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ENTREVISTA A JORGE GÓMEZ LARA

Realizada en Medellín, el 9 de febrero de 2018.

Fecha de nacimiento: Medellín, 9 de junio de 1982


Egresado Colegio San José de la Salle, Medellín.
Escritor. Actualmente cursa el pregrado en Historia en la Universidad Pontificia
Bolivariana, sede Medellín.

Ana María: Hola Jorge, buenos días. Cuéntanos cómo fue tu niñez y tu adolescencia.
Cosas que hayan determinado lo que ahora eres.

Jorge Gómez: Mi niñez fue muy feliz. Soy el menor de tres hermanos en una familia
tradicional. Mi papá trabajaba y mi mamá era ama de casa, también pasaba tiempo con
mi abuela materna. Desde pequeño noté que me gustaba escribir. Me inventaba
cuentos y personajes, yo noté que en eso era muy diferente con respecto a los otros
niños.

A.M.: ¿Esos personajes eran totalmente salidos de tu imaginación o te pasa como a


muchos escritores que ven a alguien todos los días, digamos en el bus, y se empiezan a
imaginar una historia?

J.G.: Sí, tuve la influencia de los personajes de Walt Disney y de los muñequitos que
pasaban, por lo que en ese tiempo se llamaba “perubólica”. Me inventaba personajes
parecidos a Mickey o al Pato Donald y sus temáticas eran con brujas, muy al estilo
Disney.

A.M.: Claro, era lo que tenías a la mano. ¿Y unido a eso también te gustaba leer desde
temprana edad?

J.G.: Sí, la verdad me gustaba mucho leer. Yo era el que mejor leía en la clase; la
profesora de segundo grado me ponía de ejemplo ante los otros niños, me ponía a
leerles en voz alta. Recuerdo que yo lo hacía haciendo muy bien las pausas, me
destaqué mucho en esto.
Leía los cuentos que mandaban en el colegio, pero no recuerdo si por mi cuenta leía
otras cosas.

A.M.: Cuéntanos cómo lo tomaba tu familia, ¿tus hermanos te hacían “bullyng” porque
te estabas volviendo ratón de biblioteca?

J.G.: Para nada. Resulta que la familia se reunía todos los domingos en la casa de mi
abuelita materna; la otra abuelita no la conocí mucho porque a ella le dio Alzhaimer y
murió cuando yo tenía seis años.
Con la abuela materna se reunían los tíos, primos, mi mamá por que ella era la única
hija mujer entre ocho varones. Ellos tomaban algo de licor y hablaban, mientras tanto
yo ponía cuidado y participaba de sus risas.
Yo elaboraba un periódico, una cosa muy sencilla, hojas de cuaderno coloreadas,
escribía lo que habían dicho en la reunión anterior; entonces se los mostraba y ellos se
reían al recordar de lo que habían hablado. Todos se morían de risa con esto, entonces
me daban unas monedas.
Nunca me hicieron bullying, me alentaban, siempre me apoyaron.

A.M.: ¡Maravilloso! Y ya saliendo de esta etapa, ¿qué otros aspectos culturales o


hobbys tuviste?

J.G.: No me destaqué nunca en los deportes, yo era el último que elegían los
compañeros. Pero sí me destaqué haciendo obras de teatro; me iba muy bien
actuando, pero fue un asunto de colegio. Nunca pensé en dedicarme a esto en serio.

A.M.: Retomemos la parte de la lectura y la escritura que son las que más me
interesan. ¿Cuéntanos con mucho detalle cómo empezó este proceso y cómo se
desarrolló?

J.G.: Estaba estudiando odontología en la Universidad de Antioquia y de repente me


entraron ganas de volver a leer, entonces regresó la imaginación y esta vez con ganas
de contar historias.
Comencé a escribir para mí, sin pensar que alguien más las leería, a veces me decía
que era ridículo. Me gustaba mucho la literatura, pero también descubrí que me
gustaba la historia.
Empecé a visitar las bibliotecas de la ciudad, como la Biblioteca Pública Piloto, pues no
tenía cómo comprar todos los libros y allí, a medida que leía, desarrollaba la escritura.

A.M.: Claro, se dice muy comúnmente que para escribir un libro se necesita haber
leído mil. ¿Pero entonces te fuiste por ese lado de las historias, de la historia, y dejaste
de lado la literatura?

