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La invención del cero para representar la ausencia de cantidad en numeración

Las matemáticas no podrían funcionar sin el cero. Nuestro querido cero está presente en todos los conceptos
matemáticos que hacen que nuestro sistema numérico, la geometría y el álgebra funcionen.

Las matemáticas mayas han dejado una huella en el tiempo; antes que cualquier otra civilización, los mayas originaron un
concepto revolucionario: el cero.

El cero es un símbolo comúnmente utilizado para representar la nada; sin embargo, el concepto maya del cero no implica
una ausencia ni una negación; para los mayas, el cero posee un sentido de plenitud. Por ejemplo, al escribir la cifra 20, el
cero, puesto en el primer nivel, únicamente indica que la veintena está completa.

, integrados y completos. Por otra parte, se le ve como una concha, imagen vinculada con el concepto de la muerte.

Al unir ambas acepciones, se deduce la terminación de la vida, el cierre de un ciclo, la medida que se completa, la
integración final. Al ver el glifo y entenderlo como un puño cerrado, éste señala que nada sobra, que todo está contenido
dentro de la mano, que el conjunto está completo; la concha anuncia que un ciclo de vida ha terminado y que sólo queda
ahí el remanente, la huella geológica que nos informa que existió y se completó.

Por ejemplo, para saber qué número es éste hay que obtener el valor de los símbolos. El cero indica que no hay unidades.
Los dos puntos del segundo orden representan 2 grupos de 20 unidades; o sea, 40. El número del tercer orden es un 8,
pero su valor real se obtiene al multiplicarlo por 360. Por lo tanto, el número es 2880+40+0=2920. Es más fácil leer un
número cuando se representa con puntos, rayas y conchas, porque es una representación sencilla que no deja lugar a
dudas del valor de cada símbolo, de acuerdo con la posición en la que se escribe. En las representaciones antropomorfas,
es más complejo entender el número escrito.

Incrustación del jade en las piezas dentales

Aunque el sumo cuidado que tuvieron con sus dientes dio grandes pasos a la
odontología, no se salvaron de sufrir caries en tiempo tan remotos. Claro está, las diversas bacterias que viven
en nuestra boca, también deberían ser eliminadas para poder evitar un mal como este. Aunque tuvieran una
dieta blanda, la gran cantidad de carbohidratos dio pie al aumento de bacterias causantes de caries.

Los mayas eran personas muy curiosas y su creatividad empezó a darles tantas ideas, que comenzaron a
practicarlas con sus dientes; entre estas, estuvo la de darle forma de sierra a los dientes con piedras, que poco
a poco iban dañando, de manera abrupta, la capa más externa de su dentadura.

Tenían fama de ser los primeros en realizar incrustaciones con piedras preciosas en los dientes, sin ninguna
razón médica. Para ellos, estas incrustaciones las realizaban netamente con fines estéticos; también se creía
que estas prácticas eran religiosas y de gran avance tecnológico para la época, notándolo en cada una de las
piezas dentarias que trataron los arqueólogos en sus estudios.

Gracias a estas incrustaciones pudieron dar información sobre sus ideologías, religiones y jerarquías, a
aquellos historiadores con profundo interés en esta civilización. Estos engastes de jade eran realizados de una
manera bastante agresiva y podía observarse con solo ver los bordes de los incisos de los dientes anteriores y
las caras proximales de los posteriores.

Todo esto se hacía bajo creencias antiguas sobre el alma y el aliento. Estaba reducido a personas de alto
rango. Las incrustaciones de jade fueron un gran descubrimiento para la odontología de este siglo. ¿Se
atrevería usted a llevar una incrustación en jade como esta?
Ejecucion de la marimba run y chirimilla como uinstrumento musical

La marimba surge en África. En Guatemala la recrearon entre los años de 1492 y 1680 con la marimba de
tecomates, como resultado de la fusión de elementos culturales de África, Europa y América, ya que, entre los
mayas, se empleaba el tun, un tronco vaciado en su interior como caja de resonancia, con dos lengüetas
flotantes que eran golpeadas con baquetas.

El tun es un instrumento de percusión de origen mesoamericano de época prehispana. En Guatemala es


utilizado en los departamentos de Quiche e Izabal, anteriormente lo utilizaban los mayas y aztecas. Consiste en
un cilindro hueco de madera en cuyas paredes curvas se han elaborado ranuras, formando así dos lengüetas
pendientes del mismo cilindro, las cuales se tocan percutiendo sobre ellas. El alcance de su sonido depende del
tamaño de las lengüetas y se puede tocar con los dedos o con dos huitziles de madera en cuyos extremos hay
una pequeña esfera de caucho o hule (baquetas).

