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Español. Antología. Primer Taller de Actualización sobre los Programas de Estudio 2006. Reforma de la Educación Secundaria
fue elaborado por personal académico de la Dirección General de Desarrollo Curricular, que pertenece a la Subsecretaría
de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública.

La SEP agradece a los profesores y directivos de las escuelas secundarias y a los especialistas de otras instituciones por su
participación en este proceso.

Compiladores
Celia Díaz Argüero
Celia Zamudio Mesa (ENAH)
Laura Beatriz García Valero
Enrique Lepe García
Graciela Quinteros Sciurano (UAM-Xochimilco)

Coordinador editorial
Esteban Manteca

Diseño
Ismael Villafranco Tinoco

Formación
Lourdes Salas Alexander

Primera edición, 2006

© SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, 2006


Argentina 28
Col. Centro, C. P. 06020
México, D. F.

ISBN 968-9076-28-0

Impreso en México
MATERIAL GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA

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Índice

Presentación .................................................................................................................................5

Pasado y futuro del verbo leer


Emilia Ferreiro ..............................................................................................................................7

Para transformar la enseñanza de la lectura y la escritura


Delia Lerner ................................................................................................................................17

Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario


Delia Lerner .................................................................................................................................37

Proyecto: “Los mensajes publicitarios: el arte de la persuación”


Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez ........................................................................43

La planificación de proyectos
María Laura Galaburri ...............................................................................................................47

La evaluación del proyecto diseñado


María Laura Galaburri ...............................................................................................................55

Evaluación: Concepto, tipología y objetivos


María Antonia Casanova ............................................................................................................61

Reformar la evaluación para reformar la enseñanza


María Antonia Casanova ............................................................................................................83

Anexos .....................................................................................................................................103

Planeación de un proyecto ..........................................................................................105

Organización de las actividades permanentes .........................................................107

Bibliografía ...............................................................................................................................111

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Presentación

Los maestros son elemento fundamental del proceso educativo. La sociedad deposita en
ellos la confianza y les asigna la responsabilidad de favorecer los aprendizajes y de pro-
mover el logro de los rasgos deseables del perfil de egreso en los alumnos al término de
un ciclo o de un nivel educativo. Los maestros son conscientes de que no basta con poner
en juego los conocimientos logrados en su formación inicial para realizar este encargo
social sino que requieren, además de aplicar toda la experiencia adquirida durante su
desempeño profesional, mantenerse en permanente actualización sobre las aportacio-
nes de la investigación acerca de los procesos de desarrollo de los niños y jóvenes, sobre
alternativas que mejoran el trabajo didáctico y sobre los nuevos conocimientos que gene-
ran las disciplinas científicas acerca de la realidad natural y social.
En consecuencia, los maestros asumen el compromiso de fortalecer su actividad profe-
sional para renovar sus prácticas pedagógicas con un mejor dominio de los contenidos
curriculares y una mayor sensibilidad ante los alumnos, sus problemas y la realidad en
que se desenvuelven. Con ello, los maestros contribuyen a elevar la calidad de los servi-
cios que ofrece la escuela a los alumnos en el acceso, la permanencia y el logro de sus
aprendizajes.
A partir del ciclo 2006-2007 las escuelas secundarias de todo el país, independientemente
de la modalidad en que ofrecen sus servicios, inician en el primer grado la aplicación de
nuevos programas, que son parte del Plan de Estudios establecido en el Acuerdo Secretarial
384. Esto significa que los profesores responsables de atender el primer grado trabajarán
con asignaturas actualizadas y con renovadas orientaciones para la enseñanza y el aprendi-
zaje –adecuadas a las características de los adolescentes, a la naturaleza de los contenidos
y a las modalidades de trabajo que ofrecen las escuelas.
Para apoyar el fortalecimiento profesional de los maestros y garantizar que la reforma
curricular de este nivel logre los resultados esperados, la Secretaría de Educación Pública
elaboró una serie de materiales de apoyo para el trabajo docente y los distribuye a todos
los maestros y directivos: a) documentos curriculares básicos (plan de estudios y progra-
mas de cada asignatura); b) guías para orientar el conocimiento del plan de estudios y el
trabajo con los programas de primer grado; c) antologías de textos que apoyan el estudio
con las guías, amplían el conocimiento de los contenidos programáticos y ofrecen opcio-
nes para seleccionar otras fuentes de información, y d) materiales digitales con textos,
imágenes y sonido que se anexarán a algunas guías y antologías.
De manera particular, las antologías reúnen una serie de textos para que los maestros
actualicen sus conocimientos acerca de los contenidos de los programas de estudio y se
apropien de propuestas didácticas novedosas y de mejores procedimientos para planear y
evaluar la enseñanza y el aprendizaje. Se pretende que mediante el análisis individual
y colectivo de esos materiales los maestros reflexionen sobre sus prácticas y fortalezcan su
tarea docente.

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Asimismo, con el propósito de que cada entidad brinde a los maestros más apoyos para
la actualización se han fortalecido los equipos técnicos estatales con docentes que conocen
el plan y los programas de estudio. Ellos habrán de atender dudas y ofrecer las orientacio-
nes que requieran los colectivos escolares, o bien atenderán las jornadas de trabajo en que
participen grupos de maestros por localidad o región, según lo decida la autoridad educa-
tiva local.
Además, la Secretaría de Educación Pública iniciará un programa de actividades de
apoyo a la actualización sobre Reforma de Educación Secundaria a través de la Red Edusat
y preparará los recursos necesarios para trabajar los programas con apoyo de los recursos
de la Internet.
La Secretaría de Educación Pública tiene la plena seguridad de que estos materiales
serán recursos importantes de apoyo a la invaluable labor que realizan los maestros y
directivos, y de que servirán para que cada escuela diseñe una estrategia de formación
docente orientada a fortalecer el desarrollo profesional de sus integrantes. Asimismo,
agradece a los directivos y docentes las sugerencias que permitan mejorar los contenidos
y la presentación de estos materiales.

Secretaría de Educación Pública

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Pasado y futuro del verbo leer1

Emilia Ferreiro*

Esta presentación tiene un objetivo bien defini- a) La expresión computer literacy (para ha-
do: problematizar el futuro de la lectura en tér- blar la lengua del imperio) esconde más
minos de la comprensión del pasado. de lo que explicita, porque una buena
Los verbos leer y escribir no tienen una defini- parte de la población del planeta, supues-
ción unívoca. Son verbos que remiten a cons- tamente letrada, resulta iletrada en
trucciones sociales, a actividades socialmente relación con esta nueva tecnología.
definidas. La relación de los hombres y muje- b) Todos los aquí presentes somos parte de
res con lo escrito no está dada de una vez por una generación intermedia, que “vio
todas ni ha sido siempre igual: se fue constru- llegar” la computadora. Asistir a la llegada
yendo en la historia. Leer no ha tenido ni tendrá de una tecnología o nacer con esa
la misma significación en el siglo XII y en el XXI. tecnología instalada en la sociedad son
La tipología textual tampoco consiste en un situaciones diferentes. Nosotros somos
conjunto cerrado de géneros. De hecho, estamos como aquellos que vieron llegar el teléfono
asistiendo a la aparición de nuevos modos de (del único aparato, bien instalado en un
decir y nuevos modos de escribir, a nuevos lugar predeterminado, al teléfono ina-
modos de escuchar lo oral y nuevos modos de lámbrico y al celular, marca de status tanto
leer lo escrito. como instrumento de comunicación); o co-
Es preciso ubicarse entre “la nostalgia con- mo las generaciones que vieron llegar las
servadora y la utopía ingenua” (Chartier, 1997). reproductoras de sonido (de los discos de
En el centro del debate, ¿cómo ayudar a cons- pasta dura a los casetes y los discos
truir esos nuevos lectores del siglo XXI, nuevos compactos...). Además del acceso a la
lectores que también hay que concebir como tecnología, una variante importante es
nuevos productores de textos? haber nacido con esa tecnología ya
¿Estamos frente a una renovación (¿revolu- instalada en la sociedad. Que se tenga o
ción?) en la definición del texto y del lector, de no en la casa un reproductor de discos
las prácticas de lectura y de los modos de leer? compactos, el hecho de saber que tal cosa
Creo que la respuesta debe ser positiva. existe, modifica fundamentalmente las ex-
En momentos de cambios radicales (y en fin pectativas y las actitudes. Nosotros hemos
de milenio) es de rigor buscar en el pasado mo- “visto llegar” la computadora. Los niños que
mentos similares para tratar de atisbar el modo ahora están en las aulas de primaria son
de ser de los cambios que se avecinan, que son niños que nacieron con las computadoras
parte del presente, pero un presente siempre mal instaladas en la sociedad (no en sus casas,
comprendido porque está engullido en las pre- no en sus escuelas, pero sí en la sociedad).
muras de lo cotidiano. Son niños que, por ese solo hecho, tienen
Veamos algunas constataciones de este pre- una diferencia radical con sus maestras
sente confuso, antes de ir a las interpretaciones: (casi todas ellas atacadas por ese virus de
la computer illiteracy).
c) Como corresponde al espíritu de fin de
* Ferreiro, E. (2001), “Pasado y futuro del verbo
leer”, en Pasado y presente de los verbos leer y escribir, milenio, se anuncia el fin de las bibliotecas,
México, SEP/FCE, pp. 29-44. de los libros y los derechos de autor. Parece
1
Ponencia presentada en el Segundo Congreso un poco adormecido el sentido crítico, ya
Interamericano de Editores, México, D. F., 27 de que se cita con creciente insistencia el dictum de
noviembre de 1997.

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McLuhan (the medium is the message) mien- para la gran renovación escolástica de los si-
tras que, al mismo tiempo, se proponen a glos XI a XIII en Europa (Saenger, 1997a).
la firma de los autores los contratos más Procedimientos insólitos de copia veloz fue-
fantasiosos relativos a publicación total ron inventados para suplir las necesidades de
o fragmentada de la obra, en cualquier medio textos de las nuevas universidades (así, por ejem-
conocido o por conocer, como si el mensaje plo, el sistema de los peciae, utilizado por los
fuera independiente del medio. copistas profesionales de la universidad de París
d) Todos ensalzan la educación como la clave desde el siglo XIII). Pero es claro que la impren-
de la pertenencia al siglo XXI, pero casi nadie ta permitió la realización de ese sueño medie-
se atreve a enfrentar los nuevos desafíos val nunca alcanzado: estar frente a una copia
de la alfabetización. En efecto, en medio de exacta del mismo texto.
promesas incumplidas de alfabetización Imaginemos el escenario: la página de la an-
universal, en medio de la realidad brutal tigüedad clásica (ilustración 1) estaba hecha
de una alfabetización masiva que apenas para probar las habilidades de intérprete del
si alcanza para el libro de texto (gratuito o lector. Una página sin distinción de palabras y
no), nadie se atreve a plantear abiertamente sin puntuación: ambas cosas quedaban a cargo
el grado de analfabetismo de los maestros del lector. Prepararse para “dar voz al texto”,
y de sus alumnos, la incapacidad para para hacerlo “sonar”, era similar a la prepara-
pasar de EL libro (en singular) a LOS ción del lector de música de nuestra época. El
libros (en plural)... sin hablar
de las redes informáticas y
Ilustración 1. Texto en scriptio continua
otras lindezas similares.
(siglo V, copia de la Eneida de Virgilio)
No es cierto que la primera gran
revolución en el comportamiento
lector se debió a una invención tec-
nológica. La primera gran revolu-
ción en los procesos de lectura fue
anterior a la imprenta. Muchas de
las virtudes atribuidas durante déca-
das a la imprenta se sabe, gracias a
recientes investigaciones históricas,
que son de origen medieval. La im-
prenta difundió cambios que desde
el siglo VII fueron introducidos por
algunos escribas; no fueron los copis-
tas de los grandes centros de cultura
medieval, sino copistas irlandeses, en
las fronteras geográficas de la cris-
tiandad medieval, quienes comenza-
ron a dividir el texto sistemática-
mente en unidades gráficas (“palabras
gráficas”). Un texto que, así dividi-
do, permitía una comprensión casi
inmediata, sin pasar por la interme-
diación de la voz. Esa innovación
tardó varios siglos en recibir acepta-
ción general. Pero llegó a tiempo

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texto clásico estaba hecho para que “sonara”, Una página que permite la extracción de un
al igual que una partitura musical. Y, también al fragmento para un acto de citación (Illich, 1994).
igual que la música, lo de menos eran las letras Los cambios que dieron lugar a esa “gramática
(muchas de las cuales había que restituir, por de la legibilidad” (Parkes, 1992) produjeron ese
la abundancia de abreviaturas). Lo que real- tipo de texto que nos resulta familiar: un texto
mente importaba era la interpretación. con título y autor claramente visibles al comien-
Control social sobre la interpretación (una zo, con páginas numeradas, con índice, con di-
mala lectura en voz alta podía equivaler a la he- visión en capítulos, secciones y parágrafos, con
rejía, algunos siglos más tarde). un ordenamiento numérico o alfabético, con le-
Esa página de la antigüedad clásica y de los tras ampliadas para indicar comienzo o titu-
primeros siglos medievales es radicalmente dife- lación, con una puntuación que ayuda al lector
rente de la página con la cual hemos convivido a encontrar los límites externos e internos de
durante casi diez siglos: una página que permite cierta parte del discurso argumentativo. Esa
(sugiere) una interpretación (ilustración 2). página dio origen a la lectura individual sin censu-
ra social. Es esa página la que está a punto
Ilustración 2. Texto impreso en Basilea en 1522 de estallar con las nuevas tecnologías de
la comunicación.
Pero la lectura silenciosa alimentó al
mismo tiempo dos consecuencias no pre-
vistas: la herejía y el erotismo. La nueva
intimidad con el texto genera dos movi-
mientos complementarios en un mismo
acto de complicidad: la libertad del lec-
tor, cuya interpretación queda momentá-
neamente fuera de la esfera de la censura,
y la libertad del escritor, dueño de su plu-
ma y de su voz apagada, que puede permi-
tirse expresar, en la intimidad de la celda
o de la recámara, lo que ninguna voz po-
dría expresar en voz alta (Saenger, 1997b).
La página heredada del medioevo está
ahora a punto de estallar. Esa página per-
mitió la práctica sistemática de la citación y
esa distinción importantísima entre comen-
tario y citación (exact wording). Esto es lle-
vado al extremo con las nuevas tecnologías.
La fragmentación indefinida de un texto
puede producir tanto un exceso de citación
como, al mismo tiempo, la posibilidad in-
definida de plagio por causa de la super-
abundancia de textos en circulación.
La página medieval permitió una rela-
ción única y singular entre el lector y el
texto. La página de la computadora rom-
pe la intimidad con el texto. La página
iluminada y en posición vertical transfor-
ma la lectura en computadora en una lec-
tura pública.

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En poco tiempo hemos pasado del elogio de las nuevas tecnologías he juzgado oportuno re-
la posición décontractée frente al texto (abando- cordar a los editores aquí presentes que de lo
no de la posición escolástica y escolar de la lec- que se trata es de una ruptura radical respecto
tura por la posibilidad de leer tirado en el piso, a prácticas medievales (preimprenta, si se las
sobre almohadones, en la cama...) a una nueva quiere llamar así) y, en cierto sentido, de un re-
postura rígida. La pantalla de la computadora torno a algunas de esas prácticas que se creían
nos retrotrae a la época del scriptorium medie- superadas.
val: las manos en una posición fija, sobre el te- Como los cambios son muy acelerados y la
clado; los ojos mirando un texto expuesto en investigación sobre el impacto de las nuevas tec-
vertical; la espalda rígida. Rigidez de la posi- nologías queda rezagada con respecto a la pro-
ción y potencial publicidad de lo leído o de lo pia evolución de éstas, sólo nos resta imaginar
producido son dos consecuencias molestas de cuáles de todos los cambios tendrán realmente
la nueva tecnología. un impacto en las prácticas de producción y
Antes del códice las manos del lector que- comprensión de textos, en los usos sociales de
daban atrapadas, sosteniendo los extremos del la lengua escrita y en la educación.
rollo que leía. Las manos se liberaron progresi- Haré un listado que tiene la intención de
vamente y permitieron esa maravilla de los provocar la reflexión, más que la de proponer
tiempos modernos: un lector podía tomar no- una agenda de discusión.
tas mientras leía. Ahora, en cierto sentido, vol-
vemos al rollo: el desplegarse de las páginas que 1) La aglutinación de funciones. La disociación
leemos o escribimos en la pantalla no tiene nada de funciones que hoy día nos parecen
de similar con el hojear. El movimiento del texto solidarias fue la norma durante los siglos
es vertical y no horizontal, y las manos quedan pasados: el autor no era el ejecutor mate-
atrapadas entre el teclado y el mouse (palabra rial de las marcas; los escribas no eran
que nadie se anima, felizmente, a traducir como lectores autorizados; la escritura se exhibió
“ratón”). durante siglos delante de poblaciones
Los libros se fueron diferenciando y perso- incapaces de leer lo exhibido; los monarcas
nalizando progresivamente. Su aspecto nos tenían el poder de controlar lo que podía
permitía ponerles nombres de inmediato. Pero ser escrito a pesar de ser analfabetos,
la computadora nos impone una imagen neu- etcétera.
tra, donde todos los textos se parecen. (Tome- Durante siglos el productor del texto
mos como ejemplo el correo electrónico por a ser escrito y el productor de las marcas
oposición al correo donde el sobre tiene una –el escriba– estuvieron disociados. El
existencia material. Cuando reviso el correo trabajo de escriba era trabajo de esclavo
normal, decido si abro o envío directamente o de subalterno por la carga laboral
algo al cesto sobre la base de una cantidad de manual involucrada en la escritura. El
indicadores: el tipo y tamaño del sobre, el escriba de la Edad Media, por ejemplo,
logotipo, la presencia o ausencia de letra ma- debía raspar y pulir la piel del animal y
nuscrita, etcétera. Por contraste, el correo elec- preparar el pergamino; debía dar el corte
trónico me impide esta primera decisión, y me adecuado a las plumas de ganso con un
obliga al ejercicio seudodemocrático: todos los instrumento que aún hoy llamamos
mensajes se presentan con la misma tipografía “cortaplumas”; debía preparar las tintas,
como si todos fueran igualmente dignos de nues- etcétera (Ong, 1987). El autor dictaba pero
tra atención.) no producía las grafías.
Lo que acabo de escribir parece tener más que Los desarrollos tecnológicos permi-
ver con “la nostalgia conservadora” que con el tieron juntar dos funciones que durante
realismo del usuario. Pero no es eso. En una siglos se habían mantenido separadas: el
época en donde sólo escuchamos el elogio de autor intelectual y el autor material de las

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marcas. Con ello surge el “manuscrito de texto/imagen (y los cambios de percep-
autor” (junto con la idea de autor, que es ción por parte de los usuarios) es sin duda
una idea moderna). un tema que merece la mayor atención.
Con la difusión de las máquinas de Precisamente porque las nuevas tecnolo-
escribir la idea de “manuscrito de autor” se gías llegan en un momento de superex-
redefine. El autor intelectual y material plotación de recursos gráficos para guiar
puede desprenderse ahora de sus propias la interpretación del lector. (Lo cual es una
grafías y elegir tipos de imprenta para su de las manifestaciones más obvias de la
producción. En cierta medida, empieza a falta de confianza en el lector: particular-
ser tipógrafo. mente en textos didácticos, se utiliza toda
Con la llegada de los procesadores de clase de recursos –dibujos, recuadros o
palabras y el rápido perfeccionamiento fondos de diferente color, cambio de
de las impresoras personales, por primera tipografía, etcétera– porque ya la puntua-
vez el autor material y el autor intelectual ción no basta para guiar la interpretación
se reúnen con la idea de editor. Este autor de un lector considerado, a priori, como
puede variar el tamaño y el tipo de los incompetente.)
caracteres, puede decidir la mise en page, 4) Pantalla de TV versus pantalla de compu-
puede insertar dibujos o recuadros... y tadora. Antes de la proliferación de las PC
puede enviar directamente su disquete a asistimos a la instalación en la sociedad
la imprenta. del televisor. Pantalla por pantalla, son
Los contratos camera ready establecen ambas similares (de hecho, su interfase es
una nueva relación autor/editor, de cuyo cada vez más intensa). Pero una es previa
destino no juzgo ni prejuzgo. Simplemente, a la otra, en términos de difusión social. Y
me parece un dato a tener en cuenta. en su momento se habló de la posibilidad
2) La tipología de textos no está cerrada. No sólo de que la imagen reemplazara al texto...,
tenemos nuevos estilos de comunicación pero las computadoras restablecieron con
escrita sino también nuevos modos de co- fuerza la prioritaria necesidad del manejo
municación oral. Hablar a una contes- eficiente del alfabeto.
tadora automática genera un estilo de La pantalla del televisor tiene algo que la
“hablar por teléfono” que es diferente del otra pantalla no tiene: el control remoto.
que ya conocíamos (y algunos lingüistas se Según algunos, este instrumento –no la
están interesando en esto). De la misma pantalla– es lo más innovador, porque ha
manera, enviar un fax o un e-mail no es creado una “cultura de la interrupción y
equivalente a enviar un telegrama ni, mucho de la impaciencia” (Barbier Bouvet, 1993)
menos, a enviar una carta. En el análisis de que conduce hacia la fragmentación del
estos materiales la edad de los usuarios texto. Yuxtaponer, privilegiar los “tiempos
parece ser un dato crucial (por lo que ya fuertes” en detrimento de las transiciones,
dijimos acerca de ser contemporáneos o cambiar continuamente antes de tener
no de la aparición de la tecnología). el tiempo de analizar... Ésos son com-
3) La distinción imagen/texto resulta problemática. portamientos de la nueva generación (la
Esta distinción, extremadamente impor- que nació conviviendo con el televisor) que,
tante desde la introducción de las “ilumi- aparentemente, se trasladan con la mayor
naciones” en los textos medievales, y facilidad a la otra pantalla de la vida
firmemente establecida en la Edad contemporánea: la de la computadora.
Moderna, por primera vez resulta Podemos suponer, con fundamento, que
cuestionada por las nuevas tecnologías: el modo de actuar frente a estas dos
simplemente, porque el texto puede ser pantallas puede afectar la relación con lo
tratado como una imagen. La interfase impreso, no sólo en frecuencia de uso sino

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en el modo de relación con ello. “La manera en una escritura no alfabética”. Pero si bien
de circular entre las imágenes (y no sólo en alfabetización está anclado en “alfabeto”,
la imagen) cambia la manera de circular nada solucionamos con un letramento que
en el texto” (Barbier Bouvet, 1993). Y yo está anclado en “letra”. Lo que debemos
agregaría: cambia también la manera de decir es “cultura letrada”, para acercar-
circular entre los textos. nos al significado original de literacy (ya
5) Imperialismo lingüístico y consecuencias que, actualmente, con expresiones tales
ortográficas. En principio, no hay límite a la como tv-literacy, no sabemos de qué
capacidad de las computadoras para literacy estamos hablando...).
procesar símbolos. Sin embargo, el hecho de En fin, que en estos tiempos modernos
que las tecnologías se desarrollen en una cualquier propuesta de “simplificación
lengua que desconoce los diacríticos ortográfica” está inevitablemente teñida
lleva, de hecho, a considerar a éstos como de imperialismo ortográfico.
“complicaciones innecesarias”. Por lo tanto, 6) Desfase generacional. Creo que todos los
las diferentes ortografías que, junto con las aquí presentes hemos tenido la misma
diferencias de lenguas, fueron consi- experiencia: los únicos informantes téc-
deradas durante este siglo como “modos nicos confiables para nuestros problemas
alternativos”, igualmente válidos, de decir con las nuevas tecnologías son los jóvenes.
o escribir, vuelven a ser sometidas al para- Cuanto más jóvenes mejor. Cuando a
digma de valoración del “latín de los nuestras oficinas llega algún “técnico
tiempos modernos”, o sea, el inglés. computacional” de 40 años pregun-
A los franceses se les pide que escriban tamos: ¿no pueden mandar a alguien
sin acentos (lo cual equivale a ejercer una más joven?
violencia inaudita sobre esa escritura). En Es uno de los pocos dominios en donde
español, la pobre letra “ñ” sufre las más todos los de 40 años y más reconocemos
extrañas transformaciones: fácilmente sin dudar la competencia de los más jóve-
suprimible sin afectar la comprensión en nes. Lo cual tiene innegables implica-
niño (=nino), no ocurre lo mismo en otros ciones educativas.
casos frecuentes, por ejemplo año (que he
registrado en mi e-mail como anio, anho, Y porque de educación también se trata
agno). La omisión de los acentos (factible en (específicamente de alfabetización, que sigue
español) traerá consecuencias ortográ- siendo lo básico de lo básico en educación), la
ficas, con o sin el beneplácito de la Real pregunta que se impone es: ¿está la escuela, como
Academia... institución social, preparada para responder a
El imperialismo lingüístico se expresa, los nuevos requerimientos de alfabetización? La
por supuesto, en otros frentes: nuevas respuesta es rotundamente negativa.
palabras se adoptan por asimilación, Como decía antes: estos cambios tecnológi-
incluso cuando hay términos perfecta- cos, que probablemente estén redefiniendo –lo
mente instalados en la lengua (deletar es queramos o no– los términos “leer” y “escribir”,
ya un verbo aceptado en portugués de llegan en medio de promesas incumplidas de
Brasil, en lugar de apagar). El imperialismo alfabetización universal (UNESCO: más de 960
va más allá del terreno computacional. millones de analfabetos, dos tercios de los cua-
El inglés literacy ha dado lugar a aberra- les son mujeres; más de 100 millones de niños
ciones tales como literacie (francés) o –de los cuales 60 millones son niñas– sin acce-
letramento (portugués). Todos somos so a la educación básica en el mundo). El objeti-
conscientes de las insuficiencias del vo múltiples veces declarado –”iniciar el siglo
término alfabetización que nos lleva a XXI sin analfabetos”–es inalcanzable. En términos
contrasentidos tales como “alfabetizado porcentuales ha habido una disminución global

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del analfabetismo, pero en términos absolutos entierro serán actores los niños, quienes, inte-
hay cada vez más analfabetos en el mundo. rrogados por investigadores marginados y
Peor aún: la definición de “alfabetizado” que marginales (entre los cuales me incluyo) en la dé-
manejan estas estadísticas es obsoleta. Si usára- cada de 1980, nos ayudaron a complejizar la
mos como definición “formar parte de la cultura visión de la alfabetización que se tenía hasta
letrada” o “poder circular en la diversidad de tex- entonces. Ellos –niños de 4 a 6 años– nos ayuda-
tos que caracteriza la cultura letrada, al menos ron a argumentar muy seriamente que leer no
como receptor de la misma”, las cifras serían es- era equivalente a decodificar; que ser alfa-
peluznantes. betizado no equivale a “saber el alfabeto”; que
Es posible –y deseable– que el debate tecnoló- las dificultades cognitivas para entender ese
gico sirva para hacer obsoletas preguntas enve- modo particular de representar el lenguaje (la
jecidas que aún hoy día se plantean como tema escritura) no tienen nada que ver con las dificul-
de debate pedagógico: ¿hay que usar letra cursi- tades para acceder a tal o cual tecnología de la
va o de imprenta para la alfabetización inicial?; escritura. Ellos –niños de 4 a 6 años– obligaron
¿hay que enseñar con lápiz o con bolígrafo?; ¿es a los investigadores a re-significar la relación de
lo mismo ser diestro que ser zurdo? A esas pre- la escritura con la lengua, a reintroducir TO-
guntas se responde de inmediato: lo más urgen- DOS los niveles de análisis lingüístico para com-
te es introducir a los niños al teclado (sea éste el prender el comportamiento lector (sin privilegiar
de una máquina de escribir o el de una computa- exclusivamente el nivel fonológico).
dora, que básicamente son lo mismo). La escritu- Fue preciso mostrar que los copistas no son
ra de los tiempos modernos es con las dos manos productores de texto, destrozar los rituales del
y con caracteres separados. recitado de las familias silábicas, ridiculizar los
¿Hay que introducir primero a los niños a enunciados escolares... y dejar entrar, de pleno
los textos narrativos y luego, paulatinamente, derecho y en la gran escena, a dos grandes au-
a otros tipos de textos? Respuesta también in- sentes del planteo tradicional: la lengua escrita
mediata: circular entre diversos tipos de textos y el niño que piensa.
es la exigencia fundamental de los tiempos mo- Los que no entendían lo que estábamos ha-
dernos. No hay textos privilegiados sino expo- ciendo nos acusaron de estar contra los méto-
sición simultánea a la diversidad (tal como es dos; otros creían que estábamos inventando un
el caso en la adquisición de la lengua oral). Ser nuevo método pero por inconfesables razones
lector crítico y tener criterios para poder selec- no lo queríamos bautizar con su verdadero nom-
cionar no son objetivos que puedan posponerse bre. Lo que sí estábamos inventando eran nue-
hasta los últimos años de la primaria. vas preguntas, para las cuales los niños dieron
¿Con cuáles criterios juzgamos que un texto respuestas tan novedosas que bastó amplificar
es mejor que otro? Aquí lo único que cabe es bien alto la voz de los niños para sacudir el amo-
un signo de interrogación: es posible que este- dorrado pensamiento escolar y sacarlo de los
mos asistiendo a una nueva estética textual, una apolillados armarios de la discusión metodo-
especie de “estética de la fragmentación”, que yo lógica. Por ejemplo, la liberación de la escritu-
aún no comprendo pero que acepto como posi- ra permitió poner de manifiesto la existencia
bilidad. Los criterios de “texto bien construido” de escritores en potencia de apenas 6 o 7 años,
deben necesariamente cambiar si aceptamos como lo muestra el notable texto de Samuel (6
que estamos en un momento de transición. Qui- años y 8 meses). El cuento tiene un claro título y
zá estos cambios sean más pronunciados en el un comienzo convencional (“Había una vez...”).
caso de la creación literaria que en el caso de No es muy original hablar de castillos y de bru-
textos académicos argumentativos. jas. Lo extraordinario comienza con la intención
En todo caso, si las nuevas tecnologías sirven de hablar de un castillo donde “las horas pasa-
para enterrar SIN honores debates pedagógi- ban al revés”, y encadenar con las acciones en
cos caducos, bienvenidas sean. Porque en ese sentido inverso “primero se secaba y luego se

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Ilustración 3. Cuento escrito por Samuel,
Versión normalizada
de 6 años y 8 meses, en situación escolar:
El cuento del terror
EL CUENTO DE TERROR

HABÍA UNA VEZ UN CASTILLO DE UNA


BRUJA
ALLÍ LAS HORAS PASABAN AL REVÉS
CUANDO IBA A LAVARSE LA BRUJA
PRIMERO SE SECABA
Y LUEGO SE LAVABA
LA BRUJA HECHIZÓ A UN SEÑOR
Y LO CONVIRTIÓ EN SAPO
Y SE FUE BRINCANDO.

Y AQUÍ EMPIEZA LA HISTORIA


PORQUE DONDE LA EMPECÉ ES EL FINAL

el FINAL, centrado.) Indudablemente, para


producir un texto así hace falta una experiencia
intensiva con cuentos y con lectores, y un contex-
to escolar que sabe distinguir entre la construc-
ción textual y la obediencia a las convenciones
lavaba”. El desafío que Samuel trata de enfren- ortográficas.1
tar, con su poca experiencia de escritor, es de Los niños de todas las épocas y culturas han
grandes proporciones, y parece no haber medi- sabido enfrentar los desafíos de la cultura don-
do bien sus fuerzas, ya que el episodio siguien- de les toca crecer. La escuela tradicional, hoy
te escapa a la lógica del “mundo al revés” (“La por hoy, les propone una definición de alfabeti-
bruja hechizó a un señor y lo convirtió en sapo zación mientras que la sociedad les empieza a
y se fue brincando”). Pero allí aparece un pun- exigir otra. Destino de nacer en una época de
to salvador, a la vez cierre del desliz y recupe- transición. La cultura letrada no se agota en la
ración brillante de la idea original. literatura ni en el libro informativo. El acceso
Precisamente a partir de ese punto (el único a la diversidad de libros debería darse en la escue-
de todo el texto) Samuel no solamente recupe- la, pero si ella no cumple su función hay otros
ra su intención original sino que es capaz de espacios a ser creados o recreados: las bibliote-
convertir el texto en un metatexto que habla sobre cas públicas, los centros culturales, los espacios
sí mismo. En un rapto de genio, que preanuncia televisivos, el cine, el periódico, las redes infor-
recursos de gran escritor, Samuel cierra brillan- máticas.
temente su página: “Y aquí empieza la historia
porque donde la empecé es el FINAL”. (Y, como
si fuera poco, agranda los caracteres de la últi-
ma palabra, dando al texto una mise en scène 1
Agradecemos a Myriam Nemirovsky el acceso a
gráfica entre el título, claramente diferenciado este texto, obtenido en México, en una de las
del resto del texto por un interlineado mayor, y experiencias didácticas bajo su asesoría.

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Sin embargo, quiero manifestar públicamen- trónico y páginas virtuales de libros inexistentes.
te mi enorme desconfianza hacia los discursos ¿Seremos capaces de darnos una política del
puramente ideológicos que nos anuncian la acceso al libro que incida sobre la superación
democracia vía Internet. Ya nos dijeron y repi- de esta creciente desigualdad? ¿O nos dejare-
tieron durante décadas que el alfabeto era la mos llevar por la vorágine de la competitividad
escritura más democrática de todas (simple, y la rentabilidad, aunque la idea misma de de-
scientific, easy to learn), y hoy sabemos que esa mocracia participativa perezca en el intento?
visión de la historia de la escritura en la huma- Había una vez un niño... que estaba con un
nidad es más ideológica que científica. adulto... y el adulto tenía un libro... y el adulto
El real desafío es el de la creciente desigual- leía. Y el niño, fascinado, escuchaba cómo la len-
dad: el abismo que ya separaba a los no alfabe- gua oral se hace lengua escrita. La fascinación
tizados de los alfabetizados se ha ensanchado del lugar preciso donde lo conocido se hace des-
aún más. Algunos ni siquiera llegaron a los pe- conocido. El punto exacto para asumir el desa-
riódicos, los libros y las bibliotecas, mientras fío de conocer y crecer.
otros corren detrás de hipertextos, correo elec-

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Para transformar la enseñanza de la lectura y la escritura*

Delia Lerner

Leer, escribir, evocar… Un texto evoca otros tex- alumnos capaces de oralizar un texto seleccio-
tos, un título evoca otros títulos. “Para transfor- nado por otro. Es formar seres humanos críti-
mar la enseñanza de la lectura y la escritura” cos, capaces de leer entre líneas y de asumir una
–nuevo título para una nueva versión del artículo posición propia frente a la sostenida explícita o
original1 – es una alusión a “Para hacer el retra- implícitamente por los autores de los textos con
to de un pájaro”, ese poema de Prévert que bien los que interactúan en lugar de persistir en for-
podría leerse como un texto instruccional para mar individuos dependientes de la letra del tex-
llevarse a cabo una difícil misión como la que to y de la autoridad de otros.
aquí se propone. Intentar que un pájaro acepte El desafío es formar personas deseosas de
posar como modelo, que detenga su vuelo sin adentrarse en los otros mundos posibles que la
perder su libertad; intentar que la escuela levante literatura nos ofrece, dispuestas a identificarse con
su vuelo, que produzca transformaciones sus- lo parecido o solidarizarse con lo diferente y
tanciales sin perder su especificidad institu- capaces de apreciar la calidad literaria. Asumir
cional, sin renunciar a su función enseñante. este desafío significa abandonar las actividades
No desalentarse –es el consejo del poeta–, mecánicas y desprovistas de sentido que llevan a
persistir en el intento, renovar los esfuerzos una los niños a alejarse de la lectura por considerar-
y otra vez… Apelar a todas las herramientas la una mera obligación escolar, significa también
necesarias para hacer realidad un propósito que incorporar situaciones donde leer determinados
es difícil alcanzar pero hacia el cual es impres- materiales resulte imprescindible para el desarro-
cindible encaminarse. llo de los proyectos que se estén llevando a cabo
o bien –y esto es igualmente importante– produz-
¿Cuál es el desafío? ca el placer que es inherente al contacto con tex-
tos verdaderos y valiosos.
El desafío es formar practicantes de la lectura y
El desafío es –por otra parte– orientar las ac-
la escritura y ya no sólo sujetos que puedan
ciones hacia la formación de escritores, de per-
“descifrar” el sistema de escritura. Es –ya lo he
sonas que sepan comunicarse por escrito con
dicho– formar lectores que sabrán elegir el ma-
los demás y consigo mismos, en vez de conti-
terial escrito adecuado para buscar la solución
nuar “fabricando” sujetos cuasiágrafos, para
de problemas que deben enfrentar y no sólo
quienes la escritura es suficientemente ajena
como para recurrir a ella sólo en última instan-
cia y después de haber agotado todos los me-
dios para evadir tal obligación.
* Lerner, D. (2001), “Para transformar la enseñanza
de la lectura y la escritura”, en Leer y escribir en la escuela: El desafío es lograr que los alumnos lleguen a
lo real, lo posible y lo necesario, México, FCE/SEP (Biblioteca ser productores de lengua escrita conscientes de
para la actualización del maestro), pp. 39-79. la pertinencia e importancia de emitir cierto tipo
1
Una primera versión de este capítulo fue presentada de mensaje en el marco de determinado tipo de
como ponencia –con el título “Capacitación en servicio situación social, en vez de entrenarse única-
y cambio en la propuesta didáctica vigente”–al mente como “copistas” que producen –sin un
Encuentro de especialistas auspiciado por el CERLALC
propósito propio– lo escrito por otros o como
(en el marco del proyecto “Renovación de prácticas
pedagógicas en la formación de lectores y escritores”) receptores de dictados cuya finalidad –también
y realizado en Bogotá, del 6 al 10 de octubre de 1993. ajena– se reduce a la evaluación por parte del
Fue publicado en 1994, con el mismo título, en Lectura docente. El desafío es lograr que los niños ma-
y Vida, año 15, núm. 3.

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nejen con eficacia los diferentes escritos que circu- El desafío es, en suma, combatir la discrimi-
lan en la sociedad y cuya utilización es necesaria nación que la escuela opera actualmente no sólo
o enriquecedora para la vida (personal, laboral, cuando genera el fracaso explícito de aquellos
académica), en vez de hacerse expertos en ese que no logra alfabetizar, sino también cuando
género exclusivamente escolar que se denomi- impide a los otros –a los que aparentemente no
na “composición” o “redacción”. fracasan– llegar a ser lectores y productores de
El desafío es lograr que la escritura deje de textos competentes y autónomos. El desafío que
ser en la escuela sólo un objeto de evaluación debemos enfrentar quienes estamos comprome-
para constituirse realmente en un objeto de en- tidos con la institución escolar es combatir la
señanza, es hacer posible que todos los alum- discriminación desde el interior de la escuela;
nos se apropien de la escritura y la pongan en es aunar nuestros esfuerzos para alfabetizar a
práctica sabiendo –por experiencia, no por trans- todos los alumnos, para asegurar que todos ten-
misión verbal– que es un largo y complejo pro- gan oportunidades de apropiarse de la lectura y
ceso constituido por operaciones recursivas de la escritura como herramientas esenciales de pro-
planificación, textualización y revisión.2 Es así greso cognoscitivo y de crecimiento personal.
como se irá abriendo el camino para que este co-
nocimiento deje de ser patrimonio exclusivo de En la escuela, ¿es factible el cambio?
algunos privilegiados que tienen la oportuni-
Los desafíos planteados implican un cambio
dad de adquirirlo fuera de la escuela mientras
profundo. Llevarlo a la práctica no será fácil
otros continúan creyendo lo que la presenta-
para la escuela. Las reformas educativas –al
ción escolar de la escritura puede llevar a creer:
menos las que en efecto merecen tal nombre–
que es posible producir un texto cuando co-
suelen tropezar con fuertes resistencias.
mienza la hora de clase y terminarlo cuando
La institución escolar sufre una verdadera
suena el timbre, que es posible comenzar a es-
tensión entre dos polos contradictorios: la ruti-
cribir apenas se ha definido el tema que será
na repetitiva y la moda. Al mismo tiempo que
objeto del texto, que la escritura ha concluido
la tradición opera como un factor suficiente
cuando se ha puesto el punto final en la prime-
para justificar la adecuación de contenidos y
ra versión, que le corresponde a otro –al docen-
métodos, suelen aparecer y difundirse en el sis-
te, no al autor– hacerse cargo de la revisión.
tema escolar “innovaciones” que no siempre
El desafío es promover el descubrimiento
están claramente fundamentadas. Como suele
y la utilización de la escritura como instrumen-
ocurrir con la moda, en muchos casos estas
to de reflexión sobre el propio pensamiento,
innovaciones se adoptan no porque represen-
como recurso insustituible para organizar y
ten algún progreso sobre lo anterior, sino sim-
reorganizar el propio conocimiento, en lugar de
plemente porque son novedades.
mantener a los alumnos en la creencia de que la
Cuando estábamos escribiendo El aprendiza-
escritura es sólo un medio para reproducir pasi-
je de la lengua escrita en la escuela (1992), decidi-
vamente o para resumir –pero sin reinterpretar–
mos dedicar un capítulo a analizar y rebatir la
el pensamiento de otros.
denominación de “nuevo enfoque” que solía
atribuirse en Venezuela a nuestra propuesta di-
2 dáctica. Esta denominación nos preocupaba, ya
El modelo de escritura al que se hace referencia ha
sido tomado de J. Hayes y L. Flower (1986; 1994). que aludía a la novedad por la novedad mis-
Puede consultarse asimismo M. Scardamalia y C. ma. ¿Corría nuestra propuesta el riesgo de con-
Bereiter (1992) y M. Charolles (1986). Entre los trabajos vertirse en una moda más? Transformarla en
centrados en la eseñanza de la escritura así concebida, una moda podría ser una manera de aniquilar-
se destacan los de D. Graves (1991) y L. McCormick
Calkins (1993). En los capítulos 3, 4 y 5 del presente la, de reducirla a los elementos asimilables por
libro se hacen otras consideraciones sobre los procesos el sistema escolar sin que éste se viera obligado a
involucrados en la escritura, así como sobre el trabajo operar modificación alguna sobre sí mismo.
de producción escrita en el aula.

