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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – 36-585-A-10

36-585-A-10

Anestesia y reanimación en cirugía


cardíaca del adulto
J. P. Depoix Las patologías que se tratan con más frecuencia mediante cirugía cardíaca son las car-
diopatías valvulares y las cardiopatías isquémicas, y más raramente las lesiones aórti-
I. Philip cas, las cardiopatías congénitas, los transplantes cardíacos y cardiopulmonares y la
G. Daccache embolia pulmonar.
La anestesia intravenosa constituye la norma. Se fundamenta en la utilización de mor-
T. Lieutaud fínicos a altas dosis, o bien a dosis más bajas, asociados entonces a agentes anestési-
cos inhalatorios. Se ha desarrollado una orientación hacia el uso de los agentes intra-
D. Enguerand venosos de corta duración, con el objetivo de extubar más rápidamente a los operados.
J. M. Desmonts La monitorización —en asociación con el electrocardiograma (ECG), la presión arterial,
la presión venosa central— recurre siempre al catéter arterial pulmonar en los pacientes
con función ventricular izquierda alterada. Pero la ecocardiografía transesofágica (ETE)
está desempeñando una papel cada vez mayor en el quirófano de cirugía cardíaca.
La circulación extracorpórea (CEC), iniciada con sustitutos de productos sanguíneos
(cristaloides, coloides), se realiza generalmente en normotermia. La protección miocár-
dica se garantiza mediante inyecciones repetidas de soluciones de cardioplejía por vía
anterógrada o retrógrada. El control de los parámetros de la CEC es indispensable: pre-
siones, nivel de sangre, detección de burbujas, ventilación del oxigenador, oxigenación,
función cerebral, temperaturas.
Las complicaciones postoperatorias, cuya frecuencia se evalúa entre el 15 y el 25 %,
están asociadas a ciertos factores: edad, carácter urgente de la cirugía, intervención
cardíaca anterior, afectación vascular periférica, insuficiencia renal. Estas complicacio-
nes son esencialmente circulatorias, neurológicas y respiratorias.

Introducción patías valvulares (insuficiencia o estenosis mitral y/o aórti-


ca, insuficiencia tricúspide), cardiopatías isquémicas (by-
La cirugía cardíaca, nacida en Francia en 1948, ha experi- pass aortocoronarias, cirugía de las complicaciones del
mentado un gran desarrollo en los últimos años. En 1996, infarto de miocardio). Las lesiones aórticas (disección, rup-
entre las 45 249 intervenciones de cirugía cardíaca realiza- tura traumática), el tratamiento quirúrgico de la embolia
das en ese país, 38 273 se hicieron con CEC, realizándose el pulmonar masiva, la corrección de las cardiopatías congé-
resto a corazón cerrado. La cirugía coronaria representa el nitas del adulto, los transplantes cardíacos y cardiopulmo-
53 % del número total de intervenciones, la cirugía valvular nares representan el 10 % restante.
el 36 % y el resto de las intervenciones corresponde a la
cirugía de las cardiopatías congénitas (8 %) e intervencio-
nes diversas sin CEC (3 %). La cirugía cardíaca del adulto
concierne, en aproximadamente el 90 % de los casos, al tra-
Elección de los agentes utilizados
tamiento quirúrgico de las cardiopatías adquiridas: cardio- para la anestesia en cirugía cardíaca

Agentes anestésicos volátiles


Jean-Pol DEPOIX: Praticien hospitalier.
Ivan PHILIP: Praticien hospitalier. Óxido nitroso
Georges DACCACHE: Chef de clinique-assistant.
Thomas LIEUTAUD: Interne en anesthésie-réanimation. Durante mucho tiempo se consideró que el óxido nitroso
Daniel ENGUERAND: Praticien hospitalier. estaba desprovisto de efectos cardiovasculares; de hecho,
© Elsevier, París

Jean-Marie DESMONTS: Professeur des Universités, praticien hospitalier, deprime la contractilidad miocárdica en menor grado que
chef de service d’anesthésie-réanimation chirurgicale.
Service d’anesthésie-réanimation, hôpital Bichat, 46, rue Henri-Huchard, los agentes halogenados. Este efecto es independiente de la
75877 Paris cedex 18, France. hipoxemia y parece ser más marcado en el miocardio insu-

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ficiente. En el sujeto sano, los efectos depresores están com- Isoflurano
pensados por la activación simpática que induce. El óxido
In vitro, el isoflurano deprime la contractilidad miocárdica
nitroso tiene pocos efectos sobre el barorreflejo. Hay pocos
de forma similar al halotano y al enflurano, proporcional-
estudios disponibles que se refieran a sus efectos sobre la
mente a la concentración utilizada. In vivo, el descenso de
circulación coronaria, debido a que siempre se utiliza aso-
la presión arterial observada se debe esencialmente a la dis-
ciado con otro agente anestésico, lo que hace que la inter-
minución de las RVS mientras que el gasto cardíaco se man-
pretación de los resultados sea muy delicada. En perros, el
tiene [94] debido a un aumento de la frecuencia cardíaca
óxido nitroso se comporta como un vasoconstrictor débil
que tiende a compensar la disminución del VES cuando las
de las arterias pericárdicas. En cambio, no se conocen sus
presiones de llenado no están disminuidas, lo que refleja la
efectos sobre las resistencias coronarias.
depresión de la contractilidad. En la circulación coronaria,
La adición de óxido nitroso incrementa la profundidad de el isoflurano produce una vasodilatación arteriolar depen-
la anestesia y, por ello, reduce el consumo de oxígeno del diente de la dosis, que podría alterar la autorregulación

miocardio (MV O2). Los resultados contradictorios de la coronaria al disminuir la reserva coronaria [37]. Además, se
literatura respecto a sus efectos cardiovasculares incitan a ha atribuido a este efecto vasodilatador coronario la induc-
renunciar a su empleo. Además, el hecho de que puede ción de fenómenos de «robo coronario» en algunos pacien-
aumentar el volumen de las burbujas en caso de embolia tes coronarios, con la consecuente redistribución del flujo
gaseosa es una razón suplementaria para limitar su uso en coronario, que origina una isquemia en los territorios situa-
cirugía cardíaca. dos después de una estenosis [76]. Existen muchos estudios
contradictorios sobre el papel del isoflurano en la génesis
Halotano
de la isquemia miocárdica. Todos ellos adolecen de sesgos
En sujetos sanos normocápnicos con ventilación controlada, metodológicos más o menos importantes. En resumen,
el halotano induce, de forma dependiente de la dosis, una según los datos disponibles actualmente, el isoflurano es un
disminución de la presión arterial debido fundamentalmen- vasodilatador coronario; su acción parece depender de la
te a un descenso del volumen de eyección sistólica (VES) y dosis; esta vasodilatación puede originar una redistribución
del gasto cardíaco, a pesar del aumento de las presiones de coronaria más allá de una estenosis; una redistribución no
llenado. La frecuencia cardíaca y las resistencias vasculares induce forzosamente isquemia; la presencia de malas con-
sistémicas (RVS) están poco modificadas [20], aunque el diciones hemodinámicas favorece la aparición de isquemia
halotano posee in vitro un pequeño efecto vasodilatador en pacientes que tienen lesiones que predisponen al robo
directo. La reducción del gasto cardíaco se debe a una dis- coronario y que reciben dosis elevadas de isoflurano. Como
minución de la contractilidad. Merin [64] ha mostrado en el enflurano, el isoflurano sensibiliza menos que el halota-
perros que el halotano, el enflurano y el isoflurano dismi- no a los efectos arritmogénicos de las catecolaminas.
nuyen el índice de contractilidad dP/dt máximo de forma
similar y dependiente de la dosis. Actualmente, el mecanis- Desflurano y sevoflurano
mo del efecto inotrópico negativo de los agentes halogena- Estos nuevos agentes halogenados tienen también propieda-
dos se conoce mejor. Actúan sobre la permeabilidad de los des inotrópicas negativas. Sus efectos son semejantes a los
canales de calcio y disminuyen la corriente cálcica entrante. del isoflurano. Disminuyen la presión arterial de forma
Por esto, la liberación del calcio contenido en el retículo sar- dependiente de la dosis, esencialmente por descenso de las
coplásmico es menor. De este modo, puede ser peligroso uti- RVS, modificando poco el gasto cardíaco, con un aumento
lizar halotano en un sujeto con función ventricular alterada. moderado de la frecuencia cardíaca [105]. En animales, el
El halotano, como todos los agentes halogenados, sensibili- desflurano y el sevoflurano inducen modificaciones del flujo
za el miocardio a los efectos arritmogénicos de la adrenali-
coronario idénticas a las del isoflurano a dosis equivalentes.
na, pero de forma más marcada. La mayoría de los anestési-
No hay datos disponibles en seres humanos, pues estos dos
cos halogenados deprimen el barorreflejo. Así, el halotano
agentes todavía se utilizan poco en cirugía cardíaca.
disminuye el umbral del barorreflejo y su ganancia tanto en
seres humanos como en animales. El halotano tiene pocos
efectos sobre el tono de la circulación coronaria y sobre su Anestésicos intravenosos
autorregulación. Así, la reducción del flujo coronario obser- Tiopental
vado con halotano es proporcional a la disminución del

MV O2. La mayoría de los estudios sobre el uso de halotano La inducción de la anestesia por tiopental se asocia a un
en pacientes coronarios no han podido evidenciar episodios descenso de la presión arterial dependiente de la dosis,
isquémicos, aparte de periodos de inestabilidad hemodiná- relacionado con la disminución del gasto cardíaco. Esto se
mica [52]. En el enfermo coronario, el halotano puede tener explica por un aumento del volumen del sistema venoso
efectos beneficiosos en el balance de oxígeno, en la medida capacitativo, y también por una acción inotrópica negativa

en que disminuye el MV O2, con la condición, por supuesto, importante, que depende de la dosis y de la velocidad de
de que se mantenga estable la presión arterial. inyección. La caída de la presión arterial se acompaña de

una taquicardia que provoca el aumento del MV O2 y del
Enflurano flujo coronario [ ]. Teniendo en cuenta sus diferentes efec-
92

Los efectos hemodinámicos del enflurano son comparables tos hemodinámicos, es preferible evitar el empleo de tio-
a los del halotano, si bien con una disminución más inten- pental en sujetos que tienen insuficiencia ventricular dere-
sa de la presión arterial. Las diferencias son una acción cha o izquierda, taponamiento cardíaco o hipovolemia, así
vasodilatadora moderada, como lo muestran la disminu- como en los pacientes con lesiones coronarias graves.
ción de las RVS y la aceleración de la frecuencia cardíaca, Ketamina
mientras que las presiones de llenado no se modifican.
Como el halotano, el enflurano disminuye el flujo corona- La ketamina provoca una estimulación del sistema simpáti-

rio paralelamente a la disminución del MV O2. El enflurano co, responsable de un aumento de la frecuencia cardíaca,
posee una acción vasodilatadora coronaria que podría de la presión arterial y de las RVS [55]. El índice cardíaco
depender de la dosis. Sin embargo, esta acción no produce varía poco. In vivo, la ketamina tiene una acción inotrópica
sufrimiento miocárdico, a pesar de la disminución del flujo positiva [78]. Estos efectos tienen como consecuencia el

coronario [84]. aumento del MV O2, que puede alcanzar el 170 % del valor

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

control [92]. Por tanto, la ketamina puede inducir isquemia función de los datos morfométricos del paciente y del
miocárdica en pacientes coronarios. No obstante, se ha modelo farmacocinético que el ordenador tiene en su
usado en estos pacientes y se ha comparado con la morfina, memoria.
sin encontrar diferencias en los resultados. La ketamina
provoca también un aumento de las resistencias vasculares Diazepam
pulmonares y del trabajo del ventrículo derecho. Se ha dis- Los efectos hemodinámicos del diazepam son discretos.
cutido su empleo en las cardiopatías congénitas con shunt Disminuye ligeramente la presión arterial, debido al des-
izquierda-derecha, en la medida en que el aumento de las censo de las RVS, y aumenta levemente la frecuencia car-
resistencias pulmonares podría disminuir el shunt. Este díaca. Las presiones de llenado y el índice cardíaco perma-

efecto parece ser más teórico que real, al menos en el niño. necen inalterados. Disminuye el MV O2, pero produce un
La indicación principal de la ketamina es la inducción anes- aumento paradójico del flujo coronario (+ 73 %), lo que
tésica en pacientes cuyo estado hemodinámico es inestable, sugiere un efecto vasodilatador [14]. Por otro lado, en
que necesitan una intervención urgente y en los que es pacientes coronarios disminuye la presión telediastólica del
esencial mantener el tono simpático. Se han comunicado ventrículo izquierdo [63]. El diazepam se ha utilizado
buenos resultados en sujetos en estado de shock, con insu- mucho en cirugía cardíaca, en la medida en que no ejerce
ficiencia cardíaca descompensada o con taponamiento car- efectos inotrópicos negativos. No obstante, en presencia de
díaco [2]. hipovolemia o cuando se asocia a fentanilo, la disminución
de la presión arterial puede ser importante y está relacio-
Etomidato nada con el descenso de las RVS. Por tanto, la hipovolemia
El etomidato es el anestésico intravenoso que provoca y el taponamiento cardíaco son contraindicaciones del uso
modificaciones hemodinámicas más leves. En muchos del diazepam. Otros inconvenientes observados con este
estudios, administrado a dosis de 0,2 a 0,6 mg/kg, el eto- producto —como el dolor en la inyección, la venotoxici-
midato no modificó de forma notable ninguno de los dad, la variabilidad individual de las respuestas hemodiná-
parámetros hemodinámicos medidos: presión arterial, fre- micas, la larga vida media de eliminación y la tendencia a la
cuencia cardíaca, presión venosa, presión capilar, gasto acumulación en los pacientes ancianos o con insuficiencia
cardíaco [78]. Esta gran estabilidad hemodinámica ha sido hepática— hacen que su uso esté poco extendido hoy en
confirmada después de la inducción de pacientes con día.
patologías coronarias, valvulares o con insuficiencia car-
díaca. No obstante, no hay que perder de vista que en el Flunitrazepam
enfermo coronario, el etomidato solo no limita la reper- El flunitrazepam tiene propiedades semejantes a las del dia-
cusión hemodinámica del estímulo de la intubación; es zepam. Se distingue de él por una mejor tolerancia venosa,
indispensable la asociación a un morfínico. Los efectos una acción más marcada sobre las RVS y las presiones de lle-
hemodinámicos menores sugieren la utilización del eto- nado, que conducen a una disminución mayor de la pre-

midato para la inducción de los pacientes en estado de sión arterial. El flunitrazepam disminuye el MV O2 sin redu-
shock, especialmente hipovolémico. cir paralelamente el flujo coronario, lo que hace que se dis-
cuta sobre una posible pérdida de la autorregulación, aun-
Propofol que nunca se haya evidenciado ningún fenómeno de robo
El propofol provoca una fuerte reducción de la presión coronario. El flunitrazepam también se ha utilizado tanto
arterial, del 15 al 30 %, así como del gasto cardíaco y de las en pacientes con valvulopatías como en los coronarios [68].
RVS, sin modificación importante de la frecuencia cardíaca. Se debe evitar su uso en caso de hipovolemia.
El descenso del gasto cardíaco parece ser secundario a la
Midazolam
disminución de la precarga ventricular izquierda; la fun-
ción ventricular izquierda no está alterada en la ETE o en la El midazolam se distingue de las demás benzodiazepinas
angiogammagrafía. In vitro, el propofol no parece tener un inyectables por su carácter hidrosoluble y su vida media de
efecto inotrópico negativo importante. En el paciente coro- eliminación corta (aproximadamente 2 horas). Sus efec-

nario, el flujo coronario disminuye paralelamente al MV O2, tos hemodinámicos se limitan a una disminución de la
sin producción de lactatos, lo que refleja la ausencia de presión arterial por descenso del gasto cardíaco y de las
desequilibrio en el balance de oxígeno [93]. No obstante, la presiones de llenado, mientras que las RVS se modifican
utilización del propofol en el enfermo coronario debe ser poco. En la circulación coronaria, el midazolam disminu-

prudente, ya que la disminución de la presión arterial ye el MV O2 y el flujo coronario, sin interferir con la auto-
puede comprometer la perfusión coronaria de los territo- rregulación coronaria [62]. Sus propiedades farmacológi-
rios estenosados y provocar una isquemia. Además, el pro- cas hacen que sea un excelente producto para la preme-
pofol, utilizado como único agente inductor, no suprime las dicación, la sedación durante los cateterismos o la aneste-
modificaciones hemodinámicas de los estímulos nocicepti- sia de corta duración, como en la cardioversión. Cuando
vos de la intubación. Ocurre lo mismo con su uso en situa- se utiliza para la inducción en cirugía programada, debe
ciones de hipovolemia o de alteración del retorno venoso. asociarse a otros anestésicos, ya que carece de efecto anal-
El desarrollo reciente de técnicas de inyección continua de gésico, y se debe evitar en caso de hipovolemia franca.
agentes anestésicos asistida por ordenador ha permitido la Durante las anestesias con altas dosis de morfínicos, se
utilización del propofol para el mantenimiento de la anes- puede asociar el midazolam a dosis bajas, dada su capaci-
tesia en cirugía cardíaca [6]. Estas nuevas técnicas, denomi- dad de producir amnesia.
nadas de anestesia intravenosa con objetivo de concentra-
ción (AIVOC), utilizan una bomba de perfusión de jeringa Droperidol
controlada por ordenador. El anestesiólogo determina la El droperidol es un neuroléptico del grupo de las butirofe-
concentración sanguínea del agente anestésico que hay que nonas. Se han estudiado sus efectos hemodinámicos en el
alcanzar y el ordenador controla la bomba de perfusión de enfermo coronario. A dosis de 0,15 mg/kg, el droperidol
jeringa para alcanzar este objetivo de concentración, en provoca una disminución de la presión arterial, del gasto

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cardíaco y de las presiones de llenado, sin modificar las RVS. Sufentanilo y alfentanilo
La contractilidad miocárdica apenas se modifica. Inyectado
Estos dos agentes también han sido utilizados a dosis altas
directamente en el oxigenador, el droperidol provoca un
en cirugía cardíaca. Ofrecen una buena estabilidad hemo-
reducción moderada y transitoria de la presión arterial, pro-
dinámica y efectos comparables a los del fentanilo. El sufen-
bablemente por una acción alfabloqueante. La utilización
tanilo deprime la función ventricular izquierda un poco
de droperidol como agente coadyuvante de la anestesia en
más que el fentanilo y el alfentanilo. El sufentanilo y el
cirugía cardíaca disminuye con el paso de los años. •
alfentanilo disminuyen el MV O2 y el flujo coronario. Dos
estudios recientes, que incluían a más de 2.000 pacientes y
Morfínicos comparaban el fentanilo y el sufentanilo en la cirugía de
derivación coronaria, no han encontrado diferencias en
Morfina
cuanto a la morbilidad y la evolución de los pacientes [30].
En 1969, Lowenstein et al propusieron por primera vez el
uso de dosis elevadas de morfina (0,5 a 3 mg/kg) como Miorrelajantes
agente anestésico principal en pacientes cardíacos [59]. La
excelente tolerancia hemodinámica de estas grandes dosis Succinilcolina
de morfina constituye una nueva orientación de la aneste- La succinilcolina, el único curare despolarizante utilizado,
sia en cirugía cardíaca. No obstante, en ocasiones se obser- produce bradicardia en ausencia de premedicación con
va una hipotensión arterial marcada, relacionada con la atropina o durante las reinyecciones. En pacientes premedi-
liberación de histamina. En algunos casos, existe una ines- cados con atropina, origina traquicardia acompañada de
tabilidad hemodinámica difícil de prever. Además, el gran elevación de la presión arterial. Por su acción en los recep-
aumento de la capacitancia venosa exige una reposición tores del sistema nervioso autónomo, puede inducir diversas
vascular importante, que en ocasiones produce una sobre- alteraciones del ritmo, ventriculares o supraventriculares,
carga volémica postoperatoria. La acción vagomimética potenciadas por la liberación de potasio a partir de las célu-
observada con la morfina, como con todos los morfínicos las musculares, provocada por la succinilcolina. A pesar de
(excepto la meperidina), puede prevenirse mediante la estos inconvenientes, la succinilcolina sigue utilizándose en
administración previa de sustancias anticolinérgicas o de los países anglosajones para la intubación traqueal en ciru-
dosis bajas de pancuronio. En pacientes coronarios, esta gía cardíaca. En Francia, se reserva para la intubación de
bradicardia puede ser beneficiosa. La ventaja principal de pacientes con estómago lleno y las situaciones de urgencia.
la morfina reside en que carece de efecto sobre la contrac-
tilidad miocárdica y de acción arritmogénica. Pancuronio
El pancuronio es un curare no despolarizante de larga dura-
Fentanilo ción de acción. Posee un efecto vagolítico por acción especí-
Para evitar la hipotensión relacionada con la liberación de fica en los receptores muscarínicos cardíacos que se expresa
histamina, que se observa ocasionalmente con la morfina, como una taquicardia moderada (+20 % de los valores basa-
así como el aumento de la capacitancia venosa, se han sin- les). Se asocia a una elevación moderada de la presión arte-
tetizado nuevos morfínicos desprovistos de estos efectos rial y del gasto cardíaco. De hecho, este efecto vagolítico se
secundarios. De este modo se ha propuesto el uso a dosis busca frecuentemente en cirugía cardíaca para atenuar la
altas de fentanilo, en primer lugar, y de sufentanilo y alfen- bradicardia provocada por altas dosis de fentanilo, en parti-
tanilo a continuación, en cirugía cardíaca. Esta técnica goza cular en los pacientes tratados con betabloqueantes [65]. En
de una gran popularidad en los centros de cirugía cardíaca las CEC efectuadas en hipotermia, las necesidades de pancu-
norteamericanos [9]. Los efectos sobre la presión arterial ronio se reducen considerablemente durante la fase de hipo-
son más moderados que con la morfina. No se ha observa- termia, y aumentan de nuevo durante el calentamiento
do ninguna variación de la presión arterial con dosis de 25 desde el momento en que la temperatura alcanza 34°C.
a 30 µg/kg de fentanilo. Los demás parámetros hemodiná-
micos varían poco. El gasto cardíaco permanece inalterado Vecuronio
hasta dosis de 50 µg/kg. Sólo la bradicardia es considerable, A diferencia del pancuronio, el vecuronio está desprovisto
sobre todo en pacientes tratados con betabloqueantes. de efecto vagolítico. Incluso a dosis altas (0,22 mg/kg) en
Cuando se utiliza el fentanilo solo, se pueden observar res- sujetos con una derivación aortocoronaria, el vecuronio no
puestas hipertensivas a los estímulos nociceptivos (intuba- provoca ninguna variación significativa de los parámetros
ción, incisión, esternotomía, manipulación del cayado aór- hemodinámicos medidos. Además de la ausencia de efecto
tico), incluso con dosis altas. Estas respuestas se pueden cardiovascular, el principal interés del vecuronio reside en
controlar aumentando la dosis de fentanilo o inyectando su brevedad de acción. Esta propiedad tiene poco interés
un vasodilatador u otro agente anestésico. En lo concer- en cirugía cardíaca, cuya duración es de varias horas.
niente a los efectos sobre el metabolismo miocárdico, los Además, la ausencia de efecto vagolítico puede ser un
resultados que aparecen en la literatura son discordantes. inconveniente durante la anestesia con morfínicos en
No obstante, en animales, el fentanilo no tiene efecto en el pacientes tratados con betabloqueantes.
metabolismo miocárdico ni en la circulación coronaria [8].
En seres humanos, la mayoría de los estudios no muestran Atracurio y cisatracurio
la aparición de isquemia durante la inducción con fentani- El atracurio es un curare no despolarizante de acción corta.
lo solo o en combinación con otros agentes. El problema de A las dosis que provocan un bloqueo neuromuscular com-
la inducción con fentanilo es la gran rigidez torácica obser- pleto, el atracurio no tiene ningún efecto en los parámetros
vada con dosis de 5 a 10 µg/kg y durante la inyección rápi- hemodinámicos medidos. No obstante, a dosis superiores o
da. Puede reducirse esta rigidez mediante la inyección pre- en caso de inyecciones rápidas, se observa un descenso de
via de una pequeña dosis de pancuronio (0,02 mg/kg) o de la presión arterial y una taquicardia relacionados con la
diazepam. Algunos pacientes describen episodios de liberación de histamina. Su principal interés reside en su
memorización peroperatoria tras una anestesia realizada metabolismo particular. En efecto, la eliminación del atra-
con dosis altas de fentanilo. Estos episodios se producen curio se realiza en la sangre y los tejidos por una reacción
con los demás morfínicos. Pueden reducirse mediante la biológica denominada reacción de Hoffman; depende
asociación de pequeñas dosis amnesiantes de midazolam. poco del metabolismo hepático o renal, de ahí que, en caso

