democráticas, partidos democráticos, instituciones democráticas, sindicatos democráticos. Pensamiento democrático, democracia cristiana, democracia judía, escuelas y universidades democráticas. Canciones democráticas, poemas democráticos. Político demócrata, esposa del político demócrata, hijos del político demócratas, familia demócrata. Diarios democráticos, televisión democrática, radio democracia, publicaciones democráticas. Y por supuesto no pueden faltar los espacios democráticos o el Rincón de la Democracia que seguramente es un canta-bar ubicado en alguna parte de la ciudad de México. Resulta que la democracia surge por generación espontánea, la traemos en el torrente sanguíneo, es parte de la naturaleza humana, cualquier ser humano nace siendo demócrata. En fin, democracia parece ser el término más empleado en todo el mundo, y es también, el término menos comprendido, todos hablan de democracia y todos o casi todos dicen ser demócratas, y los que no lo son seguramente sueñan con serlo. De tanto sobar este término su verdadero significado se ha perdido y parece que a nadie le interesa devolvérselo. Y es que si nos ponemos a pensar un poco, la ambigüedad es muy cómoda, muy conveniente, si un termino no esta bien acotado, bien definido, podemos darle la interpretación que más nos convenga de esta manera, los gobiernos que hemos sufrido durante 70 anos le ha dejado al pueblo como único vestigio de la democracia, el derecho a votar y ha creado en complicidad con las oposiciones esa gigantesca infraestructura burocrática conocida como IFE, que pretende controlar a los partidos políticos, pero que hace bastante poco por la democracia. Si quiero ser consistente con lo que he dicho, tendría que empezar por definir democracia, y para esto creo que lo mas simple y claro seria regresar a sus raíces grecolatinas: demos, pueblo, y krateo, mandar; que se podría traducir como gobierno o mandato del pueblo, lo que no significa solamente que el pueblo elige a sus gobernantes (voto) sino que además manda sobre ellos, esto es les puede y debe decir que hacer, les puede pedir resultados, y si estos no se dan de manera satisfactoria, los puede remover Desde luego que se puede decir que los partidos políticos cumplen, aunque sea de manera parcial, caprichosa e interesada con este mandato del pueblo en la medida en que sus propios afiliados forman parte de este pueblo sin embargo invierten la mecánica ya que son ellos los que le dicen al pueblo lo que el pueblo necesita, le dicen al pueblo que es lo que les debe mandar. Por otra parte, las vías que utilizan los partidos para alcanzar sus fines, no siempre son tan claras, no siempre son honestas, venden sus lealtades a cambio de lo que sea, están mas interesados en el poder que les otorga el puesto, que en el servicio que deben prestar con el y hacen promesas que nunca dicen como van a cumplir y que casi nunca cumplen. Han puesto a su servicio a los medios de comunicación cacareando a traves de ellos los huevos que dicen haber puesto, pero nunca se cuestionan si realmente el pueblo desea que pongan esos huevos. El sistema político mexicano, es excluyente por sistema y yo creo que eso va siempre en contra de la democracia, las reglas del juego no permiten que cualquier persona o grupo de personas pueda jugarlo, existen toda clase de mecanismos “legales” para eliminar o descalificar a los jugadores que resultasen incómodos, no propicia nunca la participación popular. Se habla mucho de un gobierno que tiene que aprender a ser oposición y de una oposición que tiene que aprender a ser gobierno, yo creo que además debía de hablarse de un pueblo que tiene que aprender la democracia, es decir de un pueblo que tiene que aprender a ser gobierno. Es cierto que la alternancia en el poder es condición necesaria para acercarnos a algo que podría parecerse a la democracia, pero también es cierto que esto no es suficiente. Es cierto que el pueblo esta deseoso de un cambio de poderes, pero es muy preocupante la poca diferencia de contenido en las propuestas de los distintos partidos, nadie propone nada nuevo, y desde luego ninguno dice como va a resolver los problemas, así que parece que estamos esperando que todo cambie para que todo siga igual. Los discursos siguen siendo demagógicos y los debates parecen ser mas chismes de vecindad, acusaciones e insultos, tal vez ciertos pero jamás comprobados. Los medios de comunicación por su parte, han hecho un festín de esta feria de vanidades e injurias, manipulando la información en perjuicio de unos y a beneficio de otros y haciendo vergonzosamente evidente, la manipulación que sobre ellos ejercen los distintos grupos de poder a cambio por supuesto, de enormes beneficios. Frases demagógicas y vacías como “que el poder sirva a la gente”, “la solución somos todos”, “arriba y adelante” y “el bienestar de tu familia”, que parecen mas frases telenoveleras o publicitarias que expresiones con verdadero contenido y significado, son repetidas hasta el cansancio por los medios de comunicación. Salvo en muy pero muy raras excepciones se ven programas donde se discutan, analicen y cuestionen los contenidos de las diversas propuestas políticas y la opinión de la gente común, solo se recoge a manera de encuesta y se manejan como si fueran apuestas en una carrera de caballos. Estoy convencido como muchos, que la alternancia en el poder, especialmente en el poder presidencial, será un gran paso para acercarnos a aquello que llamamos democracia, pero nunca será suficiente. Creo que una verdadera transición a la democracia, solo se dará en el momento en que empiece a cambiar la mentalidad mesiánica del pueblo mexicano que sigue esperando la llegada del héroe salvador que lo rescate venga a rescatar de todas sus miserias y al que invariablemente le otorga el titulo de “SEÑOR PRESIDENTE” colocándolo en un pedestal y atribuyéndole poderes casi mágicos de infalibilidad y absolutismo. Cuando el pueblo deje de ver al “SEÑOR PRESIDENTE”, al “SEÑOR GOBERNADOR”, o al “SEÑOR DIPUTADO” como personajes de novela o como reyes magos que nos van a regalar la justicia, la igualdad y la democracia, y los empiece a ver como simples servidores suyos a lo cuales puede y debe pedir cuentas, entonces tal vez podamos creer que las cosas van a mejorar. Me viene a la mente esa expresión que dice que “el poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente”. IÑIGO ORTIZ MONASTERIO