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Si bien rara vez pensamos en ellas, las glándulas del sistema endócrino y las hormonas que liberan

influyen en casi todas las células, los órganos y las funciones del cuerpo. El sistema endócrino juega un
papel decisivo en la regulación del humor, el crecimiento y el desarrollo, la función de los tejidos y el
metabolismo, así como en la función sexual y los procesos reproductivos.

En general, el sistema endócrino se encarga de los procesos corporales que se producen lentamente,
como el crecimiento celular. Los procesos más rápidos, como la respiración y los movimientos
corporales, son controlados por el sistema nervioso. Sin embargo, si bien el sistema nervioso y el sistema
endócrino son sistemas independientes, suelen trabajar juntos para ayudar al cuerpo a funcionar de
manera adecuada.

Acerca del sistema endócrino

La base del sistema endócrino son las hormonas y las glándulas. Como mensajeros químicos del cuerpo,
las hormonas transfieren información e instrucciones de un conjunto de células a otro. Si bien hay
muchas hormonas diferentes que circulan por el torrente sanguíneo, cada una afecta solo a las células
que están genéticamente programadas para recibir y responder a su mensaje. Los niveles hormonales
pueden verse influenciados por factores como el estrés, una infección y cambios en el equilibrio entre el
líquido y los minerales de la sangre.

Las glándulas son grupos de células que producen y secretan (o liberan) sustancias químicas. Seleccionan
y extraen materiales de la sangre, los procesan y secretan el producto químico terminado para su uso en
algún lugar del cuerpo. Algunos tipos de glándulas liberan sus secreciones en áreas específicas. Por
ejemplo, las glándulas exocrinas, como las glándulas salivales y sudoríparas, liberan secreciones en la piel
o dentro de la boca. En cambio, las glándulas endocrinas liberan más de 20 hormonas importantes
directamente en el torrente sanguíneo, donde se las puede transportar a células que se encuentran en
otras partes del cuerpo.

Partes del sistema endócrino

Las glándulas principales que conforman el sistema endócrino humano son el hipotálamo, la hipófisis, la
glándula tiroidea, las glándulas paratiroideas, las glándulas suprarrenales, la glándula pineal y las
glándulas reproductoras, que incluyen los ovarios y los testículos. El páncreas también forma parte de
este sistema de secreción de hormonas, si bien está asociado además al aparato digestivo porque
también produce y secreta enzimas digestivas.
Si bien las glándulas endocrinas son los principales productores de hormonas del cuerpo, algunos
órganos no endócrinos, como el cerebro, el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado, el timo, la piel
y la placenta, también producen y liberan hormonas.

Sistema endocrino

El hipotálamo

El hipotálamo, un conjunto de células especializadas ubicado en la parte central inferior del cerebro, es
el vínculo principal entre el sistema endócrino y el sistema nervioso. Las células nerviosas del hipotálamo
controlan la hipófisis mediante la producción de sustancias químicas que estimulan o eliminan las
secreciones hormonales de la hipófisis.

A pesar de tener un tamaño que no supera al de una arveja, la hipófisis, ubicada en la base del cerebro,
justo debajo del hipotálamo, es considerada la parte más importante del sistema endócrino. Se la suele
llamar "glándula maestra" porque produce hormonas que controlan varias de las demás glándulas
endocrinas. Determinados factores, como las emociones y los cambios estacionales, pueden influir en la
producción y en la secreción de las hormonas hipofisarias. Para ello, el hipotálamo le transmite
información detectada por el cerebro (como la temperatura ambiental, los patrones de exposición a la
luz y los sentimientos) a la hipófisis.

La hipófisis

La diminuta hipófisis está dividida en dos partes: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior. El lóbulo
anterior regula la actividad de la glándula tiroidea, las glándulas suprarrenales y las glándulas
reproductoras. Entre las hormonas que produce se encuentran las siguientes:

la hormona del crecimiento, que estimula el crecimiento de los huesos y de otros tejidos del cuerpo y
desempeña una función en el manejo de los nutrientes y los minerales

la prolactina, que activa la producción de leche en las mujeres que están amamantando

la tirotropina, que estimula la glándula tiroidea para que produzca hormonas tiroideas

la corticotropina, que estimula la glándula suprarrenal para que produzca determinadas hormonas
La hipófisis también secreta endorfinas, que son sustancias químicas que actúan sobre el sistema
nervioso para reducir la sensibilidad al dolor. Además, la hipófisis secreta hormonas que les indican a los
ovarios y a los testículos que produzcan hormonas sexuales. La hipófisis también controla la ovulación y
el ciclo menstrual en las mujeres.

El lóbulo posterior de la hipófisis libera hormona antidiurética, que ayuda a controlar el equilibrio de
agua del cuerpo mediante su efecto en los riñones y la salida de orina, y oxitocina, que provoca las
contracciones del útero durante el parto.

Glándula tiroidea y glándulas paratiroideas

La glándula tiroidea, ubicada en la parte frontal de la parte inferior del cuello, tiene la forma de un moño
o mariposa, y produce las hormonas tiroideas tiroxina y triyodotironina. Estas hormonas controlan la
velocidad con la que las células queman combustibles provenientes de los alimentos para producir
energía. A medida que aumenta el nivel de hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo, también
aumenta la velocidad con la que se producen las reacciones químicas en el cuerpo.

Las hormonas tiroideas también desempeñan un papel clave en el crecimiento óseo y en el desarrollo
del cerebro y el sistema nervioso en los niños. La producción y la liberación de hormonas tiroideas son
controladas por la tirotropina, hormona que segrega la hipófisis.

Junto a la glándula tiroidea hay cuatro diminutas glándulas que funcionan en conjunto y que se
denominan glándulas paratiroideas. Liberan hormona paratiroidea, que regula el nivel de calcio en la
sangre con ayuda de la calcitonina, que se produce en la glándula tiroidea.

Glándulas suprarrenales

El cuerpo tiene dos glándulas suprarrenales triangulares, una encima de cada riñón. Las glándulas
suprarrenales constan de dos partes, cada una de las cuales produce una serie de hormonas y tiene una
función diferente. La parte exterior, la corteza suprarrenal, produce hormonas llamadas
corticoesteroides que influyen y regulan el equilibrio entre la sal y el agua del cuerpo, la respuesta del
cuerpo al estrés, el metabolismo, el sistema inmunitario y el desarrollo y la función sexuales.

La parte interna, la médula suprarrenal, produce catecolaminas, como la epinefrina. También llamada
adrenalina, la epinefrina aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca cuando el cuerpo atraviesa
una situación de estrés. (Las inyecciones de epinefrina suelen usarse para contrarrestar una reacción
alérgica grave).

Glándula pineal y gónadas

La glándula pineal está ubicada en el medio del cerebro. Secreta melatonina, una hormona que puede
ayudar a regular el ciclo del sueño.

Las gónadas son la fuente principal de hormonas sexuales. En los hombres, se encuentran en el escroto.
Las gónadas masculinas, o testículos, secretan hormonas llamadas andrógenos. La hormona más
importante de los andrógenos es la testosterona. Estas hormonas regulan los cambios corporales
asociados al desarrollo sexual, incluido el agrandamiento del pene, el estirón que se produce durante la
pubertad y la aparición de otras características sexuales masculinas secundarias, como el agravamiento
de la voz, el crecimiento del vello facial y púbico, y el aumento de la fuerza y el crecimiento muscular.
Además, la testosterona trabaja junto con hormonas de la hipófisis en la producción del semen por los
testículos.