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

de insuficiencia renal o hepática, el atracurio no se acumu- pinzamiento de la aorta) y la aparición de un infarto posto-
le. Sigue siendo el curare de elección en estas situaciones. peratorio [42]. No obstante, todavía falta demostrar que un
El cisatracurio, recientemente comercializado, es uno de diagnóstico más precoz permita una reducción de la mor-
los diez isómeros del atracurio. Su acción es equivalente a la bilidad o de la mortalidad mediante una terapéutica espe-
de éste último del que se distingue por una menor libera- cífica que aún queda por definir.
ción de histamina y por una eliminación todavía más impor-
tante mediante la reacción de Hoffman [49]. Presión arterial
Rocuronio Su control sólo se concibe con la ayuda de un cateterismo
El bromuro de rocuronio es un nuevo curare no despolari- arterial. En lo concerniente a la cirugía cardíaca, hay que
zante de acción intermedia. Es un análogo estructural del destacar algunas particularidades ya que la elección del
vecuronio. Está desprovisto de efectos hemodinámicos sig- lugar puede estar condicionada por la cirugía. La mayoría
nificativos y no produce liberación de histamina. La presen- de las veces se elige la arteria radial. En su defecto, se puede
tación del bloqueo neuromuscular es más rápida que con el utilizar la arteria femoral, a menudo más fácil de cateterizar.
vecuronio. En algunas circunstancias especiales, se utilizan dos sitios
(radial y femoral), por ejemplo en caso de CEC parcial.
Mivacurio La técnica de cateterismo no plantea problemas específicos.
Las complicaciones son muy raras. Es recomendable reali-
El cloruro de mivacurio es un agente no despolarizante de
zar una purga continua del catéter; la solución de purga
duración de acción corta. A las dosis que provocan un blo-
tiene que contener heparina si el catéter se debe mantener
queo neuromuscular satisfactorio sus efectos hemodinámi-
durante más de 24 horas. Cualquier modificación brusca de
cos son despreciables. No obstante, a dosis mayores o en
la presión arterial debe conducir a verificar el sistema (cero
inyección rápida provoca liberación de histamina, depen-
diente de la dosis, que causa disminución de la presión arte- de referencia, ausencia de burbujas, etc.). En el quirófano
rial y taquicardia. Además, su metabolismo hace intervenir, hay que recordar que pueden existir gradientes importan-
como la succinilcolina, pseudocolinesterasas plasmáticas, lo tes entre la presión radial y la que se mide en la aorta, en
que puede provocar una curarización prolongada en pacien- particular durante la CEC e inmediatamente después de
tes que tienen formas atípicas de estas enzimas. Su papel en haberla interrumpido (véase más adelante). La medida de
la cirugía cardíaca parece ser limitado. la presión aórtica puede ser necesaria para verificar la pre-
sión medida en la arteria radial.
Pipecuronio y doxacurio Aunque en el plano teórico el análisis de la curva de pre-
sión arterial puede dar cierta información de tipo hemodi-
Son dos nuevos agentes no despolarizantes, de duración de
námico, el parámetro esencial obtenido es la presión arte-
acción larga. El bromuro de pipecuronio y el cloruro de
rial media.
doxacurio poseen propiedades farmacocinéticas y farmaco-
dinámicas similares a las del pancuronio. La única diferen-
cia con el pancuronio reside en la ausencia de efecto vago- Presión venosa central
lítico de estos dos agentes. Como en cualquier cateterismo, su empleo responde a exi-
gencias precisas de rigor en cuanto a la asepsia y a la propia
punción, para reducir las complicaciones. La vía utilizada
Monitorización con más frecuencia es la vena yugular interna.
La presión venosa central depende de la eficacia del ven-
Electrocardiograma trículo derecho, de la volemia, del tono venoso, pero tam-
La vigilancia continua del ECG es uno de los elementos fun- bién de las presiones intratorácicas (ventilación artificial,
damentales de la monitorización del paciente operado del derrame pericárdico) y de la integridad de la válvula tricús-
corazón. Los objetivos son la medida de la frecuencia car- pide. No debe asimilarse a la precarga del ventrículo dere-
díaca, la detección de las alteraciones del ritmo o de la con- cho. No se correlaciona con la presión arterial pulmonar de
ducción y, por último, la posibilidad de detectar la isquemia oclusión (PAPO) cuando existe una asimetría de la función
miocárdica. ventricular. En la práctica, en pacientes con función ventri-
Durante la CEC, las interferencias eléctricas parasitan en cular alterada, esta monitorización es insuficiente.
ocasiones la señal y pueden hacer pensar que persiste la
actividad eléctrica. Hay que insistir en la necesidad de pro- Presión auricular izquierda (PAI)
ceder con rigor en la colocación de los electrodos sobre la
Se mide gracias a un catéter colocado al final de la CEC por el
piel (preparación de la piel, posición correcta).
cirujano. Esta técnica ya sólo se utiliza en niños. Puede produ-
Es indispensable disponer de cables de cinco hilos para la cir algunas complicaciones, esencialmente embólicas y hemo-
monitorización simultánea de dos derivaciones o incluso de rrágicas. La PAI refleja la presión de llenado del ventrículo
tres: DII, V5 y ocasionalmente V4 [57]. Esto mejora neta- izquierdo, siempre y cuando la válvula mitral sea normal.
mente la sensibilidad diagnóstica de la detección de la
isquemia miocárdica. No obstante, en el contexto de la ciru-
gía cardíaca, muchos factores limitan la eficacia diagnóstica Cateterismo arterial pulmonar
del control automático del segmento ST [44, 71]. Puede realizarse antes de la inducción bajo anestesia local y
En el momento actual, persiste una polémica sobre la utili- en enfermos bien premedicados. También en este caso, la
dad de esta monitorización sistemática en la fase peropera- manipulación debe ser rigurosa, para evitar complicaciones
toria. En cambio, parecería más lógico vigilar continua- yatrogénicas durante la punción o la colocación del catéter.
mente el ECG en el postoperatorio. En efecto, un estudio Al introducir el catéter, pueden aparecer alteraciones del
reciente destaca la asociación entre las modificaciones pre- ritmo, incluso de la conducción. No deberían presentarse
coces del ECG (en las 16 primeras horas después del des- complicaciones, como la formación de un bucle en un caté-

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ter introducido demasiado lejos o la ruptura de una arteria está justificada cuando la cirugía puede estar asociada a
pulmonar, si se respetaran las reglas elementales de coloca- modificaciones hemodinámicas importantes, lo que ocurre
ción. Por último, hay que citar los riesgos trombóticos e en el caso de la cirugía cardíaca [70]. El hecho esencial es
infecciosos. Todo esto destaca la extrema prudencia con la considerar que sólo se trata de una monitorización de la
que hay que colocar y controlar este tipo de material. que se deben conocer todos los límites y todas las posibles
El cateterismo arterial pulmonar permite determinar la dificultades. Por último, es necesario poder realizar en cual-
presión auricular derecha (PAD), las presiones pulmonares quier momento el único examen capaz de hacer el diag-
(sistólica, diastólica y media) y la PAPO (término equiva- nóstico de muchas complicaciones: la ecocardiografía.
lente a la presión capilar pulmonar); también permite
medir el gasto cardíaco por termodilución. Ciertos tipos de Doppler esofágico
catéteres están provistos de fibras ópticas que miden conti-
nuamente la saturación venosa de oxígeno (Sv- O2). Otros, La utilización de ultrasonidos en cardiología y en reanima-
de tipo Pace Port, permiten la introducción de una sonda ción ha hecho posible la medida no invasiva del gasto car-
de estimulación en el ventrículo derecho; por último, algu- díaco. Para esto es necesario poder registrar las velocidades
nas sondas ofrecen la posibilidad de medir de forma conti- sanguíneas en un orificio cuya superficie se mide por eco-
nua el gasto cardíaco. Teóricamente, la monitorización por grafía. Progresivamente se han ido superando muchos pro-
sonda de Swan-Ganz informa sobre la volemia, o la existen- blemas metodológicos. Teniendo en cuenta la proximidad
cia de una disfunción cardíaca, de una hipertensión arterial de la aorta torácica descendente y del esófago, se ha pro-
pulmonar (HTAP) y de una desaturación venosa importan- puesto evaluar continuamente las velocidades en este vaso.
te que refleja un aumento de la extracción. Existen muchas Esto permite —midiendo el diámetro de la aorta o esti-
mándolo a partir de tablas que tienen en cuenta la edad, el
fuentes de error. La precisión en la medida del gasto cardía-
peso y la talla del paciente— conocer continuamente el
co es muy relativa. En cada determinación se debe tener en
flujo en la aorta descendente. Si se plantea la hipótesis de
cuenta el promedio de tres a cinco medidas. La precisión
una relación fija entre el flujo en este vaso y el gasto cardía-
de la medida es mala en caso de insuficiencia tricúspide,
co (70 %), se puede tener una valoración continua del
pulmonar o de shunt intracardíaco. La PAPO no siempre es
gasto cardíaco. Esto constituye la base del uso de las sondas
un reflejo fiable de la presión telediastólica del ventrículo
de Doppler esofágico en anestesia y en reanimación. El
izquierdo (PTDVI). Dejando a parte las patologías mitrales,
Doppler esofágico ofrece también la posibilidad de dar
la existencia de taquicardia o de una alteración de la dis-
continuamente datos precisos sobre las condiciones hemo-
tensibilidad ventricular pueden modificar la relación entre
dinámicas por el análisis de la curva de velocidad. De esta
PAPO y PTDVI. La interpretación de la Sv- O2 también debe
manera se registran permanentemente el tiempo de eyec-
efectuarse con prudencia, ya que muchos factores pueden
ción (corregido o no para la frecuencia cardíaca), la acele-
hacerla variar, aparte del gasto cardíaco. Por otro lado, la
ración media del flujo (buen índice de inotropismo) y el
apreciación de la precarga ventricular no puede hacerse en
pico de velocidad; otro modelo de aparato utiliza los inter-
ningún caso mediante la medida de una presión de llenado,
valos de tiempos sistólicos. Por tanto, a partir de estos datos
sino que es preciso recurrir a la ecocardiografía. Varios estu-
se puede obtener información valiosa tanto sobre la vole-
dios han destacado la poca eficacia de la sonda de Swan-
mia como sobre el inotropismo del ventrículo izquierdo o
Ganz para apreciar las variaciones de la volemia después de
el grado de vasoconstricción o de vasodilatación [89]. Los
la CEC [35]. Inmediatamente después de la CEC, existe una
estudios clínicos han intentado esencialmente validar estos
modificación de las resistencias venosas pulmonares que
aparatos para la medida del gasto cardíaco en compara-
generan un gradiente transitorio entre la PAPO y la PAI.
ción con la termodilución, con resultados más o menos
Además, existen modificaciones de la distensibilidad ventri-
satisfactorios. Pocos trabajos los han validado en la moni-
cular secundarias al pinzamiento aórtico y a la isquemia
torización hemodinámica más completa, ya sea en cirugía
miocárdica, inevitable en este periodo. Estas modificacio-
cardíaca o no. El diagnóstico de hipovolemia parece bas-
nes de la distensibilidad, asociadas a las variaciones ya indu-
tante fiable, pero esto debe ser confirmado por estudios
cidas por la patología inicial, hacen que cualquier relación
más amplios. Al igual que el cateterismo arterial pulmonar,
entre la presión de llenado y la precarga sea ininterpreta-
sólo puede tratarse de una monitorización de primera
ble. El ejemplo más típico es el de la sustitución valvular
intención, que sirve de alarma y cuya capacidad diagnósti-
aórtica por estenosis aórtica [32] en pacientes con un ven-
ca es netamente inferior a la de la ecocardiografía, sobre
trículo izquierdo hipertrofiado, poco distensible. Ante la
todo en el contexto de la cirugía cardíaca.
asociación de un gasto cardíaco bajo con presiones de lle-
nado elevadas en la fase postoperatoria, es imposible dife-
renciar una disfunción diastólica de una disfunción sistóli- Ecocardiografía transesofágica
ca en este tipo de situación. Sólo la ecocardiografía, o qui- Desde hace unos diez años, la ETE ha conquistado un
zás simplemente el doppler esofágico, permiten hacer el lugar indiscutible tanto en cardiología como en anestesia
diagnóstico y por tanto adaptar el tratamiento, evitando y reanimación. Permite tener un acceso rápido y no inva-
especialmente el tener que recurrir a los fármacos inotró- sivo a una exploración hemodinámica muy completa, así
picos que en caso de hipovolemia aislada son inútiles o como a un medio de diagnóstico de gran utilidad. Se
incluso perjudiciales. deben tomar algunas precauciones para que la ETE sea un
El análisis de la literatura no permite precisar de forma neta examen no yatrogénico. La presencia de una enfermedad
las indicaciones adecuadas de la sonda de Swan-Ganz [70]. del esófago, como varices esofágicas, divertículos, o ante-
Se sigue utilizando mucho, algunos autores lo hacen de cedentes de irradiación mediastínica, deben hacer que se
forma sistemática, reservándola otros para los pacientes seleccione otro tipo de exploración hemodinámica.
más graves. En un estudio prospectivo sobre más de 1 000 Además, la técnica de introducción (no hay que forzar
pacientes, Tuman et al no encuentran diferencias significa- nunca) o de examen (hay que evitar la curvatura prolon-
tivas en el pronóstico de los pacientes sometidos a cirugía gada de la sonda en el esófago) ha de ser muy rigurosa,
coronaria, estén controlados o no mediante una sonda de por la seguridad del paciente. Si bien la tolerancia esofá-
Swan-Ganz [99]. No existe una respuesta definitiva sobre el gica es excelente, se han comunicado algunos efectos
beneficio que aporten al paciente, pero sin embargo se secundarios. En niños, la aorta torácica descendente
admite que la colocación de un catéter arterial pulmonar puede encontrarse comprimida si se produce una curva-

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

tura excesiva de la sonda. Se ha sugerido que la utilización Función sistólica


de la ETE durante las intervenciones de cirugía cardíaca
Es la función de «bomba». Una de las primeras aplicaciones
era un factor asociado a una incidencia mayor de altera-
de la ETE en anestesia y reanimación fue la medida de la
ciones postoperatorias de la deglución [39]. El costo eleva- fracción del área de eyección (FAS), índice de la eficacia
do es uno de los principales obstáculos para la utilización ventricular global. La medida de las superficies ventricula-
rutinaria de la ETE. En efecto, no se puede tener un ecó- res en corte transversal a nivel de la porción media del ven-
grafo en varios quirófanos de un mismo sector, tal como se trículo izquierdo (en los pilares) en la telediástole (STD) y
puede hacer con otros tipos de monitorización cardiovas- en la telesístole (STS) permite calcular la FAS: FAS = (STD-
cular. En la práctica, por tanto, hay que reservar el ecó- STS)/STD. El ventrículo izquierdo se contrae esencialmen-
grafo para el control de los enfermos más graves o dispo- te sobre su eje menor y la FRS corresponde a la fracción de
ner de él en ciertas situaciones clínicas (insuficiencia cir- eyección. En ausencia de alteraciones graves de la cinética
culatoria peroperatoria o postoperatoria, control perope- segmentaria basal y apical, la FAS es un excelente reflejo de
ratorio). En esta segunda indicación, se trata de utilizar la la fracción de eyección. El desarrollo de sistemas de detec-
ecocardiografía con fines diagnósticos y de control. Su ción automática de los contornos hace posible la medida
costo elevado se debe comparar con la mejoría de la cali- continua de la FAS y de las superficies, y por tanto de los
dad asistencial obtenida, que es paralela a la reducción de volúmenes.
las complicaciones. La noción de monitorización supone
Esto aumenta el interés de la ETE para la monitorización.
también la de medida en tiempo real, que se hace posible La FAS, como la fracción de eyección, no es más que un
con los nuevos sistemas de detección automática de los reflejo de la eficacia global del ventrículo izquierdo y no
contornos ventriculares. una medida precisa del inotropismo. Depende tanto más de
Valoración de la precarga del ventrículo izquierdo las condiciones de carga cuanto más alterada esté la con-
tractilidad [81].
Varios estudios han demostrado una buena correlación La velocidad media de acortamiento de las fibras (VCF) es
entre los volúmenes ventriculares medidos con ecografía otro índice utilizable para evaluar la eficacia del ventrículo
(cualquiera que sea el modelo utilizado) y con angiografía. izquierdo. No sólo depende de la contractilidad, sino tam-
No obstante, la ecografía tiene tendencia a subestimar los bién de la poscarga. Para valorar el inotropismo, la medida
volúmenes, probablemente porque la medida del eje mayor de índices independientes de las condiciones de carga es
del ventrículo izquierdo es difícil. mucho más difícil; se puede lograr estudiando la relación
Por esto, la mayoría de los autores se han interesado en las VCF-contracción telesistólica, o la relación PTS-VTS (pre-
variaciones de la superficie telediastólica (STD) del ven- sión telesistólica-volumen telesistólico) (medida de la elas-
trículo izquierdo en corte transversal transgástrico, a nivel tancia máxima).
de los pilares. Los límites principales de esta valoración del
volumen ventricular izquierdo y de las variaciones del volu- Medida del gasto cardíaco
men de eyección, a partir de la superficie, son la existencia Con la ETE, los mejores resultados se obtienen midiendo
de alteraciones graves de la cinética segmentaria, como una las velocidades en la aorta en un corte transgástrico apical.
discinesia apical, por ejemplo [88]. Se debe excluir de estas medidas a los enfermos que tienen
Varios equipos han confirmado el interés clínico del con- una patología valvular aórtica o un obstáculo subaórtico. Es
trol de la STD mediante ETE en la valoración de la volemia posible, a partir del mismo corte, medir las velocidades en
y de sus modificaciones [12, 53]. Todos concuerdan en la supe- la cámara de descarga subaórtica, el diámetro subaórtico y
rioridad de la ETE en comparación con el cateterismo arte- de ahí deducir el gasto cardíaco, también con buenos resul-
rial pulmonar o con las modificaciones de la frecuencia car- tados [47].
díaca y de la presión arterial para el control de la volemia.
Igualmente, la interpretación de los valores debe conside- Función ventricular derecha
rar una eventual cardiopatía. En efecto, en pacientes con Debido a su geometría, muy diferente a la del ventrículo
un ventrículo izquierdo dilatado, el valor absoluto de la izquierdo y muy difícil de modelizar, la función del ven-
superficie telediastólica del ventrículo izquierdo (STDVI) trículo derecho es más difícil de evaluar. En corte de cuatro
refleja mal el nivel de volemia, en cualquier caso compara- cavidades, se puede realizar una planimetría del ventrículo
do con los valores de los sujetos normales. Cheung et al han derecho, como por vía transtorácica, y calcular, como en el
mostrado que la ETE detectaba una variación de volemia ventrículo izquierdo, una FAS. Se debe practicar en el
del 2,5 al 5 % [12]. periodo teleespiratorio.
Poscarga Ecocardiografía transesofágica e isquemia miocárdica
Su valoración mediante el cálculo de las RVS es muy imper- La aparición de una isquemia miocárdica en un territorio
fecta. La ecocardiografía permite medir el funcionamiento dado producirá una disminución del movimiento del endo-
sistólico del ventrículo izquierdo, que es un mejor reflejo de cardio hacia el centro del ventrículo izquierdo y una reduc-
la poscarga ventricular [72]. ción del engrosamiento sistólico de la pared a este nivel. En
la ETE, el corte transversal es el más utilizado. Permite el aná-
Función diastólica lisis de las paredes vascularizadas por las tres arterias corona-
El registro de las velocidades transmitrales con eco-Doppler rias principales. Debe completarse por un corte longitudinal
es muy fácil de realizar y permite estimar la función diastó- de dos y cuatro cavidades y por cortes transversos basales y
lica del ventrículo izquierdo. No obstante, en la práctica, apicales. Entonces se puede clasificar la cinética en normal,
teniendo en cuenta las múltiples variaciones hemodinámi- hipocinesia moderada o grave, acinesia o discinesia [54].
cas peroperatorias, es difícil apreciar con mucha precisión El principal límite para la interpretación de la cinética seg-
la función diastólica. Se están evaluando otros índices, pero mentaria es la falta de especificidad con respecto a la isque-
pertenecen todavía al campo de la investigación. mia miocárdica. Además, el análisis de la cinética se practi-

