CONCLUSIONES

Finalizada esta investigación se observó en primer lugar, que la Estabilidad en el

empleo, según las definiciones de algunos autores, es un principio del Derecho Laboral que,

a pesar de sus distintas clasificaciones y caracterizaciones, no afecta la noción general de

ser un principio fundamental y subsistente del derecho del trabajo, el cual es aplicado a

todos los trabajadores. También se observó que los Principios Constitucionales son

aquellos que actúan de forma expresa o implícita dentro del ordenamiento jurídico, los que

se encuentran en forma expresa o escrita como el Principio de Estabilidad Laboral, y son

además considerados Principios Fundamentales.

La Estabilidad Laboral es un Principio Constitucional que proviene de los principios

Generales del Derecho, y se encuentra en la categoría de Principio Fundamental de los

Principios mínimos, que debe tener el Derecho al Trabajo, el cual protege al trabajador en

la relación laboral e impide que el empleador atente arbitrariamente contra el Principio

Fundamental a la Estabilidad Laboral. Sin embargo, se da la posibilidad de definirlo, no

como un principio Laboral, sino como un principio Contractual.

En segundo lugar, se puede concluir que dentro de la dinámica del derecho en

Colombia, el teletrabajo surge como un contrato de modelo especial, que va a regir la

materia laboral; por lo cual, como sugerencia, es indispensable que se introduzcan cambios

al código sustantivo del trabajo, como instrumento regulador de las relaciones laborales y la

mejor manera de hacer esto es con la elaboración del Estatuto único del trabajo. Así, se

podrá proteger a las personas que desarrollan las actividades bajo esta novedosa modalidad

de trabajo.
 Ahora bien, se podría llegar a pensar que el teletrabajo es una forma de expansión

global debido a la utilización de las nuevas tecnologías, rompe con el esquema contractual

existente en el país y con esta nueva forma de contratación lo que se busca es aumentar la

productividad empresarial y bajar los costos en los que se incurre al tener una planta de

personal. En este sentido se puede concluir que en el teletrabajo no se hace necesario el

desplazamiento del trabajador a las instalaciones de la empresa, con lo cual se podría

pensar existe una desventaja porque en esta modalidad pierde el control y supervisión

directo que si son típicos de una relación laboral tradicional.

En tercer lugar, El teletrabajo como nuevo propuesta de modelo de contratación deja

ver la clara intención de la protección del contrato y no de la protección de la continuidad

del trabajador en su puesto de trabajo como garantía del derecho del trabajo y aplicación

del Principio de Estabilidad Laboral en Colombia. Por consiguiente se puede decir que el

contrato de trabajo tradicional se ha ido desnaturalizando y con ello sus efectos jurídicos,

permitiendo que otras modalidades contractuales se apliquen en materia laboral y con esto

se afecten las garantías mínimas que propone el derecho al trabajo afectando directamente

los derechos de los trabajadores.

Si bien es cierto el teletrabajador tiene las mismas garantías de que goza un

trabajador tradicional en Colombia, en referencia a la permanencia en el empleo, no se

puede decir que la Estabilidad Laboral se presenta de forma clara ni en la Ley 1221 de 2008

ni en el Decreto 0884 de 2012, de lo cual se deduce que el dicho Principio se ha presentado

como una mera manifestación jurídica, que busca proteger otros intereses y no favorecer los

del trabajador.
 De esta manera se pude establecer finalmente cual ha sido el desarrollo Jurídico del

principio Constitucional de Estabilidad en el Empleo en la legislación del Teletrabajo en

Colombia y determinar que su desarrollo entra en contradicción con el sentido del principio

consagrado en la Constitución política de 1991.