Las gónadas femeninas, los ovarios, se encuentran en la pelvis. Producen óvulos y secretan las hormonas
femeninas estrógeno y progesterona. El estrógeno participa en el desarrollo de las características
sexuales femeninas, como el crecimiento de las mamas, la acumulación de grasa corporal alrededor de
las caderas y los muslos, y el estirón que se produce durante la pubertad. Tanto el estrógeno como la
progesterona cumplen una función en el embarazo y en la regulación del ciclo menstrual.

El páncreas produce, entre otras, dos hormonas importantes: la insulina y el glucagón. Estas hormonas
trabajan en conjunto para mantener un nivel constante de glucosa (o azúcar) en la sangre y para
mantener el suministro de combustible necesario para que el cuerpo produzca y conserve reservas de
energía.

Qué hace el sistema endócrino

Cuando se secreta una hormona, esta viaja desde la glándula endocrina por el torrente sanguíneo hasta
las células objetivo diseñadas para recibir su mensaje. En el camino, hay proteínas especiales que se
unen a algunas de las hormonas. Las proteínas especiales actúan como transportadores que controlan la
cantidad de hormonal que está disponible para interactuar y afectar a las células objetivo.
Además, las células objetivo tienen receptores que se unen solo a determinadas hormonas, y cada
hormona tiene su propio receptor, de modo que cada hormona se comunicará solo con las células
objetivo específicas que tengan receptores para ella. Cuando la hormona llega a su célula objetivo, se
acopla a los receptores específicos de la célula, y estas combinaciones de hormonas y receptores le
transmiten instrucciones químicas al mecanismo interno de la célula.

Cuando los niveles hormonales alcanzan cierta cantidad normal o necesaria, hay importantes
mecanismos corporales que detienen la secreción para mantener estos niveles hormonales en la sangre.
Esta regulación de la secreción de hormonas puede incluir a la hormona misma o a otra sustancia
presente en la sangre relacionada con la hormona.

Por ejemplo, si la glándula tiroidea ha secretado una cantidad suficiente de hormonas tiroideas en la
sangre, la hipófisis detecta los niveles normales de hormona tiroidea en el torrente sanguíneo y ajusta la
liberación de tirotropina, la hormona hipofisaria que estimula la glándula tiroidea para que produzca
hormonas tiroideas.

Otro ejemplo es la hormona paratiroidea, que aumenta el nivel de calcio en la sangre. Cuando se eleva el
nivel de calcio en la sangre, las glándulas paratiroideas detectan el cambio y reducen la secreción de
hormona paratiroidea. Este proceso de interrupción se llama sistema de autorregulación negativa.

Problemas en el sistema endócrino

Una cantidad excesiva o insuficiente de cualquier hormona puede ser perjudicial para el cuerpo. Por
ejemplo, si la hipófisis produce una cantidad excesiva de la hormona de crecimiento, el niño podría ser
demasiado alto. Si produce una cantidad insuficiente, el niño podría ser anormalmente bajo.

Mediante el control de la producción de hormonas específicas o su restitución se pueden tratar muchos


trastornos endócrinos en niños y adolescentes. Algunos de ellos son:

Insuficiencia suprarrenal. Esta afección se caracteriza por la función disminuida de la corteza suprarrenal
y por la consiguiente producción insuficiente de hormonas corticoidesteroides suprarrenales. Los
síntomas de la insuficiencia suprarrenal pueden incluir debilidad, fatiga, dolor abdominal, náuseas,
deshidratación y cambios en la piel. Los médicos tratan la insuficiencia suprarrenal administrando
hormonas corticoidesteriodes de restitución.
Síndrome de Cushing. Una cantidad excesiva de hormonas glucocorticoides en el cuerpo puede provocar
síndrome de Cushing. En los niños, suele darse cuando se toman grandes dosis de fármacos
corticoesteroides sintéticos (como la prednisona) para tratar enfermedades autoinmunitarias como el
lupus. Si la afección se debe a un tumor en la hipófisis que produce una cantidad excesiva de
corticotropina y estimula las glándulas suprarrenales para que produzcan corticoides en exceso, se trata
de la enfermedad de Cushing. Los síntomas pueden demorar años en aparecer e incluyen obesidad,
insuficiencia de crecimiento, debilidad muscular, piel propensa a formar moretones con facilidad, acné,
presión arterial alta y cambios psicológicos. Según la causa específica, los médicos pueden tratar esta
afección con cirugía, radioterapia, quimioterapia o fármacos que impiden la producción de hormonas.

Diabetes tipo 1. Cuando el páncreas no produce la cantidad suficiente de insulina, aparece la diabetes
tipo 1 (antes conocida como diabetes juvenil). Los síntomas incluyen exceso de sed, hambre, micción y
pérdida de peso. En los niños y los adolescentes, la afección suele ser un trastorno autoinmunitario en el
que células específicas del sistema inmunitario y anticuerpos producidos por él atacan y destruyen las
células del páncreas que fabrican insulina. La enfermedad puede provocar complicaciones a largo plazo,
como problemas renales, daños en los nervios, ceguera y aparición temprana de cardiopatías isquémicas
y accidentes cerebrovasculares. Para controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de
complicaciones por la diabetes, los niños con esta afección deben recibir inyecciones de insulina con
regularidad.

Diabetes tipo 2. A diferencia de la diabetes tipo 1, en la que el cuerpo no puede producir cantidades
normales de insulina, en la diabetes tipo 2, el cuerpo no puede responder a la insulina de manera
normal. Los niños y los adolescentes con esta afección suelen tener sobrepeso, y se cree que el exceso
de grasa corporal desempeña un papel en la resistencia a la insulina que caracteriza a la enfermedad. De
hecho, la prevalencia creciente de este tipo de diabetes en los niños tiene su paralelo en los índices de
obesidad que han aumentado drásticamente en los niños en los últimos años. Los síntomas y las posibles
complicaciones de la diabetes tipo 2 son básicamente los mismos que los de la diabetes tipo 1. Algunos
niños y adolescentes pueden controlar el nivel de azúcar en la sangre a través de cambios en la dieta,
ejercicio y medicamentos orales, pero muchos deben recibir inyecciones de insulina como los pacientes
con diabetes tipo 1.

Problemas con la hormona del crecimiento. Una cantidad excesiva de hormona de crecimiento en los
niños que todavía están creciendo hará que sus huesos y otras partes del cuerpo crezcan demasiado, lo
cual produce gigantismo. Esta afección poco frecuente suele ser provocada por un tumor en la hipófisis,
y puede tratarse extirpándolo. Por el contrario, cuando la hipófisis no produce cantidades suficientes de
hormona de crecimiento, el crecimiento en estatura del niño se ve perjudicado. Los niños con deficiencia
de la hormona de crecimiento también pueden tener hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en la
sangre), en particular los bebés y los niños pequeños que tienen la afección.