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caba siempre a posteriori y no de forma continua, como sería indica para pacientes más jóvenes y voluntarios con lesiones
deseable para la monitorización. Los progresos técnicos monotroncales o bitroncales. Por tanto hay más by-pass aor-
(Color Kinesis) permiten considerar los análisis automati- tocoronarios en los pacientes ancianos (>65 años), con lesio-
zados, continuos, con la posibilidad de conservar también nes múltiples y más graves. Aproximadamente el 5 % de las
en la pantalla secuencias de referencia. angioplastias transluminales se complican con una oclusión
aguda o con la disección de una arteria coronaria que nece-
Ecocardiografía transesofágica: herramienta sita una cirugía urgente, que tiene un mortalidad mayor (6
de diagnóstico %). La revascularización implica la mayoría de las veces la
Hay que insistir en la aportación principal que representa la realización de un by-pass, o de varios, utilizando uno o varios
ecografía, ya sea realizada inicialmente por vía transtoráci- segmentos de la vena safena entre la aorta y el vaso corona-
ca o por vía esofágica, como herramienta de diagnóstico en rio después de la estenosis. La anastomosis entre la arteria
cuidados intensivos o en quirófano. mamaria interna y la interventricular anterior se ha genera-
El lugar cada vez más importante que está ocupando la ciru- lizado debido a sus buenos resultados a largo plazo. Algunos
gía valvular conservadora es paralelo a la necesidad de equipos utilizan también otros injertos arteriales (arteria
poder controlar inmediatamente la calidad de la reparación radial o gastroepiploica) [43]. Cualquiera que sea el procedi-
quirúrgica. Se trata probablemente de una de las situaciones miento utilizado, la revascularización se practica con CEC,
más delicadas para el ecografista: situaciones de examen en con la aorta pinzada y el miocardio enfriado mediante una
ocasiones difíciles, condiciones de carga muy variables que solución de cardioplejía inyectada en la raíz de la aorta. Los
hacen obsoletos algunos criterios habituales de cuantifica- progresos efectuados en esta cirugía han permitido reducir
ción de la regurgitación, la taquicardia o las alteraciones del la mortalidad operatoria al 2 % aproximadamente en los by-
ritmo. Los criterios de juicio son el aspecto anatómico de la pass simples. No obstante, la frecuencia de infartos periope-
válvula, el Doppler color y el estudio del flujo venoso pul- ratorios varía del 4 al 40 % según los centros y las técnicas
monar. En caso de regurgitación mitral de intensidad utilizadas para diagnosticarlos [60].
media, existe una disminución de la onda sistólica o incluso
una inversión. Las variaciones de la poscarga modifican con- Evaluación preoperatoria
siderablemente el aspecto de este flujo y la importancia de
Los datos proporcionados por la historia clínica cardiológi-
la regurgitación. Este hecho ha sido particularmente bien
ca y el examen clínico realizado por el anestesiólogo permi-
mostrado por Konstadt et al que hacían variar las condicio-
ten valorar el grado de gravedad de la enfermedad corona-
nes de carga inyectando fenilefrina [50]. Por tanto, hay que
ria y adaptar así la estrategia perioperatoria. El examen pre-
ser prudentes al cuantificar una insuficiencia mitral median-
operatorio debe precisar, en particular, el grado de gravedad
te este tipo de índice, en particular en situaciones donde las
de la angina, el estado de la función ventricular izquierda, la
RVS son bajas, después de CEC, por ejemplo.
existencia de enfermedades asociadas (hipertensión arterial
La ETE puede ser útil en ciertas interrupciones delicadas de [HTA], diabetes, insuficiencia renal o respiratoria).
CEC para optimizar mejor el tratamiento (corrección de
una hipovolemia, utilización apropiada de agentes inotrópi- Anamnesis y examen clínico
cos) e incluso modificar el acto quirúrgico. Es la única téc-
La anamnesis se orienta para determinar el tipo de angor y
nica que permite buscar un obstáculo subaórtico, asociado o
para buscar los signos de insuficiencia cardíaca y las patolo-
no a un movimiento sistólico anterior de la gran válvula.
gías asociadas. La angina de pecho, tal como fue descrita en
1772, es el síntoma clave de la insuficiencia coronaria. No
Otras monitorizaciones obstante, el dolor puede ser atípico, y en ocasiones incluso
Diuresis estar ausente. Cuando existe, permite precisar el carácter
estable o inestable de la angina; el riesgo de muerte o de
La monitorización de la diuresis es sistemático, tanto duran- aparición de infarto son mayores en la angina inestable. La
te la intervención como en el periodo postoperatorio. angina de pecho se considera inestable cuando sus caracte-
rísticas son variables o cuando es inicial. Existe una clasifi-
Temperatura
cación de la Canadian Cardiovascular Society, análoga a la de
La elección de los lugares de determinación de la tempera- la New York Heart Association (NYHA), que clasifica el angor
tura se desarrolla más adelante. de 1 a 4 en función de la intensidad del esfuerzo físico que
provoca el dolor.
Control bioquímico
Comprende el control de la potasemia, la natremia, el hema- Exploraciones no invasivas
tócrito, los gases en sangre, así como ciertas pruebas de Radiografía de tórax
hemostasia (véase más adelante). Se repite regularmente en Informa sobre el estado del parénquima pulmonar, pero
el curso de la intervención y en el periodo postoperatorio. puede mostrar signos indirectos de insuficiencia ventricular
izquierda, cardiomegalia, dilatación del ventrículo izquierdo o
signos de edema pulmonar. Obviamente, una radiografía nor-
Anestesia y revascularización coronaria mal no presupone una función ventricular izquierda normal.
Electrocardiograma de reposo
La anestesia para el by-pass aortocoronario representa Puede mostrar signos de isquemia o una secuela de un
actualmente del 50 al 60 % de las intervenciones en cirugía infarto, pero es normal en el 25 % al 50 % de los pacientes
cardíaca. En Francia, el número de by-pass aortocoronarios coronarios. Puede evidenciar alteraciones del ritmo o de la
realizados se aproxima a las 20 000 intervenciones por año. conducción y ayudar a la elección de la derivación que se
En Estados Unidos, en 1989, se hicieron 360 000 by-pass aor- debe controlar en el período peroperatorio.
tocoronarios, así como 300 000 angioplastias transluminales.
En los últimos años, el desarrollo de la angioplastia translu- Electrocardiograma de esfuerzo
minal ha modificado la población de pacientes propuestos Informa sobre la reserva coronaria. Es de mal pronóstico
para by-pass aortocoronario. La angioplastia transluminal se cuando es positivo con esfuerzos pequeños, cuando mues-

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

tra un descenso prolongado y/o un aumento anormal de la 0,06 % (3 % en caso de lesión del tronco común de la arte-
frecuencia cardíaca o de la presión arterial, y cuando apa- ria coronaria izquierda) [107].
rece dolor o arritmia durante el examen. Otros datos, como
la excitabilidad del ventrículo izquierdo con el esfuerzo, la Patologías asociadas
aparición de hipotensión arterial o de un descenso impor-
tante del segmento ST desde el principio del esfuerzo La diabetes es frecuente: el 22 % de los pacientes operados
determinan un grupo de pacientes con alto riesgo de acci- por derivación aortocoronaria, el 40 % de los cuales son
dente coronario. insulinodependientes.
La HTA expone al riesgo de inestabilidad tensional perope-
Electrocardiograma mediante Holter
ratoria. Es un factor de riesgo para la hipertrofia ventricu-
El registro ambulatorio continuo durante 24 horas del ECG lar y la disfunción diastólica del ventrículo izquierdo. La
permite conocer la frecuencia de los episodios isquémicos y pérdida del ritmo sinusal, la taquicardia o la hipovolemia
saber si están asociados a dolor o a alteraciones del ritmo. producirán una gran reducción del gasto cardíaco.
Estos se detectan en el 88 % de los casos, frente al 14 % del Las patologías vasculares: uno de cada dos pacientes presenta
ECG de reposo. estenosis carotídeas asintomáticas, que llevan a evitar cual-
Ecocardiografía quier hipotensión peroperatoria y postoperatoria. La arte-
La ecocardiografía permite el estudio de la función ventri- ritis de los miembros inferiores puede dificultar o compli-
cular izquierda y el cálculo de la fracción de eyección. No car el uso de un balón de contrapulsación intraaórtico. El
obstante, los valores sólo son precisos si no existen anoma- riesgo de accidente vascular cerebral en estos pacientes es
lías de la cinética segmentaria. También permite detectar la tres veces mayor.
presencia de valvulopatías asociadas (especialmente la insu- Las afecciones pulmonares pueden prolongar la duración de la
ficiencia aórtica) que pueden influir en la asistencia pero- ventilación postoperatoria.
peratoria y postoperatoria. La ecografía de estrés (de
esfuerzo, con dipiridamol o dobutamina) y la ecografía de Evaluación del riesgo operatorio
contraste constituyen actualmente líneas de investigación
en la evaluación de las cardiopatías isquémicas. Como resultado de esta evaluación preoperatoria, los
pacientes se pueden clasificar esquemáticamente en dos
Gammagrafías isotópicas categorías, según la presencia o la ausencia de factores de
Se utilizan varios productos, que tienen la propiedad de emi- riesgo operatorio. Se utilizan muchas escalas para evaluar el
tir fotones que serán captados por una cámara. El talio 201, riesgo operatorio. Los factores de mal pronóstico que se
análogo del potasio, da información sobre las zonas per- encuentran con más frecuencia son: edad superior a 75
fundidas. Estas pueden evaluarse durante un esfuerzo o años, obesidad extrema, reintervención (redux), situación
tras la inyección de dipiridamol. La angiogammagrafía de urgencia [48], función ventricular izquierda alterada con
por marcaje de glóbulos rojos con 99mTc sirve para deter- una fracción de eyección inferior al 40 % y diálisis por insu-
minar los volúmenes de las cavidades cardíacas y calcular ficiencia renal crónica. Hay que destacar que el número de
la fracción de eyección, así como las anomalías de la ciné- vasos afectados no interviene. El beneficio de la cirugía en
tica segmentaria o las anomalías de perfusión pulmonar. comparación con la angioplastia transluminal no siempre
Un nuevo producto, el 99mTc-metoxiisobutilisonitrilo es evidente, salvo para las estenosis seccionales del 95 % y
(MIBI), con una vida media muy corta, da imágenes de la las lesiones del tronco común.
perfusión y permite el cálculo de la fracción de eyección y
de las anomalías de la cinética segmentaria. Ciertas cáma- Técnicas anestésicas
ras giran alrededor del corazón y proporcionan imágenes
tridimensionales. Principios
Cualquiera que sea la calidad de la función ventricular, los
Exploraciones invasivas
principios de la anestesia descansan en el mismo concepto:
Cateterismo cardíaco y coronariografía el mantenimiento del equilibrio entre los aportes de oxíge-

Es la exploración de referencia. Los principales datos pro- no y el MV O2 en todos los territorios perfundidos.
porcionados son el número de arterias afectadas, la calidad
Aporte de oxígeno al miocardio
del lecho más allá de la obstrucción, las anomalías de la ciné-
tica segmentaria, la medida de las presiones intracavitarias y Es el producto del contenido de oxígeno por el flujo coro-
el cálculo de la fracción de eyección. Una estenosis del 50 % nario. El contenido de oxígeno depende de la presión arte-
significa un 75 % de reducción seccional y una estenosis del rial de oxígeno y de la concentración de hemoglobina. Por
75 %, una reducción seccional del 90 %. Sólo las estenosis tanto es importante procurar mantener estos dos valores lo
superiores al 50 % son quirúrgicas a priori. Las lesiones tri- más cerca posible de la normalidad. La extracción de oxíge-
tronculares tienen un pronóstico más grave (70 % de super- no es máxima en condiciones fisiológicas, porque la satura-
vivencia a los 4 años) con tratamiento sólo médico. La frac- ción de oxígeno del seno coronario es del 32 % al 38 %. La
ción de eyección normal se sitúa entre el 50 % y el 75 %, y única manera de incrementar los aportes de oxígeno al mio-
puede ser mayor en caso de insuficiencia mitral asociada. Si cardio es, por tanto, el aumento del flujo coronario que
la fracción de eyección está entre el 25 % y el 40 % existe depende de la presión de perfusión y de las resistencias:
una disnea de esfuerzo y si es inferior al 25 %, una disnea de flujo coronario = presión de perfusión/resistencias corona-
reposo. La presencia de una función ventricular izquierda rias. En estado normal, el flujo coronario está perfectamen-
deficiente es un elemento de mal pronóstico y predice la te adaptado a la demanda miocárdica de oxígeno. La dife-
aparición de una disfunción ventricular izquierda postope- rencia entre el flujo coronario y el flujo coronario máximo
ratoria. Este examen invasivo no está exento de riesgos. La constituye la reserva coronaria. Cuando la demanda de oxí-
mortalidad asociada a esta prueba es del 0,11 % al 0,14 % y geno se incrementa, el flujo aumenta por una disminución
el riesgo de infarto de miocardio durante el examen del 0 al instantánea de las resistencias (vasodilatación), cualquiera

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que sea el grado de presión de perfusión. Se dice que la cir- cas anestésicas con éxito: tiopental, benzodiazepina sola o
culación coronaria está autorregulada. En presencia de una en asociación, morfínico y propofol, y morfínicos solos a
estenosis, la disminución de la perfusión del territorio situado dosis altas. Se han empleado todos los curares; el efecto
después de la misma está compensada por una vasodilatación vagolítico del pancuronio es interesante con los morfínicos
intensa que disminuye de manera proporcional la reserva a dosis altas. La aparición de una isquemia miocárdica no
coronaria; la autorregulación ya no es posible y el flujo coro- está relacionada con el agente utilizado sino con las modi-
nario se hace dependiente de la presión de perfusión. Esta es ficaciones hemodinámicas asociadas a la inducción, la intu-
igual a la diferencia entre la presión aórtica y la presión intra- bación y los estímulos quirúrgicos; ninguna técnica es
ventricular. Para el ventrículo izquierdo, la presión de perfu- mejor que otra a partir del momento en que los parámetros
sión es máxima en la diástole y casi nula en la sístole. Cuanto hemodinámicos (en particular la frecuencia cardíaca y la
más larga sea la diástole, más largo será el tiempo de perfu- presión arterial) están controlados y se respeta el balance
sión. El ventrículo derecho es perfundido en la sístole y en la de oxígeno del miocardio. En nuestra experiencia, la
diástole, ya que las presiones intracavitarias son menores que inducción se realiza con fentanilo (30 a 40 µg/kg) asociado
la presión aórtica. Cuando se reduce el tiempo de perfusión, a dosis pequeñas de midazolam (1 a 2 mg). La rigidez torá-
la taquicardia es entonces particularmente perjudicial. cica se previene mediante la administración de pancuronio
(1 mg antes del fentanilo), seguida por la dosis usual a par-
Consumo de oxígeno del miocardio tir de la inducción del sueño. La intubación traqueal debe
Los diferentes factores responsables de un aumento del estar precedida por el análisis de las respuestas cardiovas-

MV O2 son: el aumento de la contractilidad, el aumento de culares a la introducción del laringoscopio en la boca. La
la tensión intraventricular (depende de las presiones de lle- presión arterial y la frecuencia cardíaca deben permanecer
nado, de la presión aórtica y del grosor del músculo ventri- inalteradas, en caso contrario se debe hacer una anestesia
cular) y la frecuencia cardíaca (aumenta la contractilidad). más profunda. El mantenimiento de la anestesia se garanti-
La ruptura del balance de oxígeno puede producir anoma- za mediante inyecciones repetidas de fentanilo hasta una
lías cinéticas segmentarias, trastorno agudo de la distensibi- dosis de 100 µg/kg como mínimo antes de la esternotomía.
lidad, alteraciones del ritmo, sideración del miocardio e Esta dosis es en ocasiones insuficiente para prevenir las cri-
incluso infarto [58]. sis hipertensivas provocadas por la separación esternal. La
En la práctica anestésica, los principales factores desencade- utilización de un vasodilatador arterial (nicardipina, 0,5 a
nantes de una isquemia miocárdica son ante todo la taqui- 1 mg) o de un betabloqueante (esmolol, 1 mg/kg) permite
cardia y la hipotensión, pero también la elevación de la pre- controlar la presión arterial.
sión arterial y el aumento de las presiones de llenado. La mayoría de los centros utilizan una profilaxis antibiótica
sistemática, dirigida principalmente contra el estafilococo
Preparación operatoria y premedicación dorado, para disminuir las infecciones postoperatorias. Se
Los aspectos específicos de la preparación para una cirugía basa en la administración de una cefalosporina (cefaman-
coronaria son: mantenimiento del tratamiento antianginoso dol), que comenzará antes de la incisión y se mantendrá
hasta la mañana de la intervención; mantenimiento del tra- como máximo 48 horas en el postoperatorio. El uso de
tamiento con antiagregantes o anticoagulantes, sobre todo agentes antifibrinolíticos (aprotinina, ácido tranexámico),
en caso de angina inestable; premedicación suficiente. para reducir la hemorragia peroperatoria y postoperatoria,
se ha extendido desde que aparecieron las primeras publi-
Premedicación caciones sobre este tema [82]. Aunque las pruebas de la
Además del tratamiento antianginoso, el sujeto coronario, reducción de la hemorragia por estos agentes sean nume-
habitualmente ansioso, debe recibir una premedicación sufi- rosas, actualmente no existe un consenso en cuanto a las
ciente. Comienza la víspera mediante la administración de dosis a utilizar y las modalidades de administración.
una benzodiazepina de duración de acción larga (lorazepam, La incidencia de aparición de una isquemia miocárdica en
2 mg). La mañana de la intervención se suele asociar a la el periodo que precede a la CEC se sitúa, según diferentes
benzodiazepina un opiáceo, a menudo morfina (0,1 mg/kg estudios, entre el 10 % y el 50 %. Además, aparte de perío-
en inyección subcutánea). La función de la medicación es dos de inestabilidad hemodinámica, sobrevienen algunos
limitar la taquicardia provocada por el miedo a la interven- episodios isquémicos. La aparición de una isquemia debe
ción y las molestias durante la colocación de los catéteres. La ser tratada inmediatamente mediante la corrección de su
premedicación puede producir una hipoventilación alveolar factor desencadenante. La hipotensión arterial se corregirá
que habrá que compensar mediante oxigenoterapia a partir con la disminución de la anestesia o la inyección de un vaso-
de la llegada al quirófano. En personas ancianas y pacientes constrictor (fenilefrina, 50 a 100 µg, o efedrina, 3 a 12 mg).
con insuficiencia respiratoria, conviene disminuir las dosis de La taquicardia se trata incrementando la anestesia o median-
los medicamentos de la premedicación. te la inyección de un betabloqueante (propranolol, 0,25 a
1 mg, o esmolol, 0,5 a 1 mg/kg). La hipertensión arterial
Conducta anestésica (HTA) se corregirá haciendo más profunda la anestesia y
La elección de una técnica se fundamenta en el conocimien- mediante la inyección de nicardipina (0,5 a 1 mg) o de
to de los efectos de los agentes anestésicos en la hemodiná- nitroglicerina (0,2 a 1 µg/kg/min). La elevación de las pre-
mica periférica y el balance de oxígeno del miocardio. siones de llenado se corrige con un vasodilatador venoso
(nitroglicerina). Si no existe factor desencadenante, la
Inducción y mantenimiento de la anestesia regresión del descenso del segmento ST se puede obtener
La inducción debe hacerse en un ambiente tranquilo. La mediante la inyección de nitroglicerina o de un antagonista
agitación y el ruido aumentan la frecuencia cardíaca del del calcio (nicardipina). En los sujetos que tienen una fun-
paciente y exacerban su ansiedad. La inducción se hace la ción ventricular izquierda alterada, la mayoría de los autores
mayoría de las veces tras la colocación de la monitorización concuerdan al preferir el uso casi exclusivo de morfínicos,
y la preoxigenación. Dos criterios prevalecen en la elección evitando el óxido nitroso, los anestésicos halogenados y el
de la técnica anestésica: el estado de la función ventricular tiopental. En los enfermos en estado precario, la inducción
izquierda y la duración de la ventilación postoperatoria, puede estar precedida por la colocación de una contrapul-
que debe ser lo más breve posible. En pacientes con fun- sación intraaórtica. En este grupo de pacientes, la hipoten-
ción ventricular conservada, se han utilizado muchas técni- sión arterial es el problema que se encuentra con mayor fre-

