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1.

Introducción: ejes problemáticos

El peculado se configura cuando el funcionario o servidor público se


apropia o utiliza para sí o para otro, caudales o efectos públicos que
percibe, administra o custodia en función de sus atribuciones
públicas[1]. Son caudales el dinero o bienes de contenido económico[2]
(computadoras, materiales de construcción, dinero en efectivo), mientras
que los efectos son aquellos documentos de crédito “no fungibles”[3] con
significado o valor económicocomo lo serían, los bonos, títulos valores,
timbres, sellos, etc.

Lea también: El delito de peculado y sus modalidades

El peculado por apropiación se da cuando el funcionario o servidor


público lleva sin posibilidad de retorno a su esfera de dominio los bienes
o dinero que ha percibido, o que se encuentra bajo su administración o
custodia. Por el contrario, en el peculado porutilización, el funcionario o
servidor público separa el bien de la esfera pública de custodia[4] para
darle un uso privado temporal de bienes no consumibles que luego
retornará al dominio público.

Los viáticos son asignaciones de dinero que se les provee a los


funcionarios o servidores públicos para realizar gestiones en favor de la
entidad que representan, fuera del lugar de trabajo o en otra ciudad,
provincia o región. Este dinero se les asigna específicamente para cubrir
gastos de alimentación (desayuno, almuerzo, cena), movilidad
(transporte aéreo, terrestre, marítimo) y hospedaje. El funcionario o
servidor público, luego de realizar la comisión encomendada deberá
sustentar los gastos realizados con documentación pertinente.

Lea también: R.N. 907-2014, Tacna: No constituye delito de peculado no


rendir cuentas de los viáticos recibidos

En hipótesis, el peculado por viáticos solo podrá realizarse en la


modalidad de peculado por apropiación de caudales, en específico de
dinero, pues en la práctica el dinero es entregado a los funcionarios para
que lo cobren mediante cheque o depósito interbancario, dinero que
además no está destinado a su devolución, sino más bien a cubrir
gastos, es decir, para que el dinero se consuma.

Los ejes problemáticos en la doctrina y la jurisprudencia se concentran


en dos puntos cardinales: i) si la concesión de viáticos es a título de
administración propia de la función pública y ii) si la aparente o
inexistente sustentación de viáticos debe ser sancionada
administrativamente o como delito contra la fe pública, o es la prueba de
una apropiación de viáticos (peculado por viáticos).

Lea también: Análisis histórico y jurídico-penal de los delitos de colusión


agravada, peculado, cohecho y falsedad genérica en una sentencia de
apelación

Sobre si la concesión de viáticos es a título de administración propia de


la función pública, la doctrina y un sector de la jurisprudencia consideran
que si bien es cierto que se asigna los viáticos para cumplir una comisión
en favor de la entidad y por ende de la comuna; sin embargo, el
dinero ingresa a la esfera privada, pues estaría dirigido a cubrir gastos
personales como son la alimentación, movilidad y hospedaje. Por tanto,
no tendría la cantidad de dinero para su administración “pública”, sino
para una administración más bien privada, por lo que la mala
administración podría traer como consecuencia una sanción
administrativa o en el peor de los casos sancionarse como apropiación
ilícita.

Sobre si la aparente o inexistente sustentación de viáticos debe ser


sancionada administrativamente o como delito contra la fe pública o es
la prueba de una apropiación de viáticos (peculado por viáticos), esta
situación ha sido, en su mayoría, desarrollada por la jurisprudencia que
considera sobre la sustentación falsa de los viáticos, que importa la
prueba de su apropiación y la infracción de un deber de fidelidad del
funcionario con la administración pública. Asimismo, otro sector
considera que no se le puede dar la misma calidad de administración a
los viáticos que otros caudales públicos, dado que la sustentación
indebida acarreará sanciones administrativas o sanciones penales por el
delito de falsedad documental pero no de peculado.

El debate continúa porque en sus últimos pronunciamientos, la Corte


Suprema ha mostrado posturas disímiles que tienen asidero en la
inexistencia de una postura unánime en la doctrina nacional.

Lea también: Apelación 19-2015, Ucayali: Absuelven a fiscal acusado de


haber usado vehículo del MP (peculado de uso)

2. ¿Qué es lo que se debate en la jurisprudencia?

