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Resumen
Recibido: 6 de marzo de 2011 Las iniciativas locales en el marco de la acción política de la re-
Revisado: 21 de marzo de 2011
Aprobado: 1 de abril de 2011 sistencia social están encaminadas a solucionar contextos com-
plejos, problemas puntuales y propios de una determinada comu-
nidad. Así su cobertura sea reducida porque se limita a lo local, ha
sido valioso su impacto en términos de bienestar. Pequeñas orga-
nizaciones locales han creado sus propios espacios para poder ac-
tuar, a veces, en concordancia con las políticas públicas estableci-
das y otras de manera absolutamente creativa y autónoma. Así, la
población se ha organizado para defender los derechos humanos,
prevenir el reclutamiento o para buscar la resolución pacífica de
conflictos. Exploran los alcances de la educación y la cultura para
la paz y la manera de proteger a la infancia de un destino que no
ofrezca opciones a la vida. Reconstruyen familias y comunidades
enteras para que las víctimas retomen una vida independiente y
económicamente viable, para que desvinculados de los grupos
armados ilegales se reintegren a la legalidad, en fin, realizan ac-
ciones concretas que, en pequeña escala, son esfuerzos tangibles
* Socióloga, docente investigadora de la Unidad de Investigación de la Universidad Santo Tomás. Coordinadora del programa Jóvenes Investigadores
de la USTA. Coordinadora editorial de la Revista electrónica de Investigación INNOVO. Actualmente cursa tercer semestre de la Maestría en Investi-
gación Social Interdisciplinaria de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico: sallygonzalez@usantotomas.edu.co
** Licenciado en Filosofía. Profesional de Formación para el Trabajo de la Alta Consejería para la Reintegración y consultor externo de la Corporación
Escuela Galán para el Desarrollo de la Democracia. Actualmente cursa tercer semestre de la Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria de la
Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico: jucacova@gmail.com
*** Licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Actualmente cursa tercer semestre de la Maestría en Investi-
gación Social Interdisciplinaria en la misma universidad. Correo electrónico: virasa080@hotmail.com
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Sally González Higuera, Juan Carlos Colmenares Vargas, Viviana Ramírez Sánchez Vargas
Abstract
Recibido: 6 de marzo de 2011 Local initiatives within the framework of political action of the
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Aprobado: 1 de abril de 2011 social resistance are directed to solve complex contexts, precise
and own problems of a certain community. Even if their cover-
age is reduced because it is limited to a local level, their impact
has been valuable in terms of well-being. Small local organiza-
tions have created their own spaces to be able to act, sometimes,
in agreement with the established public policies and others in an
absolutely creative and independent way. Thus, the population
has organized itself to defend human rights, prevent recruitment
or look for a peaceful resolution to conflicts. They explore the
reach of education and culture for peace and the way to protect
the childhood from a fate that does not offer options to life. They
rebuild families and entire communities so that victims retake
an independent and economically viable life, so that people who
broke ties with the armed illegal groups return to legality… in
short, conduct concrete battles that, in small scale, are tangible
efforts of social resistance. The universe of specific actions that
save lives, repair damages is huge, these actions restrain violent
or fortify collective actions and the civil value to overcome them.
All of them are an expression of the local effort to solve a concrete
situation but, at the same time, they have the capacity to affect
local public policies, like some communities already have dem-
onstrated it, we shall approach them in this article.
Keywords
Resistance, empowerment, non-violence, political action.
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En todas las profecías está escrita la imaginarios, nuevos tabúes, nuevas funcio-
destrucción del mundo, nes sociales para actores emergentes, carac-
Todas las profecías cuentan que el hombre crea- terizados por buscar una interrelación, aun
rá su propia destrucción, cuando están movidos por la incertidumbre.