Hipertiroidismo. El hipertiroidismo es una afección en la que los niveles de hormonas tiroideas en la


sangre son excesivamente altos. Los síntomas pueden incluir pérdida de peso, nerviosismo, temblores,
sudoración excesiva, aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, ojos saltones e hinchazón en
el cuello por el agrandamiento de la glándula tiroidea (bocio). En los niños, la afección suele ser
provocada por la enfermedad de Graves, un trastorno autoinmunitario en el que anticuerpos específicos
producidos por el sistema inmunitario estimulan la glándula tiroidea para que esté hiperactiva. La
enfermedad puede controlarse con medicamentos o mediante la extirpación o la destrucción de la
glándula tiroidea mediante tratamientos quirúrgicos o radiación.

Hipotiroidismo. El hipotiroidismo es una afección en la que los niveles de hormonas tiroideas en la


sangre son anormalmente bajos. La deficiencia de hormona tiroidea retrasa los procesos corporales y
puede producir fatiga, frecuencia cardíaca baja, sequedad en la piel, aumento de peso, constipación y, en
los niños, retraso del crecimiento y pubertad tardía. La tiroiditis de Hashimoto, que se produce por un
proceso autoinmunitario que daña la glándula tiroidea e impide la producción de hormonas tiroideas, es
la causa más frecuente de hipotiroidismo en los niños. Los bebés también pueden nacer sin glándula
tiroidea, o la glándula puede estar poco desarrollada, y esto produce hipotiroidismo. Esta afección puede
tratarse mediante restitución de la hormona tiroidea por vía oral.

Pubertad precoz.Los cambios corporales asociados a la pubertad pueden ocurrir a una edad
anormalmente temprana en algunos niños si las hormonas hipofisarias que estimulan las gónadas para
que produzcan hormonas sexuales aumentan antes de tiempo. Hay un medicamento inyectable
disponible que puede suprimir la secreción de estas hormonas hipofisarias (conocidas como
gonadotropinas) y detener la evolución del desarrollo sexual en la mayoría de estos niños.

Sistema endocrino

El sistema endocrino está formado por una serie de glándulas que liberan un tipo de sustancias llamadas
hormonas; es decir, es el sistema de las glándulas de secreción interna o glándulas endocrinas.

Una hormona es una sustancia química que se sintetiza en una glándula de secreción interna y ejerce
algún tipo de efecto fisiológico sobre otras células hasta las que llega por vía sanguínea.
Las hormonas actúan como mensajeros químicos y sólo ejercerán su acción sobre aquellas células que
posean en sus membranas los receptores específicos (son las células diana o blanco).

Las glándulas endocrinas más importantes son: la epífisis o pineal, el hipotálamo, la hipófisis, la tiroides,
las paratiroides, el páncreas , las suprarrenales, los ovarios, los testículos.

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Sistema endocrino.

Mecanismos bioquímicos de acción hormonal

En el organismo humano existen las Células diana, también llamadas células blanco, células receptoras o
células efectoras, poseen receptores específicos para las hormonas en su superficie o en el interior.

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Cuando la hormona, transportada por la sangre, llega a la célula diana y hace contacto con el receptor
“como una llave con una cerradura“, la célula es impulsada a realizar una acción específica según el tipo
de hormona de que se trate:

• Las hormonas esteroideas , gracias a su naturaleza lipídica, atraviesan fácilmente las membranas de las
células diana o células blanco, y se unen a las moléculas receptoras de tipo proteico, que se encuentran
en el citoplasma.

De esta manera llegan al núcleo, donde parece que son capaces de hacer cesar la inhibición a que están
sometidos algunos genes y permitir que sean transcritos. Las moléculas de ARNm originadas se encargan
de dirigir en el citoplasma la síntesis de unidades proteicas, que son las que producirán los efectos
fisiológicos hormonales.
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• Las hormonas proteicas , sin embargo, son moléculas de gran tamaño que no pueden entrar en el
interior de las células blanco, por lo que se unen a "moléculas receptoras" que hay en la superficie de sus
membranas plasmáticas, provocando la formación de un segundo mensajero , el AMPc, que sería el que
induciría los cambios pertinentes en la célula al activar a una serie de enzimas que producirán el efecto
metabólico deseado.

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Control hormonal

La producción de hormonas está regulada en muchos casos por un sistema de retroalimentación o feed-
back negativo, que hace que el exceso de una hormona vaya seguido de una disminución en su
producción.

Se puede considerar el hipotálamo , como el centro nervioso "director" y controlador de todas las
secreciones endocrinas. El hipotálamo segrega neurohormonas que son conducidas a la hipófisis. Estas
neurohormonas estimulan a la hipófisis para la secreción de hormonas trópicas (tireotropa, corticotropa,
gonadotropa).

Estas hormonas son transportadas a la sangre para estimular a las glándulas correspondientes (tiroides,
corteza suprarrenal y gónadas) y serán éstas las que segreguen diversos tipos de hormonas (tiroxina,
corticosteroides y hormonas sexuales , respectivamente ), que además de actuar en el cuerpo,
retroalimentan la hipófisis y el hipotálamo para inhibir su actividad y equilibran las secreciones
respectivas de estos dos órganos y de la glándula destinataria.

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Los órganos endocrinos también se denominan glándulas sin conducto o glándulas endocrinas, debido a
que sus secreciones se liberan directamente en el torrente sanguíneo, mientras que las glándulas
exocrinas liberan sus secreciones sobre la superficie interna o externa de los tejidos cutáneos, la mucosa
del estómago o el revestimiento de los conductos pancreáticos.
Las hormonas secretadas por las glándulas endocrinas regulan el crecimiento, desarrollo y las funciones
de muchos tejidos, y coordinan los procesos metabólicos del organismo.

Los tejidos que producen hormonas se pueden clasificar en tres grupos: glándulas endocrinas, cuya
función es la producción exclusiva de hormonas; glándulas endo-exocrinas, que producen también otro
tipo de secreciones además de hormonas; y ciertos tejidos no glandulares, como el tejido nervioso del
sistema nervioso autónomo, que produce sustancias parecidas a las hormonas.

Hipófisis

La hipófisis, está formada por tres lóbulos: el anterior, el intermedio, que en los primates sólo existe
durante un corto periodo de la vida, y el posterior. Se localiza en la base del cerebro y se ha denominado
la "glándula principal". Los lóbulos anterior y posterior de la hipófisis segregan hormonas diferentes.

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1. El lóbulo anterior o adenohipófisis. Produce dos tipos de hormonas:

Hormonas trópicas ; es decir, estimulantes, ya que estimulan a las glándulas correspondientes.

• TSH o tireotropa: regula la secreción de tiroxina por la tiroides

• ACTH o adrenocorticotropa:controla la secreción de las hormonas de las cápsulas suprarrenales.

• FSH o folículo estimulante: provoca la secreción de estrógenos por los ovarios y la maduración de
espermatozoides en los testículos.

• LH o luteotropina: estimula la secreción de progesterona por el cuerpo lúteo y de la testosterona por


los testículos.
Hormonas no trópicas , que actúan directamente sobre sus células blanco.

• STH o somatotropina, conocida como "hormona del crecimiento", ya que es responsable del control
del crecimiento de huesos y cartílagos.

• PRL o prolactina: estimula la secreción de leche por las glándulas mamarias tras el parto.

2. El lóbulo medio segrega una hormona, la MSH o estimulante de los melonóforos, estimula la síntesis
de melanina y su dispersión por la célula.

3. El lóbulo posterior o neurohipófisis , libera dos hormonas, la oxitocina y la vasopresina o ADH, que
realmente son sintetizadas por el hipotálamo y se almacenan aquí.

