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La mujer que gobernó

París
Por Aline Nuñez, Diana Covarrubias , Jazmín Martínez
Ursula Mejía , Arturo Castro, Luis Nava
En dedicatoria a las mujeres fuertes de la historia de la humanidad, a aquellas por las cuales el mundo del arte es
grande y sigue existiendo. Gracias a usted Gertrude Stein por haber apoyado al arte.

i
Índice
Capítulo 1 ¿Por qué una americana dejaría su patria? 2

Capítulo 2 La Rue de Fleurus Salón 27 5

Capítulo 3 A rose is a rose is a rose... 13

Capítulo 4 My dear Alice 15

Capítulo 5 París era una mujer 17

Fuentes de consulta 21
C APÍTULO 1

¿Por qué una


americana
dejaría su
patria?
Gertrude Stein nació en Allegheny,
Pennsylvania (1874-1946), en el seno de
una familia acomodada de ascendencia ju-
dío-alemán..
Fue una escritora estadounidense, gran
matriarca de la prosa no figurativa. Estu-
dió psicología y fue alumna de William Ja-
mes en Harvard; además estudió medici-
na en la Universidad de Johns Hopkins
C APITULO 1
En el caso de los norteamericanos que decidieron vivir en Pa- Encontró en Paris la libertad para poder vivir la vida que ella
rís y pusieron un océano de distancia, deseaba; libre de cualquier atadura. Esa fue la principal razón
para permanecer un largo tiempo en Europa: la relativa tole-
rancia cultural a las relaciones homosexuales.
Con la idea de que al cruzar el océano podrían describir su
patria, según Donald Pizer. Ese fue el punto de partida para que Stein entablara una estre-
cha relación con Alice Toklas, a quien conoció en 1907 y sería
su pareja de todo la vida.
El exilio es, por supuesto, un fenómeno común en la historia
Ella consideraba París como su segundo hogar, “esto es por-
del siglo XX. Pero, más en concreto, el auto-exilio de artistas
qué los escritores tienen que tener dos países, aquel al que per-
e intelectuales norteamericanos entre las dos guerras es un tenecen y aquel en el que viven realmente. El segundo es ro-
dramático ejemplo de una característica fundamental de la mántico, está separado de ellos mismos, no es real pero real-
vida americana de principios del Siglo XX: la alienación del mente está ahí.”

artista de las normas de su cultura. (“París era una Mujer”: En 1903 se instaló en París y convirtió su residencia en punto
Gertrude Stein, las expatriadas y la eclosión de las artes, Piñe- de encuentro de escritores (Apollinaire, Cocteau) y pintores
ro, Eulalia Gil. Publicaciones de la Universidad de Barcelo- de vanguardia (Matisse, Picasso). Reunió una importante co-
lección de arte moderno y, en los años veinte, ejerció gran in-
na)
fluencia sobre los escritores estadounidenses de paso por Eu-
ropa. Convirtiéndose en la mujer más poderosa del mundo de
En el específico caso de Gertrude Stein se dio por un aconteci- la vida social y artística del Paris de 1920. Salón 27 Rue de
miento que sucedió mientras estaba en la Universidad, don- Fleur fue el refugio de muchos artistas que fueron sus amigos.
No era precisamente de la edad de ellos, ni del mismo país; pe-
de experimentó el despertar de su sexualidad al enamorarse
ro fue ella quien le dio el nombre a la generación de escritores
de María Bookstaver, quien estaba involucrada en una rela- de esa época conocidos como La era perdida.
ción con otra estudiante de medicina, Mabel Haynes.

Al descubrir sus tendencias sexuales Gertrude, encontró que


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Cuando Gertrude llego a París, esta era la capital literaria del
mundo, basta leer The Autobiography of Alice B. Toklas
Cabe relatar que en 1920 y aun en la actualidad se considera a
(1933) para conocer las veladas de Stein y su hermano; y con
París solo el primer distrito de esta ciudad, el resto de pobla-
artistas como Picasso, Braque, Hemingway, Gris, Matisse,
ciones como Marnné la Ville que está a tan solo 20 km se con-
Max Jacob, Pound, Fitzgerald, etc.
sidera afuera de la ciudad, como se marca en el mapa anterior.
Esta forma de división geográfica, permitió que la ocupación
Nazi se quedara en una zona muy pequeña y el resto fuera tie-
Años más tarde cuando la Segunda Guerra Mundial azotó a
rra libre.
Francia, Alice y Gertrude salieron de París para irse a vivir al
interior donde sobrevivieron hasta que París fue liberada.

