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Universidad Politécnica Territorial

¨José Antonio Anzoátegui¨


Barcelona Edo. Anzoátegui
Unidad Curricular: Electiva II. (PYMES)

CONCEPTOS
PARA EL
CONOCIMIENTO
Y
DESARROLLO HUMANO
EN LA SOCIEDAD

PROFESOR
Lcdo. Salvador Rodríguez

BACHILLER
Hernán Tabares.

C.I:14.304.417

Barcelona, Febrero, 2018


En este ensayo me gustaría hablar del tema de una forma general que pudiera expresar
en términos entendibles ya que es un tema el cual para algunos no tiene mucha ciencia pero
para otros es difícil comprenderlo, este trata, de cómo nos vemos reflejados en nuestra
manera de pensar, en nuestros actos, y sobre todo cual es la mejor manera de que nos
conviene para poder elegir el un camino que mejor nos convenga.

El desarrollo humano comprende diversas dimensiones que se constituyen e integran en


la interacción con el medio cultural para ayudar a configurar la personalidad. En este caso
entiendo como competencia humana como una habilidad general y forma de conciencia,
producto de la integración y relación de conocimientos, conceptos, destrezas y actitudes,
que dotamos como ser humano teniendo capacidad de entendimiento, acción y
transformación de sus relaciones con el mundo, él o ella mismo incluido.

La conciencia moral y ética es la capacidad que tenemos para sentir, juzgar, deliberar
(argumentar) y actuar en cualquier situación que se nos presente, conforme a valores
morales de un modo muy coherente, persistente y con autonomía, y así desarrollarnos
teniendo y reflejando sensibilidad, juicio, deliberación y tendencia a la acción (voluntad).
Como por ejemplo, una vez que no soy indiferente al dolor ajeno y me digo “hay que
ayudar a esta persona”, hay un ser humano en necesidad, me siento involucrado
afectivamente y compelido a hacer algo. Aquí están operando la sensibilidad y la voluntad.
Este tipo de circunstancias particularmente me han ocurrido en muchas ocasiones.

Las competencias son características generales que la persona manifiesta en situaciones


y escenarios como parte de su forma de ser y hacer, además, son características y
cualidades valiosas del ser humano y un poder o capacidad para llevar a cabo diversas
tareas en una forma que es considerada como eficiente o apropiada.

El hogar, el trabajo, la comunidad, la escuela o universidad, son los principales espacios


sociales en los cuales se construyen nuestras competencias para enfrentar la delincuencia, la
agresión y la violencia, el uso de drogas, alcohol, tabaco, los estilos de vida egocéntricos, y
consumistas, indiferentes a las necesidades profundas de nosostros mismo, de los otros y a
las normas de sana convivencia social, son testimonio de esta situación de crisis.

Vivimos un momento en la historia en que nuestros pueblos reconocen la necesidad de


comenzar a entender y atender, en forma reflexiva, creativa y crítica, en nuestras familias,
vecindarios y escuela, el proceso de desarrollo humano y, dentro de ello, el aspecto del
desarrollo moral, aunque los valores éticos y cívicos más generales puedan permanecer
constantes en su núcleo esencial, su interpretación cambia con las necesidades e intereses
humanos que surgen a través de una buena voluntad de perfeccionamiento humano
individual y colectivo por un lado relacionado con la ética, para poder desarrollar nuestra
capacidad para analizar la moral.
Históricamente nuestros principios éticos, cívicos y religiosos nos obligan a promover
la formación de personas y ciudadanos con nuevas capacidades y sensibilidades éticas y
cívicas. Creo que existen los cuatro aprendizajes fundamentales y son aprender a conocer,
a hacer, a vivir juntos y a ser. Creo que estas necesidades de nuestro tiempo no se
satisfacen con nuestros conocimientos y destrezas; en lo particular se trata más bien de
fomentar en las personas el desarrollo de nuevas mentalidades; de nuevas actitudes y
sensibilidades; de nuevas habilidades generales o competencias humanas.

Particularmente la conciencia ética es la conciencia de la conciencia moral; o más


simplemente, la ética busca formular valores o deberes de carácter “universal”, estos
valores son necesarios en aquellas sociedades, tal es el caso de los valores de dignidad y
solidaridad, los cuales pueden ser aceptados, en su formulación general, por diversas
tradiciones religiosas y filosóficas.