• Oxitocina : Actúa sobre los músculos del útero, estimulando las contracciones durante el parto. Facilita
la salida de la leche como respuesta a la succión.

• Vasopresina : Es una hormona antidiurética, favoreciendo la reabsorción de agua a través de las


nefronas.

Ver: PSU: Biología; Pregunta 07_2006

El encéfalo

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El hipotálamo , porción del cerebro de donde deriva la hipófisis, secreta una hormona antidiurética (que
controla la excreción de agua) denominada vasopresina, que circula y se almacena en el lóbulo posterior
de la hipófisis. La vasopresina controla la cantidad de agua excretada por los riñones e incrementa la
presión sanguínea. El lóbulo posterior de la hipófisis también almacena una hormona fabricada por el
hipotálamo llamada oxitocina. Esta hormona estimula las contracciones musculares, en especial del
útero, y la excreción de leche por las glándulas mamarias.

La secreción de tres de las hormonas de la hipófisis anterior está sujeta a control hipotalámico por los
factores liberadores: la secreción de tirotropina está estimulada por el factor liberador de tirotropina
(TRF), y la de hormona luteinizante, por la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH).

La dopamina elaborada por el hipotálamo suele inhibir la liberación de prolactina por la hipófisis
anterior. Además, la liberación de la hormona de crecimiento se inhibe por la somatostatina, sintetizada
también en el páncreas. Esto significa que el cerebro también funciona como una glándula.

Glándulas suprarrenales

Son dos pequeñas glándulas situadas sobre los riñones. Se distinguen en ellas dos zonas: la corteza en el
exterior y la médula que ocupa la zona central.

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1. Corteza: Formada por tres capas, cada una segrega diversas sustancias hormonales.

• La capa más externa segrega los mineralocorticoides , que regulan el metabolismo de los iones. Entre
ellos destaca la aldosterona, cuyas funciones más notables son facilitar la retención de agua y sodio, la
eliminación de potasio y la elevación de la tensión arterial.

• La capa intermedia elabora los glucocorticoides . El más importante es la cortisona,cuyas funciones


fisiológicas principales consisten en la formación de glúcidos y grasas a partir de los aminoácidos de las
proteinas, por lo que aumenta el catabolismo de proteinas. Disminuyen los linfocitos y eosinófilos.
Aumenta la capacidad de resistencia al estrés.
• La capa más interna, segrega andrógenocorticoides , que están íntimamente relacionados con los
caracteres sexuales. Se segregan tanto hormonas femeninas como masculinas, que producen su efecto
fundamentalmente antes de la pubertad para, luego, disminuir su secreción.

2. Médula: Elabora las hormonas, adrenalina y noradrenalina. Influyen sobre el metabolismo de los
glúcidos, favoreciendo la glucógenolisis, con lo que el organismo puede disponer en ese momento de
una mayor cantidad de glucosa; elevan la presión arterial, aceleran los latidos del corazón y aumentan la
frecuencia respiratoria. Se denominan también "hormonas de la emoción" porque se producen
abundantemente en situaciones de estrés, terror, ansiedad, etc, de modo que permiten salir airosos de
estos estados. Sus funciones se pueden ver comparadamente en el siguiente cuadro:

Adrenalina

Noradrenalina

Incremento de la fuerza y frecuencia de la contracción cardíaca

Incremento de la fuerza y frecuencia de la contracción cardíaca

Dilatación de los vasos coronarios

Dilatación de los vasos coronarios

Vasodilatación general

Vasoconstricción general

Incremento del gasto cardíaco

Descenso del gasto cardíaco


Incremento de la glucogenolisis

Incremento de la glucogenolisis

(en menor proporción)

Tiroides

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La tiroides es una glándula bilobulada situada en el cuello. Las hormonas tiroideas, la tiroxina y la
triyodotironina aumentan el consumo de oxígeno y estimulan la tasa de actividad metabólica, regulan el
crecimiento y la maduración de los tejidos del organismo y actúan sobre el estado de alerta físico y
mental.

La tiroides también secreta una hormona denominada calcitonina, que disminuye los niveles de calcio en
la sangre e inhibe su reabsorción ósea.

Glándulas paratiroides

Las glándulas paratiroides se localizan en un área cercana o están inmersas en la glándula tiroides. La
hormona paratiroidea o parathormona regula los niveles sanguíneos de calcio y fósforo y estimula la
reabsorción de hueso.

Las gónadas

Las gónadas (testículos y ovarios) son glándulas mixtas que en su secreción externa producen gametos y
en su secreción interna producen hormonas que ejercen su acción en los órganos que intervienen en la
función reproductora.
Cada gónada produce las hormonas propias de su sexo, pero también una pequeña cantidad de las del
sexo contrario. El control se ejerce desde la hipófisis. (Ver: Hormonas sexuales )

Ovarios: Los ovarios son los órganos femeninos de la reproducción, o gónadas femeninas. Son
estructuras pares con forma de almendra situadas a ambos lados del útero. Los folículos ováricos
producen óvulos, o huevos, y también segregan un grupo de hormonas denominadas estrógenos,
necesarias para el desarrollo de los órganos reproductores y de las características sexuales secundarias,
como distribución de la grasa, amplitud de la pelvis, crecimiento de las mamas y vello púbico y axilar.

La progesterona ejerce su acción principal sobre la mucosa uterina en el mantenimiento del embarazo.
También actúa junto a los estrógenos favoreciendo el crecimiento y la elasticidad de la vagina. Los
ovarios también elaboran una hormona llamada relaxina, que actúa sobre los ligamentos de la pelvis y el
cuello del útero y provoca su relajación durante el parto, facilitando de esta forma el alumbramiento.

Testículos: Las gónadas masculinas o testículos son cuerpos ovoideos pares que se encuentran
suspendidos en el escroto. Las células de Leydig de los testículos producen una o más hormonas
masculinas, denominadas andrógenos. La más importante es la testosterona, que estimula el desarrollo
de los caracteres sexuales secundarios, influye sobre el crecimiento de la próstata y vesículas seminales,
y estimula la actividad secretora de estas estructuras. Los testículos también contienen células que
producen gametos masculinos o espermatozoides. (Ver: Hormonas sexuales )

Páncreas

La mayor parte del páncreas está formado por tejido exocrino que libera enzimas en el duodeno. Hay
grupos de células endocrinas, denominados islotes de Langerhans, distribuidos por todo el tejido que
secretan insulina y glucagón.

La insulina actúa sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasas, aumentando la
tasa de utilización de la glucosa y favoreciendo la formación de proteínas y el almacenamiento de grasas.
El glucagón aumenta de forma transitoria los niveles de azúcar en la sangre mediante la liberación de
glucosa procedente del hígado.
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Placenta

La placenta, un órgano formado durante el embarazo a partir de la membrana que rodea al feto, asume
diversas funciones endocrinas de la hipófisis y de los ovarios que son importantes en el mantenimiento
del embarazo.

Secreta la hormona denominada gonadotropina coriónica (o gonadotrofina) , sustancia presente en la


orina durante la gestación y que constituye la base de las pruebas de embarazo.

La placenta produce progesterona y estrógenos , somatotropina coriónica (una hormona con algunas de
las características de la hormona del crecimiento), lactógeno placentario y hormonas lactogénicas .

