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Los mandamientos del decalogus Magistrii de Gabriela Mistral y cómo se pueden

hacer vida en su experiencia docente.

3.1. AMA. Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños.

Debemos enseñar con amor, pasión y devoción, para que nuestros estudiantes, asimilen
todos los conocimientos y herramientas que les permitan desarrollar sus capacidades, como
futuros profesionales

3.2. SIMPLIFICA. Saber es simplificar sin quitar esencia.

La sencillez, es la forma que siempre debe estar presente para que el conocimiento pueda
ser captado por el alumno o participante.

3.3. INSISTE. Repite como la naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección.

Ser constante e insistente, ello consiste en transmitir pasión en la tarea de formar,

fortaleciendo los puntos que requieran mayor atención y reafirmando las fortalezas de las

personas que tenemos a nuestro cargo.

3.4. ENSEÑA con intención de hermosura, porque la hermosura es madre.

Un profesional de la educación debe manejar el soporte de conocimientos que son básicos


para el desempeño de la función de enseñar y aprender. Al mismo tiempo debe ser capaz de
tomar decisiones autónomas, con independencia, libertad y responsabilidad y sobre todo
respetar la sensibilidad e individualidad evitando imponer ideas o formas de pensamiento.

3.5. MAESTRO, se fervoroso. Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón.

Un docente, tiene demasiada influencia sobre los, ya que en ellos despierta el interés por
alguna carrera o alguna disciplina, debido a que son los orientadores de nuestra vida, nos
impulsan a salir adelante.
3.6. VIVIFICA tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.

Crear clases dinámicas y vivas, constituye el empeño fundamental y la aspiración a lograr


por todos los docentes que aman su profesión; pero deberá garantizar la adecuada la
planificación, y aprovechar al máximo las potencialidades de su grupo de alumnos con los
cuales trabaja.

3.7. ACUÉRDATE de que tu oficio no es mercancía sino oficio divino.

La docencia es una tarea intelectual compleja, que implica una responsabilidad profesional
y enfrenta retos constantes. Como aprender a disciplinar, tener disposición, compromiso,
creatividad y pasión.

3.8. ACUÉRDATE.Para dar hay que tener mucho.

La tarea de educar está presente en todas las acciones que realizamos cotidianamente con
nuestros alumnos. El objetivo primordial, que debemos tener en cuenta es transmitir a los
estudiantes, que puedan tomar sus propias decisiones pero aprendiendo a equivocarse y
reparar los errores cometidos.

3.9. ANTES de dictar tu lección cotidiana mira a tu corazón y ve si está puro.

El aprovechamiento de nuestras propias aptitudes como docente y la de nuestros alumnos,


constituyen el premio en la labor docente educativa, mediante las cuales pueden obtenerse
elevadas metas, al emplearse de manera correcta como herramientas para el mejoramiento y
beneficio de la enseñanza y el aprendizaje.

3.10. PIENSA en que Dios ha puesto en tus manos el futuro del mundo.

Los docentes, son personas clave en el proceso educativo, ya que sus principales
características, van a hacer que podamos sacar lo mejor de nuestros alumnos, ya que
nosotros nos convertimos en instrumentos de Dios, para preparar nuevos profesionales y
nuevas generaciones.

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