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Mostramos entonces que la perspectiva logía de la innovación tiende a encerrar el
planteada marcaba una clara continuidad con estudio del sistema educativo en una terrible
posiciones didácticas anteriores –y en ese senti- lógica, en un implacable determinismo: la in-
do podían detectarse en ella muchos elementos novación como valor ideológico sólo puede
“viejos”– y mostramos también que efectiva- tomar impulso porque la ausencia de una his-
mente había elementos nuevos, elementos cuyo toria científica en el dominio de la educación
valor no se derivaba de su novedad sino de deja libre curso a todas las pretensiones (y
la validez de las investigaciones recientes de las entre ellas a algunas imposturas, ya que el in-
que eran producto. La revisión cuidadosa de novador se autoriza a sí mismo); inversamente,
la obra de, entre otros, Dewey, Kilpatrick, el peso de la obsesión innovadora en las con-
Decroly y Freinet, surtió un doble y contradicto- ciencias y en las prácticas impide que se
rio efecto: por una parte, permitió tomar clara constituya el hecho educativo en objeto de un
conciencia de lo difícil que resulta introducir saber progresivo.
un cambio en la escuela, al constatar que ciertas
ideas educativas fundamentales se están plan- Se genera así una especie de círculo vicioso:
teando desde hace más de un siglo y que, sin la ausencia de historia científica hace posible el
embargo, sólo han dado lugar a experiencias innovacionismo, y el innovacionismo obstacu-
restringidas, pero no han logrado incidir para liza la construcción de una historia científica.
nada en el sistema escolar global; por otra par- Para mantener este innovacionismo perma-
te, fue posible constatar que, a nivel de las ideas nente, es necesario mostrar siempre el fracaso
didácticas, se estaban produciendo importan- de la innovación anterior:
tes progresos, ya que los aportes recientes per-
mitían en algunos casos completar y en otros La innovación –señala G. Brousseau (1991)–
desechar en forma contundente los plantea- no permite nunca extraer lecciones útiles de
mientos anteriores. las experiencias que no cesa de provocar y,
La innovación tiene sentido cuando forma por lo tanto, no puede aportar nada a la didác-
parte de la historia del conocimiento pedagógi- tica […] La constatación de fracaso es necesaria
co, cuando al mismo tiempo retoma y supera lo para el automantenimiento de la innovación,
anteriormente producido. Sin embargo, las in- pero ¿es ineluctable el propio fracaso? No,
novaciones que en efecto suponen un progreso creo que a través de estas innovaciones –por
respecto a la práctica educativa vigente tienen otro lado, fuertemente cíclicas– el progreso
serias dificultades para instalarse en el sistema camina pese a todo, pero sus posibilidades
escolar; en cambio, suelen adquirir fuerza pe- de acción son muy limitadas. En efecto, para
queñas “innovaciones” que permiten alimentar difundirse con suficiente velocidad, una in-
la ilusión de que algo ha cambiado, “innova- novación necesita el ritmo que sólo los pro-
ciones” que son pasajeras y serán pronto cesos de la moda pueden permitirle. Para
remplazadas por otras que tampoco afectarán permitir ese ritmo, hace falta que las innovacio-
lo esencial del funcionamiento didáctico. nes no afecten a nada esencial en las partes pro-
Al referirse a la relación entre este “innova- fundas de las prácticas de los enseñantes […].3
cionismo” y el avance del conocimiento científi-
co en el campo didáctico, Y. Chevallard (1982) Es importante entonces distinguir las propues-
señala: tas de cambio que son producto de la búsqueda
rigurosa de soluciones a los graves problemas
La novedad no es interesante como tal y no educativos que confrontamos de aquellas que
puede ser buscada por sí misma (…) Históri- pertenecen al dominio de la moda. Las primeras
camente, la innovación como valor y como
ideología ha obstaculizado el desarrollo de la
3
investigación. […] Se observa así que la ideo- Las cursivas son nuestras.

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tienen en general mucha dificultad para expan- instituciones formadoras de maestros, la función
dirse en el sistema educativo porque afectan el social del docente está sufriendo un proceso de
núcleo de la práctica didáctica vigente, las segun- desvalorización sin precedentes, el acceso a li-
das –aunque son pasajeras– se irradian fácilmente bros y revistas especializadas es difícil –dada la
porque se refieren a aspectos superficiales y muy situación económica de nuestros países y, en
parciales de la acción docente. particular, el deplorable panorama laboral de los
La reproducción acrítica de la tradición y la adop- educadores–, los maestros tienen muy pocos es-
ción también acrítica de modas –tanto más adopta- pacios propios para la discusión de su tarea…
bles cuanto menor es la profundidad de los cambios Ahora bien, la capacitación está lejos de ser
que proponen– son dos riesgos constantes para la panacea universal que tanto nos gustaría
la educación, son obstáculos fuertes para la pro- descubrir.
ducción de verdaderos cambios. Y si estos cambios Nuestra experiencia coincide completamente
profundos se refieren –como en nuestro caso– a la con la de M. Nemirovsky (1988), quien señala:
enseñanza de la lectura y la escritura, la resisten-
cia del sistema escolar se agiganta: no sólo estamos Hubo una etapa (¡muy prolongada!) en mi
cuestionando el núcleo de la práctica didáctica, propio desarrollo profesional, en la cual al fi-
revisamos también la forma en que la escuela ha nalizar cada acción de capacitación de maes-
concebido tradicionalmente su misión alfabeti- tros consideraba que había logrado mi
zadora, esa misión que está en las raíces de su propósito y que desde ese día a todos y a cada
función social. uno de los maestros con quienes había traba-
Ahora bien, ¿cómo hacer –en el marco de este jado se les había develado la verdad, por lo
panorama poco alentador– para contribuir a pro- cual su trabajo cotidiano sufriría una trans-
ducir y generalizar un cambio en la concepción formación radical. A medida que acumulo
de la enseñanza de la lectura y la escritura, ese mayor experiencia en la realización de accio-
cambio que, según creemos, haría posible que nes de capacitación de maestros, busco en-
todos los que acceden a la escuela lleguen a ser contrar formas para disminuir mi nivel de
lectores y escritores competentes y autónomos? expectativas porque sé que todo aquello que
intento que el maestro asuma está en contra-
La capacitación: condición necesaria dicción no sólo con lo que estudió en la etapa
pero no suficiente para el cambio de formación profesional, sino en su historia
en la propuesta didáctica como alumno y las creencias avaladas social-
mente respecto a cómo se aprende.
Si la actualización siempre es necesaria para todo
profesional, lo es aún más en el caso de los docen-
La dificultad para lograr que los maestros
tes latinoamericanos de hoy. Esta afirmación se
hagan suyos los aportes científicos sobre la lec-
sustenta en razones muy diversas: el cambio
tura y la escritura y sobre el sujeto que aprende
radical de perspectiva que ha tenido lugar en
no debe ser atribuida a una simple resistencia
los últimos veinte años en relación con la alfa-
individual, ya que esta dificultad hunde sus raí-
betización4 no ha tenido suficiente eco en las
ces en el funcionamiento institucional. La escuela

4
Este cambio se produjo a partir de la revolución desde los aportes de la lingüística del texto y la
conceptual generada por las investigaciones sobre pragmática hasta los estudios etnográficos y el
la piscogénesis del sistema de escritura (Ferreiro y análisis didáctico de la enseñanza usual, desde las
Teberosky, 1979) y con la contribución de otras investigaciones en psicología del aprendizaje hasta
múltiples investigaciones, desde las psicolin- el estudio del funcionamiento de secuencias de
güísticas sobre la naturaleza de los actos de lectura enseñanza planteadas en el marco de experiencias
y escritura hasta los estudios históricos sobre la alternativas de alfabetización.
lectura y escritura concebidos como prácticas sociales,

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estampa su marca indeleble sobre todo lo que permanecemos de este modo en una situación
ocurre dentro de ella: hay mecanismos inheren- verdaderamente precientífica. […] El sistema
tes a la institución escolar que operan al margen de enseñanza sigue siendo el terreno privile-
o incluso en contra de la voluntad consciente giado de todos los voluntarismos –de los cua-
de los docentes. No bastará entonces con capa- les es quizá el último refugio–. Hoy más que
citar a los docentes, resultará imprescindible ayer, debe soportar el peso de todas las expec-
también estudiar cuáles son las condiciones tativas, de los fantasmas, de las exigencias de
institucionales para el cambio, cuáles son los as- toda una sociedad para la cual la educación es
pectos de nuestra propuesta que tienen más po- el último portador de ilusiones. […] Esta acti-
sibilidades de ser acogidos por la escuela y tud es una confesión: el sistema de enseñanza
cuáles requieren la construcción de esquemas –totalmente impregnado de voluntad huma-
previos para poder ser asimilados. Dicho de otro na– podría modelarse a la medida de nuestros
modo, será necesario renunciar al voluntarismo deseos, de los que sólo sería una proyección
que suele caracterizar a los que propulsamos en la materia inerte de una institución.
cambios, habrá que reconocer que el objeto que
queremos modificar –el sistema de enseñan- Lamentablemente, no podemos modelar el
za– existe independientemente de nosotros y tiene sistema de enseñanza a imagen y semejanza de
leyes propias. nuestros deseos, no tenemos una varita mágica
En tal sentido, Chevallard (1985), al reflexio- capaz de lograr que deje de cumplirse la fun-
nar sobre la constitución de la didáctica de la ción implícitamente reproductivista de la ins-
matemática como ciencia, señala: titución escolar y sólo se cumpla la función
explícita de democratizar el conocimiento. Pero
Toda ciencia debe asumir como su condición tampoco podemos renunciar a modificar en for-
primera el concebirse como ciencia de un ob- ma decisiva el sistema de enseñanza.
jeto, de un objeto real que existe independien- Reconocer que la capacitación no es condi-
temente de la mirada que lo transformará en ción suficiente para el cambio en la propuesta
objeto de conocimiento. Posición materialis- didáctica porque éste no depende sólo de las
ta mínima. Por lo tanto, habrá que suponer voluntades individuales de los maestros –por
en este objeto un determinismo propio, una mejor capacitados que ellos estén–, significa
necesariedad que la ciencia querrá descubrir. aceptar que, además de continuar con los es-
Ahora bien, todo esto –que es tan válido para el fuerzos de capacitación, será necesario estudiar
psiconanálisis como para la física– no resulta los mecanismos o fenómenos que se dan en la
evidente cuando se trata de ese “objeto” supues- escuela e impiden que todos los niños se apro-
tamente tan peculiar que es el sistema didáctico pien (sin correr el riesgo de caer posteriormente
o, más ampliamente, el sistema de enseñanza. en el analfabetismo funcional) de esas prácti-
Lejos de considerarlo espontáneamente como cas sociales que son la lectura y la escritura. Al
dotado de un determinismo específico que es conocerlos, se hará posible vislumbrar formas
necesario dilucidar, le atribuimos en general de controlar su acción, así como precisar algu-
una voluntad muy débil y sometida a nuestro nas cuestiones relativas al cambio curricular e
libre arbitrio de sujetos deseantes. Y en aque- institucional.
llo que nos ofrece resistencia, queremos ver el Es por eso que, antes de centrar el análisis
simple efecto de la “mala” voluntad de algunos en las diferentes herramientas que considera-
“malos” sujetos (los docentes, dramáticamente mos esenciales para transformar la enseñanza,
conformistas; la administración, incorregible- haremos algunas reflexiones sobre esos fenó-
mente burocrática; los “gobiernos sucesivos”, menos propios de la institución escolar.
el ministro, etcétera). Sea cual fuere el origen
sociohistórico de una actitud tan compartida
[…] es necesario tomar conciencia de que

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Acerca de la transposición didáctica: privativa de la lectura y la escritura, es un fenó-
la lectura y la escritura meno general que afecta a todos aquellos saberes
como objetos de enseñanza que ingresan en la escuela para ser enseñados y
aprendidos.
El primer aspecto que debe ser analizado es el
El saber –ha mostrado Chevallard– adquie-
abismo que separa la práctica escolar de la prác-
re sentidos diferentes en diferentes institucio-
tica social de la lectura y la escritura: la lengua
nes, funciona de un modo en la institución que
escrita, creada para representar y comunicar
lo produce y de otro en la institución encarga-
significados, aparece en general en la escuela
da de comunicarlo. No es lo mismo aprender
fragmentada en pedacitos no significativos;
algo –a leer y escribir, por ejemplo– en la insti-
la lectura en voz alta ocupa un lugar mucho
tución escuela o en la institución familia. Todo
mayor en el ámbito escolar que la lectura silen-
saber, toda competencia, están moderados por
ciosa, en tanto que en otras situaciones socia-
el aquí y ahora de la situación institucional en la
les ocurre lo contrario; en el aula se espera que los
que se producen.
niños produzcan textos en un tiempo muy bre-
La escuela tiene la finalidad de comunicar a
ve y escriban directamente la versión final, en
las nuevas generaciones el conocimiento elabo-
tanto que fuera de ella producir un texto es un lar-
rado por la sociedad. Para hacer realidad este
go proceso que requiere muchos borradores y
propósito, el objeto de conocimiento –el saber
reiteradas revisiones… Escribir es una tarea di-
científico o las prácticas sociales que se intenta
fícil para los adultos –aun para aquellos que lo
comunicar– se convierte en “objeto de enseñan-
hacen habitualmente–; sin embargo, se espera
za”. Al transformarse en objeto de enseñanza,
que los niños escriban en forma rápida y flui-
el saber o la práctica a enseñar se modifican: es
da… Leer es una actividad orientada por propó-
necesario seleccionar algunas cuestiones en vez
sitos –desde buscar una información necesaria
de otras, en necesario privilegiar ciertos aspec-
para resolver un problema práctico hasta inter-
tos, hay que distribuir las acciones en el tiempo,
narse en el mundo creado por un escritor–, pero
hay que determinar una forma de organizar los
éstos suelen quedar relegados en el ámbito esco-
contenidos. La necesidad de comunicar el conoci-
lar, donde se lee sólo para aprender a leer y se
miento lleva a modificarlo.
escribe sólo para aprender a escribir…
La presión del tiempo es uno de los fenóme-
La versión escolar de la lectura y la escritu-
nos que, en la institución escolar, marca en for-
ra parece atentar contra el sentido común. ¿Por
ma decisiva el tratamiento de los contenidos.
qué y para qué enseñar algo tan diferente de
El conocimiento se va distribuyendo a través
lo que los niños tendrán que usar luego, fuera
del tiempo, y esta distribución hace que adquie-
de la escuela?
ra características particulares, diferentes de las
Durante mucho tiempo, atribuimos esta defor-
del objeto original. La graduación del conoci-
mación sólo a la concepción conductista del
miento lleva a la parcelación del objeto. Ya
aprendizaje que impera en la escuela. Sin embar-
Comenio afirmaba: “La ley de todas las criatu-
go, la obra de Chevallard (1985) nos permitió
ras es partir de cero y elevarse gradualmente.
encontrar una nueva y esclarecedora respuesta
El educador debe avanzar paso a paso en to-
para esas viejas preguntas y, sobre todo, nos per-
dos los terrenos […] Una sola cosa a la vez. Una
mitió descubrir otra dimensión del problema.
sola cosa sobre la cual se pasará todo el tiempo
En efecto, conocer el fenómeno de transposi-
necesario”.
ción didáctica –puesto en evidencia por Chevallard
En aras de la graduación, tiempo y conoci-
en el marco de su trabajo en didáctica de la mate-
miento se confunden.
mática– permitió tomar conciencia de que la
distancia entre el objeto de conocimiento que exis-
La organización del tiempo didáctico –señala
te fuera de la escuela y el objeto que es realmente
Chevallard (1984)– se apoya sobre la materia
enseñado en la escuela está muy lejos de ser
a enseñar, se identifica con la organización del

22

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saber, según una dialéctica de la descompo- efecto, son inevitables. Dado que el objetivo fi-
sición y la recomposición. Se constituye una nal de la enseñanza es que el alumno pueda ha-
pedagogía analítica que descompone hasta en cer funcionar lo aprendido fuera de la escuela,
sus elementos más simples la materia a ense- en situaciones que ya no serán didácticas, será
ñar, que jerarquiza en grados cada fase del necesario mantener una vigilancia epistemo-
proceso. lógica que garantice una semejanza fundamen-
tal entre lo que se enseña y el objeto o práctica
Las consecuencias de la graduación en el caso social que se pretende que los alumnos apren-
de la enseñanza de la lengua escrita son bien co- dan. La versión escolar de la lectura y la escritu-
nocidas: en un comienzo lectura mecánica (?) y ra no debe apartarse demasiado de la versión
sólo más tarde lectura comprensiva; las letras o social no escolar.
sílabas se presentan en forma estrictamente El control de la transposición didáctica no
secuenciada y –por supuesto– antes que la pa- puede ser una responsabilidad exclusiva de
labra, que la oración, que el texto; los alumnos cada maestro.5 Es responsabilidad de los go-
deben comprender “literalmente” el texto an- biernos hacer posible la participación de la
tes de hacer una interpretación propia de él y comunidad científica en esta tarea y es respon-
mucho antes de poder hacer una lectura críti- sabilidad de la comunidad científica expedirse
ca… Tanto la lengua escrita como la práctica sobre la pertinencia de los “recortes” que se ha-
de la lectura y la escritura se vuelven fragmen- cen al seleccionar contenidos; quienes diseñan
tarias, son desmenuzadas de tal modo que pier- los curricula deben tener como preocupación
den su identidad. prioritaria, al formular objetivos, contenidos,
Fragmentar así los objetos a enseñar permi- actividades y formas de evaluación, que éstos
te alimentar dos ilusiones muy arraigadas en no desvirtúen la naturaleza de los objetivos de
la tradición escolar: eludir la complejidad de los conocimiento que se pretende comunicar; el
objetos de conocimiento reduciéndolos a sus equipo directivo y docente de cada institución,
elementos más simples y ejercer un control al establecer acuerdos sobre los contenidos y
estricto sobre el aprendizaje. Lamentablemen- formas de trabajo en los diferentes grados o ci-
te, la simplificación hace desaparecer el objeto clos debe evaluar los propuestos en función de
que se pretende enseñar y el control de la re- su adecuación a la naturaleza y al funciona-
producción de las partes nada dice sobre la miento cultural –extraescolar– del saber que se
comprensión que los niños tienen de la lengua intenta enseñar. Es responsabilidad de cada
escrita ni sobre sus posibilidades como intér- maestro prever actividades e intervenciones
pretes y productores de textos. que favorezcan la presencia en el aula del obje-
Ahora bien, la transposición didáctica es in- to de conocimiento tal como ha sido socialmen-
evitable, pero debe ser rigurosamente controla- te producido, así como reflexionar sobre su
da. Es inevitable porque el propósito de la escue- práctica y efectuar las rectificaciones que resul-
la es comunicar el saber, porque la intención de ten necesarias y posibles.
enseñanza hace que el objeto no pueda aparecer
exactamente de la misma forma ni ser utilizado 5
Combatir la idea circulante de que el maestro es
de la misma manera que cuando esta intención el único y gran responsable de todos los defectos del
no existe, porque las situaciones que se plantean sistema educativo fue uno de los propósitos esencia-
deben tener en cuenta los conocimientos pre- les de este artículo. Mostrar cuáles son los diferentes
componentes que es necesario contemplar y cuáles son
vios de los niños que se están apropiando del las responsabilidades que otras instancias del
objeto en cuestión. Debe ser rigurosamente sistema tienen la obligación de asumir era también
controlada porque la transformación del objeto un propósito prioritario, ya que el Encuentro del
–de la lengua escrita y de las actividades de lec- CERLALC en el que originalmente se presentó este
trabajo tenía la misión de elaborar recomendaciones
tura y escritura, en nuestro caso– tendría que que serían propuestas en una reunión de ministros
restringirse a aquellas modificaciones que, en de Educación de América Latina y el Caribe.

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Acerca del “Contrato didáctico” sucede como si estas interacciones respondie-
ran a un contrato implícito, como si las atribu-
Aprender en la escuela –ha señalado E.
ciones que el maestro y los alumnos tienen en
Rockwell (1982)– es sobre todo […] aprender
relación con el saber estuvieran distribuidas
“usos” de los objetos escolares, entre ellos de la
de una manera determinada, como si cada uno de
lengua escrita […]. El sistema de usos escolares
los participantes en la relación didáctica tuvie-
deriva algunas de sus reglas o contenidos
ra ciertas responsabilidades y no otras respecto a
implícitos de su inserción en la estructura de
los contenidos trabajados, como si se hubiera ido
relaciones sociales que caracteriza a la institu-
tejiendo y arraigando en la institución escolar
ción, que le otorga autoridad al docente […].
un interjuego de expectativas recíprocas… Ese
Es por este hecho que no se trata de un proble-
“contrato” implícito preexiste a los contratan-
ma de métodos o conocimientos del docente.
tes y, por supuesto, a las personas concretas que
Sólo en este contexto institucional y social más
están en la institución; es muy eficaz a pesar de
amplio puede comprenderse la tendencia a la
no haber sido explicitado y sólo se pone en evi-
asimetría entre maestros y alumnos en la pro-
dencia cuando es transgredido.
ducción e interpretación de textos.
Ahora bien, un aspecto esencial que Brousseau
subraya al definir la noción de “contrato” es que
Los efectos de esta asimetría institucional-
éste compromete no sólo al maestro y a los
mente determinada se entienden mejor cuando,
alumnos sino también al saber, ya que este último
después de haber analizado diversos registros de
–lo hemos visto al analizar la transposición– su-
clase donde maestros y alumnos están leyendo
fre modificaciones al ser comunicado, al ingre-
textos de ciencias naturales o sociales –es decir,
sar en la relación didáctica. La distribución de
de clases donde la lectura se utiliza como ins-
derechos y responsabilidades entre el docente
trumento para aprender otros contenidos y
y los alumnos adquiere características específi-
donde el docente no se propone explícitamen-
cas en relación con cada contenido. La “claúsula”6
te objetivos referidos al aprendizaje de la lectu-
referida a la interpretación de textos parece esta-
ra–, la autora hace notar que el tipo de relación
blecer –según nos sugieren las observaciones
establecida entre docentes y alumnos imprime
de Rockwell– que el derecho a dictaminar so-
características específicas al proceso de com-
bre la validez de la interpretación es privativo
prensión de lo que se lee:
del maestro, que la autoridad institucional de la
que está investido lo exime de esgrimir argumen-
En él está en juego la doble autoridad del
tos o señalar datos en el texto que avalen su inter-
maestro. La “autoridad” de quien “sabe más”
pretación –lo que no impide, por supuesto, que
y por lo tanto puede aportar más al texto y la
los maestros que así lo deseen puedan hacerlo–
“autoridad” institucional que asume frente a
y que los alumnos –hayan sido convencidos o
los alumnos. Los niños, dentro de esta rela-
no– tienen la obligación de renunciar a sus pro-
ción asimétrica, entran en un doble proceso,
pias interpretaciones a favor de la del docente.
en el mejor de los casos, de tratar de interpre-
¿Qué efectos producirá esta distribución de
tar el texto y a la vez tratar de “interpretar”
derechos y obligaciones en la formación de los
lo que entiende y solicita el maestro. En este
niños como lectores? Si la validez de la inter-
sentido la relación social característica de la
pretación debe ser siempre establecida por la
escuela estructura el proceso de interpretación
autoridad, ¿cómo harán luego los niños para
del texto que se enseña a los alumnos.
llegar a ser lectores independientes?; si no se
El concepto de “contrato didáctico” elabo-
rado por G. Brousseau (1986) contribuye a dar 6
Tomo prestada aquí la idea humorísticamente
cuenta de estos hechos. Al analizar las acuñada por Chevallard (1983), según la cual este su-
interacciones entre maestros y alumnos acerca puesto “contrato” incluiría “claúsulas” refereridas a
de los contenidos, puede postularse que todo distintos contenidos.

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aprende a buscar en la información visual pro- y obligaciones que maestro y alumnos tienen
vista por el texto datos que confirmen o refu- respecto a la lengua escrita y los propósitos ex-
ten la interpretación realizada –no hace falta plícitos que esa misma institución se plantea en
buscarlos, puesto que es el docente quien de- relación con la formación de lectores y produc-
termina la validez–, ¿cómo podrán luego los tores de texto. Si de verdad se pretende tender
niños autocontrolar sus propias interpreta- hacia el logro de estos propósitos, habrá que
ciones?; si no se aprende a coordinar diferentes revisar esa distribución, habrá que dar a conocer
puntos de vista sobre un texto –tampoco esto –no sólo a los docentes sino a toda la comuni-
es necesario cuando el punto de vista autoriza- dad– los efectos que produce en las posibilidades
do se presenta como indiscutible y como el de formar lectores y escritores, habrá que crear
único posible–, ¿dónde y cómo tendrán opor- en la escuela ámbitos de discusión para elabo-
tunidad los alumnos de descubrir que la discu- rar posibles vías de transformación, habrá que
sión con los otros les permite llegar a una mayor analizar la posibilidad de levantar la barrera ta-
objetividad en la comprensión de lo que se lee?; jante que separa las atribuciones del docente
si el alumno no tiene derecho en la escuela a de las del alumno para tender hacia derechos
actuar como un lector reflexivo y crítico, ¿cuál más compartidos, habrá que ir elaborando el
será la institución social que le permita formarse “contrato” que responda mejor a la necesidad
como tal? de formar lectores y escritores competentes.
Pero además, si el derecho a elegir los textos Es responsabilidad de quienes trabajamos
que se leen es también privativo del maestro, en el campo de la investigación didáctica apor-
¿cómo elaborará el alumno criterios para selec- tar elementos que permitan conocer mejor las
cionar en el futuro su propio material de lectu- “reglas” implícitas en las interacciones entre
ra?; si el alumno tiene la obligación de atenerse maestros y alumnos acerca de la lengua escrita,
estrictamente a la información visual provista así como estudiar cuáles son las modificacio-
por el texto, si no tiene derecho a muestrear de nes deseables y factibles y, cuando efectivamen-
esa información sólo aquellos elementos im- te se producen modificaciones, analizar cuáles
prescindibles para corroborar o refutar su son los efectos que producen. Es responsabili-
anticipación, si tampoco tiene derecho a saltear dad de los organismos rectores de la educación,
lo que no entiende o lo que le aburre o a volver así como de los especialistas en diseño curricular
atrás cuando detecta una incongruencia en lo y en análisis institucional, tener en cuenta los
que ha interpretado; si el alumno no conserva datos ya aportados por la investigación para
ninguno de estos derechos elementales de cual- evaluar sus propuestas a la luz de los efectos
quier lector, ¿cuál será entonces la institución que producirán en el “contrato didáctico” referi-
social que le ofrezca la oportunidad de apren- do a la lengua escrita y, por ende, en las posibili-
der a leer? dades de que la escuela contribuya de manera
Si, por otra parte, el alumno tiene la obliga- efectiva a la formación de lectores y producto-
ción de escribir directamente la versión final de res de texto. Es responsabilidad de los forma-
los pocos textos que elabora, si no tiene derecho dores y capacitadotes de docentes crear situa-
a borrar, ni a tachar ni a hacer borradores suce- ciones que permitan a estudiantes y maestros
sivos, si tampoco tiene derecho a revisar y co- comprender la contradicción aquí planteada y
rregir lo que ha escrito porque la función de asumir una posición superadora. Es responsa-
corrección es desempeñada exclusivamente por bilidad de todas las instituciones y personas que
el maestro, entonces ¿cómo podrá llegar a ser tengan acceso a los medios de comunicación
un practicante autónomo y competente de la informar a la comunidad, y en particular a los
escritura? padres, sobre los derechos que los alumnos de-
Queda evidenciada así la flagrante contra- ben conservar en la escuela para poder formar-
dicción que existe entre la manera en que se dis- se como practicantes autónomos de la lengua
tribuyen en la institución escolar los derechos escrita.

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Herramientas para hay tiempo para avanzar realmente hacia
transformar la enseñanza el dominio de la lengua escrita.
2. La importancia de acordar a los objeti-
Tal como lo ha mostrado el análisis precedente,
vos generales prioridad absoluta sobre
la capacitación en servicio no es condición sufi-
los objetivos específicos. Dado que –como
ciente para producir los cambios profundos que
hemos señalado en otro lugar (D. Lerner
la propuesta didáctica vigente requiere. Es nece-
y A. Pizani, 1992)– la acción educativa
sario también introducir modificaciones en el
debe estar permanentemente orientada
currículum y en la organización institucional,
por los propósitos esenciales que le dan
crear conciencia a nivel de la opinión pública y
sentido, es necesario evitar que éstos
desarrollar la investigación en el campo de la
queden ocultos tras una larga lista de
didáctica de la lectura y la escritura. Es necesario
objetivos específicos que en muchos
asimismo replantear las bases de la formación de
casos están desconectados tanto entre sí
los docentes y promover la jerarquización
como de los objetivos generales de los
social de su función.
que deberían depender.
En primer lugar, en lo que se refiere al currícu-
Cada objetivo específico –y por
lum, además de controlar –como ya se dijo– la
supuesto también cada contenido,
transposición didáctica, de cuidar que el objeto
estrategia metodológica, actividad o
presentando en la escuela conserve las caracte-
forma de evaluación que se proponga–
rísticas esenciales que tiene fuera de ella y de
debe ser rigurosamente analizado en
velar por que las actividades y las intervencio-
función de su consistencia con los
nes que eventualmente se sugieren al docente
propósitos básicos que se persiguen,
hagan posible la formación de lectores y escrito-
consistencia que debe estar claramente
res competentes en vez de obstaculizarla, deben
explicitada en el documento curricular.
tener en cuenta –entre otras– las siguientes cues-
Preguntas como “¿cuál es el objetivo
tiones:
general que este objetivo específico (o
este contenido, estrategia, etcétera)
1. La necesidad de establecer objetivos por
permite cumplir?” y “¿se corre el riesgo
ciclo en vez de establecerlos por grado, no
de que transmita algún metamensaje
sólo porque esto disminuye el riesgo de
que no resulte coherente con lo que
fracaso explícito en el aprendizaje de la
proponemos?” deberían orientar el aná-
lectura y la escritura, sino también porque
lisis evaluativo de todas y cada una de las
permite elevar la calidad de la alfabe-
propuestas que se hacen en el currículum.
tización: al acentuar la tiranía del tiempo
Se evitaría así la aparición en el docu-
didáctico, se hace posible evitar –o por lo
mento curricular de incongruencias tan
menos reducir al mínimo– la fragmentación
frecuentes como peligrosas: haber
de conocimiento y abordar entonces el
planteado, por ejemplo, como objetivo
objeto de conocimiento en toda su com-
general que los niños acrecienten su
plejidad. Maestros y alumnos pueden así
competencia lingüística y comunicativa y,
dedicar el tiempo necesario para leer
al mismo tiempo, formular como objetivo
verdaderos libros, para trabajar sobre
específico la descripción detallada de
diferentes tipos de textos, para discutir las
personas y objetos presentes en el aula, sin
diversas interpretaciones posibles de cada
estipular ninguna condición para la
uno, para emprender la producción de
realización de las actividades corres-
textos cuya elaboración requiere de un
pondientes. El cumplimiento del objetivo
proceso más o menos prolongado; hay
específico obstaculiza aquí el desarrollo
tiempo para cometer errores, para
del objetivo general: como la descripción
reflexionar sobre ellos y para rectificarlos;
resultará superflua desde el punto de vista

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de la comunicación, ya que el objeto que sus diferentes interpretaciones del texto) y
se describe está a la vista de todos, no utilizar un lenguaje descriptivo (cuando
surgirá la necesidad de buscar los recursos planifican la escenografía que prepararán
lingüísticos más adecuados para lograr para ambientar la dramatización)…
que los destinatarios puedan imaginarlo 4. La necesidad de superar la tradicional
–necesidad que estaría en primer plano, separación entre “alfabetización en sentido
en cambio, si el objeto a describir fuera al estricto” y “alfabetización en sentido am-
mismo tiempo desconocido por los plio” o, para decirlo en nuestros términos,
oyentes o lectores y valorado por el entre “apropiación del sistema de escri-
productor del mensaje–. Algo similar tura” y “desarrollo de la lectura y la
ocurre con objetivos como “leer en voz alta escritura”. Esta separación es uno de los
en forma fluida” o “leer con entonación factores responsables de que la enseñanza
correcta” cuando aparecen desconectados en los primeros grados se centre en la
del propósito fundamental de formar lec- sonorización desvinculada del significado
tores y dan lugar a situaciones de lectura y de que en los grados posteriores se exija
oral repetitiva que, además de no cumplir la comprensión del texto sin haber prepa-
ninguna función desde el punto de vista rado a los alumnos para esta exigencia, ya
de la comprensión del texto ni desde el que la comprensión es evaluada pero
punto de vista comunicativo, alejan a los raramente es tomada como objeto de
niños de la lectura porque la muestran enseñanza. Esta separación ha llevado
como actividad tediosa y carente de también a suponer que el manejo del
sentido. sistema alfabético es un requisito previo
3. La necesidad de evitar el establecimiento a la utilización del lenguaje escrito como
de una correspondencia término a tal, para la interpretación y producción de
término entre objetivos y actividades, escritos correspondientes a los diferentes
correspondencia que lleva indefecti- géneros que circulan en la sociedad.
blemente a la parcelación de la lengua Ahora sabemos que la lectura es
escrita y a la fragmentación indebida de siempre –desde sus inicios– un acto
actos tan complejos como la lectura y la centrado en la construcción del signi-
escritura. ficado, que el significado no es un
Es aconsejable introducir en el subproducto de la oralización sino la guía
currículum la idea de que una situación que orienta el muestreo de la información
didáctica cumple en general diferentes visual; ahora sabemos que los niños ree-
objetivos específicos, al menos cuando laboran simultáneamente el sistema de
esa situación ha sido diseñada teniendo en escritura y el “lenguaje que se escri-
cuenta los objetivos generales. Por ejemplo, be”… ¿Por qué mantener entonces una
una situación de lectura dramatizada de un separación que ha tenido efectos nega-
cuento –dirigida a grabar un caset que tivos?
otros escucharán o a hacer una función El objetivo debe ser desde el comienzo
pública de “teatro leído”–permite trabajar formar lectores, por lo tanto, las propuestas
tanto sobre la comprensión del significado deben estar centradas en la construcción
del texto como sobre la entonación más del significado también desde el
adecuada para comunicar los sentimientos comienzo. Para construir significado
de los personajes, desarrollar el lenguaje al leer, es fundamental tener constantes
oral así como avanzar en el aprendizaje de oportunidades de adentrarse en la
las convenciones propias de la lengua cultura de lo escrito, de ir construyendo
escrita, hace posible a la vez explicitar una expectativas acerca de qué puede “decir”
argumentación (cuando los niños justifican en tal o cual texto, de ir acrecentando la

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competencia lingüística específica en señalemos que las contribuciones de la socio-
relación con la lengua escrita… Por lo lingüística obligan a revisar críticamente –entre
tanto, desde el principio, la escuela debe otros aspectos– la noción de “corrección”, que
hacer participar a los chicos en situacio- está tan arraigada en la escuela, para rem-
nes de lectura y escritura: habrá que plazarla por la de “adecuación a la situación
poner a su disposición materiales escritos comunicativa”, lo que supone abandonar la
variados, habrá que leerles muchos y desvalorización que han sufrido los dialectos
buenos textos para que tengan opor- o sociolectos no prestigiosos (que son la len-
tunidad de conocer diversos géneros y gua materna de muchos de los alumnos de
puedan hacer anticipaciones fundadas nuestras escuelas).
en este conocimiento… Habrá que propo- En cuanto a la teoría del aprendizaje, como
nerles también situaciones de produc- señala Coll (1993), desde hace más de diez años
ciones que les plantearán el desafío de existe una convergencia notable entre diferen-
componer oralmente textos con destino tes autores y enfoques teóricos, en relación con
escrito –para ser dictados al maestro, por los principios explicativos básicos del aprendi-
ejemplo–; en el curso de esta actividad zaje en general y del aprendizaje escolar en par-
se plantearán problemas que los llevarán ticular.
a descubrir nuevas características de la
lengua escrita y a familiarizarse con el El principio explicativo más ampliamente com-
acto de escritura antes de saber escribir partido es, sin ningún género de dudas –seña-
en el sentido convencional del término. la el autor–, el que se refiere a la importancia
Poner en evidencia que –como diría de la actividad mental constructiva del alum-
F. Smith (1983)– no hay una diferencia no en la realización de los aprendizajes esco-
fundamental entre leer y aprender a leer, lares; el principio que lleva a concebir al
o entre escribir y aprender a escribir, aprendizaje escolar como un proceso de cons-
puede contribuir a esclarecer cuáles son trucción del conocimiento […] y a la enseñan-
los principios generales que deben regir za como una ayuda para esta construcción
el trabajo didáctico en lectura y escritura […] De ahí el término de “constructivismo”
desde el primer día de clase de primer habitualmente elegido para referirse a esta
grado –o de preescolar– y a lo largo de convergencia.
toda la escolaridad.
En el caso particular de la lectura y la escri-
Una última pero muy importante –porque tura, los estudios psicogenéticos y psicolin-
se refiere a los fundamentos– consideración güísticos han permitido ya esclarecer aspectos
sobre el currículum: es necesario sustentar las importantes del proceso de reconstrucción de
propuestas en los aportes de las ciencias del la lengua escrita por parte del sujeto.
lenguaje y en los de psicología, en particular Reformular la concepción del objeto de en-
en los estudios realizados sobre la construcción señanza en función de los aportes lingüísticos y
de determinados contenidos escolares del área. la concepción del sujeto que aprende a leer y
Para dar sólo un ejemplo de la relevancia que escribir de acuerdo con los aportes psicolin-
asumen algunos de los aportes de las ciencias güísticos realizados desde una perspectiva
del lenguaje desde la perspectiva didáctica,7 constructivista parece ser una condición impor-
tante para contribuir, desde el diseño curricular,
7
En el capítulo siguiente se considerará el aporte de al cambio en la propuesta didáctica vigente en
otras ciencias del lenguaje –así como el de la historia la escuela.
de las prácticas de lectura y escritura– a la concep- En segundo lugar, en lo que se refiere a la
tualización del objeto de enseñanza y la explicitación
organización institucional, resulta evidente la ne-
de los contenidos que están en juego cuando se lee o
se escribe en el aula. cesidad imperiosa de promover el trabajo en

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equipo, de abrir en cada escuela espacios de dad cultural e individual de los alumnos. De
discusión que permitan confrontar experien- este modo, se podría evitar –o al menos dismi-
cias y superar el aislamiento en el que suelen nuir– la formación de “grupos homogéneos” o
trabajar los docentes, que hagan posible poner “grupos de recuperación”, que sólo sirven para
en tela de juicio las modalidades de trabajo ins- incrementar la discriminación escolar.
taladas en el sistema escolar y evaluarlas a la El tercer punto que hemos anunciado –y que
luz de propósitos educativos que se persiguen, se agrega a las consideraciones ya realizadas
que propicien el análisis crítico de los dere- sobre lo curricular y lo institucional– se refiere
chos y obligaciones asignados al docente y a a la conciencia que parece necesario crear en la
los alumnos en relación con la lectura y la es- opinión pública.
critura, que favorezcan el establecimiento de En efecto, en el caso de la educación –y a
acuerdos entre los docentes no sólo para lograr diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en el
mayor coherencia en el trabajo, sino también caso de la medicina– no existen presiones so-
para emprender proyectos en común. ciales que inciten al progreso. La práctica del
La elaboración de proyectos institucionales aula es cuestionada cuando se aparta de la tra-
podría, en algunos casos, apelar a la participa- dición, en tanto que rara vez lo es cuando
ción de los padres. Hacer de la escuela el centro reproduce exactamente lo que se ha venido ha-
de una comunidad de lectores podría ser uno de ciendo de generación en generación. Este fe-
los objetivos de este tipo de proyectos. nómeno –que merecería ser estudiado desde
Habría que discutir además otras modifica- la perspectiva sociológica– se expresa muy
ciones posibles de la institución escolar, tomando claramente en el caso de la alfabetización: cual-
como punto de partida los estudios sociológicos quier estrategia de trabajo que se aleje del con-
y etnográficos que puedan aportar elementos en sabido “mi mamá me ama”, que no respete la
tal sentido; habría que estudiar de qué modo secuencia establecida por los métodos fonéti-
se haría posible democratizar la estructura tradi- cos (incluido el silábico), genera gran inquie-
cionalmente autoritaria del sistema educativo.8 tud en los padres de los supuestos “conejillos
Si esta democratización permitiera revalorizar de Indias”, inquietud que algunas veces se
la posición del maestro dentro del sistema, se- transforma en resistencia declarada.
guramente esto abriría también un espacio para Lo “nuevo” preocupa por el simple hecho de
revalorizar la posición de los alumnos en el aula ser nuevo –no hace falta averiguar si está bien
y haría posible –entre otros beneficios– que se fundamentado o no–; lo “viejo” tranquiliza por
les reconociera como lectores y productores de el solo hecho de ser conocido, independiente-
textos. mente del sustento científico o teórico que pue-
Por último, habría que definir las modifica- da tener. La lamentable consecuencia de esta
ciones tendientes a desterrar el mito de la ho- situación es que no se plantea la necesidad de
mogeneidad que impera en la institución escolar avanzar en el campo didáctico; si el maestro lo
y a sustituirlo por la aceptación de la diversi- intenta, es por iniciativa propia o de sus colegas,
no porque haya un requerimiento en tal sentido
por parte de los padres de sus alumnos o de al-
8
En la provincia de Buenos Aires, en el periodo 1988- gún otro sector de la comunidad. ¿Qué sería de
1992, se hicieron algunos experimentos interesantes nuestra salud si esto ocurriera también en el cam-
en este sentido: se crearon consejos de escuela y po de la medicina?
consejos de aula, se introdujo la coevaluación como
modalidad para calificar el desempeño de los docen- Parece esencial entonces crear conciencia de
tes, se instituyó el consenso de los compañeros de que la educación también es objeto de la ciencia,
trabajo como el recurso más adecuado para definir el de que día a día se producen conocimientos que,
nombramiento de directores interinos… Lamen- si ingresaran en la escuela, permitirían mejorar
tablemente, el periodo en que estuvieron en vigencia
estas medidas fue demasiado breve como para que sustancialmente la situación educativa. Es necesa-
puedan evaluarse sus efectos. rio además dar a conocer –de la manera más ac-

