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Capitulo 1
ESQUEMA CORPORAL E IMAGEN DEL CUERPO
Dibujos, efusión de colores, formas, son medios espontáneos de expresión en la mayor
parte de los niños. Les complace contar lo que sus manos han traducido de sus
fantasmas, verbalizado de este modo ante quien los escucha aquello que han dibujado
y modelado. A veces esto que cuenta carece de relación lógica para el adulto.
El Ello, Yo, Superyó, con localizables en cualquier composición libre, ya sea grafica o
plástica. Estas producciones del niño son auténticos fantasmas representados, desde
las que se pueden descifrar las estructuras de Icc, tan solo son descifrables como tales
por las verbalizaciones del niño, quien antropomorfiza, da vida a las diferentes partes
de sus dibujos en cuanto se ponen a hablar de ellos al analista.
Aquello que es los adultos se descifra a partir de sus asociaciones de ideas sobre algún
sueño que han relatado por ejemplo, en los niños puede ilustrarse por lo que dicen
acerca de sus grafismos y composiciones plásticas soportes de sus fantasmas.
El mediador de estas tres instancias (Ello, Yo, Superyó) Dolto lo denomina Imagen del
Cuerpo.
La necesidad puede ser tergiversada por la palabra solo momentáneamente, tiene que
ser satisfecha en el cuerpo. Con placer ha de ser obligatoria y efectivamente saciada
para que la vida del cuerpo pueda continuar.
Edificada en la relación de orden lingüístico con el otro, la imagen del cuerpo constituye
el medio de la comunicación interhumana. Ello explica, a la inversa que el vivir con un
esquema corporal sin imagen del cuerpo sea un vivir mudo, solitario, narcisisticamente
insensible: el sujeto autista o psicótico permanece cautivo de una imagen
incomunicable.
Solo por la palabra deseos pretéritos han podido organizarse en imagen del cuerpo, solo
por la palabra recuerdos pasados han podido afectar zonas del esquema corporal,
convertidas por este hecho en zonas erógenas, aun cuando el objeto del deseo ya no
esté. Si no ha habido palabras, la imagen del cuerpo no estructura el simbolismo del
sujeto sino que se hace de éste un débil ideativo emocional.
LA DEBILIDAD MENTAL EN CUESTIÓN
LA ESQUIZOFRENIA EN CUESTIÓN
Lo que existe es la interrupción de la comunicación. Incluso cuando hay palabras, si
cuando no significan para el sujeto-niño la comunicación de una persona con su
persona, puede haber una brecha en la simbolización, que puede culminar en la
esquizofrenia.
El en caso de los débiles mentales de apariencia clínica, la potencialidad de simbolizar
la imagen del cuerpo se encuentra adormecida. En el caso de los esquizofrénicos, esta
potencialidad de simbolizar la imagen del cuerpo quedó interrumpida en determinada
época, no ha habido palabras procedentes de la persona con quien la relación era
estructurante, en la relación de amor, el niño simboliza por sí mismo todo lo que vive,
mediante un código que deja de ser comunicable. Jamás se habló a su persona, o el
oyó palabras no sentidas, no conformes con las emociones que supuestamente
expresaban, palabras-ruidos, sin valor emociona verídico, no humanamente cargadas
de una intención capaz de comunicar la vida y el amor (o el odio) del sujeto que hablaba
al niño y a quien el niño hablaba.
Todas las otras percepciones, al no provenir del objeto esperado, son sentidas como
ruidos de palabras, desprovistas de sentido para su imagen del cuerpo y el niño queda
reducido a un esquema corporal, el del momento en que se vuelve esquizofrénico. Este
esquema corporal, separado de la imagen del cuerpo, crea un suerte de ruptura del
espacio y del tiempo, una falla donde el niño se vuelca a lo imaginario, de un deseo
disociado de su posible realización.
Ya no hay para su deseo una representación de mira confortante. La relación con el otro
se ha convertido debido a que el otro, o él o los dos ha soltado prenda del otro o de él,
el niño se ha perdido a sí mismo, y tampoco se entiende. Se retira en sí mismo y
establece consigo mismo un código de lenguaje delirante para nosotros, mientras que
para él, este código presta sentido a lo que él vive.
Imagen Funcional:
Es imagen esténica de un sujeto que tiende al cumplimiento de su deseo. Aquello que
pasa por la mediación de una demanda localizada, dentro del esquema corporal, en un
lugar erógeno donde se hace sentir la falta específica, es lo que provoca el deseo.