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

cuencia. Su tratamiento recurre a las catecolaminas (dopa- nación), agentes inotrópicos (aumento de la contractili-
mina, dobutamina) y se ve facilitado por los datos del cate- dad) y ocasionalmente a la contrapulsación intraaórtica
terismo pulmonar o de la ETE, cuando se dispone de ellos. (disminución de la poscarga y mejoría de la perfusión coro-
Tras la CEC, la eficacia del miocardio depende en gran naria). La evaluación preoparatoria se reduce estrictamen-
parte de la calidad de la protección miocárdica durante el te al mínimo. La monitorización indispensable abarca un
pinzamiento aórtico y de la calidad de la revascularización ECG y una determinación invasiva de la presión arterial. Un
quirúrgica. El control de los parámetros hemodinámicos, catéter de Swan-Ganz, si es posible de Sv–O2, o una ETE faci-
en particular los proporcionados por la sonda de Swan- litan el análisis de la situación hemodinámica y guían el tra-
Ganz o por la ETE, permite adaptar la terapéutica a la situa- tamiento. La inducción se realiza con la asociación de eto-
ción observada (reposición vascular, cardiotónicos y/o midato (0,2 a 0,3 mg/kg) y succinilcolina (1 a 1,5 mg/kg); el
vasodilatadores). En esta fase se pueden observar varias mantenimiento se garantiza mediante morfínicos y la venti-
complicaciones: alteraciones del ritmo, a menudo favoreci- lación se hace sin óxido nitroso ni anestésicos halogenados.
das por la hipopotasemia, bajo gasto cardíaco (que puede La interrupción de la CEC se hace frecuentemente después
hacer que se discuta la colocación de un balón de contra- de haber colocado una contrapulsación intraaórtica.
pulsación intraaórtico), hemorragia por fallo de la hemos-
Ruptura septal
tasia quirúrgica o por anomalías biológicas (gran activación
de la fibrinolisis, hemodilución de los factores de la coagu- La ruptura septal es una complicación precoz del infarto de
lación, trombopenia). miocardio (24 a 48 horas). Aparece aproximadamente en el
0,5 % de los casos. Se produce siempre en la zona infartada,
la mayoría de las veces en el septo anterior y apical (67 %)
Control postoperatorio
[38]. Su reparación es más fácil que en los desgarros poste-
Las complicaciones específicas de este periodo se detallan riores, de acceso más difícil. El diagnóstico clínico se sospe-
en un capítulo especialmente dedicado a ellas. En las pri- cha por la aparición de un soplo sistólico o por el agrava-
meras horas del postoperatorio, el paciente está intubado, miento del estado hemodinámico y se confirma mediante
ventilado y sedado hasta la normalización de la temperatu- ecografía. El acto quirúrgico consiste en acceder a la zona
ra central. Se controlan los mismos parámetros hemodiná- infartada y cerrar el shunt mediante una placa de Teflon.
micos que en el peroperatorio. A pesar de la revasculariza- En función de los datos de la coronariografía, se puede aso-
ción del miocardio, la incidencia de la isquemia postopera- ciar una revascularización. No se ha determinado de forma
toria sigue siendo alta y la corrección de todos los episodios clara el momento ideal para la reparación quirúrgica.
de inestabilidad hemodinámica y de isquemia debe ser tan Frente a la tentación de esperar, para permitir la cirugía
rigurosa como en el peroperatorio [61]. La duración de la sobre un tejido cicatrizado, se puede oponer el riesgo de
ventilación postoperatoria y la estancia en reanimación empeoramiento clínico. La mortalidad en las series más
dependen de la calidad de la función ventricular. Los recientes es de aproximadamente el 15 % [43]. El trata-
pacientes que tienen una buena función ventricular izquier- miento comprende el uso de fármacos inotrópicos (dobu-
da recuperan el 90 % de su función sistólica en las primeras tamina) y sobre todo de agentes vasodilatadores para dis-
4 horas del postoperatorio y pueden ser extubados a las 6 u minuir la poscarga del ventrículo izquierdo. También se
8 horas después de la operación. Este sería el caso del 60 % puede recurrir a la contrapulsación intraaórtica. Tras la
de los pacientes [1]. reparación, en el 20 % de los casos, puede persistir un
shunt residual moderado. La técnica anestésica es similar a
Cirugía de las complicaciones del infarto la utilizada en la insuficiencia mitral aguda. La medida de
la Sv- O2 resulta errónea debido al shunt izquierda-derecha.
Dos circunstancias pueden conducir a una intervención Por el contrario, es útil en el postoperatorio para confirmar
urgente en un paciente coronario: la complicación mecáni- la ausencia de shunt residual.
ca del infarto de miocardio o el fracaso de una angioplastia
coronaria. En ambos casos, el anestesiólogo debe enfren- Ruptura del corazón
tarse a una situación hemodinámica precaria, en un pacien- La ruptura del corazón es una complicación temible y pre-
te con sufrimiento miocárdico agudo, en ocasiones con el coz (segundo o tercer día) que aparece a menudo en el ven-
estómago lleno y con un gran riesgo de hemorragia. trículo izquierdo, con aneurisma de la pared asociado o sin
él. El cuadro clínico es sobreagudo o bien más progresivo,
Complicaciones mecánicas del infarto de miocardio produciendo una compresión de las cavidades cardíacas
Están representadas por la insuficiencia mitral aguda, la con signos derechos predominantes. En estas condiciones
ruptura septal y la ruptura del corazón. de urgencia vital, es difícil definir la conducta anestésica.
Insuficiencia mitral aguda
Accidentes de la angioplastia coronaria
La insuficiencia mitral aguda es habitualmente el resultado
de la necrosis de un pilar, que produce su ruptura. El cua- La trombolisis en la fase aguda del infarto y la angioplastia
dro es el de una insuficiencia mitral aguda con edema pul- intraluminal no han dejado de desarrollarse en el último
monar, asociado a veces a un shock cardiogénico. La inter- decenio. En 1989, se realizaron más de 300.000 angioplas-
vención implica una sustitución valvular mitral por una pró- tias en Estados Unidos. Los fracasos de esta nueva técnica
tesis, eventualmente asociada a una revascularización mio- de revascularización están relacionados la mayoría de las
cárdica. La mortalidad es importante (34 %) y está condi- veces con una disección de la coronaria. Cuando se realizan
cionada por la extensión de la necrosis y la calidad de la «en frío», la tasa de accidentes se sitúa entre el 3 % y el 5 %
función ventricular subyacente. El tratamiento de la insufi- de las angioplastias [97]. En cambio, cerca del 10 % de las
ciencia circulatoria predomina sobre el de la isquemia mio- angioplastias se saldan con un fracaso cuando se realizan de
cárdica. La preparación preoperatoria recurre a vasodilata- urgencia en la fase aguda del infarto. La mortalidad de las
dores (disminución de la poscarga del ventrículo izquier- intervenciones de derivación aortocoronaria, realizadas de
do), diuréticos, ventilación artificial (mejoría de la oxige- urgencia tras un accidente de angioplastia es mayor (apro-

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ximadamente el 6 %) que la de la cirugía programada. El jerto pulmonar (técnica de Ross). Esta cirugía también
lapso entre la constatación del accidente de angioplastia y evita que se deba recurrir a un tratamiento anticoagulan-
la realización de la derivación aortocoronaria es un ele- te a largo plazo.
mento significativo en la reducción de la mortalidad y de la
morbilidad. Los problemas a los que se enfrenta el aneste- Tratamientos conservadores
siólogo son: una situación hemodinámica inestable (isque- Los tratamientos conservadores emplean técnicas de plas-
mia miocárdica, shock cardiogénico, alteraciones de la dis- tias quirúrgicas, esencialmente en posición mitral y tricús-
tensibilidad ventricular izquierda); un riesgo hemorrágico pide, y más raramente en posición aórtica. Para las plastias
mayor (heparina, antiagregantes plaquetarios, fibrinolíti- mitrales y tricúspides, se coloca un anillo alrededor del ori-
cos); interacciones medicamentosas (agentes antiangino- ficio, al final de la intervención, que evita la dilatación de
sos, betabloqueantes); una situación de urgencia (tiempo éste último y la recidiva precoz de la fuga. Estos tratamien-
escaso, estómago lleno). tos conservadores evitan que se deba recurrir a un trata-
En la práctica, el período entre la complicación y el by-pass miento anticoagulante.
aortocoronario debe ser lo más corto posible. Por eso se
reduce al máximo la evaluación preoperatoria. Un control Valvulopatías obstructivas
completo (catéter radial, sonda de Swan-Ganz) es preferi-
ble, pero la colocación del catéter pulmonar no debe retra- En las valvulopatías obstructivas, el gradiente de presión a
sar el comienzo del acto quirúrgico. En caso de estómago través de la válvula es proporcional al gasto cardíaco y al
lleno, la inducción se puede hacer con la asociación de eto- cuadrado de la superficie valvular. Cualquier aumento del
midato (0,3 mg/kg) y succinilcolina (1 mg/kg) y con la gasto cardíaco va a producir un aumento de las condiciones
maniobra de Sellick. Si la situación no es la del estómago de carga antes del obstáculo valvular. Suele decidirse la
lleno, se puede emplear fentanilo (30 a 50 µg/kg inyecta- intervención quirúrgica cuando el paciente se ha vuelto sin-
dos en 2 a 3 minutos) asociado a pancuronio (0,1 mg/kg). tomático, ya sea con el esfuerzo, para la estenosis aórtica, o
La colocación de un balón de contrapulsación intraaórtica, de forma permanente y relativamente grave para la esteno-
asociada a agentes inotrópicos positivos, suele ser necesaria sis mitral [11].
para poder interrumpir la CEC del paciente.
Estenosis aórtica
La estenosis valvular aislada es de origen reumático, congé-
Anestesia y cardiopatías valvulares nito o degenerativo (degeneración calcificante, la mayoría
de las veces). La estenosis aórtica calcificada predomina en
varones y evoluciona de forma asintomática durante
El conocimiento de la fisiopatología de las cardiopatías val- muchos años. Si no se realiza la reparación valvular, la
vulares permite observar una conducta razonada en la anes- supervivencia es de 5 años después de la aparición de los
tesia. Se deben tener en cuenta los tipos esenciales de pato- primeros signos de angina y de 2 años después de la apari-
logías valvulares en función de los efectos inducidos por la ción de signos de gravedad (síncope, insuficiencia cardía-
anestesia. Estos pueden repercutir sobre el gasto cardíaco y ca). La mitad de los pacientes mayores de 50 años tienen
producir una descompensación de la cardiopatía. El anes- una coronariopatía asociada, lo que justifica una corona-
tesiólogo debe tener presente que estas patologías aparecen riografía sistemática. Si la estenosis es inferior a 1 cm2 o si el
ahora en sujetos ancianos que pueden presentar potencial- gradiente medio entre el ventrículo izquierdo y la aorta es
mente varias valvulopatías o una coronariopatía asociada. superior a 50 mmHg, está indicada la sustitución valvular
La ecografía cardíaca, tanto en las exploraciones preopera- aórtica [73].
torias como en el control perioperatorio, ha ganado un
lugar de primer orden en cuanto a la optimización de los Fisiopatología
tratamientos (volemia, condiciones de llenado del ventrícu- La estenosis aórtica produce una sobrecarga crónica de pre-
lo izquierdo, cinética parietal y continencia valvular, etc.). sión en el ventrículo izquierdo, progresivamente creciente.
El cateterismo cardíaco derecho se debe interpretar a par- El aumento de la poscarga del ventrículo izquierdo induci-
tir de las modificaciones inducidas por las diferentes valvu- do por la estenosis aórtica causa un incremento de la ten-
lopatías. El análisis de la Sv- O2 debe permitir paliar los lími- sión parietal. La adaptación al aumento de la presión parie-
tes de la medida del gasto cardíaco por termodilución, en tal se realiza mediante una hipertrofia parietal concéntrica,
particular en caso de insuficiencia tricúspide. a expensas de una disminución del tamaño de la cavidad y
de la distensibilidad del ventrículo izquierdo. El VES depen-
Generalidades sobre el tratamiento quirúrgico de de la calidad del llenado del ventrículo izquierdo, que es
de las valvulopatías pasivo al principio de la diástole y activo por la sístole auri-
cular al fin de la diástole. El llenado pasivo depende de la
Sustituciones valvulares relajación del ventrículo y de la distensibilidad ventricular
Las válvulas aórticas y mitrales pueden ser válvulas mecá- izquierda. Esta se altera progresivamente, pero el llenado
nicas (de aletas, de disco y de bola), bioprótesis (la mayo- activo aumenta paulatinamente su contribución al llenado
ría de las veces porcinas) o bien homoinjertos obtenidos ventricular, hasta el 40 % en las estenosis aórticas avanzadas.

de bancos de tejidos humanos. Estos homoinjertos deben El MV O2 aumenta en el curso de la evolución de la esteno-
tener un diámetro del anillo valvular idéntico al evaluado sis aórtica. Esto es debido a un aumento de la masa ventri-
en el preoperatorio mediante ecocardiografía; no presen- cular izquierda relacionado con la hipertrofia ventricular y
tan los mismos problemas de biocompatiblidad que los al aumento del trabajo del ventrículo izquierdo debido a la
tejidos más complejos, como el hígado, los riñones o el resistencia estática que la estenosis aórtica impone al ven-
corazón. Se pueden utilizar en posición aórtica, mitral o trículo izquierdo. La liberación de oxígeno está alterada en
pulmonar. Otra técnica quirúrgica de sustitución valvular el plano microcirculatorio por una disminución de la dis-
aórtica consiste en trasponer el tronco de la arteria pul- ponibilidad de oxígeno en las fibras miocárdicas hipertro-
monar con las válvulas pulmonares a una posición aórtica fiadas y por un aumento de la presión intracavitaria. Los
(reimplantando las arterias coronarias en esta neoaorta) y fenómenos isquémicos son especialmente frecuentes, debi-
sustituir el tronco de la arteria pulmonar por un homoin- do a la ausencia de reserva coronaria y a la gran frecuencia

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

de lesiones coronarias ateromatosas asociadas a la estenosis ficiencia tricúspide y puede precisar una intervención qui-
aórtica (50 % en caso de signos clínicos de angina). Cual- rúrgica complementaria específica. Además, la HTAP indu-
quier disminución de la presión arterial diastólica compro- ce un aumento del riesgo operatorio [106]. Generalmente, la
meterá la presión de perfusión coronaria. Esto inducirá un función sistólica del ventrículo izquierdo está conservada.
aumento de la presión intraventricular que compromete No obstante, una disminución de la fracción de eyección
aún más la vascularización de los lechos subendocárdicos. sistólica señala la aparición de una alteración de las propie-
dades contráctiles miocárdicas, que revela una miocarditis
Conducta anestésica reumática o bien una insuficiencia crónica de llenado del
La exploración preoperatoria se orientará hacia la búsque- ventrículo izquierdo que puede aumentar bruscamente por
da de signos de gravedad: disnea o angina de esfuerzo, sig- reducción de la duración de la diástole en caso de taqui-
nos de insuficiencia cardíaca izquierda, síncope. En el cardia. La dilatación de las cavidades derechas puede reper-
aspecto electrocardiográfico es frecuente la aparición de cutir en la calidad del llenado del ventrículo izquierdo.
alteraciones de la conducción en la estenosis aórtica calcifi- En consecuencia, la evaluación preoperatoria debe:
cante. La ecografía cardíaca permite el cálculo de la super- — determinar las cinéticas ventriculares derecha e izquier-
ficie valvular (existe indicación quirúrgica si la superficie es da, sistólica y diastólica;
inferior a 1 cm2; superficie normal: 2,5-3,5 cm2). — medir la superficie mitral (normal: 4-6 cm2) valorando la
Los objetivos anestésicos son garantizar la estabilidad de repercusión sobre la aurícula izquierda y la circulación pre-
ciertos parámetros hemodinámicos esenciales para mante- via a la estenosis (dilatación de la aurícula izquierda y de las
ner una buena función ventricular: mantenimiento del cavidades derechas, búsqueda de un trombo auricular
ritmo sinusal, estabilidad del retorno venoso (llenado ade- izquierdo, insuficiencia tricúspide);
cuado), prevención de cualquier vasodilatación arterial que — buscar la existencia de una HTAP mediante la medida
pueda comprometer la perfusión miocárdica, evitar cual- de los flujos transtricuspídeos y esclarecer eventualmente
quier medicamento depresor del miocardio. si es permanente o reversible mediante pruebas farmaco-
La premedicación debe permitir el establecimiento de una lógicas;
monitorización invasiva sin inducir estrés en el paciente. A — buscar la presencia de otras valvulopatías asociadas.
menudo, asocia una benzodiazepina y un morfínico.
Cualquier variación hemodinámica brusca debe ser contro- Conducta anestésica
lada inmediatamente, ya sea con neosinefrina, en caso de Los objetivos anestésicos son evitar cualquier variación del
hipotensión, o bien haciendo más profunda la anestesia en gasto cardíaco para mantener las condiciones de carga del
caso de taquicardia. La utilización de grandes dosis de mor- ventrículo izquierdo posterior a la estenosis mitral. En el
fínicos en la inducción permite en estas condiciones man- territorio previo a la estenosis, hay que evitar la aparición
tener una buena estabilidad de los parámetros hemodiná- brutal de un ascenso de las presiones que puedan conducir a
micos. El uso de benzodiazepinas debe hacerse con mucha un edema agudo pulmonar. Por esto, hay que evitar cual-
prudencia. El etomidato puede constituir una alternativa al quier disminución de la precarga y cualquier taquicardia que
empleo de morfínicos solamente. disminuya la duración de la diástole. Una inducción anesté-
sica con morfínicos a dosis altas permite conservar una
Estenosis mitral buena estabilidad de estos parámetros. Se debe controlar
cualquier aumento paroxístico de la frecuencia cardíaca o de
La estenosis mitral es de origen reumático o, excepcional-
la presión arterial pulmonar. La inhalación de monóxido de
mente, congénito. Se observa en el 75 % de los casos en
nitrógeno (NO) parece ser eficaz para controlar una crisis
mujeres tras unos veinte años de evolución sin síntomas. La
aguda de HTAP debido a su efecto vasodilatador local en la
estenosis mitral puede manifestarse por un edema agudo
circulación pulmonar, tanto más si existen signos de insufi-
pulmonar brusco tras un acceso de taquiarritmia auricular.
ciencia cardíaca derecha asociados [28].
Fisiopatología
La estenosis mitral produce una sobrecarga crónica de la Insuficiencias valvulares
aurícula izquierda antes del obstáculo valvular con una dis-
minución crónica del VES del ventrículo izquierdo por dis- Las insuficiencias valvulares provocan un doble flujo, ya sea
minución del llenado ventricular. de llenado (insuficiencia aórtica) o de eyección (insuficien-
cia mitral) en el ventrículo izquierdo. Las insuficiencias val-
Para aumentar el gasto cardíaco, hay que aumentar las pre-
vulares producen una sobrecarga de volumen del ventrícu-
siones en la aurícula izquierda o bien aumentar el tiempo
lo izquierdo. El ventrículo izquierdo tolera bien, durante
de vaciamiento auricular (disminuir la frecuencia cardía-
mucho tiempo, esta sobrecarga progresiva de volumen
ca). Este incremento de las presiones en la aurícula izquier-
debido a un desplazamiento hacia la derecha de las curvas
da es limitado (sistema capacitativo de baja presión). El
presión-volumen relacionado con una dilatación de la cavi-
aumento de la presión en la aurícula izquierda repercute
dad ventricular.
en la propia aurícula izquierda, que se distiende, y después
en la circulación previa a la estenosis, constituyendo una
Insuficiencia aórtica
hipertensión arterial pulmonar (HTAP) acompañada a
veces de edema agudo pulmonar. En el caso de la estenosis La insuficiencia aórtica puede ser crónica, secundaria a un
mitral, y al contrario de la estenosis aórtica, la aparición del reumatismo articular o a una bicuspidia, o bien aguda, rela-
edema pulmonar se debe más a la taquicardia que a la pér- cionada con una endocarditis o una disección aguda de la
dida de la sístole auricular. En ausencia de corrección qui- aorta. La insuficiencia aórtica crónica evoluciona a lo largo
rúrgica, puede aparecer una HTAP permanente, que pro- de 10 a 20 años. La aparición de una insuficiencia cardíaca
duce un aumento del trabajo respiratorio con una dismi- congestiva es signo de una alteración mayor de la contracti-
nución de la distensibilidad pulmonar. Si prosigue la evolu- lidad miocárdica. La insuficiencia aórtica aguda produce a
ción, aparece una insuficiencia cardíaca derecha con insu- menudo un estado de shock cardiogénico. No obstante, los