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cesible que sea posible– cuáles son las prácticas Si se pretende producir cambios reales en la
escolares que deberían cambiar para adecuarse a educación, y en particular en la alfabetización,
los conocimientos que hoy tenemos sobre el es imprescindible –en vez de dirigir los escasos
aprendizaje y la enseñanza de la lectura y la es- recursos disponibles hacia la realización de
critura, así como mostrar los efectos nocivos de estudios diagnósticos, que sólo sirven para
los métodos y procedimientos tradicionales que confirmar las deficiencias educativas que ya co-
resultan tan “tranquilizadores” para la comuni- nocemos, pero no para aportar elementos que
dad, y hacer públicas las ventajas de las estrate- contribuyan a superarlas– propiciar la investi-
gias didácticas que realmente contribuyen a for- gación didáctica, buscarle un apoyo mucho
mar lectores y escritores autónomos. mayor que el que actualmente se le ofrece en
Es responsabilidad de los gobiernos y de to- nuestros países. Cedamos la palabra a G.
das las instituciones y personas que tienen ac- Brousseau (1988) –uno de los fundadores de la
ceso a los medios de comunicación –y están didáctica de la matemática como ciencia– para
involucradas en la problemática de la lectura y ampliar la argumentación en tal sentido:
escritura– contribuir a formar esta conciencia en
la opinión pública. La creación y la conducción de situaciones de
En cuanto al desarrollo de la investigación di- enseñanza no son reductibles a un arte que el
dáctica en el área de la lectura y la escritura –el cuarto maestro pueda desarrollar espontáneamente
aspecto antes anunciado–, es evidente la necesi- por medio de actitudes positivas (escuchar al
dad de continuar produciendo conocimientos niño…) o alrededor de una simple técnica
que permitan resolver los múltiples proble- (utilizar juegos, materiales, o el conflicto cog-
mas que la enseñanza de la lengua escrita plan- nitivo, p.e.). La didáctica no se reduce a una
tea, y de hacerlo a través de estudios cada vez tecnología y su teoría no es la del aprendiza-
más rigurosos, de tal modo que la didáctica de je, sino la de la organización de los aprendi-
la lectura y la escritura deje de ser materia “opi- zajes de otros, la de la comunicación y trans-
nable” para constituirse como un cuerpo de co- posición de los conocimientos […] Aceptar
nocimientos de reconocida validez. hacerse cargo de los medios individuales del
El conocimiento didáctico no puede deducir- aprendizaje del alumno (el sujeto cognitivo)
se simplemente de los aportes de la psicología o exigiría una modificación completa del rol del
de la ciencia que estudia el objeto que intenta- maestro y de su formación, una transforma-
mos enseñar. Ha sido necesario –y continúa ción del conocimiento mismo, otros medios
siéndolo– realizar investigaciones didácticas de control (individuales y sociales) del conoci-
que permitan estudiar y validar las situaciones miento, etcétera […] Es una decisión que plan-
del aprendizaje que proponemos, afinar las in- tea problemas que sólo la didáctica puede –qui-
tervenciones de enseñanza, plantear problemas zá– resolver. Seguramente no es una decisión
nuevos que sólo se hacen presentes en el aula. que pueda depender de la libre elección de
Los problemas didácticos –como por ejemplo: los docentes, ni de su arte. Insistamos sobre
¿por qué resulta tan difícil lograr que los alum- esta contradicción: si actualmente el sujeto no
nos asuman la corrección de los textos que es- tiene lugar en la relación de enseñanza (en
criben?, ¿qué nuevos recursos pueden ponerse tanto que sí lo tiene en la relación pedagógi-
en acción para lograrlo?, ¿qué efectos produ- ca), no es porque los maestros se obstinen en
cen estos nuevos recursos? o ¿la sistematización el dogmatismo, sino porque no pueden corre-
del conocimiento ortográfico es un medio efecti- gir las causas didácticas profundas de esta
vo para mejorar la ortografía?, ¿en qué condicio- exclusión. Corremos el riesgo de pagar muy
nes?– no podrán ser abordados ni resueltos por caro errores que consisten en requerir del
investigaciones psicológicas o lingüísticas, sólo voluntarismo y la ideología aquello que sólo
la investigación didáctica puede resolverlos. puede provenir del conocimiento. A la investi-
gación en didáctica le corresponde encontrar

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explicaciones y soluciones que respeten las Diseñar un programa de capacitación en ser-
reglas de juego del oficio de docente o bien vicio tendiente a transformar la práctica didác-
negociar los cambios necesarios sobre la base de tica supone plantearse múltiples problemas de
un conocimiento científico de los fenómenos. No diversos tipos: ¿cómo conciliar la profundidad
se puede hoy […] dejar que la institución con- requerida para el trabajo de cada grupo con la
venza a los alumnos que fracasan de que son necesidad de extender la propuesta a un núme-
idiotas –o enfermos– porque nosotros no que- ro de maestros que resulte significativo para el
remos afrontar nuestros límites. sistema?, ¿debe plantearse como obligatoria la
capacitación para los docentes o como volunta-
Ahora bien, si de verdad se quiere generar un ria?, ¿es conveniente dirigirla a maestros aisla-
cambio profundo, será también imprescindible dos, que provienen de instituciones diferentes, o
replantear las bases de la formación de los docentes y es más productivo imprimirle un carácter
promover la jerarquización social de su función. institucional?, ¿qué condiciones deben reunir los
En lo que se refiere a la preparación de los capacitadotes?, ¿cómo promover la formación
maestros y centrándonos en el problema de la alfa- continua de los participantes en el proyecto?, ¿cómo
betización, dos cuestiones parecen esenciales: asegurar que el proceso de capacitación permita a
asegurar su formación como lectores y producto- los docentes aprehender la concepción didáctica
res de textos y considerar como eje de la forma- que se pretende comunicarles?
ción el conocimiento didáctico (en relación con En relación con la conciliación de profundidad
la lectura y la escritura, en nuestro caso). Por otra y extensión, es necesario, tener en cuenta que el
parte, todo el currículum debería contribuir a tiempo es una variable importante para la capa-
mostrar a los estudiantes los progresos que se citación: las “jornadas” de muy breve duración
van registrando en la producción del conoci- –a veces de una mañana– pueden ser útiles para
miento –didáctico, lingüístico, psicolingüís- dar a conocer que una cuestión existe, pero son
tico...–, de tal modo que ellos sean conscientes siempre insuficientes para analizarla y, por lo
en el futuro de la necesidad de profundizar y tanto, es muy difícil que generen algún efecto
actualizar su saber en forma permanente. en la práctica, aunque en algunos casos pue-
Hay una relación recíproca entre la jerarqui- dan despertar inquietudes; por otra parte, una
zación del papel de los docentes –el reconoci- cantidad total de horas –cuarenta, por ejemplo–
miento social de su función– y el mejoramiento distribuida en sólo una semana no equivale a
de la calidad de su formación. Ambas cuestio- esa misma cantidad de horas distribuida en
nes deberían ser atacadas simultáneamente: ele- varios meses, ya que esta última distribución
var la calidad académica y brindar mejores con- permite que los maestros lean bibliografía,
diciones laborales, tanto desde el punto de vista pongan en práctica nuevas actividades y dis-
económico como desde el punto de vista de la cutan con sus compañeros entre reunión y re-
valoración que la comunidad tiene del trabajo unión.
de los maestros. La alternativa que en nuestra experiencia ha
Además de lo que pueda hacerse en ese senti- resultado más productiva combina una situa-
do desde los organismos oficiales, a los docentes ción de taller –que da la posibilidad de abarcar
les corresponde –por supuesto– defender su una cantidad considerable de maestros– con una
profesión, constituir entidades que –como los instancia de acompañamiento de la tarea en el
colegios profesionales– propicien investigacio- aula, que permite lograr una profundidad mu-
nes, cursos, conferencias, discusiones sobre pro- cho mayor con un número menor de docentes,
blemas que es urgente resolver. con aquellos que se comprometen más fir-
Y ahora sí, finalmente, nos ocuparemos de memente con el proyecto. En el marco de esta
la capacitación, que es también una herramien- alternativa, el taller tiene una duración de varios
ta importante –aunque no la única– para trans- meses y sólo se adopta una modalidad intensi-
formar la enseñanza. va en aquellos casos en que resulta imposible,

31

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por razones geográficas y económicas, reunir rectivo de su escuela. La evaluación del pro-
periódicamente a los participantes. El acompa- yecto mostró que estas ideas eran en general
ñamiento en el aula se desarrolla como mínimo correctas, pero puso de manifiesto también una
durante un año lectivo y resulta especialmente limitación: en muchos casos resultó difícil inte-
fecundo cuando incluye la participación del grar realmente a los directores, porque ellos
coordinador en la actividad con los niños, entre- estaban agobiados por las tareas administrati-
vistas con cada docente y reuniones que agrupan vas o porque no se sentían directamente
a docentes de diferentes escuelas, para favore- involucrados en la problemática didáctica, o por
cer el intercambio de experiencias. las dos razones a la vez. Una instancia de capa-
En cuanto a la dimensión obligatoriedad-vo- citación específica para los directores, que fue
luntariedad, está claro que cada una de las op- puesta en práctica en el último año del proyec-
ciones posibles tiene ventajas e inconvenientes: to, resultó mucho más productiva desde el punto
si la capacitación es obligatoria, el organismo de vista del compromiso asumido por el per-
responsable del programa puede establecer sonal directivo.
prioridades y seleccionar en función de ellas a los En lo que se refiere a las condiciones que de-
docentes que intervendrán, pero se corre el ries- ben reunir los capacitadores, M. Nemirovsky
go de que un cierto porcentaje de los participan- (1990) señala:
tes no se interese lo suficiente en los contenidos
del taller; si, en cambio, la inscripción de los maes- Otro aspecto decisivo sobre el cual la expe-
tros es voluntaria, aumentan las posibilidades de riencia ha aportado suficientes datos es que
que los docentes se comprometan seriamente y se la capacitación debiera estar organizada y
constituyan luego en activos promotores de la coordinada por los profesionistas directamen-
propuesta, pero se hace más difícil responder a te involucrados en la elaboración de las pro-
las prioridades educativas. puestas didácticas. Es frecuente encontrar el
En un proyecto de capacitación que realiza- sistema de “cascada” en la organización de la
mos en la provincia de Buenos Aires entre 1988 y capacitación: un pequeño equipo capacita a uno
1991 –al cual apelaremos en lo sucesivo para mayor y éste a su vez a otro grupo más am-
lustrar algunas opciones productivas–, se com- plio, etcétera, de manera que cuando la
binó la variable voluntariedad-obligatoriedad capacitación llega al maestro ya hubo cuatro
con la referida incorporación de los docentes o cinco intermediaciones entre los capa-
en forma individual o por equipos institucio- citadores “originales” y quienes llevarán –o se
nales: la participación era voluntaria, pero era supone que llevarán– a cabo la implementa-
requisito para la inscripción en los talleres que ción de la propuesta en cuestión. Esta práctica
se constituyeran equipos de escuela, integra- lleva a que, generalmente, ni siquiera el
dos por un miembro del personal directivo, un “capacitador” conozca, maneje, asuma, los
miembro del gabinete psicopedagógico (en caso criterios fundamentales sobre los cuales se
de que lo hubiera en la escuela) y por lo menos sustenta la propuesta y, por lo tanto, tampo-
dos maestros. Sólo en forma excepcional se co las respuestas u orientaciones que pudie-
aceptaron maestros aislados. ran darse frente a las dudas que plantean los
Tomamos estas decisiones porque las expe- maestros. Puede suponerse cuáles serán las con-
riencias anteriores habían puesto en evidencia secuencias de esta situación para la imple-
las serias dificultades confrontadas por los mentación de dichas propuestas. Si bien no
maestros que emprendían en forma solitaria hay muchos planteos alternativos para resol-
una transformación de su práctica. Parecía en- ver este problema, lo que quiero enfatizar es
tonces necesario crear una situación que per- su importancia.
mitiera a cada maestro compartir interrogantes
y posibles respuestas con sus compañeros, así Efectivamente, es muy difícil que la aspira-
como contar con el respaldo del personal di- ción planteada por la autora pueda cumplirse:

32

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los que elaboran las propuestas didácticas son sualmente con el equipo central y estas reunio-
muy pocos, los docentes de una red educativa nes hacían posible la supervisión y la orientación
son muy numerosos. Sin embargo, pueden cons- cooperativas del trabajo de capacitación que
truirse alternativas que reduzcan las interme- estaba en desarrollo.
diaciones al mínimo posible y resulten menos El análisis de registros de clase de los dife-
riesgosas que la acelerada “multiplicación” carac- rentes talleres constituyó uno de los recursos
terística de los intentos de capacitación masiva importantes para la formación de todos como
en el sistema educativo, siempre y cuando se capacitadores. Sin embargo, desarrollar esta
acepte que la disminución del riesgo supone ne- tarea no fue fácil, porque registrar es difícil y
cesariamente un aumento en el tiempo destina- porque no todos se atreven a someter la propia
do a la formación de los capacitadores –ya que, práctica al análisis de los otros. Requirió un
como hemos visto, el tiempo es imprescindible tiempo pasar del relato oral a la lectura del re-
para lograr cierto grado de profundidad– y una gistro textual de las clases, pero insistimos en
reducción de la cobertura que es posible lograr que este paso se diera porque el registro es in-
en un periodo determinado. sustituible cuando se trata de compartir las di-
En el proyecto de la provincia de Buenos Ai- ficultades de la práctica. En efecto, mientras
res, se dedicó todo el primer año a la formación de dependemos de los relatos orales, nos entera-
coordinadores. Los docentes involucrados en esta mos únicamente de aquellas dificultades de las
instancia eran maestros, asistentes educacionales, cuales los coordinadores de la situación pudie-
directores y supervisores que fueron previa- ron tomar conciencia, sólo el registro textual
mente seleccionados tomando en consideración su permite sacar a la luz otros problemas que no
trayectoria en relación con la alfabetización –par- resultaron observables para los que estuvieron
ticipación en experiencias alternativas y en cur- involucrados directamente en la actividad.
sos vinculados con la cuestión, compromiso con La selección previa de los candidatos a coor-
la transformación de la práctica pedagógica–. dinador, el trabajo profundo durante los talle-
Para definir quiénes se desempeñarían como res de capacitación, la evaluación rigurosa del
coordinadores de futuros talleres, y quiénes los desempeño de cada uno, el trabajo en equipo
acompañarían como co-coordinadores o como co- y el perfeccionamiento constante –incluyendo
laboradores encargados del registro de las sesio- en él la reflexión cooperativa sobre la práctica
nes, se llevaba a cabo en el curso del taller un de capacitación, con base en la discusión de
proceso de evaluación que contemplaba la cali- los registros de clase– fueron los recursos que
dad de los aportes realizados en clase así como la nos permitieron asegurar una formación relati-
presentación de un trabajo centrado en la planifi- vamente sólida de aquellos que se desempeñaban
cación fundamentada de un taller dirigido a equi- como capacitadores y evitar así la superficialidad
pos de escuela de su zona. y los efectos nocivos que en muchos casos carac-
Por otra parte, desde el momento en que co- terizan a la capacitación ofrecida por las redes
menzó el trabajo con los maestros, se puso en educativas más o menos extensas.9
marcha un modo de funcionamiento que asegu-
raba el perfeccionamiento constante de todos los
9
involucrados en el proyecto: los coordinadores de En la provincia de Buenos Aires había en ese
cada zona se reunían semanalmente con el obje- momento 54 000 maestros; el equipo central estaba
constituido por cuatro personas; el equipo intermedio,
to de discutir nuevo material bibliográfico y de cuyos miembros comenzaron a desempeñar
analizar los problemas planteados durante el funciones como capacitadores en 1989, estaba
desarrollo de los talleres; representantes de las integrado por 30 personas (habían sido seleccionadas
diferentes zonas –que habían sido seleccionados 120 personas para integrarlo, pero fue necesario
ajustarse al número de cargos que fue posible
para constituir un “equipo intermedio” que obtener); a partir de 1990, se incorporaron otros 40
funcionaba como nexo entre el equipo central coordinadores en las diferentes regiones de la
y los demás coordinadores– se reunían men- provincia.

33

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Finalmente, para asegurar la comprensión En relación con los contenidos, la evaluación
por parte de los docentes de la concepción didác- permanente de la tarea desarrollada en el pro-
tica que se pretende comunicar, es esencial que yecto antes mencionado nos fue mostrando la
todo el proceso de capacitación esté orientado necesidad de centrar cada vez más el trabajo
por esa misma concepción y que los conteni- en el componente didáctico, e incorporar los
dos didácticos constituyan el eje de trabajo. aportes de otras ciencias –de la lingüística, la
En nuestro caso, asumir una concepción psicolingüística, etcétera– en la medida en que
constructivista de la enseñanza y el aprendiza- contribuyeran a resolver problemas didácticos o
je supone centrar la capacitación de los docen- fundamentar propuestas de enseñanza. Dado
tes en situaciones que representen un desafío que esta cuestión se desarrollará en el último ca-
para ellos y les permitan reelaborar el conoci- pítulo, anticiparemos aquí sólo un aspecto vincu-
miento, que favorezcan la cooperación entre lado con el lugar de la práctica en el proceso de
pares y la toma de conciencia de sus propias capacitación.
estrategias como lectores y productores de tex- Diversas experiencias alternativas de alfabe-
tos, que hagan posible discutir y analizar tización realizadas en América Latina (E.
críticamente diferentes materiales bibliográfi- Ferreiro, 1989) han puesto en evidencia que la
cos referidos a los contenidos, que permitan presencia del aula en las situaciones de capa-
poner permanentemente en juego la propia con- citación de los docentes es fundamental. En
cepción de la práctica didáctica y confrontarla nuestro caso, esta presencia se hacía efectiva
con la de los demás, que permitan explicitar los tanto en la instancia de taller como en la de
supuestos implícitos en las posiciones que se acompañamiento: en la primera, la práctica en
adoptan sobre la enseñanza y el aprendizaje de la el aula aparecía a través del análisis de regis-
lengua escrita... Todos los contenidos del taller tros de clase aportados por el equipo de coor-
son considerados como contenidos en construc- dinación, de la planificación de actividades que
ción: en cada reunión quedan cuestiones abier- los participantes llevarían a cabo con sus alum-
tas a las que luego se volverá para analizarlas nos y de la evaluación conjunta del desarrollo de
desde otra perspectiva; rediscutirlas permite esas actividades; durante el proceso de acom-
llegar a nuevas conclusiones, pero en algunos pañamiento, el aula estaba aún más presente,
casos se plantean desacuerdos o se abren puesto que –además de realizar actividades si-
interrogantes que llevan a recurrir al material milares a las descritas para el taller y de traba-
bibliográfico. jar sobre registros realizados por los propios
El trabajo sobre la bibliografía cumple un maestros de sus clases o de las de algún compa-
papel importante, porque es a través de esas ñero– el coordinador colaboraba con el maestro
lecturas como los maestros pueden reflexionar en la conducción de algunas situaciones didác-
acerca de las propuestas didácticas sobre las ticas, lo que permitía, por una parte, que los do-
cuales están trabajando, así como sobre sus centes aprendieran “por participación en la tarea
fundamentos, y porque conocer a los diferen- concreta” y, por otra parte, que se sostuvieran dis-
tes autores les permitirá manejarse con auto- cusiones sobre aspectos muy específicos de la
nomía para avanzar en su propia formación más práctica didáctica.
tarde, cuando ya no estén involucrados en un La evaluación del proyecto mostró que el
curso de capacitación. La lectura resulta en par- acompañamiento en el aula permitía obtener re-
ticular significativa cuando se acude a la biblio- sultados mucho más notables en relación con la
grafía para responder a interrogantes que han transformación de la práctica, lo cual puede
surgido previamente en el curso de las discusio- deberse simplemente a la mayor duración del
nes, cuando los participantes saben que encon- trabajo conjunto, pero también puede atribuir-
trarán allí respuestas para preguntas que ya se se a la imposibilidad de encontrar otro instru-
han formulado. mento de capacitación que resulte tan efectivo
como compartir la realidad del aula.

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Ahora bien, resulta inquietante que el acom- concepción empírica radical se aplique tam-
pañamiento en el aula siga siendo el mejor re- bién a los propios niños y que se declare que
curso para la capacitación, que lo consideremos la mejor formación en matemática para ellos
incluso como el único realmente efectivo para sería la que pueden adquirir resolviendo com-
transformar la práctica. Resulta inquietante por pletamente solos los problemas con que se
dos motivos: en primer lugar, porque nunca encuentran.
dispondremos de la cantidad de recursos hu-
manos que sería necesaria para acompañar la Para superar esta concepción empírica, es
práctica de todos los maestros, y esto es muy necesario explicitar mejor los elementos teóri-
grave cuando lo que se pretende es evitar el fra- co-didácticos que subyacen a nuestra propia
caso escolar y lograr que todos los niños se for- práctica en el aula. El trabajo de investigación
men como lectores y productores de texto; en didáctica en el ámbito de la lengua escrita –que
segundo lugar, porque el hecho de que necesite- se viene realizando desde hace ya muchos años–
mos imprescindiblemente compartir la práctica ha permitido conceptualizar cada vez mejor las
del maestro para poder comunicarle ciertos con- condiciones necesarias para que una situación
tenidos didácticos es síntoma de una carencia de aprendizaje resulte productiva, los requisi-
nuestra en la conceptualización de ese saber que tos y características de la intervención docente,
queremos comunicar. la función de la planificación, los parámetros
En este sentido, es pertinente citar una vez más en que se basa la evaluación. A medida que
a G. Brousseau (1991), quien, después de afirmar avancemos en la construcción de la didáctica
que la didáctica ha sido hasta hace pocos años de la lectura y la escritura, seguramente encon-
un problema de opinión más que un estudio cien- traremos mejores recursos para comunicar este
tífico, señala: saber a los demás.
Analizar rigurosamente diferentes situacio-
Los profesores y los especialistas en la discipli- nes de capacitación y las transformaciones que
na en cuestión (los formadores de docentes) ellas producen, estudiar el proceso de reconstruc-
se ven conducidos entonces a minimizar el ción del conocimiento didáctico por parte del
papel de toda teoría, a poner en primer plano maestro, evaluar las intervenciones del capaci-
el contenido puro o la experiencia profesional. tador, detectar problemas que aún no nos resul-
Ésta puede ser considerada como hasta tal tan observables... en suma, hacer investigación
punto incomunicable que se ha llegado a afir- didáctica en el terreno de la capacitación permi-
mar que la mejor formación que se puede pro- tirá también encontrar recursos más efectivos
poner a un futuro maestro es la que él puede para transformar la enseñanza de la lectura y la
adquirir en el trabajo mismo. Cabe pregun- escritura.
tarse entonces qué es lo que impide que esta

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Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario1

Delia Lerner*

Leer y escribir... Palabras familiares para todos mando como referencia fundamental las prác-
los educadores, palabras que han marcado y si- ticas sociales de lectura y escritura.3 Poner en
guen marcando una función esencial –quizá la escena una versión escolar de estas prácticas que
función esencial– de la escolaridad obligatoria. guarde cierta fidelidad a la versión social (no
Redefinir el sentido de esta función –y explicitar, escolar) requiere que la escuela funcione como
por tanto, el significado que puede atribuirse hoy una microcomunidad de lectores y escritores.
a esos términos tan arraigados en la institución Lo necesario es hacer de la escuela una co-
escolar– es una tarea ineludible. munidad de lectores que acudan a los textos
Enseñar a leer y escribir es un desafío que buscando respuesta para los problemas que
trasciende ampliamente la alfabetización en necesitan resolver, tratando de encontrar infor-
sentido estricto. El desafío que hoy enfrenta la mación para comprender mejor algún aspecto del
escuela es el de incorporar a todos los alumnos a mundo que es objeto de sus preocupaciones,
la cultura de lo escrito, es el de lograr que todos buscando argumentos para defender una po-
sus exalumnos lleguen a ser miembros plenos de sición con la que están comprometidos o para
la comunidad de lectores y escritores.2 rebatir otra que consideran peligrosa o injusta,
Participar en la cultura escrita supone apro- deseando conocer otros modos de vida, identifi-
piarse de una tradición de lectura y escritura, carse con otros autores y personajes o diferen-
supone asumir una herencia cultural que invo- ciarse de ellos, correr otras aventuras, enterarse
lucra el ejercicio de diversas operaciones con de otras historias, descubrir otras formas de
los textos y la puesta en acción de conocimientos utilizar el lenguaje para crear nuevos sentidos...
sobre las relaciones entre los textos; entre ellos y Lo necesario es hacer de la escuela una comu-
sus autores; entre los autores mismos; entre los nidad de escritores que producen sus propios
autores, los textos y su contexto... textos para dar a conocer sus ideas, para infor-
Ahora bien, para concretar el propósito de mar sobre hechos que los destinatarios necesi-
formar a todos los alumnos como practicantes tan o deben conocer, para incitar a sus lectores a
de la cultura escrita, es necesario reconceptua- emprender acciones que consideran valiosas,
lizar el objeto de enseñanza y construirlo to- para convencerlos de la validez de los puntos
de vista o las propuestas que intentan promo-
ver, para protestar o reclamar, para compartir
con los demás una bella frase o un buen escrito,
* Lerner, D. (2001), “Para transformar la enseñanza
de la lectura y la escritura”, en Leer y escribir en la para intrigar o hacer reír... Lo necesario es hacer
escuela: lo real, lo posible y lo necesario, México, FCE/SEP de la escuela un ámbito donde lectura y escritu-
(Biblioteca para la actualización del maestro), pp. ra sean prácticas vivas y vitales, donde leer y
25-37. escribir sean instrumentos poderosos que per-
1
Una primera versión de este capítulo introductorio mitan repensar el mundo y reorganizar el pro-
fue presentada como abstract de la conferencia pio pensamiento, donde interpretar y producir
dictada en el marco de las jornadas sobre historia,
textos sean derechos que es legítimo ejercer y
usos y aprendizaje del lenguaje escrito, realizadas en
Vigo, España, en mayo de 1998. responsabilidades que es necesario asumir.
2
El término “escritores” es utilizado aquí en un
sentido general: no se refiere sólo a los escritores
3
profesionales, sino a todas las personas que utilizan Los problemas involucrados en la construcción del
activa y eficazmente la escritura para cumplir objeto de enseñanza serán tratados en el tercer
diversas funciones socialmente relevantes. capítulo.

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Lo necesario es, en síntesis, preservar el sen- Dificultades involucradas en
tido del objeto de enseñanza para el sujeto del la escolarización de las prácticas4
aprendizaje, lo necesario es preservar en la es-
Precisamente por ser prácticas, la lectura y la
cuela el sentido que la lectura y la escritura tie-
escritura presentan rasgos que obstaculizan su
nen como prácticas sociales para lograr que los
escolarización: a diferencia de los saberes típi-
alumnos se apropien de ellas y puedan incor-
camente escolarizables –que se caracterizan por
porarse a la comunidad de lectores y escritores,
ser explícitos, públicos y secuenciables (Verret,
para que lleguen a ser ciudadanos de la cultura
citado por Chevallard, 1997)–, estas prácticas
escrita.
son totalidades indisociables, que ofrecen resis-
Lo real es que llevar a la práctica lo necesa-
tencia tanto al análisis como a la programación
rio es una tarea difícil para la escuela. Conocer
secuencial, que aparecen como quehaceres
las dificultades y comprender en qué medida
aprendidos por participación en las activida-
se derivan (o no) de necesidades legítimas de
des de otros lectores y escritores e implican co-
la institución escolar constituyen pasos indis-
nocimientos implícitos y privados.
pensables para construir alternativas que permi-
En consecuencia, no resulta sencillo determi-
tan superarlas. Es por eso que, antes de formular
nar con exactitud qué, cómo y cuándo apren-
soluciones –antes de desplegar lo posible–, es
den los sujetos. Al intentar instaurar las prácticas
necesario enunciar y analizar las dificultades.
de lectura y escritura en la escuela, se plantean
La tarea es difícil porque: –en efecto– múltiples preguntas cuya respuesta
1. La escolarización de las prácticas de no es evidente: ¿qué se aprende cuando se escu-
lectura y escritura plantea arduos pro- cha leer al maestro?, ¿en qué momento se apro-
blemas. pian los niños del “lenguaje de los cuentos”?,
2. Los propósitos que se persiguen en la ¿cómo acceder a las anticipaciones o inferencias
escuela al leer y escribir son diferentes de que los niños presumiblemente hacen al inten-
los que orientan la lectura y la escritura tar leer por sí mismos un texto?, ¿cuándo puede
fuera de ella. decirse que un alumno ha aprendido a reco-
3. La inevitable distribución de los mendar libros o a confrontar diversas interpre-
contenidos en el tiempo puede conducir taciones?...
a parcelar el objeto de enseñanza. Por otra parte, se trata de prácticas sociales
4. La necesidad institucional de controlar el que históricamente han sido y en cierta medi-
aprendizaje lleva a poner en primer plano da siguen siendo patrimonio de ciertos grupos
sólo los aspectos más accesibles a la sociales más que de otros. Intentar que prácticas
evaluación. “aristocráticas” como la lectura y la escritura
5. La manera en que se distribuyen los se instauren en la escuela supone entonces en-
derechos y obligaciones entre el maestro frentar –y encontrar caminos para resolver– la
y los alumnos determina cuáles son los tensión existente en la institución escolar entre
conocimientos y estrategias que los niños la tendencia al cambio y la tendencia a la con-
tienen o no tienen oportunidad de ejercer servación, entre la función explícita de demo-
y, por tanto, cuáles podrán o no podrán cratizar el conocimiento y la función implícita
aprender. de reproducir el orden social establecido.5

Analicemos ahora cada una de las cuestiones 4


Estas dificultades, así como las señaladas en los
mencionadas. ítems siguientes, serán retomadas y analizadas más
detenidamente en los capítulos posteriores en
particular en el segundo y el tercero.
5
Esta función implícita ha sido puesta en evidencia
hace ya varias décadas (P. Bourdieu y J. C. Passeron,
1970; C. Baudelot y R. Establet, 1971). Para una

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Tensiones entre los propósitos “comprender y producir textos breves y senci-
escolares y extraescolares llos”; proponer al principio ciertas sílabas o pa-
de la lectura y la escritura labras e introducir otras en las semanas o meses
consecutivos, graduando las dificultades; en el
Dado que la función (explícita) de la institución
primer ciclo, presentar exclusivamente textos
escolar es comunicar saberes y quehaceres cul-
de determinados géneros y reservar otros para
turales a las nuevas generaciones, la lectura y
el segundo... La enseñanza se estructura así se-
la escritura existen en ella para ser enseñadas
gún un eje temporal único, según una progre-
y aprendidas. En la escuela, no resultan “natu-
sión lineal, acumulativa e irreversible.
rales” los propósitos que perseguimos habitual-
Tal organización del tiempo de la enseñanza
mente fuera de ella lectores y escritores: como
entra en contradicción con el tiempo del aprendi-
están en primer plano los propósitos didácti-
zaje y también –en nuestro caso– con la natura-
cos, que son mediatos desde el punto de vista
leza de las prácticas de lectura y escritura. Entra
de los alumnos porque están vinculados a los
en contradicción con el tiempo del aprendizaje
conocimientos que ellos necesitan aprender
porque éste –lejos de ser lineal, acumulativo e
para utilizarlos en su vida futura, los propósi-
irreversible– supone aproximaciones simultá-
tos comunicativos –tales como escribir para
neas al objeto de conocimiento desde diferentes
establecer o mantener el contacto con alguien
perspectivas, supone coordinaciones y reorga-
distante, o leer para conocer otro mundo posi-
nizaciones cognitivas que resignifican en for-
ble y pensar sobre el propio desde una nueva
ma retroactiva las interpretaciones atribuidas
perspectiva– suelen ser relegados o incluso ex-
a los contenidos aprendidos. Y entra en contra-
cluidos de su ámbito. Esta divergencia corre el
dicción con las prácticas de lectura y escritura
riesgo de conducir a una situación paradójica:
porque éstas son –como ya hemos visto– totali-
si la escuela enseña a leer y escribir con el único
dades indisociables que se resisten al par-
propósito de que los alumnos aprendan a ha-
celamiento y a la secuenciación. La paradoja se
cerlo, ellos no aprenderán a leer y escribir para
plantea así: si se intenta parcelar las prácticas,
cumplir otras finalidades (ésas que la lectura y
resulta imposible preservar su naturaleza y su
la escritura cumplen en la vida social); si la es-
sentido para el aprendiz; si no se las parcela, es
cuela abandona los propósitos didácticos y
difícil encontrar una distribución de los conte-
asume los de la práctica social, estará abando-
nidos que permita enseñarlas.6
nando al mismo tiempo su función enseñante.
Tensión entre dos necesidades
Relación saber-duración versus
institucionales: enseñar y
preservación del sentido
controlar el aprendizaje
Distribuir los contenidos en el tiempo es una
La responsabilidad social asumida por la escuela
exigencia inherente a la enseñanza. La opción
genera una fuerte necesidad de control: la ins-
tradicional –al menos desde el siglo XVII– ha con-
titución necesita conocer los resultados de su
sistido en distribuirlos estableciendo una co-
accionar, necesita evaluar los aprendizajes. Esta
rrespondencia término a término entre parcelas
necesidad –indudablemente legítima– suele te-
de saber y parcelas de tiempo. En el caso de la
ner consecuencias indeseadas: como se intenta
lengua escrita, como es sabido, esta parcelación
ejercer un control exhaustivo sobre el aprendi-
ha sido flagrante: en el primer año de escolari-
zaje de la lectura, se lee sólo en el marco de si-
dad, dominar el “código”, y sólo en el segundo,
tuaciones que permiten al maestro evaluar la
comprensión o la fluidez de la lectura en voz
revisión crítica de la perspectiva reproductivista y
de su concepción acerca de la relación entre fracaso
escolar y aprendizaje del lenguaje escrito, véase B. 6
Esta cuestión se desarrollará en el siguiente
Lahire (1993). capítulo.

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alta; como lo más accesible a la evaluación es escritura, para que los docentes puedan progra-
aquello que puede calificarse como “correcto” mar la enseñanza, un paso importante que debe
o “incorrecto”, la ortografía de las palabras ocu- darse a nivel del diseño curricular es el de ex-
pa en la enseñanza un lugar más importante plicitar, entre los aspectos implícitos en las
que otros problemas más complejos involu- prácticas, aquellos que resultan hoy accesibles
crados en el proceso de escritura. gracias a los estudios sociolingüísticos, psico-
Es así como la enseñanza pone en primer lingüísticos, antropológicos e históricos.8 Es lo
plano ciertos aspectos en detrimento de otros que hemos intentado hacer (Lerner, Lotito, Levy
que serían prioritarios para formar a los alum- y otros, 1996), tal como se verá en el tercer capí-
nos como lectores y escritores, pero que son tulo, al formular como contenidos de la enseñan-
menos controlables. Se plantea pues, inadver- za no sólo los saberes lingüísticos sino también
tidamente, un conflicto de intereses entre la los quehaceres del lector y del escritor: hacer
enseñanza y el control: si se pone en primer anticipaciones sobre el sentido del texto que se
plano la enseñanza, hay que renunciar a contro- está leyendo e intentar verificarlas recurriendo
larlo todo; si se pone en primer plano el control a la información visual, discutir diversas inter-
de los aprendizajes, hay que renunciar a ense- pretaciones acerca de un mismo material, comen-
ñar aspectos esenciales de las prácticas de lec- tar lo que se ha leído y compararlo con otras
tura y escritura.7 obras del mismo o de otros autores, recomen-
Una última dificultad se deriva de la distri- dar libros, contrastar información proveniente
bución de derechos y obligaciones entre el maestro y de diversas fuentes sobre un tema de interés,
los alumnos. Para dar aquí sólo un ejemplo re- seguir a un autor predilecto, compartir la lectu-
presentativo de este problema –que será mejor ra con otros, atreverse a leer textos difíciles, to-
analizado en el capítulo siguiente–, señalemos mar notas para registrar informaciones a las
lo que sucede con el derecho a evaluar: dado que más tarde se recurrirá, escribir para cum-
que este derecho es en general privativo del plir diversos propósitos (convencer, reclamar,
docente, los alumnos tienen muy pocas oportu- dar a conocer ...), planificar lo que se va a escribir
nidades de autocontrolar lo que comprenden al y modificar el plan mientras se está escribiendo,
leer y de autocorregir sus escritos. Aprender a tener en cuenta los conocimientos del destina-
hacerlo y conquistar autonomía como lectores tario para decidir qué informaciones se inclu-
y escritores resulta entonces muy difícil. yen y cuáles pueden omitirse en el texto que –se
Ante este panorama, ¿qué hacer para preser- está produciendo, seleccionar un registro lin-
var en la escuela el sentido que la lectura y la güístico adecuado a la situación comunicativa,
escritura tienen fuera de ella?, ¿cómo evitar que revisar lo que se está escribiendo y hacer las
se desvirtúen al ser enseñadas y aprendidas? modificaciones pertinentes...
Lo posible es hacer el esfuerzo de conciliar las En segundo lugar, es posible articular los
necesidades inherentes a la institución escolar propósitos didácticos –cuyo cumplimiento es
con el propósito educativo de formar lectores y en general mediato– con propósitos comuni-
escritores, lo posible es generar condiciones cativos que tengan un sentido “actual” para el
didácticas que permitan poner en escena –a alumno y se correspondan con los que habi-
pesar de las dificultades y contando con ellas– tualmente orientan la lectura y la escritura fue-
una versión escolar de la lectura y la escritura ra de la escuela. Esta articulación, que permite
más próxima a la versión social (no escolar) de resolver una de las paradojas antes planteadas,
estas prácticas.
En primer lugar, para posibilitar la escolari-
zación de las prácticas sociales de lectura y 8
Lamentablemente, hay algunos aspectos de las
prácticas actuales sobre los cuales no disponemos aún
de estudios que hagan posible una explicitación
exhaustiva y precisa. En estos casos, sólo es posible por
7
Volveremos sobre esta problemática en el capítulo 3. ahora recurrir a un análisis intuitivo y consensuado.

40

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puede concretarse a través de una modalidad algunas semanas; en otros, algunos meses), esta
organizativa bien conocida: los proyectos de pro- modalidad organizativa, además de favorecer
ducción-interpretación. El trabajo por proyectos la autonomía de los alumnos, que pueden tomar
permite, en efecto, que todos los integrantes de iniciativas porque saben hacia dónde marcha el
la clase –y no sólo el maestro– orienten sus accio- trabajo, se contrapone a la parcelación del tiem-
nes hacia el cumplimiento de una finalidad com- po y del saber. Es así como se hace posible evi-
partida: grabar un caset de poemas para enviar a tar la yuxtaposición de actividades inconexas
otros niños o para hacer una emisión radial dota –que abordan aspectos también inconexos de los
de sentido al perfeccionamiento de la lectura en contenidos– y los niños tienen oportunidad de
voz alta porque los reiterados ensayos que es ne- acceder a un trabajo suficientemente duradero
cesario hacer no constituyen un mero ejercicio, como para resolver problemas desafiantes cons-
sino que se orientan hacia un objetivo valioso y truyendo los conocimientos necesarios para
realizable en el corto plazo –compartir con otras ello, para establecer relaciones entre diferentes
personas las propias emociones experimenta- situaciones y saberes, para consolidar lo apren-
das frente a los poemas elegidos–; preparar una dido y reutilizarlo... De este modo, al evitar la
carta de lector para protestar por un atropello a los parcelación que desvirtuaría la naturaleza de
derechos de los niños permitirá aprender a “escri- las prácticas de lectura y escritura, se hace posi-
bir para reclamar” enfrentando todos los proble- ble que los alumnos reconstruyan su sentido.
mas que se plantean en la escritura cuando se está Ahora bien, trabajar con proyectos no es sufi-
involucrado en una situación auténtica, en la que ciente para instaurar una relación tiempo-saber
efectivamente se trata de producir un texto sufi- que tenga en cuenta el tiempo del aprendizaje
cientemente convincente como para lograr que la y preserve el sentido del objeto de enseñanza.
carta sea publicada y surta un efecto sobre los lec- Para lograrlo, es necesario articular muchas
tores... temporalidades diferentes: actividades que se
Por otra parte, la organización por proyec- desarrollan con cierta periodicidad durante un
tos permite resolver otras dificultades: favorece cuatrimestre o un año –leer noticias, cuentos o
el desarrollo de estrategias de autocontrol de la curiosidades científicas tal día de la semana, por
lectura y la escritura por parte de los alumnos y ejemplo– contribuyen a familiarizar con cier-
abre las puertas de la clase a una nueva rela- tos géneros y a consolidar los hábitos de lectura;
ción entre el tiempo y el saber. situaciones puntuales –como escribir un men-
En efecto, al orientar sus acciones hacia una saje por correo electrónico a un alumno de otra
finalidad compartida, los alumnos se compro- escuela– que se desarrollan en un tiempo muy
meten en la elaboración de un producto –un breve pueden contribuir a consolidar ciertas
caset, una carta de lector, etcétera– que resulte prácticas de comunicación por escrito; secuen-
satisfactorio y convincente para los destinatarios cias de situaciones de lectura –como leer cuentos
y para ellos mismos. En consecuencia, están dis- de determinado escritor o de cierto subgénero,
puestos a revisar sus producciones para mejorar- por ejemplo– pueden extenderse durante unas
las y hacer de ellas un medio eficaz para cumplir semanas y contribuir a consolidar quehaceres del
con los propósitos planteados. Es así como el lector tales como seguir a un autor o establecer
compromiso que asumen hace posible que pro- relaciones intertextuales... El entrecruzamiento
gresen en la adquisición de las estrategias nece- de estas diferentes temporalidades permite a los
sarias para revisar y perfeccionar sus propios alumnos realizar simultáneamente diferentes
trabajos. aproximaciones a las prácticas –participar en un
Dado que la finalidad que se persigue cons- mismo periodo en actos de lectura y de escritura
tituye un hilo conductor de las actividades y que dirigidos a diversos propósitos– así como volver
los proyectos se extienden a lo largo de perio- una y otra vez a lo largo del tiempo a poner en
dos más o menos prolongados (en algunos casos, acción un cierto aspecto de la lectura o la escritura

41

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–escribir, reescribir, releer, transcribir, resumir...–, bilidad de revisar sus escritos, permitiendo así
a retrabajar un tema, un género o un autor.9 que se enfrenten con problemas de escritura que
Finalmente, es posible crear un nuevo equi- no podrían descubrir si el papel de corrector
librio entre la enseñanza y el control, cuando fuera asumido siempre por el docente...10
se reconoce que éste es necesario pero inten- Se generarán así nuevos aprendizajes y apa-
tando evitar que prevalezca sobre aquélla. recerán también nuevas posibilidades de eva-
Cuando se plantea un conflicto entre ambos, luación. Al disminuir la presión del control, se
cuando hay que elegir entre lo que es necesario hace posible evaluar aprendizajes que antes no
para que los niños aprendan y lo que es necesa- tenían lugar: como el maestro no comunica de
rio para controlar el aprendizaje, parece indis- inmediato su opinión, los alumnos expresan
pensable optar por el aprendizaje. Se trata –por sus interpretaciones, las confrontan, buscan en
ejemplo– de abrir espacios para que los alum- el texto indicios para verificarlas, detectan erro-
nos, además de leer profundamente ciertos res en sus producciones, buscan información
textos, puedan leer otros muchos (aunque, para corregirlos, ensayan diferentes soluciones...
como veremos en el capítulo 3, el control que y todas estas acciones proveen nuevos indi-
es posible ejercer sea menor en este último caso cadores de los progresos que los niños están rea-
que en el primero); se trata de dar un lugar im- lizando como lectores y escritores.
portante a la lectura para sí mismo, aunque no Es así como pueden resolverse las dificulta-
sea posible para el maestro evaluar la compren- des antes planteadas. Para resolverlas, ante todo
sión de todo lo que han leído... hay que conocerlas: si las ignoráramos, no podría-
Resulta imprescindible, por último, compar- mos enfrentarlas y ellas seguirían, inconmo-
tir la función evaluadora. Hay que brindar a los vibles, obstruyendo nuestros esfuerzos. Analizar
alumnos oportunidades de autocontrolar lo que y enfrentar lo real es muy duro, pero resulta im-
están comprendiendo al leer y de generar estra- prescindible cuando se ha asumido la decisión de
tegias para leer cada vez mejor, aunque esto hacer todo lo que es posible para alcanzar lo nece-
haga más difícil conocer los aciertos o errores sario: formar a todos los alumnos como practi-
producidos en su primera lectura. Hay que dele- cantes de la cultura escrita.
gar (provisoriamente) en los niños la responsa-

9
Las diferentes modalidades de organización de las
actividades, así como los problemas didácticos que
ellas contribuyen a resolver, serán tratadas con 10
Volveremos sobre estas cuestiones, desde ángulos
mayor profundidad en el capitulo 4. diferentes, en los capítulos 3 y 4.