Gracias a la imagen funcional, las pulsiones de vida pueden apuntar, a manifestarse
para obtener placer, a objetivarse en la relación con el mundo y con el otro.
Así, la imagen de emisión expulsiva, en su origen relacionada con la necesidad
defecatoria que el padece, que experimenta pasivamente, luego en un segundo término,
cobra la forma de una imagen que expresa la expulsión agradable de un objeto parcial
sutil del cuerpo propio.
La elaboración de la imagen funcional entraña un enriquecimiento de las posibilidades
relacionales con el otro. La mano por ejemplo, que primeramente es zona erógena
prensiva oral, y luego expulsante anal, tiene que integrarse en una imagen funcional
braquial, proporcionando al niño la libertad esqueleto muscular que le permite alcanzar
sus fines, y posibilitando la satisfacción de sus necesidades y la expresión de sus
deseos a través del juego.
Cuando la imagen funcional es total o parcialmente denegada, si se produce una
intervención físicamente represiva que se opone al actuar del niño “No toques”, éste
puede elegir como desenlace un funcionamiento de repliegue, para que la zona erógena
no entre en contacto con el objeto prohibido, ni su deseo en conflicto con el deseo del
adulto tutelar.
Imagen Erógena
Está asociada a la imagen funcional del cuerpo, el lugar donde se focalizan placer y
displacer erótico en la relación con el otro. Su representación está referida a círculos,
óvalos, bolas, rayas y agujeros.
Estas tres componentes de la imagen de cuerpo se metabolizan, se transforman y se
reorganizan, habida cuenta de las pruebas que el sujeto afronta y de las limitaciones,
en particular bajo la forma de castraciones simbolígenas, que le son impuestas a
describir, el modo en que las vicisitudes de su historia permiten, en el mejor de los casos,
que su imagen de base garantice la cohesión narcisistica. Para ello es necesario:
1. Que la imagen funcional permita una utilización adaptada del esquema corporal.
2. Que la imagen erógena abra al sujeto la vía de un placer compartido,
humanizante por lo que tiene de valor simbólico y que puede hallar expresión no
solo en la mímica y la acción sino con palabras dichas por otro, memorizadas en
situación por el niño, quien se servirá de ellas con discernimiento cuándo hable.
La imagen del cuerpo, es la síntesis viva, de estas tres imágenes: de base, funcional y
erógena, enlazadas entre sí por las pulsiones de vida, las cuales se actualizan para el
sujeto en la imagen dinámica.
Imagen Dinámica:
Corresponde al “deseo de ser” y de perseverar en un devenir. La imagen dinámica no
tiene representación que le sea propia, ella es tensión de la intención, su representación
n seria sino la palabra “deseo”. Se expresa en cada uno de nosotros el Siendo, llamado
al Advenir: el sujeto con derecho a desear “en deseancia”.
Una esquematización representativa de esta imagen dinámica, daríamos con la forma
virtual de una línea punteada que, partiendo del sujeto, por mediación de una zona
erógena de su cuerpo, fuera hacia el objeto. La imagen dinámica, corresponde a una
intensidad de espera del alcance del objeto.
También se representa bajo una forma virtual en una fase muy precoz del desarrollo de
los niños: cuando la una imagen les interesa, y después vuelven a la página y buscan
otra cosa. Esta no es sino la imagen del sujeto sintiéndose dinamizado, sintiéndose en
estado deseante.
Únicamente puede ser sustraída al sujeto en un estado fóbico a cortar el paso a la
imagen dinámica en su trayecto deseante, amenazándolo en su derecho al ser.
Se puede hablar de una imagen dinámica oral que, con respecto a la necesidad es
centrípeta y, con respecto al deseo a la vez centrípeta y centrifuga. Se puede hablar de
una imagen dinámica anal que es, con respecto a la necesidad, centrífuga y con
respecto al deseo centrifuga o centrípeta (siendo este último caso el de la sodomía
ejercida sobre otro padecida de otro en los homosexuales).
La imagen dinámica genital es, en la mujer, una imagen centrípeta, respecto del objeto
parcial peniano y en el hombre, una imagen dinámica centrifuga. En el parto hay una
imagen dinámica es centrifuga expulsiva.
La imagen dinámica oral-anal, esta imagen completa del cuerpo digestivo debería ser,
conforme al EC una imagen siempre centrípeta, en el sentido del recorrido peristáltico
que va de la boca al ano.