Los últimos cuatro pronunciamientos de la Corte Suprema se han dado


en las Ejecutorias Supremas siguientes: R.N. 2938-2013, Lima, R.N. 3186-
2014, Cusco, R.N. 907-2014, Tacna y R.N. 1315-2014, Lima.

R.N. 2938-2013, Lima

En el R.N. 2938-2013, Lima, por mayoría, los jueces supremos


reformaron la resolución que declaró fundada la excepción de
improcedencia de acción en favor del imputado, declarándola infundada.
La imputación concreta fue que el procesado, funcionario del Ministerio
de Producción, no rindió cuentas por el dinero ascendiente a 2426.00
soles que se le asignó para que realice comisiones de servicios a las
ciudades de Trujillo, Chimbote, Iquitos y Cajamarca, en los meses de julio,
septiembre y octubre de 1998[5].

Los fundamentos de esta decisión residen en que: a) El procesado recibió


el dinero “por razón de su cargo” en atención al cumplimiento a fines que
la comisión de servicios ameritaba por sus competencias y para el
cumplimiento de los programas pertinentes; b)“Al no rendir cuentas, se
reputa que dispuso de ellos como si formaran parte de su propio y
exclusivo patrimonio, apartándolo de la esfera de la administración
pública e incorporándolo a su patrimonio[6]” y c) Los viáticos son un
dinero público que tienen finalidad de gestión o administración
específica, y reglada para cumplir actividades encomendadas en orden al
cumplimiento de objetivos institucionales[7]“.
Sin embargo, el voto singular del juez supremo Salas Arenas estimó que
no debería haber nulidad en el auto superior que declaró fundada la
excepción de improcedencia de acción en favor del procesado, pues
consideró que los viáticos podrán ser objeto de sanción por peculado
cuando puedan darse los siguientes supuestos: 1) comisión
inexistente, 2) comisión que carece de interés en el servicio, 3) cantidad
de dinero asignada que supera el mínimo exigido o permitido por ley
y 4) entrega de dinero a consecuencia de un acto desleal.

Lea también: El delito de peculado y sus modalidades

Esta postura se ampara en un sector de la doctrina (Rojas Vargas y


Salinas Siccha), que considera que los viáticos pierden su naturaleza
pública al ser asimilados a la esfera privada o personal de los
funcionarios, así como otro sector (Barrios Alvarado), que considera que
los viáticos “constituyen entregas de dinero al trabajador como parte de
sus condiciones de trabajo”. Del mismo modo, se asienta esta postura en
los criterios esbozados en el R.N. 1886-2010, Lima, R.N. 4484-2008,
Junín y sobretodo en el R.N. 260-2009, Loreto; cuando señala en su
fundamento jurídico 10 que “los viáticos tienen naturaleza distinta a la
administración, percepción y custodia ya que en el subsiste autorización
del funcionario o servidor público para disponer del dinero otorgado”[8].

Finalmente, también adiciona a sus argumentos lo señalado en el Pleno


Jurisdiccional Distrital de Derecho Penal y Ejecución Penal, realizado en
la Corte Superior de Justicia de Arequipa, cuando señala que “los viáticos
tienen naturaleza distinta a la administración, percepción y custodia de
los caudales, por tanto, no puede subsumirse dentro del delito previsto en
el primer párrafo del artículo 387 del Código Penal”[9].

El punto central del R.N. 2938-2013, Lima, fue considerar que el dinero,
por concepto de viáticos, sí tiene la naturaleza de caudales públicos que
administra el funcionario o servidor público para ser pasible de la
comisión del delito de peculado doloso por apropiación, y que la no
rendición de cuentas se subsume a este delito. Por otro lado, el voto
singular del magistrado Salas Arenas, expresa todo lo contrario.
R.N. 3186-2014, Cusco

En el Recurso de Nulidad 3186-2014, Cusco, se resolvió declarar no


haber nulidad en la sentencia que condenó a los tres procesados por el
delito de peculado por apropiación, y se reformó el extremo de la pena
reduciendo el plazo de pena suspendida, los años de habilitación y en el
caso de dos procesados reformando la pena efectiva por pena
suspendida.

Las imputaciones del proceso fueron las siguientes: al primer procesado


se le proporcionó en su condición de regidor de la Municipalidad Distrital
de Santiago (Cusco) la suma de S/ 17 076,22 soles destinadas a obras
públicas y solventar gastos de comisión de servicios, y S/ 13 913,00
soles por concepto de viáticos, sin embargo, no cumplió con sustentar el
destino real que le dio al patrimonio público, apropiándose en total de la
suma de S/ 30 999,22 en perjuicio del Estado.