42

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Proyecto: “Los mensajes pubilicitarios: el arte de la persuasión”*

Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez

Primera secuencia del proyecto: 8 clases • Al finalizar la clase, el maestro les pide que,
en sus casas, elijan algún producto cuya
– Presentación del proyecto.
publicidad aparezca en distintos medios:
– Lectura de textos publicitarios.
gráficos, radiales y televisivos; recorten la
– Análisis de publicidad en diversos
publicidad gráfica y tomen nota de los
medios.
elementos fundamentales que aparezcan
– Elaboración de publicidad y propa-
en los otros medios.
gandas gráficas para analizar los
recursos.
– Organización de un debate sobre el Segunda clase
impacto social del discurso publicitario.
– Analizar los mensajes publicitarios de • Los alumnos aportan la información que
recogieron en sus casas y, con el apoyo
diversos medios de comunicación
del maestro, analizan los avisos que ellos
trajeron en función de ciertas caracte-
Primera clase rísticas del lenguaje publicitario que anota
en el pizarrón:
• El maestro organiza a los alumnos en
grupos, les explica en qué consiste el
– Es breve y conciso.
proyecto y toma en cuenta sus sugerencias
– Es original y atractivo en su presen-
para su organización y planificación.
tación.
• El maestro les reparte revistas y periódicos
– Es sugerente en su contenido.
para que vean qué publicidad traen. Cada
– Es innovador en su vocabulario.
grupo lee las que va identificando y las
comenta en función de una guía que
• Luego les sugiere que intenten identificar
presenta en el pizarrón:
los destinatarios en los avisos que no los
mencionen explícitamente. Les da algunas
– ¿Cuál es la marca del producto de cada
pistas y pide a los alumnos que digan
aviso?
otras y las anota en el pizarrón:
– ¿Qué cualidades se destacan? ¿Qué
estrategias lingüísticas y visuales se
– La apelación al tuteo suele indicar que
emplean?
el destinatario es alguien joven o que el
– ¿Qué relaciones encuentran en cada caso
anunciante intenta hacer sentir joven al
entre lo visual y las palabras? Las
que lo lee.
imágenes, ¿complementan y enriquecen
– La apelación a la belleza podría estar
el texto?
indicando que está destinado a la mujer.
– ¿A quiénes les parece que va dirigido
– La apelación a una actitud protectora
cada aviso? ¿Por qué? Indiquen edad,
remitiría a lo masculino.
sexo, profesión y clase social.
– La paciencia y la comprensión podría
sugerir un tratamiento maternal.

• Al finalizar la clase, el maestro les propone


* En Los mensajes publicitarios: el arte de la persuasión, que piensen en publicidades gráficas de
Buenos Aires, 2005.

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determinados productos y marcas inventa- – Es breve y conciso.
das con el fin de conocer más sobre el discurso – Es original y atractivo en su presen-
publicitario. Les informa que tendrán que tación.
crear logotipos (distintivos de los productos, – Es sugerente en su contenido.
como las marcas de los automóviles); y – Es innovador en su vocabulario.
escribir los correspondientes eslóganes, que – El eslogan es pegadizo.
son frases breves, pegadizas, originales y – El logotipo es llamativo.
sugerentes. Con este material les anticipa
que jugarán a descubrir de qué productos • Cuando terminan, el maestro les pide que
se trata, por lo que nadie debe comentar a copien en sus carpetas lo que ha escrito
los demás lo que ha pensado. en el pizarrón y revisen sus avisos. Entre
todos verifican si estas características
Tercera clase fueron respetadas y si las ilustraciones
complementan y enriquecen el texto.
• Se organizan en parejas y comienzan a
elaborar los avisos o publicidades bajo la Quinta clase
siguiente consigna:
“Ahora cada pareja tiene que llegar a • El maestro inicia la clase recalcando que
un acuerdo, en función de lo que cada uno la publicidad en general tiene como fin
haya pensado en su casa, sobre cuál será el persuadir al destinatario, es decir, llamar
producto que elijan y la marca que le su atención para que compre un producto
inventarán. Luego deberán ponerle un determinado o produzca un cambio en su
nombre, crear un logotipo, un eslogan y conducta.
resaltar algunas características del • Les explica que, si bien cotidianamente
producto sin decir qué es: sólo se vale llamamos a todo “publicidad”, en el len-
aludir para qué sirve y quiénes son los guaje técnico solamente se denomina así
destinatarios”. a los avisos gráficos o comerciales tele-
• Antes de que la clase finalice, cada pareja visivos que intentan vender productos o
lee su aviso y muestra el logotipo de la mar- servicios. En cambio, los que tratan de
ca. El resto de los compañeros debe adivinar producir ciertos cambios sociales que
de qué producto se trata. redunden en una mejor calidad de vida o
• El profesor les comunica que en la clase que busquen la adhesión a ciertas causas
siguiente elaborarán los avisos gráficos, de interés general o partidario, se deno-
incluyendo las ilustraciones que consideren minan “propaganda”.
adecuadas. Les solicita que traigan hojas • Divide la clase en grupos y les entrega
grandes, plumones de colores e ilustra- periódicos y revistas para que busquen
ciones o fotografías que puedan servir. propagandas en ellos e identifiquen las
causas que promocionan (por ejemplo, la
Cuarta clase apelación a que donen órganos o sangre,
al respeto a los minusválidos, a cumplir
• Los alumnos vuelven a organizarse por con las normas de tránsito, etcétera).
parejas y elaboran la versión final de los • Cuando terminan, hacen una puesta en
avisos en las hojas. común y analizan los recursos utilizados
• Mientras trabajan, el maestro vuelve a que son similares a los de la publicidad.
escribir en el pizarrón algunas caracte- • Al finalizar este análisis el profesor
rísticas ya mencionadas acerca del propone a los grupos que cada uno elabore
lenguaje publicitario. una propaganda de adhesión a una causa,

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sin decir cuál es, para que los otros grupos • El profesor pide a los grupos que lleven,
la descubran. para la clase siguiente, cartulinas,
plumones y el diseño de los dibujos que
Sexta clase acompañarán los textos.

• El docente divide la clase en grupos y les Octava clase


entrega copias del mismo material
informativo de temas humanitarios o de • Cada grupo arma su propaganda,
bienestar común –al menos cinco– que pegando el texto en la cartulina y haciendo
revistan interés para hacer una campaña el dibujo correspondiente.
de propaganda en la escuela. • Como parte de la campaña organizan un
• Los alumnos leen el material. Cuando debate sobre el impacto social del discurso
finalizan la lectura, el maestro adjudica a publicitario en los comportamientos y en
cada grupo una causa para promocionar. las creencias de la gente, y cómo este
Les informa que tienen que utilizar la medio se puede utilizar para fines huma-
información que están leyendo y la que nitarios.
anotaron respecto a las características
generales del lenguaje publicitario para Reflexión sobre el lenguaje
hacer sus propagandas. Les recuerda que
Mientras los alumnos van analizando la publici-
el objetivo es lograr que el lector se sienta
dad gráfica y radial o los comerciales televisi-
identificado como destinatario.
vos, es conveniente que el maestro les ayude a
• Esbozan los primeros borradores.
identificar los recursos lingüísticos –clases de
• Cada grupo lee su borrador, los demás
palabras, construcciones morfosintácticas, elemen-
intentan descubrir cuál es la causa y
tos fonológicos, campos semánticos, etcétera–
analizan, entre todos, la efectividad de la
usados por los publicistas para persuadir a los
propaganda.
lectores o a la audiencia a comprar determina-
dos productos, a convertirse en usuarios de cier-
Séptima clase tos servicios, o a adherirse a causas diversas. El
empleo original y creativo de estos recursos de
• Esta clase estará destinada a la revisión
persuasión incide directamente en la efectivi-
y corrección de los borradores. Los grupos
dad y la eficacia del texto publicitario.
intercambian sus borradores y proponen
El maestro puede ayudar a los alumnos a
correcciones. Luego, se devuelven los
describir y a analizar estos recursos a través de
textos revisados y se corrige lo que consi-
preguntas como las que siguen (éstas ubican,
deren necesario, tomando en cuenta las
en primer plano, los elementos lingüísticos que se
sugerencias de sus compañeros. El
ponen en juego, permitiendo que los alumnos
maestro brinda su ayuda a los grupos en
se apropien de ellos y aprendan a usarlos, crea-
todo momento.
tivamente, en la construcción de sus propios
• Al finalizar las correcciones de los textos,
textos publicitarios).
los alumnos proyectan cuáles serán las
¿Qué clases de palabras son centrales en los
imágenes que los acompañarán.
textos publicitarios? ¿Cuáles se usan para pre-
• En cada grupo se eligen dos miembros
sentar el producto? ¿Cuáles para enfatizar las
que se encargarán de pasar en compu-
cualidades de ese producto? ¿Cuáles anclan lo
tadora el texto, en un cuerpo de letra lo
dicho en un espacio y en un tiempo marcado
suficientemente grande como para facili-
por la proximidad y la inmediatez? ¿Por qué
tar su lectura.
los textos de la propaganda girarán, con ma-
yor insistencia, alrededor de verbos? ¿Cómo

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son las oraciones que, generalmente, se incluyen reiteración de signos puede mostrar la actitud
en los eslóganes? ¿Cómo se suelen usan los sig- del hablante –¡¡¡formidable!!!–, cómo la trans-
nos de puntuación? ¿Por qué muchas veces no gresión de la ortografía convencional –“Echo
se respeta la ortografía convencional en los co- (nombre de un producto de limpieza) en el bal-
merciales?, etcétera. de”–, la alteración del orden sintáctico –“Pode-
Preguntas como éstas permiten reflexionar, roso, el chiquilín”– y el juego con los distintos
por ejemplo, sobre el poder designativo de los significados de las palabras –“La llama que lla-
sustantivos –nombre de los productos–; la di- ma”– pueden emplearse como recursos pode-
mensión calificadora del adjetivo –“fragancia rosos para atraer la atención.
suave y envolvente”–, la capacidad del adverbio El maestro, al abrir este espacio de reflexión
para demarcar deícticamente tiempo y espa- que abarca léxico, sintaxis, semántica, ortogra-
cio –“Acércate ya. Tu futuro está aquí–; la fuerza fía, etcétera, hará que los alumnos adviertan con
del verbo para promover determinadas acciones mayor claridad cómo diferentes elementos
o comportamientos –“Ayúdanos a ayudar”–; la lingüísticos se ponen en juego, de distinta ma-
potencia de las unimembres en el eslogan –“X, nera, en la producción de los diversos géneros,
el sabor del encuentro”–, etcétera. Asimismo, y de qué manera su identificación y descrip-
estos interrogantes permiten advertir cómo la ción puede ayudar a elaborar mejores textos.

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La planificación de proyectos*

María Laura Galaburri

“Hay cosas que a lo mejor se te escapan Otra cosa que hacía era armar un trabajo y
y después decís ‘cómo se me escapó esto’”. [...] aunque no me quedaba conforme con el resul-
‘Yo podría haber aprovechado así...’ tado lo dejaba y ahora me doy cuenta de que
La autocrítica me está destruyendo. podemos volver con los chicos sobre el texto,
revisarlo, no darlo por terminado”. (Mabel)
(Mabel, docente)
“El problema que siempre se me plantea (qui-
Reflexiones acerca de la planificación
zás por las características de mi escuela) es la
falta de tiempo para implementar los proyectos”.
“Antes planificábamos, ahora hacemos proyectos. (Azucena)

– ¿Cuál sería la propuesta que a vos te parece


Este año a los docentes nos pidieron una nue-
que les va a interesar?
va forma de trabajo: implementar proyectos.
– Lo que pasa es que yo, hasta ahora, siempre
Esta nueva visión de enseñanza hizo que nos
traté de que surja del grupo.
planteáramos muchos problemas: qué hacer,
– No quiere decir que lo que nosotros
cómo hacerlo, etcétera. Teniendo más claro el
armemos no pueda ser cambiado, pero
panorama sobre proyectos, será más sencillo,
tenemos que ir pensando qué queremos
porque teniendo los instrumentos necesarios
que aprendan de este tema.
será más fácil llegar a cumplir nuestros propó-
– Pero, cómo lo planteo para que sea intere-
sitos y lograr que sistematicen contenidos. Pero
sante para ellos. Vos lo ves interesante,
habrá que ver cómo implementar los proyectos
podemos llevar propuestas... el asunto está
previendo tiempos, relacionando áreas, etcétera.
en que ellos lo vean interesante, que se
(Claudia)
enganchen”. (María Laura y Mabel)
“El hecho de trabajar con proyectos es algo
“Ahora, cuando hago cosas que no progra-
completamente ‘nuevo’ dado que estamos
mé lo suficiente no sale igual, te das cuenta de
acostumbrados a tanta estructuración y tiem-
que eso no va. Pasé por todos los procesos:
pos didácticos marcados. Pero la experiencia
de arrancar de un método y no desligarme de
con la implementación del nuestro nos hizo ver
él, a no sujetarme de nada y te desbandás, a
las cosas de otra manera, con más optimismo y
permitir que los chicos te manejen, como me pa-
ganas de emprender nuevos proyectos”. (Julia)
saba el año pasado. En esto creo que aprendí mu-
cho”. (Adriana)
Se podrían seguir presentando testimonios de
“Yo decía que planificaba por proyectos, pero maestros que ponen sobre la mesa la confusión
nada que ver. Creía que eran proyectos, me que se genera cuando se utilizan las nuevas
parecía que yo estaba en el cambio. Lo que propuestas didácticas para desechar conceptos
hacía eran actividades aisladas [...]. y reemplazarlos sin que se acompañe una
reinterpretación de los mismos.
Ésta no es una responsabilidad exclusiva del
* En La enseñanza del lenguaje escrito. Un proceso de maestro. Es una responsabilidad que comparte
construcción, Buenos Aires, Novedades Educativas, con las autoridades que, a través de documen-
2000, pp. 117-126. tos o circulares, instituyen cómo debe trabajarse

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sin instrumentar la capacitación requerida para • ¿Qué necesita saber un docente para
que el mismo sea posible. Es una responsabili- planificar un proyecto que lo ayude a
dad que también compartimos los capacita- cumplir sus propósitos?
dores de docentes, cuando no respetamos los • ¿Por qué será necesario prever los tiempos
procesos de construcción de la propuesta didác- de enseñanza? ¿Cómo se organiza ese
tica que llevan a cabo los maestros, por no en- tiempo? ¿Influyen las características del
tender que construir es reconstruir y que hay grupo en esta organización?
que reconstruir sobre lo que ya se construyó.
Pero este reconocimiento puede ser útil sólo Estos problemas fueron enfrentados por Mag-
si sirve para tomar conciencia de la necesidad dalena, la maestra de 7° año, cuando decidió
de diferenciar cuándo una propuesta de cam- planificar el proyecto de escritura de cuentos de
bio responde a “los productos de la búsqueda terror. Al analizar la experiencia en capítulos
científica de soluciones a los graves problemas anteriores,1 hemos puesto de manifiesto las de-
educativos que confrontamos” o “al dominio liberaciones que posibilitaron al docente tomar
de la moda” (Delia Lerner, 1994). decisiones para plantear el contenido a ense-
Entonces, si la planificación de proyectos se ñar: la escritura de cuentos de un subgénero
constituye en una alternativa en la búsqueda de particular.
soluciones a los problemas de la enseñanza, ha- Allí se hizo referencia a los proyectos como
brá que distinguir qué problemas pretende re- una forma de organizar el tiempo didáctico.
solver y de qué manera. Sólo así será posible Previamente había planificado una actividad
recuperar la potestad sobre la propuesta didác- permanente de lectura de cuentos para que los
tica que cada docente o cada institución esco- alumnos actuaran como lectores de los textos que
lar va construyendo. iban a escribir. Es decir, los proyectos o activida-
des permanentes son opciones. El contenido que
Problemas didácticos a enfrentar pretendemos enseñar, los propósitos y la histo-
ria del grupo de alumnos, guiarán la toma de
La lectura de los testimonios de las docentes
decisiones, indicando cuál es la más adecuada.
permite interpretar el planteo de problemas
Es así como la planificación de proyectos
didácticos.
enfrenta al docente con éstos y otros problemas
• ¿Por qué planificar proyectos?, ¿qué aporta
didácticos. La didáctica de la lengua aporta
esta forma de organizar la enseñanza?
conocimientos para resolverlos –más aún cuan-
¿Qué otras formas conviven con ellos?
do están apoyados en la investigación– sobre
• ¿Qué es lo que hace que un trabajo sea
los cuales podemos reflexionar y recoger los
interesante para los alumnos?
aportes útiles en los momentos de deliberación
• ¿Quién planifica: el alumno, el docente,
que se presentan.
ambos? En el caso de que optáramos por
Deliberar es decidir cómo actuar en una situa-
una planificación conjunta entre los
ción concreta. Para ello, es necesario considerar
alumnos y el maestro, ¿es posible concertar
las alternativas posibles, analizar las consecuen-
los contenidos y los planes de acción?
cias implicadas en la elección de cada una de
• ¿Hace falta seguir un modelo de
ellas. Sopesarlas según los propósitos que nos
planificación?
hayamos planteado. Y elegir… no “la correc-
• ¿Cómo contribuir a que los alumnos se
ta”, sino la más adecuada.
desenvuelvan cada vez con mayor
Volvamos al problema que enfrentó Magdale-
autonomía?
na: ¿cómo organizar el trabajo en el aula para que
• ¿Qué papel juegan las actividades en una
se escriban cuentos de un género en particular?
planificación por proyectos?, ¿cómo se
seleccionan?, ¿con qué criterios?
1
Referimos a la experiencia llevada a cabo por la docente
Magdalena Moyano, analizada en el capítulo 3.

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Es una propuesta de escritura. Esto lleva a Ambas alternativas son viables. ¿Por qué, en
optar por la organización de un proyecto. Ahora este caso concreto, la opción de empezar por la
bien, en el análisis de esta alternativa, encuen- actividad permanente de lectura es considerada
tra que los alumnos no han leído los suficientes más adecuada?
cuentos como para colocarlos en la posición del En la crónica, Magdalena menciona su pre-
que escribe cuentos de ciencia ficción o de te- ocupación, compartida con otros docentes de
rror. Aquí es posible pensar en dos opciones. la escuela, sobre la falta de concurrencia a la
Planifica primero una actividad permanente de biblioteca por parte de los alumnos para solici-
lectura para que los alumnos tengan la posibi- tar libros de literatura. Si en su historia escolar
lidad de interactuar intensamente con esos tex- aún no habían encontrado el sentido a leer tex-
tos o comienza con el proyecto de escritura, en tos literarios, ésta era una oportunidad para
el cual leerán los cuentos de autor sabiendo que Magdalena de asumir la responsabilidad de
ellos van a escribirlos después. procurar que avancen en su formación como
Comenzar por la actividad permanente de lectores. La actividad permanente se manten-
lectura posibilita a los alumnos desempeñarse dría durante el primer cuatrimestre y, luego,
como lectores, es decir, leer los cuentos desde el esta organización del trabajo en el aula se trans-
lugar del que busca ser provocado por ellos, formaría en un proyecto de escritura. Ambas
dejarse llevar por el suspenso, el miedo o las con- posiciones, la de lector en una primera etapa y
diciones de posibilidad planteadas desde la luego la de escritor, harán que los alumnos re-
ciencia ficción; construir una interpretación que curran a los textos literarios con diferentes pro-
les permita situarse frente a la relación que el pósitos y desde diversos modos de leerlos.
texto plantea con el mundo a través de la histo-
ria. En suma, vivir desde la posición del lector La planificación de proyectos
lo que provoca la escritura. Una vez que los
Focalicemos la mirada en los aportes que defi-
alumnos experimentaran esto o empezaran a
nen a los proyectos. Desde ellos será posible
asumir el desafío de la lectura, se podría comu-
establecer la reflexión que permita distinguir
nicar la propuesta de escritura y establecer con
si resuelven los problemas señalados.
los alumnos cuándo iniciarla. Así, mientras si-
guen leyendo, tienen la posibilidad de ir ges-
Un proyecto:
tando la historia que ellos contarán.
• Implica un conjunto de actividades diversas
Comenzar por el proyecto de escritura po-
pero unidas por un hilo conductor: la
sibilita a los alumnos encontrar sentido al escri-
resolución de un problema.
bir en la escuela. Se podría definir con ellos cuál
• Implica la elaboración de un producto
subgénero elegir. La primera etapa estaría desti-
tangible, por lo que hay que contemplar el
nada a la lectura del corpus de textos que el
tiempo que lleva el proceso de producción
docente ha seleccionado, con la finalidad de ge-
y las acciones necesarias para que éste sea
nerar el acercamiento a la particularidad de
posible.
estos cuentos. Seguramente, aunque no hayan
• Permite coordinar los propósitos del
leído muchos antes, habrán visto películas de
docente con los de los alumnos, con-
ciencia ficción o de terror, lo que les permitiría
tribuyendo a preservar el sentido social
reconocer el pedido de la maestra y ciertos ras-
de la lectura y la escritura y a dotarla de
gos del subgénero en cuestión. Si éste es el caso, se
un sentido actual para los niños.
podría pedir que leyeran los textos con el propó-
• Implica la condición de resolución
sito de diferenciar los recursos utilizados por el
compartida.
cine y por la literatura para dar miedo o crear
• Necesita planificación.
suspenso, a qué personajes recurren, cómo los
caracterizan, etcétera. La segunda etapa comen-
Analicemos esto con detenimiento.
zaría con la escritura de sus propios cuentos.

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Un proyecto implica un conjunto de ACTIVI- al alumno a hacer evolucionar los conocimien-
DADES DIVERSAS pero unidas por un hilo tos anteriores, cuestionarlos, elaborar nuevos.
conductor: la resolución de un problema.
¿Cómo plantear problemas cuando el conteni-
do sobre el cual se está trabajando es la len-
Si releemos la experiencia llevada a cabo por gua escrita? La respuesta es simple: usando
Magdalena, encontramos que el compromiso la lengua escrita, leyendo y escribiendo.
de los alumnos para con la escritura y el pro- Es un problema explorar un texto para
yecto de producir una antología fue grande. El buscar una información que se necesita cuan-
trabajo propuesto fue “interesante” para ellos. do uno todavía no sabe leer un artículo que
El interés de los alumnos se pone en juego cuan- no ha sido escrito especialmente para niños
do la actividad les presenta un desafío que es- sobre el tema del proyecto que se está desa-
tán en condiciones de enfrentar. rrollando; es un problema descubrir las carac-
Una situación didáctica debe plantear pro- terísticas del estilo de un escritor cuando se
blemas a los alumnos, es decir, debe plantear trata de escribir “a la manera de” ese autor;
“una situación para la cual los niños no poseen es un problema escribir una noticia o un cuen-
todos los conocimientos ni todas las estrategias to de ciencia ficción respetando las caracte-
necesarias para poder resolverlo íntegramen- rísticas del tipo de texto en cuestión... (Delia
te. Su resolución genera la necesidad de coor- Lerner, 1996).
dinar o resignificar conocimientos anteriores”
(M. Castedo, 1995). Por otro lado, es conveniente que el problema
Si la situación que se plantea permite a los sea rico y abierto (Delia Lerner, 1996), es decir, que
alumnos resolverla en forma inmediata, quiere permita a los alumnos tomar decisiones, elegir
decir que no les ha presentado dificultad, un procedimientos o caminos diferentes.
nuevo desafío, la posibilidad de poner en jue- ¿Cuáles son las condiciones para que la
go sus conocimientos para construir otros nue- propuesta de escribir cuentos de un subgénero
vos o de establecer nuevas relaciones entre los particular constituya un problema para los
ya elaborados. Es decir, no plantea la posibili- alumnos?
dad de aprendizaje. Es primordial que hayan leído previamen-
Entonces, la idea de obstáculo es importan- te el corpus de textos seleccionado por el do-
te, porque implica que se hace necesario poner cente para que la consigna de escribir un cuento
en juego los conocimientos anteriores adecua- de terror cobre sentido en el campo de conoci-
dos para resolver el problema. Y en esta puesta miento de los alumnos. No hará falta explicar-
en juego, los alumnos tienen la posibilidad de les cuáles son las características textuales, ni
experimentar que dichos conocimientos, si bien cuál es el léxico, ni cuál es la organización de
son adecuados, no son suficientes. Se hace nece- ese tipo de textos. El hecho de tener que escri-
saria la construcción de un nuevo conocimiento bir cuentos para la antología hará que ellos
o, como dijimos antes, de una nueva relación mismos se pregunten por estos aspectos y po-
entre los conocimientos que se poseen. drán recurrir a los libros leídos para realizar
Sólo hay un problema si el alumno puede las consultas pertinentes mientras los estén es-
comprenderlo, percibe una dificultad y prevé cribiendo.
acciones tendientes a resolverlo. Es necesario
que la situación le permita disponer de sus co- Leer como escritor, eso hicieron los alumnos de
nocimientos anteriores, ya que si la dificultad Magdalena cuando buscaron en cuentos de au-
es demasiado grande, queda desarmado frente tor cómo se hace, qué recursos se utilizan para
a ella y lo desmoviliza. La dificultad debe ofre- dar miedo. Así, los nuevos conocimientos “se
cer una resistencia suficiente como para llevar generan como respuesta a preguntas que ra-

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ramente aparecen cuando uno se comporta Al tratarse de un proyecto a mediano plazo,
como lector –la lectura plantea otros inte- Magdalena podía compartir la planificación de
rrogantes– pero que, en cambio, se imponen la tarea con sus alumnos: acordar tiempos, for-
cuando uno se involucra en la producción del mas de trabajo, ajustar pautas necesarias para
texto. [...] Los problemas aparecen así en toda hacer efectiva la producción de la antología.
su complejidad, son el punto de partida para Es por ello que es necesario anticipar la se-
la elaboración de nuevos conocimientos” cuencia de situaciones que propondremos a
(Delia Lerner, 1996). nuestros alumnos. Esta secuencia no es un lista-
do de actividades inconexas e intercambiables.
El trabajo no fue fácil para ellos, las diferen- Se constituye en un plan de acción, un plan de
tes versiones del cuento lo ponen en evidencia. trabajo. Una vez anticipada la secuencia se dise-
Es importante poder interpretar las afirmacio- ñarán las situaciones didácticas para constituir
nes expresadas por los alumnos o sus produc- en el aula las condiciones didácticas que res-
ciones como una información de su estado de guarden las prácticas de lectura y de escritura.
saber. Así, podremos comprobar, una vez más,
que los conocimientos no se apilan uno sobre otro. Un proyecto permite coordinar los propósitos
Un nuevo conocimiento cuestiona las concep- del docente con los de los alumnos contribu-
ciones del alumno originadas por el conocimien- yendo a preservar el sentido social de la lectu-
to anterior… ra y la escritura y a dotarlas de un sentido ac-
tual para los niños.
Y debe cuestionarlas... para que sea posible la
reconstrucción.
El propósito de Magdalena es claro y tiene la
Un proyecto implica la elaboración de un suficiente complejidad como para pensar en lar-
producto tangible, por lo que hay que con- gos plazos y en la posibilidad de que los alum-
templar el tiempo que lleva el proceso de nos se enfrenten en otra ocasión con la escritura
producción y las acciones necesarias para que de cuentos.
éste sea posible. El problema didáctico es cómo hacer para que
este objeto de enseñanza –la escritura de cuentos
de terror– se transforme en objeto de aprendizaje
Un proyecto implica la elaboración de un para los alumnos. Para que esto ocurra ellos tie-
producto tangible para los alumnos: la escritura nen que poder otorgar sentido a la escritura y a
de una carta de lectores para el periódico de la lectura que pretendemos enseñarles. Escribir
la zona, la producción de un casete de poemas, la cuentos para una antología otorga sentido en el
producción de fascículos sobre temas de cien- aquí y ahora de los alumnos. Acordar los tiempos
cias naturales o sociales, la antología de cuentos... de trabajo, la manera de editar el libro, hace que
Esto supone la previsión de las acciones que será cobre sentido la propuesta de escritura. Compro-
necesario realizar para concretarlo y del tiempo bar que sus textos “no dan miedo” hace necesario
que será necesario dedicar o del que se puede para ellos leer como escritores y elaborar nuevos
disponer. conocimientos sobre los recursos literarios que
Así, podremos diseñar proyectos a corto plazo permiten generar suspenso.
–podrán durar pocos días, por ejemplo, escri- Con esto no se pretende afirmar que toda
bir una carta de lectores sobre un tema que ha propuesta de escritura tiene que finalizar en una
surgido como emergente en el barrio de la escue- publicación. El tomar la práctica social de es-
la–, a mediano o a largo plazo –producir una an- critura como referencia permitirá desplegar las
tología de cuentos puede llevar varios meses diferentes situaciones en las que pueda contex-
de trabajo–. tualizarse.

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Un proyecto implica la condición de resolu- y escribir en la escuela y sostener el proceso
ción compartida. didáctico que hemos elegido. Además, permi-
te mantener la continuidad entre las diferentes
propuestas y asegurar la diversidad en las prác-
Como afirma M. Castedo (1995): ticas de lectura y escritura que se enseñen en
las situaciones comunicativas que las generen.
Más allá de que el texto en cuestión se escriba Habrá que decidir:
individual, colectivamente o por equipos, el
proyecto es un proceso de elaboración colec- • Cuál es la práctica social de escritura que
tivo de los niños con su docente. Su sentido se toma como referencia y se pretende
es el de un compromiso constante por cons- enseñar.
truir certezas compartidas y por discutir las • Qué condiciones de las que generan esa
incertezas que permitirán a todos compren- práctica social vamos a reproducir dentro
der el texto y comprenderse mejor entre pa- del aula.
res para realizar la tarea. • Cuál es la situación comunicativa que
hace que el texto a escribir sea el
Es así como este compromiso constante, ge- adecuado.
nerado durante la escritura, hace posible que los • Qué grado de formalidad tendrán esos
que participan de un proyecto colectivo colabo- textos según la situación en la que se
ren en las tareas a realizar. Si bien la escritura generen.
de los cuentos era grupal, todos formaban par- • Cuál será el problema que dirija la acción
te de esa comunidad de lectores y escritores que del proyecto.
los estaban gestando. Cada grupo tenía sus res- • El corpus de textos que se leerá o
ponsabilidades frente a la tarea colectiva, cada consultará.
miembro tenía sus responsabilidades frente a • La conveniencia o no de la escritura o la
su grupo. La crónica de la maestra y las produc- lectura por parte del docente.
ciones de los alumnos ponen en evidencia que • El plan de acción o secuencia de
los chicos son capaces de asumirlas. actividades.
Si todos, alumnos y docente, pueden sentir- • En qué momentos será conveniente la
se partícipes de un proyecto colectivo que los escritura o lectura en pequeños grupos,
compromete, se favorece la colaboración en colectiva o individual.
la construcción de un campo de conocimientos • Qué contenidos podrían convertirse en
que guíe la lectura presente en la revisión. Así, objeto de reflexión.
los problemas que los autores no pueden ver • Cómo va a intervenir el docente.
en sus textos, podrán ser visualizados por sus
compañeros. Y, si ni los autores ni los compa- Como dicen Mirta Torres y Stella Ulrich
ñeros pueden reparar en los problemas del tex- (1991):
to, está el docente para deliberar y decidir si
diseñará una situación para abordarlos con sus Nuestra tarea didáctica así organizada parece
alumnos –como lo hizo Magdalena– o los pos- resultar más coherente con la concepción del
tergará para otra oportunidad. aprendizaje como proceso de construcción
paulatina. De todas maneras, es el maestro
Un proyecto necesita planificación. quien capitaliza los problemas que se presen-
tan, para que las acciones –aun causales y ais-
ladas– se integren en un proceso que permita
Planificar es tomar decisiones para que las elaborar contenidos nuevos a partir de otros
condiciones didácticas creadas posibiliten leer ya existentes.

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Ante la pregunta: ¿hace falta seguir un mo- lado, de planificar las situaciones didácticas que
delo de planificación?, la experiencia recogida ayuden a sostener el proceso de enseñanza; por
a lo largo de muchos años de trabajo en docen- el otro, de llevar un registro de las propuestas
cia y con docentes nos hace afirmar que, si el realizadas con la finalidad de constituir la his-
modelo de planificación se exige como un formu- toria de lectura y escritura de los diferentes gru-
lario a completar, no se convierte en instrumen- pos escolares.
to para la enseñanza. El trabajo didáctico es el que hace posible
Entonces, en lugar de plantearnos como pro- que los alumnos asuman como propio el pro-
blema ¿hace falta seguir un modelo de planifi- yecto de escritura. Planificar es tomar decisiones
cación?, es preciso asumir la necesidad, por un que permitan sostener el trabajo didáctico.

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La evaluación del proyecto diseñado*

María Laura Galaburri

La finalidad esencial de la evaluación es reorien- • La situación didáctica diseñada para el


tar la enseñanza con el fin de asegurar que los docente.
alumnos avancen como lectores y escritores. • El proceso llevado a cabo por el niño
La propuesta didáctica que estamos adop- como resultado de la interacción entre
tando supone constituir la evaluación dentro lo que la situación didáctica le plantea y lo
del proceso pedagógico y no separada de él. que él aporta al aprender.
Así, la evaluación se relaciona con la situación • El contexto institucional en el cual se da
didáctica en la que el aprendizaje se produce y la enseñanza.
con la relación didáctica que se establece.
Evaluar es volver sobre nuestra propia La situación didáctica diseñada
práctica con la finalidad de reconsiderar las de-
Evaluar la situación didáctica es considerar la
cisiones que hemos tomado. Es hacer de la tarea
forma de relación que el docente planteó entre
docente una profesión que asume la respon-
los alumnos y los contenidos escolares con el pro-
sabilidad de la enseñanza y que está atenta a
pósito de que éstos construyan conocimientos
no reproducir acríticamente las tradiciones o las
sobre los contenidos propuestos.
propuestas innovadoras.
Es importante tener en cuenta la toma de
Esto lleva a reconstruir la experiencia rea-
distancia que supone e impone la reflexión.
lizada, volver a mirar lo que ha sucedido en el
Sin esta toma de distancia, el docente puede
aula con el fin de identificar aquello que se ha
convertirse en objeto de la evaluación y no es
podido concretar y desarrollar, reconociendo las
esto lo que ayuda a reconsiderar la tarea de en-
tensiones o contradicciones que se han genera-
señanza.
do (Gloria Edelstein, 1995).
Recuperar tanto las experiencias positivas
Lleva también a reconstruirse a sí mismos
como las que no consideramos satisfactorias y
como docentes, reconsiderar las intervencio-
analizar los motivos permite volver sobre lo ya
nes, las decisiones que se han tomado en el di-
hecho, sobre lo que ya se ha dado por terminado,
seño del proyecto y las que se han tenido que
ya no para modificar lo realizado sino para “mo-
tomar durante el transcurso del mismo.
dificar la comprensión” sobre las relaciones que
Lleva a reconstruir los supuestos acerca de
pudimos establecer dentro del aula. Esto puede
la enseñanza del lenguaje escrito que están en la
llevar a reconstruir la propuesta didáctica y di-
base del proyecto diseñado y de las acciones
señar desde ella un nuevo proyecto u otra mo-
que efectivamente ocurrieron.
dalidad de enseñanza que permita el avance en
Para ello, es necesario recurrir a la reflexión
el aprendizaje de los alumnos.
individual y compartirla con otros para que
ayuden a descubrir nuevas visiones de los he-
Puede evaluarse, por ejemplo, que la propuesta
chos y de las personas. Así se enriquecerá la
de reescribir para la radio las noticias seleccio-
propia mirada.
nadas del diario hizo que la voz del periodista
Podemos decir que, desde este lugar, eva-
–como voz impersonal, anónima, realizada en
luar significa considerar:
tercera persona– se pusiera en juego como
contenido en acción. Esto es, los alumnos han
usado la tercera persona como marca imper-
* En La enseñanza del lenguaje escrito. Un proceso de sonal para responder a la situación de escri-
construcción, Buenos Aires, Novedades Educativas,
2000, pp. 127-134.

