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Resumen
Se presenta un enfoque temático de cómo se vinculan en los trabajos de Jean Jacqucs
Rousseau la ética y la política, el artículo se inicia con la apreciación del hombre moral
y continúa con la hipótesis sobre el hombre natural y cómo éste sale del estado de
naturaleza, el surgimiento de la sociedad civil, el establecimiento del pacto social, la
voluntad general como soberana, las leyes y la legislación; finalmente, se trata del tema
del gobierno.
Palabras clave
].]. Rousseau; ética; política; libertad; pacto social.
Abstract
The article focuses on the way ethics and politics are put together in Rousscau's works.
His views about man's morals, his hypothesis about the natural man and how he !caves
the natural state, the making of civil society, the establishment of a social contraer, thc
general will as sovereign, laws, legislation, and government, are given consideration.
Key words
Ethics; Politics; Freedom; Social Contraer.
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_.. ~ aó
104 }AYIER ALDAMA PINEDO
Introducción
Lo moral'~
Este trabajo pretende hacer una exposición que vaya del aspecto de partida tri'
moral al político en el pensamiento deJeanJacques Rousseau (Ginebra, Estos artícul11:: '"11 •
111
1712- Ermenonville, 1778). Como es bien sabido, Rousseau no es un anima la maltli 1
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escritor sistemático, lo cual, por cierto, no resta méritos a la agudeza materia movi,J.,
de sus observaciones y críticas, ni a la trascendencia de sus propuestas. el hombre e> ltl' 1
' .
Vista esta situación, optamos no por hacer una exposición cronológi- sustancia inm.tlr 11¡1'
ca, sino, más bien, temática, así empezamos con el tema del hombre
como ser moral, expuesto en el Libro IV del Emilio (1762), para luego ' lil
El prnnr1
considerar al hombre natural, la ruptura con la condición natural y la caracterizada
sociedad civil, temas tratados en Discurso sobre el origen y los fundamentos le dota de
sobre la desigualdad entre los hombres (17 53); en tercer lugar, nos referire- luntad ·
¡,li
mos al pacto social, la voluntad general como soberana, las leyes y la ,,·'
legislación, y, finalmente, al gobierno; todos estos temas se tratan en El 1/ ,,11 1
Podría pensarse que debimos empezar con el tema del hombre "11' 1
natural, pero hacer esto hubiese sido cortar un vínculo que se establece nlnw!i'¡l· 1
.. ¡1' 1,1
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entre el Discurso sobre el origen y los fundamentos sobre la desigualdad entre los 11
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hombres y El contrato social; la primera obra trata del antes y el origen de
la sociedad civil, la segunda se refiere nuevamente al origen y al proble- 1
ma que plantea la aparición del Estado: cómo preservar esta asociación 2
3
]AVIERALDAMA PINEDO ÉTICA Y POLíTICA EN }EAN }ACQUES RoussEAU 105
;e qtle debimos empezar con el tema del hombre El que lo puede todo, sólo puede querer lo que es bueno. Entonces
;tohubiesesido cortar un vínculo que se establece el ser soberanamente bueno, porque es soberanamente poderoso,
elorigen)losfundamentos sobre la desigualdad entre los también debe ser soberanamente justo, sin lo cual se contradecirá
.,¡.la primera obra trata del antes y el origen de (sic) a sí mismo, porque el amor del orden que da origen al orden
oc¡,,
ndaserefiere nuevamente al origen y al proble- 1 Cf. Jean Jacques Rousseau, Emilio o la educación, Libro IV, p. 252.
gu10·nde1Estado:
I!IC
cómo preservar esta asociación 2 Cf. ob. cit., p. 253.
3 Cf. ob. cit., p. 259.
IIP
•
106 }AVIER ALDAMA PINEDO
•
se llama "bondad" y el amor del orden que le conserva se llama Corno consecuencia de esltt'
"justicia". (Rousseau 2002: 260) que en todas las naciones del r":nu
mismas ideas de justicia Y hor¡esli1l1'1'
El tercer artículo está referido al hombre, lo presenta constituido de moral y las mismas nocion(;:s d1l
de dos sustancias: cuerpo y alma; después de Dios, la especie humana es
lo mejor y superior en la naturaleza. Sin embargo, debido a su dualidad La conciencia1nose equiv--~ca,
inherente, el hombre es activo y pasivo, libre y esclavo; su ser activo bio, la razón puede proceder
proviene de su voluntad, que para ser tal tiene que ser libre; su ser pa- mente, cuando nos pennite
sivo proviene de su constitución material que le hace, si él lo permite, pues el amor al bienes innato), P(;:ro
ser esclavo de los sentidos y las pasiones. La libertad del hombre hace cuando nos engañaoonsus suril~zas
posible que él pueda obrar fuera del sistema ordenado por la Providen-
cia. Dios quiere que el hombre use de su libertad y que siga lo que su La diferencia entre el "buelll'l
conciencia le indica; por tanto, el mal moral es totalmente producto del referencia del individuo. Si el
obrar humano. es bueno: "Entonces est:'1 coor~in:ill'l'' ,1 _
que es Dios y con refermcia a todll11''
En el hombre, además, existen dos inclinaciones innatas que con- las criaturas :, (Rousseau ,1002
_ : 270 )'''. ¡11'1
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vienen a su naturaleza: preferirse a sí mismo y el sentimiento de justicia4 con referencia a si misnl 1J, se c~:mvil'l\ 1
-o principio innato de justicia y virtud-, a este principio también lo
denomina Rousseau: conciencia. Estas dos inclinaciones se presentan
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en el campo afectivo y se vincul~n con otros afectos innatos afines. De 2. El hombre natural 1 :¡l.
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1
tal manera que, el preferirse a sí mismo o amor a sí mismo (afecto re- _¡'' , ..
lacionado con el individuo) se vincula al miedo al dolor, al horror a la En este tema cii'II'Lto ele '1' ( , ,-,
muerte y al deseo de bienestar. Y el sentimiento de justicia o conciencia habría sido el hombrl' n:1t ural, el ¡1 11' ' ,
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(afecto relacionado con nuestros semejantes) se vincula con el amor a lo n1 stqmera entre los h:IIJ' bres tnás p1 1 ,i' ,1,.,,, / • ,, ,
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bueno y el odio a lo malo. 1( • ' . • ' '~i.'¡,l,t'.::',,, ('',:1 '~
5 ¡Conctencia, concienw, dllin<J mst::into¡ 1~ .¡1 ],¡,t·' ,. b
¡,1 1''' : -~'
norante y débil pero inl:·li¡ellhl y libt-e, ¡uel : i''.l
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Es de observar que Rousseau no parte ni de ideas innatas ni de hombre semejanteaOit1' [11 onstitltyesl~e~',/~. . , '
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1
acciones; sin ti nadasiclilli en irl.J que me elc · c· 1il¡i'Jil
1
1.·11)
la razón, pues considera que empezamos a existir como seres que senti- 6 "La concienciaeslavo¡¡lrl•h'''t. ... ". C)b, cit/,¡1
mos y que nuestra afectividad es anterior a nuestro entendimiento (o 7 Afirma, además, Rous"··"' :¡ne sin Di as [a ar' '
1
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ÉncA Y POLíTICA EN }EAN }ACQUES RoussEAU 107
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\et1 que le l·n~'''va se llama Como consecuencia de estos afectos innatos, sostiene Rousseau
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que en todas las naciones del mundo y en todas partes se encuentran las
mismas ideas de justicia y honestidad, así como los mismos principios
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j¡ombre, lo ~f!ll'llta constituido de moral y las mismas nociones del bien y del mal.