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pacientes que presentan una insuficiencia aórtica estable ciencia mitral aguda son la endocarditis, la ruptura de cuer-
moderada pueden tener una supervivencia aproximada- das secundaria a una enfermedad degenerativa (degenera-
mente igual a la de la población general. ción mixoide) o a una disfunción aguda o a una ruptura de
pilar secundaria a un infarto de miocardio.
Fisiopatología
La insuficiencia aórtica impone al ventrículo izquierdo un Fisiopatología
llenado de doble flujo. Al flujo fisiológico que proviene de La continencia valvular mitral permite que el VES sea eyec-
la aurícula izquierda se añade el volumen de regurgitación tado hacia un sistema de altas resistencias (circulación sisté-
de la insuficiencia aórtica. La importancia de la insuficien- mica). La incontinencia valvular mitral por apertura de un
cia aórtica depende de factores anatómicos intrínsecos sistema de bajas resistencias (circulación pulmonar) induce
(intensidad de las lesiones valvulares) y de parámetros sus- un doble flujo de eyección cuya fracción regurgitada hacia
ceptibles de tratamiento. Estos parámetros son, por una la aurícula izquierda es ineficaz desde el punto de vista cir-
parte, la frecuencia cardíaca (cualquier bradicardia implica culatorio. Las consecuencias de la insuficiencia mitral apa-
un alargamiento de la duración de la regurgitación valvular recen antes o después de la válvula mitral. En el territorio
y por tanto una sobrecarga volémica del ventrículo izquier- anterior a la válvula, se observa una dilatación de la aurícu-
do) y, por otra, las RVS (cualquier vasoconstricción aumen- la izquierda con HTAP y riesgo de edema pulmonar cuando
ta la regurgitación). La sobrecarga crónica de volumen del las presiones se hacen demasiado grandes. En el territorio
ventrículo izquierdo causa el desarrollo de una hipertrofia posterior a la válvula mitral, se observa una sobrecarga de
miocárdica excéntrica (esencialmente un aumento del volumen del ventrículo izquierdo que puede producir una
tamaño de la cavidad). Esta hipertrofia excéntrica se asocia insuficiencia ventricular izquierda. Los signos de insuficien-
a un aumento de la distensibilidad del ventrículo izquierdo. cia cardíaca aparecen cuando la contractilidad del miocar-
Cuando disminuye la contractilidad, los signos de insufi- dio está alterada de forma irreversible. Esta alteración puede
ciencia cardíaca congestiva aparecen, con elevación de la causar una mala tolerancia de la corrección quirúrgica de la
presión telediastólica del ventrículo izquierdo (PTDVI) y insuficiencia mitral, debido a la desaparición de la descarga
disminución del gasto cardíaco. La dilatación del ventrícu- auricular izquierda de baja presión. La sustitución valvular
lo izquierdo causa una modificación de la conformación de mitral tiene como consecuencia el aumento de la poscarga
la cavidad ventricular que puede generar una insuficiencia del ventrículo izquierdo por desaparición de la fracción
mitral denominada funcional. La sobrecarga aguda de volu- eyectada hacia la circulación de bajo nivel de presión, lo que
men produce una dilatación aguda del ventrículo izquierdo aumenta la presión endocavitaria; esto incrementa el traba-
con aumento de la PTDVI y el cierre prematuro de la vál- jo del ventrículo izquierdo. Sin embargo, las exploraciones
vula mitral, lo que conduce a un llenado fisiológicamente preoperatorias no pueden valorar correctamente la toleran-
insuficiente del ventrículo izquierdo y, como resultado, una cia de la sustitución valvular mitral.
disminución del gasto cardíaco. Esta reducción del gasto
En resumen, como en el caso de la insuficiencia aórtica, la
cardíaco se acompaña de un aumento reflejo del tono sim-
importancia de la insuficiencia mitral depende de factores
pático. El aumento de las resistencias sistémicas asociado
intrínsecos (deterioro valvular) y de parámetros de accesibi-
aumenta la regurgitación aórtica. Por tanto, la insuficiencia
lidad al tratamiento. Estos parámetros son la frecuencia car-
aórtica se presenta frecuentemente en un cuadro de shock
díaca (cualquier bradicardia grave aumenta el llenado ven-
cardiogénico.
tricular izquierdo, lo que, en el momento de la contracción
Conducta anestésica isovolumétrica, va a incrementar la regurgitación mitral) y la
El examen clínico y la ecocardiografía deben permitir apre- poscarga del ventrículo izquierdo o las resistencias arteriales
ciar la gravedad de la insuficiencia aórtica y la repercusión en sistémicas, que se pueden controlar con vasodilatadores. Por
el ventrículo izquierdo. Los objetivos anestésicos son: evitar el último, en presencia de una función ventricular izquierda
aumento de las resistencias periféricas que aumenta la regur- alterada está recomendado el uso de agentes inotrópicos.
gitación; mantener una frecuencia cardíaca elevada (80-90 En la insuficiencia mitral aguda, el ventrículo izquierdo des-
latidos/min) para evitar la distensión ventricular diastólica carga aproximadamente el 50 % del VES en la aurícula
relacionada con un exceso de llenado ventricular; mantener izquierda durante la fase de contracción isovolumétrica. La
una volemia normal. En la insuficiencia aórtica crónica se intensidad del edema pulmonar es paralela a la gravedad de
pueden emplear morfínicos, agentes halogenados y propo- la regurgitación mitral, en la medida en que la distensibili-
fol. El nivel de la anestesia debe ser suficiente para evitar un dad de la aurícula izquierda no puede incrementarse pro-
aumento reflejo de las resistencias periféricas como respues- porcionalmente a la regurgitación.
ta a estímulos dolorosos (laringoscopia, incisión cutánea,
esternotomía). En la insuficiencia aórtica aguda es indispen- Conducta anestésica
sable la monitorización por sonda de Swan-Ganz, que permi- La insuficiencia mitral aguda es la mayoría de las veces una
te detectar precozmente una insuficiencia ventricular urgencia quirúrgica debido a la mala tolerancia hemodiná-
izquierda. La inducción es frecuentemente un periodo críti- mica que suele acompañarla. Para mantener el gasto cardía-
co. El uso de morfínicos a dosis altas tiene una buena tole- co, se debe considerar el empleo de agentes inotrópicos,
rancia hemodinámica. Puede ser necesaria la utilización de vasodilatadores, e incluso una contrapulsación intraaórtica.
agentes inotrópicos. Durante la inducción, puede aparecer Los objetivos anestésicos, tanto para la insuficiencia mitral
una bradicardia refractaria a la atropina que debe tratarse aguda como para la crónica, son: mantener una frecuencia
inmediatamente administrando catecolaminas. cardíaca rápida para disminuir la regurgitación mitral, evi-
tando el aumento del volumen ventricular al final de la diás-
Insuficiencia mitral tole; mantener las resistencias periféricas bajas, de forma
La insuficiencia mitral puede ser orgánica por anomalía de que se reduzca la regurgitación mitral en el periodo preo-
las valvas, de las cuerdas o de los pilares, o funcional por peratorio y disminuya el exceso de carga y de trabajo del
dilatación del anillo mitral secundaria a una dilatación del ventrículo izquierdo; usar eventualmente agentes inotrópi-
ventrículo izquierdo. La insuficiencia mitral puede ser cos durante la inducción.
aguda o crónica. Las principales causas de insuficiencia Cuando la función ventricular izquierda está conservada, se
mitral crónica son el reumatismo articular agudo y la dege- pueden utilizar todas las técnicas anestésicas. Por el contra-
neración distrófica de la válvula mitral. Las causas de insufi- rio, cuando existe una insuficiencia cardíaca asociada a la

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

insuficiencia mitral, los morfínicos a dosis altas son los agen- En caso de pericarditis constrictiva, el acto quirúrgico tiene
tes de elección, debido a su buena tolerancia hemodinámica. mayor duración y consta de una amplia disección del con-
junto del pericardio, frecuentemente muy adherido a la
Otras afecciones cardiovasculares quirúrgicas pared ventricular. Para esto es necesario controlar la pre-
sión arterial y la presión arterial pulmonar y posiblemente
En este apartado se considerarán: recurrir a una CEC.
— las patologías que producen una alteración del llenado Los objetivos de la anestesia son, en caso de taponamiento
ventricular izquierdo y/o derecho, ya sea restrictivo (peri- bien tolerado, la expansión volémica, el mantenimiento de
carditis constrictiva, taponamiento) u obstructivo (obstácu- una frecuencia cardíaca alta, la curarización de breve dura-
lo a la eyección); ción para la intubación, con el fin de recuperar rápida-
— los obstáculos agudos al vaciamiento del corazón dere- mente la ventilación espontánea (succinilcolina); en caso
cho (embolia pulmonar); de taponamiento mal tolerado, puede estar indicado un
— la patología de la aorta; drenaje por vía subxifoidea con anestesia local.
— el trasplante cardíaco;
— las patologías menos frecuentes (tumores cardíacos, car- Miocardiopatía obstructiva
diopatías congénitas). Fisiopatología
Es una enfermedad miocárdica, de etiología desconocida,
Patologías pericárdicas que produce una hipertrofia asimétrica del septo interven-
La pericarditis constrictiva y el taponamiento se caracteri- tricular. La hipertrofia del septo constituye un rodete situa-
zan por una restricción del llenado diastólico de los ven- do frente a la válvula mitral anterior, es decir, entre la cavi-
trículos, primero del derecho y después del izquierdo. La dad ventricular y la cámara de descarga. La obstrucción
elevación de la presión intrapericárdica implica un aumen- medioventricular está favorecida por la hipercontractilidad
to permanente de la presión intracavitaria, un incremento miocárdica y la disminución de la precarga y de la poscarga
de la presión telediastólica del ventrículo derecho del ventrículo izquierdo. Sin embargo, la función sistólica
(PTDVD) y por tanto una restricción del llenado ventricu- del ventrículo izquierdo está conservada globalmente mien-
lar derecho. Esto tiene por consecuencia la reducción del tras que la función diastólica está alterada. A menudo exis-
VES. Para mantener el gasto cardíaco, hay que aumentar la te una desorganización de las fibras miocárdicas que puede
frecuencia cardíaca o bien conservar un VES en el nivel más afectar a los tejidos de conducción, con la consiguiente apa-
alto posible. Para mantener el VES hay que aumentar la pre- rición de alteraciones paroxísticas del ritmo o de la con-
carga y por tanto optimizar el llenado diastólico del ventrí- ducción intracardíaca. El acto quirúrgico consistirá en una
culo derecho aumentando el retorno venoso. resección del rodete septal.
El llenado vascular permite aumentar la presión venosa cen-
Conducta anestésica
tral y consecuentemente aumentar la precarga del ventrícu-
lo derecho. La disminución del gasto cardíaco sólo se mani- Los objetivos de la anestesia son:
fiesta tardíamente por un descenso de la presión arterial. — mantener una precarga alta mediante una reposición
Aunque los mecanismos fisiopatológicos de la pericarditis adaptada;
constrictiva y del taponamiento son idénticos, la presenta- — mantener un ritmo sinusal que mejore el llenado ventri-
ción clínica y la intervención quirúrgica, y por tanto la reali- cular izquierdo por la sístole auricular;
zación de la anestesia (elección de los agentes anestésicos, — evitar el empleo de agentes inotrópicos positivos que
elección de la monitorización), son muy diferentes. El tapo- agravan la obstrucción subvalvular;
namiento puede tener un diagnóstico clínico evidente con — mantener una poscarga alta para conservar la perfusión
sudores, taquipnea, taquicardia, pulso paradójico, hipoten- coronaria.
sión arterial, hipertensión venosa y bajo gasto cardíaco. Por
Los betabloqueantes se mantienen hasta la intervención.
el contrario, puede ser latente, y ser desenmascarada por la
inducción anestésica. La ecografía cardíaca permite valorar La premedicación debe ser suficiente para evitar cual-
el tamaño del derrame y la repercusión cardíaca del mismo: quier estimulación simpática. Puede ser prudente elegir
ausencia de colapso de la vena cava inferior durante un una sonda de Swan-Ganz de tracción electrosistólica para
esfuerzo inspiratorio, colapso espiratorio o permanente de tratar una alteración de la conducción cardíaca postope-
las cavidades cardíacas (primero las derechas y después las ratoria. La utilización de esmolol en caso de arritmia rápi-
izquierdas), variación de los flujos transvalvulares entre los da puede ser necesaria. Se debe corregir rápidamente
tiempos inspiratorios y espiratorios. No obstante, los signos cualquier hipotensión arterial que puede deberse a una
ecocardiográficos no siempre se correlacionan bien con la disminución de la anestesia por estimulación adrenérgi-
tolerancia clínica o anestésica [23]. Tras una cirugía cardíaca, ca. La intensificación de la anestesia por agentes haloge-
se pueden observar derrames localizados que corresponden nados, eventualmente asociada a la perfusión de un beta-
a tabicaciones del pericardio con una repercusión predomi- bloqueante, debe permitir el control de la situación. Al
nante en las cavidades izquierdas. Estos derrames son a veces final de la intervención, una prueba con isoprenalina,
difíciles de evidenciar por ecografía transtorácica, en parti- asociada a una ETE, permite evaluar la calidad de la
cular si son retroauriculares izquierdos. El drenaje quirúrgi- resección miocárdica.
co restaura las condiciones de carga del ventrículo derecho
Embolia pulmonar
desde la apertura del pericardio. El control de la anestesia se
puede efectuar mediante técnicas de monitorización no La indicación de la embolectomía quirúrgica se plantea la
invasivas. El cateterismo de la arteria radial previo a la induc- mayoría de las veces en enfermos en estado hemodinámico
ción aumenta la comodidad del control, si no perjudica a la precario que carecen de aproximadamente el 75 % de la
rapidez del drenaje. Esta monitorización invasiva mejora el vascularización pulmonar. Estos pacientes suelen ser sujetos
control durante la inducción anestésica y la colocación en jóvenes que presentan una contraindicación para el empleo
ventilación artificial. de fármacos fibrinolíticos (postparto o postoperatorio).

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Fisiopatología Del mismo modo, la monitorización de la presión arterial
El incremento brusco de las resistencias pulmonares pro- en el territorio subdiafragmático (femoral, pedio) permite
duce un aumento de las presiones arteriales pulmonares y hacerse una idea de la presión de perfusión medular duran-
tensiones sobre el ventrículo derecho con cor pulmonale te el pinzamiento. La CEC parcial permite un buen control
agudo. Esta insuficiencia cardíaca derecha aumenta por la de los parámetros hemodinámicos en el territorio posterior
alteración de la contractilidad miocárdica, por la reducción al pinzamiento y debe permitir evitar la hipoperfusión
del retorno venoso en el momento de pasar a la ventilación medular. En el postoperatorio, el control de la tensión debe
artificial y por el efecto venodilatador de los agentes de ser riguroso, mediante la utilización de vasodilatadores y de
anestesia. antiálgicos en el momento del despertar.

Conducta anestésica Disección aórtica torácica


La utilización de una sonda de Swan-Ganz puede cuestio- Se deben distinguir tres tipos de disección según la exten-
narse debido al riesgo de movilización de los coágulos cuan- sión de las lesiones:
do se coloca en la arteria pulmonar. Su interés es el de — tipo I, desde la válvula aórtica a la aorta descendente;
medir, después de la embolectomía, el descenso de las pre- — tipo II, desde la válvula aórtica hasta el tronco arterial
siones arteriales pulmonares que refleja una buena desobs- braquiocefálico;
trucción pulmonar. La anestesia general es inducida cuan- — tipo III, localizada en la aorta descendente.
do ha terminado la instalación quirúrgica del paciente. Se El tipo III puede controlarse mediante tratamiento médico,
puede hacer una asistencia circulatoria con CEC previa- si no existen signos de isquemia renal, digestiva o medular.
mente a la anestesia mediante la canulación femoral, lo que Los tipos I y II son indicaciones quirúrgicas urgentes que
mejora los parámetros de la hemostasia y del flujo circula-
pueden complicarse con insuficiencia aórtica aguda, tapo-
torio. Los morfínicos son los agentes de elección. Si es nece-
namiento o incluso dilaceración de los ostia coronarios,
sario, se debe recurrir a agentes inotrópicos positivos.
produciendo una insuficiencia coronaria aguda. La con-
Patología de la aorta torácica ducta anestésica debe dirigirse a controlar la presión arte-
rial sistólica (vasodilatadores) y a reducir la velocidad de
Además del contexto, con frecuencia urgente, en el que se eyección ventricular izquierda (betabloqueantes). La vía de
presentan los pacientes con una patología aguda o crónica acceso quirúrgico es la esternotomía con CEC total en caso
de la aorta, la asistencia médica y anestésica comprenden de disección de tipo I o II, mientras que en los tipos III es
elementos comunes: restaurar la volemia sin que se pro- preferible una toracotomía izquierda con intubación selec-
duzcan accesos hipertensivos en una aorta fragilizada, ase- tiva. En los tipos II se debe prever la protección cerebral
gurando una presión de perfusión medular satisfactoria mediante hipotermia profunda.
durante la intervención para evitar la paraplejía postopera-
toria que puede afectar al 0,2-40 % de los pacientes [27]. Aneurisma de la aorta torácica
Ruptura traumática de la aorta La dilatación progresiva de la aorta inicial señala la presen-
cia de un aneurisma de la aorta. Este constituye una indica-
La ruptura traumática de la aorta (RTA) se produce en más ción quirúrgica, sobre todo si el diámetro de la aorta inicial
del 90 % de los casos en el istmo aórtico. La RTA se obser- supera los 60 mm. La conducta anestésica es más difícil en
va frecuentemente en un contexto de politraumatismo con los aneurismas que afectan a la parte horizontal de la aorta
shock violento y deceleración que debe hacer sospechar de torácica, ya que comporta varios riesgos: isquemia cerebral,
entrada el diagnóstico. Los signos de sospecha son incons- isquemia miocárdica, embolias cerebrales gaseosas o de par-
tantes, pero el contexto es primordial. Clínicamente, el
tículas, hemorragia postoperatoria en las suturas quirúrgi-
paciente puede presentarse sin ningún síntoma, y muy
cas. La curación de un aneurisma de la aorta torácica ascen-
excepcionalmente con un cuadro de shock agudo hemo-
dente implica tener que recurrir a una CEC, la mayoría de
rrágico. La radiografía de tórax muestra un aumento del
las veces asociada a una hipotermia profunda (18 °C) y a
mediastino superior, que es el signo más sospechoso, pero
paro circulatorio como protección cerebral. Se han pro-
se pueden observar también otros signos, como derrame
puesto la canulación selectiva de las arterias con destino
pleural líquido o fractura de las primeras costillas. La eco-
cefálico o la perfusión retrógrada yugular. Algunos aneuris-
grafía cardíaca (transesofágica) permite hacer un diagnós-
mas torácicos voluminosos que producen una compresión
tico precoz positivo de las RTA. Los signos ecográficos
traqueal pueden romperse en el árbol traqueobronquial.
directos son un colgajo de la íntima sistodiastólico, una
Por eso algunos equipos recurren a una canulación femoro-
simple disección subadventicia, e incluso un falso canal. Los
femoral con anestesia local antes de la inducción anestésica.
signos indirectos son la presencia de una interposición
líquida interesofagoauricular izquierda que señala un Trasplante cardíaco
hemomediastino. Si no hay ecografía cardíaca, también se
puede recurrir a una tomodensitometría torácica para con- El número anual de trasplantes cardíacos está disminuyen-
firmar el diagnóstico, pero con una fiabilidad ligeramente do debido a la dificultad de conseguir injertos. Los diferen-
inferior a la ETE. Por último, la ventaja de la ecografía car- tes proyectos de corazón artificial implantable todavía no
díaca es que se puede practicar en la cabecera del enfermo han superado la fase experimental.
y que puede repetirse, al contrario de la aortografía. El tra- Evaluación del receptor
tamiento quirúrgico comprenderá la sustitución de la parte
deteriorada de la aorta por un tubo aortoaórtico. La existencia de HTAP (presión arterial sistólica > 50 mmHg,
resistencias vasculares pulmonares > 320 din·s·cm-5 tras vaso-
La conducta anestésica debe respetar los siguientes requisitos:
dilatación) es una contraindicación para el trasplante car-
— control de la tensión durante el pinzamiento y el des- díaco, ya que puede aparecer un fallo ventricular derecho
pinzamiento de la aorta; en el periodo postoperatorio.
— recurso eventual a una intubación selectiva (sonda de
Carlens) para mejorar las condiciones operatorias del ciru- Evaluación del donante
jano mediante una exclusión pulmonar izquierda; La evaluación del órgano donado se realiza mediante la
— monitorización de la presión arterial radial derecha apreciación de las circunstancias de la muerte cerebral, la
debido al pinzamiento de la arteria subclavia izquierda. reanimación necesaria para mantener el injerto viable

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

(duración del masaje cardíaco, posología de catecolaminas, siones de perfusión en el lecho posterior al pinzamiento,
etc.). A la menor duda se efectuará una ecografía para apre- para evitar la hipoperfusión medular.
ciar la función ventricular del injerto. Es indispensable la
compatibilidad ABO. También es indispensable que haya Tumores del corazón
una adecuación peso/talla entre el donante y el receptor. La frecuencia de los tumores cardíacos es baja (0,017-2,8 %
Los resultados de los exámenes virológicos, obligatorios con de las cardiopatías). La expresión clínica de los tumores
vistas al trasplante, deben conocerse antes de la extracción intracardíacos adopta la forma de alteraciones del ritmo
de órganos. cardíaco, obstrucción valvular o embolias, en función de la
localización derecha o izquierda del tumor. En el caso de
Conducta anestésica
una localización auricular, la movilización del paciente
La monitorización es la de una intervención de cirugía car- puede ocasionar un prolapso tumoral en un orificio valvular
díaca habitual. La sonda de termodilución es útil; algunos con obstrucción aguda. En caso de posición ventricular, exis-
autores proponen incluso las sondas provistas de Sv- O2 o de te riesgo de síncope por obstrucción infundibular. Los
fracción de eyección ventricular derecha. Se retira y se colo- tumores son la mayoría de las veces benignos (mixoma).
ca en la vena cava superior durante la anastomosis de las Sistemáticamente se recurre a la CEC. Para los tumores auri-
aurículas. Tras la suspensión de la CEC, se colocará en la culares derechos, se suele preferir la canalización femoral.
arteria pulmonar. Se requiere una técnica de anestesia para La colocación de una sonda de Swan-Ganz no es necesaria,
estómago lleno si el paciente no está en ayunas. La aneste- dada la buena función ventricular y el riesgo de fragmenta-
sia puede mantenerse mediante morfínicos después de una ción tumoral en caso de tumores de las cavidades derechas.
inducción con etomidato. La técnica de anestesia es idénti- Si las vías de conducción intracardíacas están afectadas, ya
ca a la de los sujetos con insuficiencia ventricular izquierda. sea por el tumor o por la resección quirúrgica, puede ser
Si el receptor y el injerto han sido seleccionados cuidadosa- necesaria la colocación de un marcapasos definitivo.
mente, la suspensión de la CEC planteará pocos problemas.
Como el injerto ha sido privado de su inervación simpática,
el mantenimiento de una frecuencia cardíaca normal pre- 5
cisa una intervención farmacológica. La mayoría de las
veces se elige el isoproterenol, por su acción cronotrópica
positiva. La existencia de HTAP al interrumpir la CEC es
una indicación formal de la inhalación de NO.
AP
El protocolo inmunosupresor varía según los equipos. En el 4
Ao
preoperatorio, se asocian azatioprina y corticoides. En el
periodo postoperatorio, la inmunosupresión se garantiza
mediante la asociación de suero antilinfocitario, azatiopri-
na y corticoides. Si no existe insuficiencia renal, se comien- a
za a administrar ciclosporina el tercer día. Algunos proto- 1
colos utilizan de entrada el muromonab-CD3, que la mayo-
ría de las veces se reserva todavía al tratamiento de los
rechazos.