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de distancia entre el autor y su texto lo ayuda a
tura, pero no han reparado en el conocimiento construir un campo de conocimientos que le
producido, no se ha convertido en objeto de permite reorientar la escritura. De la misma
reflexión, por lo tanto no estamos seguros de su manera, la toma de distancia entre el docente y
reutilización en otra ocasión. la situación didáctica en la que él participó lo
Podamos preguntarnos ¿cómo generar la ayudará a construir un campo de conocimien-
reflexión sobre ese contenido para que pueda tos que reorientará su propuesta didáctica.
ser identificado y se organice e integre a los Desde esa posición es posible que considere
otros saberes? ¿Cómo constituir la situación las condiciones que ha creado para que el apren-
didáctica de manera que la elección de la voz dizaje de los alumnos avance y para promover
del periodista sea un problema para ellos? las diferentes interacciones involucradas en el
Experiencias anteriores con otros alumnos proyecto.
nos llevan a reparar en lo siguiente: cuando el Por ejemplo:
grupo escribió textos periodísticos en los que
tenía que dar cuenta de acontecimientos en los • La situación planteada ¿fue realmente un
que estaba implicado (una crónica sobre el de- “problema” para los alumnos? ¿Posibilitó
sarrollo de una actividad escolar), el “nosotros” la reconstrucción de sus conocimientos
era la marca constante de sus escrituras. Daba estableciendo nuevas relaciones o modi-
cuenta de su participación en el hecho. ficándolos?
Si colocarlos en el lugar de periodistas que • ¿Se planteó de manera abierta permi-
relatan los hechos en los que están implica- tiendo al grupo resolverlo de diferentes
dos podría generar la reflexión que buscamos formas, utilizando sus propias estrate-
era una hipótesis viable, había que cambiar gias?
las condiciones didácticas en las que la situa- • ¿Qué condiciones de la práctica social de
ción de escritura se presentaba. escritura o de lectura se han podido repro-
Entonces, el proyecto de escritura siguien- ducir en el aula?
te se centraría en la producción de un texto pe- • ¿Qué problemas de los anticipados
riodístico que diera cuenta de un hecho en el pudieron enfrentar los alumnos?
que ellos se implicaran: el campamento que • ¿Qué contenidos pudieron convertirse
iban a realizar. El “ellos” –representado por “los efectivamente en objeto de reflexión? ¿Los
alumnos de 6° C…”– o el “nosotros” podría pre- mismos alumnos los convirtieron en ob-
sentarse en las escrituras de los alumnos. Sería servables o el docente tuvo que plan-
posible la reflexión sobre la voz del periodista tearlos? ¿Cómo se ha procedido?
a adoptar y la discusión sobre los efectos que • ¿Se generó discusión e intercambio? ¿Qué
generaría en el lector la decisión que tomasen. fue lo que lo favoreció?
La evaluación de la nueva situación didác- • ¿Qué cambios tuvieron que hacer sobre
tica generada permitirá considerar si esta de- lo previsto y en función de qué fueron
cisión promovió lo esperado. hechos?
• Las situaciones de lectura y de escritura
Como puede apreciarse, al evaluar el proyec- ¿resultaron suficientes y pertinentes en
to diseñado es necesario que el docente pueda función de los propósitos propuestos?
mirar lo sucedido en el aula situándose en el ¿Se otorgó el tiempo necesario para que
lugar de alguien que fue testigo de lo que allí los alumnos revisaran sus textos? ¿Se
ocurrió. Es un lugar semejante al que ocupa el diseñaron situaciones en las que tuvieran
escritor cuando revisa su texto. Tiene que leer- la oportunidad de confrontar con sus
lo descentrándose del lugar de autor para colo- compañeros o con el texto las interpre-
carse en el lugar del lector potencial. Tiene que taciones construidas a través de la lectura?
leerlo como si él no lo hubiera escrito. Esta toma

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• Las modalidades de trabajo elegidas –in- realizado. Para ello, es un principio esencial
dividual, grupal o colectiva– ¿resultaron focalizar la evaluación en el proceso desarro-
adecuadas para el sentido de cada situa- llado por los niños. Es decir, dirigir la mirada
ción? hacia los progresos en relación con lo que fue
• ¿Cómo se evalúan las intervenciones di- considerado como contenido de enseñanza.
dácticas en los diferentes momentos del Investigaciones didácticas han puesto en
proyecto? ¿Fueron adecuadas? ¿Permi- evidencia: Que lo que los chicos habían apren-
tieron el avance en la reconstrucción del dido acerca de la escritura se reflejaba mucho
contenido sobre el cual están trabajando más en las discusiones que sostenían en clase
los alumnos? que en los textos en tanto productos. Los textos
• ¿Se posibilitó la reflexión sobre lo realiza- también mostraban –por supuesto– que los chi-
do y sobre las decisiones que los alumnos cos habían aprendido mucho, pero siempre
han tomado? daban una visión mucho más parcial del apren-
dizaje que la que podía obtenerse al leer en los
Esta revisión –que de ningún modo se propo- registros de clase las discusiones de los niños du-
ne como un formulario a responder sino como rante el proceso de revisión de estos textos” (D.
posibles aspectos a considerar– puede consti- Lerner, 1997).
tuir la toma de conciencia de las condiciones ¿Qué criterios utilizaríamos para determi-
didácticas que se han podido generar y sostener nar los progresos realizados por los niños al
durante la implementación del proyecto. Eva- comparar sus producciones y desempeño con
luar los aprendizajes de los alumnos sin consi- lo que eran capaces de hacer ellos mismos en
derar las condiciones didácticas en las que éstos momentos anteriores?
se produjeron puede llevarnos a errar el rum- Cuando las prácticas de la lectura y de la es-
bo hacia el mejoramiento de la enseñanza. critura son consideradas como objeto de enseñan-
za, es necesario observar, “tomar nota”, registrar,
El proceso llevado a cabo por el niño buscar datos que nos permitan ver:
En el marco de la propuesta didáctica que sos-
• Cómo proceden como lectores o pro-
tenemos, la evaluación del proceso llevado a
ductores de textos.
cabo por el niño es el resultado de la interacción
• Qué características de los textos van
entre lo que la situación didáctica le plantea y
poniendo en acción, cuáles se van convir-
lo que él aporta al aprender. Así, idénticas si-
tiendo en herramientas para el control de
tuaciones didácticas generarán efectos diferen-
los textos que producen o para la cons-
tes en los niños. Es preciso aceptar que lo que
trucción de su significado y cuáles aún
puede representar un verdadero problema para
no son tenidas en cuenta o requieren un
unos puede no serlo para otros, habrá variacio-
nuevo abordaje en otra situación.
nes individuales en los resultados que se obten-
• Qué aspectos del sistema de escritura
gan… Considerar al grupo de alumnos implica
van considerando, cuáles de ellos han
aceptar su diversidad y sus diferentes histo-
podido convertir en objeto de reflexión,
rias en relación con el lenguaje escrito y con la
a qué conclusiones provisorias han ido
escuela.
arribando.
Por otro lado, es importante propiciar la par-
• Cómo han progresado en autonomía en
ticipación de los alumnos en el proceso de eva-
la lectura y la escritura.
luación para ayudarlos a tomar conciencia de
su aprendizaje.
A partir de la evaluación que realicemos,
La evaluación tiene que permitirnos estable-
tanto de la situación didáctica diseñada como
cer cuáles fueron los progresos en el aprendi-
de los aprendizajes de los alumnos, se podrá
zaje generados a través del trabajo didáctico
establecer qué nueva situación es posible pla-

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nificar, de manera que el conocimiento pro- escritura de cuentos y luego en uno de los ítems
visorio construido pueda volver a ponerse en de la evaluación de lengua se les propone que
acción. escriban un cuento en menos de lo que dura una
Es así como la evaluación del aprendizaje de hora de clase. Sin embargo, entienden que así son
los alumnos posibilita reorientar la enseñan- las reglas del juego que en ocasiones se les plan-
za –a partir de los datos que recoge el maestro tean y no aceptarlas implicará una dificultad
para revisar su tarea– y reorientar el aprendi- para su promoción.
zaje –a partir de los datos que recoge el alum- Tomar conciencia de esto nos lleva a retomar
no para retomar o reafirmar lo aprendido. el significado de la evaluación y generar proce-
sos reflexivos respecto de la propia práctica.
El contexto institucional Sabemos que éstas no son opciones que puede
elegir el maestro de manera solitaria y, a veces,
Si pretendemos abordar este aspecto es porque
no son opciones que puede elegir la institución
no puede separarse del análisis que se realice,
escolar. Como dijimos anteriormente, es necesa-
ya que tenerlo en cuenta es considerar el contex-
rio recurrir a la reflexión individual y compar-
to en el que la enseñanza y el aprendizaje tuvie-
tirla con los otros docentes y equipo directivo
ron lugar.
para ayudarse a descubrir nuevas visiones de los
En especial queremos referirnos a la toma
hechos y de las concepciones que se busca soste-
de conciencia acerca del lugar que ocupa la eva-
ner. De esta manera, podrá encontrarse una al-
luación en las instituciones educativas.
ternativa que lleve a no reproducir acríticamente
La actividad evaluativa en los marcos insti-
la función de la evaluación como presión mo-
tucionales ha puesto en evidencia históricamente
deladora de la propuesta didáctica, como una
la problemática del poder y del control, en dife-
manera de controlar desde afuera el proceso
rentes ámbitos: áulico, institucional y social. Si
tanto de enseñanza como de aprendizaje que
la evaluación se convierte en una presión mo-
ocurre dentro de las aulas.
deladora de la práctica de enseñanza, si sirve
como vía para sancionar el progreso de los alum-
nos determinando la promoción, resulta difícil
Evaluar la propuesta didáctica
poner en el centro la propuesta didáctica y ha- Evaluar es realizar un análisis de las acciones
cer de la evaluación una herramienta del cono- didácticas desde un marco teórico determinado.
cimiento. La propuesta didáctica que estamos construyen-
En ocasiones se observa que la enseñanza se do y que ha orientado las decisiones necesita ser
realiza en un clima de evaluación constante que reconsiderada.
comunica criterios internos de calidad en los Cuando se ha optado por un proceso didácti-
procesos por realizar y en los productos espe- co que propone a los alumnos reflexionar sobre
rados. En estas condiciones, es difícil distinguir los contenidos a partir de los problemas que les
los procedimientos efectuados como función presenta el lenguaje escrito mientras escriben o
evaluadora –en los términos que la hemos defi- leen, es preciso volver sobre nuestras concepcio-
nido– de los realizados con intención sancio- nes sobre:
natoria.
Es así como los alumnos aprenden a ser eva- • Enseñanza.
luados, aprenden el “oficio de alumno”, apren- • Aprendizaje.
den las reglas del juego. Pueden no entender • Lectura y escritura.
para qué el nuevo maestro les pide que revisen • La transformación que opera en las
su texto si al final él va a ser el que los corrija y prácticas sociales de lectura y escritura
dictamine qué está bien y qué no. Puede no en- al considerarlas como contenidos de
tender por qué dedicaron más de dos meses a la enseñanza.

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• El contrato didáctico a establecer. • ¿En qué momentos nos fue útil recurrir a la
• Las condiciones didácticas a crear en el práctica social de lectura o escritura –exis-
aula. tente en el afuera de la escuela–, para tomar
• Las formas de organizar la enseñanza. decisiones que ayuden a resguardar su
• Evaluación. sentido?
• ¿El dominio del conocimiento a enseñar
Desde estas concepciones es posible com- fue suficiente como para distinguir qué
prender las razones por las cuales las acciones necesitaban aprender los alumnos y para
didácticas han favorecido o no el avance de los poder diseñar las situaciones didácticas
alumnos como lectores o escritores. Es así como que les permitieran aprenderlo? ¿Fue
no será posible mantener una propuesta didác- suficiente el conocimiento acerca de cómo
tica en el primer ciclo que se proponga sólo la aprenden los niños para poder observar
lectura fluida por parte de los alumnos. Si bien qué problemas enfrentaban mientras leían
éste es un desafío fundamental en el primer tra- o escribían textos?
mo de la escolaridad, lector no es el que puede • ¿Se tuvo en cuenta la historia de lectura o
sonorizar un texto sino el que puede recurrir de escritura de los alumnos al diseñar el
a la lectura para resolver los problemas que se le trabajo en el aula? ¿Se tuvieron en cuenta
presentan –sea la búsqueda de información, sea las estrategias o contenidos que ellos ponen
el conocer la historia narrada, sea el querer com- en acción mientras leen o escriben? ¿Se
partir con otros los acontecimientos de su co- pudo anticipar qué contenidos podrían
munidad–. Sólo en el contexto de situaciones convertirse en objeto de reflexión, es decir,
genuinas, los alumnos pueden aprender a desem- ser problema para ellos?
peñarse como lectores. Entonces, esa propuesta • Frente a la naturaleza del conocimiento a
didáctica podrá reformularse revisando, en pri- enseñar, ¿realmente se le ha considerado
mer lugar, los propósitos de la formación de como un conocimiento complejo y pro-
lectores y las prácticas de lectura que están sos- visorio?, es decir, ¿se ha presentado el
teniendo las situaciones diseñadas. lenguaje escrito con toda su complejidad o
La finalidad es: se lo ha desmenuzado en partes para poder
enseñarlo?, ¿se ha pretendido que los
• Consolidar el proceso de construcción de alumnos alcancen el conocimiento correcto
la propuesta didáctica que hemos iniciado. o se les ha permitido realizar aproxima-
• Realizar las transformaciones que consi- ciones que resulten de la reconstrucción de
deremos necesarias, ya sea en un sentido sus conocimientos anteriores?
particular o general. • Las intervenciones previstas ante los pro-
blemas anticipados como posibles de
Es así como esta revisión puede constituir la convertirse en objeto de reflexión, ¿fueron
toma de conciencia sobre la propuesta didácti- las adecuadas o se tuvieron que considerar
ca que se ha podido generar, los aspectos que otras?
puede consolidar y aquellos que se está en con- • ¿Qué problemas de organización de la clase
diciones de transformar. De esta manera, se no fueron previstos y cuáles formas de
abrirá la posibilidad a nuevas búsquedas y organización previstas fueron efectivas?
replanteos que dirijan las próximas decisiones. • Teniendo en cuenta que un acto de
Preguntarnos por ejemplo: voluntad del maestro no es suficiente para
devolver a los niños el derecho a construir
• ¿Qué propósitos dirigieron nuestras el conocimiento en el marco escolar, ¿se
acciones?, ¿cómo se relacionan con los pudo lograr que la corrección, por ejem-
propósitos que nos habíamos planteado? plo, dejara de ser una función privativa

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del docente y pasara a ser compartida por Cuando existe un marco institucional que
maestro y alumnos?, ¿se pudo delegar favorece el trabajo con proyectos de aula, maes-
provisoriamente el control del trabajo que tros y directivos participan en su planificación
implicaba el proyecto para que los alumnos y se abre un espacio de reflexión conjunta para
asumieran su compromiso para con la tarea el diseño, implementación y evaluación de di-
y con su propio aprendizaje? cho proyecto, es más probable que los docen-
tes avancemos en el proceso de construcción
de una propuesta didáctica.

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Evaluación: Concepto, tipología y objetivos

María Antonia Casanova*

El concepto como base automáticamente aplicables, contribuyeron a


de la estrategia de actuación dar carta de naturaleza a esta concepción
evaluadora. Pedagogos prestigiados y con una
Como ya quedó indicado en el capítulo 1 al ha-
absoluta profesionalidad y categoría educati-
blar, en general, sobre la evolución del concepto
va, adoptan durante largo tiempo este concepto,
de evaluación, éste se ha ido transformando y ha
aun intentando claramente que su incidencia
ido incorporando nuevos elementos a su defini-
no resultara negativa para la formación de los
ción según se ha profundizado en su sentido, sus
niños o jóvenes, ya que el examen como única
aplicaciones y las virtualidades que ofrece en los
prueba y el número como expresión del resul-
diferentes ámbitos de aplicación, que también han
tado se prestan, sin duda, a numerosas arbitra-
quedado señalados.
riedades y a faltas de rigor en su aplicación;
Ciñéndonos a los procesos de enseñanza y
amparándose, además, en la aparente objetividad
aprendizaje y, más en concreto, a la evaluación
del número para encubrir su improcedente
de los aprendizajes que alcanza el alumnado, la
modo de valorar. La cita que reproduzco a con-
concepción de la misma también ha variado con
tinuación, de Alejandro Galí (1934, 34 y 37), es
el paso del tiempo y el avance en las teorías de
expresiva de esta situación, en exceso generali-
la psicología evolutiva y la psicología del apren-
zada: “Otros sistemas de control también equí-
dizaje.
vocos, son las puntuaciones y los exámenes. En
Desde sus comienzos, la evaluación aparece
el primero de dichos sistemas se han hecho ver-
influida por su procedencia del campo empre-
daderas filigranas de combinación y cálculo que
sarial. Por eso, al igual que los empresarios mi-
tienen toda la apariencia de una determinación
den cuantitativamente los resultados de su
objetiva de conocimientos. Nada más lejos de la
producción, en el campo educativo se preten-
realidad. Hay que tener presente que la base de
dió medir el progreso del alumno cuantificando
cálculo de las puntuaciones son las notas da-
lo aprendido. Ello hace que se equipare a “me-
das por los maestros de una manera fundamen-
dida” y que durante muchos años (demasiados,
talmente arbitraria, no como pudiera suponerse
ya que en ocasiones llega hasta nuestros días)
por mala fe, sino por falta de elementos de re-
lo que se intente al evaluar es medir la canti-
ferencia fidedignos. ¿Por qué una lección o un
dad de conocimientos dominados por los alum-
ejercicio vale siete puntos, y no ocho o seis? ¿Es
nos. Las cabezas bien llenas a las que aludía
que el maestro puede dar fe de un exacto y po-
Montaigne han resultado objeto principal de la
sitivo trabajo de contraste improvisado en un
evaluación de aprendizajes. La aparición de los
instante? [...] En este siete o en este ocho que se
tests y las escalas graduadas a principios del
presente siglo,1 absolutamente cuantificadas y

escalas de Courtis, Ayres, Hillegas, Buckingham y


* Casanova, M. A. (1998), La evaluación educativa, otros, sobre materias tales como aritmética, escritura,
México, Muralla-SEP (Biblioteca del normalista), pp. composición y ortografía. Paralelamente, en 1905
67-102. aparece la escala de inteligencia Binet-Simon,
revisada en 1908 y 1911, con el concepto de edad
1
Rice es el primer psicólogo que aplica una prueba mental (versión de 1908). Su adaptación a Estados
formal para medir la ortografía de 30 000 escolares Unidos data de 1916, escala de inteligencia Stanford-
(1897-1898) y Thorndike elabora la primera escala Binet, cuya versión de Terman –que incorpora el
graduada para “la escritura a mano de los niños” concepto de cociente intelectual– es la más aceptada
en 1909, que se publica en 1912. Siguieron los tests y y difundida.

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quieren adjudicar con tanta sensatez y justicia muy fiables, como más adelante comentaremos
influyen, a despecho de uno mismo, mil cir- y que ya anticipaba Alejandro Galí. Como con-
cunstancias de temperamento personal, varia- secuencia, una evaluación que constituya un
ble a cada momento que pasa, y mil aspiraciones elemento curricular más y que ayude a mejo-
y tendencias latentes que atraen y repelen los rar todo tipo de aprendizajes. Esta postura se
puntos del mismo modo que el polo magnéti- hace palpable en las obras de muchos autores
co la aguja imantada. [...] Los exámenes, aún que así lo ponen de manifiesto (Weiss, R. S. y
más que las puntuaciones, pueden dar una erró- Rein, M., 1972; Parlett, M. y Hamilton, D., 1976;
nea sensación de objetividad. De ellos se puede Guba, E. G., 1978; Fernández Pérez, M., 1988;
decir como de aquel famoso individuo que, de Rosales, C., 1990; Santos Guerra, M. A., 1993) y
no ser borracho, jugador, pendenciero y holga- en el intercambio de opiniones y experiencias
zán, hubiera sido una excelente persona”. No con numerosos profesores. No obstante, pare-
obstante, téngase en cuenta que, a pesar de estas cen existir dificultades importantes para llevar
reflexiones, la obra de Galí se titula La medida a la práctica ese modelo de evaluación, bien sean
objetiva del trabajo escolar. En la misma obra se éstas por la exigencia de cambio de mentalidad
observa claramente esa influencia empresarial que implican, por la presión que el modelo so-
trasvasada a la educación en algunas de sus ex- cial ejerce sobre el educativo o por la necesidad
presiones: “El maestro puede decirse que no ha de otras modificaciones estructurales y organi-
dado un paso en el deseo de precisar las ganan- zativas del sistema escolar que no se producen
cias de su negocio, tan apreciable al menos y que favorecerían su adecuada aplicación.
como el del comerciante” (1934, 29). El problema de su incorporación al quehacer
En fin, que la “evaluación” (término y concep- en el aula proviene, precisamente, de que no
to de aparición reciente en el campo de la peda- supone sólo adoptar un nuevo concepto de
gogía, pues los trabajos datan de este siglo, como evaluación, estar de acuerdo con él en un pla-
antes ha quedado apuntado) ha sido interpreta- no meramente intelectual, sino que implica
da como sinónimo de “medida” durante el más cambiar las prácticas que se llevan a cabo en
largo periodo de la historia pedagógica, y es en las aulas e invertir, en muchos casos, sus valo-
los tiempos actuales cuando está variando su res. Los alumnos estudian para aprobar. Los
concepción, en función de los avances que expe- profesores enseñan para que sus alumnos su-
rimentan las ciencias humanas, las concepcio- peren las evaluaciones. Lo que tiene valor real
nes diferentes que se poseen en relación con la en la enseñanza es lo que se evalúa; de lo con-
formación de la persona y con los modos pecu- trario, nadie lo tiene en cuenta. Las familias se
liares que ésta tiene de aprender; evidentemen- preocupan de la situación de aprendizaje de sus
te, por último y desde una óptica estrictamente hijos cuando éstos reprueban. En fin..., serían
educativa, con la intencionalidad clara de apro- innumerables los ejemplos que avalan la impor-
vechar al máximo la evaluación para optimizar tancia –erróneamente entendida– de la evalua-
los procesos educativos. ción en los procesos de enseñanza y aprendizaje
En la actualidad se hace patente una diver- y cuyo sentido resultaría imprescindible mo-
gencia entre los conceptos de evaluación que dificar para que esa importancia le viniera dada
se manejan a nivel teórico y la práctica real en por su contribución a la mejora de esos mismos
las aulas. Creo que una buena parte de los pro- procesos y de sus resultados, como consecuen-
fesionales que nos dedicamos a la educación cia de una aplicación correcta y formativa. La
estamos de acuerdo en la necesidad de incor- evaluación es importante, pero no como elemen-
porar a los procesos de enseñanza un modelo to de poder o de mantenimiento de la discipli-
de evaluación cualitativo, que sea capaz de ofre- na, no como instrumento para la promoción u
cer datos enriquecedores acerca del desarrollo obtención de un título, no como exclusivo fac-
del alumnado y no sólo de los resultados que tor de comprobación de lo que se “aprende”,
obtiene a través de medios no precisamente nunca como fin de la educación (que es lo que

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resulta ser en muchos casos para demasiados consecuentes para corregir o mejorar la situación
alumnos, profesores, padres o directivos). No evaluada.
se enseña para “aprobar”. Se enseña y se apren- En este segundo planteamiento, la evalua-
de para alcanzar una plena e integral formación ción aplicada puede ser puntual y sumativa,
como persona. Y a ese objetivo fundamental con el único objetivo de contrastar el conjunto
debe contribuir toda la organización del siste- de informaciones alcanzadas con los criterios
ma educativo institucional. También debe ha- referenciales de evaluación; es decir, con la fi-
cerlo la evaluación, como elemento central de los nalidad de comprobar lo conseguido o su ma-
procesos reales de enseñanza que ocurren cada día yor o menor mérito ante lo que se pretendía en
en la comunicación entre jóvenes y adultos y el proyecto inicial.
que, como comprobamos antes en una somera Así, vemos que el concepto de evaluación del
enumeración de ejemplos comunes, llega a des- que se parta condiciona el modelo de desarro-
figurar las metas y el camino que en principio llo de la misma, pues si su meta y su funcio-
conforman el proceso educativo. nalidad son eminentemente formativas, todos los
Las definiciones que ahora se manejan de pasos que se den para ponerla en práctica de-
evaluación son muy similares, pues, como an- ben serlo igualmente. Es decir, el planteamien-
tes decía, teóricamente existe una gran coinci- to debe incidir en los fines que se pretenden e
dencia acerca de su papel en la educación. No incorporar al proceso a todos los implicados en
obstante, voy a formular el concepto de eva- la realización o afectados por los resultados que
luación del que parto, porque es la base en la puedan aparecer; las técnicas e instrumentos
que nos apoyaremos para desarrollar, a conti- que se determinen y seleccionen o elaboren
nuación, su estrategia de aplicación, si bien es- deben contribuir también a la mejora del pro-
pecificando más adelante la diferente tipología ceso evaluado; el informe final y las decisiones
evaluadora con la que es posible contar y que, que se tomen colaborarán a su positiva acepta-
según las situaciones, será más o menos útil. ción por parte de los destinatarios y éstos, del
mismo modo serán todos los interesados e inte-
La evaluación aplicada a la enseñanza y el apren- grantes de las actividades o situaciones evaluadas.
dizaje consiste en un proceso sistemático y rigu- Por el contrario, si la finalidad de la evaluación
roso de obtención de datos, incorporado al proceso es sumativa, tanto el planteamiento inicial como
educativo desde su comienzo, de manera que sea las técnicas e instrumentos utilizados deberán
posible disponer de información continua y signi- ser válidos y útiles para permitir valorar los
ficativa para conocer la situación, formar juicios productos o resultados que se evalúan.
de valor con respecto a ella y tomar las decisiones Como el objeto de esta obra es realizar una
adecuadas para proseguir la actividad educativa propuesta para la evaluación de los procesos
mejorándola progresivamente. de enseñanza y aprendizaje, la definición que
mejor se ajusta a nuestro propósito es la prime-
Como es evidente, en la misma definición ya ra, que no se opone a la segunda, pero sí matiza
estamos orientando la evaluación y su modo de y se atiene a la peculiaridad de evaluación que
desarrollo hacia los procesos y su funcionalidad vamos a desarrollar. Por lo tanto, sirva esta ob-
formativa. servación para dejar claro que, de ahora en
Si conceptualizáramos la evaluación de un adelante –siempre que no se especifique nada
modo más general y para cualquiera de las fun- en contra–, el modelo de evaluación al que nos
ciones que puede desempeñar en el campo edu- referiremos es fundamentalmente cualitativo
cativo, se podría definir como una obtención de y formativo, que es el que consideramos válido y
información rigurosa y sistemática para contar con adecuado para evaluar los procesos de forma-
datos válidos y fiables acerca de una situación con objeto ción humana y de cualquier situación en la que lo
de formar y emitir un juicio de valor respecto a ella. humano sea prioritario. Es el modelo que ofre-
Estas valoraciones permitirán tomar las decisiones ce mayor riqueza de datos útiles para compren-

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der en toda su amplitud y profundidad el pro- una parte, posee un fuerte ingrediente moti-
ceder de las personas y que permite, por lo tan- vador para que el estudiante siga trabajando
to, la posibilidad de intervenir y perfeccionar y que, por otra, ofrece pautas al profesor de lo
su desenvolvimiento o actuación. En este sen- que resulta interesante para sus alumnos y, por
tido comenta Stufflebeam: “El propósito más tanto, del camino por el que puede/debe con-
importante de la evaluación no es demostrar, tinuar su programación. No obstante, también
sino perfeccionar...” (Stufflebeam, D. L. y es imprescindible detectar los errores de apren-
Shinkfield, A. J.: 1987, 175), afirmación que com- dizaje de cada alumno para poder subsanarlos
parto por entero. de modo inmediato, sin esperar a efectuar un
Esta aplicación de la evaluación para la me- “control”, “examen”... (llámese como se quiera),
jora de procesos debe contribuir, por otra par- al cabo de un mes, cuando pocas o ninguna solu-
te, al cambio de imagen que, en general, se tiene ción eficaz tiene ya el remedio que quiera aplicar-
de la evaluación y de los fines que persigue. se. Pero si estamos empeñados en que cambie
Me explico: con los conceptos de evaluación (para mejor) la imagen y el sentido de la evalua-
manejados habitualmente, que han incidido ción, la clave está en:
sobre todo en la comprobación de resultados
para su calificación posterior –positiva/nega- a) Detectar el error de aprendizaje en el
tiva, aprobado/reprobado, admitido/rechaza- momento en que se produce, de manera
do...–, la interpretación que se viene haciendo que surta efectos para la aclaración de
de sus funciones se limita a entenderla como determinadas cuestiones no compren-
instrumento sancionador o como arma de didas adecuadamente y el alumno pueda
poder para quien evalúa. Esto conduce, lógi- continuar avanzando en su formación sin
camente, a que cuando se propone llevar a cabo rémoras por conceptos mal adquiridos,
la evaluación de los centros educativos o del procedimientos no utilizados o actitu-
profesorado –por citar un ejemplo–, éstos pre- des negativas en el grupo o frente al trabajo.
senten serios reparos a la misma y muestren b) En consecuencia, ese error detectado no
gran reticencia para prestarse a la actuación tiene efectos sancionadores, puesto que de
evaluadora. ¿Por qué? Porque no se hace pa- él no se deriva una “calificación” negativa,
tente su utilidad ni sus aspectos positivos o favo- cosa que sí ocurriría si se comprobara en un
recedores de una mejora palpable para la examen. El error, en este último supuesto,
profesionalidad de los evaluados, sino que so- no sería ya una llamada de atención para
lamente se percibe su carga controladora, san- superar una disfunción de aprendizaje, sino
cionadora, etcétera. que se convertiría en un elemento para
Por otro lado, también es cierto que cuando emitir un juicio negativo de ese alumno en
evaluamos solemos hacerlo para detectar lo relación con los objetivos pretendidos.
negativo –errores de aprendizaje, fallos de fun-
cionamiento, etcétera– y, en general, destaca- Si hacemos alusión a la autoevaluación de
mos escasamente lo positivo. Creo que ambos la práctica docente –por ampliar el argumento
aspectos tienen importancia como para ser eva- anterior–, hay que insistir en la necesidad de
luados y puestos de manifiesto. Pero, en el evaluar lo positivo por delante de lo negativo.
momento de informar acerca de los resultados Un ejemplo: si durante el desarrollo de una
de una evaluación o de la evolución de un pro- unidad didáctica se detecta que ciertas activi-
ceso continuo de valoración, habría que comen- dades no son bien aceptadas por el alumnado,
zar dando especial relieve a todo lo que se ha el único dato que nos aporta esta valoración es
evaluado muy positivamente o, más en concre- que debemos cambiarlas; pero nunca nos dice
to, a los aprendizajes que los alumnos han al- en qué dirección o con qué modificaciones. Si
canzado de modo definitivo, con seguridad en evaluamos el desarrollo de la unidad y com-
su utilización, etcétera, procedimiento que, por probamos procesualmente qué tipos de activi-

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dades resultan más interesantes, más eficaces de desarrollo y los resultados que se van consi-
para alcanzar determinados objetivos, etcéte- guiendo. Pero si se trata de evaluar el proceso
ra, sí obtenemos datos claros y precisos para de aprendizaje de un alumno o alumna, estos
saber cuál es la vía más eficaz para nuestro tra- pasos pueden darse durante un periodo de cla-
bajo posterior; por dónde debemos encauzar la se. Un ejemplo: el profesor observa la realiza-
programación para llegar a los resultados pre- ción de determinadas actividades por parte de
vistos. un alumno; detecta si las realiza correcta o in-
En definitiva, el cambio de imagen de la eva- correctamente y, de acuerdo con el análisis he-
luación deber ser la consecuencia de su cambio cho y el juicio de valor que se ha formado,
real de contenido y funcionalidad con la que se refuerza o amplía esas actividades o da alguna
aplica. Si se logra modificar el concepto y los explicación complementaria y cambia las activi-
efectos que la evaluación ha venido teniendo dades por otras más sencillas. En ambas situa-
hasta tiempos tan recientes como hasta ahora ciones puede darse estrictamente el proceso
mismo –en demasiados casos–, ésta debería no evaluador enumerado en fases, pero en cada
sólo generalizarse en los centros en un plazo de una presenta características diferentes, pues
tiempo razonable, sino que debería incluso ser muy diferentes son las realidades de los hechos
exigida. Y por lo que afecta a los procesos de educativos.
aprendizaje, tendría que ser aceptada favora- Aunque parece razonable el anterior plan-
blemente por el alumnado, al convertirse en un teamiento, que siempre supone llegar a una
elemento curricular más –y muy importante– valoración del objeto evaluado, entre las tenden-
que, de forma evidente, contribuyera a su mejor cias evaluadoras existentes a nivel internacional
formación y desarrollo, y en la que, además, encontramos a los denominados “descriptores”,
muchos alumnos intervinieran –fueran tenidos que establecen el papel de la evaluación en una
en cuenta– para decidir la valoración final de descripción o enumeración de los hechos tal y
lo que han alcanzado. como se producen; abogan porque ésta resulte
En cualquiera de los casos que hemos comen- lo más amplia, profunda y enriquecedora po-
tado y en las dos definiciones que proponemos sible, pero limitan su función a exponer lo ob-
–según su aplicación más o menos general–, servado o, simplemente, los datos obtenidos por
queda claro que todo proceso evaluador debe cualquiera de las técnicas seleccionadas para
seguir unas fases que lo caracterizan y sin las llegar a ellos.
cuales no se puede hablar de evaluación en sen- Es una postura que, desde mi punto de vis-
tido estricto. Estas fases se concretan en: ta, identifica evaluación con investigación, y en
la cual se pierde la peculiaridad de cada una
a) Recopilación de datos con rigor y sistema- de estas dos actuaciones. En la figura 5 presento
ticidad. un paralelismo entre ambos procesos, donde se
b) Análisis de la información obtenida. comprueban los ámbitos que resultan comunes
c) Formulación de conclusiones. y los que son diferenciadores. Lo característico
d) Establecimiento de un juicio de valor de la investigación es partir de una hipótesis de
acerca del objeto evaluado. trabajo que, mediante el estudio posterior, se
e) Adopción de medidas para continuar la ratifica o se desestima; por lo tanto, su función
actuación correctamente. finaliza (al menos, teóricamente) con un infor-
me descriptivo en el que se da cuenta del pro-
Estos pasos tendrán una duración mayor o me- ceso realizado y de las conclusiones obtenidas.
nor en función del objeto evaluado y de las La evaluación, por su parte, no arranca de una
metas que se hayan propuesto para la evalua- hipótesis previa, sino de la decisión de evaluar
ción: si se evalúa el funcionamiento de un de- unos determinados objetos, procesos, situacio-
partamento didáctico, será preciso, al menos, un nes, etcétera, sigue un camino similar y paralelo
plazo de tres meses para observar su proceso al de la investigación y no finaliza hasta valorar

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lo evaluado y proponer o tomar las medidas encontrar un evaluador que no esté
necesarias para corregir o reforzar la línea de interesado en entender un fenómeno por
actuación evaluada. Por lo tanto, coinciden en el mismo hecho de entenderlo. Lo que
las fases intermedias y se diferencian en el co- sucede es que los investigadores tienden a
mienzo y final del trabajo. Éste es el motivo de enfocar sus trabajos con vistas a derivar
que, según los objetivos que se pretendan, sea conclusiones, y los evaluadores tratan de
necesario plantear una investigación o una eva- plantearse los temas con vistas a posibilitar
luación para cada situación o problemática es- mejores decisiones”.
pecífica que se presente en la educación: la pro- • Posibilidad de generalizar los resultados: “Un
piedad de aplicar una u otra estará en función resultado ideal para una investigación,
de la utilidad que preste para su resolución más serían aquellos descubrimientos que
adecuada. pudiesen ser generalizados a una amplia
variedad de situaciones comparables. [...]
Figura 5. Investigación y Evaluación La evaluación, por el contrario, se centra
Fases de la investigación Fases de la evaluación en un fenómeno educativo en particular.
No se pretende generalizar los resultados
Definición del problema La misma
a otras situaciones. El interés se centra en
Planteamiento de la XXXXXXXXXXXX esta situación y en las decisiones a tomar
hipótesis sobre ella”.
Planificación: diseño, La misma • Papel de la valoración en la investigación: “El
técnicas, instrumentos, evaluador está obligado a valorar un
tiempos, agentes, fenómeno educativo para poder tomar
destinatarios decisiones. Los investigadores, por su
parte, buscan la verdad científica sin
Ejecución: recopilación, La misma
ningún deseo de incorporar estimaciones
análisis y tratamiento
de valor a sus hallazgos”.
de los datos
Informe: descripción y La misma La evolución del concepto de evaluación que
conclusiones comentamos en el primer capítulo se correspon-
XXXXXXXXXXXXX Valoración del de, efectivamente, con esta funcionalidad que
objeto evaluado ofrece la evaluación para tomar decisiones y,
Toma de decisiones por ello, para mejorar los procesos y/o los re-
XXXXXXXXXXXXX
sultados de las situaciones valoradas.
Esta posición de intento identificador entre
Popham, W. J. (1980, 20-22) establece las dife- investigación y evaluación se da cuando se
rencias entre investigación y evaluación educa- aborda el estudio de los sistemas educativos o
tivas, fundamentalmente, en tres cuestiones: de las instituciones escolares. Resulta práctica-
mente inviable cuando aplicamos el término/
• Definición del problema: “Los investiga- concepto evaluación a los procesos de enseñan-
dores quieren sacar conclusiones. A los za y aprendizaje, ya que si no se llega a deter-
evaluadores les interesan más las decisiones. minar el modo y el grado de aprendizaje del
[...] Quizá en el mundo real no se encuen- alumnado no es posible hacerle progresar en
tren nunca estas diferencias de un modo su formación. El profesor investiga, evalúa y
tan marcado como el que aquí se decide el camino que debe seguir en cada mo-
presenta. Difícilmente puede haber un mento de modo continuado, en interacción per-
investigador básico que desdeñe una manente con sus alumnos. El alumno se forma,
información que se pueda utilizar para igualmente, mediante la autoevaluación de su
tomar decisiones. Y, asimismo, será raro propio trabajo, que le ofrece datos para elegir

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la vía más idónea por la cual continuar en su mente fácil hacer diferenciaciones sutiles entre
estudio para alcanzar la meta prevista (Lofficier, unas funciones y otras, según la finalidad prin-
A.: 1994). cipal que se pretenda conseguir, y realizar clasi-
ficaciones amplias. No obstante, aquí nos vamos
Tipología de la evaluación a centrar solamente en las dos funciones princi-
pales de la evaluación: la sumativa y la formativa,
Por clarificar la terminología y conceptos que
descritas en su momento por Scriven, M. S. (1967),
ésta lleva implícitos, y que van a aparecer cons-
por considerar que las otras distinciones que se
tantemente a lo largo de las páginas siguientes,
hacen resultan, en definitiva, aplicaciones con-
en la figura 6 presentamos una tipología de la
cretas de una de estas dos.
evaluación que creemos útil metodológicamen-
No obstante, cabe aclarar, incluso, que en las
te para situarnos en este campo y para mostrar
aplicaciones prácticas de las dos funciones que
las diferentes posibilidades con las cuales po-
abordamos a la evaluación de los procesos de
demos aplicar la evaluación y las virtualidades
enseñanza y aprendizaje, se dan interferencias
que se obtendrán con ellas.
entre ambas, pues es realmente difícil separar
Comentamos a continuación, con cierto
las actuaciones en la vida de modo estricto, para
detenimiento, cada uno de los tipos que apare-
saber y distinguir netamente cuándo estamos
cen en la figura citada.
persiguiendo una finalidad u otra. Casi siempre se
intentan y/o alcanzan varias finalidades conjun-
La evaluación según su funcionalidad tamente, con lo cual se están cumpliendo varias
funciones de forma simultánea. Nos hallamos
Las funciones que se asignan o se pueden asig-
inmersos, como dice House, R. (1992, 46), en un
nar a la evaluación son diversas. Algunos auto-
“espíritu de ecumenismo metodológico”, y algo
res distinguen un buen número de finalidades
parecido está ocurriendo cuando intentamos
que es posible alcanzar mediante su aplicación,
encuadrar la evaluación en una sola tipología, es-
y de acuerdo con ellas determinan para la eva-
pecialmente en su fase de aplicación práctica.
luación funciones tales como la predictiva, de
Conviene, a pesar de ello, hacer la distinción cla-
regulación, formativa, prospectiva, de control
ra entre las dos funciones, porque hay situaciones
de calidad, descriptiva, de verificación, de de-
en las que se aplican en su sentido más estricto y
sarrollo, etcétera (De Ketele, J. M. y Roegiers,
con todas las consecuencias que en todas las fa-
X.: 1994, 121-126). Efectivamente, es relativa-
ses tiene cada una de ellas, por un lado, y porque
la elección de una u otra para aplicar en la ense-
ñanza es determinante de todo el proceso interno
Figura 6. Tipología de la evaluación de funcionamiento que se organice en las aulas.
a) Por su
funcionalidad { Sumativa
Formativa Función sumativa de la evaluación

b) Por su
normotipo { Nomotética
Idiográfica
{ Normativa
Criterial
La funcionalidad sumativa de la evaluación re-
sulta apropiada para la valoración de productos
o procesos que se consideran terminados, con
realizaciones o consecuciones concretas y valo-

{
Inicial
c) Por su rables. Su finalidad es determinar el valor de ese
Procesual
temporalización producto final (sea un objeto o un grado de
Final
aprendizaje), decidir si el resultado es positivo
o negativo, si es válido para lo que se ha hecho o

{
Autoevaluación
d) Por sus resulta inútil y hay que desecharlo. No se pre-
Coevaluación
agentes tende mejorar nada con esta evaluación de forma
Heteroevaluación
inmediata –en sentido estricto, ya no es posible–,

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sino valorar definitivamente.2 Se aplica en un Son numerosas las ocasiones en que se
momento concreto, final, cuando es preciso to- aplica, aunque no sea de forma tan
mar una decisión en algún sentido. absolutamente estricta.
Como ejemplos de las aplicaciones que se Como puede comprobarse, no es la evalua-
hacen habitualmente de esta función evaluadora ción adecuada para aplicar al desarrollo de
en los centros docentes tenemos: procesos, sino que es la apropiada para la valo-
ración de resultados finales. No obstante, la fór-
a) La selección de libros de texto. El profe- mula del examen como medio prácticamente
sorado los examina, comprueba hasta qué único de evaluación se parece bastante a la apli-
punto se ajustan a su programación, cación procesual de varias valoraciones suma-
valora si le resultará útil para su trabajo y tivas a lo largo de un curso (evaluación continua
el de sus alumnos..., y toma la decisión de = exámenes continuos), lo cual es un error
comprarlo o desestimarlo. Se realiza la educativo grave que nos ha llevado y nos man-
evaluación de un producto ya acabado, sin tiene en la concepción de la evaluación como
posibilidades de modificación inmediata, instrumento comprobador, sancionador y de
se lleva a cabo en un plazo corto de tiempo, poder. Dado que el aprendizaje nunca es una
en un momento concreto; se valora positi- simple acumulación de datos, hábitos, destre-
va o negativamente y se toma la decisión zas, etcétera, sino la construcción autoali-
oportuna. mentadora de una inteligencia crítica y creadora
b) La titulación del alumnado al finalizar una que supone, en todos los casos, una progresiva
etapa educativa. Después de un número modificación de conductas, la evaluación
determinado de años en los que se han sumativa –frente a la continua y formativa– sólo
marcado unos objetivos de aprendizaje registraría la fragmentación artificial y nefasta
para los alumnos y alumnas de la etapa de un continuo; es como querer evaluar la cali-
educativa que conduce a un título escolar – dad de las aguas de una corriente deteniendo
y que pueden/deben haber transcurrido el río cada cien metros. Los aprendizajes no se
con una evaluación formativa y per- suman unos a otros: se reorganizan unos con
manente de sus aprendizajes– se valo- otros, se apoyan, reestructuran el saber y el
ra si se han alcanzado convenientemente hacer del sujeto, conforman el ser que es cuan-
por parte de cada estudiante y, en función do ha aprendido a serlo. Un proceso no se debe
de los logros obtenidos, se decide si posee evaluar como si estuviera compuesto de apar-
el nivel suficiente para el título o no. En tados estancos. Es un continuo y hay que ade-
estos momentos ya no es posible seguir cuar la evaluación a sus características, nunca
realizando actuaciones de formación para a la inversa por el simple hecho de que resulta
la continuación adecuada del aprendizaje: más fácil o es una rutina que se aplica automá-
hay que tomar una decisión sobre lo ticamente y se acepta socialmente sin reflexión
conseguido y el grado de formación alguna. Se puede entender que personas aje-
alcanzado hasta ahí. nas a la educación asuman el examen puntual
La evaluación sumativa aplicada a la como único medio de comprobar el aprendiza-
valoración de logros por parte de las per- je, pero no es admisible en un profesional de la
sonas tiene exponentes claros, también, en educación que, como tal, tiene la obligación de
los exámenes de una “oposición”, o en la dominar su profesión y poner al servicio de ella
prueba de selectividad para acceder a todos sus conocimientos.
la Universidad, por citar otros ejemplos. Por estas razones, la evaluación sumativa no
va a llamar especialmente nuestra atención a
lo largo de la obra, aunque se deberá tener en
2
cuenta para aplicar en los momentos señalados
Con estas evaluaciones es posible tomar medidas
de mejora, pero a largo plazo. como finales de etapa o en otras situaciones de

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evaluación en que resulte apropiada por sus de ese sistema son adecuados a las característi-
virtualidades. cas de los implicados en el proceso evaluado
(figura 7). La función reguladora que toda eva-
Función formativa de la evaluación luación posee se pone aquí de manifiesto en
sentido inverso: en el primer caso, es la persona
La evaluación con funcionalidad formativa se la que debe ajustarse al sistema, y en el segun-
utiliza en la valoración de procesos (de funciona- do es el sistema el que debe adaptarse a la per-
miento general, de enseñanza, de aprendizaje...) sona. Esta meta última será muy difícil de al-
y supone, por lo tanto, la obtención rigurosa canzar si se continúa utilizando la evaluación
de datos a lo largo de ese mismo proceso, de únicamente como comprobación o como obs-
modo que en todo momento se posea el conoci- táculo que hay que superar, y no se aplica para
miento apropiado de la situación evaluada que contribuir a la mejora de los propios procesos
permita tomar las decisiones necesarias de for- educativos: la enseñanza del profesor y el
ma inmediata. Su finalidad, consecuentemente aprendizaje del alumno.
y como indica su propia denominación, es me-
jorar o perfeccionar el proceso que se evalúa. Figura 7. Evaluación sumativa y formativa
Este planteamiento implica que hay que rea- Evaluación sumativa
Evaluación formativa
lizar la evaluación a lo largo del proceso, de for-
ma paralela y simultánea a la actividad que se Es aplicable a la eva- Es aplicable a la eva-
lleva a cabo y que se está valorando –nunca luación de procesos. luación de productos
situada exclusivamente al final, como mera terminados.
comprobación de resultados–. Así, en concre- Se debe incorporar al Se sitúa puntualmen-
to, teniendo datos y valoraciones permanentes mismo proceso de te al final de un pro-
acerca de los aprendizajes que va realizando el funcionamiento como ceso, cuando éste se
alumno y su modo particular de hacerlo (rit- un elemento integran- considera acabado.
mo, estilo, inconvenientes, etcétera), en el mo- te del mismo.
mento en que surge una disfunción o especial
dificultad es posible poner los medios didác- Su finalidad es la me- Su finalidad es deter-
ticos adecuados para que pueda superarla sin jora del proceso eva- minar el grado en que
inconvenientes mayores. Del mismo modo, es luado. se han alcanzado los
fácil detectar los tipos de actividades o situa- objetivos previstos y
ciones educativas que favorecen su aprendizaje, valorar positiva o ne-
para potenciarlas con ese alumno y favorecer, gativamente el pro-
así, su formación más idónea. Como sus efec- ducto evaluado.
tos son permanentes, puesto que las decisiones Permite tomar medi- Permite tomar medi-
se toman también de forma continua, permite das de carácter inme- das a medio y largo
una acción reguladora entre el proceso de en- diato. plazo.
señanza y el proceso de aprendizaje, de mane-
ra que no sea exclusivamente el alumno el que
deba adaptarse al sistema educativo que se le Este ajuste de procesos puede darse por un
impone, sino que también ese sistema educativo rasgo importante que interviene en la misma
se adecue a las personas que atiende y por las definición de evaluación formativa: su carác-
cuales tiene sentido, y éstas desarrollen así sus ter de continuidad. Es decir, la evaluación
capacidades totales al máximo. Dicho de otro formativa debe ser continua para poder llevar
modo: mientras que la evaluación sumativa a cabo su función. Un esquema de su posible
debe asegurar que el producto evaluado res- aplicación aparece en la figura 8. Como se ve,
ponde a las características del sistema, la eva- supone una reflexión constante sobre el queha-
luación formativa debe garantizar que los medios cer docente, planteándose siempre cómo se está

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Figura 8. Aplicación de la evaluación formativa factores que originan las
dificultades de aprendizaje
observadas en el alumno.
Proceso de enseñanza-aprendizaje puesto en práctica • La adaptación de las actividades
de enseñanza y aprendizaje en
función de la interpretación
realizada de los datos recogidos”.
Observación de su desarrollo

En cualquier caso, si se consigue


desarrollar la evaluación formativa
El resultado que se va obteniendo con todas sus virtualidades, se evi-
¿está en los límites de lo aceptable? denciará su funcionamiento como
estrategia de mejora y se comproba-
SÍ NO rá la mejor y mayor consecución de
los objetivos propuestos. Es decir:
que no sólo mejorarán los procesos,
Continuación del ¿Existe una alternativa sino que, en consecuencia, mejorarán
proceso tal y a esa propuesta? también palpablemente los resulta-
como se diseño dos de aprendizaje que se alcancen
por parte del alumnado. Si esto no
SÍ SÍ NO ocurriera, no nos engañemos, algo
estaría fallando. No pueden separar-
NO se procesos y rendimientos, porque
constituyen dos caras de una misma
Puesta en práctica moneda. Siempre el resultado es con-
de una nueva ¿Es necesario Continuación secuencia de un proceso. La persona
propuesta cambiar la propuesta, de la misma es una y si los medios que utiliza para
(total o parcial) total o parcial? propuesta aprender son más adecuados a su
personalidad y, por lo tanto, su pro-
ceso de aprendizaje mejora, también
produciendo el proceso de enseñanza y apren- mejorarán sus resultados o aprendizajes fina-
dizaje, si va funcionando como estaba previsto, les. La educación es un todo en el que, sólo para
si es necesario modificar las propuestas –total o efectos metodológicos, desglosamos sus compo-
parcialmente– o si es positivo continuar como nentes. En la realidad educativa diaria cualquier
se previó, etcétera. ingrediente positivo que incorporemos favore-
Allal, Cardinet y Perrenoud (1979, 132), re- cerá el conjunto y cualquier elemento negativo
firiéndose a la evaluación formativa aplicada a que aparezca distorsionará la actuación previs-
los procesos de enseñanza y aprendizaje del ta. Es una observación que hay que tener en
alumnado, señalan tres características que la cuenta a lo largo de estas páginas, para no per-
distinguen: der de vista la globalidad de la acción docente
y la unicidad de la persona –discente– a quien
• “La recopilación de datos concernientes al se forma y con quien se trabaja.
progreso y las dificultades de aprendizaje
encontradas por los alumnos.
La evaluación según su normotipo
• La interpretación de esta información
desde una perspectiva criterial y, en la El normotipo es el referente que tomamos para
medida de lo posible, diagnóstica de los evaluar un objeto/sujeto.

