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INTRODUCCIÓN
¿Alguna vez ha tratado de comprar un regalo para alguien que lo tiene todo? Resulta casi imposible encontrar un
presente adecuado.
Los corintios eran esa clase de congregación. Debe haber sido muy difícil colaborar como líder de una iglesia
así, porque estaba acostumbrada a tener lo mejor de todo.
Por ella habían pasado los mejores maestros de esa época, tal vez los más grandes predicadores de toda la historia
de la iglesia, entre quienes estaban el apóstol Pablo, Pedro y Apolos. ¿Cómo servir a Señor en una iglesia semejante?
No obstante, las cosas no marchaban del todo bien para los cristianos de Corinto porque aunque lo tenían todo,
les faltaba lo más importante…
Corinto era una ciudad comercial de gran importancia ubicada en el centro de una de las principales vías
mediterráneas de tráfico comercial. Tenía una población de aproximadamente 750,000 personas. Su gente era rica y
culta y se había hecho famosa por varias razones: su extremada intelectualidad, su creatividad artística y su
exagerada perversidad moral.
El nombre “corintio” se empleaba como sinónimo de pecado y maldad. La perversión giraba alrededor del culto
fanático que el pueblo daba a la diosa del amor, Afrodita, cuyo templo contaba con mil siervas de Venus dedicadas a
la prostitución religiosa.
Cuando Pablo llegó a esa ciudad por primera vez, permaneció en ella por año y medio. De allí siguió hasta
Éfeso, dejando a Apolos al cuidado de los creyentes. Luego, este último viajó a Éfeso para visitar al apóstol.
Después de esa visita, Pablo envió una carta condenando a quienes cometían fornicación y anunciando sus planes
de visitarlos. Hizo los arreglos necesarios para recoger una ofrenda y ayudar a los santos afectados por la escasez. Más
tarde, recibió noticias de algunas personas que vivían en la casa de Cloé acerca de las divisiones y diferencias
doctrinales que habían surgido entre ellos.
Pablo decidió mandar a Timoteo para que les ayudara a enfrentar esos problemas, pero sólo pudo llegar hasta
Macedonia. Mientras Timoteo estaba en camino, el apóstol recibió una carta de Corinto donde le contaban otros
problemas y le hacían preguntas. A raíz de eso, les envió la misiva que en el Nuevo Testamento aparece como la
primera carta a los corintios.
El apóstol deseaba resolver la dificultad en cuanto a las divisiones de la iglesia y contestar algunas cuestiones. El
asunto más serio que enfrentaban y el tema de mayor importancia en el que el apóstol insiste, es el que se refiere
a la falta de amor de los unos por los otros. Por eso se puede llamar a la iglesia de Corinto “la iglesia a la que le
faltaba AMOR”.
Pero su comportamiento había fallado, ya no eran la iglesia modelo, el enemigo se había colado entre ellos y
estaba logrando su cometido… los estaba apartando del amor de dios!!!
La conclusión del apóstol, es que aunque lo tengamos todo como ellos, pero sin amor, sólo haremos ruido (1
Corintios 13) porque sin el amor, nada vale.
Vivimos en una época caracterizada por la rebelión y la lucha. El divorcio se hace cada día más común, aun entre
los evangélicos. Los pleitos legales se multiplican como nunca. Cada uno quiere hacer valer sus propios derechos.
Aun en la iglesia de Jesucristo se ven antagonismos. Conservadoramente se ha calculado que las iglesias evangélicas
se dividen a razón de cinco por ciento anual.
En nuestro siglo existen gran número de iglesias, lo que ha producido que muchas personas emigran de una a
otra, buscando a un gran maestro al que puedan seguir. Este problema es muy similar al que enfrentaban los corintios.
12
Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
13
¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
1ª corintios 1
Ahora que sabemos que Dios es amor, que su amor es para nosotros, que nosotros debemos recibir ese amor y darlo
a los demás, es decir, que nosotros también somos amor; hagamos el examen que Pablo nos da en 1ª Corintios
capítulo 13: 1-3
1
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que
retiñe. 2Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que
trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y
si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Eso dice la palabra, y el examen está en los versos 4 al 7, y es de esta manera: donde dice amor, usted dirá Yo y en vez
de decir es, dirá soy… estamos listos?
Adelante: 4Yo soy sufrido, soy benigno; yo no tengo envidia, yo no soy jactancioso, no me envanezco; 5no hago nada
indebido, no busco lo mío, no me irrito, no guardo rencor; 6no me gozo de la injusticia, mas me gozo de la verdad.
7
Todo lo sufro, todo lo creo, todo lo espero, todo lo soporto
Cómo estuvimos? Pasamos el examen?... no me lo diga!!! No sé ustedes, pero yo no!!! Tal vez Dios con su inmenso
amor, me complete hasta un diez y no tenga que ir a reparación. Por Su Gracia, Él me ha perdonado, pero por Su
Justicia me dejará ver mis faltas para que pueda crecer en verdadero amor... por amor de Su Nombre, para Su Gloria
y Su Honra!!!
3
Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Salmo 23
12
a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. Efesios 1
23
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
Juan 5