La chirimía es un viento-madera parecido al oboe y de doble lengüeta, trabajada antiguamente de forma


grosera y labrada con nueve agujeros laterales, de los que únicamente seis están destinados a taparse por
medio de los dedos. Las había agudas, altas y bajas.1 Es el antepasado directo del oboe, y muy similar a
la dulzaina. El nombre proviene del francés «chalemie», que a su vez viene del latín «calamus», caña, flauta de
caña.2 Fue de uso común en Europa desde el siglo XII, y llevado a las colonias hispanoamericanas a partir de
finales del siglo XV.

descubrimiento de las fases lunares

Cuando los primeros españoles llegaron a la península de Yucatán, observaron que los mayas contaban
el tiempo utilizando el ciclo de las fases lunares. En su Relación de las cosas de Yucatán el obispo Diego de
Landa notó que:

Tienen su año perfecto como el nuestro, de 365 días y 6 horas. Divídenlo en dos maneras de meses, los
unos de a 30 días que se llaman u’, que quiere decir luna, la cual contaban desde que salía hasta que no
parecía. Otra manera de meses tenía de a 20 días, a los cuales llaman winal jun ek’eh.

La información que recogió Landa indica que los mayas tuvieron dos maneras de contar el tiempo.
Primero, los mayas de Yucatán utilizaron el concepto del año para medir el tiempo. El año común o civil
conocido como haab’, constaba de 365 días y se dividía en 18 periodos de 20 días cada uno, más los 5 días
agregados al final del año. Los periodos de 20 días fueron llamados winal jun ek’eh. Su significado no está muy
claro, aunque según los diccionarios coloniales la palabra winal se traduce como el “mes antiguo de 20 días” y
la palabra jun como “uno, una vez”.

Las series lunares entre los mayas

No existe evidencia alguna de que los mayas antiguos utilizaran un calendario formal basado en las
fases de la Luna, a la manera de los chinos, sumerios, babilonios o hebreos antiguos. Sin embargo, durante el
Clásico (250-900 d.C.) los mayas emplearon un complejo sistema de contar los meses lunares asociado a las
fechas escritas en la llamada cuenta larga. Ideada ésta para calcular y representar el tiempo, los mayas pronto
se dieron cuenta de que el mismo sistema podía servir para los cálculos astronómicos. Así, la fecha de cuenta
larga asociaba una cierta cantidad de días transcurridos desde la fecha cero con un día específico del ciclo de
260 días, del ciclo del haab’, y con el ciclo lunar.

Ordenamiento del tiempo en un calendario lunar de mayor exactitud que el gregoriano

El germen del calendario gregoriano fueron dos estudios realizados en 1515 y 1578 por científicos de
la Universidad de Salamanca, que fueron remitidos a la Iglesia. Del primero se hizo caso omiso y del segundo
finalmente fructificó el actual calendario mundial.2

Los primeros países en adoptar el calendario actual fueron España, Italia y Portugal en 1582. Sin embargo, Gran
Bretaña y sus colonias americanas no lo hicieron hasta 1752.3

La reforma gregoriana nace de la necesidad de llevar a la práctica uno de los acuerdos del Concilio de Trento:
ajustar el calendario para eliminar el desfase producido desde el primer Concilio de Nicea, celebrado en 325,4
en el que se había fijado el momento astral en que debía celebrarse la Pascua y, en relación con esta, las demás
fiestas religiosas móviles. Lo que importaba, pues, era la regularidad del calendario litúrgico, para lo cual era
preciso introducir determinadas correcciones en el civil. En el fondo, se trataba de adecuar el calendario
civil al año trópico.

enfoque cosmogonico de la vida

Cosmogonía (del griego κοσμογονία, kosmogonía o κοσμογενία, kosmogenía, derivado de


κόσμος, kosmos ‘mundo’ y la raíz γί(γ)νομαι, gígnomai / γέγονα, gégona, ‘nacer’) es una narración mítica que
pretende dar respuesta al origen del Universo y de la propia humanidad.

Esta forma de explicar el mundo, la vida y las cosas, se define como una visión cosmogónica, vinculante y
holística que constituye en la actualidad una alternativa para la construcción de una sociedad armónica,
respetuosa y con profunda libertad humana.

Nuestra cosmovisión es el sustento más profundo que nuestras abuelas y abuelos crearon para explicarnos
el origen de la vida, el origen y el desenvolvimiento del universo.

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