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INFORMACION NUTRIMENTAL DE LAS CARNES ROJAS

la carne es, junto con el pescado y los huevos, los productos alimenticios
que nos proporcionan una mayor cantidad de proteínas.
Proteínas: en torno a un 20%.

Grasa: la mayor parte de esta grasa es saturada. Representa entre un 15 y


un 20% de la carne.

Vitaminas: destacan sobre todo las vitaminas del grupo B, especialmente


la vitamina B12. También la carne de vacuno joven es rica en vitamina B2.
Minerales: destacan minerales como el zinc, selenio, yodo y fósforo.

Agua: teniendo en cuenta que la grasa representa entre un 15 y un 20% de


la carne, el resto es agua.

Calorías: dependerá de su cocción. Por ejemplo, si la carne es frita o


rebozada, aportará en torno a unas 220 calorías por cada 100 gramos.

La carne es sumamente rica en proteínas. No en vano, cerca del 20% de la


carne es proteína, las cuales son ciertamente indispensables para las
defensas, el crecimiento y la regeneración de los tejidos.
VALOR NUTRICIONAL DE LA CARNE DE VACUNO, PORCINO Y OVINO

La carne es un elemento esencial en la dieta, ya que proporciona a


nuestro organismo gran cantidad de nutrientes:
• Agua: entre un 60 – 80 % de su peso.

• Proteínas: posee entre el 20 – 25 % de proteína, que proviene


básicamente del tejido muscular, parte fundamental de las carnes. La
proteína de éstas es de alto valor biológico (alrededor de un 40% de sus
aminoácidos son esenciales, es decir, que el organismo no puede sintetizar
y por ello deben ser aportados por la dieta) y se necesitan diariamente. Al
aumentar la edad del animal, aumenta la cantidad de tejido conjuntivo y
éste tiene menor cantidad de metionina y otros aminoácidos esenciales.

• Sustancias nitrogenadas no proteicas: en la carne también podemos


encontrar aminoácidos libres, péptidos, nucleótidos, creatina, etc.

• Grasas: El contenido en grasa de las carnes es muy variable, desde un 3


a un 30 % de su composición. La cantidad y calidad de ella depende de
factores tales como edad, sexo, alimentación y zona de la canal.
Aproximadamente la mitad de su contenido en grasas son saturadas
(destacando el ácido palmítico y el esteárico), m 11 insaturadas
predominando los ácidos grasos monoinsaturados (principalmente ácido
oleico -el cerdo es especialmente rico en éste-).

La grasa es uno de los tres agentes palatables de los alimentos por lo que
su presencia en la carne, además de ser vehículo de vitaminas liposolubles
vitaminas liposolubles, hace que podamos diferenciar los distintos tipos de
carne y disfrutar de su consumo.

La carne de los rumiantes, al igual que la leche, es una fuente de ácidos


grasos trans naturales, los cuales, según recientes estudios, no parecen
tener el mismo efecto sobre la salud que los obtenidos industrialmente de
fuentes vegetales para fabricar productos de panadería y repostería que
ejercen un mayor impacto sobre la enfermedad cardiovascular.
Por otro lado, no debemos olvidar que muchos derivados cárnicos, como
los embutidos, suelen tener un contenido graso superior y es por ello por lo
que se recomienda moderar su consumo.

• Vitaminas: En las carnes destaca el contenido de vitaminas del grupo B,


tales como la B1 (tiamina), B3 (niacina), B6 Y B12, además de vitamina A,
en forma de retinol. Las carnes también poseen pequeñas cantidades de
otras vitaminas como la E, el acido pantoténico y la biotina.