Lea también: Sobre la relevancia penal del monto apropiado en el delito


de peculado. El caso Bruce

Al segundo procesado, también regidor de la misma entidad, se le


entregó la suma S/ 7279,00 para el aniversario del distrito, un concurso
de danzas y por concepto de viáticos para que viaje a la ciudad de
Sicuani y a Lima, empero no cumplió con sustentar el destino real de este
patrimonio público.

Al tercer procesado, jefe de la oficina de control patrimonial de la


indicada entidad, recibió la suma de S/ 13,130,00 para la inscripción de
un terreno, trabajos de encauzamiento de un río e implementación de la
oficina de control patrimonial, pero, no cumplió con rendir cuentas de los
gastos efectuados, coligiéndose la apropiación del dinero.

La Sala Suprema reconoce que, según la postura mayoritaria, los viáticos


constituyen fondos públicos, pero también agrega que el “gasto tiene que
hacerse en el lapso en que se está cumpliendo la comisión ordenada”,
pues este dinero al funcionario público “le son entregados para su
correcta administración” es decir para “cumplir los fines propios de la
comisión de servicios” y no para “fines privados[10]”, de lo contrario se
entenderá la conducta del funcionario o servidor pública como
apropiación del patrimonio del Estado.

En el caso concreto, la Sala Suprema encuentra que los procesados si se


apropiaron indebidamente el dinero público, porque “no llegaron a
acreditar que ejecutaron la comisión”[11].

Es realmente muy interesante y enriquecedor el fundamento propio del


magistrado ponente de la decisión (Dr. Salas Arenas), quien señala
puntualmente que: i) El debate sobre la calidad jurídica de los viáticos
aún no ha concluido por existir pronunciamientos opuestos (R.N. 2739-
2011, Tacna y R.N. 907-2014, Tacna vs. R.N. 2675-2008, Piura), siendo
necesario un acuerdo plenario en sede suprema que resuelva su
predictibilidad; sin embargo lo más trascendente es cuando señala
que ii) los caudales de viáticos no se entregan para un fin público, sino
con motivo de la comisión, atendiendo a las necesidades personales del
funcionario, por lo que la no sustentación de viáticos acarreará
responsabilidad de orden administrativo o civil, pero no delito de
peculado, finalmente señala que si “la comisión fue inexistente” o si se
aparentó el viaje, “el comisionado no se desplazó” o “falsificó
documentos”, se tendrá “varios géneros de responsabilidades penales
que dilucidar[12]”.

El criterio de la Sala Suprema, de reformar las penas efectivas a


suspendidas y reducir el quantum de las penas suspendidas, se debió a
que sin bien es cierto para ellos no configura delito de peculado la
apropiación del dinero de los viáticos; en el caso concreto, no solo lo
apropiado fue por concepto de viáticos, sino también dinero en calidad
de administración en el marco de las funciones de los regidores, por
tanto, sí hubo peculado, pero se reduce la pena en atención a que no
todos los montos apropiados son considerados delitos.

El punto central del R.N. 3186-2014, Cusco, fue considerar que la no


rendición o rendición defectuosa no constituye delito de peculado, pero
la adulteración de documentos para sustentar viáticos o la no realización
de la comisión encomendada sí generaría otro tipo de responsabilidad,
no aclarando qué tipo de responsabilidad específica se imputaría.

R.N. 907-2014, Tacna

En el R.N. 907-2014, Tacna, se declaró no haber nulidad en la


sentencia que absolvió a los procesados por los delitos de colusión y
peculado. En cuanto a la imputación sobre peculado, en la modalidad de
apropiación de viáticos, se tiene que la procesada en su condición de
presidente ejecutiva del ex CTAR-Tacna, se habría apropiado de 1,090.00
soles, otorgado en calidad de viáticos para comisiones de servicios que
no llegaron a realizarseen las ciudades de Arequipa y Madre de Dios.

El criterio de los magistrados es que la apropiación de viáticos no


constituye delito de peculado, puesto que su naturaleza, fines y ámbito de
su otorgamiento, “constituyen entregas de dinero al trabajador como
parte de sus actividades y funciones de trabajo, por ser necesarias para
la prestación de servicios excepcionales que realizan fuera de su lugar de
trabajo”[13], por lo que el ámbito se traslada de la administración pública
a la esfera privada personal de vigilancia y administración, que es
distinta a la administración, percepción o custodia que prescribe el delito
de peculado, por lo que el incumplimiento de rendir cuentas traería
consigo solo responsabilidad administrativa o civil.