Ver: PSU: Biología;

Pregunta 07_2006

Pregunta 05_2007

Otros órganos

Otros tejidos del organismo producen hormonas o sustancias similares. Los riñones secretan un agente
denominado renina que activa la hormona angiotensina elaborada en el hígado. Esta hormona eleva a su
vez la tensión arterial, y se cree que es provocada en gran parte por la estimulación de las glándulas
suprarrenales.

Los riñones también elaboran una hormona llamada eritropoyetina, que estimula la producción de
glóbulos rojos por la médula ósea.
El tracto gastrointestinal fabrica varias sustancias que regulan las funciones del aparato digestivo, como
la gastrina del estómago, que estimula la secreción ácida, y la secretina y colescistoquinina del intestino
delgado, que estimulan la secreción de enzimas y hormonas pancreáticas. La colecistoquinina provoca
también la contracción de la vesícula biliar.

En la década de 1980, se observó que el corazón también segregaba una hormona, llamada factor
natriurético auricular, implicada en la regulación de la tensión arterial y del equilibrio hidroelectrolítico
del organismo.

La confusión sobre la definición funcional del sistema endocrino se debe al descubrimiento de que
muchas hormonas típicas se observan en lugares donde no ejercen una actividad hormonal. La
noradrenalina está presente en las terminaciones nerviosas, donde trasmite los impulsos nerviosos.

Los componentes del sistema renina-angiotensina se han encontrado en el cerebro, donde se


desconocen sus funciones. Los péptidos intestinales gastrina, colecistoquinina, péptido intestinal
vasoactivo (VIP) y el péptido inhibidor gástrico (GIP) se han localizado también en el cerebro. Las
endorfinas están presentes en el intestino, y la hormona del crecimiento aparece en las células de los
islotes de Langerhans. En el páncreas, la hormona del crecimiento parece actuar de forma local
inhibiendo la liberación de insulina y glucagón a partir de las células endocrinas.

Metabolismo hormonal

Las hormonas conocidas pertenecen a tres grupos químicos: proteínas, esteroides y aminas .

Aquellas que pertenecen al grupo de las proteínas o polipéptidos incluyen las hormonas producidas por
la hipófisis anterior, paratiroides, placenta y páncreas.

En el grupo de esteroides se encuentran las hormonas de la corteza suprarrenal y las gónadas.

Las aminas son producidas por la médula suprarrenal y la tiroides.


La síntesis de hormonas tiene lugar en el interior de las células y, en la mayoría de los casos, el producto
se almacena en su interior hasta que es liberado en la sangre. Sin embargo, la tiroides y los ovarios
contienen zonas especiales para el almacenamiento de hormonas.

La liberación de las hormonas depende de los niveles en sangre de otras hormonas y de ciertos
productos metabólicos bajo influencia hormonal, así como de la estimulación nerviosa.

La producción de las hormonas de la hipófisis anterior se inhibe cuando las producidas por la glándula
diana (target) particular, la corteza suprarrenal, la tiroides o las gónadas circulan en la sangre. Por
ejemplo, cuando hay una cierta cantidad de hormona tiroidea en el torrente sanguíneo la hipófisis
interrumpe la producción de hormona estimulante de la tiroides hasta que el nivel de hormona tiroidea
descienda. Por lo tanto, los niveles de hormonas circulantes se mantienen en un equilibrio constante.

Este mecanismo, que se conoce como homeostasis o realimentación negativa, es similar al sistema de
activación de un termostato por la temperatura de una habitación para encender o apagar una caldera.

La administración prolongada procedente del exterior de hormonas adrenocorticales, tiroideas o


sexuales interrumpe casi por completo la producción de las correspondientes hormonas estimulantes de
la hipófisis, y provoca la atrofia temporal de las glándulas diana. Por el contrario, si la producción de las
glándulas diana es muy inferior al nivel normal, la producción continua de hormona estimulante por la
hipófisis produce una hipertrofia de la glándula, como en el bocio por déficit de yodo.

sistemaendocrino016

Bocio

La liberación de hormonas está regulada también por la cantidad de sustancias circulantes en sangre,
cuya presencia o utilización queda bajo control hormonal.
Los altos niveles de glucosa en la sangre estimulan la producción y liberación de insulina mientras que
los niveles reducidos estimulan a las glándulas suprarrenales para producir adrenalina y glucagón; así se
mantiene el equilibrio en el metabolismo de los hidratos de carbono.

De igual manera, un déficit de calcio en la sangre estimula la secreción de hormona paratiroidea,


mientras que los niveles elevados estimulan la liberación de calcitonina por la tiroides.

La función endocrina está regulada también por el sistema nervioso, como lo demuestra la respuesta
suprarrenal al estrés.

Los distintos órganos endocrinos están sometidos a diversas formas de control nervioso. La médula
suprarrenal y la hipófisis posterior son glándulas con rica inervación y controladas de modo directo por
el sistema nervioso. Sin embargo, la corteza suprarrenal, la tiroides y las gónadas, aunque responden a
varios estímulos nerviosos, carecen de inervación específica y mantienen su función cuando se
trasplantan a otras partes del organismo. La hipófisis anterior tiene inervación escasa, pero no puede
funcionar si se trasplanta.

Se desconoce la forma en que las hormonas ejercen muchos de sus efectos metabólicos y morfológicos.
Sin embargo, se piensa que los efectos sobre la función de las células se deben a su acción sobre las
membranas celulares o enzimas, mediante la regulación de la expresión de los genes o mediante el
control de la liberación de iones u otras moléculas pequeñas.

Aunque en apariencia no se consumen o se modifican en el proceso metabólico, las hormonas pueden


ser destruidas en gran parte por degradación química. Los productos hormonales finales se excretan con
rapidez y se encuentran en la orina en grandes cantidades, y también en las heces y el sudor.

Ciclos endocrinos

El sistema endocrino ejerce un efecto regulador sobre los ciclos de la reproducción, incluyendo el
desarrollo de las gónadas, el periodo de madurez funcional y su posterior envejecimiento, así como el
ciclo menstrual y el periodo de gestación. El patrón cíclico del estro, que es el periodo durante el cual es
posible el apareamiento fértil en los animales, está regulado también por hormonas.
La pubertad, la época de maduración sexual, está determinada por un aumento de la secreción de
hormonas hipofisarias estimuladoras de las gónadas o gonadotropinas, que producen la maduración de
los testículos u ovarios y aumentan la secreción de hormonas sexuales. A su vez, las hormonas sexuales
actúan sobre los órganos sexuales auxiliares y el desarrollo sexual general.

sistemaendocrino017

Pubertad femenina.

En la mujer, la pubertad está asociada con el inicio de la menstruación y de la ovulación. La ovulación,


que es la liberación de un óvulo de un folículo ovárico, se produce aproximadamente cada 28 días, entre
el día 10 y el 14 del ciclo menstrual en la mujer . La primera parte del ciclo está marcada por el periodo
menstrual, que abarca un promedio de tres a cinco días, y por la maduración del folículo ovárico bajo la
influencia de la hormona foliculoestimulante procedente de la hipófisis.

Después de la ovulación y bajo la influencia de otra hormona, la llamada luteinizante, el folículo vacío
forma un cuerpo endocrino denominado cuerpo lúteo, que secreta progesterona, estrógenos, y es
probable que durante el embarazo, relaxina.