Pero los siglos y la vida que siempre
se renuevan, Lo sólido se derrite, se va entre las manos, y
Han creado también una generación de amado- según Bauman, con éste se van los vínculos
res y soñadores, entre las elecciones individuales y las ac-
Hombres y mujeres que no soñaron con la ciones colectivas. Lo colectivo y lo público
destrucción del mundo, construidos bajo intereses comunes de los
Sino con la construcción del mundo, las mari- individuos, se van también con la fluidez.
posas y los ruiseñores. Las condiciones impuestas por la contextu-
alidad de las dinámicas de la modernidad,
Los hacedores de sueños. Gioconda Belli ponen a los sujetos frente a cambios radi-
cales que exigen repensar los conceptos, las
En su colección de ensayos a propósito de las creencias y las estructuras que antes solían
implicaciones de la modernidad, el sociólo- articular y dar sentido a las dinámicas so-
go polaco Zygmunt Bauman hace referencia ciales. Así, es interesante analizar la reac-
a las características y especificidades de este ción, las respuestas y las estrategias que se
presente complejo. Bauman recalca que el desencadenan para enfrentar, sobrellevar
presente se caracteriza por la mutación de y sobrevivir esta contextualidad. Es la era
las relaciones interpersonales y la trasfor- de la desregulación, de la flexibilización, de
mación de los significados y significantes la liberación de los mercados. Una realidad
de estas en las dinámicas sociales de la ac- donde quedan muy pocas pautas “sagradas
tualidad. Nuevas concepciones de tiempo, e inviolables”, donde todo es posible y todo
espacio, poder, control, miedo y amor que depende de los intereses de intercambio
transforman el acercamiento y la relación desde los poderes individuales, desde el
del sujeto con el otro. Bauman (2000) destaca capricho del sujeto. De aquí, que las preo-
como valor característico y colectivamente cupaciones de la filosofía moderna se basen
compartido de este presente a la instantanei- en la ética y la estética, tendencia previsible
dad. De manera cada vez más tangible, hay del sujeto que se encuentra impávido y que
cercanía creciente con la total incertidum- necesita repensar nuevamente el mundo
bre; aún cuando, paradójicamente, estamos de las normas y del cómo actuar ante las
en la era de las redes y la información. dinámicas desconcertantes de la moderni-
dad líquida.
Bauman desmenuza un cambio de paradig-
ma, una modernidad sólida que se desdibu- En coherencia con el pensamiento de Bau-
ja y se reemplaza por un presente líquido, man, desde una perspectiva crítica, Félix
fluido, fugaz, inmediato. La transformación Guattari en su texto Plan sobre el planeta;
de lo sólido, entendiendo por esto, la desle- capitalismo mundial integrado y revoluciones
gitimación de la fuerza de la tradición, la moleculares; conjuga sus preocupaciones so-
cultura, los imaginarios sociales, los tabúes bre la instalación del problema político de
como normas o reglas sociales, se modifican las formas de vida en esta modernidad. En
por la fluidez, nuevas relaciones, nuevos
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su tesis sobre el capitalismo mundial inte- En este sentido, y a diferencia de los autores
grado1, Guattari resalta las nuevas confi- que evitan establecer una relación explícita
guraciones que ha adoptado el capitalismo entre el capitalismo contemporáneo y Esta-
desde los años setenta, y que se sustentan do, Guattari argumenta que el Estado nu-
en una efectiva reestructuración del poder. clear se ha convertido en la figura central del
Así, el autor reflexiona sobre el surgimiento CMI, ya que el Estado está directamente co-
de un nuevo capitalismo, que no reemplaza nectado con los componentes esenciales del
al antiguo, pero que coexiste con éste, gene- capital, lo que lo lleva a tener un lugar prota-
rando capitalismos de distintos niveles en gónico en la administración de los mecanis-
una misma realidad. mos de control, de represión y modelización
del orden dominante en los sujetos. Es decir,
En términos simples, el CMI represen- la principal característica en la reestructura-
ta “una figura de dominio que recoge y ción de las funciones tradicionales del Es-
exaspera la unidad del mercado mundial tado, encuentra respuesta en que “Todo se
sometiéndola a instrumentos de planifica- pone en funcionamiento para controlar los
ción productiva, de control monetario, de tiempos singulares de vida, para reducirlos
intervención política, con características a los tiempos capitalistas, bajo la amenaza
casi estatales” (Guattari, 2004), y en esta de la anulación del ser” (Guattari, 2004).