Cardiopatías congénitas del adulto 6

Las cardiopatías congénitas se operan la mayoría de las 7


veces en la infancia. Cuando se desconoce su presencia, la
repercusión de ciertas cardiopatías congénitas sobre la cir-
culación pulmonar puede ser definitiva, con HTAP perma-
nente. Las cardiopatías congénitas adultas más frecuentes
son la comunicación interauricular (CIA) y la coartación
del istmo de la aorta. La asistencia anestésica de la CIA no
debe recurrir necesariamente a la utilización de una sonda 3
de Swan-Ganz. La medida de las presiones auriculares dere-
chas puede ser suficiente. En caso de shunt cruzado, la
inyección de medicamentos se debe hacer cuidadosamente 8
para evitar la inyección de microburbujas de aire que pue-
dan producir embolia cerebral o coronaria. Si existe HTAP
en el postoperatorio, el despertar debe ser controlado espe-
cialmente (normoxia, normocapnia, acidosis, dolor) para 2
evitar cualquier incremento de la HTAP que pueda produ-
cir insuficiencia cardíaca derecha aguda. Los tratamientos 1 Presentación de un circuito de circulación extracorpórea con res-
pecto a la circulación sanguínea
son idénticos a los empleados en la cirugía valvular mitral 1. Canulación de las venas cavas; 2. oxigenador (incluye un sis-
con HTAP. La asistencia anestésica de la coartación del tema de eliminación de burbujas; es de uso único y está provisto
istmo de la aorta debe tener en cuenta el riesgo de hemo- de un intercambiador térmico incorporado); 3. filtro para burbujas
rragia abundante debido a la presencia de arterias colatera- en la línea arterial; 4. canulación de la aorta; 5. cardioplejía; 6,
les de las intercostales particularmente desarrolladas. Al aspirador: recupera la sangre en el campo operatorio; 7. descar-
ga izquierda; recupera la sangre del ventrículo izquierdo; 8.
contrario que en los niños, puede ser necesario recurrir a la
bomba arterial; a. técnica de Shumway: solución fría en el peri-
CEC dada la fragilidad de la pared aórtica. La utilización de cardio.
una monitorización invasiva de la presión arterial a nivel AP: arteria pulmonar; Ao: aorta.
pedio debe permitir que se optimice el control de las pre-

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Traumatismos cardíacos
Los traumatismos cardíacos son traumatismos ya sea con
cavidades cardíacas intactas que afectan a las diferentes
capas cardíacas (pericardio, miocardio) o bien traumatis-
mos penetrantes o heridas del corazón con efracción de las
cavidades cardíacas.
Traumatismos cardíacos con cavidades intactas
Esencialmente están representados por la contusión mio- 3
cárdica. El diagnóstico se sospecha en presencia de un trau- 5
matismo con choque torácico violento. Es posible que se 4
4
presenten dolores anginosos. Los signos ECG no son espe- 5 3
cíficos. Puede no producirse aumento de las creatincinasas
(CK) y más específicamente de las CK-MB. La ecografía car-
díaca debe permitir hacer el diagnóstico, al revelar una alte-
ración de la cinética segmentaria, a menudo de la pared 1 1
anterior del ventrículo izquierdo. La dosificación de la tro-
ponina I cardíaca puede representar una alternativa intere- a c
sante si no se dispone de ecografía cardíaca [2]. Desde el
punto de vista terapéutico, se debe instituir si es necesario
3
un tratamiento sintomático hemodinámico (catecolami-
nas). Se debe excluir cualquier tratamiento mediante agen- 4
5
tes trombolíticos que podría agravar las lesiones parietales
miocárdicas. Frecuentemente la contusión miocárdica va
acompañada de un derrame pericárdico. 1 2
b
Traumatismos con ruptura de las cavidades cardíacas
Puede tratarse de una ruptura del corazón en un politrau- 2 Circuitos de circulación extracorpórea. Presentación simplificada.
matismo o bien de una herida del corazón. La presentación a. Con oxigenador de burbujas; b. con oxigenador de membrana
clínica es frecuentemente espectacular. Un cuadro de shock (modelo antiguo); c. con oxigenador de membrana (modelo
hemorrágico, de taponamiento, de asistolia, en un contexto reciente).
evocador, debe hacer sospechar rápidamente el diagnóstico. 1. Bomba arterial; 2. bomba de perfusión del oxigenador; 3. inter-
Las exploraciones complementarias son inútiles la mayoría cambio gaseoso; 4. intercambio térmico; 5; reserva sanguínea.
de las veces. La ecografía cardíaca y la radiografía torácica
pueden ayudar en caso de contexto clínico dudoso. El trata-
miento es quirúrgico y no debe sufrir el menor retraso, ya del flujo garantizado por la CEC es habitualmente la de un
que el pronóstico vital inmediato está comprometido. flujo continuo. No se ha demostrado la superioridad del flujo
con pulso y por ello se utiliza menos.

Circulación extracorpórea en cirugía Flujos y presiones durante la circulación


cardíaca del adulto extracorpórea
Algunos equipos [25] preconizan la realización de la CEC en
Funcionamiento de la circulación extracorpórea low-flow-low-pressure. Esta técnica tiene varias ventajas: menor
traumatismo celular, menos tensión para los «circuitos» y las
El principio de funcionamiento es bastante simple [22]: dre-
conexiones del circuito de CEC. La disminución del flujo,
naje de la sangre venosa mezclada por una cánula colocada
que produce un retorno por los vasos bronquiales menos
en cada vena cava o una sola cánula atriocava, recuperación
importante, permite un calentamiento más lento del cora-
en un depósito, reinyección a través de un oxigenador hacia zón y también permite obtener un campo operatorio más
la aorta ascendente por una bomba. A esto se añaden: exangüe. Estos pequeños flujos tendrían el mérito de per-
— un sistema de recuperación de la sangre del campo ope- mitir el uso de cánulas de diámetro inferior. Otros autores
ratorio y de las cavidades izquierdas (retorno bronquial) oponen a esta técnica low-flow-low-pressure, la normalidad:
(fig. 1, 2 y 3); presión de perfusión media superior a 50 mmHg y flujo
— un intercambiador térmico para hacer variar la tempe- superior a 1,6 ml/min/m2 [36]. La utilización de fenilefrina
ratura de la sangre inyectada; para mantener la presión de perfusión superior a 70 mmHg
— una bomba para la administración de la solución de car- permite aumentar la diuresis durante la CEC pero no mejo-
dioplejía. ra la función renal postoperatoria en comparación con los
Los oxigenadores que se suelen utilizar más son los oxigenado- pacientes cuya presión de perfusión se mantiene por debajo
res de membrana, debido a su mayor biocompatibilidad con de 70 mmHg [102]. La repercusión renal, inducida por pre-
las células sanguíneas [66]. Algunos equipos utilizan todavía siones de perfusión bajas en el curso de la CEC, no puede
«burbujeadores» para las CEC cortas, dado su menor costo. compararse con el paciente en estado de shock. En efecto,
Los filtros colocados en la línea arterial disminuyen el núme- durante la CEC existe un flujo sanguíneo renal normal. Las
ro de partículas emitidas durante la CEC. No obstante, su presiones de perfusión bajas se deben a hemodilución.
interés para el cerebro no es evidente, ya que se ha probado En un grupo de 504 pacientes, Slogoff et al [90] han practi-
que los principales émbolos proceden de las cavidades cardí- cado la CEC con un flujo de CEC inferior a 1,7 l/min/m2 en
acas izquierdas (émbolos gaseosos) o de la pared aórtica el 21,6 % de los sujetos y una presión de perfusión inferior a
(émbolos ateromatosos). Se recomienda el uso de sistemas de 50 mmHg en el 97,1 % de los pacientes. Sólo en el 3 % de
alarma para el control del nivel del contenido del depósito y éstos se agravó la función renal y el 2,6 % desarrollaron una
para la detección de émbolos gaseosos. Se reduce así la fre- anomalía del sistema nervioso central. Por tanto, se puede
cuencia de embolias gaseosas por desactivación. La modalidad pensar en todo caso que estas complicaciones no pueden

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

1 2 3 4

3 Presentación real de un circuito de circulación extracorpórea insta- de temperatura; 15. tubo de alimentación de agua del intercam-
lado. biador térmico; 16. rotámetro de los gases; 17. entrada de la línea
1. Línea venosa; 2. oxigenador de burbujas con intercambiador de gases en el oxigenador; 18. salida arterial; 19. módulo de flujo
térmico incorporado; 3. línea arterial; 4. bomba arterial; 5. línea de con pulso; 20. pequeño shunt de recirculación; 21. depósito de
aspiración derecha; 6. bomba de recuperación o «derecha»; 7. recuperación de las aspiraciones; 22. regulador de presión de la
línea de aspiración izquierda; 8. bomba de descarga ventricular o bomba de descarga ventricular o «izquierda»; 23. purga del circui-
«izquierda»; 9. línea de cardioplejía; 10. bomba de cardioplejía; 11. to de cardioplejía; 24. indicadores de peso que permiten medir la
soluciones o productos sanguíneos; 12. jeringa eléctrica: permite cantidad de líquido de cardioplejía inyectado; 25. bolsas que con-
la inyección continua de heparina durante la circulación extracor- tienen el líquido de cardioplejía; 26. sistema refrigerante de car-
pórea; 13. módulo de control del generador térmico; 14. módulo dioplejía con hielo picado.

atribuirse a la CEC sino al estado hemodinámico postoperato- autorregulación vascular cerebral. Trabajos recientes sobre
rio. Antes de iniciar la CEC, se elige un flujo teórico median- la CEC han mostrado que el flujo en las arterias cerebrales
te tablas. La mayoría de las veces, los valores que se elijen son disminuye en el curso de la hipotermia y que no hay nin-
2,4 l/min/m2 en normotermia a 37 °C y 1,7 l/min/m2 en guna relación entre la presión de perfusión y el flujo san-
hipotermia a 28 °C. En normotermia a 37 °C, una disminu- guíneo cerebral que depende únicamente del flujo de la
ción de este flujo teórico de menos del 5 % origina una desa- CEC. La disminución del flujo sanguíneo cerebral en hipo-
turación de la sangre venosa, siendo la Sv- O2 inferior al 70 %. termia se debe a la disminución del consumo de oxígeno
del cerebro y no a una vasoconstricción de las arterias cere-
Papel de las presiones de perfusión en el flujo brales. Esta relación existe incluso en el caso de estenosis
sanguíneo cerebral carotídea bilateral. La presión de perfusión no modifica el
¿Refleja la presión de CEC el flujo sanguíneo cerebral? En flujo de perfusión cerebral. Esto ha sido demostrado
fisiología, el flujo sanguíneo cerebral es estable: 50 ml/ mediante la medida del aclaramiento de xenón 133. Por el
100g/min para presiones de perfusión comprendidas entre contrario, Gold et al han mostrado que un nivel alto de pre-
50 y 150 mmHg. Por debajo de 50 mmHg y por encima de sión arterial disminuye la incidencia de las complicaciones
150 mmHg, el flujo sanguíneo cerebral depende de la pre- neurológicas [29]. Por tanto, aparentemente el flujo es más
sión de perfusión. Estos datos fisiológicos se encuentran en importante que la presión de perfusión durante la CEC.
el curso de la CEC normotérmica a 37°C. En cambio, la
autorregulación desaparece durante las CEC en hipotermia Temperatura de perfusión durante la circulación
moderada a 25°C y en hipotermia profunda a 20°C.
extracorpórea
También hay que tener presente que la adición de agentes
anestésicos modifica esta relación. La inhalación de gran- Hasta hace algunos años, todas las CEC se realizaban en
des concentraciones de anestésicos halogenados suprime la hipotermia moderada (28 °C). Varias razones explicaban

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esta actitud: no todos los oxigenadores garantizaban inter- coloide, bicarbonato, etc. Actualmente, la mayoría de los
cambios gaseosos satisfactorios y no se había demostrado equipos concuerdan en decir que los productos sanguíneos
todavía su fiabilidad. La hipotermia completaba la protec- lábiles sólo deben utilizarse de manera excepcional para el
ción miocárdica y permitía, si era necesario, alcanzar más cebado de la CEC. La única indicación de los glóbulos rojos
rápidamente las temperaturas ideales (18-20 °C) para reali- es el paciente anémico. La solución de Ringer con lactato
zar un paro circulatorio. Algunos autores afirmaban que la de sodio es el producto de elección dada la ausencia de
hipotermia disminuía las complicaciones postoperatorias. efectos adversos y su bajo costo. Algunos autores aseguran
Junto a estas ventajas, la hipotermia induce muchas modifi- que no existe ninguna ventaja en asociar un coloide a este
caciones fisiopatológicas. La más importante es el aumento tipo de cebado [16]. Para quienes piensan que es necesaria
de la viscosidad, que ha llevado a introducir la práctica sis- la asociación de un coloide para mantener cierto nivel de
temática de la hemodilución en la CEC. También existen presión oncótica [56], todavía queda el problema de la elec-
otras modificaciones bien conocidas: aumento de las resis- ción del coloide. La albúmina, aunque quizá tenga la ven-
tencias vasculares periféricas, formación de microémbolos taja de adsorberse sobre las paredes de los circuitos, mejo-
gaseosos debida al contacto de la sangre fría y la sangre rando así la biocompatibilidad, está cayendo en desuso
caliente, modificación farmacocinética de los medicamen- debido a los riesgos potenciales de transmisión de enfer-
tos, disminución importante del consumo de oxígeno medades víricas y a su coste. Entre los coloides sintéticos,
• •
(VO2). La disminución del VO2 es interesante, a 29 °C es dada su baja tasa de efectos secundarios, en particular sobre
aproximadamente del 50 %, lo que permite tener una posi- la hemostasia, se pueden recomendar las gelatinas fluidas
bilidad de paro circulatorio de 10 minutos en caso de inci- modificadas, el dextrano 40 al 3,5 % con adición previa de
dente en el oxigenador o en el circuito de CEC. dextrano 1 y los hidroxietilalmidones. En cuanto a la utili-
Actualmente, parece posible realizar CEC normotérmicas a zación sistemática de sangre, plasma fresco y manitol en el
37 °C sin hacer correr riesgos al paciente, ya que todos los volumen de cebado de la CEC para adultos, no hay ningún
oxigenadores garantizan intercambios gaseosos correctos. estudio que pruebe que su empleo esté justificado. De
Las técnicas modernas de anestesia, basadas en altas dosis hecho, sigue siendo imposible definir una solución ideal

de morfínicos, permiten reducir el VO2 de forma impor- para el cebado de la CEC [86].
tante. La CEC normotérmica a 37 °C se puede realizar si se
respetan ciertas contraindicaciones: obesidad, cardiopatía Soluciones de cebado del futuro
cianótica, cirugía del cayado aórtico. Las necesidades de Existen dos líneas de investigación en curso: los fluorocar-
oxígeno del operado deben cubrirse mediante un flujo de bonos y las hemoglobinas artificiales. Actualmente, los
CEC suficiente (> 2,7 l/min/m2) y una disminución del transportadores de oxígeno plantean el problema de la

VO2 garantizada por una anestesia suficientemente profun- mala liberación del oxígeno en la periferia y los sustitutos
da. Es indispensable un control apropiado, en particular el de la hemoglobina producen una cantidad nada desprecia-
control continuo de la Sv- O2 y del hematócrito. Algunas ble de efectos secundarios. Estas soluciones siguen siendo
publicaciones atribuyen a la CEC normotérmica efectos experimentales para la realización de los volúmenes de
perjudiciales que seguramente se deban a la protección cebado de CEC.
miocárdica caliente [13]. Otros equipos no han observado
estas complicaciones [40] .
Anticoagulación en el curso de la circulación
La normotermia permite realizar CEC de duración más
extracorpórea
corta. No hay vasoconstricción durante la CEC y por lo
tanto la vascularización periférica es indudablemente La heparina (250 a 400 UI/kg) se inyecta antes de colocar
mejor. En el postoperatorio, la aparición menos frecuente las cánulas. Durante la CEC, se debe verificar la anticoagu-
de escalofríos permite reducir las necesidades de sedación lación por la medida de la heparinemia (> 2,5 UI/ml) y del
y disminuye la duración de la ventilación asistida. tiempo de coagulación activado (> 400 s). Después de inte-
rrumpir la CEC, se neutraliza la heparina administrando
Soluciones de cebado (priming) protamina a dosis de 0,8 a 1,5 veces la dosis de heparina
de la circulación extracorpórea inicial.

Para limitar el recurso a los productos sanguíneos, el circuito Control de la coagulación


de CEC se ceba con soluciones de gelatina y de Ringer con lac- La verificación sistemática de la heparinización adecuada es
tato de sodio, aunque esto provoca una gran hemodilución. indispensable antes de iniciar la CEC. Existen varios apara-
En el curso de la CEC se acepta un hematócrito del 20 %. No tos disponibles. Aparentemente, el más conveniente debe:
obstante, parece poco razonable que esté por debajo del — dar los resultados rápidamente;
20 % en CEC normotérmica. Se han referido casos de isque-
— utilizar bajos volúmenes de sangre;
mias retinianas en sujetos ancianos. Esta hemodilución se
corrige en el periodo postoperatorio por la diuresis espontá- — tener una parte desechable que sea la única en contacto
nea del paciente, que puede ser mantenida con diuréticos. con la sangre;
En el curso de la CEC, la utilización de un hemofiltro per- — ser preciso, fácilmente interpretable;
mite ajustar el hematócrito. Después de la CEC, el contenido — ser fácil de calibrar.
que queda en el depósito del oxigenador se transfunde al El Hemochron, que utiliza celita como agente activador,
paciente, en ocasiones tras haberlo concentrado y lavado es el más utilizado. Mide el tiempo de coagulación activa-
mediante un recuperador de glóbulos rojos. Gracias a estas do. La correlación es buena con una heparinemia entre 1
técnicas, el hematócrito se acerca al 30 % al llegar a reani- y 5 UI/ml. En general, un valor de 350 a 450 segundos se
mación. Cuando la cirugía no es urgente, se debe proponer considera adecuado. Este examen se debe repetir durante
un programa de autotransfusión preoperatorio. la CEC. Cuando se utiliza aprotinina durante la CEC es
recomendable emplear tubos que contengan caolín.
Elección de las soluciones de cebado Se han propuesto otros aparatos: el Hemotec, que utiliza cao-
de la circulación extracorpórea lín como activador; el HMS- Hemotec, que determina la
El cebado de la CEC no se realiza mediante una solución heparina por un método de titulación de protamina; el
única, sino por una asociación de soluciones: cristaloide, Sonoclot, que analiza la coagulación en sangre total y en plas-