La progesterona y los estrógenos preparan la mucosa uterina para el embarazo. Si éste no se produce, el
cuerpo lúteo involuciona, y la mucosa uterina, privada del estímulo hormonal, se desintegra y descama
produciendo la hemorragia menstrual. El patrón rítmico de la menstruación está explicado por la
relación recíproca inhibición-estimulación entre los estrógenos y las hormonas hipofisarias estimulantes
de las gónadas.

Si se produce el embarazo, la secreción placentaria de gonadotropinas, progesterona y estrógenos


mantiene el cuerpo lúteo y la mucosa uterina, y prepara las mamas para la producción de leche o
lactancia. La secreción de estrógenos y progesterona es elevada durante el embarazo y alcanza su nivel
máximo justo antes del nacimiento. La lactancia se produce poco después del parto, presumiblemente
como resultado de los cambios en el equilibrio hormonal tras la separación de la placenta.

Ver: PSU: Biología; Pregunta 07_2006


Con el envejecimiento progresivo de los ovarios, y el descenso de su producción de estrógenos, tiene
lugar la menopausia. En este periodo la secreción de gonadotropinas aumenta como resultado de la
ausencia de inhibición estrogénica. En el hombre el periodo correspondiente está marcado por una
reducción gradual de la secreción de andrógenos.

Trastornos de la función endocrina

Las alteraciones en la producción endocrina se pueden clasificar como de hiperfunción (exceso de


actividad) o hipofunción (actividad insuficiente). La hiperfunción de una glándula puede estar causada
por un tumor productor de hormonas que es benigno o, con menos frecuencia, maligno. La hipofunción
puede deberse a defectos congénitos, cáncer, lesiones inflamatorias, degeneración, trastornos de la
hipófisis que afectan a los órganos diana, traumatismos, o, en el caso de enfermedad tiroidea, déficit de
yodo. La hipofunción puede ser también resultado de la extirpación quirúrgica de una glándula o de la
destrucción por radioterapia.

sistemaendocrino018

Acromegalia o crecimiento desmesurado de partes del cuerpo.

La hiperfunción de la hipófisis anterior con sobreproducción de hormona del crecimiento provoca en


ocasiones gigantismo o acromegalia, o si se produce un exceso de producción de hormona estimulante
de la corteza suprarrenal, puede resultar un grupo de síntomas conocidos como síndrome de Cushing
que incluye hipertensión, debilidad, policitemia, estrías cutáneas purpúreas, y un tipo especial de
obesidad. La deficiencia de la hipófisis anterior conduce a enanismo (si aparece al principio de la vida),
ausencia de desarrollo sexual, debilidad, y en algunas ocasiones desnutrición grave.

Una disminución de la actividad de la corteza suprarrenal origina la enfermedad de Addison, mientras


que la actividad excesiva puede provocar el síndrome de Cushing u originar virilismo, aparición de
caracteres sexuales secundarios masculinos en mujeres y niños.
Las alteraciones de la función de las gónadas afecta sobre todo al desarrollo de los caracteres sexuales
primarios y secundarios.

Las deficiencias tiroideas producen cretinismo y enanismo en el lactante, y mixedema, caracterizado por
rasgos toscos y disminución de las reacciones físicas y mentales, en el adulto. La hiperfunción tiroidea
(enfermedad de Graves, bocio tóxico) se caracteriza por abultamiento de los ojos, temblor y sudoración,
aumento de la frecuencia del pulso, palpitaciones cardiacas e irritabilidad nerviosa.

La diabetes insípida se debe al déficit de hormona antidiurética, y la diabetes mellitus, a un defecto en la


producción de la hormona pancreática insulina, o puede ser consecuencia de una respuesta inadecuada
del organismo.

INTRODUCCIÓN

El sistema endocrino está formado por todos aquellos órganos que se encargan de producir y secretar
sustancias, denominadas hormonas, hacia al torrente sanguíneo; con la finalidad de actuar como
mensajeros, de forma que se regulen las actividades de diferentes partes del organismo.

Los órganos principales del sistema endocrino son: el hipotálamo, la hipófisis, la glándula tiroides, las
paratiroides, los islotes del páncreas, las glándulas suprarrenales, las gónadas (testículos y ovarios) y la
placenta que actúa durante el embarazo como una glándula de este grupo además de cumplir con sus
funciones específicas.

El hipotálamo es la glándula que, a través de hormonas, estimula a la hipófisis para que secrete
hormonas y pueda estimular otras glándulas o inhibirlas. Esta glándula es conocida como "glándula
principal" ya que como se explica anteriormente, regula el funcionamiento de varias glándulas
endocrinas.

La hipófisis controla su secreción a través de un mecanismo llamado "retroalimentación" en donde los


valores en la sangre de otras hormonas indican a esta glándula si debe aumentar o disminuir su
producción.
Hay otras glándulas que su producción de hormonas no dependen de la hipófisis sino que responden de
forma directa o indirecta a las concentraciones de sustancias en la sangre, como son: los islotes del
páncreas, las glándulas paratiroides y la secreción de la médula suprarrenal que responde a la
estimulación del sistema nervioso parasimpático.

A continuación se especificará cada una de las funciones de las glándulas que componen este sistema y
la acción de cada hormona segregadas al flujo sanguíneo.

SISTEMA ENDOCRINO

El Sistema Endocrino se refiere al conjunto de órganos que tienen como función producir y secretar
hormonas al torrente sanguíneo. Las hormonas, en su defecto, son sustancias liberadas por una glándula
u órgano que tienen como finalidad regular las actividades de la célula en otras zonas del organismo.1
Luego de ser liberadas en el medio interno, actúan en él provocado una respuesta fisiológica a cierta
distancia de donde fueron segregadas.

Para que las hormonas provoquen una respuesta fisiológica, se unen a unos receptores que se
encuentran en la superficie o dentro de las células, a las cuales se les denominan células blanco o dianas.

Las hormonas, según su composición bioquímica y mecanismo de acción, se clasifican en:

Proteicas: las cuales están compuestas por cadenas de aminoácidos y derivan de la hipófisis, paratiroides
y páncreas. Por su composición bioquímica, sus receptores se encuentran en la membrana donde
comienza a producirse una serie de reacciones que dan lugar a unos productos bioquímicos que actúan
como segundo mensajeros.

Esteroideas: son derivadas del colesterol y por ende, pueden atravesar la célula y unirse con su receptor
que se encuentra en el citoplasma de la célula blanco o diana. Este tipo de hormona es secretado por la
corteza suprarrenal y las gónadas.

Aminas: las cuales son secretadas por la glándula tiroides y de la médula suprarrenal, y su receptor se
encuentra en el núcleo de la célula.

Las Glándulas son órganos cuya función es la de fabricar productos especiales expensas de los materiales
de la sangre2. Según su función se dividen en:
Glándulas endocrinas: son aquellas que producen mensajeros químicos llamados hormonas que ayudan
a controlar como a regular partes, sistemas, aparatos y hasta órganos individuales del cuerpo. Los
órganos endocrinos también se denominan glándulas sin conducto o glándulas endocrinas, debido a que
sus secreciones se liberan directamente en el torrente sanguíneo.

Estas glándulas forman el sistema endocrino que no tiene una localización anatómica única, sino que
está disperso en todo el organismo en glándulas endocrinas y en células asociadas al tubo digestivo.

Glándulas exocrinas: Se refiere a las que no poseen mensajeros químicos sino que estos envían sus
secreciones por conductos o tubos -que son receptores específicos- como por ejemplo los lagrimales,
axilas o tejidos cutáneos.