medida, pueden distinguirse tres aspectos
principales: el copamiento de zonas que Ligado a lo anterior, se produce un ajuste
aparentemente estaban excluidas de su con- cuidadoso entre el poder político ejercido so-
trol, el dominio total de cualquier actividad bre los individuos, lo que supone que el tipo
humana y la sobrecodificación y control de de poder que se da en nuestras sociedades
nuevas actividades. no es exclusivamente el disciplinario; basado
en el castigo de todos los que se apartan de
Según Guattari (2004) la reestructuración la norma, sino más bien un poder de control
del poder efectuada por el CMI tiene como continuo, sutil e inmediato. Es por esto que
eje central la integración de lo político y de hoy las instituciones parecen ser más flexi-
lo económico, del Estado y del capital. Es así bles, más abiertas y más conectadas entre sí,
como la autoridad estatal y los estados na- no tratan de modelar desde el exterior, sino
cionales se ven sometidos a una verdadera que su modelamiento es más indefinido, sin
y efectiva desterritorialización. De acuerdo contornos fijos, siendo la fluidez su principal
con el autor, el CMI no se limita a recompo- característica, esto es, un poder rizomático.
ner, según nuevas formas de unificación, el
flujo y las jerarquías de los poderes estatales Finalmente, en sus planteamientos Guatta-
en su acepción tradicional, sino que produ- ri, a través de la relación entre CMI y subje-
ce funciones estatales que se expresan a tra- tividad, advierte de la urgente necesidad de
vés de una red de organizaciones interna- reinventar el capitalismo sobre los espacios
cionales, las cuales se materializan a través de la vida cotidiana, al no estar ya en una
de los medios de comunicación, un control fase expansiva a nivel geopolítico:
del mercado y las tecnologías.
A partir del momento en que el capita-
lismo ha invadido el conjunto de las su-
perficies económicamente explotables
1 De aquí en adelante CMI.
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mologías y metodologías del poder; además sor Useche (2008) materializa estas acciones
de una resignificación de éste, repensándolo al mencionar los casos específicos donde
y desligándolo de conceptos e imaginarios la resistencia social se hace tangible en las
tales como: dominación e imposición. En prácticas y en las acciones de los miembros
contraposición debe pensarse al poder como de una comunidad:
potencializador, generador y dador de vida.
Comunidades rurales que exigen a los
Así, se subvierte la idea del poder como base
guerreros que les dejen vivir su vida a
invisible y alienante de los sistemas hege- su manera; jóvenes desempleados que
mónicos, dominadores y despóticos tradi- no quieren empleo sino un modo crea-
cionales. No poder por control y obediencia, tivo de producir; grupos urbanos que
sino poder por vida, por una ciudadanía no aceptan regulaciones extremas o
incluso, homosexuales y transexuales
con sentido. La resistencia social promueve
demandando reconocimiento a sus di-
la participación plena y decisoria de la gen- ferencias (p. 265).
te, además de los procesos de autoreflexión,
concientización y autonomía que “afianzan La desobediencia civil surge como una de
pactos flexibles y profundos que se hacen las estrategias para ejercer activamente una
entre comunidades concretas” (p. 264). resistencia no violenta, ya que como acción
política transgrede el paradigma de confor-
La resistencia civil potencia principalmente midad, impotencia u obediencia del sujeto
la creatividad y la resiliencia del sujeto y el ante la figura todopoderosa del Estado, a
colectivo, potencia estrategias y metodolo- través de una reflexión consciente y ética
gías inéditas y emergentes que coadyuvan a del sujeto, que le permite poner en entredi-
la superación de los poderes despóticos y al cho o desconocer decisiones inequitativas,
fortalecimiento de las estrategias de acción injustas, arbitrarias o despóticas de actores
política comunitaria, sin que las personas armados e, incluso, del mismo Gobierno.
