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El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con
internet, por lo que estos se vuelven inteligentes.
Los objetos son definidos como inteligentes, siempre que consistan de sensores, sistemas de software o datos de
memoria que permitan intercambiar datos entre un dispositivo u otro o a su vez entre otros dispositivos inteligentes. Esta
estructura permite que los datos estén disponibles en el momento y a la hora adecuada.
Gracias al internet de las cosas, las familias y las empresas pueden reducir los costes de energía de manera
significativa. (Con el control inteligente de tadoº, es posible ahorrar hasta un 31% en los costes de energía)
Además de ahorrar en los costes, el Internet de las Cosas garantiza la reducción del consumo de energía y el
uso de recursos eficientemente.( El control de calefacción inteligente de tadoº, apaga la calefacción de forma
automática cuando el último residente sale del edificio y la vuelve a encender justo cuando detecta a la primera
persona volver.)
La conexión de los dispositivos, ofrece un incremento de calidad de vida y más confort, especialmente en el
sector de “Smart Living” (Vivir Inteligentemente).( tadoº regula tu sistema de calefacción y aire acondicionado
automáticamente sin tener que realizar ninguna modificación adicional.)
Los dispositivos pueden ser controlados de forma remota a través de una unidad de control central. Por ejemplo,
un teléfono móvil puede establecer la conexión a través de internet en cualquier momento y en cualquier lugar.
(Con la app móvil de tadoº, es posible controlar y regular el sistema de calefacción y el aire acondicionado de
forma flexible.)
Con el Internet de las Cosas estarás siempre al día. Los productos se mejoran y desarrollan contínuamente por
medio de actualizaciones (apps, firmware, etc.)
En cualquier caso el principio es el mismo y la clave es la operación remota. Cada uno de los objetos conectados al Internet
tiene una IP especifica y mediante esa IP puede ser accedido pare recibir instrucciones. Así mismo, puede contactar con un
servidor externo y enviar los datos que recoja.
Conectividad ubicua
La conectividad generalizada, de bajo costo y alta velocidad, sobre todo a través de servicios y tecnología
inalámbricos con y sin licencia, hace que casi todo sea “conectable“
Miniaturización
Los avances logrados en la fabricación permiten incorporar tecnología de cómputo y comunicaciones de
vanguardia en objetos muy pequeños. Junto con una mayor economía en la capacidad de cómputo, esto ha
impulsado el desarrollo de sensores pequeños y de bajo costo que a su vez impulsan muchas aplicaciones de la
IOT
Cuerpo humano: Dispositivos (para vestir e ingeribles) para monitorear y mantener la salud y el bienestar de las
personas, manejar enfermedades, aumentar la aptitud física y la productividad
Hogar: controladores y sistemas de seguridad para el hogar
Puntos de venta: Tiendas, bancos, restaurantes, estadios, cualquier lugar donde los consumidores consideren y
compren; sistemas de autopago, ofertas en compras presenciales, optimización del inventario
Oficinas: Gestión de la energía y la seguridad en los edificios de oficinas; mejora de la productividad, incluso para
los empleados móviles
Fabricas: Lugares con rutinas de trabajo repetitivas, como hospitales y granjas; eficiencia operativa, optimización
del uso de los equipos y el inventario
Ciudades: Espacios públicos e infraestructura en entornos urbanos; sistemas de control adaptativo de tráfico,
contadores inteligentes, monitoreo ambiental, gestión de recursos
Transporte[editar]
IoT puede asistir a la integración de comunicaciones, control y procesamiento de información a través
de varios sistemas de transporte.
Existen cinco áreas temáticas clave de la IOT para explorar algunos de los desafíos y cuestiones relacionadas con la
tecnología más urgente. Estos incluyen la seguridad; la privacidad; la interoperabilidad y los estándares; cuestiones
legales, reglamentarias y relacionadas con los derechos; y economías emergentes y cuestiones relacionadas con el
desarrollo.