Alice y Gertrude regresaron en 1944, convirtiendo nuevamen-


te su casa en un lugar de visita, pero esta vez no eran artistas
ni intelectuales quienes frecuentaban el lugar, sino los solda-
dos norteamericanos.

mapa de París en 1920

Años más tarde cuando la Segunda Guerra Mundial azotó a


Francia y la raptó, Alice y Gertrude decidieron salir de París
5
C APITULO 2 metrópolis francesa ante la posibilidad de desarrollar sus crea-
ciones en un entorno amable, liberal y bohemio donde se respi-

La Rue de
raba la fascinación por la innovación, el experimentalismo y
la dinámica del cambio como motor de aquello que se ha deno-
minado el Modernismo.

En los años veinte, Gertrude Stein dejó de acercarse únicamen-

Fleurus Salón
te a pintores, para darles entrada a escritores. Una de sus
amistades más recordadas es la que estableció con Silvia
Beach (1887-1972), quien fundó en 1919 la famosa librería
“Shakespeare & Company” en la que se dedicaba a vender y

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prestar obras en inglés, además de publicar obras inéditas de
los escritores jóvenes.

En 1903 Gertrude Stein se estableció en París, en un dúplex


de la Rue de Fleurus, junto a Luxemburgo, en pleno París inte-
lectual, una de las zonas más lujosas. Fue ahí donde abrió un
célebre salón.

Considerada la patrona de la generación maldita o perdida


-un nombre inventado por ella- fue ese salón donde encontra-
ron refugio y bebidas gratis Hemingway, Scott Fitzgerald y
EzraPound, Picasso, Matisse y Braque, Apollinaire, Max Jacob
y Picabia.

En las dos primeras décadas del siglo XX se instalaron en las


Escena de la película ¨Medianoche en París¨, 2010,
calles parisinas una multitud de escritores, pintores, fotógra-
donde Kateryn Bates interpreta a Gertrude Stein
fos y músicos europeos y norteamericanos que acudieron a la
La librería se estableció en un local pintoresco y acogedor si-
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tuado en la Rue de l’Odéon donde había alfombras serbias ne- antemano con Gertrude y Alice, tenían lugar por las tardes.
gras y blancas sobre el suelo de madera, muebles antiguos y Las señoras del pavillon se mostraban siempre amables y hos-
estanterías con revistas literarias inglesas y estadounidenses pitalarias y las soportaban con alegría.”
Dial, Nation, Chapbook, New Republic, New Masses, Poetry,
Egoist, New English Review las pequeñas revistas no comercia-
les que, decía Gertrude, se desvivían por liberar el verso. Sylvia Beach no sólo se dedicaba a ser la guía turística de aque-
llos que no hablaban francés y querían conocer su parte bohe-
mia. Fue también la maestra de ceremonias de Stein y Toklas,
Sylvia Beach se constituyó en el punto de contacto más impor- su papel en el contexto creativo fue fundamental, tanto es así
tante de París para los escritores en lengua inglesa antes de pa- que la llamaban “la santa patrona del experimentalismo” y a
sar por el refugio de la Rue de Fleurus. Prácticamente todos su celebérrima librería la denominaban “la cuna de la literatu-
los escritores ingleses y norteamericanos que visitaron París ra norteamericana”.
entre 1919 y 1940 pasaron por la librería a conocer a Sylvia
Beach, la librera y editora que publicó el “Ulysses” (1921) de
James Joyce. Su mayor logro en el ámbito literario fue el de proporcionar
acceso a la literatura experimental del momento; puso obras
literarias norteamericanas a disposición del público francés
De igual manera, recurrían a ella para que les facilitara el ca- para su lectura, traducción y crítica; puso en contacto artistas
mino hacia el encuentro con Stein, tal y como ella misma rela- y público, unió artistas de una docena de países. Animó a los
ta en su obra autobiográfica “Shakespeare y compañía”(Sha- jóvenes escritores a escribir ensayos críticos, influyó en su lec-
kespeare and Company): Los admiradores de Gertrude Stein tura, les encontró editores y traductores, alojamiento, y protec-
tenían miedo de acercarse a ella sin la protección apropiada, tores, recibió su correo, les prestó dinero, cobró dinero que les
hasta que la conocían y descubrían cuán afable era. debían, y solicitó fondos para su subsistencia.