La R.N. 907-2014, Tacna, señala que los viáticos no tienen la naturaleza


de caudales públicos que administra el funcionario o servidor público
para ser pasibles de la comisión del delito de peculado doloso por
apropiación.

R.N. 315-2014, Lima

En esa línea, en el R.N. 315-2014, Lima, la Sala Suprema acordó no haber


nulidad en la sentencia que condenó al procesado como autor del delito
de peculado doloso, por apropiación del dinero de viáticos en perjuicio
del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES).
El hecho concreto imputado fue que, el procesado, en su condición de
técnico de colocaciones del FONDEPES, adulteró la
documentación (boletas) para su rendición de cuentas inflando los
gastos realmente consumidos; el dinero en calidad de viáticos recibido
por este funcionario fue de S/3,971.00 y le fue otorgado para realizar
labores de cobranza de créditos por el FONDEPES a diferentes
beneficiarios (pescadores artesanales), en las ciudades de Pisco, San
Andrés, Lagunillas, Laguna Grande, Matarani, Mollendo, Ilo, Morro Sama y
Vila Vila.

La Sala Penal Suprema es del criterio que, si el funcionario


posteriormente no haya rendido cuentas o lo haya efectuado de manera
defectuosa, esta situación debe dilucidarse administrativamente; pero si
el funcionario con el objeto de apropiarse del dinero de los viáticos
cumplir la labor encomendada, adultera boletas, sí cometería el delito de
peculado doloso por apropiación[14].

Así, el R.N. 1315-2014, Lima, explica que la no rendición o rendición


defectuosa no constituye delito de peculado, pero sí la adulteración de
documentos para sustentar viáticos.

El Pleno Jurisdiccional Distrital: “Derecho Penal y Ejecución


Penal” realizado en la Corte Superior de Justicia de Arequipa, el 28 de
septiembre, 2012, resolvió con 12 votos a favor y uno en contra que “los
viáticos tienen naturaleza distinta a la administración, percepción y
custodia de los caudales, por tanto, no puede subsumirse dentro del
delito previsto en el primer párrafo del artículo 387 del Código Penal”[15].
Esto porque según los magistrados Aquize Díaz y Cáceres Valencia, si
hay irregularidad en la rendición de cuentas, configuraría otro delito como
uso de documento privado falso; puesto que el dinero está en la esfera
personal para una labor excepcional, siendo el caso de que el viaje o
comisión que nunca se realizó, en cuyo caso sería sancionable.

Por otro lado, el voto discordante del juez Rodríguez Romero[16], se basó
en que el dinero por viáticos está presupuestado, por tanto, no es de libre
disposición del servidor, encontrándose por ello bajo la condición de
rendir cuentas y justificar gastos, y al no hacerlo genera responsabilidad
penal.

3. ¿Qué es lo que se debate en la doctrina?

En la doctrina existen dos líneas de controversia: i) Si los viáticos tienen


la naturaleza de caudales públicos objeto de administración del
funcionario (para saber si el funcionario puede ser pasible o no de delito
de peculado por apropiación) y ii) La relevancia penal que tendría la
sustentación indebida de los gastos por viáticos, pero sobretodo el
incumplimiento de la comisión encomendada.

Respecto a que si los viáticos tienen la naturaleza de caudales públicos,


objeto de administración del funcionario, Rojas Vargas, considera que los
viáticos tienen una “función instrumental y son de carácter personal para
ayudar en el cumplimiento de determinados destinos oficiales, pues el
beneficiario no administra por razón del cargo del bien, dicho bien cuando
ingresa al dominio del beneficiado, pierde potencialmente su calidad de
patrimonio público, porque el uso del bien no es para fines públicos[17]”,
entendiendo que, si el funcionario o servidor público no rinde cuentas o
no remite lo no gastado, importará solo un ilícito administrativo o laboral.
[18]

Una postura intermedia es la que abraza Peña Cabrera Freyre, para quien
el funcionario público sí deberá responder penalmente por apropiarse de
los viáticos, pero no por el delito de peculado doloso por
apropiación, sino por apropiación ilícita, pues el funcionario o servidor
público no tiene plena disponibilidad jurídica sobre el dinero asignado por
viáticos[19].