tengan que adscribirse a categorías sectaris-
tas de raza, religión, cultura, actividad econó- Vale mencionar que la resistencia social
mica, tendencia partidista, etc. “La resistencia aparece como una opción esperanzadora
social no violenta se desenvuelve en el ámbi- de ética y estética, un escape posible de las
to de la micropolítica y es sumamente inno- acciones e ideologías impositivas del po-
vadora en materia organizativa” (p. 264). der tradicional. La ética se encuentra en el
estímulo del “actuar correctamente” con
Por otro lado, la resistencia social desen- base en valores humanistas y no de estra-
cadena un empoderamiento político de tegia económica o política. El ejercicio ético
acciones reflexivas y pacíficas desde la mo- de la resistencia adquiere sentido cuando
lecularidad de la acción, sin esperar como se reconoce que el poder no está solo en la
fin último incidir o imponerse sobre el co- estructura social, en las representaciones o
lectivo o la estructura dominante, tan sólo valores culturales o jurídicos, el poder está
ser, sentirse y existir con propuestas crea- en la cabeza de los sujetos que lo ejercen y
tivas de vida y de identidad. La fuerza de lo materializan en la interacción. El poder
este poder molecular radica precisamente no es únicamente una abstracción estructu-
en su negación a adscribirse o confrontarse ral, es materializado a través de la vivencia,
con el poder central hegemónico. El profe- la experiencia, los discursos e ideologías
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que ponderan la vida, la armonía y la soli- significativa visibilidad, sino que han po-
daridad, capacidades y poderes pacifistas y dido relacionarse con otras experiencias de
transformadores, y la necesidad de respon- su misma naturaleza, compartir con ellas
der a apremiantes desafíos impuestos por sus procesos, aprender mutuamente de sus
diversas violencias. estrategias, y descubrir que no están solos,
que otros también han emprendido luchas
A su vez, comunidades campesinas, ubica- similares, y que es posible articularse con
das en escenarios rurales y contextos en los ellos para tener mayores alcances.
que el conflicto armado se ha expresado con
intensidad, desde opciones no violentas y Estas relaciones se han hecho visibles en las
pragmáticas, han generado procesos de re- redes que han conformado, a nivel regional
sistencia social como ejercicio de autodeter- y nacional, sus relaciones interétnicas, los
minación, mecanismos de autoprotección y encuentros nacionales, y las agendas co-
propuestas de construcción de paz. munes que comienzan a construir mientras
el conflicto intenta erosionar, fragmentar y
Estas experiencias representan empode- debilitar la sociedad civil afectando su capa-
ramientos pacifistas, y registran como ele- cidad de acción colectiva y la efectividad y
mentos comunes el ejercicio de la acción fuerza que ella incuba, hay sectores y orga-
no violenta y la comprensión positiva de la nizaciones que buscan fortalecer sus accio-
paz2, pero difieren en cuanto a las pobla- nes desde una lógica civilista y no violenta.
ciones que las jalonan, las causas que las
generan, sus procesos y las modalidades de Paralelamente con estos movimientos e ini-
violencia frente a las cuales se ejercen. Al- ciativas, que quizá han contado con mayor
gunas surgen como respuesta de defensa a visibilidad dada la relevancia y el impacto
la violencia del conflicto armado, pero otras del conflicto armado en la vida nacional y
se ejercen en forma integral como mecanis- los vaivenes de la política que sitúan este
mo de lucha política y de defensa frente a tema, también se identifica un sinnúmero
la violencia estructural3 o la globalización. de iniciativas ciudadanas puntuales. Se tra-
ta de proyectos, programas, procesos y ex-
Durante mucho tiempo, las experiencias de periencias desarrolladas por organizaciones
resistencia civil construyeron sus procesos civiles que actúan frente a las acciones gene-
hacia dentro, en el ámbito de sus contex- radas por los grupos armados ilegales para
tos locales y rurales, lejanos de la mirada protegerse de su impacto, reparar el daño o
externa, en esfuerzos solitarios y aislados. para evitar que se extienda.