La vocación de servicio a la cultura y a la literatura que tenía


Beach sobrepasaba en mucho lo habitual y de ello tenían con-
“Así que las pobres criaturas venían a mí, como si fuera la guía
ciencia sus amigos y escritores como Hemingway, T. S. Eliot,
de una de las oficinas de turismo, y me suplicaban que les lle-
Paul Valéry, André Gide o James Joyce. Y es que se sentía pro-
vara a ver a Gertrude Stein. Mis rutas guiadas, organizadas de
fundamente atraída por la genialidad y la creatividad, por cual-
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quier atisbo de innovación que arrancara de la profundidad compró el arte de muchos pintores cuando aún no eran reco-
del intelecto humano. Era una mujer de gran sensibilidad y ge- nocidos, pues ella siempre supo que algún día esos cuadros
nerosidad. valdrían millones.

Quizás por todos estos motivos, la aparición de James Joyce Para conocer mejor la influencia de Stein en el mundo del arte
en su vida encarnaba sus sueños de ser la mecenas de un au- y la vida social es necesario conocer a sus amigos:
téntico genio, de estar cerca de un creador fascinante que la
convirtió en su más devota admiradora. Sin embargo, Beach
también se transformó en amiga, secretaria y agente literaria;
y fue la única fuente de ingresos del controvertido autor,
quien siempre estaba presto a pedirle a su amiga fondos para Francis Picabia
sus gastos y compromisos.

A pesar de la notoriedad que alcanzó Joyce con su gran nove-


la, Beach no vio recompensados sus desvelos por su amigo y
(1879-1953)
finalmente su relación con el escritor resultó un auténtico fra- Artista vanguardista francés,
caso. Esta amistad también le trajo problemas con Gertrude de origen cubano. Trabajó en
puesto que ella detestaba a dicho escritor y el simple hecho de casi todos los estilos contem-
mencionarlo podía generar que uno no fuera de nuevo invita- poráneos más destacados, co-
do a su casa. mo el post impresionismo, el
Cuando Stein supo de la publicación del libro de Ulises por su cubismo, el fauvismo, el da-
amiga, la relación se termino puesto que lo odiaba, porque le daísmo, el surrealismo y el ar-
había arrebatado la fama entre aquel grupo en la literatura ex- te abstracto. Su obra se diver-
perimental al que ella buscaba pertenecer. sifica, desde collages figurati-
vos, a los que incorpora plu-
Gertrude Stein vivió por personas interpuestas, siempre famo- mas o macarrones, y cuadros Retrato de Gertrude Stein por
sas. abstractos hasta obras realis- Francis Picabia
tas, muy apreciadas por Stein,
Para Gertrude Stein existía la idea de que el dinero solo se po-
con la que establece una sólida amistad en los años treinta.
día gastar en dos cosas ropa o arte, y ella eligió la segunda,
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Francis Picabia era conocido por su ingenio, humor absurdo, y da, que fue un éxito de ventas. Se casó con Zelda y tuvieron
de los cambios de estilo, Picabia escribía poesía y pintaba. una hija, Francés.

Los Fitzgerald aparentaban una vida de opulencia que no po-


dían costearse pese a que era el escritor mejor pagado del pa-
ís. En su viaje a Europa con su esposa, vivió la “vida loca” en
compañía de escritores y artistas como Ernest Hemingway.

En 1925 se publicó ‘El gran Gatsby’, su obra más celebrada.

La tragedia llegó a la vida de los Fitzgerald por la vida bohe-


mia y el alcoholismo. A Zelda se le diagnosticó esquizofrenia y
fue internada en un manicomio. Scott, con dificultades econó-
Fotografía de de Francis Picabia micas y con problemas por la tuberculosis, viaja a Hollywood
para trabajar como guionista de la Metro-Goldwyn-Mayer don-
de es humillado por los dueños y productores que corrigen y
Scott Fitzgerald reemplazan sus textos.