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

ma. El tromboelastograma suscita de nuevo el interés de — la disminución del metabolismo hepático y de la excre-
diversos equipos norteamericanos. Existe una controversia ción urinaria de los medicamentos;
para saber cuál es la prueba que se debe utilizar, ACT o HPT — la fijación de algunos de ellos a los elementos del cir-
(heparina-protamina-titulación). Hasta el momento no hay cuito.
ninguna respuesta. Algunos autores proponen la utilización La hemodilución y la hipotermia actúan de forma opuesta
sistemática de ambos sistemas, a pesar del costo que supone. sobre el coeficiente de partición sangre/gas de los anestésicos
halogenados y éste varía poco durante el primer periodo de
Protección miocárdica la CEC. En el calentamiento, en presencia de una hemodilu-
ción residual, el coeficiente de partición disminuye, lo que
Es una medida esencial durante el pinzamiento aórtico. Se contribuye a acelerar la eliminación del anestésico al dejar de
han propuesto diferentes soluciones de perfusión sin que administrarlo. Al comienzo de la CEC, el efecto de dilución
ninguna muestre una superioridad evidente. El principio de de las concentraciones plasmáticas de fentanilo se potencia
base es el empleo de una solución que tenga una concen- por la fijación del fármaco en los elementos del circuito.
tración elevada de potasio (20 mmol/l), a 4 °C, a veces com- Durante la CEC, las concentraciones plasmáticas permane-
binada con sangre extraída del oxigenador. El miocardio se cen globalmente estables hasta que se vuelven a incluir en la
enfría mediante la inyección de esta solución. La inyección circulación los pulmones, que liberan el fentanilo intrapul-
puede ser anterógrada, en la raíz de la aorta, o retrógrada monar. Tras la CEC, la vida media de eliminación del fenta-
[21], en el seno coronario. Se practican reinyecciones reite- nilo se alarga. La estimación de la posología de pancuronio
radas (cada 30 minutos). Es posible proteger el miocardio que se requiere para mantener un grado constante de cura-
con una perfusión retrógrada de una solución cardiopléjica rización ha evidenciado un aumento de las necesidades al
que contenga sangre normotérmica [85]. Antes del despin- comenzar la CEC y en el momento del calentamiento.
zamiento, la perfusión de una solución de cardioplejía nor- Durante el periodo de hipotermia, se obtiene el mismo grado
motérmica de este tipo facilita la desfibrilación. de curarización con una concentración plasmática menor
que durante los periodos de normotermia. En los pacientes
Desconexión de la circulación extracorpórea tratados antes de la intervención mediante digitálicos, la CEC
no modifica las concentraciones miocárdicas, al contrario de
Antes de salir de la CEC, se reanuda la ventilación y se prac- lo que sucede con concentraciones plasmáticas. Una hiper-
tica la reexpansión de los pulmones. Cuando se recupera la sensibilidad miocárdica a los efectos de los digitálicos podría
actividad cardíaca, de manera espontánea o con control por explicar la frecuencia de aparición de alteraciones del ritmo
inducción electrosistólica, el corazón vuelve a ser puesto en cardíaco en las horas siguientes a la intervención.
carga, buscando un llenado óptimo (presión arterial pul-
monar media: 20 mmHg, presión capilar pulmonar: entre 7
y 10 mmHg). Se puede entonces desconectar la CEC si la pre- Parámetros que se deben vigilar en el curso
sión arterial se ha normalizado. Si a pesar de un llenado de la circulación extracorpórea
correcto la presión arterial sigue siendo inferior a 75 mmHg, Presiones
está indicado utilizar agentes inotrópicos: dopamina, dobu- La única certeza es que se debe realizar una monitorización
tamina, adrenalina. Tras la salida de la CEC, la optimización por vía invasiva de la presión arterial durante la CEC. La pér-
del llenado y de la posología de las catecolaminas se hará dida del flujo con pulso no permite utilizar otros métodos.
guiándose por los valores del gasto cardíaco y eventualmente La existencia de un gradiente entre la presión de la arteria
de la Sv- O2. Si la situación hemodinámica es todavía precaria radial y la presión aórtica puede llevar a medir la presión
o se degrada, se debe instituir una asistencia circulatoria por aórtica por punción directa en la aorta ascendente. Este gra-
contrapulsación intraaórtica. En caso necesario, puede ser diente, que puede alcanzar 35 mmHg [77], se debe tener en
completada mediante la continuación o la reinstauración de cuenta para el tratamiento del paciente, ya que la presión
la CEC. Tras la salida de la CEC, la hemostasia puede seguir arterial radial subestima la presión arterial real. En general,
siendo anormal a pesar de la neutralización de la heparina. este gradiente permanece constante y desaparece en los 60
Después de verificar la hemostasia quirúrgica, se puede mejo- minutos que siguen a la CEC [18]. La presión venosa central
rar con agentes hemostásicos: aprotinina, ácido tranexámico, (equivalente a la presión auricular derecha, PAD) es un
concentrados plaquetarios o plasma fresco, en función de los parámetro importante. En CEC, debe ser nula, indicando
resultados de las pruebas biológicas [98]. un buen drenaje del territorio de la cava superior. La dife-
rencia entre la presión arterial media y la PAD refleja la pre-
sión de perfusión cerebral. También puede ser útil medir la
Efectos de la circulación extracorpórea
presión en la línea arterial de la CEC. Un valor demasiado ele-
en la farmacocinética de los medicamentos vado al inicio de la CEC puede deberse a una malposición
Los mecanismos que pueden modificar la farmacocinética de la cánula aórtica (canulación del tronco arterial braqui-
de los medicamentos administrados en un paciente someti- cefálico, disección aórtica). Un aumento en el curso de la
do a una CEC implican: CEC debe conducir a verificar la posición de la línea arterial
— la nueva distribución de las formas medicamentosas o a buscar la existencia de una trombosis del filtro arterial.
libres y unidas a proteínas por la influencia de la disminu- Para aquellos que utilizan la cardioplejía retrograda por el
seno coronario, es importante vigilar, en la línea de perfu-
ción de la proteinemia, de las variaciones del equilibrio aci-
sión, la forma de la curva y el valor de las presiones, que
dobásico y de la hemólisis;
debe ser inferior a 30-50 mmHg [108]. También se recomien-
— la modificación del coeficiente de solubilidad de los da controlar las presiones durante las retroperfusiones cere-
agentes anestésicos halogenados por efecto de la hemodi- brales (presiones recomendadas: 30 a 50 mmHg).
lución y la hipotermia;
— el aumento de la volemia; Alarmas de nivel y de burbujas
— la disminución de la perfusión tisular, especialmente pul- Actualmente existen dispositivos sofisticados y fiables. Se tra-
monar; ta de alarmas de nivel del depósito o de alarmas de burbujas

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en la línea arterial. Estas alarmas pueden estar acopladas a la de los casos [7]. Las grandes dosis de morfínicos disminuyen
bomba y detenerla automáticamente. A este tipo de alarmas los componentes de alta frecuencia del EEG, lo que hace
activas se le pueden añadir dispositivos de protección contra difícil la detección de la isquemia cerebral. Todas estas razo-
la embolia gaseosa: filtro arterial o filtro de burbujas. La cos- nes justifican la poca utilidad del control continuo del EEG
tumbre actual de utilizar volúmenes de cebado reducidos en el curso de la CEC. Más recientemente han aparecido
que tiendan a conducir la CEC con niveles bajos en el oxige- otras técnicas: la medida de la saturación venosa yugular
nador debería hacer obligatorios estos dispositivos. interna por catéter de oximetría [87], pero esta técnica no se
generalizará debido a su carácter invasivo. Queda por eva-
Alarmas de ventilación del oxigenador luar la espectrometría infrarroja. El Doppler transcraneal es
La mayoría de los equipos utilizan mezcladores de seguri- también por el momento un instrumento de investigación
dad que no permiten administrar una mezcla gaseosa que clínica más que de control rutinario.
contenga menos del 21 % de oxígeno. Esto explica proba-
blemente que se utilice poco el control de la concentración de Temperatura
oxígeno en el aire inspirado (FiO2) a la entrada del oxigenador. Ningún equipo cuestiona el control de la temperatura
No obstante, este control permite detectar las desconexio- durante la CEC. No obstante, se pueden distinguir varios
nes de la línea de los gases, las disfunciones del mezclador sitios de medida centrales —nasofaringe, tímpano, esófago,
o las contaminaciones de los gases dispensados por las arteria pulmonar— y periféricos: vejiga, recto, axila, piel.
tomas murales. La capnografía durante la CEC tampoco es Excepto la temperatura cutánea, los demás sitios reflejan la
frecuente, aunque el equipo esté disponible en todos los temperatura cerebral en el curso de la CEC normotérmica.
quirófanos. La conexión del capnógrafo de anestesia al ori- En cambio, durante el enfriamiento o el calentamiento, o
ficio de ventilación de gases del oxigenador es un medio efi- durante un paro circulatorio, se deben preferir los sitios de
caz de detectar rápidamente las hipercapnias, las hipocap- media centrales.
nias e incluso la ausencia de ventilación del oxigenador La utilización de cada sitio conlleva algunos comentarios o
debida a una desconexión del suministro de gases. reservas [95]:
Oxigenación —tímpano: es aconsejable hacer un examen otorrinolarin-
gológico para eliminar el cerumen que impide que la sonda
Este control tiene por objetivo verificar que el oxigenador entre en contacto con el tímpano;
ejecuta bien sus funciones. Existen varios dispositivos para
— nasofaringe: la epistaxis es un factor de error de medida;
efectuarlo. Muchos fabricantes proponen aparatos que per-
miten realizar medidas continuas, con buena precisión, de — esófago: la medida depende mucho de la ventilación asis-
la presión parcial de oxígeno y de gas carbónico, del pH, del tida con gases calentados.
hematócrito o de la hemoglobina. Los principales proble- La temperatura de la arteria pulmonar pierde su interés
mas son el costo y el tiempo necesario para instalarlos. Su cuando ya no hay flujo pulmonar, durante las cardioplejías o
interés es la lectura en tiempo real. En el caso de los exá- la utilización de hielo o de suero helado pericárdico. La
menes efectuados en laboratorio, existe un plazo de 15 a 30 temperatura vesical está influida por el flujo urinario y la rec-
minutos entre la extracción y la disponibilidad de los resul- tal puede resultar errónea por la presencia de materia fecal.
tados. El tiempo transcurrido entre la extracción y el análi- La cirugía cardíaca, a pesar de los progresos realizados,
sis es fuente de error en los resultados (presión parcial de sigue teniendo una morbilidad y una mortalidad nada des-
oxígeno disminuida, presión parcial de gas carbónico preciables. Un estudio que concierne más de 10 000 pa-
aumentada). En las CEC realizadas en flujo con pulso, se ha cientes operados en distintos centros americanos, recoge una
propuesto utilizar la pulsioximetría [33], pero esta tecnología tasa del 15 % al 25 % de complicaciones postoperatorias [34].
sólo funciona en el 59 % de los casos. Más recientemente, se Los factores asociados a una incidencia mayor de complica-
ha propuesto la utilización de fibras ópticas intraarteriales ciones son: la edad, el carácter urgente de la cirugía, inter-
[103]. Esta tecnología permite el control antes y durante la vención cardíaca anterior, insuficiencia renal y afectación
CEC y en reanimación. El problema sigue siendo su costo vascular periférica. Estas complicaciones son esencialmente
demasiado elevado. En estos últimos años se ha desarrollado circulatorias, respiratorias y neurológicas. Deben ser bien
considerablemente el control continuo de la Sv- O2 durante conocidas por el equipo para prevenirlas en lo posible,
la CEC. Instalado en la línea venosa, es un buen reflejo de la reconocerlas y tratarlas rápidamente. Sólo así podrá redu-
adecuación entre los aportes y las necesidades de oxígeno. cirse la mortalidad perioperatoria.
Es un parámetro indispensable para llevar a cabo una CEC
en normotermia. Se discute actualmente [5] si este paráme- Complicaciones neurológicas
tro debería formar parte de los estándares de control duran-
te la CEC. Además de su interés para valorar el flujo ade- Desde el punto de vista clínico, los accidentes neurológicos
cuado de CEC, una disminución brusca de la Sv- O2 puede se manifiestan por déficits focalizados o bien por alteracio-
indicar un problema de ventilación del oxigenador, aunque nes del comportamiento. Estas últimas, espectaculares a
con retraso en comparación con la capnografía. veces, son reversibles en los días que siguen a la interven-
ción. De hecho serían mucho más frecuentes las pequeñas
Función cerebral alteraciones neurofísicas. El mecanismo de estos diferentes
Ya casi ha desaparecido de los quirófanos de cirugía cardía- accidentes sigue siendo incierto: formación de microémbo-
ca la utilización del electroencefalograma (EEG) convencio- los per-CEC, formación de macroémbolos (gas, coágulos,
nal, que precisa un especialista durante toda la CEC. restos ateromatosos, vegetaciones), hipoperfusión cerebral.
Actualmente, el análisis espectral del EEG tiende a reempla- Entre los factores de riesgo de accidente vascular, se
zar al EEG convencional. La disección aórtica es una buena encuentran la edad, el ateroma carotídeo, la diabetes, la
indicación para la monitorización de la función cerebral HTA, la duración de la CEC, la aparición de hipotensión
mediante EEG. La frecuencia de accidentes neurológicos es arterial per-CEC o post-CEC y sobre todo los antecedentes
muy baja en cirugía cardíaca, por lo que no es seguro que el de accidentes vasculares cerebrales [74]. Más recientemente,
EEG sea útil para detectarlas. Además, la frecuencia de pará- varios equipos han demostrado que los émbolos que parten
sitos eléctricos inducidos por el bisturí eléctrico o la bomba de una aorta ateromatosa y calcificada en la zona de pinza-
de CEC hace que el EEG sea difícil de interpretar en el 40 % miento o de la canulación aórtica explicarían la mayoría de

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

las veces los déficits neurológicos. Parece existir una corre- Crisis hipertensivas
lación entre la extensión de la afectación ateromatosa de la
Aparecen esencialmente después de la revascularización
aorta ascendente o del cayado y la aparición de complica-
coronaria; la hipótesis más admitida es la de un aumento
ciones neurológicas [17]. En ciertos casos extremos, ante la
de la actividad simpática con concentraciones altas de
extensión de las lesiones, el cirujano puede verse obligado
catecolaminas circulantes [104]. Pueden ser responsables
a intervenir en la aorta torácica ascendente. Esto ha llevado
de hemorragia, de isquemia miocárdica o más raramente
a algunos equipos a la realización de una ETE antes de las
de disfunción ventricular si la función ventricular izquier-
canulaciones, lo que sirve de guía al cirujano.
da está alterada. Aparecen en las horas que siguen al final
Se han comunicado complicaciones neurológicas periféri- de la CEC y se agravan por acción de los estímulos habi-
cas, lesiones del plexo braquial y del nervio cubital. Estas tuales de este periodo de despertar. También la hipoter-
lesiones se observan principalmente tras la extracción de la mia puede tener un papel agravante si el paciente tiene
arteria mamaria interna izquierda. escalofríos, lo que debe prevenirse mediante una sedación
adecuada. Estas crisis hipertensivas se deben al aumento
Consecuencias biológicas de las resistencias periféricas mientras que el gasto cardía-
co se mantiene si la función ventricular izquierda es
En el curso de la CEC, el contacto de la sangre con diferen-
buena. Además, el aumento del tono simpático acelera la
tes materiales (circuito, oxigenador) provoca la activación
frecuencia cardíaca. Tras la corrección de las coartaciones
de muchas cascadas enzimáticas, tanto de la hemostasia
aórticas, la HTA es muy frecuente y en general más pro-
como de la inflamación [10]. La activación de la inflamación
longada y más difícil de controlar.
se traduce por la secreción de citocinas proinflamatorias [10,
24
], y también antiinflamatorias, como la interleucina 10, por El tratamiento de estas crisis hipertensivas debe ser precoz.
ejemplo [19]. Esta citocina podría explicar ciertos aspectos Después de una cirugía coronaria, generalmente se limita a
de la inmunosupresión observada después de la CEC. La algunas horas, aunque puede ser necesario un periodo
activación de los polinucleares neutrófilos es muy rápida, mayor si la HTA era antigua. La estrategia terapéutica debe
como lo muestra la síntesis de ciertas moléculas de adhesión recurrir de entrada a los vasodilatadores arteriales. Las
desde los primeros minutos tras iniciar la CEC. Una vez acti- dihidropiridinas utilizables por vía intravenosa presentan
vados los polinucleares y listos para adherirse al endotelio, muchas ventajas: manejabilidad, eficacia, tolerancia y
participan ampliamente en las lesiones de isquemia-reperfu- ausencia de efectos perjudiciales sobre la conducción y el
sión, principalmente pulmonares y cardíacas. inotropismo, efectos benéficos sobre la circulación corona-
ria. Es raro observar una taquicardia, que en cualquier caso
Es posible que, en ciertos pacientes, una activación exage-
es menor. En estas situaciones se han probado varios fár-
rada de los mecanismos de inflamación pueda contribuir a
macos, en particular el nicardipino y la isradipina [100]. La
la inestabilidad hemodinámica postoperatoria [15]. En los
comparación con otros vasodilatadores utilizados anterior-
próximos años, habrá que procurar mejorar aún más la bio-
mente, como el nitroprusiato de sodio y la nitroglicerina,
compatibilidad de los materiales de CEC y/o detener más
inclina la elección a favor de las dihidropiridinas [100].
eficazmente una reacción inflamatoria demasiado intensa.
Del mismo modo, experimentalmente, muchos trabajos El urapidil, que asocia efectos centrales y periféricos, puede
han mostrado el beneficio aportado por la utilización de tener también un lugar en esta indicación, aunque quizá se
anticuerpos que bloquean la adhesión de los neutrófilos o maneje peor que el nicardipino. Es lógico recurrir a los
bien de donantes de NO (que disminuyen la adhesión de betabloqueantes si la crisis hipertensiva se acompaña de
los neutrófilos) en las situaciones de isquemia-reperfusión. taquicardia importante, especialmente en pacientes no tra-
Por tanto se pueden prever nuevos progresos en cuanto a la tados con betabloqueantes en el preoperatorio o después
protección miocárdica. de la introducción de vasodilatadores, lo que es raro. No se
concibe en agudo, salvo si la función ventricular es estricta-
mente normal. El esmolol, cuya vida media es muy corta
Complicaciones cardiovasculares (menos de 10 minutos) puede ser utilizado por su maneja-
Complicaciones mecánicas bilidad, aunque otros autores prefieren emplear el propra-
nolol o el atenolol. Su duración de acción, más larga, puede
Aparte de las complicaciones hemorrágicas quirúrgicas por ser ocasionalmente perjudicial en caso de complicaciones.
hemorragia en una anastomosis coronaria, en la aortotomía
o en la aurícula, hay que mencionar la posibilidad de disec-
Alteraciones del ritmo y de la conducción
ción aórtica aguda postoperatoria. Afortunadamente es
excepcional (menos del 0,5 % de los casos) porque tiene un Tras una derivación aortocoronaria, el paso a una fibrila-
pronóstico desfavorable (con una mortalidad del 30 al 80 % ción auricular (FA) es un problema frecuente, que ocurre
en el estudio de Murphy) [67]. El origen de la disección es en el 10 al 30 % de los pacientes según los estudios [4]. La
una zona de la aorta que ha sufrido un traumatismo qui- FA aparece la mayoría de las veces en el segundo o tercer
rúrgico: sutura, canulación, pinzamiento. A menudo el día después de la CEC. Los factores favorecedores descritos
paciente tiene una HTA antigua, lo que destaca el papel en la literatura son: el tipo de cardioplejía (para algunos
favorecedor de las lesiones aórticas preexistentes. El diag- autores, sería más frecuente tras cardioplejía con cristaloi-
nóstico puede ser fácil cuando la disección sobreviene en des que después de la cardioplejía con sangre), la protec-
la fase peroperatoria, pero es más difícil en el postoperato- ción auricular de menor calidad durante el pinzamiento
rio. La ETE ocupa aquí un lugar ideal. En efecto, el pro- con persistencia de actividad eléctrica, la presencia de líqui-
nóstico está muy condicionado por la precocidad del diag- do o de coágulos en el pericardio, la elevación neta del tono
nóstico y del consiguiente tratamiento quirúrgico [67]. simpático en el periodo postoperatorio en caso de supre-
Observar una gran prudencia en las manipulaciones de la sión de betabloqueantes la edad (4 % antes de los 40 años,
aorta, así como controlar la presión arterial durante las 30 % después de los 70 años). A veces no se tolera bien la
mismas deben permitir que se reduzca la incidencia de aparición de una FA después de la cirugía cardíaca. Aunque
estas complicaciones. su tratamiento no difiere del de las FA que aparecen en

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otras situaciones, muchos estudios han destacado el efecto tricular derecha aguda. Si se asocia a hipotensión sistémica,
benéfico de los betabloqueantes en la prevención de la FA hay un riesgo de isquemia ventricular derecha que no hace
postoperatoria [51]. sino agravar un estado hemodinámico ya precario. El gasto
Aparte de este problema, muy particular, también pueden cardíaco cae, asociado a una desaturación venosa de oxíge-
aparecer otras alteraciones del ritmo, auricular o ventricu- no. El hígado es uno de los órganos más expuestos.
lar. A menudo son secundarias a la cardiopatía inicial, afec- La prevención de estas crisis consiste en la corrección de
tación valvular con grandes aurículas, o a la afectación todos los factores ya citados. El tratamiento curativo com-
isquémica, pero pueden estar desencadenadas o agravadas prende teóricamente un apoyo inotrópico para el ventrícu-
por muchos factores favorecedores (hipopotasemia, hipo- lo derecho, un vasodilatador pulmonar y un vasoconstrictor
xia, acidosis, protección miocárdica insuficiente, etc.). sistémico en caso de hipotensión arterial. Antes de la utili-
Es frecuente observar alteraciones de la conducción transi- zación terapéutica del NO, era imposible obtener una vaso-
torias, de gravedad variables. Puede tratarse de bloqueos de dilatación pulmonar selectiva con los agentes disponibles
rama o de bloqueos auriculoventriculares (BAV). Los pri- (prostaglandinas, isoprenalina, inhibidores de las fosfodies-
meros son los más frecuentes y suelen desaparecer en los terasas). Todos estos medicamentos producen una hipoten-
días que siguen a la intervención. En menos del 5 % de los sión arterial indeseable. El beneficio aportado por el NO
casos el paciente está en BAV completo al interrumpir la inhalado es por tanto mayor: disminución de la presión
CEC, lo que precisa una estimulación temporal por electro- arterial pulmonar sin modificación de la presión arterial [45].
dos ventriculares o mejor auriculares y ventriculares. Estos
Hipotensión e hipovolemia
BAV, secundarios a lesiones miocárdicas isquémicas duran-
te el pinzamiento, aparecen la mayoría de las veces en las Las causas de hipovolemia son numerosas durante la fase
horas o los días siguientes a la intervención. En ocasiones postoperatoria. La hemodilución y el aumento de la per-
las lesiones son irreversibles y precisan la colocación de meabilidad capilar explican los edemas periféricos y la
electrodos definitivos. eventual hipovolemia. Una diuresis importante, ya esté rela-
cionada con la hemodilución, con la hiperglucemia o haya
Taponamiento sido provocada por una inyección de furosemida, puede
Merece ocupar un lugar aparte entre los bajos flujos car- disminuir también la volemia del paciente.
diogénicos que complican la cirugía cardíaca. Su incidencia En todos los casos, el diagnóstico de hipovolemia se realiza
va del 0,5 % al 5 %. Se observa precozmente, en un pacien- en función de los signos clínicos y de los datos hemodiná-
te con hemorragia grave, o bien secundariamente, a menu- micos. Hay que tener presentes todos los límites del catéter
do entre 8 y 10 días después de la intervención, en ocasio- de Swan-Ganz para la valoración de la volemia, en particular
nes aún más tarde. Su gravedad potencial, caracterizada por tras una CEC (modificaciones transitorias de las resistencias
una degradación hemodinámica frecuentemente muy brus- venosas pulmonares) y un pinzamiento aórtico con cardio-
ca que conduce al paro circulatorio, y su reversibilidad rápi- plejía (disminución de la distensibilidad ventricular) [35].
da en caso de tratamiento adaptado, hacen que sea preciso El ejemplo más frecuente y más típico es el de la reanima-
pensar en su existencia ante cualquier alteración hemodi- ción postoperatoria de un paciente sometido a una sustitu-
námica postoperatoria. ción valvular aórtica por estenosis aórtica. La hipertrofia del
El diagnóstico clínico, a veces fácil, se basa en la ecocardio- ventrículo izquierdo lo hace muy poco distensible y sólo se
grafía [83]. Los signos derechos pueden faltar si el enfermo obtendrá una precarga ventricular (o el volumen teledias-
está hipovolémico. El pulso paradójico dista mucho de ser tólico) adecuada con presiones intracavitarias mayores. La
constante [21]. La ecocardiografía permite resolver el pro- taquicardia también puede enmascarar una hipovolemia, y
blema diagnóstico la mayoría de las veces. No obstante, exis- la PAPO sobrevaloraría la PTDVI. Estos ejemplos destacan
ten casos intermedios en los que no es fácil confirmar el el valor de la ecografía, sobre todo de la ETE, en todas las
taponamiento: compresión moderada de las cavidades situaciones en que el diagnóstico no es seguro [75]. El uso
derechas, mala ecogenicidad del paciente, frecuente en el del Doppler esofágico podría proponerse también en este
contexto, ya que parece más eficaz que la sonda de Swan-
periodo postoperatorio, o compresión localizada, retroauri-
Ganz para el diagnóstico de la hipovolemia.
cular derecha o izquierda [83]. En los dos últimos casos, es
imprescindible recurrir a la vía esofágica. La hemorragia, quirúrgica o no, precisa una compensación
muy rigurosa, independientemente del tratamiento de su
El drenaje quirúrgico es el único tratamiento. Antes de volver
origen. Las causas de modificación de la hemostasia son
a operar, el tratamiento sintomático asocia reposición y vaso-
numerosas después de la CEC. Precisan una corrección
presores. Puede ser preciso descomprimir el corazón antes de
rápida. En algunos casos pueden prevenirse. Así, a veces es
la inducción si la degradación hemodinámica lo exige, incluso
posible prever que la hemodilución será demasiado impor-
en la cabecera del enfermo en casos gravísimos.
tante lo que justifica un tratamiento adaptado durante la
Hipertensión arterial pulmonar postoperatoria CEC: hemofiltración, diuresis forzada; si no, se puede recu-
rrir a una transfusión de plasma fresco congelado o de pla-
Las crisis de HTAP grave son frecuentes en el niño, después quetas al final de la CEC. La utilización de antifibrinolíticos
del tratamiento de ciertas cardiopatías congénitas, y en el durante la intervención permite reducir de forma significa-
adulto, después de la sustitución valvular mitral en un tiva la hemorragia perioperatoria y el uso de transfusiones
paciente que ya tenía una HTAP preoperatoria. Estas crisis homólogas. Esto ha sido demostrado también tanto con la
de HTAP están favorecidas por muchos factores. Los vasos aprotinina [80] como con el ácido tranexámico [46]. La efi-
pulmonares son más sensibles a los estímulos vasoconstric- cacia de la aprotinina ha sido evidenciada en todas las situa-
tores después de la CEC: hipoxia, acidosis, hipercapnia, etc. ciones, en particular en pacientes de alto riesgo. Los límites
Los leucocitos o las plaquetas activados pueden liberar dife- principales para su utilización son su costo, su potencial
rentes sustancias vasoconstrictoras. El despertar, el dolor y alergizante y el hipotético riesgo protrombótico. Aún hay
las aspiraciones traqueales son también factores agravantes. que determinar la posología óptima (beneficio/costo/ries-
En el quirófano, la inyección de protamina puede asociarse go). El ácido tranexámico, mucho menos caro, tiene una
a HTAP (menos del 1 % de los casos). eficacia demostrada en muchas circunstancias. Si se com-
La HTAP constituye una sobrecarga de trabajo para el ven- prueba que su eficacia en los pacientes de alto riesgo es
trículo derecho, lo que puede llevar a una disfunción ven- buena e idéntica, podría sustituir ventajosamente a la apro-

