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IGLESIA SANA EN

LAS FAMILIAS

José Barreras

TEXTO MEMORIAL:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas” (2ª Cor. 5:17).

LECTURA BÍBLICA: Ef. 2:10; 1 Ti. 5:8; Ro. 14:19; 1


Co. 7:15; Ef. 6:1-4; Hch. 2:46.

INTRODUCCIÓN: Los sociólogos y los


antropólogos hablan de varios tipos de familias. La
clase de hoy trata sobre la familia cristiana, pero la
familia cristiana de una iglesia sana; La familia es
una institución social establecida por Dios que en
nuestros días está cambiando de faceta como
muchas otras cosas de moda. Sin embargo para
nosotros los principios bíblicos para el hogar y la
familia son verdades eternas que no se negocian ni
se deben abaratar. Dios no estableció la iglesia
para ofrecer artículos usados o de segunda mano.
Los principios de la Biblia son para nuestro
bienestar y seguridad. A continuación describimos
sólo algunos principios que caracteriza a las
familias de una iglesia sana.

I. UNA FAMILIA SANA TIENE UN SENTIDO DE


MISIÓN (Gén. 1:28; Ef. 2:10).
Cuando el Señor estableció a la primera pareja en
el huerto del Edén les dio una comisión, fructificar,
multiplicarse, llenar la tierra, sojuzgarla y señorear
sobre la creación. El Señor los estableció con
propósitos definidos. Cuando leemos el Nuevo
Testamento encontramos que venimos a Jesucristo
con propósitos bien definidos: “creados en Cristo
Jesús para buenas obras”, (Ef. 2:10) fuimos
llamados “a ser de Jesucristo y a ser santos” (Ro.
1:6,7), llamados a ser discípulos (Mr. 3:13-19) y a
fructificar (Jn. 15:2,5) Nuestra condición de
redimidos nos invita a “... que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su
luz admirable” (1ª P. 2:10).
Las familias de una iglesia sana siempre buscarán
un espacio para ser de bendición al pastor y a su
iglesia (1ª P. 2:5). Sentirán que Dios los llevó ahí con
propósitos específicos, no desearán pasarse la vida
como miembros pasivos; sentirán que tiene
facultades y dones que ayudarán a sus hermanos
en la fe y estarán dispuestos a ejercerlos para su
propio desarrollo y para el bien de la iglesia. Es
cuando la familia se torna en exitosa y sus
características son las siguientes:

1. Una familia exitosa es una que practica la


fidelidad de la fe cristiana.

2. Una familia exitosa es una donde la


comunicación ocupa el más alto lugar.

3. Una familia exitosa es aquella donde el afecto es


más que palabras. Deben oírse expresiones
cristianas como:

 “Tú eres muy importante para mí.”


 “Te amo hoy más que ayer y menos que
mañana”
 “Deben haber besos, abrazos, motivación.”

II. ESPOSO Y ESPOSA PROVEEN PARA LAS


NECESIDADES MATERIALES DE SU FAMILIA
(1ª Ti. 5:8).

Dios sentó el precedente


cuando estableció a Adán y
Eva en el huerto; les proveyó
de todo lo necesario para vivir.
En algunas culturas se impone
que la mujer esté dedicada sólo al cuidado del
hogar y la familia y que el esposo sea el que salga a
buscar el sostén familiar. Aunque este es un buen
principio que se puede practicar hasta donde sea
posible, no descartamos que en determinadas
circunstancias, la esposa puede ser un aporte muy
valioso para su familia. Sin desconocer los peligros
colaterales que esto implica, por lo que reciban las
esposas que trabajan fuera de su casa nuestro
sincero aprecio y reconocimiento. Cada miembro de
la familia, no importa le edad, tiene ocho
necesidades básicas.

1. Sentir propio de pertenecer.


2. Sentir de seguridad familiar.
3. Sentir de libertad.
4. Sentir de fidelidad de parte de ambos padres y
sus hermanos
5. Sentirse importante.
6. Ser amado.
7. Ser tenido en estima.

¿Cómo podemos definir una familia fuerte?

a) Por su firme fe en Dios.


b) Por su firmeza y estabilidad ante toda
oposición y ataque.
c) Por su equilibrio espiritual, emocional y
social.
d) Por sus valores.

8. Además una familia fuerte se distingue por:

a) Por la práctica de una buena comunicación.


Se hablan y escuchan mutuamente.
b) Por la forma en que todos trabajan y
cooperan por mantener una imagen
positiva y segura.
c) Donde exista una atmósfera de amistad,
donde todo se hace y se entiende sin
sarcasmos y rivalidades.
d) Donde hay reglas claras para todos de parte
de los padres.

III. EL HOGAR ES UN LUGAR


DE PAZ Y DESCANSO
(Ro. 14:19; 5:1; 1ª C. 7:15).