(1896-1940)
Siempre tuvo claro que quería ser un escritor famoso. Temero-
so de morir en combate durante la Primera Guerra Mundial,
Pablo Picasso
escribió su primera novela, ‘Theromanticegotist’, que fue re-
chazada por los editores. (1881-1973)
En 1895 se trasladó con su familia a Barcelona, donde se ro-
Su vida cambió cuando conoció a una bellísima muchacha de deó de un grupo de artistas. Entre 1901 y 1904, Pablo Picasso
17 años, Zelda Sayre. En 1920 logró publicar su novela rechaza- alternó su residencia entre Madrid, Barcelona y París, mien-
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tras su pintura entraba en la etapa denominada período azul,
fuertemente influida por el simbolismo. En la primavera de
Sin embargo, la relación se rompe por unos tres años desde
1904, decidió trasladarse definitivamente a París y establecer-
1919 a 1922 periodo en el cual se casa con Olga en 1918, y has-
se en un estudio en las riberas del Sena.
ta 1925 trabaja en diversos ballets que dan cauce a su evolu-
En la capital francesa trabó amistad, con los poetas Guillaume ción pictórica. En 1922 en su reconciliación demostraba la de-
Apollinaire y Max Jacob y con el dramaturgo André Salmon, pendencia recíproca, más o menos como si nunca se hubiera
entre otros; mientras tanto, su pintura experimentó una nue- extinguido el chispazo que ambos sintieron al conocerse en Pa-
va evolución, caracterizada por una paleta cromática con los rís. Las cosas habían cambiado porque Picasso era una celebri-
colores tierra y rosa (período rosa). dad y porque Gertrude Stein no podía permitirse comprar un
cuadro del protegido.

A finales de 1906, Pablo Picasso empezó a trabajar en una


Al poco de llegar a París entró en contacto con personalidades
composición de gran formato que iba a cambiar el curso del
del mundo artístico y bohemio, como Leo y Gertrude Stein, y
arte del siglo XX: Les demoiselles d'Avignon. En esta obra
quien sería a partir de entonces y para siempre su marchante,
cumbre confluyeron numerosas influencias, entre las que cabe
Daniel-Henry Kahnweiler.
citar como principales el arte africano e ibérico y elementos
tomados de El Greco y Cézanne.

La relación entre Picasso, Leo y Gertrude fue muy compleja


porque el pintor sostenía que el hermano de la escritora era
un arrogante. Gertrude y Picasso en las cartas que se enviaban
hablan de cuestiones normales, mencionan acontecimientos
sociales y dedican mucho papel a explicar dónde se encuen-
tran geográficamente cada uno.

Aluden con frecuencia al dinero, porque los hermanos Stein


mantenían al maestro. No sólo adquiriendo sus obras a título
visionario cuando Picasso era una “hipótesis”.
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Las señoritas de Avignon, Pablo Picasso

Correspondencia entre Picasso y Stein

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“Éramos muy pobres, pero muy felices”, narra en su libro Pa-
rís era una Fiesta, donde menciona las amistades que en esa
“Mi vida no es nada alegre: ya casi no trabajo”
época entabló y como paso largas tardes en la sala de Gertru-
París. 9-XII-15 de Stein, admirando las obras de Monet que colgaban de sus
paredes.
Acabo de recibir su carta. No se extrañe de que no le haya es-
crito desde que se marchó. Mi vida es un infierno. Eva ha esta-
do siempre enferma, cada día más, y ahora está en un sanato-
Hemingway llegó a París con un objetivo claro: ser escritor.
rio desde hace un mes. En fin, es el fin. Mi vida no es nada ale-
Por lo que se auto impone una disciplina de trabajo. Alquiló
gre: ya casi no trabajo, corro al sanatorio y paso la mitad del
un estudio en el número 39 de la Rue Descartes donde pasaría
tiempo en el metro. No he tenido fuerzas para escribirle; he
la mayor parte del día escribiendo historias. Sin embargo, la
pensado en usted, bien lo sabe, e incluso le he pedido noticias
inspiración llegó en los típicos cafés parisinos.
suyas a Belfa [conserje parisino de Stein] cuando me lo he en-
contrado. Sin embargo, he pintado un cuadro de un arlequín
que, en mi opinión y según varias personas, es lo mejor que he
Su instrumental lo constituía una libreta de lomos azules, dos
hecho […]. En fin, tengo una vida muy ocupada y, como siem- lápices y un sacapuntas. Era muy supersticioso y siempre lleva-
pre, no paro. […] Escríbame. ba una castaña de Indias y una pata de conejo en el bolsillo de-
recho para que le diera buena suerte. Y para entrar en calor en
PABLO PICASSO
el duro invierno parisino el ineludible café au lait.