11 ·.s de Dlos, l&tí[leciehumana es
11
,~ 111 bargo, J¡[¡il[o asu dualidad La conciencia5 no se equivoca, pero sí puede su voz ser acallada6; en cam-
libre y f'!d,,vu; su ser activo bio, la razón puede proceder de manera correcta o incorrecta; procede correcta-
nd 1icne qnurlibre; su ser pa- mente, cuando nos permite conocer el bien (que no es lo mismo que amarlo,
que le hM~, si ello permite, pues el amor al bien es innato), pero también puede proceder incorrectamente
1 a !ibeHad del hombre hace cuando nos engaña con sus sutilezas para no escuchar a la conciencia.
1:1 orde 1n!d,, por la Providen-
"i,1 libertad Vque siga lo que su La diferencia entre el bueno y el malo depende del punto de
fll' ,, ,¡[es tot ,dnit'llte producto del referencia del individuo. Si el individuo coordina con Dios y el todo,
es bueno: "Entonces está coordinando con referencia al centro común,
que es Dios, y con referencia a todos los círculos concéntricos, que son
¡11, linaci< 111''' innatas que con- las criaturas" (Rousseau 2002: 270) 7• El malo, en cambio, coordina todo
' ycl sculimiento de justicia4 con referencia a sí mismo, se convierte en el ceri.tro de todo.
"I'Ste ¡11incipio también lo
indin;u iones se presentan
alcct< ,., innatos afines. De 2. El hombre natural
;unnr a si mismo (afecto re-
it•,lll a 1 dolor, al horror a la En este tema el punto de partida es un estado hipotético: cómo
de jn.1ticia oconciencia habría sido el hombre natural, el hombre que ya no puede encontrarse
~.:.I'Vinculaconelamor a lo ni siquiera entre los hombres más primitivos8 , pues éstos ya han logra-
5 "¡Conciencia, conciencia, divino instinto; inmortal y celeste voz; gu fa segura de un ser ig..
noranre y débil pero inteligente y libre, juez infalible de lo bueno y de lo malo, que haces al
ni dl' illeas innatas ni de hombre semejante a Dios. Tú constituyes la excelencia de su naturaleza y la moralidad de sus
acciones; sin ti nada siento en mi que me eleve sobre los animales ... ". Ob. cit., p. 268.
~11'.1ir 1·omoseres que sen ti-
6 "La conciencia es la voz del alma ... ". Ob. cit., p. 264.
~ 1111estro entendimiento (o 7 Afirma, además, Rousseau que sin Dios la acción moral pierde sentido: "Si no existe la Divi-
nidad, entonces sólo discurre el malo, y el bueno no seria más que un insensato." !bid.
8 "Pues no es tarea fácil la de desentrañar lo que hay de original y de artificial dentro de la actual
Naturaleza del hombre, y de conocer un estado que ya no existe, que a lo mejor nunca existió."
l,nnbre c;tiimpresa la máxima: Sé J. J. Rousseau. Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres, p. 28.
Jidna: " ... lajmticia humana consiste "Los tiempos que voy a mentar son muy lejanos: ¡Cuanto has cambiado de lo que eres! Es por
il todos curnta de lo que les ha asi decirlo la vida de tu Especie la que voy a descubrir según las cualidades que recibiste, que
tu educación y tus hábitos han podido depravar más que no lograron destruir." !bid., p. 37.
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do constituir sociedades. Incluso, según la narración bíblica, el primer Por tanto, es en este sentimienton~tura
hombre del que se habla no es ya un hombre natural, pues ha recibido de la repugnancia que cualquier nOinbr
luces y preceptos. independientemente de las máxim~¡de
63).
El comportamiento y las obligaciones del hombre natural no se
guían por la razón, sino por dos principios previos al desarrollo de ésta: El hombre natural ve gener;~[mei
(i) el deseo de bienestar y de la propia conservación, y (ii) la repugnancia vería cualquier animal de otra e¡recie-
a ver sufrir o perecer a cualquier ser sensible. Si no hace daño al seme- Rousseau considera a este hombrenatur
jante no es porque se trate de un ser con razón, sino por ser alguien con llega aún a constituir una famili~niat
sensibilidad. con otros hombres; no conocenil~van
cio; ni tiene noción de lo tuyo olomic
El estado del hombre natural 9 es premoral, no es ni bueno ni malo, deseo de venganza (salvo como re¡rues
no tiene vicios pero tampoco virtudes; el instinto le proporcionaba las Este hombre vagaba "por los bo¡quessir
facultades que le permitían vivir en el estado natural. El hombre natural micilio, sin guerra y sin relaciones,¡in k
no es malo, porque sus pasiones son apacibles e ignora el vicio. jan tes como sin ningún deseo dererjudi
nunca a ninguno individualmente.. "(R
La única virtud natural es la piedad, la misma que es universal y
"tan natural que las mismas bestias manifiestan a veces sus signos sensi- Siendo la vida de estos hom\res>i
bles" (Rousseau 1970: 61). La piedad tiene tal fuerza propia que incluso de los mismos alimentos, viviendodei:l
a las costumbres más depravadas les resulta difícil destruirla. Además, la mismas cosas que los demás, la diierenci:
piedad es una cualidad de donde dimanan todas las virtudes sociales: la hombres era mínima.
generosidad, la clemencia y la humanidad; también son aplicaciones de
la piedad, fijada sobre un objeto particular, la benevolencia y la amistad. Todo lo manifestado, sinemlx1t~11 •
rendas entre el hombre natural¡el:i!lill
9 "El estado de naturaleza es socialmente, para la colectividad, un estado puramente hipotético;
ferencias: (a) el hombre se distin~uer 111 ¡
pero psicológicamente, para el individuo, puede y debe ser una realidad efectiva, porque es el
estado del sentimiento inmediato, de la espontaneidad activa, de la libertad interior." Rodolfo animal obedece lo que la naturale::lileli
Mondolfo. Rousseau y ia conciencia moderna, p. 38. como libre de asentir o resistir,ent·lt:lli
"El estado natural es anterior a la historia, y así ha podido prolongarse durante largo tiempo
mayormente, la espiritualidadde.ln:~lnnil
en la humanidad sin dejar rastro. Es, pues, inaccesible a la historia, hasta el punto que ni
siquiera puede asegurarse que haya existido nunca. Pero, ¡qué importa!, no por ello deja de ser tingue por la facultad de perfeccinnlllr,
concebible; además, el concepto del hombre natural resulta indispensable para toda especula- las circunstancias desarrolla succlii.lillr
ción sobre el hombre. Incluso si el estado natural no ha existido jamás, y si desde su aparición
nosotros, tanto dentro de la e'prtinnl
en el mundo el hombre ha tenido vida social, sólo partiendo de la noción del hombre natural
se puede dar razón de la variedad de los aspectos del hombre histórico y social, reconstituir 1970: 47-48). Esta facultadquer;t.lill'f
idealmente la genealogía del hombre actual, comprender su mentalidad y su comportamiento. se convierte en la fuente de la'
El método de Rousseau para determinar el estado de naturaleza no es, pues, histórico, sino
por convertir en tirano de si mislllllí'lr
ideológico." ]oseph Moreu. Rousseau y la fundamentación de la democracia, p. 25.