• Minerales: La carne es una excelente fuente natural de hierro y zinc de


elevada biodisponibilidad. Aproximadamente entre de un 30 a un 60 % del
hierro de la carne es de alta biodisponibilidad (hierro hemo) y la presencia
de esta en una ingesta del día puede aumentar la absorción del hierro
presente en otros alimentos. Una adecuada ingesta de este mineral juega
un papel muy importante en la prevención de la anemia ferropénica. Por
todo ello, es especialmente importante el consumo de carne para
personas con anemia ferropénica o con riesgo de padecerla ya que el
hierro que obtenemos de los vegetales (lentejas, espinacas…) es
principalmente no hemo, que es de menor biodisponibilidad.

En el caso del zinc, su disponibilidad aumenta también en presencia de la


proteína. Sin un adecuado aporte del grupo de las carnes, pueden
aparecer deficiencias nutricionales de este mineral.

Además, las carnes, contienen cantidades significativas de otros minerales


como cobre, magnesio, selenio, fósforo, cromo y níquel.
TIPOS DE CARNES ROJAS
CARNE DE TERNERA

La carne de ternera destaca por su intenso sabor. Además, con sólo 100
gramos de carne de vacuno por día, cubrimos la mitad de las necesidades
diarias de proteínas que necesita nuestro cuerpo. Pero también aporta
vitaminas del grupo B y fósforo, un mineral fundamental para el buen
desarrollo de nuestra estructura ósea y de nuestro funcionamiento
intelectual.
CARNE DE TERNERA BLANCA.

La carne de ternera blanca es un atractivo producto de lujo que se


caracteriza por ser joven, tierna, fácil de digerir y baja en contenido graso.
La alimentación de las terneras es esencialmente a base de leche (>300
Kg)
CARNE DE TERNERA ROSADA.

Su hermoso color rosado natural hace de ella, una carne muy atractiva y
apetitosa. La alimentación equilibrada que llevan las terneras, ha
generado un producto completamente nuevo. La alimentación de las
terneras es esencialmente a base de forraje (<30 Kg)
CARNE DE CERDO

Algunos cortes, como el solomillo, presentan un bajo aporte en grasas. La


carne de cerdo ofrece ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de
oliva) o poliinsaturados (que protegen el corazón), además de omega 3.
CARNE DE TORO
La carne de toro no se consume de una manera tan popular como los
otros tipos de carnes. Además suele confundirse con la carne de buey. La
diferencia principal entre el toro y el buey es que el toro es un macho
adulto bovino sin castrar. La carne de toro aporta vitaminas B6, B3 y B12,
además de fósforo, selenio y hierro.
CARNE DE BUEY

Si el toro es el macho adulto no castrado, el buey es el macho bovino


castrado. La carne de buey tiene un color rojo intenso, luce compacta y
con grasa entrevenada. Es rica en potasio, fósforo, magnesio y vitamina
B12.
AVES DE CORRAL: PATO Y GANSO

Casi todas las carnes de aves son consideradas blancas, pero hay dos
excepciones: las carnes del pato y el ganso. Ambas presentan un sabor
fuerte y consistente. En el caso del pato, los mayores beneficios se
encuentran en el aporte de aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B
y minerales como el hierro, el zinc o el fósforo.
CARNE DE CABRA

Esta carne roja aporta yodo, sodio y magnesio, además de las vitaminas
del grupo B, zinc y proteínas.
CARNE DE CORDERO

El cordero es una carne típica de muchos países de Europa y de la cuenca


del Mediterráneo. Presenta todos los beneficios de las carnes rojas y, sobre
todo, aporta minerales.

Las carnes rojas que tienen más hierro son la vaca, el buey y el toro. En el
caso del cordero y el cerdo, su clasificación como carne roja o blanca
depende de la edad del animal. Las piezas más jóvenes son más claras y,
por eso, se clasifican como blancas, mientras que las piezas adultas
adquieren el color rojizo propio de las carnes rojas.