Ernest Hemingway
“A medida que la pluma iba animándose sobre el papel, el
Hemingway (1899-1961) se instaló en París por primera vez ron (St James, su preferido) sustituía al café y los vapores
entre 1921 y 1926. Perdido el ambiente intelectual y bohemio etílicos entraban en pugna con el trazo firme del escritor en
que sacude la ciudad de la luz, justo en el Barrio Latino se ins- busca de su creación.” ( Diaz-Canon, Ana, TODO ERA UNA
taló con su primera esposa, Hadley Richardson, en la Rue Car- FIESTA: EL PARÍS DE HEMINGWAY) Esto lo podemos com-
dinal Lemoine. probar al inicio de su libroParís era una fiesta empieza la na-

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rración en un El escritor se casó tres veces más, ha cazado en África, ha sufri-
café parisino do dos accidentes en su avioneta y un largo etcétera, en defini-
tratando de tiva, se podría decir que ha vivido mucho, y se nota.
conseguir es-
cribir algunas
líneas. El 20 de agosto de 1945, Hemingway, considerara misión prio-
ritaria liberar el bar del Hotel Ritz, convertido en cuartel gene-
ral de la Luftwaffe desde la ocupación alemana. Lugar que fue
Hemingway un símbolo del lujo en el cual muchos vivieron mientras el
era un ávido hambre de la guerra existía “Si tienes la suerte de haber vivido
lector, una li- en París de joven, luego París te acompañará, vayas a donde
brería muy vi- vayas, todo el resto de tu vida, ya que París es una fiesta que
sitada por los nos sigue.”
escritores de
la Generación
Silvia Beach en la famosa librería
Perdida, co-
Shakespeare and Company
mo ya se ha
mencionado,
fue Shakespeare and Company, en el número 12 de la Rue
Odeon, en pleno barrio latino. Allí solía acudir a coger libros
prestados, y, pur supuesto fue justo ahí donde conoció a su
buena amiga Sylvia Beach, precursora de la librería, cuya amis-
tad perduraría a través del tiempo y la distancia hasta su reen-
cuentro en 1945.

Hemingway regresó a París muchos años más tarde, en agosto


de 1945, como soldado americano y justo a tiempo para vivir
la Liberación del París ocupado.

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Bernard Faÿ
Bernard Faÿ (1893-1978), uno de los amigos de Gertrude
Stein, nació el 3 de abril de 1893, fue un historiador francés y
tuvo gran importancia como colaborador de los nazis durante
el gobierno de Vichy, empezó siendo un crítico masónico y ter-
minó como antimasónico; esa es una de las razones por las
que el profesor Bernard Marie Louis Faÿ fue responsable de la
detención o muerte de casi mil masones.

Nombrado profesor de Historia en la Universidad de Cler-


mont-Ferrand, en 1922, que más tarde presidió el Departa-
mento de la civilización americana en el Collège de France.
Viajó en los Estados Unidos, donde, bajo el pretexto de la pre-
paración de un libro sobre Benjamín Franklin, se le dio acceso
a varias bibliotecas de la Gran Logia.

También fue Director de la Biblioteca Nacional de Francia du-


rante un par de años, fue nombrado a ocupar el cargo por Vi-
chy el 6 de agosto, después del despido de Julien Cain, quien
era judío. Y más tarde nombrado jefe de la Oficina de los Socié-
tés Secrètes por el gobierno Vichi en 1941.
Cartas de Ernest Hemingway para
Stein
Faÿ tomó posesión de la sede del Gran Oriente de Francia, or-
ganizó una exposición anti-masónica en el Petit Palais en octu-
bre y noviembre de 1941, y fue directamente responsable de la

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interrogación de unos 6.000 masones, resultando en la depor- Estado en el gobierno de Vichy. En ellos esboza la política de
tación de 989 masones a campos de concentración y la muerte éste, acerca de la restricción de judíos y de otros "elementos
de 545 masones por fusilamiento o cámara de gas. extranjeros" de la esfera pública., en total fueron treinta y dos
distribuidos a lo largo de 180 páginas; empezó en el año 1941
y terminó hasta 1943.
El profesor colaboraba en su proyecto de propaganda antima-
sónica de los "documentos masónicos" con Albert Vigneau, y
aunque no acreditados, proporcionó mucha de la información El libro Colaboración Improbable. Gertrude Stein, Bernard
para el cortometraje Fuerzas ocultas, el intento de la Francia Fay, y el dilema de Vichy aborda el tema, plantea la pregunta
de Vichy en la propaganda Nazi, acusando a los masones fran- crucial, el por qué Stein acepto hacer la traducción; pero tam-
ceses y judíos de empujar deliberadamente a Francia en la gue- bién hace reflexionar sobre lo que llevó a tantos artistas de la
rra contra Alemania. vanguardia a seguir las tendencias fascistas.