En la actualidad, no sólo han logrado una
Estas resistencias no violentas han venido
2 La comprensión positiva de la paz trasciende su tradicional concep- configurándose en distintos niveles y en
ción como ausencia de guerra y conflicto. Está integrada por diver- distintos rincones del territorio colombiano
sos valores, como inclusión social, profundización de la democracia,
“comunidades protagonistas de transfor-
respeto a la vida y demás derechos humanos, reconocimiento de la
diversidad étnica y los derechos de los pueblos y desarrollo, entre maciones superiores”. A continuación se
otros. presentará un breve análisis de experien-
3 La violencia estructural puede ser comprendida, en términos de cias humanas de comunidades y grupos
Johan Galtung, como aquella que impide a los seres humanos una
vida mínimamente humana y que se refleja en la imposibilidad de que optaron por otros caminos lejos del po-
satisfacer necesidades esenciales. der de dominación o poder de centro: 1) las
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América Latina, la experiencia como movi- Son distintas e incontables las experiencias
miento social, político y filosófico se instala de organizaciones de mujeres que desde
en el espacio de “lo posible”, a otras en la su empoderamiento político, emocional y
necesidad de transitar el camino de “pensar económico han logrado subvertir lógicas
lo no pensado” de la mano de una historia de violencia, de sumisión, de pobreza y de
y una genealogía de mujeres; y a muchas a miedo, motivadas solamente por el amor
iniciar su camino de construirse mujer en la propio, el amor por sus familias y sus cerca-
desmemoria y la permanente apelación a la nos, el deseo por el progreso y por el “Bien-
amnesia histórica, que obliga a comenzar estar”. Estas experiencias ha sido posible
eternamente de cero. Instaladas, así, unas y realizarlas cuando las mujeres han decidido
otras en una encrucijada, no de fin de siglo pensar en colectivos que les permitan pro-
ni milenarista, sino de revisión profunda blematizar, cuestionar, reinventar y pro-
de nuestras propias prácticas políticas y de mover otros valores éticos, en los distintos
nuestros deseos de cambio y de futuro. Vol- ámbitos en que se han desenvuelto estas
ver a aventurarse a mirar la historia como personas.
un gran espejo que nos devuelva lo que he-
En Riosucio, Chocó, a orillas del Atra-
mos sido y lo que somos, nos coloca en la
to, a unos 100 kilómetros del golfo de
posibilidad de aprehender nuestra memoria Urabá, los muertos flotaban como tron-
y reubicarla en el centro de nuestra identi- cos astillados. Se contaron por cientos
dad y nuestras preocupaciones actuales. entre 1997 y 2005, cuando el último de
los ejércitos asesinos se marchó. Eran
Hablar del movimiento de mujeres en tan- días de una mudez que nadie se atrevía
a romper. Con la lista de los hermanos,
to objeto histórico es asumir que se cons- hijos, abuelos, tíos, padres, madres y
tituye como experiencia histórica a partir esposos muertos, podría llenarse una
de un tramado de grupos y organizaciones pared de la iglesia del pueblo, de don-
que comparten una identidad colectiva, de algunos llegaron a creer que Dios se
había marchado en los peores años de
una suerte de cultura común, sumergidas
la violencia […] Escogieron llamarse
en las prácticas cotidianas. En su devenir Mujeres Riosuceñas Construyendo Paz
histórico el movimiento ha experimentado (Macoripaz) […]. Soñaban entonces con
nuevas pautas culturales, nuevos sistemas tener una sede, crear un taller de mo-
distería para darles trabajo a otras mu-
de significación que con frecuencia se han
jeres y estimular a los estudiantes de los
opuesto a los de las relaciones sociales do- colegios del municipio para persistir y
minantes; por ejemplo, las maneras de vi- animarlos en la idea de que estudiar
vir la sexualidad, el sentido de la democra- era mejor, mil veces mejor, que dejarse
cia o la misma relación con la naturaleza, convencer de ser soldado de la guerra.
