al que la literatura al respecto se ha referido como inestabilidad del
régimen19. Si bien la inestabilidad puede estar dada por factores externos como las
sanciones y presiones económicas o las derrotas militares en conflictos
internacionales, la inestabilidad se produce en la mayoría de los casos por factores
internos20. Una forma en la que se puede dar esta inestabilidad es por el
fraccionamiento interno de las elites gobernantes dada por una falta de cohesión.
Este desmembramiento, observable en el caso de Zimbabue, debilita al régimen y
puedo forzarlo a buscar una salida21. En este caso de estudio, se produce un
fraccionamiento interno motivado por la cuestión de la sucesión de Robert Mugabe.
Para octubre de 2017, solo existían dos contendientes clave: Emmerson
Mnangagwa y Grace Mugabe. Las tensiones por la sucesión fueron en aumento
alimentadas incluso por el gran descontento popular hacia el régimen, hasta que se
presencia el primer punto de inflexión que inaugura esta disputa: Mugabe desplaza
a Mnangagwa del ejecutivo22. Juan Linz menciona que superar el fraccionamiento
interno a causa de la disputa por la sucesión es un reto muy grande para los
autoritarismos:

“Un reto particularmente difícil al que se enfrentan los regímenes


autoritarios es la renovación del liderazgo y, en particular, la sucesión.
Este es un problema grave en regímenes muy personalizados, en los
cuales los fundadores se consideran a sí mismos indispensables, no
están dispuestos a abandonar el poder mientras sigan vivos y sienten
temor a nombrar a cualquier heredero en potencia»23.

18
O’Donnel & Schmitter (1986). Página 19.
19
Linz (1978). Página 17.
20
O’Donnel & Schmitter (1986). Página 35.
21
O’Donnell & Schmitter (1986). Página 32.
22
The Guardian. Robert Mugabe sacks vice-president to clear path to power for wife. 6 de noviembre de
2017.
23
Linz (1978). Página 18.
En este caso, lo que precipitó la caída del gobierno de Mugabe fue la pérdida de
apoyo de las fuerzas armadas y su incapacidad para establecer a Grace Mugabe
como una sucesora confiable24. Esta falta de confianza generó un fraccionamiento
interno que llevó en última instancia a que las fuerzas armadas depusieron de hecho
a Robert Mugabe como presidente, lo que aceleró así la transición de gobierno25.

Aunque es imposible predecir cómo se comportarán los agentes de la arena política,


puede especularse que una apertura del régimen podría darse por la vía de la
democratización, de este modo surgiría una democracia política limitada o
democradura antes que una autocracia liberalizada o dictablanda26. Las razones
para sostener esto radican en el hecho de que las elites gobernantes pertenecen en
su mayoría a las fuerzas armadas, las cuales contemplan la represión como
principal instrumento para asegurar la longevidad del régimen. Para seguir el paso
de la liberalización sería necesario que las fuerzas armadas se comprometieran, en
principio, a no hacer uso de la violencia con los movimientos que buscan expresar
sus discrepancias con el régimen. Además, es poco probable que se extienda la
liberalización del régimen en tanto no surja una facción más moderada que busque
ampliar los derechos substantivos. No existe en este momento en Zimbabue
mecanismos institucionales que protejan de hecho a los individuos y grupos ante la
violencia de las fuerzas armadas y del aparato represivo policial 27, lo cual es una
condición necesaria para que se produzca una verdadera liberalización del régimen
según O’Donnell:

“Entendemos por liberalización el proceso que vuelve efectivos ciertos derechos,


que protegen a individuos y grupos sociales ante los actos arbitrarios o ilegales
cometidos por el Estado o terceros”28.