En diciembre 1946 Faÿ fue juzgado, declarado culpable y con-


denado a trabajos forzados a perpetuidad por el Tribunal de
Justicia de la Sena. El 30 de septiembre 1951 se escapó y huyó
a Suiza. Perdonado en 1953, continuó su carrera de escritor.
Falleció el 5 de diciembre de 1978

La relación con Gertrude Stein se dio cuando este la protegió


durante la Segunda Guerra mundial, aun cuando sabía que
ella era judía.

Se dice que por "sugerencia" de Bernard Faÿ, Stein accedió a


traducir los discursos de Philippe Pétain, quien era el Jefe de

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C APITULO 3
“Tenía fobia a las comas, esos puntapiés al flujo verbal. (Qui-
tar las cosas paradójicmaente convierte a la escritura en un

A rose is a
flujo a la vez que es una mecánica). En sus tareas escolares
junto al reconocimiento del contenido, hoy se encuentran no-
tas manuscritas donde sus maestros le pedían corrigiera su
"desdén" por las comas y otros signos de puntuación.”( Plie-
go del, Benito, GERTRUDE STEIN: RETRATOS, COMPOSI-

rose is a
CIÓN, REPETICIÓN)

Esto prueba cómo estos rasgos no eran meros accesorios de


una opción estética o moda tipográfica. Stein odiaba a las co-
mas pero ese odio derivaba de sus teoremas sobre el lenguaje

rose...
y la creación. "A lo más la coma es un punto pobre que permi-
te detenerte y tomar aire pero si quieres tomar aire deberías
saber por ti mismo que quieres tomar aire"

Stein no tenía un estilo personal, sino un procedimiento mecá-


Asciendo y caigo al fondo de mi alma nico.

Que reverdece, agónica de luz, imantada de luz.

En este ir y venir bate el tiempo las alas Su procedimiento era triple: escribir todo en un presente conti-
nuo, escribir usando todo (cada objeto, cada situación, cada
Detenido para siempre. (Varela, 187) perspectiva), escribir comenzando otra vez, una y otra vez (el
ahora como tiempo perpetuo). Este procedimiento le permitió
romper con la linealidad del relato y su secuencialidad anecdó-
tica, pero también le generó algunos problemas pues no mu-
chos logran comprender su peculiar forma de escritura, e in-

16
cluso hay quienes se burla de ella, cómo lo hizo Arthur C. Fi- “El verso A rose is a rose is a rose es el mejor ejemplo de lo
field. que ella misma bautizó como “litismo”, estilo literario basado
en el empleo de tautologías verbales que delatan el hermetis-
mo de las cosas y del lenguaje, la imposibilidad de que las pa-
labras expliquen su naturaleza” (Martínez Persico, Marisa,
ESCEPTICISMO Y ESCATOLOGÍA EN LA POESÍA CIRCU-
LAR DE BLANCA VARELA)

Rose is a rose is a rose is a rose, se convirtió en una de las sen-


tencias más citadas del siglo XX, desde Aldous Huxley a Hum-
berto Eco, de Charles Chaplin a Margareth Thatcher. Pero su
mayor notoriedad le vino como mecenas artístico, formando
una de las mejores colecciones de vanguardistas. Su retrato
por Picasso se convirtió en el más célebre del pintor español,
quizás por la boutade de Picasso que, cuando Gertrude dijo
que no se parecía, respondió: “Ya se parecerá”.

Stein no participa ni tiene simpatía por los movimientos van-


guardistas organizados, como el futurismo o el surrealismo.
Ella misma critica la idea de la vanguardia y profundiza en la
Carta de Arthur C.Fifield de contemporaneidad; reflexiona sobre sus ideas acerca de la
literatura, aunque la cualidad de esta reflexión es particularísi-
En este contexto adquiere valor la tautología del epígrafe cita- ma y engrana directamente y sin fisuras con su creación, refor-
do al inicio del capítulo, donde figura el fragmento de un poe- zando el carácter marcadamente sistemático que vertebra to-
ma de Gertrude Stein. das las facetas de su obra.

17
De hecho, el texto está construido sobre uno de los recursos C APITULO 4
paradigmáticos de la autora, aunque ni mucho menos el úni-
co, como es la repetición, herramienta también presente con
asiduidad e intensidad en la composición de los retratos. Co-
mo nos recuerda Bernstein: “Composición como explicación
es difícil de seguir porque parece escaparse de la clase de expli-
caciones usuales a las que estamos acostumbrados, porque
muestra que las explicaciones habituales no funcionan aquí,
My dear Alice
no tienen donde sostenerse” .

Fotografía de Alice Tok-


Y es que la lógica de las meditaciones de Stein sobre la compo- las y Gertrude Stein
sición no se sostiene sino sobre las lógicas que esa misma com-
posición va creando.