~LDAMA PINEDO ÉTICA Y POLÍTICA EN JEAN }ACQUES ROUSSEAU 109
1, según la narración bíblica, el primer Por tanto, es en este sentimiento natural donde hay que buscar "la causa
l un hombre natural, pues ha recibido de la repugnancia que cualquier hombre sentirá al hacer el mal, incluso
independientemente de las máximas de la educación." (Rousseau 1970:
63).
bligadones del hombre natural no se
prlndpios previos al desarrollo de ésta: El hombre natural ve generalmente a sus semejantes -como lo
opia conservación, y (ii) la repugnancia vería cualquier animal de otra especie- como un igual. Pero, además,
ser sensible. Si no hace daño al seme- Rousseau considera a este hombre natural como un ser solitario, que no
ser con razón, sino por ser alguien con llega aún a constituir una familia ni a establecer relaciones constantes
con otros hombres; no conoce ni la vanidad, ni la estima, ni el despre-
cio; ni tiene noción de lo tuyo o lo mío, ni tiene idea de justicia o del
9 deseo de venganza (salvo como respuesta inmediata al daño sufrido).
1!es premoral, no es ni bueno ni malo,
tudes; el instinto le proporcionaba las Este hombre vagaba "por los bosques sin industria, sin palabras, sin do-
:nelestado natural. El hombre natural micilio, sin guerra y sin relaciones, sin la menor necesidad de sus seme-
son apacibles e ignora el vicio. jantes como sin ningún deseo de perjudicarles, a lo mejor sin reconocer
nunca a ninguno individualmente ... " (Rousseau 1970: 67).
la piedad, la misma que es universal y
ias manifiestan a veces sus signos sensi- Siendo la vida de estos hombres simple y uniforme, nutriéndose
dad tiene tal fuerza propia que incluso de los mismos alimentos, viviendo de la misma manera y haciendo las
les resulta difícil destruirla. Además, la mismas cosas que los demás, la diferencia natural que existía entre estos
dimanan todas las virtudes sociales: la hombres era mínima.
manidad; también son aplicaciones de
¡articular, la benevolencia y la amistad. Todo lo manifestado, sin embargo, no significa que no haya dife-
rencias entre el hombre natural y el animal, Rousseau establece dos di-
ara la colectividad, un estado puramente hipotético;
'• puede y debe ser una realidad efectiva, porque es el
ferencias: (a) el hombre se distingue por su cualidad de agente libre -el
:spontaneidad activa, de la libertad interior." Rodolfo animal obedece lo que la naturaleza o el instinto le ordena-, se reconoce
w, p.38. como libre de asentir o resistir, en esta libertad es donde se manifiesta,
ia, yasi ha podido prolongarse durante largo tiempo
'ues, inaccesible a la historia, hasta el punto que ni
mayormente, la espiritualidad de su alma; (b) el hombre, además, se dis-
do nunca. Pero, ¡qué importa!, no por ello deja de ser tingue por la facultad de perfeccionarse, "facultad que con la ayuda de
1bre natural resulta indispensable para toda especula- las circunstancias desarrolla sucesivamente todas las demás y reside en
\ natural no ha existido jamás, y si desde su aparición
nosotros, tanto dentro de la especie como en el individuo" (Rousseau
1cial, sólo partiendo de la noción del hombre natural
; aspectos del hombre histórico y social, reconstituir 1970: 47-48). Esta facultad que es tan ventajosa, a la vez, en el tiempo,
1al, comprender su mentalidad y su comportamiento. se convierte en la fuente de las desgracias humanas; pues, lo termina
r el estado de naturaleza no es, pues, histórico, sino
fundamentación de la democracia, p. 25.
por convertir en tirano de sí mismo y de la naturaleza.
110 ]AVIER ALDAMA PINEDO
• .
ETI CA Y POLiTJCA EN )EAN Je;
¡'l·l''.f
El hombre natural sale del estado de aislamiento, de las puras sen- Se plantea, entonces, una nueva st[ll ur~c1l
. ,s ¡¡a 11 1 1
saciones y los simples conocimientos cuando entra en relación con los ridos y las mujeres, los padresylosbiJ0'1 ¡31111 .¡ '' 1
ua e ·¡•11
otros 10 • Esto se produce en la medida que el género se extiende y las pe- el amor conyuga1y e1amor paternal. '' C1 que O· ·.
elto 1· 111¡1111
nalidades se multiplican. Las diferencias geográficas y de clima pudieron pequeña sociedad tanto mas unida pt.l ul~ 1 ,
. . lazos"(Ro t.lsleib. r\•l' e~ 1,1[11'
1a l1'b erta d eran sus umcos 11
10 "Esto manifiesta cuán contradictorias resultan las interpretaciones que pretenden hacer a Rous- . . . d d 1
sttuacton, on e e varon . se encarga Je Li'~ore' se ¡11lcll,
seau pedir que volvamos a las cavernas. El hombre históricamente primitivo es un hombre solo, )10'' 9r qc
y lo hace todo únicamente para si mismo. Él es la única unidad que conoce, y por tanto es el
la mujer se torna sedentaria,esquelos Nee1 fl1''
absoluto. Pero tal absoluto se rompe para siempre una vez que entra en sociedad, en la cual el comodidades antes desconocidas,"y éSreJclo/
hombre es no la unidad sino el común denominador, y en ello encuentra todo su valor. Por lo pusieron sin pensarlo y la primerafuer>1e \
mismo deduce Juan Jacobo que la mejor instimción social será aquella que mejor desbestialice al
a sus descendientes." (Ibíd.) / 0.
11 e 1¡1tt
hombre; o sea, que lo 'desnaturalice' (en el sentido de arrancarlo de su simación namral primiti-
va), y que pueda transformar el yo en nosotros, y por tanto convertir el amor propio en amor de ¡leiD ~tJ h
sí. L1 adoración del individuo es para Rousseau el signo más claro de la vida salvaje, aún con el La familia es considerada por Rot.l ~i\\S ~ fJil011 .
refinamiento de quienes lo buscan en las mal llamadas 'sociedades civilizadas'. Esto es, a mi pa- las sociedades y la única natural. Si laJ. fs'n ~~ 1 tt1ca
recer, la mejor refutación de quienes interpretan a Rousseau como el padre del individualismo." 1o,·· or
Alfredo Montemayor. El concepto del hombre en Rousseau, p. 127. Discrepamos de la interpretación cesidad de los hijos cesa es porconvet:'~ J¡d 9
de Montemayor del "hombre namral", pues el mismo no es sino un concepto que sirve de punto derada como el primer modelo de so ~¡e
de partida y no es "históricamente primitivo"; además, tal como lo presenta, el hombre namral
seria un egoísta; por el contrario, "el amor propio" (vid. n.l2) se desarrolla cuando entramos en ¡~.
relación con otros, cuando nos comparamos con otros. 11 Vid. Jean-Jacques Rousseau. Elcontmrosodal, ¡¡:''
JAVIER ALDAMA 1'1~mo ÉTICA Y POLíTICA EN }EAN }ACQUES RoussEAU 111
·--------
oaición natmal exigirle a aquellos hombres diferencias en sus modos de vida, viéndose
v'o impulsados a fabricar sus primeras armas e instrumentos. Junto con
111
;' '' natura1se debe a una conJun-
con¿·tclon
, tra ' estos desarrollos, empiezan a captar ciertas relaciones: grande, pequeño,
11 1
i) l ,¡Jesarrollo de ronodmientos, este desarrollo
fuerte, débil, etc., con esto surge la reflexión o prudencia maquinal.