entre otros, se expresarán en nuevas for-
[…] Nosotras dijimos basta y comen-
mas de comportamiento frente a las cuales zamos a soñar, dice en un tono que no
el viejo orden se resiste. Y en esa resisten- deja dudas […]. Entonces decidió no
cia se juegan las fricciones y fragmenta- huir más y construir un futuro desde el
presente más azaroso. Al principio no
ciones del propio sujeto, que sucumbe a
fueron más que 20 mujeres. Insistieron
ellas, se divide, se multiplica, se atomiza y tanto con el alcalde de la época para que
se polariza, abriendo un abanico nuevo de les diera un auxilio, el que fuera, que
posibilidades. el municipio terminó contratándolas
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como aseadoras de las calles, que en ca, un empeño por el bien colectivo y el re-
realidad más que barrer había que des- conocimiento de la pluralidad que las cons-
malezar. Desde entonces no han parado
tituye como movimiento, resulta principio
[…]. Hoy, 10 años después, Macoripaz
es una asociación de 400 mujeres cabe- orientador.
za de familia, decenas de ellas viudas
de la guerra. Su sede, en una calle inun- Análisis de dinámicas
dada con las aguas de un Atrato ancho locales y regionales
y feroz por culpa del peor invierno en
años, es una casa de dos pisos, la más
Las iniciativas locales están encaminadas a
grande del pueblo, con paredes de
abarco, cohíba, caracolí, roble, cedro. solucionar contextos complejos, problemas
Ellas dicen que tantas maderas hablan puntuales y propios de una determinada
de su propia naturaleza femenina: “Es comunidad. Así su cobertura sea reducida
que somos tan distintas y a la vez tan porque se limita a lo local, ha sido valioso su
semejantes […]” (Fragmentos del artí-
culo de Revista Semana. “Tercos Paci- impacto en términos de bienestar.
fistas: Premio Nacional de Paz 2010”).
Pequeñas organizaciones locales han creado
Las mujeres como actrices políticas de la paz sus propios espacios para poder actuar, a ve-
deben recoger los acumulados de las orga- ces, en concordancia con las políticas públi-
nizaciones de mujeres y apelar a construir cas establecidas y otras de manera absoluta-
sobre lo construido, por lo cual identificar mente creativa y autónoma. Así, la población
aprendizajes de las experiencias pasadas es se ha organizado para defender los derechos
necesario. Tener una voz activa y protagó- humanos, prevenir el reclutamiento o para
nica en los procesos de negociación implica buscar la resolución pacífica de conflictos.
conocimientos, destrezas, por lo cual están Exploran los alcances de la educación y la
avocadas a estudiar las realidades de otros cultura para la paz y la manera de proteger
países y a generar procesos de empodera- a la infancia de un destino que no ofrezca
miento de las mujeres y de las víctimas so- opciones a la vida. Reconstruyen familias y
brevivientes para que estas no se conviertan comunidades enteras para que las víctimas
en “objeto” del discurso de los derechos, retomen una vida independiente y econó-
sino efectivamente sujetos que demandan y micamente viable, para que desvinculados
posicionan sus intereses y contribuyen a la de los grupos armados ilegales se reintegren
construcción de la paz. a la legalidad. En fin, realizan acciones con-
cretas que en pequeña escala son esfuerzos
Por eso es importante insistir en generar tangibles de resistencia social.
procesos de articulación de las distintas al-
ternativas por la paz para desde acuerdos Es inmenso el universo de acciones especí-
políticos mínimos construir una propues- ficas que salvan vidas, reparan daños, fre-
ta de paz para participar de manera activa nan las acciones violentas o fortalecen las
como sociedad civil. Sólo la fuerza ciuda- acciones colectivas y el valor civil para so-
dana de aquellos que han optado por la vía breponerse a ellas. Todas son expresión del
civilista permitirá que la negociación sea esfuerzo local para resolver una situación
posible y que cuando esté andando, dé los concreta, pero, al mismo tiempo, tienen la
resultados que se esperan. En dicho proceso capacidad de incidir en las políticas públi-
una convicción profundamente democráti- cas locales, como ya lo han demostrado las
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