18
Alice Babette Toklas(1877-1967) nació y creció en California.
En 1907 se trasladó a París, donde vivió en compañía de Ger- El libro de cocina de Ali-
trude Stein.
ce B. Toklas
Fue en París, la “ciudad del amor” donde GertrudeStein y Ali-
ce Tokla se enamoraron. Durante más de veinticinco años, Alice B. Toklas recogió y
adaptó recetas con las que agasajó a artistas como Picasso, Ma-
tisse, Picabia, Hemingway o Francis Scott-Fitzgerald, por ci-
tar algunas de las celebridades que desfilaron por su salón. El
fruto de cientos de horas en la cocina, mercados y huertos
Ella y Gertrude trabajaron como voluntarias para la American abarca desde las más inventivas propuestas para sus invitados
Fund for French Wouden durante la primera guerra mundial en París hasta las recetas más creativas para sobrellevar la aus-
y, aunque ambas eran judías, permanecieron en Francia du- teridad de los tiempos de guerra.
rante la segunda gran guerra.

Las recetas van de simples aperitivos hasta los platos más com-
Además de haber estado al frente de una de las mesas más fa- plejos. Esta recopilación incluye recetas aportadas por amigos
mosas del siglo XX, Alice B. Toklas también trabajó como tra- como Cecil Beaton, Pierre Balmain, Josephine Baker, Dora
ductora, y tanto sus memorias, Whatisremembered, como su Maar o el chef del hotel Algonquin; las múltiples variantes del
correspondencia, Stayingonalone: letters of Alice B. Toklas gazpacho registradas en su viaje a España; su experiencia con
han sido publicadas con idéntico éxito. sirvientes de orígenes, aptitudes y biografías insospechadas y
recetas insólitas como la de la gallina de los huevos de oro o el
dulce de hachís, que hiciera tan popular a Toklas en los seten-
ta dando lugar a la película Te quiero Alice B. Toklas (1968),
protagonizada por Peter Sellers.

19
La otra Alice C APITULO 5

Pero, cómo en todas las relaciones, siempre hay un punto, por

“París era
decirlo así, negativo, ese punto en Alice Toklas era cuando te-
nía periodos sadomasoquistas con Gertrude; además tenía un
temperamento muy voluble, que ocasionaba que se enojara
con frecuencia; pero a pesar de todo eso, y a pesar de siempre
estará la sombra de Stein, era ella quien se desenvolvía con
mayor facilidad en la vida sexual.
una Mujer”
(Piñedo Giel, Eulalia, Paris era una mujer)

Tenía varias cosas en su contra era judía, mujer y lesbiana, era


de carácter tan duro como muestra esto. Gertrude Stein hija
de un empresario judío millonario gracias al negocio de los
tranvías en la Costa Oeste de los EE.UU, junto con sus dos her-
manos y su cuñada, apoyaron proyectos, compraron obras y
ayudaron a pintores y artistas.

Lo que más impresiona es su personalidad, siempre fuerte an-


te sus tres “problemas”: ser mujer lesbiana y judía, con un ca-
rácter firme y decidido, siempre trasgrediendo las normas so-
ciales de aquella época, llegando como mujer a donde nunca
portada del libro de cocina
antes alguien había llegado, a tal grado de compararse con Wi-
de Alice Toklas
lliam Shakespeare. Transgredió la forma de escribir y aunque
llegaron a burlarse de ella, poco fue lo que le importo pues sa-
biase cuán importante era en París; la forma de ser, pues fue

20
tan liberal como pudo, nunca calló ninguna de sus opiniones y a ser clásicos de la literatura contemporánea. Podríamos consi-
logro el respaldo de los Nazis; por esto y más ella es una mujer derarla la primera mujer moderna.
que trasciende.
En septiembre de 1939, y Gertrude Stein y su inseparable Ali-
ce regresaron a París de su veraneo en los Alpes a recoger
unas cosas, en vista del panorama de guerra. Querían dinero,
Se dice que sin el sostén económico de los Stein algunos gran-
ropa de invierno y sus documentos más importantes, los pasa-
des maestros como Picasso y Matisse, amigos muy allegados a
portes y el certificado de pedigrí de su perro, Basket. Parecía
la familia hubieran tardado muchísimo más en alcanzar la ca-
como si Gertrude adivinase la larga ocupación alemana, y que
tegoría en la que quedaron. Matisse logro montar una escuela
los nazis, siempre preocupados por la pureza racial, asigna-
de pintura gracias a Sarah Stein.
rían cartillas de racionamiento a los animales con pedigrí.
"verdaderos adalides del modernismo, abrazando y defen-
Esa preocupación principal por el perro, cuando se avecinaba
diendo el arte antes de que tuviera una aceptación masi-
la masacre de millones de hombres, da una idea de la actitud
va"(ÁNXEL GROVE, 20 minutos,
http://www.20minutos.es/noticia/1059236/0/gertrude-stein
/mecenas/picasso/)