Seguridad
Si bien en el contexto de la tecnología de la información las consideraciones de seguridad no son nuevas, los
atributos de muchas implementaciones de la IoT presentan desafíos de seguridad nuevos y únicos. Hacer frente
a estos desafíos y garantizar la seguridad en los productos y servicios de la IoT debe ser una prioridad
fundamental. Los usuarios deben poder confiar en que los dispositivos de la IoT y los servicios de datos
relacionados serán seguros y estarán libres de vulnerabilidades, especialmente a medida que esta tecnología
sea más difundida y se integre a nuestra vida diaria. Los dispositivos y servicios de la IoT poco seguros pueden
servir como potenciales puntos de entrada de ataques cibernéticos y exponer los datos de los usuario al robo al
dejar flujos de datos con una protección inadecuada.
Privacidad
El potencial de la Internet de las Cosas depende de estrategias que respeten las opciones de privacidad
individuales correspondientes a un amplio espectro de expectativas. Los flujos de datos y la especificidad que
permiten los dispositivos de la IoT puede liberar un valor único e increíble para los usuarios, pero las
preocupaciones con respecto a la privacidad y los potenciales daños podrían dificultar la adopción plena de la
Internet de las Cosas. Esto significa que los derechos de privacidad y las expectativas con respeto a la
privacidad de los usuarios son esenciales para asegurar la confianza de los usuarios en Internet, en los
dispositivos conectados y en los servicios relacionados.
(Si lo supiéramos todo....el futuro de nuestro trabajo no tendría mucho sentido, seguimos investigando)
- Comunicación y cooperación: los objetos tendrán la capacidad de conectarse a los servicios de Internet y/o entre sí,
pudiendo intercambiar y actualizar datos entre ellos y establecer comunicaciones con los servidores.
- Capacidad de direccionamiento: Esta clase de dispositivos podrán ser configurados y localizables desde cualquier lugar
de la red.
- Identificación: Los objetos podrán ser identificados mediante tecnologías tales como RFID (Radio Frecuency
Identification), NFC (Near Field Communication), códigos de barra de lectura óptica, o cientos de otras formas de
identificar a un dispositivo en una red.
- Localización: Tendrán en todo momento conocimiento sobre su ubicación física, pudiendo saber donde se encuentra en
todo momento.
- Actuación: Determinados objetos serán capaces de manipular su entorno.
Ya tenemos los datos almacenados en un pequeño ordenador, pero éste no es lo suficientemente potente como para
poder procesarlos de forma rápida. ¿Qué hacer? Mover esa información a otro ordenador a través de algún canal de
comunicación.
Y aquí hay dos vertientes. Muchos de los protocolos de comunicación tradicionales continúan vigentes en IoT y sus
futuras mejoras serán clave. Hablamos por ejemplo de conexiones de red local vía Ethernet o de transmisión inalámbrica
a través de conectividad móvil, según sean los requisitos en cada ubicación.
Por ejemplo, estas dos opciones son las contempladas por Vodafone e IBM en sus ciudades conectadas, donde las
velocidades de conexión que permitirán los próximos protocolos, como el 5G, serán la base de la conectividad de largo
alcance del IoT.
Pero también hay nuevos protocolos que han sido ideados pensando en el IoT y la comunicación de objetos entre ellos y
a corta distancia. Un ejemplo es NFC o también Bluetooth 4.0, que tiene el apellido de LE 'Low Energy' precisamente
porque está pensado para ser implementado en sistemas con baterías reducidas como por ejemplo pulseras
cuantificadoras.
El aspecto energético ha sido durante muchos años un elemento de batalla en las comunicaciones precisamente por los
altos consumos de estos componentes, y los diseñadores y fabricantes actualmente lo tienen en el punto de mira para
continuar su mejora. Ese cuidado con el consumo irá asociado a los estándares de comunicación que nos irán llegando
en el futuro, como LiFi, la transmisión de datos a través de la luz.
Conclusión
Aunque el concepto de combinar computadoras, sensores y redes para monitorear y controlar diferentes dispositivos ha
existido durante décadas, la reciente confluencia de tecnologías clave y tendencias de mercado está marcando el
comienzo de una nueva realidad para la “Internet de las Cosas”. La IoT promete abrir la puerta a un mundo
revolucionario, un mundo “inteligente” totalmente interconectado en el cual las relaciones entre los objetos y su entorno y
las personas se entrelazarán aún más. La perspectiva de la Internet de las Cosas como una matriz omnipresente de
dispositivos conectados a Internet podría cambiar radicalmente la definición de lo que significa estar “en línea”