1l i'.•l
1' i /¡)1' 1.,¡~1 da cualidad diotintiva del hombre: su capa- Entonces se produjo, también, la primera mirada sobre sí mismo (sur-
¡11 ¡1 . •¡·1,
1 .¡~ 1\ ' gimiento del orgullo). Distinguiéndose ya los rangos, se hace posible el
111 ( ,1 "1
1 .1 i¡·l ,¡¡11
L buscar imponerse como individuo.
r 1'11¡1' 1.:1'·
l ,i. l./ la moral noeolarazón, sino las pasiones,
¡:;,1/' la razón se perfecciona. Las pasiones se En estos tratos y con la experiencia que les mostraba que "el amor
fl ll ,·,i1lades yoe desarrollan con relación a nues- del bienestar es el único móvil de las acciones humanas" (Rousseau
, 1
d· ' _,, 11 ,>cimientos, asu vez, se basan en las ideas
1970: 73) se percatan de dos situaciones: la primera, que por interés
, i..''1•'
<'·stasse basanenlossentidos) y muchas común debían contar con la asistencia de sus semejantes, entonces se
1'
''
1' 1
de la paabra,facultad que no está aún unían en rebaño, en una especie de libre asociación; la segunda, cuando
No sepuedetratardelas ideas generales, cada quien trataba de sacar ventaja, entonces había que hacer uso de la
, ¡,,!'a labras; el entendimiento sólo capta las fuerza, de la destreza o de la sutileza. De esta manera, se fue adquiriendo
o:;iciones; de tal manera que, los seres una idea sobre los compromisos mutuos y la ventaja que conllevaba su
¡''¡,·den concebir mediante el discurso. cumplimiento.
. ·l ··stado deaiolamiento, de las puras sen- Se plantea, entonces, una nueva situación al vivir reunidos los ma-
dril tos cuando entra en relación con los
ridos y las mujeres, los padres y los hijos, surgen nuevos sentimientos:
j!wdidaqueelgénero se extiende y las pe- el amor conyugal y el amor paternal. "Cada familia se convirtió en una
ihm~ncias geograficasyde clima pudieron pequeña sociedad tanto más unida puesto que el cariño recíproco y
la libertad eran sus únicos lazos" (Rousseau 1970: 7 5). En esta nueva
·~•\dtanlas interprtrncionesquepretenden hacer a Rous- situación, donde el varón se encarga de buscar la común subsistencia y
1'11 >ombre históriomtnte primitivo es un hombre solo,
t';l es la única unidad que conoce, y por tanto es el
la mujer se torna sedentaria, es que los hombres se empiezan a procurar
dcmpre una te! que entra en sociedad, en la cual el comodidades antes desconocidas, "y éste fue el primer yugo que se im-
oominador,ymellotncuentra todo su valor. Por lo pusieron sin pensarlo y la primera fuente de los males que le prepararon
· ¡¡,,, irución soculitciaquella que mejor desbestialice al
a sus descendientes." (lbíd.)
·.cntido de arrancarlo de su situación natural primiti-
ltls1yportantoconvertirel amor propio en amor de
el signomi>clarode la vida salvaje, aún con el La familia es considerada por Rousseau 11 como la más antigua de
., llamadas 'sociedades civilizadas'. Esto es, a mi pa-
las sociedades y la única natural. Si la familia subsiste luego que la ne-
Rousseaucomoel padre del individualismo."
"' Rousseau, p. 12). Discrepamos de la interpretación
cesidad de los hijos cesa es por convención. La familia puede ser consi-
··lmismonoellinounconcepto que sirve de punto derada como el primer modelo de sociedad política: el padre como el
•"; adernas, tal como lo presenta, el hombre natural
(vid.n.ll)sedesarrolla cuando entramos en
11 Vid. Jean-Jacques Rousseau. El contrato social, p. 29.
9.:
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112 }AVIER ALDAMA PrNEDO
ÉTICA yPOLi11tA 111
jefe y los hijos como pueblo donde todos nacen libres e iguales, y no Esta situaciónesenb~¡¡r!í
enajenan su libertad, sino por utilidad común. Pero, la sociedad civil salvajes conocidos¡ situación en
no sale del poder patria~cal, más bien este poder obtiene de aquélla su los brutos y del hombrecivil,\¡¡¡h·
principal fuerza. aún, por la piedad naturalconr
época, entre la indolencia aeJ
Cuando los hombres tomaron un asentamiento más fijo se fueron propio, debió ser, según Rou 5srJ 11
reuniendo en varios grupos para constituirse, finalmente, en el territo- como la juventud de la huma¡ 1
rio de una nación particular; unida por costumbres y caracteres, por el perfección del individuo, ret¡¡ 1,l
mismo género de vida, de alimentación y bajo los efectos del mismo tipo
de clima. En este tiempo, se agudiza la consideración de la existencia de Este segundo nivel en el 1
objetos diferentes y se hacen comparaciones, "se adquiere insensible- cuando la necesidad del otros,· 1
mente la idea de mérito y de la belleza que producen los sentimientos dejó de ser ocasional parah:¡ct'l 11
de preferencia" (Rousseau 1970: 76-77). Surge el sentimiento del amor, apareció y se instauró la ptilllk .,1, 11 1
volvió en una ofensa porque con el mal resultante de la injuria el ofendido ocurrió decir «Esto es miP1' '"} 1'11 ''''' • i ¡'J¡
como para hacerle caso, f111' 1·l- 1 ~' 1 ''\1'"• l/,¡r
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1. 'í
veía en ella el desprecio a su persona, a menudo más insoportable que el
propio mal. (Rousseau 1970: 77) 12 vil." (Rousseau 1910: 1 1 1 _ J_·. i. 1
·.1 ,/
1
. 1~; ll'i
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¡l¡r' '
Con el desarrollodelii.J\ ,.nJo¡ '¡l,¡~/ ',
1 1
rior igualdad; la desigual¡i:J,l¡¡_..atur:l ¡¡ 1' ,· 1 ,1· ,. ·
12 Es de observar que en la nota final 15 [p.l52] de la edición que empleamos, nota correspon· b' ¡·11 ,1
diente a la p. 60 en la que Rousseau critica a Hobbes, se distingue con claridad entre el amor una mayor influencia, pc!l" "•111 i1 ',¡¡ll
a si mismo y el amor propio: por las circunstancias, se ¡:rll" 1-:;::aron
"No hay que confundir el amor propio con el amor a sí mismo, pues son dos pasiones sumamen·
te diferentes por su naturaleza y por sus efectos. El amor a si mismo es un sentimiento natural 13
que conduce a cualquier animal a velar por su propia conservación y el cual, guiado en el hom·
bre por la razón y modificado por la conmiseración, produce la humanidad y la virtud. El amor
propio no es más que un sentimiento relativo, ficticio, y nacido dentro de la sociedad y que lleva
a cada individuo a hacer más caso de si mismo que de cualquier otro, que inspira a los hombres
todos los males que se infieren mutuamente y que constituye la verdadera fuente del honor."