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Según este referente sea externo o interno al suje- centros donde debía realizarse la aplicación y,
to –en nuestro caso concreto de evaluación de apren- entre otros, resultó elegido uno público (Cole-
dizajes en el alumnado–, la evaluación se denomina gio A) de un barrio marginal, con la mayoría
nomotética o idiográfica, respectivamente. de su población en paro y una clase sociocul-
tural nítidamente baja; a la vez, también apare-
Evaluación nomotética ció en la muestra un segundo (Colegio B), del
centro de la ciudad, privado subvencionado –en
Dentro de la evaluación nomotética podemos aquel momento– y cuyos alumnos pertenecían
distinguir dos tipos de referentes externos, que claramente a una clase sociocultural media/alta.
nos llevan a considerar la evaluación normativa Los datos obtenidos de la aplicación aludida se
y la evaluación criterial. volcaron en unos registros diseñados homo-
La evaluación normativa supone la valoración géneamente, en los que aparecía una columna
de un sujeto en función del nivel del grupo en el con la valoración obtenida por cada niño en la
que se halla integrado. Es decir, que si el nivel de prueba estándar y otra paralela donde se refle-
los alumnos de un grupo es elevado, un alum- jaba la valoración que se había dado al niño al
no con un nivel medio puede resultar evaluado final del curso anterior. En una comprobación
negativamente o, al menos, por debajo de lo que superficial, seleccioné varios niños y niñas que
lo sería si estuviera en un grupo de nivel gene- habían sido valorados con “5” en la prueba
ral más bajo. A la inversa, un alumno de tipo estándar, pertenecientes a los dos colegios, y,
medio resulta evaluado de forma altamente po- mientras en el Colegio A eran alumnos “sobre-
sitiva en un grupo donde el nivel general es salientes” por sus calificaciones anteriores, en
bajo, cuando esta valoración no responde con el Colegio B eran solamente “aprobados” o, in-
exactitud a sus posibilidades reales frente a los cluso en el caso de una niña, estaba reprobada
referentes externos marcados por el sistema edu- y permanecía en el ciclo (figura 9).
cativo. Otra situación muy frecuente es la que se
Aunque el profesor inmerso en este tipo de presenta a todo profesor cuando corrige los ejer-
evaluación no sea consciente de su forma de va- cicios o pruebas realizados por los estudiantes
lorar, la descrita es una situación absolutamente de un mismo grupo. Cuando comienza, de for-
generalizada. En efecto, hay que reconocer que ma estricta, y un alumno no ha respondido a
es muy difícil –prácticamente imposible– man- los objetivos que se pretendían y no domina un
tenerse al margen del clima generado en un gru- mínimo de contenidos previstos, le reprueba.
po por su nivel de aprendizaje y que se valora El segundo, tercero, cuarto..., corren la misma
por encima de sus potencialidades reales al suerte. Cuando ese mismo profesor está leyendo
alumno que demuestra dominar algo más que el ejercicio duodécimo, y encuentra dos cues-
el resto de los objetivos previstos en una progra- tiones medianamente explicadas, da un respi-
mación. ro porque ya alguien se ha enterado de algo, y
Esta situación se demuestra objetivamente aprueba a ese alumno. A partir de ahí, los cri-
mediante la aplicación de pruebas estándar a una terios (?) se van ampliando y flexibilizando y
muestra significativa de alumnos y alumnas, ob- es probable que el ejercicio trigésimo apruebe
teniendo su valoración con unos criterios fija- con el mismo contenido con el que ha reproba-
dos de antemano y contrastando los resultados do el primero. Pongo el interrogante al lado de
con las “calificaciones” anteriores dadas por el criterios porque, efectivamente, de lo que está
profesorado a esos alumnos. Un ejemplo, expe- adoleciendo esta evaluación es de falta de cri-
rimentado por mi parte en 1983, fue la aplica- terios claros, únicos, prefijados..., que sirvan de
ción de las pruebas elaboradas por el Ministerio referente para analizar el contenido del ejerci-
de Educación y Ciencia para evaluar las ense- cio y, por lo tanto, para establecer unas normas
ñanzas mínimas del ciclo inicial de la Educa- medianamente “justas” en la valoración de todo
ción General Básica. Fueron seleccionados los el grupo.

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Figura 9. Influencia de la evaluación normativa en las valoraciones individuales
Colegio A Colegio B
Alumno/a Calificación Calificación Alumno/a Calificación Calificación
estándar profesor estándar profesor
Alumno x 5 8 Alumno c 5 4
Alumno y 5 9 Alumno d 5 3
Alumno z 5 10 Alumno e 5 5

En otros apartados de esta obra seguiremos respecto a un campo de conducta bien definido”
comentando situaciones similares que apare- (1980, 147-148). El mismo autor señala que lo fun-
cen en el modelo de evaluación que actualmen- damental en la evaluación criterial se basa en:
te se practica en nuestro sistema de enseñanza
y que, urgentemente, deben ser superadas 1) La delimitación de un campo de conduc-
para remediar algunos –demasiados– efectos tas bien explicitado.
negativos que el sistema ejerce sobre las gene- 2) La determinación de la actuación del
raciones que lo padecen. individuo en relación con ese campo
Es válida la evaluación normativa cuando se (1980, 151).
pretende determinar la posición ordinal de un
sujeto dentro de un grupo, en cuyo caso las nor- Para desarrollar una estructura correcta y va-
mas de valoración estarán en función directa lorar de este modo, en primer lugar hay que
de lo que el conjunto del alumnado (u otro tipo de distinguir bien los objetivos de los criterios de
población) domina o deja de dominar. Pero la evaluación. Y, después, transformar secuencial-
ordenación de los estudiantes como “primero” o mente el objetivo en comportamientos obser-
“último” del salón no me parece, precisamen- vables y valorables (Orden, A. de la: 1982), que
te, ni recomendable ni educativo, por lo que traduzcan lo que el objetivo pretende que la
considero que este tipo de evaluación no resul- persona alcance y que resulte posible evaluar
ta apropiada para nuestros fines, ya que carece mediante los criterios establecidos.
de referencia válida y fiable tanto para la per- Los objetivos (más o menos generales, de una
sona que se forma como para el profesorado etapa, ciclo o curso, o de un área curricular)
que la valora. marcan la meta a la que se pretende llegar. Los
La evaluación criterial, precisamente, intenta criterios3 de evaluación deben especificar deta-
corregir el fallo que plantea la evaluación nor- lladamente cuándo se considera que un alum-
mativa, y propone la fijación de unos criterios no ha alcanzado un objetivo determinado. Un
externos, bien formulados, concretos, claros..., ejemplo: el objetivo didáctico de un ciclo de
para proceder a evaluar un aprendizaje toman- educación primaria, en el área de Lengua y
do como punto de referencia el criterio marcado Literatura, puede ser que el alumnado domine
y/o las fases en que éste se haya podido desglo- la ortografía. ¿Cuándo voy a afirmar que un
sar. Fue propuesta por Popham, J. W. (1980), a alumno ha alcanzado ese objetivo? Aquí cabe
la vista de las disfunciones que permanente-
mente se producían en la valoración del
alumnado por la influencia, ya descrita, del ni- 3
La palabra “criterio” procede del griego: juzgar, y
vel general del grupo en la valoración de cada es definida por el Diccionario de la Real Academia
uno de sus miembros. Española (1992) como: “Norma para conocer la
En palabras de Popham, “una prueba que verdad.// 2. Juicio o discernimiento”. Por su parte,
hace referencia a un criterio es la que se emplea ésta es la primera acepción que el mismo diccionario
ofrece de “discernir”: “Distinguir una cosa de otra,
para averiguar la situación de un individuo con
señalando las diferencias que hay entre ellas”.

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especificar el criterio oportuno. Si es para el pri- considere imprescindible, lo cual no obsta, como
mer ciclo de la etapa, puedo considerar que un digo, para que en cada objetivo se identifiquen
alumno ha logrado el aprendizaje si en sus escritos los criterios de evaluación más apropiados, que
no comete más de un 10% de faltas de ortogra- sean válidos como referentes equilibrados y ho-
fía, de acuerdo con la secuenciación correspon- mogéneos en la emisión de juicios de valor para
diente del objetivo para este ciclo (saber utilizar la valoración formativa y estimuladora del
el punto y aparte, el punto y seguido y la coma; alumnado.
usar correctamente las mayúsculas y aplicar bien
la norma de escribir m antes de p y b). Evaluación idiográfica
La especificación detallada de estos criterios
sirve, evidentemente, para valorar de forma ho- Cuando el referente evaluador son las capaci-
mogénea a todo el alumnado y para determinar dades que el alumno posee y sus posibilidades
el grado de dominio que debe tener un alumno de desarrollo en función de sus circunstancias
en relación con el objetivo que se pretende. particulares, es decir, un referente absolutamen-
No obstante, se corre el riesgo –ya experi- te interno a la propia persona evaluada, la eva-
mentado en años anteriores por nuestra educa- luación se denomina idiográfica.
ción– de desglosar hasta tal punto las conductas El realizarla supone la valoración psicopeda-
o comportamientos que los estudiantes deben gógica inicial de esas capacidades y posibili-
seguir (Bloom, B. S. y cols.: 1972), que tanto ellos dades del alumno o alumna, y la estimación de
como el profesorado queden atados de pies y los aprendizajes que puede alcanzar a lo largo de un
manos en la programación de los procesos de periodo de tiempo determinado (un curso, un ci-
enseñanza y aprendizaje y en su desarrollo, lo clo). De acuerdo con esa valoración y estimación
cual supone seguir un modelo absolutamente realizadas, el alumno va siendo evaluado durante
conductista del aprendizaje y es un peligro evi- su proceso e, igualmente, se valora el rendimien-
dente que debe evitarse. Hay que señalar unos to final alcanzado. Si éstos coinciden, al menos, con
criterios de evaluación, pero con la suficiente lo estimado, se considera el rendimiento satisfac-
amplitud que permita la práctica de un proce- torio; de lo contrario, el rendimiento sería insa-
so realmente educativo, capaz de ser regulado tisfactorio, si bien puede estar ocasionado por
en su camino en función de las necesidades y diversas causas, incluso ajenas a la voluntad del
circunstancias de cada persona y del entorno alumno evaluado.
en el que tiene lugar la educación. Por lo tanto, Este tipo de evaluación es positivo indivi-
teniendo en cuenta las aportaciones actuales dualmente porque se centra totalmente en cada
de la psicología evolutiva y de la psicología del sujeto y valora, sobre todo, su esfuerzo, la vo-
aprendizaje y las implicaciones que deben te- luntad que pone en aprender y formarse. Evalúa,
ner para las interacciones positivas en el aula, el en síntesis, lo más importante en la educación
criterio de evaluación, desde un punto de vista personal: las actitudes. Pero choca con los plan-
pedagógico, será la pauta o norma mediante la teamientos sociales de todo sistema educativo
cual se lleve a cabo la evaluación tanto de los en los países del mundo desarrollado (capita-
procesos como del logro de los objetivos que se lista y competitivo por definición). Un alum-
hayan marcado, por áreas, para cada ciclo o cur- no, así, puede haber alcanzado todos los objeti-
so de las diferentes etapas educativas. De esta vos que razonablemente debía tras un proceso
forma, aunque esté marcado un nivel concreto adecuado de aprendizaje y, simultáneamente,
de consecución, el profesorado lo podrá contex- estos objetivos pueden no ser suficientes al
tualizar autónomamente al ritmo y estilo de compararlos con los exigidos por el sistema
aprendizaje de cada sujeto y acompasarlo en educativo para otorgar una titulación, por ejem-
función de sus peculiaridades. Ello implica po- plo, o para promocionar a otro ciclo o curso. Con
der modificar, con cierta flexibilidad, durante lo cual, estaríamos ante la situación de un alum-
el proceso los planteamientos iniciales cuando se no con valoración idiográfica satisfactoria, pero

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insuficiente ante los criterios externos marca- lo que resulte necesario para la formación de un
dos por el sistema general de enseñanza. Tam- estudiante concreto y personalizado. Esta labor
bién se nos presenta el caso contrario: el alumno está en manos de los educadores, cada día, cuan-
que alcanza suficientemente los criterios do establecen la comunicación habitual con sus
establecidos desde el exterior, pero cuyo rendi- alumnos, esa comunicación educativa que es el
miento no es satisfactorio porque no cubre sus eje de todo proceso de enseñanza y que debe con-
posibilidades de desarrollo, estimadas como más textualizarse según la interacción particular que
amplias. tiene lugar en cada aula.
Ambas situaciones resultan problemáticas,
aunque quizá más la primera que la segunda. La evaluación según su temporalización
La segunda resulta más irritante e injusta frente
a la anterior, porque, casi siempre, en estos ca- De acuerdo con los momentos en que se aplique
sos se está dando preferencia a la consecución la evaluación, ésta puede ser inicial, procesual o
de objetivos que implican el dominio de conte- final.
nidos conceptuales, frente a los procedimientos
o actitudes, que son más educativos y más re- Evaluación inicial
levantes para el futuro desarrollo personal,
estudiantil o profesional del alumno ahora La evaluación inicial es aquella que se aplica al
evaluado. Por lo que se refiere a la primera, comienzo de un proceso evaluador, en nuestro
cuando el alumno presenta necesidades espe- caso referido a la enseñanza y aprendizaje. De
ciales de educación –de lo contrario no debería esta forma se detecta la situación de partida
aparecer el caso descrito– o dificultades espe- de los sujetos que posteriormente van a seguir
cíficas provenientes de circunstancias particu- su formación y, por lo tanto, otros procesos de
lares, hay pocas soluciones para la “concesión” evaluación adecuados a los diversos momen-
del título correspondiente –hacer un regalo de tos por los que pasen.
esta índole supone una estafa, tanto para el Tal situación de partida puede presentarse:
alumno como para la sociedad–, pero sí las hay
para su orientación personal y profesional. Se a) Cuando un alumno llega por primera vez
debe buscar su integración más positiva en el a un centro, bien para comenzar su esco-
entorno en que viva, mediante una profesión laridad, bien para continuarla. En el
adecuada que le permita salir adelante –siem- primer caso, será necesario realizar una
pre que sea posible– y a través de la cual se rea- amplia captura de datos para precisar del
lice y se sienta feliz. El título, en estos casos, suele mejor modo las características de todo tipo
importar más a la familia que al alumno, y no del alumno (personales, familiares,
debe significar nada para que tenga lugar el de- sociales, etcétera). Esta primera evaluación
sarrollo máximo de las capacidades del adoles- tiene una función eminentemente
cente evaluado. diagnóstica, pues servirá para conocer a
La conjunción de ambas evaluaciones –crite- ese alumno y poder adaptar al máximo,
rial e idiográfica– debe aportar soluciones a los desde el primer momento, la actuación del
problemas expuestos. ¿Cómo? Posiblemente profesor y del centro a sus peculiaridades.
incorporando elementos idiográficos a los crite- En el segundo caso, es de suponer que el
rios de evaluación para el alumnado. Dando más alumno aporte su expediente escolar, de
importancia a los procesos de desarrollo actitudi- manera que la evaluación inicial estaría
nal, social, afectivo, etcétera, que a la adquisición en función de los datos ya poseídos y de
de aprendizajes puramente conceptuales. Adap- los que falten para completar los nece-
tando a cada alumno los criterios generales de sarios en el nuevo centro. Para cualquiera
evaluación establecidos: no eliminando lo im- de las dos situaciones se cuenta, habi-
prescindible, pero sí matizando o incorporando tualmente, con registros diversos –ofi-

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ciales y particulares de cada centro– en alumnado y de la enseñanza del profesor, me-
los que anotar los datos recogidos diante la obtención sistemática de datos, análi-
(Knapp, R. H., 1983). sis de los mismos y toma de decisiones oportuna
b) Cuando se comienza un proceso de mientras tiene lugar el propio proceso. El pla-
aprendizaje concreto, como puede ser el zo de tiempo en el que se realizará estará mar-
trabajo con una unidad didáctica. En esta cado por los objetivos que hayamos señalado
situación la evaluación inicial resultará útil para esta evaluación. Puede referirse al tiempo
para detectar las ideas previas que el que dura el desarrollo de una unidad didáctica
alumnado posee en relación con el tema (una semana, quince días, 6/8 horas...), a un
que se va a tratar. Igualmente, se pondrán periodo trimestral de aprendizajes, anual,
de manifiesto las actitudes hacia la temática bianual (un ciclo completo de dos años)... Esta-
–en su caso– y el mayor o menor dominio rá en función del tipo de aprendizajes que se
de los procedimientos que van a ser evalúen (las actitudes es preciso valorarlas en
necesarios para su desarrollo. Los medios plazos amplios; lo contrario es imposible y, por
para conseguir estos datos son varia- lo tanto, absolutamente superficial) y, además,
dos: un coloquio, un debate, la realización hay que tener en cuenta que, desde esta pers-
de unos trabajos preparatorios..., pueden pectiva, se superpondrán unas y otras evalua-
ser idóneos para su obtención. A partir ciones procesuales: la de objetivos que implican
de la información conseguida, se adap- asunción de actitudes a lo largo de un curso,
tará convenientemente el principio de la con la de objetivos que suponen la adquisición
unidad didáctica programada, para de conceptos o del dominio de procedimien-
adecuarla a los conocimientos generales tos, durante quince días o un mes. Ambas son
del grupo. Mediante el desarrollo opor- evaluaciones procesuales, cuyos resultados per-
tuno se intentará que todos alcancen los manentes se van anotando en los registros prepa-
objetivos básicos e imprescindibles para rados para ello.
poder seguir adelante en el proceso de La evaluación procesual es la netamente
aprendizaje subsiguiente. En algunos formativa, pues al favorecer la toma continua
casos, incluso, habrá que posponer una de datos, permite la adopción de decisiones
unidad concreta o, si no es determinante “sobre la marcha”, que es lo que más interesa
en ese curso o ciclo, deberá aplazarse al docente para no dilatar en el tiempo la reso-
hasta otro curso posterior en el que los lución de las dificultades presentadas por sus
alumnos tengan la madurez o los cono- alumnos. Aparece un “error” que no usará para
cimientos suficientes para poder asimilar sancionar ni para calificar negativamente, sino
los nuevos contenidos y alcanzar los que será útil para detectar el problema de
objetivos propuestos en ella. aprendizaje que ha puesto de manifiesto; se
resuelve mediante la adecuación de unas de-
Sin una evaluación inicial falta el conocimien- terminadas actividades o las explicaciones
to previo que es preciso poseer de una persona oportunas y se continúa el proceso de aprendi-
en pleno desarrollo para poder adecuar la ense- zaje. Con este modo de actuar, será más fácil que
ñanza a sus condiciones de aprendizaje, y cum- la mayoría de los alumnos y alumnas lleguen a
plir de esta forma la función reguladora que alcanzar los objetivos básicos propuestos para
hemos asignado a la evaluación. todos. Si el profesorado no posee estos datos
hasta que ha transcurrido un mes, la oportuni-
Evaluación procesual dad de subsanar las dificultades presentadas,
que así es relativamente sencillo brindar a los
La evaluación procesual es aquella que consiste alumnos, se hace prácticamente imposible.
en la valoración continua del aprendizaje del Cuando se ofrece, ya suele ser tarde: el alumno

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ha perdido el interés o no puede combinar va- grado de lo alcanzado por un alumno y obrar
rios aprendizajes simultáneos para continuar al en consecuencia.
mismo ritmo del grupo. Los resultados de la evaluación final, por
Del mismo modo, llevar a cabo rigurosamen- otra parte, pueden analizarse e interpretarse con
te la evaluación procesual es lo único que per- tres referentes distintos:
mite mejorar el proceso de enseñanza, pues es
durante el tiempo en que tiene lugar cuando se a) En relación con los objetivos y los
pueden comprobar los fallos y los elementos criterios de evaluación establecidos para
que están funcionando positivamente, para –si la unidad didáctica, el final del trimestre,
es posible– subsanarlos o reforzarlos, respecti- curso o ciclo, de manera que se determine
vamente, de inmediato y, en un momento poste- la situación de cada alumno en relación
rior, confirmar o reformular las líneas de pro- con los aprendizajes que institucional-
gramación con las que se trabaja. mente se encuentran establecidos para
ser conseguidos por todo estudiante al
Evaluación final que haya que dar un título que avale su
superación. Se tratará en este caso, por
La evaluación final es aquella que se realiza al lo tanto, de una evaluación nomotética
terminar un proceso –en nuestro caso, de ense- criterial.
ñanza y aprendizaje–, aunque éste sea parcial. b) En relación con la evaluación inicial
Una evaluación final puede estar referida al fin realizada a cada alumno y las posibili-
de un ciclo, curso o etapa educativa, pero tam- dades de desarrollo y aprendizaje que se
bién al término del desarrollo de una unidad estimaron podía alcanzar. Se determinará
didáctica o del proceso habido a lo largo de un así lo satisfactorio o insatisfactorio de su
trimestre. En definitiva, supone un momento rendimiento y se estará realizando, en
de reflexión en torno a lo alcanzado después de consecuencia, una evaluación idiográfica.
un plazo establecido para llevar a cabo deter- c) En relación con los resultados alcanza-
minadas actividades y aprendizajes. dos por el resto del grupo o, incluso, del
Es una evaluación en la que se comprueban conjunto del grupo en comparación con
los resultados obtenidos, aunque es necesario otros grupos de alumnos del mismo
advertir que no por ello debe tener funciona- curso o ciclo en el centro o de distintos
lidad sumativa. Si coincide con una situación centros. En este caso se estará llevando
en la que tiene que decidirse definitivamente a cabo una evaluación nomotética normativa
acerca de la obtención de un título, por ejemplo, que, si bien creo que no debería llegar al
será final y sumativa; pero si se sitúa al termi- alumno o grupo particular, sí puede
nar el trabajo con una unidad didáctica, resultará resultar interesante e ilustrativo para el
simplemente final.... e inicial del trabajo que se profesorado y para el centro, pues le sirve
va a realizar al día siguiente. Por ello, la eva- de referente para conocer su situación y
luación final puede adoptar las dos funciones valorar la calidad educativa que está
descritas anteriormente para la evaluación: ofreciendo a su comunidad.
formativa y sumativa. Servirá, así, en su fun-
ción formativa, bien para continuar adecuando Por último, sólo quiero hacer la observación
la enseñanza al modo de aprendizaje del alum- de que evaluación final no tiene por qué coin-
no, bien para retroalimentar la programación cidir con “examen”, “control”..., o prueba se-
del profesor, quien, a la vista de lo conseguido, mejante. Si el profesor considera que no posee
tomará las decisiones oportunas para mejorar datos suficientes para valorar lo conseguido por
el proceso de enseñanza en la unidad siguien- sus alumnos, puede realizar un trabajo o prue-
te. En su función sumativa, resultará impres- ba donde lo constate fehacientemente. Pero si
cindible para tomar la decisión última sobre el dispone de bastante información como para

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valorar con seguridad los aprendizajes alcan- varse y examinar su trabajo continuo y, así, lle-
zados, la evaluación final constituirá un análi- gar a conclusiones rigurosas al final del proce-
sis y reflexión sobre los datos obtenidos, que so. Esta orientación del docente es importante
llevarán a la formulación de la valoración co- –imprescindible– también para evitar la exce-
rrespondiente. Téngase en cuenta, además, que siva influencia de la subjetividad en la propia
algunos de los objetivos educativos nunca van evaluación, mucho más frecuente cuanto más
a poder comprobarse en una situación puntual inmadura es la persona que la realiza. La época
como es la del tradicional examen: los relaciona- de estudiante se caracteriza por ser esencialmen-
dos con el desarrollo social, actitudinal, afectivo..., te evolutiva y cambiante, con gran predominio
los relativos a comunicación oral..., deben evaluarse de la subjetividad, dadas las características de
procesualmente y, como resultado de esa valora- inmadurez a que aludimos. Así, los alumnos con
ción continua, emitir el resultado final acerca del una autoestima baja, un temperamento depre-
rendimiento logrado por el alumno. sivo, de tendencia pesimista o un medio familiar
poco estimulante, infravalorarán sus trabajos,
La evaluación según sus agentes mientras que los optimistas, con alta autoestima
o un medio familiar y social que los ayude, va-
De acuerdo con las personas que en cada caso lorarán en exceso todo lo que realicen. Estas ten-
realizan la evaluación, se dan procesos de dencias hay que encauzarlas y, precisamente, en
autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación. este proceso de ajuste y equilibrio consiste ese
“aprender a valorar” que se pretende en la edu-
Autoevaluación cación.
En segundo lugar, muchos de los objetivos
La autoevaluación se produce cuando el sujeto educativos de la educación obligatoria implican
evalúa sus propias actuaciones. Por tanto, el que el alumno sea capaz de “valorar” en térmi-
agente de la evaluación y su objeto se identifi- nos genéricos, que luego se aplica a diferentes
can. Es un tipo de evaluación que toda persona cuestiones, según las áreas curriculares donde
realiza de forma permanente a lo largo de su se incardinen: el patrimonio artístico y cultural,
vida, ya que continuamente se toman decisio- la riqueza lingüística, las actitudes solidarias o no
nes en función de la valoración positiva o ne- discriminatorias, etcétera. Para aprender a valorar,
gativa de una actuación específica, una relación el único camino existente es practicar valora-
tenida, un trabajo llevado a cabo, etcétera. ciones en distintas circunstancias y en relación
Al tratar la autoevaluación en el terreno pro- con diferentes ámbitos. Una forma de evaluación
fesional, hay que considerar la conveniencia, pri- es la autoevaluación del propio trabajo y la pro-
meramente, de introducir su práctica de modo pia actividad. Por eso, en este caso la autoeva-
habitual entre los alumnos y alumnas. Con dife- luación se convierte en un procedimiento
rentes grados de complejidad, según las edades metodológico para alcanzar uno de los objeti-
a las que nos refiramos, el alumnado es perfec- vos educativos previstos: el de que el alumno
tamente capaz de valorar su propia labor y el sea capaz de valorar.
grado de satisfacción que le produce. Simple- En tercer lugar, desde el enfoque de evalua-
mente hay que darle pautas para que lo haga ción de la enseñanza o la práctica docente, la
con seriedad y con corrección –no arbitraria- autoevaluación continua que realice el profe-
mente ni por juego–, y que sepa la influencia que sor de su actividad en el aula y en el centro cons-
su juicio va a tener en la valoración global que se tituye un elemento imprescindible para mejorar
realice posteriormente sobre su actuación y pro- paulatinamente los procesos educativos, ya que
gresos. Al comenzar el desarrollo de una uni- sin esa reflexión fallan los datos básicos para
dad didáctica, se facilitará a los alumnos la in- tomar decisiones correctas y oportunas. Muchas
formación detallada acerca de los aspectos que veces se deciden cambios sin fundamento..., y
deben autoevaluar, para que puedan autoobser- todos sabemos que cambiar por cambiar no

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conduce a nada: se acierta o se falla por puro el rechazo de todos contra todos. Hay experien-
azar, mínimamente orientado en función de la cias muy negativas de esta práctica y, por ello,
experiencia que tenga el profesor en cuestión. hay que tomar todas las precauciones necesa-
Las opciones en uno u otro sentido deben estar rias. ¿Es interesante? Sí. Sin duda alguna. Pero
asentadas en reflexiones evaluadoras rigurosas: se dan dos situaciones claras, con fases interme-
la adopción o rechazo de una metodología, de dias entre una y otra:
un tipo de actividades, de un programa..., será
el resultado de una valoración de la teoría y a) Si el grupo de alumnos viene realizándola
práctica anteriores con ellos. habitualmente, deberá poseer una visión
positiva de la evaluación; evaluar cons-
Coevaluación tituirá una fase del proceso educativo que
sirve para mejorar poco a poco el propio
La coevaluación consiste en la evaluación mu- aprendizaje y todo cuanto ocurre en el
tua, conjunta, de una actividad o un trabajo aula, por lo cual es favorable y beneficioso
determinado realizado entre varios. En este caso, para el grupo.
tras la práctica de una serie de actividades o al b) Si el grupo de alumnos nunca la ha reali-
finalizar una unidad didáctica, alumnos y pro- zado, habrá que comenzar por explicar
fesor o profesores pueden evaluar ciertos as- cuál es la finalidad de la evaluación y, más
pectos que resulte interesante destacar. Tras un en concreto, de la coevaluación. Y no sólo
trabajo en equipos, cada uno valora lo que le hay que explicarlo: hay que demostrarlo
ha parecido más interesante de los otros, por con la práctica habitual del profesor en el
ejemplo. En un coloquio, se valora conjuntamen- aula. Ahí es donde el grupo se convencerá
te el interés de las actividades, el contenido de de las virtualidades de la evaluación; de
los trabajos, los objetivos alcanzados, la sufi- nada vale que el profesor “diga” que los
ciencia de los recursos, las actuaciones especial- fines de la evaluación se centran en la
mente destacadas de algunos alumnos, etcétera. mejora de todos, si luego examina y la eva-
Es posible, igualmente, pasar un cuestionario luación sólo sirve para aprobar o reprobar.
–anónimo– a los alumnos, para que opinen con El conjunto de prácticas evaluadoras debe
absoluta independencia sobre lo realizado, y responder a un mismo planteamiento,
contrastar así con lo percibido por el profesor o coherente con la teoría que se intercambie
profesora. con los alumnos. En caso contrario, es
Son diferentes los caminos mediante los cua- mejor no introducir nuevas prácticas que
les llevar a cabo la coevaluación, pero es impor- pueden redundar negativamente en el
tante tener en cuenta que, si no hay costumbre proceso educativo. En esta segunda situa-
en el grupo de realizar prácticas de este tipo, debe ción que planteamos es donde resulta
comenzarse por valorar exclusivamente lo positivo. preferible comenzar evaluando aspectos
Las deficiencias o dificultades surgidas las valo- positivos del trabajo, de manera que no
rará el profesor. No se debe olvidar que los alum- se dé pie a que surja alguna actitud negati-
nos tienen la misma visión o percepción de “para va que deteriore la práctica comenzada.
qué se evalúa” que muchos profesores y que la
sociedad en general, y que habitualmente esta va-
loración se realiza para resaltar lo negativo, lo Heteroevaluación
mal hecho, para sancionar, para “reprobar”. Y
eso es lo que hacen ellos en cuanto tienen opor- La heteroevaluación consiste en la evaluación que
tunidad: decir lo que han hecho mal los otros, realiza una persona sobre otra: su trabajo, su
con lo cual los efectos de la coevaluación pue- actuación, su rendimiento, etcétera. Es la eva-
den convertirse en la disgregación del grupo y luación que habitualmente lleva a cabo el pro-

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fesor con los alumnos, y a cuyo proceso se dirigen La ordenación de la labor entre docente y
principalmente las páginas de esta obra. discente se realizará seleccionando el tipo de
Es un proceso importante dentro de la ense- evaluación más adecuado para cada situación
ñanza –como ya ha quedado puesto de mani- y los objetivos que se pretendan con ella, eli-
fiesto–, rico por los datos y posibilidades que giendo técnicas e instrumentos para llevarla a
ofrece y complejo por las dificultades que supo- cabo y poniéndola en práctica, colegiadamente,
ne el enjuiciar las actuaciones de otras personas, del mejor modo posible. Pero, una vez organi-
más aún cuando éstas se encuentran en momen- zado el proceso –de forma rigurosa pero flexi-
tos evolutivos delicados en los que un juicio equí- ble–, en el camino se presentarán multitud de
voco, “injusto”, poco sopesado..., puede crear ocasiones en las que será necesario echar mano
actitudes de rechazo (hacia el estudio, hacia la de todo tipo de recursos para resolver determi-
sociedad) en ese niño, adolescente o joven que nadas circunstancias que se planteen con cier-
se educa. tos alumnos: de ahí la conveniencia –la exigencia
profesional– de disponer de cuantos conoci-
Consideraciones finales mientos evaluadores –en este caso– sea posible
y aplicarlos en los momentos del camino en que
Para terminar este apartado quiero insistir en resulten útiles para superar una situación.
algo ya apuntado antes: la tipología de la eva- La calidad de la educación depende, en bue-
luación expuesta es válida para presentar clara- na medida, de la rigurosidad de la evaluación.
mente las virtualidades que ofrece la evaluación Y evaluar no siempre resulta fácil, pero siempre
desde diferentes enfoques o perspectivas, pero es ineludible. La evaluación es compleja por-
en la práctica, en su aplicación al quehacer dia- que desemboca no sólo en asumir, sino también
rio pueden darse mezclados algunos de los ti- en rechazar muchas posibilidades, y la abun-
pos descritos y, sobre todo, se conjuga su dancia de posibilidades implica una drástica y,
funcionalidad para conseguir la meta común: a veces, dolorosa selección. Por eso, quizá re-
la mejor formación del alumnado. Así, tanto la sulte más fácil rechazar con certeza que asumir
evaluación inicial como la final pueden ser, a sin dudas. Por eso, una vez más, insistimos en
la vez, formativas o sumativas –según la funcio- las ventajas de valorar no sólo lo negativo (lo
nalidad con la que se apliquen–; lo mismo ocurre claramente rechazable), sino todo lo que de
con la autoevaluación o coevaluación, que, ade- positivo aparezca en el proceso educativo: ana-
más, pueden ser iniciales, procesuales o fina- lizar las ventajas de cada elemento ofrecerá cri-
les. La evaluación criterial o la idiográfica se terios válidos en los que apoyar la elección de
aplicarán para perfeccionar o para seleccionar, una ruta y no la de otra similar.
al principio, durante o al final de un proceso e Un automovilista, al evaluar una situación y
incorporando a ellas autoevaluaciones o coeva- realizar cierta maniobra, puede jugarse la vida;
luaciones del propio alumnado... La acción edu- un médico, al valorar el estado de un paciente y
cativa es variada y requiere soluciones diversi- ponerle un tratamiento, puede poner en peligro
ficadas que permitan que la enseñanza de un su salud, lo mismo que un juez la libertad de un
profesor y el aprendizaje de un alumno cami- acusado o un profesor al valorar a un alumno
nen al unísono. Este aprendizaje, en definitiva, puede –por “indulgente” o “exigente”– poner en
es un continuo que no se rompe ni se divide en peligro su adecuada educación. Estos riesgos, ¿no
compartimentos estancos. Por ello, la acción edu- son lo suficientemente graves como para ser mi-
cativa eficaz debe plantearse también como tal nimizados mediante la asunción de las necesa-
y, en consecuencia, la evaluación no puede apli- rias precauciones con el fin de brindar las mayo-
carse aisladamente ni sin interferencias perma- res garantías de rigor a los afectados? La libertad
nentes de todas las perspectivas. La evaluación individual que todo profesional debe tener para
final es la evaluación inicial del día siguiente... desarrollar su trabajo –la libertad de cátedra,

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por ejemplo– no puede implicar el ejercicio de Objetivos de la evaluación
la arbitrariedad. Por eso, si la evaluación debe
De acuerdo con lo expuesto hasta ahora, los ob-
ser objetiva, hay que saber que será más objeti-
jetivos que permite perseguir la aplicación de
va cuanto más colegiada, ya que la subjetivi-
un modelo evaluador cualitativo, formativo y
dad de la persona se objetiva al contrastarse con
continuo, adaptado convenientemente a los pro-
otra subjetividades y al regir los juicios por cri-
cesos de enseñanza y aprendizaje, no se limitan
terios equivalentes –y previamente estableci-
ya a comprobar lo aprendido por el alumnado
dos– para todos.
cada cierto tiempo, sino que amplían sus expec-
Enseñar puede ser fácil. Lo difícil es ense-
tativas y posibilidades y cubren un campo más
ñar bien. Enjuiciar a alguien puede hacerse
extenso, más completo, pues la evaluación se
apresuradamente, pero evaluar a una persona
incorpora, desde el principio, al camino del
o un proceso educativo completo es una tarea
aprender y enseñar, y ofrece, en consecuencia,
seria y compleja. El denominado “fracaso esco-
mayores aportaciones y apoyos al conjunto del
lar” esconde un número de personas concretas
proceso que transcurre.
que se han malogrado desde el punto de vista
En concreto, los objetivos que pretende la
educativo. ¿Qué agricultor se sentiría satisfe-
evaluación, considerando el concepto adopta-
cho si todos los años se le malograra el 30, 40 ó
do para la misma y las diferentes perspectivas
50% de su cosecha? ¿Qué fábrica podría per-
comentadas en su tipología, serán:
mitirse el lujo de desechar el 30, 40 ó 50% de su
producción? Ya ha quedado dicho: descalificar
1. Detectar la situación de partida general
o reprobar es fácil; reorientar, reenseñar para
para dar comienzo a un proceso de
que alguien aprenda lo que antes no aprendió
enseñanza y aprendizaje.
excluye ser un docente repetitivo –casi mecáni-
2. Facilitar la elaboración de la programación
co–; exige ser flexible e innovador, creativo,
idónea y adecuada para los alumnos y
evaluador, conocedor de que muchos y distintos
alumnas, en función del diagnóstico
caminos conducen a la misma Roma. El conoci-
realizado en el paso anterior.
miento, las destrezas, las actitudes no son algo
3. Durante la aplicación de cada unidad
que se posee o no se posee, sino un hacerse, desa-
didáctica:
rrollarse, conformarse permanentemente, aun-
que también un olvidarse, perderse, bloquearse
a) Conocer las ideas previas del alumnado.
o inhibirse. El sujeto que aprende no es una
b) Adaptar el conjunto de elementos de
computadora a la que se debe instalar un pro-
la unidad a la situación del grupo.
grama, sino un ser inteligente que se debe for-
c) Regular el proceso de enseñanza y
mar para que pueda ser libre y asuma ser
aprendizaje: reforzando los elementos
responsable. Justamente para ser libres y res-
positivos, eliminando los elementos ne-
ponsables es preciso poder y saber evaluar, de
gativos, adaptando las actividades a las
manera que algo que también tiene que ense-
posibilidades de cada alumno, supe-
ñar el docente a sus alumnos –como antes que-
rando de inmediato las dificultades
dó señalado– es a evaluar y evaluarse; por eso
surgidas.
la autoevaluación y coevaluación son básicas y
d) Controlar los resultados obtenidos.
constitutivas de una educación que pretende
e) Mantener los objetivos no alcanzados,
procesos libres, auténticos, comprometidos e
incorporándolos a unidades siguientes.
innovadores. Conocer, juzgar, valorar... son pa-
labras sucesivas en un proceso educativo en el
4. Confirmar o reformular la programación
que el sujeto madura equilibradamente para sa-
en función de los datos obtenidos con el
ber, saber hacer y saber ser con los otros.