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

tinina, teniendo en cuenta su menor costo. Queda por pre- tratamiento quirúrgico. El problema de la isquemia mio-
cisar su tolerancia. cárdica después del by-pass aortocoronario se abordará en
Uno de los problemas mayores en caso de hemorragia el apartado correspondiente. Cuando el estado de shock es
importante es plantear una eventual indicación de reinter- secundario a una disfunción ventricular izquierda (o biven-
vención quirúrgica, ya sea para hacer la hemostasia o bien tricular), el pronóstico es más desfavorable.
para una simple extracción de coágulos. Se ha demostrado El tratamiento, aparte del etiológico, debe orientarse a opti-
que la morbilidad y la mortalidad eran elevadas en caso de mizar los determinantes del gasto cardíaco: frecuencia car-
reintervención quirúrgica, lo que para algunos autores díaca, precarga y poscarga, inotropismo.
debería limitar las indicaciones de las reintervenciones [101].
Frecuencia cardíaca
No obstante, existen casos sencillos en los que sólo una
reintervención permite garantizar la detención de la hemo- El mantenimiento de un ritmo sinusal es primordial cuan-
rragia, como por ejemplo una hemorragia continua por un do la distensibilidad ventricular está disminuida (ventrículo
drenaje pleural izquierdo (> 100 ml/h) después de un by- hipertrofiado, isquémico). En este caso, la sístole auricular
pass aortocoronario con la arteria mamaria izquierda; si las realiza más del 40 % del llenado del ventrículo. El paso a
pruebas y los drenajes mediastínicos dan poco, es impres- FA, por ejemplo, puede provocar un descenso marcado del
cindible realizar una reintervención quirúrgica. La mayoría gasto cardíaco. En caso de BAV completo, puede necesitar-
de las veces, evidenciará una hemorragia a partir de una se una estimulación auriculoventricular con electrodos epi-
colateral de la mamaria. cárdicos. A veces es necesario acelerar la frecuencia cardía-
ca del paciente en caso de bradicardia excesiva.
Disfunción ventricular-shock cardiogénico
Precarga
La aparición de una disfunción univentricular o biventricular Corresponde al volumen telediastólico del ventrículo. Su
precoz y transitoria ha sido ampliamente documentada [31]. evaluación precisa sigue siendo, en la clínica, muy delicada.
Muchos pacientes (del 50 % al 90 %) presentan una dismi- Ya se ha destacado la dificultad de valorar la volemia.
nución del inotropismo que parece ser máxima entre la cuar- Además, una variación de la distensibilidad ventricular, a
ta y la sexta hora del postoperatorio. A pesar de los progresos idéntica volemia, puede modificar notablemente el volu-
efectuados en materia de cardioplejía, este problema persis- men telediastólico. Por último, en la práctica la medida de
te, ya que se encuentra en los estudios más recientes [31]. Aún los volúmenes nunca es realizable de forma continua. Sólo
hay que determinar el mecanismo o los mecanismos respon- la ecografía puede dar una idea de la precarga. Por tanto,
sables de esta disfunción. Es cierto que la calidad de la pro- la mayoría de las veces se debe trabajar con las denomina-
tección miocárdica por la cardioplejía condiciona la recupe- das presiones de llenado, presión auricular derecha (PAD)
ración inmediata del miocardio al limitar la isquemia. para el ventrículo derecho, PAPO para el ventrículo izquier-
Igualmente, está bien demostrado que las lesiones dependen do si se dispone de un catéter de Swan-Ganz. Ya se han men-
también de las condiciones de reperfusión. El papel de los cionado los límites de interpretación de estas presiones.
neutrófilos activados (con producción de radicales libres) en Deben ser bien conocidas para que no se produzcan erro-
la génesis de estas lesiones es esencial. Experimentalmente, res diagnósticos con los consiguientes errores terapéuticos.
la utilización en el líquido de reperfusión, de anticuerpos Hay que recordar que aunque la PAPO no refleja bien la
específicos de ciertas moléculas de adhesión de los neutrófi- precarga verdadera, al menos da una idea del riesgo de
los permite obtener una mejor recuperación de la función edema pulmonar hemodinámico.
miocárdica después de la CEC. En los casos más graves, en Puede ser necesario recurrir a los vasodilatadores para
particular cuando ya existía en el periodo preoperatorio una reducir la precarga. El más utilizado en esta situación es la
afectación importante de la función ventricular, puede pro- nitroglicerina intravenosa, que reduce el volumen teledias-
ducirse un estado de shock cardiogénico. tólico y las presiones de llenado. Los diuréticos también se
El diagnóstico de shock cardiogénico se hace ante la aso- utilizan mucho (furosemida intravenosa). En caso de oligu-
ciación de signos de shock, de una presión arterial baja y de ria y de insuficiencia renal, puede ser beneficioso recurrir a
datos hemodinámicos proporcionados por la sonda de ter- diferentes técnicas de depuración extrarrenal.
modilución. Es característico observar un índice cardíaco
disminuido (< 2 l/min/m2), resistencias arteriales elevadas, Poscarga
presiones de llenado altas y disminución de la Sv- O2. No Su evaluación se limita, en la práctica, al cálculo de las RVS
obstante, los datos proporcionados sólo por la sonda de y de las resistencias vasculares pulmonares (RVP). De
Swan-Ganz no siempre permiten hacer un diagnóstico pre- hecho, la verdadera poscarga considera también los facto-
ciso, especialmente en caso de afectación de la distensibili- res miocárdicos, como el tamaño del ventrículo, su espesor
dad ventricular. Todo esto destaca la dificultad de efectuar y la presión intracavitaria durante la sístole. Algunas inter-
un diagnóstico preciso si no se puede recurrir a la ecocar- venciones terapéuticas pueden tener acciones combinadas
diografía, única exploración que permite valorar el tamaño sobre los factores periféricos y cardíacos que determinan la
de las cavidades, la cinética de los ventrículos, el funciona- poscarga ventricular.
miento de las prótesis, la calidad de una eventual plastia y, Un estado de shock cardiogénico con RVS elevadas es una
por último, buscar una compresión pericárdica. El Doppler indicación teórica para administrar un vasodilatador arte-
permite valorar las presiones pulmonares, lo que tiene inte- rial (además de un agente inotrópico) para facilitar la eyec-
rés cuando no hay catéter de Swan-Ganz. Permite también ción ventricular. El efecto beneficioso es más marcado
evaluar la función diastólica, pero los factores que influyen cuando el ventrículo tiene una función sistólica alterada.
en las velocidades transmitrales son numerosos. Sin embargo, este esquema «óptimo» no siempre es realiza-
Las causas de shock cardiogénico durante la fase precoz son ble, ya que la presión arterial puede ser demasiado baja
múltiples. Algunas son de hecho más bien factores desen- para permitir la introducción de un agente vasodilatador.
cadenantes (defecto de protección miocárdica) que hay Los vasodilatadores utilizados pueden ser arteriales puros,
que prevenir o tratar rápidamente. Otros, como el tapona- como las dihidropiridinas, o mixtos, como la nitroglicerina y
miento o la disfunción de la prótesis valvular, necesitan un el nitroprusiato de sodio. Algunos autores prefieren los inhi-

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bidores de las fosfodiesterasas, que combinan efectos inotró- de los pacientes, según los trabajos del equipo de Mangano
picos y vasodilatadores. Estos últimos efectos son claramente [61]. Sobre todo son precoces, apareciendo en las horas que
predominantes. El inconveniente principal de este grupo de siguen a la revascularización. Parece existir una relación
fármacos es la falta de manejabilidad relacionada con una entre la aparición de isquemia y la persistencia de una fre-
vida media demasiado larga. Los inhibidores de la enzima de cuencia cardíaca alta durante el periodo postoperatorio, lo
conversión de la angiotensina se prescriben cada vez más, a que destaca la importancia del control de la frecuencia car-
menudo como relevo ya que su vida media demasiado larga y díaca en este periodo.
la ausencia de forma inyectable limitan su utilización a la fase El enfoque terapéutico es difícil. Hay que eliminar los pro-
inicial. Cuando se trata de una disfunción ventricular dere- blemas quirúrgicos que justificarían eventualmente una
cha, puede plantearse el recurrir al NO inhalado. Se ha comu- nueva intervención. Un espasmo, sobre todo frecuente des-
nicado su eficacia, incluso en ausencia de HTAP grave [26]. pués de un by-pass con una arteria, produce frecuentemen-
La evaluación precisa del inotropismo es muy delicada. Sería te un trazado eléctrico típico con una mala tolerancia
preciso obtener parámetros como la pendiente de la rela- hemodinámica. Los antagonistas del calcio están indicados
ción presión-volumen en la telesístole. Aunque esto sea posi- teóricamente, pero a veces su empleo es difícil ante una
ble en investigación [31], resulta utópico su uso rutinario. hipotensión marcada. Aparte de estos casos particulares, el
Los índices de la función de bomba, por ejemplo la fracción tratamiento se reduce la mayoría de las veces a la reanuda-
de eyección, dependen mucho de las condiciones de carga ción del tratamiento antianginoso en función de la toleran-
[81]. No obstante cuando ésta última (o un parámetro equi- cia hemodinámica.
valente) se puede medir, da una idea de la eficiencia global La frecuencia de infartos perioperatorios sigue siendo alta, del
del ventrículo. La valoración ecográfica, incluso no cuanti- 3 al 10 % aproximadamente, incluso más [41]. Esto se explica
tativa, de la función sistólica es un método muy valioso en por el hecho de que los pacientes propuestos para cirugía son
la práctica. Permite evitar la utilización abusiva de agentes cada vez más graves [43]. Además, el número de pacientes que
inotrópicos (especialmente en caso de un ventrículo hiper- deben someterse a una segunda revascularización (by-pass
trofiado) y a veces, por el contrario, hacer evidente una dis- venosos ocluidos o afectación de otras coronarias) aumenta,
función ventricular inesperada. paralelamente con un mayor riesgo operatorio.
Los agentes empleados para mejorar el inotropismo son los Las necrosis perioperatorias son la mayoría de las veces
que se prescriben habitualmente en el shock cardiogénico. La subendocárdicas: el diagnóstico es difícil, ya que los signos
elección de una catecolamina depende sobre todo del perfil eléctricos no son específicos y la ecocardiografía carece de
hemodinámico, pero también de la respuesta del paciente y sensibilidad y de especificidad. Además, en el contexto de
de la costumbre del equipo. La dopamina y la dobutamina se la cirugía cardíaca, existe una elevación inevitable de los
utilizan frecuentemente de primera intención. Ningún fár- marcadores habituales de necrosis miocárdica: lesiones
maco ha demostrado ser superior a los demás. Frecuen- directas relacionadas con el traumatismo quirúrgico, o
temente se administran asociados, en los casos más graves. A secundarias al pinzamiento aórtico y a una protección mio-
menudo es necesario recurrir a los inhibidores de las fosfo- cárdica imperfecta. La troponina I cardíaca, aunque total-
diesterasas secundariamente, asociados a catecolaminas. mente cardioespecífica, no se substrae a esta dificultad. De
En ciertos casos rebeldes a los tratamientos médicos, puede todas las exploraciones, la gammagrafía miocárdica con
estar justificado el uso de una asistencia circulatoria. El anticuerpos antimiosina es la que indudablemente tendría
balón de contrapulsación intraaórtica es el más utilizado, el mejor rendimiento diagnóstico, aunque no se puede pro-
en particular en caso de cardiopatía isquémica. Puede ser poner como práctica clínica habitual.
colocado por vía percutánea, en cuidados intensivos.
En caso de contraindicación del balón de contrapulsación Complicaciones respiratorias
intraaórtica o cuando la insuficiencia ventricular es dema- Las modificaciones de la función respiratoria son múltiples
siado grave, se puede colocar una asistencia mecánica uni- y contribuyen a la frecuencia de estas complicaciones en el
ventricular o biventricular. Hay muchos aparatos disponi- periodo postoperatorio. En la mayoría de los pacientes, estas
bles, que no se detallan aquí. Pueden permitir pasar el cua- modificaciones no prolongan la duración de la ventilación
dro agudo, a la espera de una relativa recuperación del mio- mecánica ni la de la estancia en reanimación. No obstante,
cardio o de un posible trasplante. Teniendo en cuenta la la hipoxemia es muy frecuente, ya que más del 50 % de los
falta de injertos disponibles de urgencia, la aparición de pacientes tienen una presión arterial de oxígeno inferior a
corazones artificiales definitivamente implantables quizá 60 mmHg en aire ambiente el segundo día después de la
podrá brindar la última solución. intervención [96].
La ventilación mecánica ocupa un lugar importante en el La afectación de la función respiratoria en el periodo preo-
tratamiento de las disfunciones ventriculares izquierdas gra- peratorio es frecuente, ya se trate de una broncopatía cróni-
ves con bajo gasto o sin él. Sus efectos beneficiosos son la ca o de modificaciones relacionadas con la cardiopatía (dis-
mejoría de la hematosis, la disminución del trabajo respira- minución de la distensibilidad intrapulmonar, en las patolo-
torio y del consumo de oxígeno de los músculos respirato- gías mitrales, por ejemplo). El aumento del shunt intrapul-
rios, y la disminución de la poscarga ventricular izquierda monar, en gran parte responsable de la hipoxemia, es mul-
por elevación de la presión intratorácica [69]. En los enfer- tifactorial [32]. Comienza desde la inducción de la anestesia
mos más graves, es lógico que no se prevea la interrupción general, que produce una disminución de la capacidad resi-
de la ventilación hasta que no se estabilice el estado hemo- dual funcional, origen de atelectasias [32]. Estas atelectasias
dinámico. También es prudente realizar esta interrupción podrían verse favorecidas por la ventilación con oxígeno
mientras se mantiene el tratamiento inotrópico. Por el con- puro. El acto quirúrgico origina también modificaciones
trario, la ventilación mecánica puede tener efectos perjudi- notables: esternotomía, apertura de la pleura, raramente
ciales en caso de insuficiencia ventricular derecha impor- una lesión del nervio frénico izquierdo. Como después de
tante, en caso de taponamiento o si se utiliza un nivel alto de una cirugía abdominal alta, se han referido casos de disfun-
presión positiva residual espiratoria. ción diafragmática postoperatoria, responsable, entre otras
cosas, de un síndrome restrictivo precoz y reversible.
Isquemia miocárdica, infarto perioperatorio La CEC induce también variaciones: pulmones colapsados
Tras la revascularización coronaria, los episodios de isque- por no estar ventilados, activación de muchas cascadas infla-
mia miocárdica son frecuentes, apareciendo en más del 40 % matorias, acumulación intrapulmonar de neutrófilos activa-

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Anestesia ANESTESIA Y REANIMACIÓN EN CIRUGÍA CARDÍACA DEL ADULTO 36-585-A-10

dos después del despinzamiento, aumento transitorio del también con un rigor extremo en el servicio de cuidados
agua intrapulmonar extravascular con disminución de la postoperatorios. En cuanto a la interrupción de la ventila-
distensibilidad pulmonar. Recientemente se ha demostrado ción mecánica, la ayuda inspiratoria parece ser un modo
que las condiciones de temperatura (hipotermia o normo- ventilatorio atractivo. Por último, se debe destacar de nuevo
termia) per-CEC no modificaban significativamente la fun- el efecto beneficioso de la ventilación artificial en caso de
ción pulmonar en el periodo postoperatorio inmediato. disfunción ventricular izquierda. Esto contribuye a explicar
En unidades de cuidados intensivos, la tos ineficaz [39], el las dificultades de la interrupción en algunos pacientes,
dolor y cierto grado de hipoventilación pueden aumentar insuficientemente equilibrados.
estos fenómenos. Una disminución de la presión parcial de
oxígeno en sangre venosa mezclada, secundaria a un bajo Otras complicaciones
gasto, puede contribuir también a la hipoxemia.
Se han descrito muchas otras complicaciones viscerales, la
En la práctica esto puede producir algunas complicaciones:
mayoría de las veces secundarias a un bajo gasto, después de
edema pulmonar lesional post-CEC, mucho más raro
una cirugía cardíaca [3]. No se detallarán aquí, salvo el caso
actualmente; atelectasias con repercusión notable sobre la
de la insuficiencia renal aguda postoperatoria. Es frecuen-
hematosis; obstrucción bronquial postoperatoria que
te, del 1 % al 3 % de los casos, y grave (mortalidad del 10 %
puede precisar una reintubación; neumopatías infecciosas,
al 50 % según los estudios). Las insuficiencias renales agu-
a veces secundarias a una ventilación prolongada. Fre-
das con diuresis conservada tienen mejor pronóstico que
cuentemente la ventilación mecánica es necesaria por moti-
las insuficiencias renales agudas anúricas. Esto destaca lo
vos hemodinámicos (edema pulmonar o shock cardiogéni-
importante que es hacer todo lo posible para mantener la
co). En ocasiones la interrupción de la ventilación mecáni-
diuresis. Los factores asociados a un riesgo mayor de insufi-
ca de estos pacientes es difícil y puede hacerse progresiva-
ciencia renal aguda son la edad, una afectación renal preo-
mente en varias semanas.
peratoria y, sobre todo, condiciones hemodinámicas pero-
En caso de hipoxemia grave durante la ventilación mecáni- peratorias y postoperatorias precarias. En cambio, las con-
ca, se debe sospechar sistemáticamente la posibilidad de un diciones de temperatura durante la CEC no parecen tener
foramen oval permeable, sobre todo si no hay una causa ninguna incidencia. Hay que insistir en la prevención, que
pulmonar evidente. La ecografía, generalmente la ETE, implica una monitorización adaptada y un tratamiento rápi-
tiene en este caso una indicación adicional. Una vez plan- do y eficaz de los episodios de hipotensión y de bajo gasto
teado el diagnóstico, es posible reanudar la ventilación postoperatorios.
espontánea y extubar, ya que el shunt es la mayoría de las
veces moderado o nulo en ventilación espontánea.
No se detallará aquí el tratamiento de las diferentes com-
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: DEPOIX JP,
plicaciones respiratorias. Hay que recordar la importancia PHILIP I, DACCACHE G, LIEUTAUD T, ENGUERAND D et DESMONTS
de la prevención de la obstrucción bronquial y de las ate- JM. – Anesthésie et réanimation en chirurgie cardiaque de l’adulte. –
lectasias mediante una kinesiterapia precoz y repetida. La Encycl. Méd. Chir. (Elsevier, Paris-France), Anesthésie-Réanimation, 36-
incidencia de neumopatías nosocomiales se debe controlar 585-A-10, 1998, 24 p.

Bibliografía

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