De otra opinión es la doctrina nacional, en especial Reyna Alfaro, quien


señala que la suma de dinero asignada al funcionario o servidor público a
título de viáticos no se traslada a su esfera patrimonial, hallando sustento
en que el delito de peculado es un delito de infracción de deber. Por ello,
desprende obligaciones positivas de protección del patrimonio del
Estado, que “permite sostener que el funcionario o servidor público que
administra los viáticos está obligado a disponer correctamente de
estos”[20].

En cuanto a la segunda línea de debate, esto es, la relevancia penal que


tendría la sustentación indebida de los gastos por viáticos, la doctrina
que debate esta situación se inclina a considerar que la no sustentación
o indebida sustentación de viáticos constituyen un indicio de peculado
doloso por apropiación[21], pero no constituyen per se ya el delito de
peculado. Sin embargo, aquí la doctrina no profundiza los supuestos
de: a) sustentación incompleta o tardía de viáticos y, b) sustentación
falsa mediante adulteración de documentos.

Sin embargo, este mismo sector de la doctrina sostiene que si el


funcionario o servidor público no cumple con realizar la comisión
encomendada, sí se podría configurar el delito de peculado doloso por
apropiación[22].

4. Conclusiones

4.1. Lo que se debate en cuanto al peculado por apropiación de viáticos


puntualmente es: i) si existe la posibilidad de que la apropiación de
viáticos constituya o no delito de peculado doloso y ii) de existir dicha
posibilidad, en qué casos se daría. El debate tiene matices parcialmente
similares tanto en la doctrina y la jurisprudencia.

4.2. En la jurisprudencia el debate se ha centrado principalmente en 4


pronunciamientos de la Corte Suprema, que ha dado las Ejecutorias
Supremas siguientes: R.N. 2938-2013, Lima, R.N. 3186-2014, Cusco, R.N.
907-2014, Tacna y R.N. 1315-2014, Lima y el Pleno Jurisdiccional
Distrital: “Derecho Penal y Ejecución Penal”, realizado en la Corte
Superior de Justicia de Arequipa. Las ejecutorias supremas R.N. 907-
2014, Tacna, el voto singular del magistrado Salas Arenas en el R.N.
2938-2013, Lima, y el Pleno Jurisdiccional Distrital de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, analizaron si existe la posibilidad de que
apropiación de viáticos constituya o no delito de peculado doloso y
consideraron que no constituiría este delito porque los viáticos no
poseen naturaleza de caudales públicos que administra el funcionario o
servidor público. A su turno en el R.N. 1315-2014, Lima y el R.N. 3186-
2014, Cusco, sí consideraron que la apropiación de viáticos constituye
delito de peculado doloso, y este se dará en los casos en que exista
la adulteración de documentospara sustentar viáticos, pero no en la no
rendición de los gastos, cuestión que no ocurre en el R.N. 2938-2013,
Lima, que considera que la apropiación de viáticos constituye delito de
peculado doloso y que este delito se da a partir de la no rendición de los
gastos.

4.3. La doctrina debate, en menor intensidad, si existe la posibilidad de


que apropiación de viáticos constituya o no delito de peculado doloso,
pues es mayoritaria la postura de que sí podría ser pasible de constituir
dicho delito; sin embargo, el debate oscila en la necesidad de que se
cumpla o no lo comisión encomendada para determinar si hay delito de
peculado doloso o no, pues la no rendición de los gastos por viáticos
sería un solo un mero indicio, mas no ya la configuración del delito. Sin
embargo, la doctrina no se detiene a analizar los pormenores de la
rendición de los gastos de los viáticos como si lo realizan algunas
ejecutorias supremas.

Referencias Bibliográficas

1. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel. Los delitos contra la administración


pública en el código penal peruano. Lima: Palestra, 2003.

2. CÁCERES JULCA, Roberto E. El delito de peculado. Lima: Idemsa,


2012.

3. HUGO ÁLVAREZ, Jorge B. El delito de peculado. Lima: Gaceta Jurídica,


2006.

4. LINARES REBAZA, Jorge Luis. «La apropiación de viáticos como delito


de peculado». Revista del Colegio de Abogados de La Libertad, N°148,
Trujillo, 2016.
5. PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Delitos contra la administración
pública. Lima: Pacífico Editores, 2016.