-------=-----
-
ÉTICA Y POLíTICA EN }EAN ]ACQUES RoussEAU 113
~
libres e iguales, y no Esta situación es en la que se encuentra la mayoría de los pueblos
(t(}dos
~
<td co
este J :
J'rr~, la sociedad civil
pbttene de aquélla su
,. e cualyllier f ¡:( en el estado natural, es respetable en el estado civil." El contrato social, p. 43.
<>nstiruye la j
~ ~
•
114 ]AVIER ALDAMA P!NEDO
entre los individuos. A su vez, este progreso llevó al desarrollo de nues- lidad. El deber sucedió al
tras facultades: memoria, imaginación y razón. Se establecieron rangos hombre empieza a
no sólo respecto a los bienes materiales y físicos, sino con respecto a lo convierte así el hombrnn
espiritual 14 : belleza, destrezas y talentos; y debido al reconocimiento que
tienen estas cualidades, pronto se tuvo que tenerlas o fingir tenerlas. Con la herencia
"Ser y parecer se convirtieron en dos cosas totalmente distintas y de tener los pobres la
esta distinción salieron el fasto imponente, la malicia engañosa y todos acción a esto fue que
los vicios que los acompañan" (Rousseau 1970: 82-83) 15 • El hombre se como derechos sobre los 1111''1' l
·,11 1
volvió más dependiente de la naturaleza; pero, aún, mucho más depen- los ricos, al derecho de P'"l' 1 ~
diente de sus semejantes. desorden y el sílenciamirllli'
los ricos, el bandolerism11,lr
Además, hizo su aparición la ambición y con ésta la pasión por ambiciosos ymalos." (Roll'''r~ 11
incrementar la fortuna, más que como una verdadera necesidad para
situarse por encima de los otros; así se propicio, también, la inclinación Surgió así, el enfn·ni:Jil111
por perjudicar al otro; "en una palabra, competencia y rivalidad de una derecho del primer ocup:111 1' ·
. 1>•
parte, y de la otra, oposición de intereses, y siempre el deseo disimulado proyecto sumamente mc1 l 11·' '
de aprovecharse en detrimento de los demás. Todos estos males son el de paz, a los cuah tülh
primer efecto de la propiedad y el inseparable cortejo de la desigualdad poder supremo que gobcrn,l'3 ,
·JI 1
y mantuviese asil.', miemhl'~··'
Con respecto al aspecto moral, la transición del hombre del estado
natural al civil, produjo un cambio notable, pues sustituyó en la con- Tal fue op11d" ser d
ducta del hombre la justicia al instinto y dotó a sus acciones de mora- dieron nueva1. cadenas ;¡! ,
1
.
lrl\l 11 1\ 1
14 "El espíritu, como el cuerpo, tiene sus necesidades. Éstas hacen los fundamentos de la socie- ley de la pr11pkdml yde (/ , ¡"' 1' /
dad, las otras hacen su atractivo. Mientras que el gobierno y las leyes subvienen a la seguridad " h'.
non 1 1''' ,1,1· """. 11'
ICitlllnun dcreer" , ·'
1
y al bienestar de los hombres congregados, las ciencias, las letras y las artes, menos despóticas ', . J.·¡k 1 ¡¡]TI]
a m bICIOSOSOIIjl'l:aron lll .\ 1,1 1
1
•
'11'
y más poderosas quizá, extienden guirnaldas de flores sobre las cadenas de hierro de que están 1 ril
1
j.'r 1'
cargadas, ahogan en ellos el sentimiento de esa libertad original para la que parecían haber trauajo 1 ala :n vidumbr~' \ 11
1 1
nacido, les hacia amar su esclavitud y así forman lo que se denominan pueblos civilizados. La ¡ill'jl\r /
necesidad alzó los tronos; las ciencias y las artes los han afirmado." Jean Jacques Rousseau. , , ' a soctc''J·¡l¡rr'
En pnncrp1", J
, 111 ,·IIIJl',,.J
,
.
·
1
"Discurso sobre las ciencias y las artes" en Obras Selectas, pp. 177-178. 18
15 El progreso, ciertamente, propició la aparición de las ciencias y las artes, pero el trasfondo que ve en les que todos :.r' "•mpro¡ílcti' ;'
t
éstas Rousseau es, en gran medida, el amor propio: "La astronomía ha nacido de la superstición; la
elocuencia, de la ambición, del odio, de la adulación, de la mentira; la geomettia, de la avaricia; la física, 16 Vid. El contrato,,,,;,,¡, p. 41.
de una vana curiosidad, todas, la moral incluso, del orgullo humano. Ciencias y artes deben, pues, su 17
nacimiento a nuestros vicios; menos dudosos estaríamos de sus ventajas si lo debieran a nuestras virtu- 18
des." Jean Jacques Rousseau. "Discurso sobre las ciencias y las artes" en ObraSelectas, pp. 189-190. convenciones. y,,¡ 1'!
,-
AMA PINI'IIt) ÉTICA Y POLÍTICA EN }EAN }ACQUES RoussEAU 115
·""y---
i,\'Y
¡:
, rogresoll,·v" ¡¡J , , . ,¡¡1, de nues- lidad. El deber sucedió al impulso y el derecho al apetito. Es cuando el
v11 , e . ·
,,<'1 ,¡{>ll y ra~<~n. , ,,.,. .,¡ ·.lrHill rangos hombre empieza a consultar a su razón antes que a sus inclinaciones; se
·s y lrsrcos, :,¡¡ 1, 1 l~ipccto a lo convierte así el hombre en un ser inteligente 16 •
,,;¡y dl'l>id,' al w_ )illticnto que
¡tl\'ll que tl'llt'!la§ i~n¡lr tenerlas. Con la herencia se consagró la separación entre ricos y pobres, sin
IP·' cosas toLduw¡ifRielllltas y de
1
tener los pobres la posibilidad de poder salir de su mala situación. La re-
¡r¡
1 ÉTICA Y POLíTICA EN ]EAN ]ACQUES RoussEAU
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} La esclavitud es contraria a la naturaleza, por tanto, el derecho
se tuvo , 1t ¡~ Fí~IIJUe era
de esclavitud es nulo. Las palabras derecho y esclavo son contradictorias
')' ,¡entes y ,¡,~~l.íwHemu~
yCV ·
,c0 . erara l'(ltdl;~~I,,Hrtoridad
11 entre sí y se excluyen mutuamente 22 •
11 . ¡tSI 0 . .... ,
1 11 . P'¡eblos ,.¡¡""!!JDftillpenores
En cuanto a la vida, siendo ésta tan inalienable como la libertad,
. ¡,rr' ,0er sus 1,¡,.,.,;¡Mitlrcrtades
¡rile" ocurre que una vez constituido el pacto social; el soberano debe poder dis-
1y 1'
poner de la vida de sus asociados, pues el hombre tiene derecho a arries-
gar su propia vida para conservarla. El que quiera que los demás cuiden
1111
¡,,,¡,· 11 u los h.•.•. ,
,1
"'jl·' inclina-
0tradent <"' • ft,rla que el
liol de conservar su vida, debe estar dispuesto a ofrecer su vida por ellos.
