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Oraciones al Corazón de Jesús: Al Salvador traspasado

Abiertos los brazos sobre el mundo e la hora del último don, a nosotros que te hemos traspasado
revelas el misterio del Corazón.

Un golpe cruel de la lanza al exánime costado atraviesa; del fondo fluye sumisa una onda de
sangre y agua.

En el humilde signo se desvela un gran misterio escondido: en la sangre nos salva el amor,
muriendo nos da la vida.

El eterno inefable Amor, que ardía en el Padre y en el Hijo, el amor que acoge y perdona, brota el
Corazón abierto.

Entregas el Espíritu al Padre, desciende con nosotros a la muerte; pero, en un cambio maravilloso,
infundes el Espíritu eterno de Dios.

Tú eres el Salvador prometido que abres las fuentes del agua: espera con alegría la tierra, exulta el
desierto sediento.

Corazón que siempre permanece abierto, paso de pascua, sé la puerta del Padre que viene, orilla
del hijo que vuelve.

Padre que te revelas como amor en el Corazón pascual del Hijo, a ti, en el Espíritu Santo, el canto
de júbilo. Amen.

(F.Duci)

Corazón divino de Jesús

Corazón divino de Jesús, te ofrezco por medio del Corazón inmaculado de María, madre de la
Iglesia, en unión con el sacrificio eucarístico, las oraciones y acciones, las alegrías y los sufrimientos
de este día, en reparación de los pecados y para la salvación de todos los hombres, en la gracia del
Espíritu Santo, para la gloria del Padre. Amén.

Nuestra familia se consagra a ti

Señor Jesús, que en tu Corazón herido revelas tu inmenso amor por nosotros, a ti nos
consagramos para ser a nuestra ve imagen e instrumento de tu amor para cada hombre redimido
por ti y llamado a la vida nueva. NUestra familia, unida en tu nombre, sea fiel a los proyectos que
tienes para ella; viva en la alegría y en tu paz; guste la belleza de poder, renovarse cada día en la
fidelidad, en el respeto y en el amor recíproco; en las pruebas no se deje vencer por el desánimo;
si se aleja de ti, haz que sienta la nostalgia de quien ha abandonado la casa paterna, pero que no
pierda nunca la certeza de tu perdón.

A los padres dales un corazón grande que, a imagen el tuyo, sepa amar, comprender, excusar y
corregir. A los hijos dales sabiduría para escoger el bien y rechazar el mal, y el gusto por todo lo
que es bello, bueno, generoso y fuerte. A las personas ancianas, a los enfermos, concédeles que
no olviden tu bondad y unan la ofrenda de sus sufrimientos a tu oblación al Padre para la Salvación
del mundo.

Señor Jesús, manso y humilde corazón, esta familia se consagra a tu Corazón, porque quiere ser
tuya y cada día te quiere huésped, amigo y Señor. Amén.

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