Por su alto contenido en hierro, las carnes rojas resultan adecuadas para
prevenir la anemia. De todas formas, los nutricionistas recomiendan
consumirlas de forma moderada porque contienen un alto nivel de grasas
saturadas, que pueden conducir a la obesidad, al aumento de colesterol y
a las enfermedades cardiovasculares.
TIPOS DE CARNES ROJAS
Carne de ternera

Destaca por su intenso sabor. Los beneficios de la carne de ternera son


varios. El primero es que es una carne muy rica en proteínas. Con solo 100
gramos de carne de vacuno diarios podríamos llegar a tener cubiertas
prácticamente la mitad de las necesidades diarias de proteínas que
nuestro cuerpo necesita. La carne de ternera también aporta vitaminas del
grupo B y es rica en fósforo, un mineral muy importante para el desarrollo
intelectual y para la formación de nuestros huesos.
Carne de cerdo

Posiblemente la carne de cerdo sea la que tiene peor fama de todas las
carnes rojas, aunque es la carne más consumida en todo el mundo y tiene
también aportes beneficiosos para nuestra salud. Algunos de sus cortes,
como el lomo o el solomillo, tienen un bajo aporte en grasas. En general, la
carne de cerdo aporta ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de
oliva) o poliinsaturados (que protegen el corazón). Igualmente, otro de los
beneficios de la carne de cerdo es su aporte de Omega 3.

Puedes probar a hacer costillas de cerdo al horno, cerdo asado con piña o
lomo de cerdo con frutas.
Carne de toro
La carne de toro no es fácil de conseguir en todas partes y tampoco es un
plato que cuente con un consenso generalizado. El toro se diferencia del
buey en que el primero es un macho adulto bovino sin castrar. El zinc, las
vitaminas B6, B3 y B12, el fósforo, el selenio y el hierro son algunos de los
beneficios de la carne de toro.
Carne de buey

El buey es el macho bovino castrado. Su carne ha sido siempre


considerada de superior calidad a la de la vaca y por tanto es más cara.
De hecho, la carne más valorada del mundo es la de un tipo de buey
concreto, el buey de Kobe. La carne de buey debe tener un color rojo
intenso, mostrarse compacta y con grasa entrevenada y, al paladar,
contar con un sabor fuerte. Es rica en potasio, fósforo, magnesio y vitamina
B12.
Carne de caballo o de potro

No es muy popular y no es fácil verla en las carnicerías, aunque en algunas


ciudades existen carnicerías especializadas en ella. Según algunos
expertos, la carne de caballo, a pesar de su mala fama, tiene menos grasa
y más hierro y proteínas que otras carnes rojas. Además su sabor es muy
agradable.
Aves de corral: pato y ganso

Aunque las aves de corral, como por ejemplo el pollo, son consideradas
carne blanca, dos casos concretos han sido tradicionalmente incluidos en
la lista de carnes rojas. Son el pato y el ganso. Estas dos carnes tienen un
sabor fuerte y consistente y están asociados a la cocina francesa. Los
beneficios de la carne de pato son un aporte de aminoácidos esenciales,
vitaminas del grupo B o minerales como el hierro, el zinc o el fósfoto.
Puedes probar a comer pato con estas recetas de pato al horno con fruta.
Carne de cabra

La carne de cabra es muy popular en algunas cocinas, como por ejemplo


en la cocina de Canarias, aunque no está tan generalizada como ocurre
con la ternera o el cerdo. Frente a otras carnes rojas, la carne de cabra
aporta yodo, sodio y magnesio, además de las vitaminas del grupo B, zinc
y proteínas.
Carne de cordero

El cordero es mucho más popular en la cocina que la cabra y aunque son


parecidos no son el mismo animal. Un cordero es un borrego joven (al igual
que un carnero es un macho borrego adulto). El cordero forma parte de
muchas de las gastronomías típicas de muchos países europeos y de la
cuenca del Mediterráneo. Podéis preparar cordero en tayin o cuscús, pero
también como costillas de cordero con salsa de vino tinto navideñas. El
cordero tiene todos los beneficios de las carnes rojas y es además muy rico
en minerales.

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