Glándulas holocrinas: son aquellas donde los productos de secreción se acumulan en los cuerpos de las
células, luego las células mueren y son excretadas como la secreción de la glándula. Constantemente se
forman nuevas células para reponer alas perdidas. Las glándulas sebáceas pertenecen a este grupo.

Glándulas epocrinas: Sus secreciones se reúnen en los extremos de las células glandulares. Luego estos
extremos de las células se desprenden para formar la secreción. El núcleo y el citoplasma restante se
regeneran luego en un corto período de recuperación. Las glándulas mamarias pertenecen a este grupo.

Glándulas unicelulares: las glándulas unicelulares ( una célula) están representadas por células mucosas
o coliformes que se encuentran en el epitelio de recubrimiento de los sistemas digestivos, respiratorio y
urogenital. La forma de las células mucosas es como una copa y de ahí el nombre de células caliciformes.
El extremo interno o basal es delgado y contiene el núcleo. Una célula caliciforme puede verter su
contenido poco a poco y retener su forma, o vaciarse rápidamente y colapsarse. Otra vez se llena y se
repite el ciclo. Periódicamente estas células mueren y son remplazadas.

Glándulas multicelulares: las glándulas multicelulares presentan formas variadas. Las más simples tienen
forma de platos aplanados de células secretoras o son grupos de células secretoras que constituyen un
pequeño hueco dentro del epitelio y secretan a través de una abertura común.3

Las glándulas que componen el sistema endocrino del cuerpo humano son:

La Hipófisis. Es una glándula que tiene forma de pera y se encuentra en una estructura ósea llamada
"silla turca", localizada debajo del cerebro. Esta glándula es la encargada de producir muchas hormonas
que controlan a la mayoría de las glándulas endocrinas del organismo, recibiendo el nombre de
"hormona principal".

La hipófisis es controlada a su vez por el hipotálamo, que es una región que se encuentra por encima de
la hipófisis. La misma está formada por dos lóbulos: el anterior (adenohipófisis) que es controlada por el
hipotálamo mediante la segregación de sustancias parecidas a las hormonas, que llegan hasta los vasos
sanguíneos que conectan a las dos zonas; y el lóbulo posterior (neurohipófisis) que igualmente es
controlado por el hipotálamo mediante impulsos nerviosos.

El lóbulo anterior o adenohipófisis produce hormonas que estimulan la función de otras glándulas
endocrinas, por ejemplo, la adrenocorticotropina, hormona adrenocorticotropa o ACTH, que estimula la
corteza suprarrenal; la hormona estimulante de la glándula tiroides o tirotropina (TSH) que controla el
tiroides; la hormona estimulante de los folículos o foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante
(LH), que estimulan las glándulas sexuales; la prolactina, que, al igual que otras hormonas especiales,
influye en la producción de leche por las glándulas mamarias; la hormona somatotropa (STH), que
mantiene en actividad el cuerpo lúteo y estimula la producción de leche en la mujer; también actúa en la
producción de la hormona del crecimiento o somatotropina, que favorece el desarrollo de los tejidos del
organismo, en particular la matriz ósea y el músculo; y una hormona denominada estimuladora de los
melanocitos, que estimula la síntesis de melanina en las células pigmentadas o melanocitos.

El lóbulo posterior de la hipófisis o neurohipófisis, secreta las hormonas oxitocina y antidiurética, ambas
secretadas por el hipotálamo y almacenadas en la hipófisis. La primera se encarga de las contracciones
uterinas durante el parto y estimula la expulsión de leche de las mamas; y la segunda controla el agua
excretada por los riñones y ayuda a mantener la presión arterial elevada.

Tiroides. Es una glándula que se encuentra por debajo del cartílago tiroides, tiene forma de mariposa y
ambos lóbulos están unidos por una estructura llamada istmo. Esta glándula secreta las hormonas
tiroxina y la Triyodotironina que influyen en la maduración y el desarrollo de los tejidos, en la producción
de energía y de calor, en el metabolismo (transformación) de nutrientes, en las funciones mentales,
cardíacas, respiratorias, sexuales y reproductivas4. También secreta una hormona denominada
calcitonina, que disminuye los niveles de calcio en la sangre e inhibe su reabsorción ósea.

Paratiroides. Son dos pares de glándulas que se encuentran al lado de los lóbulos del tiroides y su
función consiste en regula los niveles sanguíneos de calcio y fósforo y estimula la reabsorción de hueso.

Páncreas. Es un órgano que cumple con funciones exocrinas, ya que secreta enzimas hacia al duodeno en
el proceso digestivo; y funciones endocrinas porque libera insulina y glucagón. Ambas provienen
específicamente de los islotes del páncreas o islotes de Langerhans de las células y . La primera actúa
sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasas, aumentando la tasa de utilización
de la glucosa y favoreciendo la formación de proteínas y el almacenamiento de grasas; y el segundo
aumenta de forma transitoria los niveles de azúcar en la sangre mediante la liberación de glucosa
procedente del hígado.

Suprarrenales. Cada una de estas glándulas está formada por una zona interna denominada médula y
una zona externa que recibe el nombre de corteza. Ambas se localizan sobre los riñones. La médula
suprarrenal produce adrenalina, llamada también epinefrina, y noradrenalina, que afecta a un gran
número de funciones del organismo. Estas sustancias estimulan la actividad del corazón, aumentan la
tensión arterial, y actúan sobre la contracción y dilatación de los vasos sanguíneos y la musculatura. La
adrenalina eleva los niveles de glucosa en sangre (glucemia). Todas estas acciones ayudan al organismo a
enfrentarse a situaciones de urgencia de forma más eficaz. La corteza suprarrenal elabora un grupo de
hormonas denominadas glucocorticoides, que incluyen la corticosterona y el cortisol, y los
mineralocorticoides, que incluyen la aldosterona y otras sustancias hormonales esenciales para el
mantenimiento de la vida y la adaptación al estrés. Las secreciones suprarrenales regulan el equilibrio de
agua y sal del organismo, influyen sobre la tensión arterial, actúan sobre el sistema linfático, influyen
sobre los mecanismos del sistema inmunológico y regulan el metabolismo de los glúcidos y de las
proteínas. Además, las glándulas suprarrenales también producen pequeñas cantidades de hormonas
masculinas y femeninas.

Gónadas. Se refiere a los testículos y ovarios o glándulas sexuales como se les conoce comúnmente.

Específicamente, los ovarios son los órganos de la reproducción femenina Son estructuras pares con
forma de almendra situadas a ambos lados del útero. Los folículos ováricos producen óvulos, o huevos, y
también segregan un grupo de hormonas denominadas estrógenos, necesarias para el desarrollo de los
órganos reproductores y de las características sexuales secundarias, como distribución de la grasa,
amplitud de la pelvis, crecimiento de las mamas y vello púbico y axilar. Otra hormona segregada por los
ovarios es la progesterona que ejerce su acción principal sobre la mucosa uterina en el mantenimiento
del embarazo. También actúa junto a los estrógenos favoreciendo el crecimiento y la elasticidad de la
vagina. Los ovarios también elaboran una hormona llamada relaxina, que actúa sobre los ligamentos de
la pelvis y el cuello del útero y provoca su relajación durante el parto, facilitando de esta forma el
alumbramiento.