Fue ella la critica de arte y quien financio el arte de París de


esa época. Gertrude
Stein, Alice
Gertrude Stein fue la mujer más influyente del siglo xx ya que Toklas y su pe-
gobernó el mundo del arte, algo donde pocas mujeres habían rro Basket
entrado y han logrado entrar.

Si bien era de unas ideas poco convencionales, nunca esto fue


un freno para hacer lo que mejor supo, ser la mecenas y pro-
tectora del arte durante las épocas mas complicadas del siglo
pasado.

Tuvo la visión para apoyar a aquellos pintores cuyos nombres


se muestran en placas de museos, y escritores que han pasado de Gertrude Stein ante la mayor tragedia de la Historia.
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Aunque su frivolidad de millonaria caprichosa por encima del rís. El mayor de los hermanos, Leo Stein (1872–1947) y la
bien y del mal, la establecería ella misma en su libro Las gue- más joven, Gertrud, fueron los primeros en abandonar la casa
rras que he visto, al decir que lo peor de la Segunda Guerra familiar de Oakland (California-EE UU) para viajar a París y
Mundial había sido “el aburrimiento”. visitar la Exposición Universal de 1900. El tercer hermano, Mi-
chael Stein (1865–1938), y su mujer, Sarah Stein (1870–
El protector de Gertrude y de su colección fue su mejor amigo
1953), les siguieron cuatro años más tarde. Las familia se esta-
y enamorado intelectual, Bernard Faÿ, un notorio antisemita
blecieron en las calles Fleurus (Leo y Gertrude) y Madame (Sa-
al que no le importaba que ella fuese judía porque “lo había
rah y Michael) y se integraron en la vida intelectual y artística
superado”. De hecho, GertrudeStein pensaba que los judíos
de la ciudad. Leo y Gertrude vivían con modestia y tenían que
eran los promotores de la revolución comunista, y los detesta-
apañárselas con los réditos de las inversiones de la familia.
ba, de la misma forma que odiaba a Roosevelt y su política so-
Aún así, no dejaban de adquirir obras de arte. “Puedes com-
cial del New Deal, o alababa públicamente a Franco, provocan-
prar ropa o pintura. Es así de simple. Nadie es tan rico para
do el enfado de Picasso, que por lo demás comía en su mano.
comprar las dos cosas", decía Gertrude.
Gertrude Stein admiraba a Hitler, como en 1934 quedó recogi-
Los domicilios de la familia Stein estaban tan repletos de
do en el New York Times Magazine: “Hitler merece ganar el
obras de arte que tuvieron que establecer horario para las visi-
premio de la paz, porque está eliminando todos los elementos
tas, casi casi formando un museo en casa. Formaban jornadas
de confrontación y de conflicto de Alemania. Al quitar de en
de puertas abiertas en las que escritores. Artistas. Músicos e
medio a los judíos y a los elementos de la izquierda democrá-
intelectuales podían acudir una vez a la semana.
tica, está quitando a todo lo que conduce a esa situación”.
En 1928 Sarah y Michael Stein cambiaron de domicilio y se es-
tablecieron en la Villa Stein que diseñó para ellos el arquitecto
Y en la época de la guerra fue gracias a ella que muchas de las Le Corbusier. Gertrude, que ya vivía con Alice B. Toklas, adqui-
obras pictóricas siguen existiendo, puesto que estuvieron bajo rió un bello estudio en la calle Christine. Todos los hermanos
la protección de la familia Stein. Stein regresaron a California antes de la II Guerra Mundial
con la excepción de Gertrude, que siguió viviendo en Francia
hasta su muerte.

Como expatriados residentes en Francia, los cuatro Stein se “El legado de la familia Stein es una prueba de que los coleccio-
convirtieron en figuras capitales del ambiente artístico de Pa- nistas individuales juegan un papel decisivo en la historia del

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arte", afirma el director del SFmoma Neal Benezra, que desta-
ca el "apetito por el riesgo y el compromiso intelectual con los
artistas vivos".

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