6. Pleno Jurisdiccional Distrital: «Derecho Penal y Ejecución Penal» del


28 de septiembre, 2012. Corte Superior de Justicia de Arequipa, Tema
3. Formulación del Problema: ¿La apropiación de los viáticos son
caudales sujetos a administración, percepción y custodia, o tienen
naturaleza distinta?

7. Recurso de Nulidad 2938-2013, Lima, 28 de abril, 2015. Sala Penal


Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República.

8. Recurso de Nulidad 3186-2014, Cusco, 13 de julio, 2015. Sala Penal


Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República.

9. Recurso de Nulidad 907-2014, Tacna, 26 de marzo, 2015. Sala Penal


Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República.

10. Recurso de Nulidad 1315-2014, Lima, 14 de marzo, 2016. Sala Penal


Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República.

11. REYNA ALFARO, Luis Miguel. «Los viáticos como objeto material del
delito de peculado». Gaceta Penal, N° 29. Lima. Gaceta Jurídica, 2011.

12. ROJAS VARGAS, Fidel. Manual operativo de los delitos contra la


administración pública cometidos los funcionarios públicos. Lima:
Editorial Nomos & Thesis EIRL, 2016.

13. ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la administración pública. Lima:


Grijley, 2007.

[1] Artículo 387.- Peculado.- Código Penal Peruano: “El funcionario o


servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o
para otro, caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia
le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años;
inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del
artículo 36; y, con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-
multa”.
[2] HUGO ÁLVAREZ, Jorge B. El delito de peculado. Lima: Gaceta Jurídica,
2006, p. 225.
[3] PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Delitos contra la administración
pública. Lima: Pacífico Editores, 2016, p. 348.
[4] ABANTO VÁSQUEZ, Manuel. Los delitos contra la administración
pública en el código penal peruano. Lima: Palestra, 2003.
[5] Recurso de Nulidad 2938-2013, Lima, 28 de abril, 2015. Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, fj. 2, p. 1.
[6] Recurso de Nulidad 2938-2013, Lima. fj. 4, p. 2.
[7] R.N. 2938-2013, Lima, fj. 5, pp. 2-3.
[8] R.N. 2938-2013, Lima. Nota 6, p. 2 del voto singular.
[9] R.N. 2938-2013, Lima. Nota 6, p. 2 del voto singular.
[10] Recurso de Nulidad 3186-2014, Cusco. 13 de julio, 2015. Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República. Nota 2 y fj.
2.2 y 2.3.
[11] Recurso de Nulidad 3186-2014, Cusco. fj. 2.5, p. 10.
[12] R.N. 3186-2014, Cusco, fj. 3 y 4, p. 16.
[13] Recurso de Nulidad 907-2014, Tacna. 26 de marzo, 2015. Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República. fj 8.b, p. 5.
[14] Recurso de Nulidad 1315-2014, Lima. 14 de marzo, 2016. Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República. fj 2.2, p. 5 y
fj. 2.9, p. 7.
[15] El Pleno Jurisdiccional Distrital: “Derecho Penal y Ejecución Penal”.
28 de septiembre, 2012. Corte Superior de Justicia de Arequipa, Tema 3.
Formulación del Problema: ¿La apropiación de los viáticos son caudales
sujetos a administración, percepción y custodia, o tienen naturaleza
distinta?, pp. 13-15.
[16] El Pleno Jurisdiccional Distrital: “Derecho Penal y Ejecución Penal”.
Tema 3, pp. 14-15.
[17] ROJAS VARGAS, Fidel. Manual operativo de los delitos contra la
administración pública cometidos los funcionarios públicos. Lima:
Editorial Nomos & Thesis EIRL, 2016, pp. 252-253.
[18] ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la administración pública. Lima:
Grijley, 2007, p. 1225.
[19] PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl y LINARES REBAZA, Jorge
Luis. «La apropiación de viáticos como delito de peculado. Revista del
Colegio de Abogados de La Libertad, N° 148, Trujillo, 2016, p. 224.
[20] REYNA ALFARO, Luis Miguel. «Los viáticos como objeto material del
delito de peculado». Gaceta Penal, N°29, Lima, Gaceta Jurídica, 2011, p.
123-124.
[21] LINARES REBAZA, Jorge Luis. Op. cit., p. 225. REYNA ALFARO, Luis
Miguel. Op. cit., p. 125.
[22] CÁCERES JULCA, Roberto E. El delito de peculado. Lima: Idemsa,
2012, p. 57. LINARES REBAZA, Jorge Luis. Op. cit., p. 225.

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