J.G.: Empecé a leer libros de literatura, por decirme a mí mismo: “yo tengo que leer”. Se
me olvidaba decirte que mi papá fue un gran lector. Tenía una biblioteca muy buena.
También tenía el ejemplo de sus amigos que comentaban lo que estaban leyendo y yo
quise imitarlos.
Descubrí que me gustaba la historia, que es otro tipo de texto. Ver las diferencias entre
los países o las regiones. Ahora me gusta la historia de los grandes acontecimientos,
de los reyes, las dinastías.

A.M.: Jorge, ahora sí entremos en el quid de esta entrevista. Sin contarnos el final
obviamente y dejándonos bien intrigados, ¿cuál es el tema de tu libro?

J.G.: Voy a aclarar que he escrito otras cosas, pero este libro es el oficial, el que
muestro al público. Ya había escrito otras cosas, entonces mi familia y amigos me
habían animado a publicar porque les gustó lo que leyeron.
Este libro está pensado para hacerse en tres entregas. El que está impreso es la
primera parte. La obra completa se llama Polvo de estrellas y esta primera parte, que
yo la concibo como un libro independiente, se llama: El Silencio de la Noche.
Me gusta que cada libro mantenga su independencia, aunque sí tienen relación el uno
con el otro.
En el libro todo es inventado: no es en Colombia, ni siquiera en este continente, ni
tampoco Europa. Aunque en la historia se ve un estilo de vida europeo, con otra
distribución geográfica. La historia de un niño y una niña, que en un principio no
tienen nada que ver, sus mundos son distintos, pero por cosas del destino se unirán.
No habrá ningún flechazo al estilo de novela mexicana o venezolana, no, no. Es una
cosa más realista, porque siempre existen aspectos que separan a una pareja.
Aspectos externos que impiden que la relación se consolide.
La mamá de la niña es una persona que tiene un carácter inspirado en Catalina de
Medicis. Siempre me gustó ella para un personaje, pues es algo maquiavélica. No le
interesan los sentimientos, sólo el poder.
Por esto, la niña va a sufrir mucho al lado de su mamá, además de estar en medio de
intrigas políticas.
El niño no tiene nada que ver con todo esto. Él es de una familia, no pobre, pero ante la
niña no tiene nada qué hacer y sufre también por lo que pasa entre los países.
Entonces, hay fantasía, política y una historia de amor moderna y actual. No lo quise
hacer muy romántico o con demasiada intriga, pues no lo hace creíble.

A.M.: Te voy a hacer un bombardeo de preguntas. ¿Cuál es el libro que más te ha


impactado?

J.G.: Un libro que me haya impactado fue El Principito. Se que es corto, pero a mí lo que
dice, me impacta mucho.

A.M.: ¿Qué libro no releerías?

J.G.: Comencé a leer Cien Años de Soledad, no lo terminé, no me gustó.

A.M.: ¿Otro escritor aparte de Antoine de Saint-Exupery?

J.G.: A nivel local, me gustan Fernando Vallejo y Héctor Abad Faciolince. A nivel
internacional: Edgar Allan Poe, Oscar Wilde y J.R.R. Tolkien, entre otros.

A.M.: Jorge, catalogar una obra puede ser difícil y a algunos escritores no les gusta
hacerlo, pero yo te pediría que nos orientaras. ¿Tú prefieres catalogar tu texto en
ficción, historia, drama o romántica? O prefieres no hacer ninguna catalogación.

J.G.: Yo diría que el libro es de ficción. De historia no, porque aunque me baso en
ciertas cosas que ha leído de historia, esto es pura ficción.

A.M.: Como nos hablaste de una saga, cuéntanos cómo va ese proceso. ¿Ya empezaste
la segunda entrega?
J.G.: El borrador de la segunda parte está listo. Me falta buscar el corrector y el editor,
pero ahora estoy dedicado exclusivamente a la carrera. Esto ahora es mi prioridad,
por eso lo he dejado de lado.

A.M.: Jorge, muchas gracias y estamos ansiosos de conocer la primera parte de esta
saga, nos dejaste muy intrigados y te deseamos muchos éxitos en la publicación de la
próxima y con las ventas del primero.

Nota: Correcciones realizadas por la autora, para una fácil comprensión.

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