' lid,!( .·.¡·
. rante d 1u ' 1 llr'ltzado, y
.• J, 1 La naturaleza del contrato no podía ser irrevocable, pues no exis-
. sujeciút• "~ ·¡l;lospue-
1111''
1
:. tiendo poder por encima de los contratantes, cada parte tenía derecho a
[1JCluso d a nll•l"'ITece el
renunciar al contrato; pero, las disensiones e innumerables desórdenes
h.i 11 rbre, al lllq~rl1 illrirrroya la mostraron que los gobiernos humanos necesitaban de una base más sóli-
da que la sola razón. Era necesario, además, que la autoridad divina inter-
viniese para dotar de carácter sagrado e inviolable a la autorid<Jd soberana
Ctli\V('l ,, !tiillhrldnstitu-
y que privara a los sujetos del derecho de renuncia a su antojo. Aquí es
cscnci:.l,··, ,j¡l<n.rlllfaleza,
cuando la religión, según Rousseau, muestra su utilidad en lo político.
rlhomlltT, ,, ,.ii!!J,rn:rjenesu
. jjti'S TC'Illllll Hli!lliitlldición Las formas diversas de gobierno se debieron a las diferencias entre
11 ,kspojarst· ,¡,. fllhlr,bd 11 •
los individuos en el momento de su institución. Todas las magistraturas
fueron al comienzo electivas; pero con la aparición de las dificultades,
natm:d ~!~~~~~~.1tnbio la
1
rivalidades, facciones, guerras civiles, y el sacrificio de los ciudadanos
limites [;¡,, t t.i!lillilrdividua- por la supuesta felicidad del Estado; la situación fue aprovechada por
1r~llmt:ld 1:,·t .~¡¡ll.rlibertad los principales para perpetuarse en su cargos. El pueblo, acostumbrado
~ 1 .irnisn¡" y ,..¡¡¡[,,¡uclaley por aquel entonces a la dependencia, al descanso y la comodidad de
la vida, aceptó incrementar su servidumbre a cambio de tranquilidad.
Fue así como los principales empezaron a considerarse propietarios del
Estado, y a los ciudadanos empezaron a tomarlos por esclavos.
por el arbitrario; "de tal manera que la condición de rico y pobre fue El contrato social tiene, en el f, 111''l• ,,i• .. 1
autorizada por la primera Época, la de poderoso y débil por la segunda, nación total de cada asociado con tculr/1''
y, por la tercera, la de Amo y de Esclavo; que es el último grado de la entera" (Rousseau 1999: 38). De esta 11i'1' '
desigualdad ... " (Rousseau 1970: 96) todos, cada uno Pone su persolla y ¡ )( ,,l,,l }·'
tad general y se hace parte indivisible ,¡,11 ',1•) 1
vación son la fuerza y la libertad de cada hombre. Esto generaba el pro- o soberano; denorn.inado Estado cuanJ· 1'
blema de cómo podrían los hombres comprometerse, sin perjudicarse y .
cambio, co1ecttvarnente reCJ'b ett el rwn··1)
sin descuidar las obligaciones para consigo mismos. Expresado esto en recibe el nombre de ciudadano y de .
otros términos, se refiere a cómo: 24
leyes del Estado · Cada individuo, conl'':.
se halla obligado: (a) como miembro
"Encontrar una forma de asociacton que defienda y proteja con
lares y (b) como miembro del Estado
la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por la 11
,k"
cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y '·1111
permanezca tan libre como antes" (Rousseau 1999: 37). Este es el El pacto fun damental no destruye··1,1•
problema que el contrato social pretende solucionar 21 • trario, sustituye la desigualdad física
los hombres, por una igualdad I.Qoral
23 ¿Cómo conciliar la libertad con la autoridad? Según lsaiah Berlin, Rousseau propiamente
a ser iguales por convención Yderecho''
no es un contractualista, pues considera que en su pensamiento la libertad no es negociable,
es un valor absoluto, igualmente, considera que en Rousseau la pregunta ¿cómo debo vivir? la libertad negativa o libertad del agent~ con
es muy importante. La respuesta la ofrece por el lado de las reglas de vida que tampoco son puedan imponer otras personas; por ~1
convenciones, sino algo inherente al hombre, "reglas sagradas que no son obra del hombre, representante de la libertad positivo oro'nántica ,
sino que son eternas, universales y absolutas". Luego, la solución que encuentra Rousseau no independiente de los individuos o
es: "Libertad y autoridad no pueden entrar en conflicto pues son sólo una; coinciden, son el para Rousseau lo importante es qoe el
anverso y el reverso de una misma medalla. Hay una libertad que es idéntica a la autoridad, y bro de una comunidad política. Consideramos
es posible tener una libertad personal que es la misma como un completo dominio por parte Desde la perspectiva de Berlín ¡podrin liegarse
de la autoridad. Cuánto más libre se es, más autoridad se tiene y también más se obedece; sociedad carcomida Por la corruprioll?,
cuanta más libertad, más dominio. tivo en una sociedad anómica! Desde hr
¿Cómo puede alcanzarse este misterioso punto de intersección? La solución de Rousseau es puede devenir de manera realista en 1"
que, a fin de cuentas, la libertad simplemente consiste en que los hombres deseen ciertas cosas aunque este tipo de tergiversacione.s 11.0
y no se les impida conseguirlas. Entonces, ¿qué desean? Lo que yo necesariamente deseo es todas maneras Ynadando conrra la'' '!t-iente
aquello que es bueno para mí: lo único que satisfará mi naturaleza. Desde luego, si yo no sé ideas que presenta Rousseau mantÍl'i!c 0 su
lo que es bueno para mí, entonces cuando consigo lo que deseo, sufro, porque resulta que no efectivo de sociedades en crisis.
es lo que en realidad había yo deseado. Por consiguiente, sólo son libres aquellos que no sólo 24 Vid. ob. cit., p. 40.
desean ciertas cosas sino que también conocen lo que, en realidad, es lo único que los satisfa- 25 El pacto social "establece entre hri"<tadanos
rá." Cf. lsaiah Berlin. La traición de la tibertad, pp. 50-63. El punto de vista de Berlín postula mismas condiciones Ytodos gozan dr icl.énticos
119
r
lp\MA J'u.,11'11 ÉTICA Y POLíTICA EN }EAN }ACQUES RoussEAU
f
'
~~
1 ue la 11i111IKión de rico y pobre fue El contrato social tiene, en el fondo, una sola cláusula: "La enaje-
. 1~
/'jade P' <>d,rlllo¡debil por la segunda, nación total de cada asociado con todos sus derechos a la comunidad
/i'\clav•o;,¡ueeselúltimo grado de la entera" (Rousseau 1999: 38). De esta manera, la condición es igual para
1;¡1 .¡ec
todos, cada uno pone su persona y poder bajo la dirección de la volun-
1 \• ·' 1
r' .1 1,1·1· ~o
· 1' 1 "V tad general y se hace parte indivisible del todo. Así, la persona particular
l'/,111¡'11
11.1¡ de cada contratante se constituye como miembro de una asamblea que,
11·/
a su vez, constituye un cuerpo colectivo, que en el acto de constituirse
, bre s<· vio obligado a abandonar su recibe un yo común, vida y voluntad.