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desarrollo de las unidades didácticas que 8. Controlar el rendimiento general del
la componen. alumnado, para su oportuna promoción
5. Orientar al alumnado para futuros o titulación.
estudios o salidas profesionales. 9. Seleccionar los recursos didácticos y
6. Elaborar informes descriptivos acerca del programas específicos para el centro.
proceso de aprendizaje que sigue cada
uno de los alumnos. El disponer de permanente información so-
7. Regular y mejorar la organización y bre el proceso educativo que está teniendo lu-
actuación docente, tanto en su perspec- gar y, también, acerca de los resultados últimos
tiva con respecto al centro como para su conseguidos o de la idoneidad mayor o menor
actividad en el aula. de ciertos programas o recursos, permite clara-
mente conseguir los objetivos aquí señalados.

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Reformar la evaluación para reformar la enseñanza

María Antonia Casanova*

Sociedad, educación y currículo reproduce –de modo inconsciente, en la mayor


La pregunta que nos podemos plantear ante la parte de los casos– sus rutinas y, a la vez, se pro-
insistencia en la necesidad de modificar la eva- pone soluciones innovadoras para llegar a una
luación –a cualquier nivel que se trate– es: ¿re- sociedad mejor. Cada grupo social, en función
sulta tan decisiva la evaluación para mejorar los de sus parámetros de funcionamiento, desarro-
procesos de enseñanza y aprendizaje y para poder lla una política educativa determinada, que
aplicar correctamente los principios psicopedagógicos pone en práctica a través de su administración
actuales? ¿Es tan importante el cambio de la eva- correspondiente. Desde las instancias político-
luación para conseguir el modelo educativo administrativas se regula legalmente el marco
exigido por nuestra sociedad y el perfil de ciu- en el que el sistema educativo debe desenvol-
dadano adecuado para el futuro? verse y, por lo tanto, se señalan los cauces por
Mi respuesta tajante –que intentaré justifi- los que debe discurrir el quehacer de cada cen-
car y razonar después– es que sí. Que resulta tro escolar que se integra institucionalmente en
absolutamente imprescindible establecer un el mismo (figura 10). En ese contexto –con sus
modelo evaluador acorde con la sociedad que limitaciones y con sus posibilidades– tiene
se desea, con los objetivos generales del siste- lugar la acción educativa de cada día. El cen-
ma educativo y con el modelo de persona que tro, además, está integrado por personas de pro-
parece la idónea para vivir dignamente en los cedencias diversas, con distintas culturas, reli-
grupos sociales del futuro (la educación va giones, etnias, ideologías en general..., y con sus
siempre desfasada en sus objetivos: prepara en proyectos institucionales debe dar respuesta a
función de la sociedad actual a sujetos que van lo que esa “sociedad particular” espera de él.
a vivir en una sociedad desconocida: la del Y, como está claro, cada subgrupo de los que
mañana). conviven en el centro puede esperar respues-
Como cuestión previa, hay que reflexionar tas diferenciadas y conseguir objetivos diver-
acerca de la consideración del sistema educati- sos. Están en su derecho y la institución tiene
vo como un todo interrelacionado, en el que la el deber de responder lo más adecuadamente
totalidad de sus partes deben funcionar en una posible a las expectativas que se ponen en ella.
misma dirección, con unos mismos objetivos..., La tarea es compleja. Pero hay que abordarla
con unas bases comunes que respondan a la filo- ineludiblemente.
sofía del sistema y a lo que se pretende con él.
Figura 10. El centro escolar en el sistema
En primer lugar, el sistema educativo viene
sociopolítico
condicionado por la sociedad en la que se
implementa. Reproduce muchas de sus virtu- Sistema social / Política general
des y también muchos de sus defectos, que in- Política educativa
tenta superar desde un planteamiento renova-
Administración educativa
dor. Es la dialéctica habitual en la que se mueve
la educación: se ve condicionada por la sociedad,
Centro escolar

* Casanova, M. A. (1998), La evaluación educativa,


México, Muralla-SEP (Biblioteca del normalista), pp.
103-137.

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De acuerdo con los razonamientos previos, pensar. La sociedad presta mucha atención al
esta situación deriva, lógicamente, de que vivi- sector sanitario, porque piensa, efectivamente,
mos en una sociedad que se rige por un sistema que de sus aciertos o errores depende, en mu-
democrático de gobierno, que debe respetar las chos casos, que sigamos manteniendo la vida o
distintas ideologías que coexisten en él. Ese sis- la perdamos. Es cierto. Pero también lo es que de la
tema genera la política y administración edu- educación que recibe una persona –no sólo en el
cativas coherentes para que se puedan cumplir centro: en su familia, en su televisión...– depende
sus premisas constitucionales y, a partir de ahí, su calidad de vida. Tener que vivir a pesar de la edu-
se desarrolla la práctica a través de los equipos cación que se ha recibido resulta ciertamente costoso, a
de profesores que asumen la responsabilidad de veces insoportable. Y, al fin, la meta de la educa-
aplicarla en cada centro escolar. Así, el currícu- ción es que la persona disponga de los recursos
lo escolar resulta altamente influido por la ideolo- vitales suficientes para realizarse autónomamen-
gía imperante en una sociedad. Son muchos los te; en definitiva, lo que se persigue teóricamente
autores que han tratado con profundidad este con la educación es que “la gente viva feliz, aun-
tema; sólo reproduzco una interesante cita de que no tenga permiso” (Siempre hay que recurrir
Kemmis, S. (1988, 122-123): “El currículum esco- a la poesía y a los poetas para decir con exactitud
lar, como otros aspectos de la vida social, está y rigor lo que queremos decir. Estos dos versos
formado ideológicamente. Así, las formas do- pertenecen al poema “Te quiero”, de Mario Bene-
minantes del currículum escolar reflejan las for- detti).
mas ideológicas dominantes en la sociedad. La Estas reflexiones conducen a una conclusión
vida y el trabajo de las escuelas puede caracte- final: la actuación de todas las personas que
rizarse en los mismos términos que la vida y el inciden en la educación, la estructura y organi-
trabajo de la sociedad en general...”. zación del centro, sus normas de funciona-
El grupo de profesionales que coinciden en miento, su clima, el estilo de dirección, la orga-
el centro, junto con el alumnado y la comuni- nización del aula, los proyectos institucionales
dad educativa en general, crearán un estilo pe- (educativo y curriculares de etapa) o el enfoque
culiar de funcionamiento social que, si se corres- de cada uno de los elementos curriculares que se
ponde con los objetivos de la educación y es programen, deben ir en una misma dirección,
concordante, en todo, con las respuestas que pre- deben perseguir los mismos objetivos, deben
tende dar por lo que se refiere a la formación estar imbuidos por unos mismos principios y
del alumnado, contribuirá decisivamente a que filosofía..., ya que ésta es la única manera de
éste alcance un desarrollo personal integrado, educar, es decir, de crear unas actitudes y una
coherente, sin contradicciones internas; una forma de pensar congruente en la persona. No
preparación para la vida social y laboral que le se puede “predicar” lo que hay que hacer, si con
permita su incorporación crítica y participativa los hechos se desdice lo que se aconseja con las
en la misma. De lo contrario, se forman perso- palabras. No se puede hablar de democracia, por
nas inseguras, poco integradas socialmente, ejemplo, y que el alumno sienta sobre sí el más
contradictorias, con problemas afectivos, sin puro autoritarismo y la no consideración siste-
medios para continuar su actualización perma- mática de sus pareceres. Si se quiere conseguir
nente en todos los órdenes.... que, en el mejor un alumno crítico, creativo y participativo, los
de los casos, mediante una labor de años llega- primeros que deben responder a estas caracte-
rán a superar esta problemática –aun con las rísticas son los profesores. En el caso que nos
deficiencias inherentes a los fallos básicos ya ocupa –los procesos de enseñanza y aprendiza-
insuperables–, y que, en el peor, deberán conti- je–, la metodología del profesor tiene también
nuar así, en esas lamentables condiciones, el res- que estar en consonancia con las actitudes que
to de su vida. Es grande la responsabilidad de se pretenden fomentar en el alumnado: si quere-
la labor educativa, mucho más de lo que se suele mos alumnos participativos, hay que favorecer

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las situaciones que permitan la participación; si En definitiva: la educación es un todo conti-
queremos alumnos que respeten las ideas de los nuo y global, y los niños y jóvenes aprenden lo
demás, hay que dar oportunidad para que se que ven hacer, no lo que escuchan, especialmen-
expresen, argumenten y se respeten, etcétera. te si esto último es contradictorio con lo anterior.
Por lo que se refiere a la evaluación, resulta- Dado que la evaluación –como ya comentamos–
rá decisivo que ésta se impregne de los valores es un elemento que condiciona los procesos de
(sociales, democráticos, participativos, solida- enseñanza y aprendizaje de modo absoluto, es
rios…) que se están desarrollando en alumnos y de especial interés que se ajuste con gran preci-
alumnas. No es posible hablar de democracia, sión a las metas educativas que se proponen para
de igualdad, de posibilidad de expresión, de el alumnado, de modo que contribuya eficazmen-
participación, etcétera, y aplicar, en paralelo, un te a que se alcancen y no al contrario, como ocu-
sistema de evaluación sancionador y clasificador, rre ciertamente en multitud de ocasiones: que
que es utilizado como elemento de autoridad (¿?) impide, con su práctica diaria, la educación inte-
por el profesorado, como poder totalitario, por- gral y coherente del alumnado.
que, al fin, lo que importa es “aprobar” y, ante
esa situación extrema, el alumno se aviene a Evaluación y cambio educativo
asumir cualquier modo de trabajo –el que más
Habitualmente, el modelo de evaluación que
gusta a cada profesor– para conseguirlo, aun-
está previsto aplicar es lo que condiciona tanto
que esté en total desacuerdo con el sistema y lo
los objetivos que se consiguen como la forma de
considere absolutamente inadecuado. En la
trabajo en los centros y en las aulas, de manera
mayoría de los casos, los alumnos se inhiben,
que éste dirige virtualmente los procesos de en-
se desinteresan por aprender y formarse real-
señanza y aprendizaje, al igual que el funcio-
mente: hacen lo establecido y se desentienden
namiento de los centros educativos: los alumnos
de lo que sería un proceso formativo auténtico.
aprenden para “aprobar”, el COU ha modifica-
En otros casos, ni siquiera cumplen esos míni-
do su sentido original y se ha convertido en una
mos: se “apean” del sistema –educativo, pri-
preparación para superar la selectividad, lo
mero; social, después– en cuanto se convencen
único importante de los programas es lo que
de que les resulta imposible seguirlo.
“entra” en un examen, las familias se preocu-
Por ello, los comentarios realizados en el
pan sólo cuando su hijo reprueba, muchos cen-
capítulo anterior como reflexión sobre los dife-
tros son considerados de calidad teniendo en
rentes tipos de evaluación, deben tenerse en
cuenta como indicador exclusivo el porcentaje
cuenta para incorporar, en cada caso, las pers-
de alumnos aprobados o que obtienen plaza en
pectivas o enfoques de la evaluación que me-
la facultad universitaria que desean, etcétera,
jor convengan a los objetivos pretendidos. Una
etcétera. La forma de evaluar, incluso conside-
evaluación formativa, continua, criterial, a la
rada de un modo simplista y con ejemplos que
que se incorpora la autoevaluación y coeva-
se pueden calificar de lugares comunes, como
luación..., será consecuente con los principios
los que he enumerado, está conduciendo –im-
que fundamentan una sociedad democrática,
plícita y explícitamente– la forma de enseñar y
con los postulados de la política educativa y con
aprender en los centros. Se convierte así la eva-
los objetivos generales del sistema educativo,
luación en el eje y la finalidad de la actividad
especialmente en sus etapas de educación
educativa.
obligatoria, importantísimas porque afectan a
Por ello, si se quieren modificar realmente
toda la población, que, en muchos casos, no
los procesos educativos hay que incidir profun-
volverá a recibir educación sistemática desde
damente en el concepto de evaluación del que
ninguna otra instancia y a la cual, por lo tanto,
se parte, en los objetivos que se pretenden al-
hay que garantizar los medios básicos para el
canzar con ella y en los procedimientos que se
desenvolvimiento adecuado a lo largo de su
vida.

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utilizan para ponerla en práctica.1 Así, si se par- • Usar equivocadamente la información
te de un concepto de evaluación formativo, los numérica.
objetivos para ella serán también formativos, al • Ignorar variables importantes porque no
igual que las técnicas e instrumentos que se uti- se sabe cómo evaluarlas o porque
licen para su puesta en práctica. Todo debe con- resulta trabajoso hacerlo.
tribuir a reforzar el concepto que fundamenta • Permitir que los problemas de evaluación
la acción evaluadora, pues será el único medio entorpezcan o paralicen los procesos de
de alcanzar los objetivos previstos, tanto para aprendizaje.
la evaluación como para el proceso formativo
del alumnado. La coherencia interna entre los Además, hay que tener en cuenta que, en
planteamientos y su aplicación es un compo- muchos casos, con el examen no se consigue ni
nente fundamental para lograr una actuación siquiera “medir” ese tipo de aprendizajes, por-
convincente, ante nosotros mismos y ante los que al realizar la comprobación en un tiempo
alumnos y alumnas que se educan. determinado y generalmente corto, lo que se
Cuando me refiero al cambio en la evalua- constata, como máximo, es la cantidad de con-
ción, lo hago, evidentemente, aludiendo al mo- ceptos que un alumno ha sido capaz de memorizar y
delo tradicional de valorar los aprendizajes del reproducir en ese momento (ilustración l). Es de-
alumnado casi exclusivamente mediante prue- cir, algo que ni siquiera llega a ser –en la mayo-
bas puntuales y escritas, controles, exámenes ría de los casos– un aprendizaje real, pues se
–llámese con el eufemismo que se prefiera. olvida rápidamente y no ha supuesto modifi-
Este casi único procedimiento de evaluar su- cación alguna en las estructuras mentales o con-
pone dejar al margen la valoración de lo más ducta de ese alumno o alumna. Ya Rudyard
importante en la educación –quizá porque re- Kipling, en El libro de las tierras vírgenes, plan-
sulte lo más difícil de valorar–, centrándose, por teaba esta reflexión en la educación de Mowgli:
el contrario, en lo “medible” de alguna forma, “—Un cachorro humano es un cachorro huma-
como suelen ser los objetivos alcanzados por el no, y tengo el deber de enseñarle toda la ley de
alumnado y que tienen una mayor carga de con- la Selva. —Pero ten presente lo pequeño que es
ceptos frente al uso de procedimientos o asun- –dijo la pantera negra, que habría mimado con
ción de actitudes. exceso a Mowgli si la hubieran dejado educar-
En este sentido, Saunders, R. y otros (1989, lo a su modo. ¿Cómo pueden caber en cabeza
278) insisten en que al evaluar debe ponerse tan chica todos tus largos paliques?” (1977, 36).
especial interés en evitar una serie de errores Este argumento se refuerza con la conside-
que se repiten de modo permanente. Entre ellos, ración de que en la sociedad actual el aumento
destacan: de los conocimientos es absolutamente inabor-
dable por la persona individual. Por lo tanto,
• Permitir que los prejuicios oculten esta situación, “en un momento histórico para
hechos importantes. la evolución de la educación a escala planetaria,
• Emitir juicios basados en instrumentos en que ya ‘es imposible que sean importantes
no fiables. los infinitos contenidos’ y lo relevante es la asi-
milación y utilización creadora de las estructu-
ras básicas en los diversos campos de conteni-
dos, adquiere una importancia capital”
1
Creo que son dos los elementos curriculares que (Fernández Pérez, M., 1988, 47). Es evidente
más incidencia tienen en la consecución de los que los objetivos de la educación varían –tan-
objetivos educativos: la metodología y la evaluación. to desde la perspectiva legal como desde la
No entro en consideraciones amplias sobre perspectiva real de los intereses personales para
metodología –aunque más adelante también haré
referencia a ella– porque el contenido de esta obra
la vida– en función del modelo de sociedad de
se centra, como es evidente, en la evaluación. cada época histórica; la actual, como decimos,

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se caracteriza –entre otras cosas– por su incre- es que nuestra pedagogía consiste en atiborrar a
mento geométrico de conocimientos y por el los niños de respuestas, sin que ellos hayan plan-
avance tecnológico –especialmente en el cam- teado ninguna interrogante, y en no escuchar ni
po de la informática–, lo que debe influir deci- siquiera sus preguntas”.
sivamente en el modelo de formación que se Complementando estas afirmaciones, Cardo-
promueva para las jóvenes generaciones, si no na, C. (1990, 151) alude a la importancia que se
se quiere perder lamentablemente el tiempo en da, socialmente, a la cantidad de saber y al con-
cuestiones que ahora ocupan un segundo pla- sumo de saber en estos términos: “Esa creciente
no, aunque en otros tiempos fueran básicas para distancia, en favor del saber calculador como
la educación adecuada del ser humano. nuevo cálculo, sobre el conocimiento directo y
personal, siempre cualitativo, es justamente lo que
Ilustración 1. Los contenidos de la lleva de suyo a eso que Moreno Márquez dice
enseñanza (Mafalda) que ‘hoy más que nunca nos obsesiona: ya no se
trata únicamente tanto de calidad del conocimien-
to cuanto de su cantidad: –conocer más, saber más:
consumir conocimiento, consumir saber. Nos
falta la Información, nuevo talismán en el fin de
la modernidad’. Poco importa la experiencia per-
sonal de vida, si se dispone con un buen ordena-
dor de una ‘base de datos’, sea quien sea el que
los haya ‘obtenido’ y de qué modo, sea quien sea
el que nos los proporcione”. Este planteamien-
to, que resulta un reflejo fiel de la forma de ac-
tuar que vemos a nuestro alrededor y en la cual,
por supuesto, nos encontramos todos inmersos
y, en mayor o menor medida, contagiados, con-
duce –si se mantiene en estos términos en el cam-
Derechos cedidos por Editorial Lumen, S. A.
po de la educación– al desinterés por parte del
alumnado en relación con lo que les suministra
Popper, K. y Lorenz, K. (1992, 70) argumen- el sistema educativo institucional y deriva, por
tan en relación con la pedagogía del modo lo tanto, en el denominado genéricamente “fraca-
siguiente: “Nosotros inventamos las teorías y so escolar”. Rodari, G. (1987, 21) invierte la situa-
nosotros acabamos con ellas. De ese modo crea- ción atribuyendo el fracaso a la escuela, y no al
mos nuevos problemas y nos vemos en el trance alumno; afirma que, habitualmente, se convier-
de inventar nuevas teorías, si es que podemos. te el aula en un espacio donde se “adopta, año
Eso es, en resumen, la ciencia, y a eso se reduce tras año, el antiguo método del suspenso, con-
toda su historia. La teoría más corriente es com- firmando el fracaso de una escuela obligatoria
pletamente distinta. Yo la llamo la teoría del que, cuando no consigue promover cultura, sus-
cubo. Según ella, nuestra cabeza es un cubo con pende a los chicos, si no consiguen o no quieren
una tapa llena de agujeros, a través de los cuales consumir la cultura, tal como viene impuesta”.
se infiltra la información procedente del mun- Hasta tal punto llega la incidencia del exa-
do. Ésa es también la teoría que fundamenta la men en la actividad escolar, que el centro ha sido
pedagogía. Luego está la teoría del embudo que definido como “un lugar donde se aprueban o
constituye la teoría del método de enseñanza. suspenden exámenes” (Jackson, Ph. W., 1991, 45)
Al cubo se le aplica, para que no falte nada, un (ilustración 2). Un poco más adelante, el mis-
embudo por el que va vertiéndose el saber. A mo autor se hace esta reflexión: “El niño muy
esto se reduce la teoría más usual. El hecho cierto pequeño puede ser temporalmente engañado

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por tests que se le presentan como juegos, pero plo, es inútil el esfuerzo que se haya puesto para
no pasará mucho tiempo hasta que comience a formular ese proyecto, ya que está fallando su
ver a través del subterfugio y comprenda que, des- base: la interrelación y coherencia de los elemen-
pués de todo, la escuela es un asunto serio. Lo im- tos que lo constituyen.
portante no es sólo lo que hacemos, sino lo que
otros piensan que realizamos. La adaptación a Para qué reformar la evaluación
la vida escolar requiere del estudiante que se
Por sistematizar las razones –de carácter psi-
acostumbre a vivir bajo la condición constante
cológico, pedagógico y social–, que personal-
de que sus palabras y acciones sean evaluadas
mente veo incuestionables para llevar a cabo la
por otros” (Ibid., 50).
reforma de la evaluación, me centraré en el co-
mentario de tres puntos que considero esencia-
Ilustración 2. Los exámenes (Mafalda)
les para justificar esta postura:

a) Hay que reformar la evaluación para


responder a los principios
constructivistas del aprendizaje

Con la aparición de la psicología conductista y


su aplicación al aprendizaje, se llegó a pensar
que con una adecuada selección de motivacio-
nes y estímulos presentados a los alumnos, y
una correcta secuencia de objetivos estrictamen-
te operativos que marcaran detalladamente el
camino que se debía seguir en todo proceso
cognitivo, se podrían predecir con bastante
aproximación los resultados que alcanzaría
cada alumno y realizar un seguimiento perfec-
to de sus progresos hasta lograr que llegaran a
los objetivos finales de la etapa educativa co-
Si esta situación se ha venido dando hasta
rrespondiente. El seguimiento se facilitaba con
ahora (aunque teóricamente esté superada y en
la operatividad de los objetivos que, consecuen-
la práctica todo buen profesor haya valorado a
temente, los hacía fácilmente evaluables: se for-
sus alumnos en función de diversas variables)
mulaban casi como actividades y, por lo tanto,
y se mantiene a pesar de los argumentos que
eran observables o “medibles”, en muchos ca-
aparecen en contra, hay que insistir en la nece-
sos, con pruebas fáciles de valorar. Este plan-
sidad de cambiarla si, efectivamente, se quie-
teamiento conduce al desarrollo de un modelo
ren hacer realidad los objetivos propuestos para
de pedagogía por objetivos (Bloom, B. S. y cols.,
la educación obligatoria, necesarios en nuestra
1972), que lleva a un momento de gran optimis-
sociedad y en la que se avecina. No cabe el rea-
mo en la educación, pues parece que se poseen
lizar alguna variación en determinados elemen-
todas las claves necesarias para controlar la
tos curriculares y dejar otros, como la evalua-
enseñanza en todos los pasos que deben seguir
ción, igual que siempre. Debe plantearse un
los alumnos hasta alcanzar los aprendizajes
proyecto curricular de etapa coherente en sus
previstos. No obstante, esta euforia duró pocos
planteamientos globales, lo que lleva al ajuste
años, pues el sistema degeneró en modelos de
adecuado de todos sus componentes. En cuan-
enseñanza excesivamente automatizados. Por
to aparezcan contradicciones entre metodología
ejemplo, la cumplimentación de “fichas” como ele-
y evaluación u objetivos y actividades, por ejem-
mento de aprendizaje autónomo fue un “descu-

88

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brimiento” con el cual los alumnos aprendie- mente sumativa y final, sin más pretensiones que
ron extraordinariamente bien... a cumplimentar la de constatar el grado de lo conseguido para,
fichas, porque, salvo en los casos de los alum- de esta forma, aprobar o reprobar, promocionar
nos que aprenden a pesar de los modelos de o “repetir”.
enseñanza, pocos consiguieron aprendizajes
reales con estos métodos y, por el contrario, se Figura 11
perdieron numerosos valores pedagógicos que
ahora se intentan recuperar, pero que muchos Psicología Psicología
alumnos quedaron sin desarrollar y para los cua- conductista constructivista
les la situación resultó irreversible.
Un fallo claro del modelo conductista de
aprendizaje, al pretender unificar el camino que Pedagogía de
Pedagogía por
todos los alumnos debían recorrer, fue esa pre- procesos
objetivos
sunción de respuesta casi homogénea que se
debía dar ante determinadas motivaciones o
procedimientos de enseñanza. Pero todo pro-
Evaluación Evaluación
fesor sabe con certeza que siendo él la misma
sumativa formativa
persona ante el conjunto del grupo y practican-
do una misma metodología, siempre hay un sub-
grupo al que interesa el planteamiento o la forma
de trabajar y sigue bien esa unidad didáctica, No obstante, a pesar de este planteamiento
otro subgrupo para el que no es significativo el teórico rotundo por lo que se refiere a la fun-
tema o no conecta con el modo de exposición ción de la evaluación, en el campo educativo
inicial, y un tercero que va por delante del ni- tanto la administración como el profesorado no
vel presentado y al que hay que ofrecer traba- han adoptado esas posturas tan tajantes y, a
jos complementarios por donde puedan seguir partir de los resultados obtenidos en cada eva-
avanzando y manteniendo el interés. Estos tres luación puntual, se ha planteado la siguiente
niveles dentro de un grupo son bastante habi- problemática: y con los alumnos que no han
tuales, además de todas las particularidades alcanzado los objetivos, ¿qué se hace? La situa-
que presente cada alumno individualmente con- ción exige que los alumnos continúen sus estu-
siderado. ¿Por qué? Porque, evidentemente, cada dios, y para que eso sea posible deben llegar a
persona tiene unos intereses particulares, posee los objetivos primeros de manera que puedan
unos conocimientos diferentes acerca de un seguir avanzando convenientemente. Por ello,
tema, se encuentra en distinto momento de desa- habitualmente se ha propuesto como solución
rrollo –aun dentro del mismo estadio–, etcéte- que el alumnado que no alcance los objetivos
ra, etcétera. Las personas no somos autómatas correspondientes a una evaluación realice, se-
en las respuestas: poseemos un campo afectivo guidamente, actividades de “recuperación”. La
que nos diferencia y eso obliga a la necesidad realidad es que si se ha aplicado la evaluación
de adaptar la enseñanza a esas peculiaridades después de un mes o dos de trabajo y, en ese
individualizadas que ya hemos comentado. momento, el profesor se entera de que un por-
La evaluación, dentro de esta concepción del centaje de alumnos no ha realizado un apren-
aprendizaje (descrita breve y casi simplista- dizaje adecuado (ilustración 3) y, por lo tanto,
mente), tuvo asignada una función muy clara: no ha seguido el ritmo de enseñanza marcado
comprobar los resultados obtenidos; es decir, qué por él, durante el próximo periodo escolar (otro
cantidad de objetivos se alcanzaron y cuáles mes, o dos o tres) esos alumnos deberán “recu-
quedaron pendientes de superar (figura 11). Así, perar” lo no aprendido además de seguir tra-
la evaluación se aplicó con una función pura- bajando para realizar los nuevos aprendizajes

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correspondientes al periodo actual. Y otra vez implica la formación progresiva de la persona
la realidad y el sentido común nos dicen que si mediante su interacción con el ambiente. Esto
un alumno ha tenido dificultades –asistiendo supone que es su propia actividad –interna y
regularmente a clase– para aprender lo progra- externa–, basada en las ideas previas que po-
mado en un trimestre, cómo va a ser capaz de see y apoyada en sus intereses, posibilidades,
aprender el doble en el próximo. Consecuencia motivaciones, etcétera, lo que irá modificando
que se comprueba con más facilidad que lo que y reestructurando sus esquemas.2 Por lo tanto,
sería deseable: hay alumnos que a los doce años es fundamental la representación inicial que se
ya son indiferentes a lo que les ofrece el centro posea de la nueva información más la activi-
educativo y se inhiben de todo cuanto ocurre en dad que se desarrolle en relación con ella.
él y, como proyección, en muchos casos, tam- Como consecuencia para la práctica educa-
bién lo hacen en el entorno social donde viven, tiva, se pasa a un planteamiento pedagógico-
convirtiéndose, desde muy jóvenes, en pobla- didáctico centrado en los procesos, en el que
ción marginada y sin perspectivas. importa especialmente conocer el camino que re-
corre el alumno y cómo lo recorre, para detec-
Ilustración 3. La recuperación (Mafalda) tar lo positivo y negativo del mismo, las difi-
cultades, las posibilidades de cada uno y así
poder regularlo de inmediato y ayudarle mejor
a alcanzar los objetivos pretendidos. Por ello,
no es cierto que desde esta postura el educador
se desentienda de los resultados –aunque pon-
ga especial interés en los procesos–, ya que si
se recorre bien el camino se garantiza la llega-
da a la meta, cosa que no ocurre si se fija única-
mente en la meta y no atiende a los obstáculos
que se presentan por el camino. “La definición,
por clara que sea del objetivo que queremos
alcanzar, y nuestro deseo de llegar a él, no son
suficientes para conducirnos al mismo, mien-
tras que no conozcamos o no utilicemos los
medios adecuados” (Mahatma Gandhi).
Desde esta concepción se hace preciso incor-
Derechos cedidos por Editorial Lumen, S. A. porar la evaluación al propio proceso de en-
señanza y aprendizaje desde que éste comienza,
Ante esta situación, tiene mucho que decir el con una función, por tanto, esencialmente
planteamiento que tradicionalmente se viene formativa, es decir, con la pretensión de mejo-
haciendo de la evaluación, como uno de los fac- rarlo progresivamente y llegar a los objetivos
tores importantes para corregirla. en el máximo de situaciones posible. La eva-
En la actualidad, los avances en psicología han luación sumativa, en sentido estricto, tiene
llevado a un diferente punto de partida en la com- aquí escaso sentido y pocas aportaciones que
prensión de cómo se producen los aprendizajes, hacer.
lo que, consecuentemente, debe modificar los
planteamientos pedagógicos y didácticos si se
quieren alcanzar los mejores resultados. Se adop-
2
ta, desde diferentes y complementarios enfoques Se entiende por esquema: “una representación de
psicológicos y educativos (Piaget, Vygotsky, una situación concreta o de un concepto que permite
manejarlos internamente y enfrentarse a situaciones
Luria, Cole, Ausubel, psicología cognitiva...), una iguales o parecidas en la realidad” (Carretero, M.,
concepción constructivista del aprendizaje, que 1993, 21).

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b) Hay que reformar la evaluación para que permita comprobar “sobre la marcha”,
evaluar determinados objetivos generales durante los trabajos en el aula, cómo los mane-
jan los alumnos, y no limitarse a una compro-
En los objetivos generales que se formulan para bación puntual –en un examen– donde, por
la educación obligatoria en nuestro país y en múltiples circunstancias, un alumno puede fa-
cualquiera de nuestro entorno, aparecen mu- llar o no dar el rendimiento adecuado a las po-
chos que implican la adquisición de deter- sibilidades puestas de manifiesto a lo largo de
minados valores y actitudes ante la vida, las su proceso de aprendizaje.
personas, la naturaleza y la sociedad en gene-
ral. Estos valores y actitudes no se aprenderán
c) Hay que reformar la evaluación para
en ningún caso estudiando una lección o por el
alcanzar los objetivos propuestos y
solo hecho de que el profesorado lo proponga dar coherencia a los elementos curriculares
como positivo. La asunción y ejercicio de valo-
res y actitudes obliga a una forma de actuación, Continuando con el razonamiento anterior,
de vida, en la que éstos se practiquen día a día, para alcanzar esos objetivos se hace preciso
por lo que se requiere un estilo común en el también modificar la metodología tradicional
funcionamiento del centro y de las aulas, de basada, casi exclusivamente, en la exposición
acuerdo con los que se quieran desarrollar. Su del profesor y el estudio del alumno. Si ese
evaluación exige, por lo tanto, no un examen alumno ha de ser participativo, respetuoso de
puntual (donde difícilmente van a aparecer con las ideas de los demás, crítico, creativo, autó-
fiabilidad las metas conseguidas, ya que los nomo..., la metodología debe favorecer situa-
alumnos, sin duda alguna, responderán lo ade- ciones en las que se practiquen estas actitudes
cuado para obtener una buena calificación: es- de modo habitual; o sea, que habrá que propo-
cribirán lo que el profesor quiere leer), sino la ner actividades mediante las cuales se puedan
observación continuada del comportamiento desarrollar, regular y valorar convenientemente
del alumnado en cualquiera de las actividades los valores y actitudes promovidos. Como es
que realiza en el aula, en el centro e incluso fuera lógico, después de practicar una metodología
de él. Ello supone, como es obvio, cambiar y activa, participativa, etcétera, en la que se ha
ampliar los procedimientos de evaluación alu- anticipado que se valorará el grado de partici-
didos y transformarlos en los necesarios para pación, el respeto mutuo, la autonomía en el
que sea posible evaluar la asunción real –siem- trabajo, la crítica constructiva y superadora de
pre dentro de un margen limitado de posibili- algunas situaciones..., no resulta coherente
dades– de valores y actitudes en el alumnado. evaluar esas conductas en una situación aisla-
Un caso similar se presenta también cuando da, con una prueba puntual y descontex-
se pretenden evaluar los objetivos referentes al tualizada. En primer lugar –al margen de otras
dominio de ciertos contenidos específicamente consideraciones– porque de este modo es im-
disciplinares, como los relativos a la comuni- posible evaluar los objetivos comentados; en
cación oral, por ejemplo: el examen escrito que- segundo lugar, porque como lo importante es
da descartado por absurdo, por lo que habrá lo que se evalúa, el profesor que actuara de esta
que modificar las técnicas y los instrumentos forma no podría volver a proponer esa “parti-
de evaluación pertinentes (Reyzábal, M. V., cipación” no valorada, ya que sus alumnos se
1993). desentenderían de la actividad correspondien-
Por lo que se refiere a los objetivos que impli- te para centrarse exclusivamente en lo que lue-
can a la utilización de procedimientos adecuados go se les iba a pedir en la prueba.
para el desarrollo de destrezas y habilidades, tanto Si, como acabo de decir, lo que realmente se
manuales como intelectuales, también resultará valora en la enseñanza es lo que se evalúa, para
más fiable y válido un modelo de evaluación favorecer el desarrollo de actitudes, hábitos,

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normas y valores positivos y alcanzar los obje- es decir, cuando se valoran productos (evalua-
tivos generales de la educación obligatoria será ción sumativa). Suelen referirse a datos que re-
imprescindible evaluar la adquisición y asunción sulten generalizables al conjunto del sistema y
de esos contenidos. De lo contrario, en pocos años que deben servir para tomar decisiones de gran
éstos habrán desaparecido del currículo de los alcance en la administración educativa; por
centros educativos. Por ello, si no se reforma la ejemplo: resultados académicos del alumnado
evaluación se corre el riesgo claro de olvidar curso a curso, resultados por áreas o materias
la importancia de las actitudes y valores, es de- de aprendizaje, abandono escolar, índice de fal-
cir, lo más valioso de la educación, aunque resul- tas del profesorado, etcétera. Al ser información
te lo más difícilmente evaluable. estadística también se expresa numéricamente
Por otra parte, entre las capacidades que (coeficientes, porcentajes, etcétera) y, utilizando
debe alcanzar el alumnado en su educación, se para su obtención los métodos apropiados, se
encuentra la de “valorar” (ideas, actuaciones, garantiza la objetividad y posibilidad de genera-
patrimonio, cultura, situaciones sociales, etcé- lización de los datos. Por lo tanto, esta evalua-
tera). Y este valorar sólo se consigue valorando ción es un buen sistema para la toma de medi-
–como ya decíamos antes en relación con las das, casi siempre a largo plazo, con incidencia o
actitudes. Por ello, será interesante introducir repercusión en todo el sistema educativo.
prácticas de autoevaluación y coevaluación No obstante, en los diferentes ámbitos de
entre los alumnos, para que, además de valo- actuación que abarca el sistema escolar, no siem-
rar cuestiones externas a él, practique también pre es conveniente ni aplicable la evaluación
esta capacidad en relación consigo mismo. bajo un prisma exclusivamente cuantitativo y
numérico. Esta situación de inadecuación se
¿Evaluación cuantitativa o cualitativa? presenta cuando es preciso evaluar procesos
(evaluación formativa), cosa que ocurre en la
La tendencia cuantitativa de la evaluación apli-
mayor parte de las situaciones educativas, en
cada al campo educativo ha tenido y tiene, como
mayor o menor medida. Es el caso que se refle-
ya quedó indicado, una gran tradición y arrai-
ja en el apartado anterior: se obtienen datos
go, debido, por un lado, a su procedencia del
numéricos que ponen de manifiesto, por ejem-
campo empresarial y, por otra, a que, efectiva-
plo, unos resultados escolares muy bajos, in-
mente, para estudios que pretendan generalizar
aceptables para el sistema educativo. Por lo tan-
resultados y ser aplicados a grandes poblacio-
to, hay que tomar decisiones para resolver el
nes mediante muestras significativas, es nece-
problema. ¿Qué hacer? Si nos atenemos con ex-
sario utilizar métodos experimentales y cuanti-
clusividad a la información estadístico-numéri-
tativos.
ca obtenida no es posible hacer nada, no se pueden
El mundo de la empresa tiene unos plantea-
tomar decisiones en ningún sentido porque no
mientos económicos y un modelo de organiza-
se conoce qué es lo que está fallando, en qué
ción en los cuales encajan perfectamente
momento del proceso se están dando determi-
valoraciones de tipo cuantitativo, pues son las
nadas dificultades que impiden conseguir los
adecuadas para determinar el grado de rendi-
resultados previstos. Los números no dan cuenta
miento que se consigue. Las cifras generales son
de los porqués. Como dice René Thom3 (1993,
expresivas del avance o retroceso que se va pro-
117-118): “La matemática es la ciencia en la que
duciendo. Estos resultados se ponen de mani-
no se sabe ni de qué se está hablando ni si lo
fiesto, lógicamente, con números, ya sean éstos
una expresión de porcentajes, coeficientes, da-
tos económicos, etcétera.
Lo mismo ocurre cuando lo que se evalúa
en el sistema educativo son procesos ya acaba- 3
René Thom es un eminente matemático nacido en
dos y se desea conocer el resultado obtenido; Francia, en 1923, y al cual le fue concedida la Medalla
Fields en 1958.