Por otro lado, entendemos por democratización a:

24
Sky News. Youth wing leader of Mugabe's party says sorry amid Zimbabwe 'coup'. 15 de noviembre de
2017.
25
Sky News. Youth wing leader of Mugabe's party says sorry amid Zimbabwe 'coup'. 15 de noviembre de
2017
26
O’Donnel & Schmitter (1986). Página 30.
27
Amnesty International report. Zimababwe 2016/2017.
28
O’Donnel & Schmitter (1986). Página 20.
“[…] aquellos procesos en que las normas y procedimientos de la ciudadanía son,
o bien aplicados a instituciones políticas antes regidas por otros principios (eg. El
control coactivo, la tradición social, le juicio de los especialistas o las prácticas
administrativas), o bien ampliadas de modo de incluir a individuos que antes no
gozaban de tales derechos y obligaciones […]”29.

Esto significa que sí parece haber una incipiente democratización del régimen
producto de una serie de relativos éxitos electorales de la oposición y la progresiva
falta de apoyo al gobierno. Si las instituciones políticas democráticas que estuvieron
sometidas a las órdenes del líder logran una mayor autonomía y logran instaurarse
como agentes activos de la arena política (como ya lo ha demostrado el
impeachment), es posible que se vaya acentuando la democratización. De lograrse
una verdadera transición en algún punto, esta se dirigiría muy posiblemente a una
democracia limitada; con baja liberalización, pero con posibilidades de extenderla si
aumenta la competencia entre las diferentes elites por captar el apoyo de los
sectores de la sociedad. Un posible inconveniente para lograr la democratización
es el ya mencionado hecho de que en la base de este autoritarismo subsista un
sistema hegemónico-comprensivo, el cual previene la aparición de múltiple elites.
Esto dificultaría la aparición de nuevos actores políticos que buscasen captar parte
del electorado aumentando la liberalización. De este modo, este análisis sugiere
que, debido al carácter autoritario-electoral de base hegemónica-comprensiva
del régimen, es posible que se produzca una ampliación de la democratización
antes que una liberalización, la cual encuentra impedimentos en los rasgos
represivos de alta intensidad mencionados a lo largo de este trabajo.

Si alguna de estas dos variables comenzara a moverse de forma expansiva,


estaríamos presenciando quizás una ligera tendencia hacia ciertos rasgos
poliárquicos. Es de notar que un aumento de la democratización podría generar a
su vez un aumento del debate público, desplazando así a la hegemonía
comprensiva a un punto más cercado de la bisectriz de Dahl. Deberíamos

29
O’Donnel & Schmitter (1986). Página 22.
preguntarnos entonces qué factores deben interactuar para que pueda producirse
una orientación del régimen en este sentido.

Complejidades para el advenimiento de una transición

Es preciso notar que las transiciones estudiadas por O’Donnell se producen en


regímenes que se asemejan en gran medida al caso analizado hasta ahora, pero
que aún difiere en un elemento central: los regímenes africanos en general sufren
transformaciones de manera más acelerada que en América Latina 30. Además de
esto, Zinyama (2012) menciona que las transiciones se pueden llevar a cabo de
diferentes formas, de las cuales podemos destacar las siguientes:

(1) Reforma por medio de un cambio de gobierno después de la celebración de


elecciones llevadas a cabo dentro de un marco constitucional ligeramente
modificado (como en el caso de Cabo Verde, Zambia y Burundi).
(2) Liberalización de regímenes autoritarios después de elecciones con
resultados definidos de antemano por el mismo régimen con el fin de
legitimarse en un contexto democrático (como en el caso de Senegal, Gabón,
Burkina Faso, Camerún y Costa de Marfil)
(3) Salidas pactadas de poder de regímenes militares con control sobre la
agenda o las negociaciones con intermediarios civiles elegidos a tal efecto
(como en el caso de Nigeria, Guinea y Gana).31

Lo que se destaca en transiciones de este tipo es que no se utiliza la fuerza (como


en el caso de una victoria militar) para conseguir la instauración de un nuevo
régimen. Más bien estas transiciones se enmarcan la celebración de pactos, es
decir, acuerdos negociados entre diferentes elites y grupos para acordar beneficios
y garantías mutuas. O’Donnell los define de la siguiente manera:

30
Zinyama, Twanda. The Complexity of Democratic Transition: The Zimbabwe Case, 1999 to 2011.
International Journal of Humanities and Social Science. Vol. 2, N° 12, 2012. Página 3.
31
Zinyama (2012). Página 3.
“[…] acuerdo explícito […] entre un conjunto selecto de actores que
procuran definir (o, mejor aún, redefinir) las reglas que rigen el ejercicio
del poder, sobre la base de garantías mutuas concernientes a los
“intereses vitales” de quienes lo acuerdan”32.
No cabe duda que una transición hacia alguna forma de democracia deberá darse
por medio de la celebración de un pacto y, quizás, siguiendo un camino similar a los
casos mencionados al principio de este apartado. Para O’Donnell, los pactos
aseguran que su contenido se respetará o que, llegado el caso, se renegociarán los
pactos. Su esencia es que no se recurra a la fuerza para tratar de imponerse por
sobre los demás actores. Los pactos asegurarán que los líderes militares del ZANU-
PF concedan ciertas libertades políticas a los demás actores (en particular a los
miembros del MDC-T) a cambio de prebendas y promesas de que, en principio, no
se hagan reclamos de justicia sustantiva acerca de los actos cometidos durante el
régimen.

Además de un pacto militar y político, los agentes políticos necesitan abordar otras
cuestiones que hacen al éxito de la transición. Todd Moss y Stewart Patrick indican
que ciertas medidas requieren prioridad para asegurar la salida del régimen:

(1) Restablecer la seguridad y el imperio de la Ley.


(2) Incentivar la reconciliación política y desarrollar instituciones de gobierno
legítimas.
(3) Reconstruir la capacidad institucional del Estado.
(4) Fomentar una recuperación económica inclusiva, incluyendo la
normalización oportuna de las relaciones con la comunidad internacional.33

Este último punto es de especial importancia, ya que involucra la celebración de un


tercer pacto: el pacto económico34. Esto implica asegurar los mayores beneficios
mutuos entre las diferentes capas de la sociedad, respetando la propiedad y el
salario. Implica un sometimiento de ambas partes a distribuirse lo más justamente
los recursos. Esto implica múltiples niveles de consulta entre el sector empresario y

32
O’Donnel & Schmitter (1986). Página 63.
33
Moss, Robert & Patrick, Stewart. AFTER MUGABE: APPLYING POST-CONFLICT RECOVERY LESSONS TO
ZIMBABWE. Africa Policy Journal, Vol. 1, 2006. Páginas 26 y 27.
34
O’Donnel & Schmitter (1986). Página 76.
los sindicatos. Este tipo de pacto es central para que el advenimiento de un nuevo
régimen produzca la seguridad necesaria como para ganarse cierto apoyo difuso.

Sin duda se requiere también un pronóstico económico favorable ya que las


décadas de autoritarismo han erosionado las bases productivas (la agricultura, la
mayor industria del país, se redujo un 80% entre 2000 y 2005, en parte por las
reformas agrarias), aumentado la informalidad laborar (gran parte de la población
trabajadora ha recurrido al mercado negro como base para su sustento) y ha
causado una emigración masiva (en 2002 había 3,4 millones de zimbabuenses
viviendo fuera del país)35.

35
Moss & Patrick (2006). Página 25.
Conclusión

Los argumentos expuestos a lo largo de este trabajo demuestran que el régimen


actual en Zimbabue está muy lejos de poder definir para sí características de tipo
poliárquicas. El futuro de este país está signado por una serie de retos que sin duda
le costará superar: su tradición de gobiernos autocráticos, la reconciliación con el
pasado y entre las diferentes fuerzas políticas del presente, la recuperación de la
economía y la apertura del régimen.