Por otra parte, los testículos son cuerpos ovoideos pares que se encuentran suspendidos en el escroto.
Las células de Leydig de los testículos producen una o más hormonas masculinas, denominadas
andrógenos. La más importante es la testosterona, que estimula el desarrollo de los caracteres sexuales
secundarios, influye sobre el crecimiento de la próstata y vesículas seminales, y estimula la actividad
secretora de estas estructuras. Los testículos también contienen células que producen gametos
masculinos o espermatozoides5.

Metabolismo Hormonal
La liberación de las hormonas depende de los niveles en sangre de otras hormonas y de ciertos
productos metabólicos bajo influencia hormonal, así como de la estimulación nerviosa. La producción de
las hormonas de la hipófisis anterior se inhibe cuando las producidas por la glándula diana particular, la
corteza suprarrenal, el tiroides o las gónadas circulan en la sangre. Por ejemplo, cuando hay una cierta
cantidad de hormona tiroidea en el torrente sanguíneo la hipófisis interrumpe la producción de
hormona estimulante del tiroides hasta que el nivel de hormona tiroidea descienda. Por lo tanto, los
niveles de hormonas circulantes se mantienen en un equilibrio constante. Este mecanismo, que se
conoce como homeostasis o realimentación negativa, es similar al sistema de activación de un
termostato por la temperatura de una habitación para encender o apagar una caldera.

La administración prolongada procedente del exterior de hormonas adrenocorticales, tiroideas o


sexuales interrumpe casi por completo la producción de las correspondientes hormonas estimulantes de
la hipófisis, y provoca la atrofia temporal de las glándulas diana. Por el contrario, si la producción de las
glándulas diana es muy inferior al nivel normal, la producción continua de hormona estimulante por la
hipófisis produce una hipertrofia de la glándula, como en el bocio por déficit de yodo.

La liberación de hormonas está regulada también por la cantidad de sustancias circulantes en sangre,
cuya presencia o utilización queda bajo control hormonal. Los altos niveles de glucosa en la sangre
estimulan la producción y liberación de insulina mientras que los niveles reducidos estimulan a las
glándulas suprarrenales para producir adrenalina y glucagón; así se mantiene el equilibrio en el
metabolismo de los hidratos de carbono. De igual manera, un déficit de calcio en la sangre estimula la
secreción de hormona paratiroidea, mientras que los niveles elevados estimulan la liberación de
calcitonina por el tiroides.

La función endocrina está regulada también por el sistema nervioso, como le demuestra la respuesta
suprarrenal al estrés. Los distintos órganos endocrinos están sometidos a diversas formas de control
nervioso. La médula suprarrenal y la hipófisis posterior son glándulas con rica inervación y controladas
de modo directo por el sistema nervioso. Sin embargo, la corteza suprarrenal, el tiroides y las gónadas,
aunque responden a varios estímulos nerviosos, carecen de inervación específica y mantienen su
función cuando se trasplantan a otras partes del organismo. La hipófisis anterior tiene inervación escasa,
pero no puede funcionar si se trasplanta.

Se desconoce la forma en que las hormonas ejercen muchos de sus efectos metabólicos y morfológicos.
Sin embargo, se piensa que los efectos sobre la función de las células se deben a su acción sobre las
membranas celulares o enzimas, mediante la regulación de la expresión de los genes o mediante el
control de la liberación de iones u otras moléculas pequeñas. Aunque en apariencia no se consumen o se
modifican en el proceso metabólico, las hormonas pueden ser destruidas en gran parte por degradación
química. Los productos hormonales finales se excretan con rapidez y se encuentran en la orina en
grandes cantidades, y también en las heces y el sudor.

Trastornos de la Función Endocrina

Las alteraciones en la producción endocrina se pueden clasificar como de hiperfunción (exceso de


actividad) o hipofunción (actividad insuficiente). La hiperfunción de una glándula puede estar causada
por un tumor productor de hormonas que es benigno o, con menos frecuencia, maligno. La hipofunción
puede deberse a defectos congénitos, cáncer, lesiones inflamatorias, degeneración, trastornos de la
hipófisis que afectan a los órganos diana, traumatismos, o, en el caso de enfermedad tiroidea, déficit de
yodo. La hipofunción puede ser también resultado de la extirpación quirúrgica de una glándula o de la
destrucción por radioterapia.

La hiperfunción de la hipófisis anterior con sobreproducción de hormona del crecimiento provoca en


ocasiones gigantismo o acromegalia, o si se produce un exceso de producción de hormona estimulante
de la corteza suprarrenal, puede resultar un grupo de síntomas conocidos como síndrome de Cushing
que incluye hipertensión, debilidad, policitemia, estrías cutáneas purpúreas, y un tipo especial de
obesidad. La deficiencia de la hipófisis anterior conduce a enanismo (sí aparece al principio de la vida),
ausencia de desarrollo sexual, debilidad, y en algunas ocasiones desnutrición grave. Una disminución de
la actividad de la corteza suprarrenal origina la enfermedad de Addison, mientras que la actividad
excesiva puede provocar el síndrome de Cushing u originar virilismo, aparición de caracteres sexuales
secundarios masculinos en mujeres y niños. Las alteraciones de la función de las gónadas afectan sobre
todo al desarrollo de los caracteres sexuales primarios y secundarios. Las deficiencias tiroideas producen
cretinismo y enanismo en el lactante, y mixedema, caracterizado por rasgos toscos y disminución de las
reacciones físicas y mentales, en el adulto. La hiperfunción tiroidea (enfermedad de Graves, bocio tóxico)
se caracteriza por abultamiento de los ojos, temblor y sudoración, aumento de la frecuencia del pulso,
palpitaciones cardiacas e irritabilidad nerviosa. La diabetes insípida se debe al déficit de hormona
antidiurética, y la diabetes mellitus, a un defecto en la producción de la hormona pancreática insulina, o
puede ser consecuencia de una respuesta inadecuada del organismo.

CONCLUSIÓN
Las funciones de crecimiento, regulación de excreción de agua, regulación de la temperatura corporal, de
control de la acción y respuesta inmediata tanto física y mental de una persona, las funciones sexuales y
de reproducción de los seres humanos y muchas otras están regidas por las glándulas endocrinas que a
su vez están bajo la acción de la hipófisis y previamente, del hipotálamo. Pero todas estas funciones
pueden verse afectadas por algún desequilibrio tanto hormonal como glandular, originando serias
patologías que pueden ser hasta irreversibles.

Algunas de estas patologías son: enanismo, gigantismo, Síndrome de Cushing, enfermedad de Addison,
virilismo, diabetes, hipertiroidismo, hipotiroidismo y muchas otras que alteran nuestro funcionamiento
general como gran sistema.

BIBLIOGRAFÍA

1.Manual Merck de Información Médica para el Hogar. Editorial Océano. 1997. Madrid, España. Pág. 741.

2. Enciclopedia Multimedia de la Anatomía Humana. 2003

3. Sistema Endocrino. www.personales.ya.com. 2004

4. Función de la Glándula Tiroides. www.saludhoy.com . 2004

5. Aguirre, Ricardo. Sistema Endocrino. www.ilustrados.com . 2004

Sistema Endocrino. http://es.encarta.msn.com . 2004.

Fuente Internet:

http://www.uprm.edu/biology/profs/velez/endocrino.htm

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