1 1111
) 110do dl'tonservación que el sumar
11''1
'' : pale:, in>~rumentos para su conser- Esta persona pública constituida es la República o cuerpo político
,111111
1' ,¡,\ccada h11mbre.Estogeneraba el pro-
1
o soberano; denominado Estado cuando es activo. Los asociados, en
111 • co111p111111eterse, sin perjudicarse y cambio, colectivamente reciben el nombre de pueblo, cada asociado
1 S i¡~"mbmos. Expresado esto en
con
1"1
recibe el nombre de ciudadano y de súbdito por estar sometido a las
leyes del Estado 24 • Cada individuo, como resultado de esta asociación,
se halla obligado: (a) como miembro del soberano para con los particu-
",,,1, iórt '11"' cleiienaa y proteja con lares y (b) como miembro del Estado con el soberano.
!· 1
,., hiefl<''· ,\nada asociado, y por la
no ,¡".,bcasino así mismo y
El pacto fundamental no destruye la igualdad natural, por el con-
(R<lll ;e,m ~~~~: 37). Este es el
trario, sustituye la desigualdad física que la naturaleza establece entre
tholucionarll.
los hombres, por una igualdad moral y legítima; por la que todos vienen
,\1 Se¡:llll hian Berlin, Rousseau propiamente a ser iguales por convención y derecho 21 •
,. 11stt 1""'Jmiento la libertad no es negociable,
c11 ¡cómo debo vivir? la libertad negativa o libertad del agente con respecro a las restricciones que le impongan o le
cll."l"'lela~reglas~vida que tampoco son puedan imponer otras personas; por el contrario, considera a Rousscau como un peligroso
"rcgl.,, ·;;rau;s que no son obra del hombre, representante de la libertad po.1itiva o romántica , de la libertad para, de la autonomía del gobier-
encuentra Rousseau no independiente de los individuos o del acuerdo al cual éstos puedan llegar como tales, pues
¡·oHIItillll 1 ~¡¡mnsólouna; coinciden, son el para Rousscau lo importante es que el individuo se con1porte como ciudadano, corno nlietn~
ll.>y ,u,.,]thrnuqneesidintica a la autoridad, y bro de una comunidad política. Consideramos que en ambas perspectivas hay puntos oscuros.
'"' 1.1 Jll i~•lll.li!IITIOun completo dominio por parte Desde la perspectiva de Berlín ¿podría llegarse a un acuerdo favorable para el conjunto en una
-~! 11 , ,11 Jitillilnllctieneytambién más se obedece¡ sociedad carcomida por la corrupción?, ¿se podría siquiera llegar a un acuerdo legítimo y efec-
tivo en una sociedad anómica? Desde la perspectiva de Rousseau se sabe que la voluntad genera[
dt· llilmtcción~ La solución de Rousseau es puede devenir de manera realista en la voluntad de un dictador o de un grupo de iluminados;
ciertas cosas aunque este tipo de tergiversaciones no estuviese en el ánimo del pensador ginebrino. De
t· tlt'11'.111~ lo que yo necesariamente deseo es todas maneras y nadando contra la corriente occidental individualista, consideramos que las
11111
,,¡,,l.u.i¡llin<ruraleza.Desdeluego, si yo no sé ideas que presenta Rousseau mantienen su calidad de fuente de inspiración para un cambio
1 i)~~ t l~,qucdeíto, mfro, porque resulta que no
f 1111 efectivo de sociedades en crisis.
··pi!l';!¡:lllr¡¡¡¡-,¡ó!osonlibresaquellos que no sólo 24 Vid. ob. cit., p. 40.
l•> 'i"''"""liuad,esloúnico que los satisfa- 25 El pacto social "establece entre los ciudadanos una igualdad tal que todos se obligan bajo las
1,1,. '>lli>i.flpuntodevista de Berlín postula mismas condiciones y todos gozan de idénticos derechos." Ob.cit., p. 54.
l
4111
1 1
!
de sociedades, la conformidad de esos mismos intereses es lo que ha hecho ¡1' fr
Siendo el Estado una per-sona moni\ 11, ,
1' 1
Afirmo, pues, que no siendo la soberanía sino el ejercicio de la voluntad ge- precisa de una fuerza univcrs~l que muev• 11 .·: , 1
neral, jamás deberá enajenmse, y que el soberano que no es más que un ser sus partes, de 1a manera mas' e: ~nvemen'
' t''l ', ·1 1 ,·
colectivo no puede ser representado sino por él mismo: eljJoder se transmite, al cuerpo político un poder ;ll::,soluto ,/ 1
'
)',111
pero no la voluntad. (Rousseau 1999: 47)
¿11 "'11·
1
Así, si el soberano lo cxi¡: e;, el ciuda ' / 1
Puesto que la soberanía es inalienable, es indivisible; la voluntad ge- al Estado sus servicios, pero ~·1 .ciudadano P',
neral solamente puede ser general. La declaración de esta voluntad cons- que no es útil a la comunid:1d _
tituye un acto de soberanía y es ley. No debe confundirse este acto sobera-
no con un acto de magistratura, éste es particular. No se debe considerar El soberano conoces¡'¡lll .el cuerpo
como parte integrante del soberano lo que es sólo una emanación de él; que lo forman; el conveni11 111 >- es del
por ejemplo, el acto de declarar la guerra no es una ley sino una aplicación cuerpo con cada uno de sil• :::rrüembros,
de la ley; así también ocurre con el acto de ordenar la pena de muerte para tiene por base el contrato:.,~~ i al:
un criminal, se trata de un acto particular, pero en el que la ley se aplica. útil, porque no puede tenl'l "ytro que el
tiene corno garantía la ÍUi'l :;i :_--pública 1
... la voluntad general es siempre recta y tiende constantemente a la uti-
lidad pública; pero no se deduce de ello que las deliberaciones del pueblo
1999: 54). /l
tengan siempre la misma rectitud.
26 Vid. ob. cit., p. 51.
~1
·
1
'
1
¡ctdares ha hecho necesario el establecimiento
1
En tanto que varios hombres reunidos se consideran como un solo cuerpo, Debido a que la fuerza de las cosas
no tienen más que una sola voluntad relativa a la común conservación y al fuerza de la legislación debe siempre prc
bien general. Entonces todos los resortes del Estado son ~Jigorosos y sencillos,
sus máximas claras y luminosas, no existe confusión de interés, ni contra- La República es el Estado regido p1
dicción; el bien común se muestra por todas jJartes con evidencia, sin exigir de su administración. El gobierno legíti
más que buen sentido para ser conocido. (Rousseau 1999: 123)
en él gobierna el interés público.
' reunidos Rs, un solo cuerpo, Debido a que la fuerza de las cosas tiende a destruir la igualdad, la
re11 1, 111 ,,~ ,d,:común conservación y al fuerza de la legislación debe siempre propender a mantenerla.
y sencillos,
La República es el Estado regido por leyes, cualquiera sea la forma
por tOCJ,/.¡ 1 /ull~con evidencia, sin exigir de su administración. El gobierno legítimo es el republicano, pues sólo
conocido •. ¡li,,,,.;eau 1999: 123)
en él gobierna el interés público.