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que se dice es cierto”. Esto lleva a que, incluso ¿aprendizaje? poco recomendable: “Soy alérgico
después de haber realizado un estudio cuantita- a los tantos por ciento. Precisamente porque en-
tivo en el campo de la educación, si se quieren tiendo que el tema central es la persona, que es
tomar las medidas consiguientes, es imprescin- siempre irrepetible, y no contabilizable” (Car-
dible complementarlo con un estudio cualitati- dona, C., 1990, 35). Es decir, que la evaluación
vo que explique, descriptivamente, lo que está de carácter cualitativo/descriptivo (figura 12)
ocurriendo, por qué es eso así, dónde falla el resulta imprescindible para la evaluación de los
sistema, etcétera. De lo contrario, las medidas procesos de aprendizaje, en un sentido educa-
adoptadas pueden dirigirse hacia falsas solucio- tivo con todo el valor que encierra el término.
nes, pueden suponer el cambio de unos errores Cuando en el capítulo III quedaron descritas
por otros y, por lo tanto, no resolver las cuestio- las funciones de la evaluación, ya se aclaraba la
nes planteadas. pertenencia de la evaluación formativa para
En el mundo de la empresa, actualmente, valorar los procesos de aprendizaje. Evaluación
tampoco se realizan valoraciones cuantitativas formativa que, para cumplir la finalidad que tie-
con exclusividad. Son muchos los empresarios ne encomendada (mejorar el proceso que evalúa)
que se proponen mejorar los resultados me- debe desarrollarse de acuerdo con un modelo
diante la mejora de los procesos, y para ello cualitativo que permita describir con ampli-
están aplicando evaluaciones parciales al tra- tud las situaciones e informar de las mismas a
bajo de los empleados, casi siempre asociadas todos los implicados en ese proceso. Si no infor-
a procesos de formación, con lo cual, antes de ma de manera comprensible para todos, es im-
que se produzca una bajada de rendimiento ya posible que facilite la mejora de los afectados,
han tomado las medidas oportunas para sal- porque no conocerán en qué deben superarse,
var las disfunciones aparecidas en el camino y qué están haciendo bien, cuál es el camino adecuado
que la empresa continúe funcionando de la para seguir, etcétera. Esto supone un seguimien-
mejor manera posible. to paulatino del proceso que tiene lugar, en el
Como se ve, las posiciones cuantitativa y cua- que no caben planteamientos cuantitativos,
litativa se van acercando por las mismas impo- numéricos, generales, finales... Son estrategias
siciones de los estudios que se llevan a cabo y imposibles de aplicar en un pequeño grupo y,
las finalidades que se proponen con ellos. Con más aún, en el progreso y desenvolvimiento de
visiones parciales o sesgadas de un problema es cada individuo.
imposible resolverlo. Siempre hay que utilizar y No todo es cuantificable ni medible en la
aplicar cuantos elementos resulten válidos para educación, ni conviene que lo sea. Lo más im-
llegar a la mejor solución. portante de la formación de una persona es, pre-
Hemos planteado hasta aquí la evaluación cisamente, lo que no se puede “medir”, lo más
cualitativa como complementaria de la cuanti- difícil de valorar. Pero no por ello se puede de-
tativa. Pero si nos centramos en la evaluación jar de lado. Hay que esforzarse en que el
de aprendizajes que estamos tratando, hay que alumnado “aprenda a ser” y hay que lograr una
convenir que la evaluación cuantitativa tiene valoración válida y adaptada a los requerimien-
poco o nada que decir si se quiere que esta eva- tos de esos aprendizajes.
luación se aplique fructíferamente, obteniendo En definitiva, concluimos que no es desecha-
de ella todas las virtualidades que permite. En ble ninguno de los planteamientos comentados
primer lugar, porque en el aula hay que eva- (cuantitativo y cualitativo, sino que, de acuer-
luar procesos; en segundo, porque las decisiones do con lo que refleja la figura 12, habrá que uti-
que hay que tomar deben tener carácter inme- lizar uno u otro en función de los datos que se
diato; en tercero, porque la cantidad como precisen y la finalidad que se pretenda. Y, como
expresión de un aprendizaje no significa nada decimos, en muchas ocasiones será necesario
o, peor aún, conduce hacia un modelo de aplicar ambos enfoques para llegar a la toma

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de decisiones más completa y adecuada a la si- expresión en la forma numérica, que, por ello,
tuación. tiene un asentamiento y un peso entre los do-
centes que no posee, hasta ahora, la expresión
Figura 12. Evaluación cuantitativa descriptiva de los resultados del aprendizaje.
y cualitativa ¿Por qué se defiende de manera tan apasiona-
Evaluación cuantitativa Evaluación cualitativa
da, en muchos casos, la expresión numérica de la
evaluación del alumnado? Fundamentalmente,
• Carácter objetivo • Carácter subjetivo porque se piensa que, además de ofrecer informa-
• Expresión numérica • Expresión ción suficiente acerca del progreso individual del
descriptiva alumno:
• Datos
generalizables • Datos particulares
• Toma de medidas • Toma de medidas • El número es más objetivo.
a largo plazo inmediata • Su interpretación es unívoca cuando ésta
debe realizarse por parte de muchos
receptores (ya sean profesores, familiares
¿Expresión numérica o descriptiva? o alumnos).
Dicho esto, desembocamos en la necesidad de
En contra de estos argumentos, yo creo que
reflejar la evaluación de los procesos de ense-
la subjetividad de la evaluación se puede pre-
ñanza y aprendizaje de forma descriptiva: con
sentar en ésta tanto si se expresa con números
palabras, no con números, si queremos que cum-
como si se expresa con palabras (incluso más en
pla totalmente su función formativa.
el primer caso); que el número no ofrece infor-
Como ya hemos anticipado, y ahora concreta-
mación suficiente (desde un punto de vista
mos, el paso de la evaluación del mundo empresa-
profesional, no solamente social) en cuanto al
rial al mundo educativo ha tenido repercusiones
momento de aprendizaje en que se encuentra
positivas, pero también negativas. De forma resu-
un estudiante; y que su interpretación es im-
mida, la incidencia más clara se ha dado en tres
posible por parte de quien recibe esa exclusiva
facetas:
información, y, en algunos casos, incluso para
el que la ha otorgado después de pasado cierto
a) La división del trabajo en especiali-
tiempo.
dades.
Vamos a considerar cada uno de estos razo-
b) La interpretación de que debe aparecer
namientos.
una relación directa entre inversión y
producto.
c) La plasmación numérica de los resul- La objetividad del número
tados.
Para que una calificación numérica sea absoluta-
Los dos primeros puntos ya han sido comen- mente objetiva debe ser adjudicada reuniendo
tados: el primero como consecuencia positiva una serie de requisitos previos que son igual-
para el avance de las ciencias pedagógicas; el se- mente necesarios en la evaluación descriptiva,
gundo, a mitad de camino, porque si es cierto que ya que, de lo contrario, tanto la una como la otra
la educación precisa importantes inversiones, podrán estar sesgadas en algún sentido.
también lo es que con esa única medida no se La aureola de objetividad le viene al núme-
garantizan unos mejores resultados. El tercero lo ro por su aplicación a evaluaciones de enfoque
abordamos en este momento. cuantitativo; pero es un error pensar que, utili-
La tradición y la historia han marcado el ca- zado en otros ámbitos de la evaluación –como
mino de la evaluación y han encasillado su puede ser la valoración de actividades o trabajos
de clase, o la valoración de procesos– el número

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sigue manteniendo la característica de objetivi- puede obtener calificaciones distintas en función
dad, que le viene no por la forma de expresión, de quién lo haya corregido. Es ya una práctica
sino por el proceso mediante el cual se ha llegado adoptada habitualmente, que en los exámenes de
a ella. Por eso, un número puede ser absoluta- oposiciones se descarten las puntuaciones que
mente subjetivo. Igual que una frase. Veamos: presentan una diferencia mayor de tres pun-
si para llegar a la calificación de un ejercicio se tos. Igualmente, el mismo profesor valora más
han sentado unos criterios de corrección y, o menos un trabajo según el nivel general del
apoyándose en ellos, se realiza un análisis de con- grupo –evaluación normativa–, como ya co-
tenido riguroso y, después del mismo, se valora mentamos en su momento.
el ejercicio con un número, ese número podrá ser ¿Por qué se producen estas situaciones? Por-
objetivo. También lo será si el ejercicio lo corri- que si valora únicamente un evaluador, sin re-
gen al menos dos personas y contrastan los re- ferencias externas –criterios– y rigurosas para
sultados para llegar a una valoración conjunta ello, lo hará siempre:
y aceptada por ambas. Igualmente, la misma
persona puede corregirlo dos veces y ajustar su • En función de sus criterios personales.
valoración después de haber evaluado el con- • En función del nivel de exigencia que ten-
junto de trabajos. De lo contrario, el número ga en su programación (lo que piense
puede ser, incluso, más subjetivo que la valora- que un alumno debe dominar en ese
ción descriptiva, porque como no “dice nada” curso determinado).
que los demás puedan entender claramente, el • En función de lo que ese evaluador
evaluador se escuda tras él para justificar cual- conozca del tema trabajado.
quier juicio, sea éste positivo o negativo. Las ex- • En función del nivel del grupo.
plicaciones se buscan y se encuentran –con toda • En función de sus circunstancias per-
seguridad– posteriormente. Si ese juicio se ex- sonales –estado físico, anímico, situación
presa mediante una serie de frases, cualquier re- laboral, etcétera– en el momento de
ceptor ajeno al proceso evaluador comprende valorar.
perfectamente lo que se ha conseguido y lo que
no, y puede mostrar su conformidad o discon- En el primer lugar de estos motivos apare-
formidad con el juicio emitido; lo cual permite cen los criterios personales del evaluador. Po-
una evaluación más objetiva, más justa y me- dría pensarse que estos criterios son rigurosa-
jor aceptada por los evaluados. mente objetivos, con lo cual estaría garantizada
Además, si ya es un riesgo trasladar el conte- la valoración que se haga del objeto evaluado,
nido de un ejercicio a unas conclusiones de eva- en este caso unos aprendizajes concretos. Pero
luación acerca de la consecución de determina- cuando citamos este punto como fuente de sub-
dos objetivos, más lo es aún cuando hay que dar jetividad lo hacemos partiendo del principio de
un segundo paso: trasladar el mayor o menor que, incluso con la mejor voluntad y el mejor
logro del objetivo a su concreción –simplista– planteamiento evaluador, la persona no perci-
en un número. Es imposible expresar con una be objetivamente, sino que lo hace de acuerdo
cifra la riqueza de información que se puede te- con múltiples condicionamientos ya adquiri-
ner acerca de la formación de un alumno o dos, con el sistema de valores propio y del
alumna en todas las facetas de la personalidad entorno en el que se desenvuelve, y con los
que se van desarrollando durante este proceso conocimientos y estructuras mentales desarro-
educativo. llados.
Por citar unos ejemplos de esta falta de obje- En este sentido, Ornstein, R. (1994, 118-119)
tividad que comentarnos al expresar con números describe la siguiente experiencia: “Un fenóme-
la valoración de lo conseguido por un estudiante, no psicológico importante es el efecto de ancla-
tenemos constancia de que un mismo ejercicio je, es decir, el efecto que tiene la información

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sobre la percepción posterior. En un experimento Ampliaremos los aspectos relacionados con la
se dieron a los sujetos pesas pesadas (de 400 a 600 subjetividad en el apartado siguiente, para com-
g) y ligeras (de 100 a 300 g) para que emitieran pletar estos comentarios.
un juicio. Luego se hizo cambiar de lugar a la
mitad de cada grupo. Quienes cambiaron las La información que ofrece el número
pesas pesadas por las ligeras estimaron que es- y su interpretación
tas últimas eran más ligeras de lo que creían
quienes habían levantado pesas ligeras todo el Por otro lado, en la evaluación de procesos de
tiempo. Muchas de estas comparaciones afectan aprendizaje o enseñanza, un simple número no
al juicio: es posible que percibamos que un so- ofrece prácticamente ninguna información so-
bre que pesa lo mismo que una maleta pesa más bre el momento de evolución en que se encuen-
porque hemos determinado un nivel adaptativo tra la persona que se forma.
basado en el tamaño pequeño del sobre, con el Veámoslo con algún ejemplo del trabajo dia-
que comparamos el peso”. rio en el centro y en el aula. Si llega un alumno
Igualmente, Lamo de Espinosa, E. y otros nuevo a un grupo y la información que aporta
(1994, 95) recogen en su obra las siguientes ideas: sobre sus aprendizajes es un boletín donde apa-
“La psicología de la percepción se ha ocupado rece: Lengua y Literatura: 6 (o Bien, es indife-
mucho de este tema y sus resultados parecen rente). Matemáticas: 5 (o Suficiente), etcétera,
confirmarlo. Así, Bruner y Postman (1948) tra- el profesor que debe comenzar a trabajar con él
taron de mostrar cómo y por qué ‘lo que uno no sabe en absoluto qué aspectos del área do-
ve y observa es inevitablemente lo que uno se- mina ese alumno y en cuáles necesita reforzar
lecciona de una infinitud de perceptibles po- sus aprendizajes. Puede interpretarse que, en
tenciales’”. A partir de esta afirmación casi función de la programación del profesor pre-
weberiana demostraron empíricamente que cedente, el alumno había alcanzado lo básico
“los valores personales son determinantes para continuar sin graves dificultades. Pero,
demostrables de lo que el individuo selecciona primeramente, la programación de ese profesor
perceptualmente de su ambiente llegando a no tiene por qué coincidir con la del actual (más
definir tres mecanismos a través de los que esta aún con un sistema educativo que acepta la fle-
selección opera...”. xibilidad y apertura del currículo y, por lo tan-
Por ello, hay que concluir que es imprescin- to, diferentes secuenciaciones de objetivos y
dible tomar todas las precauciones antes de contenidos); en segundo lugar, el alumno ha al-
emitir un juicio de valor acerca de la evolución canzado unos aprendizajes básicos y le quedan
de una persona, y no intentar simplificarlo has- por dominar otros tantos (del 5 al 10 hay un
ta el punto de que no responda a la realidad y amplio margen de aprendizaje), que no se sabe
que, incluso, pueda deformarla. Se corre el ries- cuáles son; en tercer lugar, en esa evaluación
go de caer en la denominada “matematización escueta habrán incidido numerosos factores
de la cultura”, es decir: “la creencia de que todo personales –salvo que se nos aclare lo contra-
puede ser matematizado sin residuos confun- rio–, según venimos comentando, que no es po-
diendo matematización con conocimiento” sible conocer para encuadrar adecuadamente la
(Lamo de Espinosa, E. y otros: 1994, 44). No información que se recibe del alumno. En sínte-
puede identificarse conocimiento con ciencia y sis: con una calificación no descriptiva, un pro-
negar, así, el valor de saber a todo lo que no es fesional no conoce la situación de aprendizaje
ciencia o no puede traducirse en expresión nu- del estudiante evaluado. Debe, por tanto, comen-
mérica. zar por realizar una amplia y profunda evalua-
Es evidente que este conjunto de razones ción inicial de las diferentes facetas del área, para
inciden fundamentalmente en la valoración determinar qué es lo que domina y dónde nece-
mayor o menor del aprendizaje de un alumno. sita reforzar y ampliar sus aprendizajes.

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Otra cuestión es que se nos argumente que rrículo en España, aparecen contenidos relacio-
socialmente el número o la calificación simple nados con actitudes, valores y normas que se
de aprobado o reprobado exprese todo cuanto deben enseñar, que los alumnos deben aprender
interesa saber a muchas de las familias del y que, por lo tanto, también se deben evaluar. Si
alumnado, o al propio alumnado, pues es cierto ya es incomprensible un “7” en el área de Len-
que, en muchos casos, se estudia para aprobar y gua y Literatura,4 resultaría grotesco afirmar
sólo se plantea un conflicto personal o familiar que un alumno ha obtenido un “7” en solidari-
cuando se reprueba. Mientras esto no ocurre, es dad, sinceridad, respeto a las ideas de los de-
indiferente cómo se esté aprendiendo o dejando más, etcétera (ilustración 4).
de aprender, formando o deformando a la per- Por último, hemos aludido antes a la inca-
sona. Pero esto no es una razón válida para un pacidad del número para ofrecer información
profesional de la educación que debe llevar a de cómo se está produciendo el proceso de
cabo una labor formativa continua y asentada aprendizaje del alumnado. En el mejor de los
en principios psicopedagógicos sólidos. casos, facilita una información acerca de un re-
Por otra parte, en la actualidad, cuando se sultado, pero dice muy poco del camino reco-
produce un cambio de centro por parte de un rrido por el alumno para llegar a él. Es decir, el
alumno que no ha finalizado una etapa educa- número servirá, como máximo, de llamada de
tiva (si la hubiera terminado y superado habría atención, de alerta, pero sin dar explicaciones
que suponer que había alcanzado los objetivos de qué y por qué se está llegando a ese rendi-
propuestos para ella), se exige que se emita un miento final. No es necesario que yo aporte
informe en el que aparezcan: el grado de con- ejemplos significativos de esta situación, cuan-
secución de las capacidades enunciadas en los do Fernández Pérez, M. (1988, 160-169) los tie-
objetivos generales de la etapa y de las áreas, el ne perfectamente descritos. Un ejemplo tomado
grado de asimilación de los contenidos de las de su obra alude a un problema matemático real-
diferentes áreas o materias, las valoraciones mente expresivo: “Supongamos una simple
parciales del aprendizaje que se hubieran emitido suma de ocho sumandos, todos ellos de más de
y la aplicación, en su caso, de medidas educati- cinco cifras. Supongamos que veinte alumnos
vas complementarias. Esta completa informa- han coincidido en el mismo error curiosamente:
ción que se solicita para que sea trasladada al todos ellos han puesto en la tercera cifra de la
nuevo centro es difícil –por no decir imposi- suma/resultado, comenzando por la derecha,
ble– simplificarla en unas cifras, por muy ex- la cifra de las centenas, un 6 en vez de un 7.
presivas que algunos quieran verlas. Probablemente la brutalidad tosca y acientífica,
Nos encontraríamos en una situación similar superficial, irreflexiva y burda del profesor/co-
en los casos en que un alumno precisa de medi- rrector de turno, diagnosticará a todos los alum-
das especiales de adaptación o diversificación nos el mismo dictamen: una “M” (mal), sin más
curricular o simples refuerzos educativos para especificación o análisis, y propondrá a todos
algunas facetas de su aprendizaje. Estas medi- el mismo tratamiento: repetir la suma (o hacer
das hay que tomarlas sobre datos concretos, cla- otras tantas). Pues bien, no hace falta mucha
ros, bien descritos..., porque hay que elaborar
un programa individualizado para el estudian-
te. Con la evaluación expresada numéricamente
4
sería imposible realizar ese programa de mane- ¿Qué significa un “7”? ¿Que domina bien la comu-
nicación oral y presenta algún déficit en la escrita?
ra que se produjera la regulación de su proceso ¿Que posee bastantes conocimientos literarios y pocos
de enseñanza y aprendizaje para que superara lingüísticos? ¿Que se expresa bien por escrito y
los fallos específicos en su formación. deficientemente de forma oral? ¿Que tiene alguna
Se plantea un problema añadido en la situa- falta de ortografía? ¿Que le falta variedad en el
vocabulario para poder alcanzar mejor calificación?
ción social y educativa del momento actual. Tal
¿? Los interrogantes pueden ser infinitos y el número
y como se han promulgado los decretos de cu- no ofrece respuesta alguna.

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imaginación para advertir que el error de ese 6 en da sus técnicas y sus instrumentos de valoración
lugar de la cifra correcta, el 7, puede ser debido y que, además, exprese sus resultados mediante
a veinte procesos mentales diferentes [...], cada la descripción explícita de lo que se ha alcanza-
uno de los cuales, para ser destruido, requeriría do y lo que está pendiente, y de las causas de
intervenciones técnico–didácticas cualitativa- un rendimiento concreto o las dificultades que
mente distintas, ya que se trata de errores de presenta el alumno evaluado.
tipo cualitativo diferentes [...]. Por ejemplo:
¿Puede ser objetiva la evaluación?
• Un alumno puso 6 en vez de 7, porque
Después de las afirmaciones que venimos ha-
se olvidó de sumar las que se llevaba
ciendo en torno a las características que debe
de la columna anterior.
poseer todo proceso de evaluación pretendida-
• Otro alumno puso 6 en vez de 7, porque
mente válido y fiable, de manera que sus con-
no sabía que hay que sumar las que se
clusiones y juicios sirvan realmente para ajustar
llevan. [...]
la enseñanza a los modos de aprender pecu-
• Otro alumno, porque padece una ligera
liares del alumnado, resulta obvio que, como
miopía y confundió en la columna
también hemos indicado ya, se hace imprescin-
anterior un 3 con un 8. [...]
dible ampliar y complementar el examen como
• Lo más grave de todo: un alumno de los
medio más importante de comprobación de
veinte “acertó” y fue calificado por su
aprendizajes con otras técnicas e instrumen-
profesor/corrector disparatadamente
tos para la recopilación e interpretación de datos
con, una “B” (Bien), porque se equivocó
procesuales, que permitan valorar todo lo esen-
dos veces, en vez de una, como la
cial en la formación armónica del estudiante.
mayoría de los compañeros [...].”
De acuerdo con lo expuesto hasta ahora, es
incuestionable que la observación, por ejemplo,
Ilustración 4. Evaluación de las actitudes
o la entrevista, van a ser dos técnicas con las
(Mafalda)
que se facilitará una extensa y profunda captu-
ra de información en torno a todo tipo de apren-
dizajes, especialmente los referidos al dominio
de procedimientos o destrezas y los que impli-
can asunción de actitudes y valores.
En este sentido, y siempre que aparece la
observación como técnica (y aparece incluida
en casi todas las demás), se cuestiona la vali-
dez de la evaluación que se realice, argumen-
tando que los datos obtenidos pueden estar
sesgados fuertemente por la persona que lleva
a cabo la observación, ya que está comprobado
que la subjetividad es un factor que impregna
prácticamente la totalidad de las actuaciones
humanas cuando éstas no se someten a un mé-
todo experimental y científico que impida el
Derechos cedidos por Editorial Lumen, S. A. vuelco de la propia personalidad en la inter-
pretación de unos resultados y, por lo tanto, en
el juicio evaluador que se emita.
Parece incuestionable que la evaluación de
Pero refiriéndonos a la evaluación de pro-
procesos hace necesario un modelo de evalua-
cesos de formación humana no es posible eva-
ción más amplio, más comprensivo, que extien-
luar con métodos experimentales: hay que

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decantarse obligadamente por métodos no conceptuales, y en que para corregir este tipo
experimentales (Cohen, L. y Manion, L., 1990) de pruebas no es necesario un educador: las
como el etnográfico (Goetz, J. P. y LeCompte, corrige con mayor precisión y rapidez una com-
M.D., 1988), el estudio de casos (Pérez Serrano, putadora con un programa apropiado.
G., 1994), la investigación-acción (Elliott, J., ¿Somos subjetivos al evaluar? Parece que
1990, 1993), etcétera, que permitan plantea- podemos asegurar que sí. Que lo somos en cual-
mientos eminentemente cualitativos, ajustados quier orden de cosas en que actuemos. Al eva-
a las facetas humanas que se van a valorar pre- luar al alumnado, también aparecerá una cierta
cisamente porque utilizan técnicas proceden- tendencia subjetiva en el momento de emitir
tes del campo de la antropología, apropiadas a nuestros juicios. ¿Es negativa la subjetividad?
estos tipos de investigaciones y evaluaciones. En principio, no. En muchas ocasiones precisa-
Por ello, es obligado contar con el factor de la mente lo que le pedimos a un evaluador es su
subjetividad al plantear el proceso evaluador, opinión personal, su valoración en función de
ya que, si bien es cierto que esa subjetividad va su propia ideología y de los conocimientos que
a influir en las valoraciones que se hagan –cosa posee, para después tamizarla desde nuestra
que ocurre habitualmente en la evaluación diaria óptica y aplicar unas u otras soluciones obteni-
de nuestra vida y de las personas que tratamos–, das por diferentes vías.
en el terreno profesional se deberá procurar Como expresa perfectamente F. Tonucci en
compensar con la aplicación de las técnicas ne- la ilustración número 5, el profesor o la profeso-
cesarias de modo que se asegure al evaluado la ra van a evaluar mejor al alumno que más se
mayor objetividad posible en los juicios emiti- aproxime a los valores propios y a los valores del
dos sobre él, además de garantizar que con los entorno, todo lo cual desembocará en los objeti-
datos obtenidos es posible regular paso a paso vos que el docente se proponga conseguir con
el proceso de enseñanza y el proceso de apren- sus alumnos, es decir, el modelo de persona que
dizaje. Si no fuera de este modo, fracasaría el considera más adecuado en función de la socie-
sistema educativo de modo global, pues las de- dad en que está y de su propia forma de ser.
cisiones se tomarían con base en datos falsos o Con la mejor voluntad e intención de formar
no suficientemente fiables y los objetivos pre- personas idóneas para el medio social en que
vistos no se alcanzarían. se insertarán a medio plazo.
Como antes vimos, la plasmación numérica Ahora bien, resulta obvio que no es acepta-
de los resultados no garantiza su objetividad. ble una evaluación de alumnos donde la subje-
Ojalá se resolviera este problema con la adju- tividad se ponga de manifiesto de manera tan
dicación de un número a una valoración. Pero evidente y, por lo tanto, que la valoración de
la influencia de la subjetividad se da tanto o un profesor pueda llegar a condicionar el pro-
más cuando el resultado se expresa en número ceso de aprendizaje de un alumno, para bien o
que cuando se expresa con unas frases; al pri- para mal. Es, como digo, un planteamiento in-
mer caso, además, hay que añadirle los proble- admisible.
mas ya expuestos anteriormente. Una valoración ¿Cómo contrarrestar el efecto inmediato de
numérica es absolutamente objetiva cuando de- nuestra subjetividad? Solamente hay un proce-
riva de la corrección de una prueba, con res- dimiento válido, que se viene utilizando en los
puestas cerradas –con mayor o menor número estudios de ciencias humanas y que se ha con-
de contestaciones entre las que elegir–, a las vertido en la garantía de objetividad en las
cuales se asigna “x” puntuación por cada acier- investigaciones y evaluaciones de carácter cua-
to. Pero hay que convenir en que esa valora- litativo: la triangulación. Una técnica de análi-
ción no se refiere al proceso mediante el cual el sis de datos, en la que profundizaremos en el
alumno ha llegado a ese resultado, que habi- próximo capítulo, y que supone el contraste de
tualmente se refiere al dominio de contenidos los mismos, bien porque se hayan utilizado di-

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ferentes técnicas, fuentes, instrumentos, etcé- se observe a menudo, se presume que es mera-
tera, bien porque la evaluación sea colegiada y mente subjetivo. Ésta es la idea cuantitativa de
resulte posible la puesta en común de varios la objetividad...” (House, E. R., 1994, 200). Scriven
evaluadores y el aval, por lo tanto, de que la (1972), como ya dijimos, critica esta concepción
información obtenida es fiable. Digamos que de la objetividad, pues equipara el método de
los juicios subjetivos de varios evaluadores con- verificación con la verdad. Por ello defiende otra
vierten el resultado en objetivo. Como dicen noción de objetividad que depende más de la ca-
Lamo de Espinosa, E. y otros (1994, 94): “La sub- lidad de la idea que de la cantidad de personas
jetividad definida por el universo del lenguaje que la defienden, denominando esta concep-
sería así no una subjetividad cualquiera, priva- ción “sentido cualitativo de la objetividad”. En
da, sino una subjetividad pública, compartida cierto modo, así es, y habrá que procurar aunar
y en consecuencia objetiva”. Varias subjetivi- ambas vías para llegar a informaciones realmen-
dades coincidentes alcanzan un grado de obje- te objetivas. Pero, no obstante, cuidando la
tividad aceptable, desde un punto de vista pro- metodología de la aplicación e incorporando
fesional. la intervención de las propias personas obser-
vadas o evaluadas, los resultados que se están
Ilustración 5. La evaluación obteniendo con su utilización están siendo su-
ficientemente fiables y válidos.
Si, como acabamos de decir, se incorpora a
los procesos de evaluación la autoevaluación
aportada por el propio alumno como un ele-
mento más de contraste con lo observado exter-
namente por el profesorado, creo que el juicio
al que se llegue contará con la garantía suficien-
te –y la aceptación por parte del afectado– de
validez, justicia y objetividad, y constituirá un
elemento axial de la educación, pues contribuirá
eficazmente a la función formativa que le he-
mos asignado.

Qué debe cambiar en la evaluación


El concepto de evaluación que aparece hasta aquí
requiere la modificación de algunos aspectos en
la práctica evaluadora concreta (los más gene-
rales ya quedan comentados) en relación con
distintos ejes en torno a los cuales se desarro-
(Tomado de: Con ojos de niño, de F. Tonucci, lla. De modo sintético, y a manera de resumen
Barcelona, Barcanova, 1989). de lo expuesto hasta ahora, destacamos los más
importantes.
Este planteamiento es el denominado inter-
• El objeto de la evaluación. Se amplía consi-
subjetivismo, y se fundamenta en el acuerdo
derablemente lo que debe valorarse a
entre observadores. “Según esta definición, la
partir de esta concepción evaluadora.
objetividad se consigue cuando se dispone de
En primer lugar, hay que cambiar la
observadores que estén de acuerdo en lo que ven
mentalidad de que lo evaluable es la can-
(repetición de observaciones). Se acepta lo que
tidad de contenidos conceptuales que
acuerda un conjunto de personas. Todo lo que no
han adquirido los alumnos. No es así.

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ESPAÑOL III 100 8/1/32, 22:48


El referente de toda evaluación son los Por otro lado, es importante destacar
objetivos que se deben alcanzar (en cada que, aun en los casos en que deba ser el
unidad didáctica, en cada área o materia, profesorado el que evalúe a los
en cada etapa), y éstos implicarán la alumnos y alumnas, esta evaluación
adquisición de aprendizajes diversos, deberá ser colegiada siempre que sea
relacionados tanto con los contenidos posible. Para llegar a ese contraste de
conceptuales, como con los procedi- “subjetividades” al cual hemos aludido
mentales o los actitudinales. en este capítulo, resulta imprescindible
En segundo lugar, no son únicamen- la captura, análisis de datos y
te los aprendizajes del alumnado lo que valoración de los mismos por parte de
debe evaluarse, sino que es imprescindible más de una persona. Se complemen-
valorar también los procesos de enseñanza, tarán así las diferencias de percepción
pues de éstos dependerá en buena parte que pueden darse en torno a un mismo
el adecuado progreso de los estudian- hecho y las diversas evaluaciones que
tes. La práctica docente, por lo tanto, habrá se realicen de éste.
de evaluarse como elemento primor- • Los tipos de evaluación. En función de la
dial de estos procesos. finalidad con la que se aplica la evalua-
Por último, hay que iniciar la evalua- ción, este modelo se decanta claramente
ción interna del funcionamiento del centro, por la aplicación de una evaluación
si se quiere que, efectivamente, éste formativa, encaminada a mejorar los
avance en su coordinación y en la calidad procesos y alcanzar así mejores resulta-
educativa que ofrezca: evaluar la dos y nunca a “etiquetar” sujetos.
aplicación del proyecto curricular puede Sin embargo, dentro de este modelo
ser un buen modo de comenzar con esta evaluador se integrarán los demás tipos
práctica. de evaluación ya comentados. Así,
• Los agentes evaluadores. Con la adopción según el momento en que la evaluación
de un modelo evaluador esencialmente se aplique, podrá ser inicial, procesual o
formativo, ya no es sólo el profesor el que final: para detectar la situación de
evalúa al alumno, sino que es impor- partida, valorar el desarrollo del
tante implicar al propio alumno en su proceso y decidir los resultados conse-
evaluación de manera que adquiera un guidos, respectivamente. Todas ellas
mayor protagonismo en su proceso son necesarias por los datos que aportan
formativo. Igualmente, pueden incor- en cada situación, válidos para comenzar
porarse a la práctica del aula actividades la actividad, regular su evolución y
de coevaluación, en las que se evalúe comprobar los objetivos alcanzados.
entre todos el trabajo desarrollado Salvo en los momentos finales de una
durante un tiempo determinado o en un etapa que requiere decidir acerca de
tema concreto. la titulación o no de un alumno, tanto la
Si hacemos referencia a la evaluación evaluación inicial, como la procesual o
de los procesos de enseñanza o del final tendrán carácter formativo, pues
funcionamiento del centro, los agentes se utilizarán para mejorar los procesos
evaluadores se ampliarían al conjunto educativos y no para seleccionar o
del profesorado e, incluso, a todos los “clasificar” al alumnado.
integrantes de la comunidad educativa,
aunque fuera parcialmente o para Del mismo modo, en función del referente
aspectos específicos de esta evaluación. evaluador, externo o interno, la evaluación
aplicable podrá ser criterial o idiográfica, según

101

ESPAÑOL III 101 8/1/32, 22:48


marque unos criterios externos al alumno, que En definitiva, insisto en la idea acerca de la
deben ser superados para considerar que ha lle- cual giran estos comentarios: debe ampliarse
gado al nivel de aprendizaje propuesto, o éstos la concepción restringida que se tiene de la
sean internos y hagan alusión, únicamente, a las evaluación, incorporándola desde el comien-
capacidades que tiene el alumno y, en función zo al proceso de enseñanza y aprendizaje para
de ellas, a los objetivos que puede y debe al- obtener así todas las ventajas posibles de su
canzar, respectivamente. aplicación continua y formativa, tal y como se
va presentando en cada uno de los apartados
tratados.

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ESPAÑOL III 102 8/1/32, 22:48


Anexos

ESPAÑOL IV 103 8/1/32, 22:44


ESPAÑOL IV 104 8/1/32, 22:44
Subsecretaría de Educación Básica
Dirección General de Desarrollo Curricular
Dirección de Lengua y Comunicación

PLANEACIÓN DE UN PROYECTO*

Datos generales:
Escuela: Asignatura: Grado y grupo: Nombre del profesor(a):

Bloque: Fecha:
Del de al de

Nombre de la práctica o prácticas que se trabajarán:

Ámbito:

Nombre del proyecto:

¿Qué deben aprender los alumnos en el desarrollo del proyecto?

* Subsecretaría de Educación Básica (2005), Formato


de planeación de un proyecto, México, Secretaría de
Educación Pública.

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ESPAÑOL IV 105 8/1/32, 22:44


Tiempo Actividades y temas Recursos Observaciones
de reflexión

Evaluación

Aspectos a evaluar Formas, instrumentos o estrategias de evaluación

Realizó:

Lugar y fecha:

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ESPAÑOL IV 106 8/1/32, 22:44


Organización de las actividades permanentes*

Recomendaciones generales Lectura de novelas u otros textos extensos.


El propósito de las Actividades permanentes es Puesta en escena de una obra de teatro.
contar con un espacio semanal para que los
alumnos participen en prácticas del lenguaje Para garantizar la variedad de prácticas del
adicionales a las de los contenidos progra- lenguaje en el espacio de las Actividades perma-
máticos e independientes de los requerimien- nentes, es recomendable que se combinen am-
tos de evaluación. Dentro de este espacio se bos tipos de actividades y se defina de antema-
puede incluir prácticas del lenguaje que resul- no el tiempo que se dedicará a unas y otras. El
te difícil llevar a cabo en el tiempo que abarca docente debe ofrecer opciones variadas y guiar
un bloque de contenidos, como la lectura de una a sus alumnos en la organización y desarrollo
novela extensa, o que es recomendable realizar de las mismas, tratando de mantener el equili-
con frecuencia, como la lectura del periódico. brio entre la lectura y escritura individual y las
Una de las condiciones más importantes es que actividades colectivas. Lo ideal es que se escoja
las actividades que se propongan respondan a una de las actividades de largo plazo y se alter-
los intereses de los estudiantes. De ahí que sea ne con las de realización frecuente. Las activi-
necesario establecer acuerdos de manera con- dades de largo plazo pueden ocupar una parte
junta y evaluar periódicamente la dinámica de de la hora semanal, o bien, una o dos sesiones
trabajo. completas al mes.
Dos tipos de actividades se pueden llevar a Otra condición indispensable para el desa-
cabo en este espacio: rrollo de las Actividades permanentes es el acce-
so a los materiales de la Biblioteca Escolar y de
• Actividades breves de realización frecuente la Biblioteca de Aula. Maestros y alumnos de-
Lectura del periódico para comentar las ben tener libertad para hojearlos, leerlos, estu-
noticias de la semana o del día. diarlos o comentarlos. Por ello es aconsejable
Comentario de los programas de radio o poner en práctica un sistema de préstamo a do-
televisión que llamen su atención. micilio. En la medida en que el docente conoz-
Comentario de editoriales, reportajes y ca estos materiales, podrá comentarlos y pro-
artículos de divulgación que despierten porcionar sugerencias de lectura acordes con
el interés de los alumnos. los intereses de sus alumnos.
Lectura compartida de cuentos, poemas Se recomienda, además, que los productos
o novelas cortas, como espacio de generados en este espacio sean compartidos con
relajamiento y disfrute de la literatura. la comunidad escolar. Algunas de las activida-
• Actividades de largo plazo des propuestas están orientadas claramente
Club de lectores. hacia este fin, como la publicación del periódi-
Taller literario. co o la puesta en escena de una obra de teatro.
Publicación de un periódico o gaceta En otros casos, será necesario buscar espacios
mensual. y formas para hacer posible este contacto, como
Taller de expresión oral. la producción de antologías para ser incluidas
en las bibliotecas de aula o escolar, o la organi-
zación de presentaciones de libros para que los
*
Subsecretaría de Educación Básica, Organización de estudiantes comenten y recomienden algunas
las actividades permanentes, México, SEP, 2005. de las obras leídas en el club de lectores.

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ESPAÑOL IV 107 8/1/32, 22:44


Por último, el espacio de las actividades per- • Leer una novela en voz alta dentro del
manentes puede aprovecharse para promover espacio del club (por ejemplo, cada
y seguir la lectura de algunas obras extensas que semana un capítulo).
se proponen en el programa de estudios, como • Realizar lecturas estrictamente personales.
la novela que deberá reseñarse en el cuarto • Leer para representar una obra de teatro.
bimestre de segundo grado; la obra del español
medieval o renacentista que se trabajará en el Taller literario
tercer bimestre de tercer grado, o la obra de tea-
tro del Siglo de Oro, en el cuarto bimestre de ese El objetivo del taller literario es alentar y guiar
mismo grado. Asimismo, el seguimiento del a los alumnos en la escritura y publicación de
subgénero, la temática o el movimiento literario sus propios textos. La idea es que éste funcio-
puede irse anticipando en este espacio. ne de manera semejante a los talleres literarios que
En este mismo apartado se presenta una se- existen en algunos espacios culturales. En ellos,
rie de sugerencias para desarrollar algunas de las personas aficionadas o escritores noveles
las actividades mencionadas. leen sistemáticamente algunas obras, escriben
y comparten sus textos para recibir la opinión y
Club de lectores sugerencias de los demás.
Actualmente es posible encontrar un reper-
Su objetivo es crear un espacio donde los estu- torio amplio de actividades para organizar un
diantes tengan libertad para compartir la lec- taller literario. A continuación se mencionan
tura de cuentos, poemas o cualquier otro género algunas de ellas.
elegido por ellos. Por esta razón, la lectura que se Lectura de obras de un mismo género o
realiza dentro de este espacio no debe ser impues- subgénero, autor o corriente literaria. En este
ta por el maestro, tampoco puede ser objeto de caso, la lectura tiene como finalidad el contar con
trabajo escolar posterior ni de evaluación. modelos de referencia y formas de elaborar los
Las actividades que se lleven a cabo dentro textos. Los estudiantes pueden identificar algu-
del club deberán planearse de manera conjunta nas características de los textos e intentar repro-
por el maestro y sus alumnos. Sin embargo, es ducirlas en la escritura de los propios.
importante que el maestro proponga opciones Transformación de textos que han sido leí-
para organizarse y explique sus ventajas. Hay dos y comentados por los alumnos. Entre las
que recordar que lo más relevante es que las prác- modificaciones más productivas están los cam-
ticas sean variadas. El maestro puede plantear bios en el desenlace o final de los cuentos; las
la conveniencia de realizar diferentes tipos de transformaciones del espacio y las circunstan-
lectura a lo largo del año, como son: cias en que se desarrolla una historia; las de las
características o las motivaciones de un perso-
• Leer todos un mismo género o sobre un naje y la consecuente recreación del desarrollo
misma temática durante un tiempo. de los acontecimientos; contar la historia desde
• Leer y comentar, por equipos, cuentos, la perspectiva de uno de los personajes, etcétera.
poemas o novelas cortas. Utilización de consignas para estimular la
• Leer en silencio lo que cada quien elija y creatividad de los alumnos, como son el plan-
después comentarlo al grupo. teamiento de hipótesis fantásticas (¿qué pasaría
• Leer para los otros; por ejemplo, leer en si la señora que vende dulces pudiera volar?);
voz alta un cuento o un poema que el desarrollo de una historia a partir de aconte-
alguien disfrutó mucho. cimientos inconexos, o bien a partir de palabras
• Leer en casa una novela extensa y comen- suficientemente distantes como para que su
tarla en el club (todos pueden leer la relación resulte insólita (cangrejo y bicicleta,
misma novela o, por equipos, leer dife- por ejemplo); descripción de personajes y ob-
rentes novelas).

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ESPAÑOL IV 108 8/1/32, 22:44


jetos conocidos como si nunca hubieran sido cargue de definir los temas y aconte-
vistos, etcétera. cimientos sobre los cuales va a tratar cada
Creación de textos a partir de las aportacio- edición del periódico, las características
nes de los integrantes del grupo, ya sea para de los textos que serán incluidos y el for-
hacer entre todos un texto coherente o, por el mato u organización gráfica del mismo.
contrario, para crear un texto que resulte una También puede haber un equipo de
especie de disparate, pero en el cual el humor redactores responsable de la revisión final
y la ironía jueguen un papel importante. de los escritos. Se recomienda que tanto el
En la realización del taller literario es fun- equipo editorial como el de redactores se
damental tanto el mantenimiento de un am- roten para que todos los estudiantes tengan
biente afectivo que propicie la expresión libre la oportunidad de asumir estas tareas.
de ideas y la creatividad, como un trabajo cons- • Se deben anticipar los gastos de inversión
tante de revisión y comentario de los escritos, y la manera de recuperarlos. También de-
en una relación de colaboración y respeto. cidir los mecanismos de distribución
dentro de la comunidad escolar.
Publicación de un periódico • En el caso de los maestros que trabajan
o gaceta mensual con diferentes grupos, especialmente si son
de grados distintos, se sugiere integrar un
El objetivo de esta actividad es fomentar el tra- solo periódico con el trabajo de todos sus
bajo en equipo, la responsabilidad compartida grupos, distribuyendo entre ellos las
y la capacidad de decisión. En la elaboración tareas mencionadas.
del periódico se pueden utilizar escritos reali-
zados especialmente para esta publicación o los Lectura del periódico para comentar las
hechos en otras asignaturas. Asimismo se su- noticias de la semana o del día
giere incluir textos en diferentes lenguas, de esta
manera los estudiantes tendrán un espacio para El objetivo de esta actividad es promover la lec-
compartir su conocimiento de las lenguas tura del periódico, de modo que se convierta
indígenas o las lenguas extranjeras (inglés o en una práctica cotidiana en la vida de los es-
francés). La publicación del periódico es una tudiantes. Por ello es recomendable que su lec-
actividad que puede durar todo el año escolar. tura se realice de manera sistemática, de ser
Enseguida se presentan algunas ideas para posible cada semana.
el desarrollo de la actividad: Durante esta actividad los alumnos, de mane-
ra individual u organizados en pequeños gru-
• Hay que empezar por acordar de manera pos, podrán hojear las diferentes secciones del
conjunta el nombre del periódico, cuántas periódico, leer y comentar las noticias, repor-
y cuáles secciones tendrá y a quién estará tajes y artículos que sean de su interés, e inclu-
dirigido. Es importante que haya variedad sive buscar información que sea de utilidad
de secciones: informativa, editorial, para ellos, su familia o la comunidad escolar.
cultural, avisos, juegos y pasatiempos, El maestro deberá procurar que el intercambio
historietas, etcétera. La sección informativa de opiniones transcurra en un ambiente infor-
puede incluir tanto noticias de la comu- mal, pero respetuoso.
nidad como de interés más general. Como no siempre es posible tener a la mano
• El grupo puede organizarse en tantos los periódicos del día, el maestro debe ponerse
equipos como secciones tenga el periódico. de acuerdo con los alumnos sobre los medios
En la conformación de estos equipos para conseguir algún periódico de cobertura
conviene considerar además la integra- nacional o regional. Cabe destacar que los
ción de un comité editorial que se en- periódicos de mayor difusión en el país po-

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ESPAÑOL IV 109 8/1/32, 22:44


nen diariamente en internet una página con • El tema, los destinatarios y la finalidad de
sus principales secciones. la intervención oral condicionan la
La lectura de este medio informativo también estructura del discurso. Esto significa que,
puede hacerse en el marco de las actividades en el caso de la pieza oratoria, la
dirigidas a la publicación del periódico esco- disposición u orden de los contenidos
lar. Sin embargo, en este contexto los objetivos seleccionados, los argumentos que tendrán
de lectura son otros. Se trata de que los estu- peso, los ejemplos que pueden resultar
diantes entren en contacto con los diferentes relevantes, el tipo de lenguaje, los recursos
géneros periodísticos, se familiaricen con sus retóricos, dependen de la intención y
características, de manera que puedan contar efectos que el productor del discurso quiere
con ellos como modelos de referencia para ela- lograr sobre su audiencia.
borar sus propios textos. • Al darle voz y movimiento a un poema
se propone una interpretación del mismo.
Taller de expresión oral La tarea del declamador consiste en tratar
de expresar el sentido (o los sentidos) que
La declamación y la oratoria son prácticas tradi- para él tiene el texto, representando los sen-
cionales en la escuela. El objetivo de este taller timientos e ideas que le atribuye al poema,
es preparar a los estudiantes para que puedan de manera parecida a lo que hace un ac tor
tener un manejo adecuado de la expresión oral cuando interpreta un personaje.
ante públicos diversos. Para ello es necesario • En ambos casos, el trabajo con los recursos
que los alumnos entiendan los diferentes pro- prosódicos (entonación, volumen, pausas),
pósitos que la guían. así como con los elementos paralingüísti-
La labor del maestro consiste en organizar cos (gestos y movimientos corporales) es
situaciones donde la presentación de piezas de fundamental para apoyar la expresión del
oratoria o la declamación de poemas puedan discurso.
apreciarse plenamente. El docente puede apo-
yar a los estudiantes en la selección del poema Es deseable que, además de la preparación
o en la escritura del guión para la pieza orato- de los alumnos para declamar poemas y dis-
ria, así como en la preparación de sus interven- cursos, puedan trabajarse también otras formas
ciones. En esta tarea es necesario que se tome de interacción oral, como son la conferencia y
en cuenta los siguientes aspectos: el debate. Para ello se recomienda seguir las
pautas que se dan en las listas de contenidos.

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Bibliografía

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nos Aires. co, SEP.

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Español. Antología
Primer Taller de Actualización sobre los Programas de Estudio 2006.
Reforma de la Educación Secundaria.

Se imprimió por encargo de la


Comisión Nacional de Libros de Textos Gratuitos
en los talleres de

con domicilio en

el mes de junio de 2006.


El tiraje fue de 88 000 ejemplares.

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