La moral es un cierto ideal de perfección humana y de vida buena que los seres humanos
tenemos; el bien y el mal dependen de en qué medida nos acercan o no a ese ideal: Bueno
es todo aquello que me acerca al ideal. Malo es lo que me aleja de ese ideal. Por eso los
valores morales valen, es decir son buenos, porque nos conducen al bien, al ideal y los
valores no son otra cosa que medios que me permiten caminar hacia un ideal, porque son
sus condiciones de posibilidad misma. Por ejemplo ¿por qué creemos en la honestidad, en
la cortesía, en la justicia? Porque nos conducen a lo que nosotros estimamos que es el ideal
de la armonía y la paz humana en este caso la amistad es, en gran medida, un ideal moral:
la perfecta armonía entre seres humanos y la honestidad es una condición de ese ideal. La
ética ha estado presente en el ser humano desde siempre equilibrando los actos humanos,
avocando a cada persona a pensar entre lo que es bueno o malo y de esa manera guiar sus
acciones, las cuales va a determinar su desarrollo en la sociedad.

El ser humano, como ser social, posee una moral expresada en sus acciones tanto hacia
sus semejantes, como al medio, aislado de los cuales realmente no podría vivir. Los únicos
seres racionales que habitan nuestro planeta tierra, somos nosotros los seres humanos, por
ello hemos transformado el entorno de acuerdo a nuestras necesidades, creyendo
obviamente que de esta manera mejoramos las relaciones con el medio ambiente.

Finalmente podría decir que el ser humano es ético cuando actúa en función de lo que
profunda y sinceramente considera que es lo mejor, adoptando los valores y principios que
desee, pero sobre todo siendo consciente de que sus acciones tienen consecuencias sociales,
judiciales, morales y religiosas, por lo cual debe estar dispuesto a afrontar dichas
consecuencias en relación con la manera que decida vivir.

Creo que el comportamiento del ser humano es uno de los más impredecible, ya que
presenta diversas vivencias a lo largo de su desarrollo vital, teniendo un comportamiento
que no solo le ha llevado por los caminos de grandes inventos o descubrimientos y de
grandes vivencias afectivas con nuestros seres queridos y con Dios, sino también por la
senda de los más bajos y oscuros accionares, y no es necesario regresar al pasado ni hacer
una investigación profunda para constatarlo, basta con visitar algún quiosco favorito que se
tenga para así leer algún periódico sensacional y punzante que nos informe sobre sucesos
como robos, asesinatos y violaciones que nos hacen preguntarnos muchas veces sobre si
algunas personas merecen tener el don preciado de la vida; por otro lado en el centro de los
dos extremos conductuales mencionados líneas arriba, tenemos las acciones que
disfrutamos y que solemos ver en el día a día, de amigos y nuevas personas que vamos
conociendo y cuyas conductas muchas veces nos agradan o incomodan pero que de alguna
u otra manera nos reflejan un gran aprendizaje de vida.

Para terminar llegue a pensar que la convivencia moral es una etapa de la vida que nos
va moldeando y nos refleja a una sociedad cuando hemos alcanzado un punto de madures
ya que nos hace ver más buenos y malos. Yo pienso que sin ella la vida no tendría sentido
vivirla sin antes tener una analítica de que seremos y como iremos eligiendo un camino en
nuestras vidas y con el surgir de la conciencia se abre para el ser humano la posibilidad de
su perfeccionamiento y el de la naturaleza en general. Dice al respecto Hostos:

“Para que el hombre fuera hombre, es decir, digno de realizar los fines de la vida, la
naturaleza le dio conciencia de ella, capacidad de conocer su origen, sus elementos
favorables y contrarios, su trascendencia y relaciones, su deber y su derecho, su libertad y
su responsabilidad: capacidad de sentir y de amar lo que sintiera; capacidad de querer y
realizar lo que quisiera; capacidad de perfeccionarse y de mejorar por sí mismo las
condiciones de su ser y por sí mismo elevar el ideal de su existencia.”

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