El gobierno debe poder disponer de fuerza para contener al pue- "El cuerpo político, como el< urll"'
blo, pero el cuerpo soberano debe disponer de fuerza para contener al desde su nacimiento, llevando en :.1
gobierno. (Rousseau 1999: 108).
El gobierno es también una persona moral dotada de ciertas facul- En una ciudad bien gobcn,,¡,)!l:
tades; pero mientras el gobierno existe por el soberano, el Estado existe por ir a las asamblea~¡ en un 111<11 .li
por sí mismo. mayor interés, pues se comprendl' 1[ 111 /
· · "D es de que al tratars" 1¡,.l'l ··
d omtnara.
En la persona del príncipe o magistrado se pueden distinguir tres quien diga: ¿qué me importa! EII:·,F'¡"
voluntades: voluntad propia del individuo, voluntad común de los ma- 1999: 113).
gistrados o voluntad de corporación (general con respecto al gobierno,
pero particular con respecto al Estado), y la voluntad del pueblo o vo- Los factores particulares: inti'I 1'11 ' 11
luntad soberana. bierno, en especial, han posibilitadol: ~ : , 1
1
sentantes del pueblo en las asamblc:I)
En una legislación perfecta, la t'oluntad /Jarticular o indit,idual debe ser
representada por ser inalienable, ¡"' '' ,·
nula; la voluntad del cuerpo, propia del gobierno, muy subordinada, y por )i'l
no se representa: es o no es¡ los diputa •
1
consiguiente, la voluntad general, o soberana, siempre dominante y pauta ' . '
stno comtsanos.
.,..·
,. , ,
única de todas las demás. lil'l¡j
¡',1
En el orden natural, por el contrario, estas distintas voluntades hácense " • ¡111¡1,1" ¡
(sic) más activas a medida que se concentra. (Rousseau 1999: 83) La tdea de los representantes es 1i' ¡,;
[1l .'111 1
Es decir, el orden natural es opuesto al que exige el orden social. se deshonra. En las antiguas repúblicas\,'
11
el pueblo tuvo representantes." (Rousse
Pero, así como la voluntad particular tiende a rebelarse contra la ,,
si este esfuerzo se mantiene y aumenta, termina rompiendo el contrato demos que se creen libres tienen ¡il
social; esto ocurre por dos vías: fuere, tan pronto como un pueblo seda
y de ser pueblo." (Rousseau 1999: l!ól·
(1) Cuando el Estado se concentra, y esto ocurre, a su vez, cuando el go-
bierno pasa de un gran número a uno pequeño; por ejemplo, cuan-
do se pasa de la democracia a la aristocracia.
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Ir"'"''"'" wntene;
,e 9 (lO debe diSii'-.¡11111!1 ~lduerza para contener al
al pue- "El cuerpo político, como el cuerpo humano, comienza a morir
desde su nacimiento, llevando en sí los gérmenes de su destrucción."
(Rousseau 1999: 108).
11
¡l 1~,
111
i 11
¡en una persc::_ ,¡Hill"la la otada de crertas
· facul- En una ciudad bien gobernada los ciudadanos se apresuran
existe::- !JI•I'l'uberano, el Estado existe por ir a las asambleas; en un mal gobierno éstas no despiertan
mayor interés, pues se comprende que la voluntad general no pre-
dominará. "Desde que al tratarse de los negocios del Estado, hay
¡ncipe o mag,¡¡ll,¡,[ulepueden distinguir tres quien diga: ¿qué me importa? El Estado está perdido." (Rousseau
11
,1',[1 ria del indiviJ, li!••. 1uluntad común de los ma- 1999: 113).
0
i 1111'
,¡' 1.i0rporac10n•• ( "''~lltl•l1con respecto a1gob'terno,
¡¡i,1IJ .cto al Estad e, u 1.1 voluntad del pueblo o vo- Los factores particulares: intereses personales y abusos del go-
,1·· .,¡''
[1¡1 ¡i
: 11¡1 bierno, en especial, han posibilitado la aparición de diputados o repre-
sentantes del pueblo en las asambleas. Pero la soberanía no puede ser
11·'
!a vo1unta-l
¡,¡
-.
1'·"11'"/aroindividua! debe ser representada por ser inalienable, consiste en la voluntad general y ésta
'! propia de1 .~··1·'·"'''· mu¡subordinada, y por no se representa: es o no es; los diputados no son, pues, representantes,
, Ju,·nera1, o sobe,,,.,lll'lllpredominante y pauta
1:·1'
1
sino comisarios.
,.¡contrario, ...:·;11'' 1/1,1in1ru t•o!untades hácense
,¡uese canee~ 1"1 /11 11meauJ999: 83)
1
"La idea de los representantes es moderna; nos viene del gobier-
no feudal, bajo cuyo sistema la especie humana se degrada y el hombre
llral es opue~·¡",¡[queexige el orden sociaL se deshonra. En las antiguas repúblicas y aun en las monarquías, jamás
el pueblo tuvo representantes." (Rousseau 1999: 114).
untad parti, tll,urienaea rebelarse contra la
,, ir contra_ ,·1 :,,,[:crano. De tal manera que "Expongo únicamente las razones porlas cuales los pueblos mo-
yaument<l., trlnlina rompiendo el contrato dernos que se creen libres tienen representantes ... Sea de ello lo que
fuere, tan pronto como un pueblo se da representantes, deja de ser libre
y de ser pueblo." (Rousseau 1999: 116).
t'Cntra, y e:-;t<''IIUrte asu vez, cuando el go-
1
~ y
..1
1~6 }AVIER ALDAMA PINEDO ÉTICAHOliTICA BN ] EA!\ j\lS:
1
de la voluntad general ¡so O las condi ''I'I'J , i,~
1 1
2. El itombre natural es premoral, pero dispone de una virtud natu- ser libre y de ser pueblo.
¡' 11
/ ,
Calpe, 1977. 1
1;{ '
Al principio la sociedad no acepta más que convenciones generales, se jll•i¡j 1.
ROUSSEAU, Jean-Jacques.Dil,llr.-;:so sobre elorigi'1',,·J i /? •
eligen superiores para defenderse contra los opresores y defender sus . r·111,. •
dad entre los hombdl,11lri- d, EdictOiles ¡,..•'ji¡·111 '.'
bienes, libertades y vidas; pero, debido a la inexperiencia y a múltiples 11
'¡~:> ·1·111 . ¡
problemas que surgen, estas primeras organizaciones devienen en la -------------------- El111111r.ato soc¡a, oar1e· /I/
.. ,(i
1999. 1~1j •. 1
autoridad de unos pocos que terminan por dominar a los demás. ~¡v,\l,
----------------------
Q]. 11 , ¡,.z.!ectas, Madtid, h' ··io!l, 1
,
4. El pacto social tiene como objetivos: defender y proteger a los aso- , 1 ¡a educac¡O··n1¡11'
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 1:1111111 • o ··
ciados y a sus bienes, pero sin esclavizarlos; para lograr esto cada
S.A., 2002.
asociado debe ceder sus derechos a la comunidad entera, debe poner
su persona y poder bajo la dirección de la voluntad general, ser parte
27 Nos estamos refiriendo a los tres articulas de fe del "vicario saboyano" (Cap. IV del Emilio).
JAVIIRALOAMA PINEDO ÉTICA Y POLíTICA EN ]EAN ]ACQUES RoussEAU 127