El primer hogar establecido


estaba lleno de todo árbol
delicioso a la vista. Era un lugar hermoso. En una
familia sana el hogar es un lugar de amor de
confianza, no es un cuartel, ni una cárcel. Para
nuestros hijos debe ser como un nido donde
encuentren refugio, amor, ternura y comprensión.
Es el lugar donde la familia encuentra el placer de
su vida, el lugar donde pueden sentirse seguros y
felices. Es donde la familia se conoce y se hace
fuerte para sobrevivir y suplir las necesidades espirituales
y materiales de los hijos que ama.
Una Iglesia con familias sanas provee paz y
descanso porque se practica lo siguiente:

1. Donde se practica el amor abundante y se le da


a cada
miembro de la familia el más alto nivel y lugar de
seguridad y apoyo.
Donde se practica la disciplina en su forma más
propia.
Se le da la dirección a los niños, se le
establecen límites de comportamiento. Se les
dice más haz esto en lugar de no hagas esto.

IV. EN LOS HOGARES EXISTEN REGLAS QUE


DEBEN SER OBSERVADAS

Si Dios es un Dios de orden, e hizo la creación con


orden, y si tenemos la indicación bíblica que todo
se debe hacer en orden, es lógico creer que quien
diseñó su creación, haya dejado establecido un
orden para la familia. La Biblia describe
indicaciones para los padres, para las madres, para
los hijos, para las viudas inclusive. La única manera
de ser felices en familia se logra cuando
observamos el orden que Dios ha dejado
establecido. No encontramos en la Palabra de Dios
una indicación diferente. Las reglas para la vida en
el hogar son para ser obedecidas. Normalmente el
jefe de familia o el matrimonio señalan a los hijos
las reglas en relación con la vida familiar.
Debemos recordar que la iglesia será tan fuerte,
tan sólida, tan unida como lo sean las familias que
la integren. Estamos viviendo días verdaderamente
peligrosos, donde muchos valores y principios
familiares se han ido erosionando poco a poco. Se
dice que los grandes imperios en la historia han
desaparecido no por falta de gobernantes, ni de
ejércitos, ni de leyes, ni de educación, sino porque
primero desaparecieron los valores familiares. Una
iglesia sana será integrada incuestionablemente
por familias sanas.

V. LA FAMILIA SANA VIVE EN COMPAÑERISMO

Hoy interpretamos alegóricamente el Cantar de los


Cantares, pero en su origen refleja circunstancias
históricas concretas. Con un bello lenguaje
romántico se rebela el romance entre dos
personas, la posible intervención de un tercer
personaje es descartada por un gran número de
eruditos.
Cuando descubrimos ahí la Palabra de Dios
entendemos que en la relación matrimonial y
familiar es indispensable este sentimiento
originado en Dios mismo. ¿Qué esposo o esposa no
se comunican con delicadeza y expresiones
cariñosas más de una vez? ¿Y a cuál de los
miembros de la familia le afectan las palabras de
admiración y exaltación de alguna virtud o
cualidad? Aun más, el salmista ve a los hijos como
una herencia de parte de Jehová. Aunque nos
encontramos muy distantes en tiempo del salmista
y del autor del Cantar de los Cantares, para los
padres y madres cristianos nuestros hijos tienen un
valor incalculable, y seguimos considerando al
amor como un ingrediente básico en las relaciones
familiares.

En nuestros días muchos hogares se han


convertido sólo en hoteles, pues los miembros de
la familia ya no tienen tiempo para conversar;
salen de casa a temprana hora y regresan muy
noche. En una iglesia sana el compañerismo
familiar se refleja en la vida eclesial. Las
atenciones y cuidados que se brindan en los
hogares se proyectan hacia la iglesia. Cuando
leemos la vida de los primeros cristianos en la
naciente iglesia de Jerusalén, un espíritu de
compañerismo gobernaba las relaciones
interpersonales de tal manera que el historiador
concluye esa sección diciéndonos que el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser
salvos.

CONCLUSIÓN: Algunos de los consejos para que


una familia logre sus metas y se hagan efectivas y
de gran bendición para la Iglesia son:

1. Invierta tiempo con sus hijos. Hable con ellos, consulte con
ellos, aclare dudas.
2. Enséñeles las diferencias entre lo bueno y lo malo.
3. Ofrézcales dirección y cuidado. Sea claro. No use tanta
psicología.
4. Desarrolle respeto mutuo. Diga: Con permiso, perdón,
gracias, me equivoqué. Trate a sus hijos como le gusta que
lo traten a usted.
5. No tome todas las decisiones por sus hijos. Dé
oportunidad también a ellos de decidir.
6. Ser realista, espere errores de sus hijos. Recuerde que
son humanos como usted.

AUTO EVALUACIÓN: Por favor conteste las


siguientes preguntas .
1. ¿Qué aspectos cree usted que deben mejorar en
su familia?

2. ¿Aparte de los cinco aspectos señalados en


esta lección, qué otras cosas cree usted que
debe tener un familia sana?

3. ¿Cree usted que como padres de familia


debemos superarnos? ¿Cómo?

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