Asimismo, este trabajo demostró ser un experimento para la aplicación de las


variables formuladas por Dahl y O’Donnell a los regímenes africanos, puntualmente
al caso de Zimbabue. Las categorías propuestas por estos autores fueron eficaces
a la hora de determinar el tipo de régimen y de analizar dos posibles fenómenos
que tienen lugar dentro de ellos: la inestabilidad y la apertura. Además este análisis
posibilitó descartar el diagnóstico de una transición y sentar las condiciones bajo las
cuales dicha transición podría llegar a hacerse efectiva.
Bibliografía

Artículos

 DAILY MAIL REPORTER. Mugabe tells Zimbabwe opposition: You are to blame for
political violence. 21 de mayo de 2008. Recuperado de
http://www.dailymail.co.uk/news/article-1020991/Mugabe-tells-Zimbabwe-
opposition-You-blame-political-violence-branding-MDC-evil.html
 AFP, 12 'violent' MDC supporters held. 23 de mayo de 2008. Recuperado de
https://web.archive.org/web/20080527070501/http://www.news24.com/News24
/Africa/Zimbabwe/0,,2-11-1662_2327967,00.html
 AFP. Zimbabwe opposition chief wins election, no overall majority. 2 de mayo de
2008. Recuperado de http://archive.is/E1Ck
 Dugger, Cecilia & Bearak, Barry. Mugabe Rival Quits Zimbabwe Runoff, Citing
Attacks. The Guardian. 23 de Junio de 2008. Recuperado de
http://www.nytimes.com/2008/06/23/world/africa/23zimbabwe.html
 ABC News. Zimbabwe: Robert Mugabe resigns as president triggering mass street
celebrations. 22 de noviembre de 2017. Recuperado de
http://www.abc.net.au/news/2017-11-22/robert-mugabe-resigns-as-president-of-
zimbabwe/9178194
 Aljazeera News. Crowds gather as MPs begin Mugabe impeachment process. 21 de
noviembre de 2017. Recuperado de
http://www.aljazeera.com/news/2017/11/impeachment-hearing-mugabe-
remains-defiant-171121051944665.html
 The Guardian. Robert Mugabe sacks vice-president to clear path to power for wife.
6 de noviembre de 2017. Recuperado de
https://www.theguardian.com/world/2017/nov/06/zimbabwe-robert-mugabe-
vice-president-emmerson-mnangagwa-grace-mugabe
 Sky News. Youth wing leader of Mugabe's party says sorry amid Zimbabwe 'coup'.
15 de noviembre de 2017. Recuperado de https://news.sky.com/story/robert-
mugabes-wife-grace-flees-zimbabwe-amid-army-takeover-11127740

Libros y artículos
 Constitución de Zimbabue, anexo cuarto, artículo 1.
 Dahl, Robert A. La Poliarquía. Editorial TECNOS, 1989. Página 17
 Moss, Robert & Patrick, Stewart. AFTER MUGABE: APPLYING POST-CONFLICT
RECOVERY LESSONS TOZIMBABWE. Africa Policy Journal, Vol. 1, 2006.
 Zinyama, Twanda. The Complexity of Democratic Transition: The Zimbabwe Case,
1999 to 2011. International Journal of Humanities and Social Science. Vol. 2, N° 12,
2012.
 O’Donnel, Guillermo & Schmitter, Philippe C. Transiciones desde un gobierno
autoritario/4. Ediciones Paidós, 1986. Página 19.
 Scheller, Andreas. Authoritarianism’s Last Line of Defense. Journal of Democracy
21, N°1, 2010
 Masunungure, Eldred V. Zimbabwe’s Militarized, Electoral Authoritarianism.
Journal of International Affairs, 2011, Vol. 65, N°1
 Linz, Juan. Una interpretación de los regímenes autoritarios. Papers: revista de
sociología 8. Yale University. 1978
 Coltart, David. A Decade of Suffering in Zimbabwe. Economic Collapse and Political
Represion under Robert Mugabe. CATO Institute. Washington DC. N° 5. 24 de
marzo de 2008.
 Mamdani, Mahmood. Lessons of Zimbabwe: Mugabe in Context. Concerned Africa
Scholars, Columbia University, Vol 82, 2009.
 Gavin, D, Michelle. Planning for Post-Mugabe Zimbabwe. Council on Foreign
Relations. 2007.
 Linz, Juan. Transiciones a la democracia. Universidad de Yale. 1990.

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